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Después de tanto tiempo. por arichan

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Notas del capitulo:

Tengo que decir que sigue en pie la competición del review 100... quien lo escriba saldrá en el fic. 

 

Otra cosa importante es que hasta julio no voy a actualizar este fic, porque no puedo, tengo que estudiar, solo me dedicaré a escribir oneshot, uno por semana. 

 

¿Qué más? Espero que os guste, y no quieran matarme, la verdad que espero que no lo hagan, sino no puedo seguir escriendo. 

 

Os juro que si tengo algo escrito antes de julio lo subiré pero dudo mucho que tenga un capítulo antes de julio. 

 

Ahora os dejo con el capítulo 17 y ya saben dejen REVIEWS y participar en la competición por aparecer junto a vuestros oppas... XD

  ~Pov TOP~ (PRESENTE)

 

 

Esto es un desastre, no puedo creer que esto esté pasando. No ahora, sé que puedo aguantar más. Sé que puedo aguantar mucho más. Porque sé que puedo, sé que puedo aguantar mucho más de lo que estoy haciendo. Tengo que estar a su lado, no puedo permitirme ponerme de esta manera. No cuando tengo que ayudar a Ji, tengo que ayudarlo con él aseo. No puedo pensar de esa manera de él. No puedo dejar que sienta como estoy. No puede notar que estoy alterado, no puedo pensar en el cuerpo de Ji. No puedo pensar en su cuerpo desnudo en medio de la cama, con esas sábanas negras, y encima él desnudo, ver su blanco cuerpo contrastando con las sábanas negras. No puedo seguir así. No puedo. Tengo que calmarme, tengo que calmarme para poder ayudar a Ji a bañarse, ayudarlo mientras está en ese estado. Me siento mal porque él no sé merece que piense de él de esta manera. Soy una mala persona.

 

 

Me dirijo a mi habitación donde tenía todas mis cosas, donde Yang me había dicho que dormiría. Tenía que darme una ducha, tenía que calmarme. Cuando terminara tendría que ir a recoger a Ji del salón donde estaba tomando un café con Bae y Ga Hyun, mientras miraban las cosas que hacía Yoon Ji. No tarde mucho en terminar de ducharme y tarde mucho menos en vestirme de lo que quería. Pero no podía hacer nada más que ir al salón, e intentar no perderme por la casa.

 

 

Cuando por fin llegué, después de perderme dos veces, llegué por fin al salón donde estaban tomando café, era el que había abierto la esa mañana Ji para que estuviéramos todos en compañía el tiempo que estuviéramos todos en la casa. Para no tener que ir a la segunda planta a la sala de las golosinas. Me acerqué hasta el sillón donde estaba mi Ji, y me senté a su lado. Intenté averiguar de qué estaban hablando pero Ji no me dejó ya que me dijo que tenía que bañarse que no lo había podido hacer esa mañana ya que me fui. Y también tendría meter a bañarse a Yoon Ji, ayer mi Ji me dijo que ella lo hacía todo solita excepto lavarse el pelo, que se lo lavaba Ji cuando ella estaba en casa. Ahora me tocará a mi lavárselo. Aunque como está Yang seguro que él me ayuda a duchar a Yoon, lo más seguro que se encargue él de la pequeña.

 

 

Me levanté ayudando a Ji a caminar porque no sabía exactamente donde estaban las cosas de esa sala. Es divertido guiarle por la casa, ya que muchas veces le hacía tropezar a posta, y darse con las paredes. Tan sólo lo hacía para hacerlo rabiar, y escucharlo quejarse, era tan gratificante hacerlo. Esperaba que con eso se acostumbrara otra vez a mi. Han pasado muchos años desde que conviviamos juntos. Demasiado tiempo creo yo, y he de admitir que no soy una persona fácil con la que convivir. Pero es lo que toca, mejor que se vaya acostumbrando a mi compañía.

 

 

Sin darle mucho follón, porque tendría que ayudarle a bañarse, y no quería que me diera mucho follón. Bastante tuve con Yang esta mañana, me costó mucho convencerlo para que viniera a vivir aquí. No quiero que me duela la cabeza más tarde.

 

 

Al entrar a su habitación dejé de guiarle porque él se conocía esa zona perfectamente y no tuve que guiarle para ir al baño. Mientras él se dirigía al baño yo me fui a recogerle la ropa que se pondría para después. Me acerqué al baño, y me lo encontré desnudándose. Está tan delgado, está tan demacrado, pero aun así se conserva hermoso. Tiene la piel más blanca que nunca, parece que estuviera recubierto de una fina capa de mármol.

 

 

Se encuentra tan delgado, se le notan las costillas un poco. El sigue desnudándose sin importarle que estuviera mirando, aunque creo que no se da cuenta de que no sé de cuenta. Cojo todo mi autocontrol y me dirijo a la bañera, regulo el agua para que esté como le gusta a él. Para así no saltar encima de él y violarlo. Cuando vi que el agua salia a la temperatura perfecta, tapé la bañera con el tapón para que se llenara. Luego me giré para que Ji y lo encontré completamente desnudo, de pie e intentando apoyarse en el lavabo, pero sin conseguirlo.

 

 

Me acerqué a él para ayudarlo a entrar a la bañera, pero cuando lo hice, se resbaló y tambaleó, por suerte lo cogí antes de caer. Sin dejarle hacer nada lo cogí y lo metí en la bañera. Después cogí la esponja para lavarle la espalda, comencé a lavarle, poco a poco dejo de lado la esponja, y comienzo a darle un masaje en la espalda con mis manos. Y sin querer, queriendo, le comencé a pasar las manos por su pecho.

 

 

~POV Yang~  (PRESENTE)

 

 

No puedo creer que Kwon siga con lo mismo. No puedo creer que quiera que me valla a su casa. No quiero incordiar, y ya me lo dijo su hermana es mejor dejarlo que levante la cabeza por si mismo. Es mejor dejarlo que salga de se pozo el solo. Y por eso mejor no vivir con él. Sé que le dije a TOP que viviera con Ji para que este se abriera a los demás. Pero es algo que siempre quise hacer yo. Desde que se marcharon quise cuidar de Ji y su hija como no lo hice con mis propios hijos. ¿Como estarán? ¿Les irá todo bien? ¿Se habrán casado? ¿Tendrán hijos?

 

 

Tengo tantas dudas que no sé qué hacer. Se que TOP tiene razón que debería ir a casa de Ji. Ahora mismo hay mucha gente ahí, podrían hacer que Ji se cerrará más en vez de abrirse. No se que hacer. Algo dentro de mi me dice que tengo que irme a vivir allí. Pero por otra parte tengo miedo de que me rechace, de ser el causante de su desgracia. Me estoy volviendo loco. Sé que cuanto más tarde en ir allí por lo menos para ver qué pasa, peor va ser la situación que me encuentre. Young Bae no se caracteriza por controlarse en sus palabras. Ji no es el de antes y no le contestará como antes. Young pedirá explicaciones y los dos se pondran a gritarse, Yoon Ji se esconderá porque cuando Ji se pone asi se pone muy agresivo y seguro que acaba llegando a las manos con  Bae y se agrabará su salud ya que está muy débil.

 

 

Tendré que ir a vivir allí no puedo dejar que estos dos inútiles estés con Ji. Seguro que acaba intentando suicidarse otra vez. No quiero que eso pase. No quiero que el desgraciado de Kang se quede con la princesa de Ji.

 

 

No puedo permitir que la única familia que me queda se destruya. Quiero estar a su lado. Me encamino hacia el comedor donde había dejado a Seung Hyun en el sofá, esperando por mi respuesta aunque creo que pensaba llevarme a la fuerza si le decía que no.



Entro al salón, no me lo podía creer a pesar de sus  años es capaz de ponerse a dormir en cualquier lugar, y parece que sueña con algo bueno, muy bueno, mejor le dejo que siga soñando con Ji. Este hombre no tiene remedio. Será mejor que lo deje dormir mientras voy a hacer mi maleta y recoger las cosas que le obligaré a llevar. Tengo ganas de ver a mi princesa, y el desastre que ha hecho Bae en casa de Ji. Además tendría que estar ya allí enseñándoles donde dormirá la parejita.

 

 

Después de recoger todo lo que me tenía que llevar, me encaminé hacía el salón y me lo encontré con Seung todo tirado en el sofá, como si no tuviera ninguna preocupación, como si fuera su propia casa. Era como si lo fuera, porque en realidad es que era como si lo fuera. Pero era tremenda su confianza en mi. No debería ser tan confiado. Eso es malo, a mi me trajo desgracias. Sé que en él único que puedo confiar es en Ji. Él fue el único que me ayudó a salir adelante, cuando ella se fué y se llevó lejos a mis hijos hace 3 años, Ji fue él único que entendió el dolor, y él único que le tendió la mano.

 

 

Sería mejor despertar al bello durmiente que tenía en el sillón. Para así poder irse de aquella casa que le traía tantos recuerdos, tanto buenos como malos. Era hora de pasar página y mirar hacia delante, su intuición le decía que debía salir de aquella casa y empezar una nueva vida.

 

 

Cuando consiguió despertarle se dió cuenta de que era cerca de la hora de comer. Por lo que decidió que mejor sería esperar hasta después de comer para ir a casa de Kwon. Era mejor de esa manera, porque si no podría el señorito desmayarse en plena caminata. Y la casa aunque cerca, no estaba a un tiro de piedra precisamente.

 

 

~POV Young Bae~  (PRESENTE)

 

 

No sé exactamente qué es lo que estará haciendo TOP y el porqué todavía no ha llegado. Ni siquiera ha cogido su moto para irse a donde tuviera que irse. Sé que no debería de ponerme de está manera porque en realidad es un hombre adulto. Pero con todo lo que me ha costado llegar hasta Ji, no sé qué pasaría si desapareciera de un momento a otro.

 

 

Después de que mi hermosa novia me echara de su lado para dejarla hacer la comida, me acerqué a mi mejor y a su pequeña, y guié a Ji hasta la mesa que había en la cocina y nos sentamos los tres en ella.

 

 

- Ji, ¿sabes, por casualidad, dónde está Seung? - Ji no miraba hacia donde yo estaba, estaba pendiente de su hija, que estaba subiéndose a la mesa para llamar su atención.

 

 

- Pues supongo que haya ido a ver a Yang, porque quiero que venga a vivir aquí.

 

 

- ¿El abuelito va a venir a vivir con nosotros?

 

 

- ¿El abuelito? - me sorprendió que ella dijera eso, porque no me lo esperaba, no sabía que tenían tan presente al director en la vida de ellos. Me lo suponía pero no me lo esperaba. Pensaba que solo ayudaba a Ji a seguir adelante, pero parece que no.

 

 

- Si el abuelito. Es mío, solo mío. Es mejor que mi abuelito de verdad, y me trae cositas y me cuida.

 

 

- Yang me ayudó en todo momento. Cuando volví fue él único que me acogió. Estuvo ahí cuando más lo necesité, ayudándome con Yoon, y con todos mis problemas. En realidad es la única persona que tengo a mi lado, en la que puedo confiar.

 

 

- No sabía eso. Espero que vengan pronto, y que ponga orden en esta casa. No creo que entre todos nosotros pueda haber algo de paz. Sabes que siempre nos peleamos por cualquier cosa, y más si está TOP aquí. ¿Por cierto? ¿Sabes dónde se van a colocar sus “osos”?

 

 

- Pues en realidad no, aunque tengo tengo muchas habitaciones. Pero no sé dónde las podemos colocar. Pero eso no importa ahora, cuando venga se lo diremos. Mejor será esperar a la comida. Y de mientras podrías coger y bajar a mi hija de la mesa.

 

 

Lo miré y vi como la niña estaba saltando encima de la mesa. La cogió al vuelo porque en ese momento había saltado prácticamente al vacío. Se había olvidado que era una simple niña de seis años, porque a veces podría ser una persona muy madura, incluso más madura que un adulto. Con razón estaba en el colegio para pequeños genios en el que estaba. Pero al parecer tenía que controlarla si no quería que acabara igual que Ji, lesionada.

 

 

- Vamos a poner la mesa antes de que nos pegue la cocinera - miré a Ga Hyun, porque ella no había entrado en la conversación, y era mejor así, Ji no terminaba aceptándola, y la verdad que Ji era un hueso duro de roer, y mejor tenerlo contento, hasta cierto punto. Cuando me ha dicho que Yang vendría a vivir aquí, me he alegrado, sé que la convivencia de entre todos será un problema, y tener a Yang en la casa sería beneficioso, porque así nos controlará a todos.

 

 

Seguro que en menos de una semana Ji estallará y se armará una buena en la casa. Se que no va a soportar a tantas personas en casa. Sobre todo después de tanto tiempo estando solo con su hija. Sé que va a ser difícil, pero quiero vivir con Ji, recuperar todo el tiempo perdido que no he pasado con él, ayudándolo, y apoyándolo; y otra opción era la de poder estar con mi novia conviviendo bajo un mismo techo. Lo malo que es no sé qué puede pasar ahora, no sé cómo vamos a saltar este bache. Quiero ayudarle a salir de ahí, ayudarle a ser feliz otra vez. Como cuando todos estábamos juntos, sé que no será lo mismo, pero quiero que salga adelante con la princesa de la casa.

 

 

~POV Dae Seung~  (PRESENTE)

 

 

No me puedo lo que está pasando. No puede ser. No puedo creer lo que Ri me está diciendo. No puede pasarme nada mejor. Puedo tener a los dos hombres que me ponen a cien para mi. A los dos hombres que me gustan bajo el mismo techo. Aunque tenga que soportar a una mocosa más. Pero estoy seguro de que Ri se encargará de los dos. Y yo solo tengo que hacer del papá bueno un par de días al mes, y por las noches a la hora de darles las buenas noches.

 

 

Será perfecto porque podré disfrutar de esos dos cuerpos que me vuelven loco. No sé si podré esperar a tener a Ji en la cama y poder tenerlo a mi disposición las veinticuatro horas al día. Será lo mejor que me pase en la vida. Podré disfrutar de los dos incluso a la vez. Será maravilloso, no puedo esperar.

 

 

Me metí tanto en mis pensamientos que cuando me quise dar cuenta me encontré a mi esposo encima de mi. Con sus piernas a cada lado de mis caderas y sus brazos alrededor de mi cuello. Me miraba sugerentemente, diciéndome que quería algo más, con los ojos. Como me pone que se ponga de esa manera, es el mejor en ponerme caliente.

 

 

Acerqué mis manos a sus caderas para acercarlo más a mi, y que sus caderas se restregaran contra las mías. Es tan delicioso que no puedo rechazar lo que me da. Pero también sé que dentro de poco voy a tener más que esto.

 

 

Veo como muerde sus labios, esperando deseoso que diera el primer paso para que me lo coma entero. Me lanzo a su boca quiero comermelo entero, lo amo, sé que amo a Ri. Pero también necesito a Ji en mi cama.

 

 

Pero ahora tengo que centrarme en mi amado esposo, es la cosa más hermosa que he tenido entre mis brazos. Dejo sus labios y voy bajando hacia su cuello donde sé que está su punto débil, justo en el hueco del cuello y la clavícula. Es entonces cuando comienza a gemir por lo bajo. Quiero escuchar esos gemidos a todo volumen, es el mejor sonido que hay en este mundo. Sé que hacer exactamente para que comience a descontrolarse y gemir por cada toque te le de.

 

 

Deslizo las manos por su espalda hacia arriba llevándome con el movimiento  su camisa, sacándosela por la cabeza. Cuando la lanzo fuera de nuestro alcance, paso mis frías manos por su pecho, pellizcando fuertemente sus pezones. Gime de dolor, pero sé que le gusta. Sé que le gusta que lo trate rudamente, le estiro de los pezones hacia arriba, mientras me deleito viendo como arquea su espalda, produciendo que sus pezones se estiren más. Es tan erótico verlo de esta manera. Dejo sus pezones en paz, por ahora, y sigo bajando las manos hasta la cinturilla de su pantalón y meto los dedos dentro de ella y estiro para ver como comienza a ponersele erecta la polla, esa que ahora mismo quiero meterme en la boca hasta que te corras.

 

 

Suelto la cinturilla y devoro tu boca una vez más. Quiero devorarlo entero quiero estar con él metidos en una cama desnudos durante todo el día. Pero ahora mismo tengo pensado otra cosa, lo levanto de en peso con mis brazos, y él pasa sus piernas por mis caderas procurando que no me pese mucho y que me pueda mover más libremente. Espero a tenerlo mejor sujeto y comienzo a moverme con él. Como puedo cojo las llaves para abrir esa puerta. La puerta a nuestro paraíso. La puerta tras la cual se encuentran todos nuestros “juguetes”. Lo miro y sé que es exáctamente que es lo que quiere.

 

 

Lo descubrimos el primer día que fuimos al departamento de obstetricia y ginecología. Ri quería quedar en cinta, y la vimo ahí en la sala donde nos llamó el médico, y nos falto poco para follar allí mismo. Nos faltó poco para comprar una silla de esas para nuestra sala (n/a: http://img.alibaba.com/photo/528574749/Luxurious_Obstetric_And_Gynecological_Instruments.jpg Imaginarosla en negra)

 

 

Tras cerrar la puerta con el pestillo por si se despierta el crio, lo siento en esa silla mientras él levanta las piernas para colocarlas en su sitio. Recojo las cuerdas que cuelgan para atarle las piernas a la silla. Tras terminar de atarlo levanto sus manos por encima de su cabeza y las até ahí arriba.

 

 

Me puse entre sus piernas, pasé mis manos por encima de los pantalones, hasta llegar a la cinturilla de los pantalones y sobrepasarla, hasta llegar a sus pezones. Prácticamente estoy encima de él, sonríe como un niño con un juguete nuevo. Me separo de él para coger unas tijeras del mueble. Me acerco hasta él y comienzo a cortar los pantalones por los camales. Los corto hasta las rodillas para luego dejarlas de lado. Y termino de deshacerme de los pantalones rasgándolos con mis propias manos, me tocará comprarle ropa nueva. No le gusta que le rompa la ropa.

 

 

- Me debes unos pantalones nuevos. Te los has cargado.

 

 

Sonrío de medio lado y tras romper su ropa interior, se la introduzco en la boca y le pongo cinta americana. Una pena que no me la vaya a chupar. Pero seguro que puedo hacer otras cosas que seguro también le gustan.

 

 

Paso mis manos por todo su cuerpo. Me inclino hasta su pecho y comienzo a lamerlo dejando mordidas por todo el recorrido. Me dirijo a su pezón izquierdo y lo muerdo fuerte haciendo que Ri arqueara la espalda. Coloco mis manos en su cintura forzando a que posara la espalda en la silla. Hago que choquen nuestras caderas para tenerlo más controlado. Dejo de lado su pezón izquierdo, ya duro y amoratado, sin dejarlo descansar me dirigía su otro pezón, dejándolo de la misma manera. Cuando me canso de atacar sus pezones sigo mi camino hacia el sur, pasando por su ombligo, donde entierro mi lengua, simulando penetraciones, como las que le iba a dar más tarde. Sigo bajando hasta llegar a la altura de su miembro.

 

 

Alza sus caderas cuando siente mi aliento en su polla, pero me retiro un poco. Quiero hacerlo sufrir un poco, más. Paso mis manos por la parte interior  de sus muslos, sin poder aguantarme, muerdo su pierna derecha dejándole las marcas de mis dientes, sale un poco de sangre, la lamo, haciendo caso omiso a los gritos ahogados que da mi esposo. Sé que odia que le muerda. Pero no puedo evitarlo, tiene la piel tan blanquita y tan suave. Me pone muy cachondo mancillándola. Me levanto de allí y me separo. Veo mi obra de arte. Es tan hermoso, se le ve tan bello.

 

 

Me acerco al armario escojo uno de los anillos (http://www.maesen.com/sexshop/zdplantilla.php?id=5085), me acerco, parece más tranquilo, si que se percate le pongo mis manos encima de su polla haciendo que saltara un poco. Muevo mi mano a lo largo de su miembro, para después colocarla el anillo alrededor de la base y los testículos. Cierro el anillo lo más fuerte que puedo, claro sin tener que luego que amputársela. Le di unos golpecitos en los testículos. Me acuclillé entre sus piernas y lo contemplé desde esa posición. Cuando tengo tiempo me gusta recrearme en nuestros juegos.

 

 

Le di una lamida al ano, tembló de anticipación. Volví a dar otra lamida, y gimió. No quiero prepararlo directamente me levanto y me deshago de mis pantalones y mi ropa interior. Me introduzco de él de una estocada sin prepararlo. No me paré a esperar a que se acostumbrara. Quería que sintiera dolor, quería que sangrara.

 

 

Me gusta infligirle dolor, y a él le gusta. Le sigo dando fuerte, gime a través de la ropa interior que le había puesto en la boca. Dejé de mirarle a la cara, y dirigí mi mirada a su ano, donde ví que salía sangre. Vi mi polla manchada de sangre, es tan excitante, ver como la sangre de Ri recorre mi polla. Seguí empujando hasta dar con su próstata. No paré de darle y desgarrarle por dentro hasta que me corrí dentro de él. Pero no paré ahí. No quería parar, no quería que todo terminara ahí.

 

 

Salí de su interior tan rápido que le saqué un grito de dolor. Me excité tan sólo con escucharle gritar. Volví al armario, para coger un de lo dildos que más me gustaban usar de él (http://www.maesen.com/sexshop/zdplantilla.php?id=2761). Cuando lo tengo en mis manos no puedo evitar un gruñido de anticipación, me giré y me encaminé hasta él. Tenía la mordaza toda mojada por sus babas, me mira con los ojos desorbitados. Metí de una estocada el enorme dildo dentro de su ano. Se convulsionó durante un tiempo. Me pone tan cachondo pensar que Ji va estar en esa silla y en otras máquinas.

 

 

 


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