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Después de tanto tiempo. por arichan

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Notas del capitulo:

Siento la demora, pero casi no tengo tiempo. Tengo mucho exámenes. Y la verdad esto no me da de comer, y en un futuro lejano, espero que la carrera si que me de comer. XD

Capítulo 6.    

 

~ POV Young Bae  ~ (PASADO)

 

Se lo había preguntado a su mejor amigo, le había pedido consejo sobre que hacer para pedir a tu “pareja” o amante que se fuera a vivir contigo. Ji le dijo que tenía que tenerlo todo preparado, que tenía que tener todo listo para cuando se lo dijera. Que tenía que ser una sorpresa. Aunque aquel paso era muy arriesgado, si lo hacía todo bien podía conseguir pasar el resto de su vida junto a la persona de la que estaba enamorado. Que le deseaba suerte, y le dijo que le comprara algo bonito para cuando se lo dijera, así condicionaría a su amante a decir que si. Y por eso le había comprado eso.

 

Sabía que aquel detalle le gustaría. Solo esperaba que aceptara su proposición. Que aceptara irse a vivir con él, que aceptara comenzar una nueva vida a su lado. Pero tenía que ser cauteloso, no quería estropear aquello que tenían. Aunque no sabía exactamente que era lo que tenía, él lo consideraba su pareja, su novio su amante…

 

El camino en coche, hasta la casa donde habitaba su amor junto con sus compañeros de grupo, le pareció más corto que ningún otro día. Se sentía nervioso, le temblaban las manos. Toco el timbre, espero, espero hasta que uno de los compañeros de su amor salió a abrirle.

Pero no pensaba que aquellas palabras que le dedicara el maknae de Beast fueran el comienzo del fin.

 

~ POV  TOP  ~ (PRESENTE)

 

Se había asustado mucho cuando Ji se había despertado de esa manera, gritando y llorando. Pareciera como si no se ubicase, como si no reconociera donde estaba. Como si no le reconociera a él. Como si estuviera ciego. Eso era, no veía nada, esa, si no recordaba mal era una de las secuelas que podría tener su amado amigo por la caída. Intentó hablarle, intentó que le prestara atención. Que no se moviera tanto, porque podría hacerle mal, si por casualidad tuviera algún coágulo de sangre y se desplazaba por sus venas y arterias a saber donde pararía.

 

Escucho como la puerta de la habitación era abierta por una niña pequeña, la hija de Ji, que se acercaba corriendo y mirándole mal. Cuando estuvo a nivel de la cama se subió encima y abrazó a su padre por el cuello. Intentó tranquilizarlo, cosa que consiguió, no del todo pero si se le veía más tranquilo.

 

Aprovechando aquel momento entre “madre” e hija, se acercó hasta donde estaba su móvil para llamar al médico y a Yang, había despertado y tendría que decirles que era lo que había pasado. Además de que Yang le había amenazado con cortarle en trocitos si no lo llamaba en cuanto despertara. Se notaba que aquel hombre quería mucho a Ji lo quería como su fuera su hijo. Aquello estaba bien, podría estar algo más tranquilo sabiendo que ese hombre había protegido a Ji durante el tiempo que el no estuvo con Corea a su lado.

 

Se sentía culpable por no haber estado en la peor época de la vida de la persona que más amaba. Pero sabía que con el pasado no se podía hacer nada. Que el pasado no se podía cambiar. Tan solo podía vivir el presente. Tenía que conseguir que aquella pequeña le diera el visto bueno para dejarle estar con su umma. Pero al parecer le costaría mucho más de lo que pensó en un principio. No contaba con que Ji tendría aquellas secuelas. Solo esperaba que fueran temporales, y que no pasara a mayores. Al parecer el oído lo había recuperado, porque ahora hablaba con su pequeña. La que le decía que aquello era bueno así pasaría con ella las vacaciones, porque no podía trabajar, y no tenía escusa para dejarla con su tía.

Eso no se lo esperaba, tan solo hizo como el que no escuchó nada y se encaminó a la salida de la habitación, después de localizar a ambos hombres, para ir a la cocina y preparar el desayuno para los tres. Pero se había olvidado de que aquella casa parecía más un laberinto que una casa. Y acabó perdiéndose. Ni siquiera sabía donde estaba, no podía ver en ninguna de las ventanas el jardín con el parque, lo que veía por las ventanas del largo pasillo por el que caminaba, si aquello eran ventanas, porque era todo lo que daba al jardín una cristalera. Además no sabía si llamarle jardín, es que era enorme, nunca había visto ninguna igual. Ocupaba prácticamente todo, y podía ver como en la parte de arriba había marquesinas. Pero volviendo a lo que había en el jardín, nunca pensó que pudiera existir una piscina de aquel calibre.

 

Era preciosa, pareciera que la casa se hubiera construido alrededor de un lago, toda ella estaba rodeada de piedras y plantas, había una tirolina, o eso pareciera, porque había un cable que cruzaba toda la piscina de una punta a la otra. Vio también una cascada. Siguió caminando por el pasillo hasta que el mismo desembocó en una estancia gigantesca. Había llegado a la sala de la cascada, como le puso de nombre, y era que la pared que tendría que separar la parte de la piscina de la sala, era la cascada, e incluso se había mojado intentando comprobarlo. Y no había ni siquiera cristal, era como si fuera una cascada natural. Era lo más bonito, después de su Ji Yong, claro esta, que había visto en su vida. Y no se sorprendía de que la persona que más amaba hubiera echo eso, sabía que era la persona más detallista del mundo, que era la persona que más cuidaba cada detalle del mundo.

 

Se giró sobre sus talones, mirando el resto de la habitación, una de las paredes era blanca, y se preguntaba por qué hasta que reparó en el cañón que había colgado en el techo. Había un mini bar, con todo tipo de bebidas, algunas de las cuales estaban empezadas. Y un montón de morrerias (golosinas, guarrerias, gominolas, como les digáis). Y para su dieta, nótese el sarcasmo, un montón de tubos enormes que llegaban hasta el techo llenos de lacasitos y emanems de todos los colores. Todos estaban separados por colores.

 

Tan absorto estaba en el escrutinio de la habitación que no se había dado cuenta de que un par de personas estaban en la puerta mirándole.

 

(n/a: la piscina exterior tenía esta imagen en la cabeza http://i55.tinypic.com/do5gqp.jpg , hacerla en vuestra imaginación más grande y ancha no tan escondida entre rocas, y con un edificio rodeándola, además de la tirolina XD;  http://www.soydalish.com/topics/4e1f198b734174.16317045.jpg esto es parte de la decoración de la sala XD, sé que no la he puesto en la descripción, pero luego saldrá, no se si en este capítulo o en otro; http://img.decoesfera.com/galleries/casas-que-inspiran-vila-isabella/normal_casas%20que%20inspiran%20vila%20isabella4.jpg el pasillo es algo así, ponerle el techo igual que la pared, y al final sale a la estancia antes mencionada. Que la verdad ha salido de mi imaginación y no tengo foto para poneros mihan)

 

~POV Seung Ri ~ (PRESENTE)

 

Le había mencionado a su esposo que se había encontrado con Bae, y que le había contado que TOP estaba en la ciudad para quedarse y ver a alguien. Le preguntó quién sería esa persona. Él quería saberlo, él no podía estar sin saberlo. Y mucho más que después de casi 10 años juntos en el pasado, dejara de llamarle súbitamente. Aunque no fue el único. Pero sabía que Ji nunca le cogería el teléfono, ni quería verle. Lo comprobó hacía un par de años, le vio tan relajado, tan feliz, que intentó acercarse para entablar una pequeña conversación con él, pero toda aquella atmosfera se diluyó en cuanto apareció en el campo de visión de Ji.

 

Lamentaba todo el daño que le había hecho a su hyung, pero no podía hacer nada con los designios del corazón, no podía decirle a este a quien tenía que amar. Y si se ponía a pensar el único culpable de que se acabara enamorando de Dae hyung era Ji, porque siempre estaba hablando de sus virtudes, de como era, de lo bueno que era en la cama. Hasta que al final cayó en las redes del chico con la sonrisa de ángel.

 

No pudo hacer nada por evitarlo, y todo fue culpa de Kwon, era él el que siempre sacaba el tema de Dae Seung, por cualquier cosa lo mencionaba, era normal que él también se obsesionara con el chico.

 

Pero a pesar de todo eso, a pesar de saber que era culpa de Ji Yong, no podía dejar de sentirse un poco culpable al saber todo el daño que le había provocado a su querido hyung el haberse involucrado con el que pensaba era el amor de su vida.

 

Salió de sus pensamientos cuando unos brazos fuertes le rodearon la cintura, haciendo que quedara recostado en el pecho de esa persona. Se giró un poco para darle un beso a su marido. Habían pasado momentos malos, pero los buenos los superaba a todos. Sabía que se habían ganado muchos enemigos al traicionar a Ji, como bien les había dicho Yang. E incluso él se tubo que ir de la compañía, no podía mirar a la cara a Ji, pero no solo por eso, si no que su querido jefe, Yang se había vuelto un tirano. Pero aquello no se lo dijo a su marido, no le dijo  nada de lo que le habían echo pasar en la compañía. Sobre todo porque Dae todavía trabajaba para ellos, pero casi no se pasaba por ahí. Era el manager de este el que se encargaba de todas las transacciones que tuviera que hacer. Y ahora solo se dedicaba a la actuación. Así era mejor.

 

Intentó escaparse de los brazos de su esposo para poder seguir haciendo la comida. Pero pareciera que los tuviera pegados al cuerpo. Una risa de felicidad salió de su garganta, aquellas acciones del que era ahora su marido le recordaban a cuando comenzaron a salir. Y cuando ya todo el mundo sabía que ambos estaban juntos. Aquello le gustaba mucho, le gustaba que su marido fuera tan cariñoso, que le amara tanto. A pesar de todas las pruebas que les había puesto la vida.

 

-              Amor, tienes que ir a por el peque. Y te queda una hora para que salga del colegio. Asique suéltame y metete a la ducha que hueles a tigre. Y no querrás que tus fans salgan corriendo por el olor – intentaba que le soltara, pero a pesar de todo el esfuerzo físico que hacía no lo consiguió. Y espero a que aquellas palabras le pusieran sobre alerta de sus malvados planes, como Dae los llamaba.

 

-              ¡¡Ohh!! Eres malo, y creo que sería mejor no ducharme así esas asquerosas de maestras me dejaran en paz de una vez. No sé que es lo que no entienden de que esté casado, y encima con un doncel.  Eso de que sea gay no lo pillan. Vale ya, ya deja de pellizcarme que ya me meto a la ducha.

 

Sabía que no le era de su agrado ir al colegio de su pequeño, pero si quería preparar la sorpresa de la noche para ambos tenía que tener la casa libre por un par de horas, mientras que Dae traía al pequeño a casa, el comenzaría a prepararlo todo, y después en la tarde los  mandaría al parque para que así le diera tiempo a terminar todo lo que tenía que hacer. Solo esperaba que todo le saliera según lo planeado.

 

~POV Yoon Ji~  (PRESENTE)

 

Me había costado dormirme, el amigo me mi umma era agradable, aunque no me gustara que lo que le había echo, pero no le veo mala persona. Solo espero que sea el indicado. Que no sea como los demás, a los que al final tuve que espantar. O hablar de mal de ellos con umma. Porque todos querían la fama de mi umma. Y si ese amigo de umma también quería la fama no lo dejaría estar con su umma. Además le sonaba de algo, pero no sabía de donde. Era como si lo hubiera visto en algún lado pero no conseguía ubicarlo.

 

Sabía que todo lo que había hecho el día anterior era porque sentía remordimientos al haber dejado en aquel estado a su umma. Aunque no sabía en que estado se encontraba porque no le había dejado verlo.

 

Se pasó toda la noche divagando sobre esos temas, hasta que cayó rendida en los brazos de Morfeo. No se dio cuenta de la hora que era ni de donde estaba. Pero unos gritos, que venían de la parte de abajo la despertaron. No sabía exactamente que era lo que pasaba, hasta que vio con detenimiento la habitación, era la que tenía en su casa, y estaba en su cama. Entonces reconoció aquellos gritos, era su umma. Y seguro que el hombre de anoche le había echo algo a su umma y por eso estaba gritando. Salió corriendo de su cama para dirigirse hasta la habitación de su umma.

 

Por casi se cae por las escaleras de su habitación intentado saltar de dos en dos. Salió corriendo hasta la habitación de su umma, y cuando abrió la puerta vio como su umma se aferraba aquel hombre, por lo cual se acercó hasta donde estaban ambos y se sentó al lado de su querida umma, para atraerla hasta ella pasándole los sus pequeños brazos por el cuello.

 

Le dijo que se calmara, que todo saldría bien. Y ahí fue cuando se dio cuenta de que su umma no podía ver. En un principio se enfadó mucho con aquel hombre. Pero también recordó que cada vez que pasaba las vacaciones su umma pasaba el menor tiempo posible con ella, y aquel contratiempo en la vida de su umma a lo mejor hacía que la quisiera más, y dejara de recordarle al señor que les abandonó a ambos.

 

Si no podía ver, no podía ir a trabajar, y así podía llevarla a ella al parque, aunque eso sería complicado, pero si podía pasear con GaHo por el parque, y así aparentar ser una familia normal. Podrían ir a comprarse helados. Aunque a su umma no le gustaran mucho, porque decía que le engordaban. Siempre se le había echo gracia, pero era su umma y siempre aunque a veces cuando bebía de más y ella estaba en casa la trata muy mal, sabía que no era su culpa, que era porque su appa, le había hecho mucho daño.

 

O eso le había dicho su tía Dami. Que su umma la quería mucho, pero que no sabía donde pero le veía mucho parecido a su appa. Pero que era idéntica a su umma.

 

Trató de tranquilizar a su umma que lloraba aferrado a ella. Diciéndole que todo iba a estar bien, que pronto iba a estar bien. Y que ese tiempo lo pasarían juntos, que irían al parque. No sabía cuanto tiempo había pasado, sentía como unos brazos la separaban de su umma, y al levantar la cabeza vio al que consideraba su abeoji. Ese hombre había pasado más tiempo con ella que su umma, o que sus abuelos de verdad. Los cuales no estaban muy contentos con ella. Aunque no sabía el por qué sabía que no la quería. Pero no se quejaba, siempre tenía lo que quería, y que si tenía que hablar con alguien tenía a su abeoji y su tía Dami. Y a veces a su umma. Él siempre la escuchaba fuera lo que estuviera diciendo. Aunque no le preguntaba sobre su appa, porque sabía que se ponía malo.

 

Sintió como era alzada del lado de su umma, para dejar que otro hombre, que supuso era el médico revisara a su umma. Yang la guio hasta la cocina, donde se suponía que estaría el hombre que aquella noche se había quedado a dormir con ellos. Pero en la cocina no había  nadie, por lo cual supusieron que se había perdido en la casa, a lo que su abeoji dijo era normal. Que ese hombre era un despistado. Que era capaz de perderse en una línea recta.

 

No entendió bien lo que quiso decir, era tan solo una niña de 6 años a punto de cumplir 7, era muy lista, más de lo normal, pero seguía siendo una niña pequeña, y había cosas de mayores que se le escapaban. Viendo que el hombre no estaba en la cocina se dedicaron a buscar por toda la casa. Aunque tampoco hubieran muchos sitios donde pudiera estar, porque la mayoría de las puertas estaban cerradas. Y nadie las podía abrir excepto su umma.

 

Por eso se encaminaron hacía la sala de la cascada de golosinas, como ella la llamaba, porque dentro había una pared de cascada preciosa que daba a un lago que estaba en el centro de la casa. Y en el resto de paredes habían colocados grandes tubos con todo tipo de gominolas, lacasitos de todos los colores y emanems de todos los colores. Para ella aquello era el paraíso. Y al parecer para aquel hombre también, habían llegado aquella habitación a través del pasillo de cristal, y se habían quedado mirándole. No se había dado cuenta de su presencia hasta que GaHo, que les había seguido comenzó a ladrar para llamar la atención de él.

 

~POV Bae~ (FUTURO)

 

Sentados ya en una de las mesas de la heladería. Miré a mi amigo desde los  13, se le veía muy cambiado desde la última vez que le vi, se le veía muchísimo mejor. Pero aun así después de todo lo que había pasado ahí fuera, justo en la puerta, tenía una duda muy grande, ¿quién era esa niña que llamaba a su amigo umma?

 

La miré con una sonrisa en la cara, la cual me la devolvió.

 

-      ¡Hola! Soy Kwon Yoon Ji, encantada de conocerte.

 

-              El encantado soy yo. Dong Young Bae – la niña se puso a mirar la carta de helados, mientras que Ji estaba como perdido – ¿Ji? ¿Qué te ocurre? ¿Estás bien?

 

-      Si. Lo que pasa es que me di un golpe en la cabeza y tengo ceguera.

 

-              Pero es culpa de Choi-ahjussi – ante el comentario de la pequeña Ji comenzó a reír como hacía años no lo había visto. Echaba de menos aquella risa sin preocupación. Como si el encuentro de hacía unos segundos no hubiera hecho mella en su interior.

 

Aquella risa se le contagió y fue aun más fuerte cuando la pequeña comenzó a reír, tenían la misma risa contagiosa, y eso era fácil de ver, todas las mesas de su alrededor habían comenzado a reír ante la risa de ambos. Se sentía tan tranquilo en aquel momento. Había echado de menos todo aquello. En eso momento tenía la sensación de que todo podría volver a como era antes, por lo menos su relación con su amigo.

 

Se puso hablar con la pequeña, de como le iba en el colegio, de donde estudiaba. Le caía bien, sabía que aquella niña tenía la mejor umma de todas. Pero cuando le preguntó su edad, varias piezas hicieron clips en su celebro. Aquella pequeña era la causa de que Ji se fuera de la vida pública, pero aun así, habían cosas que no entendía. Pero para ello todavía tenían tiempo, porque ahora que había podido estar cerca de él sin sentirse culpable porque se enfermara, como Yang le había dicho, no se iría de su lado. Además también tenía que hablar con TOP, porque el muy cabrón no le había dicho que Ji se había accidentado y se encontraba en ese estado.

 

Y aquello sería una escusa para poder acercarse a la casa de su amigo y poder verle. Se tenían que contar tantas cosas que no  podían decirlo todo en aquel momento, porque no era ni lugar ni momento. Pero lo que más le sorprendió fue que, el mismo Ji le dijo que se pasara cuando pudiera por su casa que se pondrían al día. Todo eso mientras su pequeña tiraba de él, para que fueran al encuentro de Yang para que les llevara a casa. Pero preocupado por la salud de mi compañero y su hija, fui con ellos hasta donde habían quedado con Yang, al cual saludé, para luego despedirme de mi amigo y la pequeña que me había robado el corazón, era idéntica a su umma, en todo, no solo en lo físico, si no en todos los gestos y en los gustos. Era una mini Yongie. Le hacía mucha gracia.

 

 

 

 

 

 


 

Notas finales:

Espero que por lo menos tenga 5 reviews, jajajja.. sino, no actualizo. Hasta la próxima, que no se cuando será XD, intentaré escribir algo antes de que acabe el fin de semana, pero lo dudo. 

 


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