Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Después de tanto tiempo. por arichan

[Reviews - 81]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Primero de todo dar las gracias a Tiopisitha por ayudarme a corregirlo XD, espero contar contigo para los demás capitulos

 

Capítulo 8. Primer encuentro

 

 

 

 

~POV~ Choi Seung Hyun (PASADO)

 

 



Tan sólo llevábamos dos horas ensayando cuando mi móvil comenzó a sonar, al principio lo dejé pasar porque sé cuánto se molesta Ji que nos llamen en los ensayos y que nosotros contestemos, pero a la tercera llamada fue él el que me aconsejó cogerlo, porque parecía importante.

 

 



Al ver el móvil me sorprendió, mi madre no tenía la costumbre de llamarme a esas horas, no sabía que era lo que pasaba pero sabía que era algo grave. Lo cogí enseguida saliéndome de la sala de ensayos para que los chicos no se preocuparan por mí. Pero sentí como alguien me seguía, era mi Ji Yong, aunque yo no tenía el derecho de llamarle así, ya que no era nada mío.

 

 



Por un momento me quedé parado con él a mi espalda, no podía creer que mi madre se encontrara en el hospital, y mucho menos que me pidiera que fuera porque me necesitaba. La verdad que me encontraba en un estado de shock. Me giré topándome con Ji, había olvidado que estaba a mi espalda.

 

 

 



-              Me tengo que ir, mi madre está en el hospital pero no me ha dicho nada más, solo que vaya – no pude decirle más, tan solo cogí mis cosas lo más rápido que pude y salí corriendo de la empresa, para después ir a toda velocidad con mi moto por las calles.

 

 

 



Llegué al hospital en tiempo record, no había frenado ante ningún semáforo y creo que alguno que otro coche me pitaba al pasar, para mi suerte no había tenido ningún accidente, entré directo hasta la recepción, y pregunté por las salas de consultas donde se suponía que debería estar mi madre. Pero me dijeron que no se encontraba ahí, que estaba en planta.

 

 

 



Mi cuerpo tembló unos segundos, no sabía que iba a pasar en ese momento, la enfermera que me había atendido me dijo el número de la habitación, cuando fui a moverme unas manos se colocaron en mis hombros, sabía que era de mi nuna, era su tacto, me giró para quedar ambos de cara.

 

 

 



- Está en planta, en la 231. -  no pude articular más, no sabía exactamente donde me encontraba, era tan agobiante la situación que no sabía si salir corriendo o subir a ver a mi madre, pero mi nuna me llevó hacia el ascensor que nos subiría hasta la segunda planta.

 

 

 



No podía ser cierto todo aquello, toda esa situación era mentira, seguro que era un sueño, y que Ji lo llamaría de un momento a otro al móvil porque se había quedado dormido en casa, y no había ido a ensayar, si seguro que era eso, porque era imposible que se encontrara traspasando la puerta de aquella habitación en la que se encontraba su madre recostada en una cama, con todos esos cables y los sonidos provenientes de las máquinas.

 

 

 

 

 

Me desplome en una de las sillas que había en aquella habitación la imagen que se presentaba ante mis ojos era desgarradora, tan solo había dejado de ver a mi madre un mes, aunque la llamaba todos los días, pero su imagen había desmejorado muchísimo. Era imposible que una persona pudiera desmejorar de aquella manera en tan poco tiempo. Su madre era una mujer sana, tenía una salud de hierro, ella nunca se había puesto mala. Ella no podía ponerse mala, tenía que estar bien, tenía que verle brillar, verle al lado de Ji, como ella siempre quiso. Ella no podía estar en aquella cama de hospital entubada y con el suero puesto.

 

 

 



-    Omma, ¿qué te ha pasado? -  nuna estaba preguntando el porqué de aquella situación cuando uno de los médicos de aquel hospital entró por la puerta.

 

 

 



Los dos nos quedamos mirándole, estábamos expectantes, queríamos saber qué era lo que tenía nuestra madre, pero a la vez no quería que me lo dijeran, solo quería que me dijeran que le iban a dar cualquier cosa y que al final del día podíamos llevarnosla a casa, pero sé que no puede ser así pero soy egoísta y no quiero ver sufrir a mi madre, ni quiero verla en ese estado, mi madre tiene que tener buena salud, porque tiene mucho que vivir todavía, no podía aceptar que se muriera. Eso no, cualquier cosa menos eso.

 

 

 

 

 

-   ¿Son familiares de la señora Choi?

 

 

 



-   Si, somos sus hijos.

 

 

 



- Su madre había venido esta mañana a una consulta para darle los resultados de las pruebas. Cuando ha tenido un desmayo dentro de la consulta, al no responder a los estímulos la hemos puesto en observación, ya trasladada ha comenzado a reaccionar, y la hemos pasado a planta, donde le hemos pedido que llamara alguno de sus familiares. Su madre se encuentra en un estado delicado, en realidad no le queda mucho tiempo de vida, tiene el cáncer muy extendido por todo su organismo, y le ha llegado a los huesos. Tan solo le quedan uno o dos meses de vida, lo va a pasar muy mal, el cancer de huesos es el más doloroso, a no ser que quieran otra cosa, yo les aconsejaría que la dejaran ingresada en el hospital, para así administrarle por intravenosa todos los calmantes que necesite.

 

 

 



-   ¿No se puede hacer nada más Doctor?

 

 

 



- Lo siento señorita pero es lo único que podemos hacer por su madre, el cáncer está en fase terminal.

 

 

 



-   Pero doctor, usted tiene que hacer algo, mi madre no se puede morir así. Ella no puede irse de esa manera, no, ella no...



 

 



~POV~ Dae Seung (PRESENTE)

 

 

 



Siempre es lo mismo, por eso no quiero ir a ese colegio, y por más que intento que mi pandita cambie a nuestro pequeño de colegio no lo consigo. Pero la verdad es que odio como se ponen esas mujeres, soy persona pública y saben perfectamente que estoy casado, y tengo un hijo con el hombre de mi vida, con mi pandita, con mi cielo, del cual no deseo separarme nunca.

 

 

 



Pero a esas mujeres no les queda claro, y las odio, lo peor de todo es que la mayoría son VIPs, de cuando éramos Big Bang. Y es doloroso para mi recordar aquella época, recordar todo lo que perdí por culpa de ese imbécil que teníamos por líder, justo cuando íbamos a volver a salir a los escenarios, justo cuando íbamos a ser reconocidos mundialmente, la inútil de la señora Choi se enferma, y Kwon a las dos semanas deja el grupo y se va. Sin darme explicaciones.

 

 




Lo peor es que no me dió ninguna explicación, a mi que era su novio por ese entonces me abandonó. El muy... Mejor me calmo estoy a poco de llegar al estupido colegio a recoger a mi peque, y en el cual tengo que poner buena cara para que todo el mundo siga pensando que todo está perfecto, que soy el hombre perfecto, que todos nos queremos, y bla bla bla. Odio esta parte de mi vida, tener que ser alguien cuando no lo eres. Pero si quiero seguir viviendo como hasta ahora es lo que tengo que hacer. No puedo dejar que los demás vean como soy en realidad, no puedo decir que fue lo que hice en realidad, no puedo decir que engañe a Ji, a mi Ji, para estar con uno de nuestros mejores amigos, porque lo amaba más. No puedo decir que le engañe en “nuestra” propia casa, porque entonces él sería la víctima cuando nunca lo fue. Mi Ri sería el malo, cuando tampoco lo es. Aquí el único que tuvo la culpa de todo fue Ji, porque el fue el que prácticamente me cegó. Él fue el que tuvo la culpa de que no viera antes el esplendor de mi ahora, gracias a Dios, mi queridísimo marido.

 

 

 




Tan solo espero no volvermelo a encontrar, porque no se como iré a reaccionar, no puedo desmejorar más mi imagen ante Yang, ni ante nadie, no sé por qué pero al final acabé siendo yo el malo de la historia, por lo menos para las pocas personas que sabían que teníamos algo. Y es lo que no entiendo si el que se largo sin dar ninguna explicación fue él, se largó dejando todo de lado, el comeback, su propio disco, todo, lo dejo todo. Y al final las culpas fueron para mi.

 

 

 




Tan solo espero que hoy no sea agotador, porque no tengo ganas de nada, yo tan solo quería quedarme en casa a dormir, pero al final he acabado pensando en el imbecil de mi ex. No tengo remedio. No se como he acabado pensando en él. Pero mejor dejo todos esos pensamientos de lado y voy a por mi pequeño que está esperándome en la puerta con la inútil de su maestra, esperaba no encontrarmela, pero que se le va hacer tendré que poner buena cara.

 

 

 




-   Hola, buenas tardes. ¿Vamos campeón? - me dirigí enseguida a mi hijo, quería irme de ahí lo antes posible, no quería que me acosaran más de lo estrictamente necesario.

 

 




Sin más mi pequeño se aferró a mi mano para poder cruzar la calle y nos subimos ambos lo más rápido posible al coche, todo para que la estúpida de su profesora no dijera nada de más. Mi peque es demasiado celoso, tanto con Ri, como conmigo. Siempre me ha parecido curioso, es lo mejor que me ha pasado en la vida, y por suerte me lo ha dado el amor de mi vida.

 

 

 

 



-   Appa, ¿comemos fuera? - me miraba con los ojitos de cachorrito, igual que su padre, me es imposible decirle que no a esa mirada, él lo sabe y me manipula.

 

 

 



-   No, umma nos espera para comer en casa - me pone morritos cuando después de reunir todo el valor que puedo para decirle que no. Eso es un golpe bajo - Bueno llamaré a casa para avisarle.

 

 

 




Tras llamar a Ri, el cual no me puso ninguna objeción porque fuera con nuestro pequeño a comer fuera, cosa que me mosqueó, puse dirección al parque Yongsan. Donde se encontraba el restaurante preferido de Ri, y a donde iba cada vez que podía, además de que era bastante discreto y podía pasar ese comienzo de tarde tranquilo paseando con mi pequeño por todo el parque sin que nadie nos importunará.

 

 

 

 

 

 



No tardaron en atendernos, íbamos lo suficiente como para que cada vez que fuéramos nos tratarán como reyes. Pedimos algo sencillo, y que no pesara, porque sino no podríamos ir a pasear por el parque como quería mi campeón. Al terminar decidimos pasear por el parque un rato, y comer algún helado, esperaba no encontrarme con nadie, esperaba tener un día tranquilo, un día sin tener que preocuparme.

 

 

 




Pero en este día no tendría que preocuparme. Pero al pasar por la zona de cafeterías y heladerías, lo vi, era Ji, mi Ji. No había cambiado casi nada, tan solo parecía mucho más delgado, pero nada más. Pero, el cambio más significante que vi fue que le acompañaba una niña, un poco mayor que mi peque, era preciosa, no se podría decir que no era su hija, porque era idéntica a su padre, era preciosa, irradiaba la misma luz que ella. Se habían quedado parados justo delante de nosotros, yo no puedo articular palabra, y a él pareciera que le daba lo mismo el verme después de tanto tiempo.




 

 

Tras unos segundos, la puerta de la heladería, donde nos habíamos quedado parados, se abrió, dejando salir por ella a ¿Bae? El cual cogió a Ji del brazo y se lo llevó dentro de la heladería, como si no quisiera que yo estuviera con él. Pero en ningún momento me dirigió una simple mirada. La única que nos miró fue la niña.



 




-   ¿Appa? ¿Quienes eran esas personas?

 

 



~POV~ Ji Yong (PRESENTE)

 

 




-              Princesa, ¿me haces el favor de acercarme al baño? – escuché una pequeña risa, la verdad que se reía igual que yo. Y tenía mi misma sonrisa, definitivamente era la niña más hermosa de todas.



 

 



-              Claro umma – sabía que me fastidiaba que me dijera así, pero por esta vez se lo dejaría pasar, la verdad sonaba bastante bien. Al parecer la ceguera si que estaba haciendo algo bueno por mí, estaba dejándome descubrir lo bueno de mi princesita.

 

 

 




-  Gracias, princesa.

 

 





-  Cuando termines umma, me llamas.

 

 





-  Claro.

 

 





-  Umma…



 



-  ¿Si?




 



-  ¿Me llevarás esta tarde al parque de Yongsan? Podríamos ir los dos solos.





-  Pero princesa no veo nada, como quieres que vaya.






-  Pero… yo… yo te guiaré. Además…






-         Además ¿qué? – me parece que aquí hay gato encerrado, mientras no me pregunte sobre su padre.







-          Pues el tipo que dice que es tu amigo, dijo que un tal Bae quería verte, que le haría muy feliz, y que a ti también te haría bien. Y tu jefe también ha dicho que era hora de seguir adelante. Aunque no se a que se refieren, pero yo quiero ir contigo al parque, aunque sea solo a pasear y a tomar un helado. Por fi umma.







No sabía qué decir, ¿Bae quería verme? Me parece que no tengo muchas opciones, aunque puede que pase lo mismo que con mi princesa, si tan solo escucho, si tan solo uso las palabras, y dejo a un lado los malos recuerdos, a lo mejor podría salir adelante, salir del pozo donde estoy metido, al que por desgracia arrastré a mi pequeña. Y ella no tiene culpa de nada. Y todo por culpa mía, no puedo hacer otra cosa que ir con ella, al encuentro de Young.



 

 



No sé por qué lo alejé de mi vida, era mi mejor amigo, él lo sabía prácticamente todo de mi, excepto lo de Dae, pero estaba seguro de que si se lo contaba lo hubiera matado en cuanto deje todo, aun sin saber los motivos.



 

 



Se lo tenía que haber contado, mierda. Da lo mismo, las cosas pasan por un motivo, y ya no sirve mirar atrás, aunque yo no pueda ni mirar. Estoy ciego, aunque según el doctor es temporal. No tengo fuerzas para nada. Solo quiero estar tranquilo teniéndo el cuerpecito de mi princesa a mi lado, o entre mis brazos, protegerla, darle todo lo que me he negado a darle durante estos años, tan sólo por egoísmo, para que no me preguntara sobre su otro padre. Eso fue demasiado egoísta, no debí ser así.



 



Creo que debería de haberme quedado ciego antes. Jajajajajajaja. ¿Pero ahora que hago? Mi trabajo, mi pequeña, si su padre se enterara, podría hasta quitármela si quisiera, no podría cuidarla como es debido.





-   ¿Umma? ¿Has terminado? - por Dios que verguenza.






-   Si cariño - por favor, ya me hago mayor, esto no puede ser. Siento como me da las manos y me guía por la habitación, el bajar el escalón que hay en medio de la habitación había sido fácil, pero eso de subirlo no creía que fuera muy fácil. Pero no me dirige a la cama, me hace sentarme en uno de los sillones que hay delante del gran armario, donde ella se escondía de pequeña, entre toda esa ropa. Los recuerdos felices junto a ella vienen a mi de la nada, es tan hermoso recordar como le gustaba ver como elegía mi ropa, y también como vestía sus diseños. Era un gran diseñadora, y podría llegar a ser alguien grande si seguía sus sueños. Pero su gran obstáculo soy yo, no quiero que salga a la luz no quiero que nadie más la vea. Soy muy egoísta. Escucho como mueve la ropa, como abre los cajones, como va diciendo que si, puede ser, o definitivamente no. Suelto un par de carcajadas, que la hacen sentirse más segura de lo que está haciendo. Y es que aunque no la vea se como se siente, después de llevarla dentro de mi durante 9 meses, se lo que siente con solo verla. Se cuando esta triste, y cuando la he decepcionado. Y eso es muy doloroso para mi, porque no quiero ver a mi princesa decaída, la quiero ver feliz.

 

 




Detrás de mi suena la puerta al abrirse, giro un poco la cabeza, más bien por inercia, pero quería dar a entender que sabía que habían entrado, porque había el sonido de varias personas en la habitación. Siento como las inconfundibles, por lo menos para mi, aun después de tanto tiempo, manos de mi hyung TOP. Y siento como otra persona se coloca justo a mi derecha.



 



-   Parece que Yoon Ji esta emocionada por ir al parque. - el primero en romper el silencio en el que estábamos fue Yang,





-   Si, pero, ¿no creéis qué deberíais haberme consultado primero a mi?





-   Mmmmmm. No. - me respondieron ambos a la vez, aquello dio miedo, al parecer no me iba a escapar de ir al parque, pero la realidad era que me hacía ilusión ir al parque con mi pequeña, aunque tuviera que reencontrarme con Bae. Creo que debería darle una oportunidad a la vida, darle una oportunidad de hacerme feliz.





-   Sois muy malos, y yo que iba a decir que si - hubo un silencio, siento como me miran, que pena que no pueda ver sus caras, lo lamento.




-   Tu, el amigo de mi umma.






-   Yoon, tiene nombre y es Seung Hyun, asique no le digas más así - mi peque a veces es demasiado irrespetuosa.





-   Lo siento, mira, a que mi umma ¿irá bien con esto? - por favor, seguro que TOP estropeará todo lo que mi pequeña me quiera poner.






-   Me gusta, pero irá mejor con los pantalones rojos, esos que parecen de cuero - ¿qué? se supone que no debo llamar la atención. Por Dios que nadie me reconozca, que sino se arma.





Al final, no se lo que me pusieron, pero mi hyung me ayudó a vestirme mientras Yang llevaba a Yoon Ji a vestirse. Yang la quería como si fuera su propia nieta, en realidad, la quería más que sus abuelos de verdad, por eso no me importa que esté con él. No me importa que me riña a veces por la educación que le estoy dando. Tuve la suerte de que él no la rechazara, ni siquiera mi hermana la acepta del todo, nadie entiende por qué me marche, nadie quiso oír mis explicaciones. Eso me dolió, pero ahí estuvo Yang para apoyarme como siempre, para brindarme su mano y sacarme de la miseria donde estaba. No volví porque necesitara el dinero, ni volví porque quisiera volver a la palestra, simplemente volví por mi hija, por la única luz que alumbra mi mundo. Aunque no lo parezca.





TOP me dijo que ya estaba listo y me peina, me tira el pelo hacia atrás. Hacía mucho tiempo que no lo llevo así, me echa algo de gel para dejarlo así. Y luego me da un beso en la frente.





-   Ya estás listo. Vamos que te ayude a bajar. - yo tan solo asentí con la cabeza, esperando a que me ayudara a levantarme y que me guiara por la cual era mi casa. Aunque creo que esa no era la mejor idea, un ciego y una persona que se pierde en su propia habitación no son la mejor combinación para esta casa.





-   Umma, que guapo vas, te queda muy bien el pelo así, te ves hermoso.





-   No me digas esas cosas, que yo no puedo ver y no puedo decirte lo hermosa que vas - sabía que eso la avergonzaría un poco, y que soltaría un umma muy agudo.






-   UMMA~ - tan solo pude reírme al escuchar a mi peque decir eso. Sabía, aunque no la viera, que estaba toda roja por decirle eso.





-   Vamos, la comida está preparada, luego os llevaré al parque. Así podreís pasear antes de ver a Bae. - Yang nos interceptó junto con Yoon en el pasillo, en ese momento me sentí aliviado, y hambriento, porque llevaba más de un día sin comer, pero ese dato no le interesaba a ninguno de mis tres acompañantes.





No tardamos en llegar a bajo, sobre todo porque TOP al ver que iba muy lento y que pareciera que podía caerme por las escaleras, me alzó cual princesa, Yoon Ji comenzó a reírse, y por lo contagiosa de su risa, yo también, pero eso no quería decir que no estuviera enfadado, pero sabía que delante de una niña de 6 años no podía mandar a la mierda y echar de la casa al hombre que me estaba cargando en brazos, lo mejor sería esperarme a que llegara la noche.




Comimos, bueno, me dieron de comer, y si como imaginaís fue mi querida hija, aunque se tuvo que pelear con Seung por ello. Pero al ser ella una niña pequeña, supongo que lo que pasó en realidad fue que Yang le puso mala cara a Choi y este cediera, y le dejo que me diera ella de comer. Fue bastante gracioso. La tenía sentada en mis piernas mientras que ella me daba como podía la comida. Cabe decir que comí poco, pero me sentí como el hombre más feliz del mundo. En ese momento solo estábamos nosotros dos, solo la sentía, sin recuerdos, sin remordimientos, sin culpabilidad. Tan solo sintiendo el amor que me profesaba, y que yo le profesaba a ella.





Sin muchas ganas de salir de casa, me ayudaron a la parte trasera del coche de Yang, junto con mi pequeña. Fuimos todo el camino jugando y riendo, fue un momento mágico, la verdad que quedaba algo lejos el parque de Yongsan.





Bajé como pude del coche y me apoye en él para no tropezar con nadie, mientras que mi princesa terminaba de salir y se despedía de Yang, con el que habíamos quedado en que lo llamaríamos para que volviera a por nosotros. Caminamos durante un par de horas, yo tan solo podía sentir el olor de las plantas y los perfumes de las personas que pasaban a nuestro lado, íbamos despacio, no teníamos prisa, queríamos, ambos, disfrutar aquel momento.






Hasta que Yoon Ji dijo que habíamos llegado a la cafetería, pero sentí una mirada, pero no cualquier mirada, su mirada, era como si estuviera delante de mi, como si el motivo de mis pesadillas estuviera mirándome fijamente, poco después escuché la voz de mi querido amigo hablarme, y arrastrarme hasta dentro de un local, donde Yoon Ji me ayudó a sentarme.






~POV~ Young Bae (PRESENTE)




Sentados ya en una de las mesas de la heladería. Miré a mi amigo desde los  13, se le veía muy cambiado desde la última vez que le vi, se le veía muchísimo mejor. Pero aun así después de todo lo que había pasado ahí fuera, justo en la puerta, tenía una duda muy grande, ¿quién era esa niña que llamaba a su amigo umma?





La miré con una sonrisa en la cara, la cual me la devolvió.





-  ¡Hola! Soy Kwon Yoon Ji, encantada de conocerte.





-              El encantado soy yo. Dong Young Bae – la niña se puso a mirar la carta de helados, mientras que Ji estaba como perdido – ¿Ji? ¿Qué te ocurre? ¿Estás bien?






-  Si. Lo que pasa es que me di un golpe en la cabeza y tengo ceguera.







-              Pero es culpa de Choi-ahjussi – ante el comentario de la pequeña Ji comenzó a reír como hacía años no lo había visto. Echaba de menos aquella risa sin preocupación. Como si el encuentro de hacía unos segundos no hubiera hecho mella en su interior.







Aquella risa se le contagió y fue aún más fuerte cuando la pequeña comenzó a reír, tenían la misma risa contagiosa, y eso era fácil de ver, todas las mesas de nuestro alrededor habían comenzado a reír ante la risa de ambos. Se sentía tan tranquilo en aquel momento. Había echado de menos todo aquello. En eso momento tenía la sensación de que todo podría volver a como era antes, por lo menos su relación con su amigo.






Se puso hablar con la pequeña, de cómo le iba en el colegio, de donde estudiaba. Le caía bien, sabía que aquella niña tenía la mejor umma de todas. Pero cuando le preguntó su edad, varias piezas hicieron clips en su cerebro. Aquella pequeña era la causa de que Ji se fuera de la vida pública, pero aun así, habían cosas que no entendía. Pero para ello todavía tenían tiempo, porque ahora que había podido estar cerca de él sin sentirse culpable porque se enfermara, como Yang le había dicho, no se iría de su lado. Además también tenía que hablar con TOP, porque el muy cabrón no le había dicho que Ji se había accidentado y se encontraba en ese estado.






Y aquello sería una excusa para poder acercarse a la casa de su amigo y poder verle. Se tenían que contar tantas cosas que no  podían decirlo todo en aquel momento, porque no era ni lugar ni momento. Pero lo que más le sorprendió fue que, el mismo Ji le dijo que se pasara cuando pudiera por su casa que se pondrían al día. Todo eso mientras su pequeña tiraba de él, para que fueran al encuentro de Yang para que les llevara a casa. Pero preocupado por la salud de mi compañero y su hija, fui con ellos hasta donde habían quedado con Yang, al cual saludé, para luego despedirme de mi amigo y la pequeña que me había robado el corazón, era idéntica a su umma, en todo, no solo en lo físico, sino en todos los gestos y en los gustos. Era una mini Yongie. Me hacía mucha gracia.

Notas finales:

Espero vuestros reviews, porque sin ellos la verda que pocas ganas tengo de escribir... XD

 

 

besitos a todos


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).