Ya ha paso el tiempo y como supuse, has logrado conseguir a la mujer que querías.
Sabía que lo ibas a hacer, puesto que todo lo que quieres lo consigues, y es que eres casi perfecto... a diferencia de mi que, mientras tú puedes hacer todo, yo no logro hacer casi nada.
Ahora que estamos a unos días de tu boda ya decidí irme lejos, muy lejos de aquí. Lo siento por no asistir y rechazar ser tu padrino pero no lograría estar ahí deseándoles felicidad juntos cuando la verdad es que yo quisiera ser ella y poder recibir todas esas miradas tuyas. No te voy a decir cuánto tiempo estuve llorando a solas cuando me contaste que te ibas a casar con esa mujer, no la odio... pero en verdad me gustaría que nunca la haubieras conocido.
Te amo... y siempre te amaré, pero, por ese mismo sentimiento, me tengo que ir... no regresaré hasta que haya dejado de sentir esto por ti... y si no lo dejo de sentir, este sería nuestro adiós.
...
Lo leyó una y otra vez, pero no podía creerlo.
La última página de aquel diario seguía en sus manos... y es que aún no podía creer que hubiera muerto.
Los días pasaban y la sombra de lo que alguna vez aquel feliz rubio lo perseguía durante sus sueños y en el silencio. No podía dormir, no podía hacer nada... su mente le repetía cada momento con el ojiazul...
Era su culpa... le decía su mente.
Y es que, él sabía de los sentimientos de su mejor amigo. Lo sabía... pero tenía miedo.
Tuvo miedo de decir algo y que todo cayera... que todo se derrumbara hacia algo desconocido, algo que lo asustaba.
Y en su búsqueda de lo normal, se casó. Pero no pasó mucho tiempo para que comenzara a arrepentirse... y en sus dudas sobre si debía buscar al rubio, fue cuando la policía llegó.
"¿Señor Uchiha? Tenemos unos documentos del fallecido Uzumaki para usted."
Tan frío... tan duro.
Él ni siquiera se había enterado de la muerte de Naruto cuando vinieron a entregare el diario.
Tan cruel...
Naruto Uzumaki falleció en una habitación de hospital; sin dolor, sin sonreír, muerto en alma antes que muerto en vida y con solo una fantasía que nunca se pudo hacer realidad: la de estar con su persona amada por lo menos una vez más.
Él lo sabía. Sabía del dolor del rubio, sabía de lo cruel que fue el querer tenerlo en su boda... más cómo su padrino. Pero quería tenerlo ahí. Quería a su persona especial en aquel momento de su vida.
Quizás y ahí fue cuando todos se rompió.
....
Este quizás no es mi diario... pero yo también tenía que responder...
Yo también te amaba y lo sigo haciendo...
Me equivoqué.... me equivoqué mucho... más de lo que me atrevería a decirle a cualquier otro... sin embargo, el rendirme por miedo, por verguenza... fue lo más bajo que pude hacer...
Estaría quebrándome las rodillas por pedirte perdón, llorando los mares para que me sonrías al menos una vez más...
La culpa, la desdicha... la soledad... creéme, estos sentimientos son lo peor que me puede haber pasado... y son todos signos de mi equivocación...
Quizás esto te divierta... pero apenas me enteré de tu muerte, entré en depresión... estaba tan hundido en mi desdicha que no me di cuenta de nada más... me despidieron... Sakura me abandonó... ahora estoy solo escribiendo esta última nota en tu propio diario...
y es ahora que me doy cuenta que quiero luchar por ti... no puedo estar más sin ti...
Te amo...
y así cómo me aleje... esta vez iré hacia ti...