- Vaya, de Hermione lo esperaba, pero Ron, creí que preferirías arriba.----
---------------------------------------------------En Pociones----------------------------------------------------------------
Estaban todos listos para realizar sus pócimas, pero había un pequeño detallito, el profesor Snape no había llegado aún. Varios alumnos empezaron a especular que le podría haber pasado algo, ya que Snape jamás llega atrasado a una clase, afloraron muchas conclusiones de su tardía, pero todas fueron interrumpidas cuando el Profesor Severus Snape apareció agitado en el marco de la puerta, con su típica túnica negra. Snape alcanzó a ver la decepción la cara de Harry por su atuendo.
- Alumnos, disculpen el retraso. Tuve algo urgente que hacer, pero lo compensaré con estas tres horas de clases que tenemos. Así que si alguien piensa que harán menos trabajo porque llegué tarde se equivoca.
Después de 45 minutos de clases, los muchachos creyeron las palabras del profesor, habían hecho por lo menos 4 pociones y todas con la misma función Somnífera, al cabo de cada una de ellas Snape les decía que situación era la adecuada para realizarla y porqué, además de los pro y los contra de cada una de ellas.
Snape les dio un pequeño respiro a sus alumnos, la mayoría fue al baño o a estirar las piernas, pero nuestro trío dorado se quedó en el aula.
- Oigan chicos-
- Sí, Hermione
- ¿Vieron el cuerpazo de Snape?
- Está buenísimo, ¿verdad?- dijo Ron, justo cuando su pequeño receso acabó
- Cállense los dos que están de novios. Hablando del rey de Roma, mira quien se asoma
Murmullos y susurros recorrieron de punta a cabo la clase cuando entró Snape al aula después del receso. Snape no llegó como se había ido, llegó vistiendo unos jeans muy sexy y una camiseta de media manga ajustada a su perfecto cuerpo.
- Bien alumnos, empezaremos la segunda hora de esta clase. Esta vez no tendremos receso intermedio, necesitamos toda la concentración del mundo para poder hacer esta poción de Dormir llamada “Bella Durmiente” y como se puede inferir del nombre es capaz de hacer dormir a la persona por 100 años aproximadamente y el antídoto es una poción de aroma que la veremos la clase de mañana. ¿Alguna pregunta?
Un chico de ojos verde esmeralda levantó la mano tímidamente
- Sí, Señor Potter
Y sucedió, todos se dieron cuenta de aquello, en su voz no había ni una pizca de molestia al nombrar a Harry Potter
- Profesor, perdone mi impertinencia, pero… ¿a qué se debe su cambio de actitud tan…radical?
- Verán, ayer vi algo que me gustó mucho, demasiado- miró disimuladamente a Harry, el cual estaba sonrojado- así que pensé en sacarme partido y…
- Y…- corearon todos los alumnos
- Y… Diez puntos menos para Gryffindor por la impertinencia del Señor Potter
La clase empezó y Harry perdió el sentido del tiempo, solo miraba al profesor, esos labios, esos músculos, ese pecho, esos ojos negros, no cabía duda alguna a Harry le atraía ese hombre- Hermione tiene toda la razón, el profesor de mis sueños tiene un cuerpazo *¬*
- Potter, Potter, POTTER
- Señor
- Hace cinco minutos la clase acabó, qué hace aquí aún
- Bueno, a decir verdad, yo… yo… Lo cierto es que…
- ¿Quiere que lo castigue?
Harry empezó a sentir de escalofríos- No, profesor. No quiero ser castigado.
- ¿Seguro? – Snape avanzaba lentamente hacia Harry, y por cada paso que daba, el niño-que-vivió los retrocedía, Snape siguió avanzando hasta que Harry quedó entre la pared y su cuerpo- Esos pantalones le favorecen mucho
- Se… Señor, mejor me voy, tengo que ir a transformaciones y a la profesora McGonagall no le agradaría que… que llegara tarde.
- Si es cierto. A ninguno de los dos nos gustaría que te castigara- Snape se separa- Adiós Harry.
- Ha… Ha… Hasta luego Profesor Snape
¿Qué te pasa Severus? ¿Por qué tus hormonas reaccionan así al ver a Harry? Si no se hubiera ido, no sé lo que hubiera sido capaz de hacer.
Pero qué me pasa. Porqué tiemblo con solo oír su voz. Aun no comprendo que fue lo que pasó ahí dentro, mejor no voy a Transformaciones, si digo que estaba cumpliendo un castigo de Snape, mi guapo, ardiente y sexy profesor ¿me apoyará? Habrá que intentarlo.
Y con ese pensamiento se dirigió a las orillas del Lago Negro, detrás de una pequeña lomita que lo dejaba fuera de la vista de los transeúntes. Estaba tan tranquilo observando como el Calamar Gigante intentaba capturar su almuerzo, cuando fue interrumpido por una voz.
- Potter, no deberías estar en Transformaciones
- Malfoy, no deberías estar en Encantamientos
- Bueno, fingí un pequeño dolor estomacal y pedí permiso para ir a la enfermería. Necesitaba estar un rato a solas para pensar
- Al parecer estamos en las mismas, por eso no asistí a Transformaciones. De todas formas Hermione siempre está dispuesta a ayudarme.
- Oye, Potter ¿qué necesitabas pensar?
- La verdad es que tengo cierto amor imposible, que aparentemente no es tan imposible.
- ¿Por qué lo dices?
- Verás, él cambió su apariencia, su tono de voz y todo lo que hace cuando está conmigo. Hoy, por ejemplo, me acorraló contra la pared y tuve que huir.
- Wow, ¿mi padrino te acorraló contra la pared? Sí que lo traes loco.
- Yo… yo… yo nunca dije que mi amor imposible fuera Snape.
- ¡¡Ay Potter!! No hay que ser genio para darse cuenta si hasta se te cae la baba cuando lo ves.
- Ron me dijo lo mismo. A propósito de Ron, no estarás pensando terminar con él, antes te aplico mil Crucios- dijo Harry muy serio
- No, no, claro que no. Ron es lo mejor que me ha pasado en la vida, ahora vivo por y para él
- Puedo dar fe, que él siente exactamente lo mismo que tú.
- Sí lo sé. Lo que pasa es que quiero que se entregue a mí y no sé cómo pedírselo.
- ¡¿Cómo?! – dijo Harry enrojeciendo por completo, nunca pensó tocar ese tema y menos con Malfoy – Si llevan tres semanas recién como novios.
- Sí, pero Granger ya se entregó a Pansy y no llevan ni dos semanas de novias. Potter, esto no se lo pido a cualquiera, ¡Ayúdame! Convence a Ron de que se entregue a mí
- Haré lo que pueda. Ahora si me disculpas, debo ir a justificar mi falta a McGonagall, te veo al rato.
En el aula de Transformaciones se encontraba una furiosa profesora.
TOC, TOC, TOC
- Pase
- Profesora, soy Harry vine a…
- ¡¡Harry!! ¡¿Cómo se te ocurre faltar a una de mis clases?!
No me queda alternativa tendré que poner mi plan en marcha- No fue mi culpa, el Profesor Snape me castigó.
- Vamos ahora mismo a corroborar tu historia.
Salieron del despacho y fueron directo a las mazmorras
- Snape
- Minerva, ¡qué sorpresa! ¿Qué te trae por acá?
- Es cierto que castigaste a Potter en mi hora
Snape estaba a punto de decir no, cuando un mensaje apareció detrás de la Profesora McGonagall “Si me ayuda hago lo que usted quiera”
Esta es mi oportunidad para tenerlo todo un día solito para mí - De hecho, ahora iba a ir a tu despacho para preguntar si el Señor Potter te había notificado que había cumplido un castigo por hacer estallar su caldero y mañana tiene otro por hacer estallar el caldero del Señor Weasley
- ¿Y ese castigo es necesariamente en mi hora de clases?
- Por desgracia sí, tú sabes que me gusta estar presente cuando doy un castigo, y después tengo ocupaciones y no le pediré a un estudiante que cumpla un castigo tan tarde.
- Estoy de acuerdo contigo, Severus- ahora dirigiéndose a Harry- Bien Potter al parecer faltarás mañana de nuevo a mi clase, le pediré a la Señorita Granger que sea tu tutora unos días
- Gracias por ser tan comprensiva profesora.
Con una última mirada, la subdirectora de Hogwarts emprendió la marcha a su dormitorio.
- Profesor Snape, muchas gracias, le debo mi vida y mi matrícula, ¿Qué puedo hacer para devolverle el favor?
- Primero puedes llamarme Severus cuando estemos solos. ¿De acuerdo?
- Le puedo poner un apodo como Sevy, Sev o algo así – preguntó Harry esperanzado
- Sev me gusta, tienes mi autorización para decirme así.
- Gracias, ahora si me disculpas me iré a acostar estoy exhausto.
- Buenas noches, que duermas bien y que sueñes conmigo - dijo Severus con una sonrisa de medio lado en el rostro
- Sev no digas cosas como esas que me sonrojo. Tú también sueña conmigo
- ¿Harry?
- Dime
- Recuerda que mañana en clase de Transformaciones eres todo mío.
- Lo recordaré, me darías un besito de buenas noches
- Eso no se pregunta- y lo besó, era un beso tierno, pero demandante que dejó a ambos deseando más contacto, pero ya era tarde
- Bien, hasta pronto Sev.
Cuando Harry llegó al cuarto que compartía con Ron irradiaba felicidad, lo primero que hizo al llegar fue despertar a Ron para contarle lo sucedido.
- Ron, Ron, ¡despierta!
- Harry, sabes qué hora es
- Poco me importa la hora que sea. Tengo algo urgente que decirte, algo muy importante.
- Dime, ya estoy despierto y tienes toda mi atención.
- Soy gay, me gusta Severus Snape y me acaba de ¡besar!
- O.O
- ¿Ron te encuentras bien?
- Eso creo, Harry te besaste con el padrino de mi novio. Bueno esto explica muchas cosas
- Como que cosas según tú.
- 1º Que no dejaras que Hermione y yo opináramos del “nuevo” profesor Snape
2º Parecía fascinarte que te castigara cada día y a cada rato.
3º Y lo más evidente fue que babeaste toda la última clase de Pociones, ni cuenta te diste cuando nos fuimos.
- ¿Puedo contestar a eso?
- Sí, si es que puedes- dijo Ron sonriente
- 1º Ustedes dos están de novios, así que no deberían hablar así de personas que no fueran sus respectivas parejas.
2º A nadie le gusta ser castigado
3º No babee en la clase, o eso creo. ¡Ah! Otra cosa mañana volveré a faltar a Transformaciones, Snape me castigó
- ¿Cómo que te castigó?
- Sí verás hoy falté a la clase de McGonagall y le dije que estaba cumpliendo un castigo de Snape, de ahí fuimos a verlo y le rogué que si me cubría esta haría todo lo que él quisiera y dijo que estaba castigado hoy mañana por hacer estallar tu caldero y el mío.
- ¿Y qué crees que te hará hacer esta vez?
- No lo sé, pero quiero entregarme a él. Lo amo demasiado
- Harry ¿entregarte? ¿Estás seguro?
- Sí, yo amo a Severus con toda mi alma y pienso hacerlo, será mi primera vez. Oye Draco quiere hablar contigo mañana, no le digas que yo te dije, ahora si me disculpas intentaré dormir. Buenas noches Ron.
- Buenas noches Harry.
CONTINUARÁ...