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Cisne Dorado por Whitekaat

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Notas del capitulo:

Bueno quiero aclarar mi demora lo que pasa es que no estaba conforme como habia quedado así que lo volví a reescribir desde el 3 cap. por que la historia estaba quedando sumamente plana pido las disculpas correspodientes por al demora y bueno aqui les dejo el tercer capitulo, cualquier cosa  un review es bien recibido aah y no me destruyan quizas me fui a alos extremos ^^

  “Antes de que se marche Odette, el príncipe le dice que jamás la volverá a ver ya que no puede jurarle amor eterno a un ave y Odette se aleja convertida en cisne.”

-Debo irme- pronuncio el rubio con tristeza en el tono de su voz


-Espera, no puedes irte ahora esperé demasiado para que te vayas así nada mas, ¿como puedes asegurarme que te veré nuevamente?- dijo el castaño tomando la muñeca del rubio, se había vuelto a rencontrar con la única persona en el mundo que había logrado quitarle el sueño y no podía dejarla ir sin luchar.


- No puedo quedarme más tiempo, te llamare cuando logre salir -


-¿Pero donde vives?, ¿Estas bien?, ¿Como es eso que cuando logres salir?- el castaño le hacia múltiples preguntas al ojimiel, pero este no podía contestarlas todas al mismo tiempo.


-Lo siento no pudo llegar tarde debo irme ahora, la próxima vez aclarare todas tus dudas pero necesito marcharme de inmediato-


-Esta bien solo quiero preguntarte algo antes de que te vayas-


- ¿Que cosa? -


-¿Cual es tu nombre?- el castaño recordó que había tenido todo el tiempo al chico en su cabeza lo beso pero aún no sabia el nombre del chico de la cabellera rubia.


- Bueno mi nombre es Joseph, Joseph Wheeler, pero puede decirme Joey si gustas-


-Esta bien Joey, ahora solo debo hacer una cosa más- pronuncio el castaño mientras tomaba al rubio nuevamente del rostro y plantaba un nuevo beso cálido y posesivo, sobre los labios de ojimiel e introdujo una tarjeta en el bolsillo del pantalón con el número del castaño.


-Adiós- dijo el rubio mientras se alejaba del castaño.


- No Joey, hasta pronto...-



                                                             ~***~


Los días pasaban y el rubio aun recordaba aquel cálido beso, recordó la seguridad que le provocaban las manos del castaño y el deseo en sus dos hermosos azulinos ojos, ansiaba verlo nuevamente pero esto era un deseo casi imposible su tío Maximillian no lo dejaba salir y desde ese día solo pudo ir de compras con un sirviente que lo acompañara, como se veían las cosas el rubio a ese ritmo jamás volvería a ver al castaño.


Después de dos semanas sin poder ver al ojiazul el rubio ya perdía esperanza alguna de volver a encontrárselo asta que un día uno de los guardias del castillo se apiado de la forma en que lo estaban tratando y comenzó a hacerse amigo del rubio poco a poco comenzó a ganarse su confianza y ayudarlo en secreto con las tareas de la casa aunque con lo que hacia podría costarle tanto como su empleo como su vida.


Las semanas pasaban y el moreno llamado Tristán Taylor conocía toda la historia del rubio habían logrado entablar un amistad tan profunda en tan poco tiempo pero mas fuerte de la que ninguno pudo tener él estaba al tanto sobre la historia de sus padres y el mas reciente encuentro con el castaño de ojos azules, la historia lo conmovió de sobre manera y decidió ayudarlo en todo asta salir de la mansión si era necesario, el guardia tomaba al rubio como su hermano pequeño y quería lo mejor para el.

                                                                ~***~

Con la ayuda de su nuevo amigo, él rubio logro salir nuevamente de la mansión cortecia del chico de ojos marrones, él rubio logro rencontrarse innumerables veces con él de ojos azules, los sentimientos de ambos chicos crecían mas y mas en su interior, las primeras palabras de afecto comenzaron a hacer aparición desde los labios de los ahora enamorados chicos.


Los meses pasaban y su tío aun no sabia de su engaño, su hermano al ser tan egoísta y ególatra solo ocupaba su tiempo en sí mismo, sus salidas no eran percibidas por nadie pasaba totalmente desapercibida su ausencia.

                                                                         ~***~


-¿Ir a tu casa?- preguntaba confundido el castaño


-Si, a mi verdadera casa, ya sabes que se armaría un gran escandalo en al mansión si mi hermano y mi tío supieran que me e escapado todo este tiempo- le producía un real coraje y frustración el saber como era tratado su cachorro en aquella mansión, él ojimiel le había contado todos los detalles desde su llegada a esa espantoso lugar que hacia llamar hogar, también él castaño estaba al tanto de la existencia de un hermano pero no sabia como era, ni como se llamaba.


-Sabes odio a esos dos tipos, no puedo creer como se atreven a tratarte así cachorro- él CEO fruncía el ceño se veía una clara molestia en su rostro y sus ojos demostraban cólera hacia a aquellas personas que no concia.


-Vamos Seto no te enojes y acompáñame quiero ver el jardín y además quiero mostrarte algo-


-Depende de que sea “ese algo”, podría considerar llevarte- la cara del castaño paso de una de molestia una completamente insinuadora, tenia una clara sonrisa picara y una ceja arqueada.


-No empieces de nuevo con eso, bueno si no quieres no vayas yo iré de todos modos- él rubio se dio media vuelta y siguió caminando en dirección a su casa asta que un brazo lo detuvo.


-Aghh Joey solo es una broma, claro que te acompañare, solo me gusta ver como se juntan tus cejas al enojarte- una carcajada salió de la boca del ojiazul, mientras un no muy contento Joey lo miraba con el ceño fruncido.


-Te odio Seto Kaiba- él rubio entrecerrando los ojos mirando al castaño frente a él.


-Tu sabes que no es así cachorrito- dijo el castaño dedicándole una sonrisa de lado sin soltar el brazo del gemelo.


-cierra la boca y vamos antes que anochezca-

                                                                  ~***~



Ambos chicos trabajaron arduamente en el jardín, pero todo el esfuerzo habría valido al pena se veía realmente hermoso de echo mas hermoso que nunca, el rubio al ver al castaño dejo salir de sus labios una sonora carcajada, al castaño se le notaba a leguas el que nunca trabajo en un jardín se veía igual que un niño que juega con lodo, su cara, sus cabellos castaños y toda su ropa llena de denso, sucio y marrón lodo.


Él gran Seto Kaiba no podía ser ridiculizado de esa manera, debería darle una lección al burlón cachorro, tomo la manguera y comenzó a rociar agua, empapando de pies a cabeza todo el cuerpo del ojimiel, luego de su acción el castaño asimilo que estaban empatados pero no fue así para el rubio que tomo la manguera entre sus manos y devolvió la travesura al castaño, realmente sirvió de mucho ya que todo el lodo que tenia el ojiazul en su cuerpo había desaparecido con el agua.


-esto no se quedara así, te daré una lección que no olvidaras nunca Joseph Wheeler- dijo el castaño mirando lascivamente al rubio.


- ¿enserio? y que piensa hacer su gran realeza Seto Kaiba el rey del mundo, quiero ver como lo logras “Setito”- él rubio adoraba provocar al castaño sabia que este odiaba que el digieran “Setito”.


- Esta bien tu te lo buscaste-


El castaño tomo al rubio y lo subió a su hombro pudo sentir la humedad y el helado cuerpo del menor, se adentro al interior de la casa y subió las escaleras como si el peso del rubio parecía no importarle, soltó al rubio en un pasillo del segundo piso y sin permitir que este dejara salir palabra alguna de su boca empujo al rubio contra la pared reclamando sus labios dando un cálido y demandante beso.


Las huellas dactilares del castaño comenzaron hacer posesión de la tersa y nívea piel del cuello del rubio y este devolvía el beso mientras sentía que una abrumadora calidez crecía en su interior y se dispersaba alrededor de todo su cuerpo, se estremecía con cada roce de las frías y húmedas manos del castaño sintió como los dedos de la mano izquierda se pedían en su cabellera mientras que con la otra acariciaba su piel bajo la playera.


Un ligero gemido se escucho salir de los hinchados labios del rubio, el castaño había dirigido sus manos asta el pecho del ojimiel sentía ligeras punzadas que atravesaban todo su piel sentía un escalofrío producido por a ropa húmeda que comenzaba a enfriarse.


-Nhag...Se...Seto det....ten..te- él rubio trataba de articular palabras pero las yemas de los dedos que aferraban a su cintura le hacían el trabajo totalmente difícil.


-Ya te lo dije cachorro te enseñare una lección, ahora sujétate- el rubio deslizo su brazos alrededor del cuello y sus piernas a la cintura del castaño mientras que el castaño anclaba sus manos bajos los muslos del ojimiel lo dirigió asta la primera puerta que encontró resultando ser la habitación del rubio.


Dejo caer con cuidado el cuerpo del menor sobre la cama y nuevamente dirigió sus labios al cuello del ojimiel succionando y dando pequeñas mordidas en la blanca y suave piel, fue quitando poco a poco la húmeda ropa que comenzaba a ser incomoda, levantó su vista y observo a aquel ente que se encontraba desnudo frente a él, las gotas de agua que tenia en el cuerpo centelleaban como si fuesen pequeños diamantes, beso gota por gota y entre cada roca de los labios contra su piel el rubio sentía que quemaban su piel produciéndole el calor que su cuerpo anhelaba.


Aún con la ropa puesta el castaño se posó entre las piernas del rubio haciendo que este dejara salir un ligero quejido al sentir la helada y húmeda tela que rozaba sus muslos y parte de su ingle, el gemido proveniente de la garganta del rubio fue el causante de la perdida de la razón del  de los ojos azules, quería volver a escuchar aquel excitante sonido se aprisiono su pecho aun con envuelto con aquella húmeda y fría tela contra el pecho del otro y el contacto con al tela lo hizo soltar nuevamente un gemido mientras que su cuerpo se estremecía de pies a cabeza, el rubio enlazo sus piernas con la cintura del castaño y su brazos en la espalda.


En movimientos seguros y rápidos la ropa húmeda fue lanzada al suelo de la recamara dejando ahora a los dos chicos en iguales condiciones, lentamente sus cuerpos fueron acoplando el uno al otro produciendo quejidos y suspiros, el castaño sentía el creciente ardor que se posesionaba de su cuerpo al estar dentro de aquella nívea fuente de calor.


Con cada vaivén el rubio comenzaba a caer en una estado de des ligación terrenal completa, el sentido del tacto se había agudizado el doble de su capacidad, con cada roce del castaño por su piel le causaba un estremecimiento completo sentía que las yemas de los dedos del CEO emanaban electricidad estimulándolo cada vez mas.


Él castaño sintió que el rubio se inclino hacia a él sin romper el tacto entrelazo sus piernas en la cintura del otro y sus brazos en el cuello, sus tersos labios se dirigieron directamente al cuello del castaño rozando, succionando y dando pequeños mordiscos en él, cada beso lo hacia desfallecer y  perder el equilibrio, posó sus manos bajo los muslos del gemelo y lo aprisiono contra al fría pared que al hacer contacto con la espalda de este se arqueo a toda su capacidad.


La invasión era cada vez mas profunda , él vaivén comenzó a ser cada vez mas veloz y seguro él rubio ahogaba sus quejidos en el hombro del castaño, en las últimas estocados él ojimiel sintió rebozarse de placer soltando de sus labios un fuerte y desinhibido gemido que estremeció al castaño, entre abrió sus ojos pare ver la onírica expresión  de deleite del rubio.


Permaneció con las pupilas abiertas para capturar aquella angelical imagen para luego cerrar ambos parpados, para comenzar a sentir las contracciones musculares a lo largo de todo su ser, dio un excitante y cálido beso en los labios del rubio  llenándose de aquel suculento sabor que emanaba el ojimiel creándole un efecto sedante , entre quejidos el castaño se separo del rubio y ambos se posicionaron uno al lado del otro entre lazando sus manos en el colchón que había sido testigo de aquella unión.

                                                                                   ~***~

-Seto, Seto despierta nos quedamos dormidos – él rubio había despertado perezosamente de aquel hermoso sueño solo para ver que ya se estaba haciendo tarde.


-Vamos Joey solo un rato más- dijo el castaño levantándose de la cama  y jalándolo hacia su cuerpo, provocando un leve nerviosismo.


-No puedo, ya sabes que Tristán me esta ayudando en todo lo que puede pero si me descubren, el pobre Tristán pagaría las consecuencias- él rubio intentaba ponerse su ropa que ya no se encontraba medianamente húmeda.


- Si, lo se esta bien, pero… – bufo el CEO


-¿Pero que?- pregunto confundido el rubio.


-Mañana tendremos que vernos nuevamente tengo una sorpresa para ti cachorrito-


- ¿Qué es?-


- Nada malo solo espera asta mañana y veras-


-Esta bien -
 


                                                                   ~***~


Los chicos se dirigieron en el auto del castaño asta la casa donde reside él rubio, estaciono su auto a dos calles cerca de la mansión beso aquellos tersos labios por el día y él rubio bajo del auto mientras veía como partía el auto del castaño, justo en esa misma cuadra lo esperaba como siempre él moreno y lo adentraba con suma cautela dentro de la mansión Pegasus, todo salió igual que siempre ningún problema y sin sospechas  el moreno dejo al rubio en la puerta de entrada para que este se dirigiese rápido a su cuarto.


Él rubio subía asta su cuarto totalmente desconcentrado recordando todo lo que había sucedido ese día, se sentía feliz lo que había pasado aquella tarde fue increíble y solo sirvió para reforzar lo que sentía el uno por el otro, iba caminando sumido en sus pensamientos asta que unos ruidos provenientes del cuarto de su tío lo sacaron de sus pensamientos con cuidado sin emitir ruido alguno se dirigió a la habitación del peliplata y giro la manilla al ver la escena sus ojos se abrieron de par en par.


Su cerebro no podía procesar lo que estaba viendo, veía a su hermano sobre el cuerpo de su tío veía como las manos del peliplata tomaba las caderas de su hermano gemelo mientras este gemía con cada envestida, Jouno llevaba una peluca rubia que cubría cada cabello negro de su cabeza, mientras que su tío pronunciaba entre jadeos de placer el nombre de “Joey”, cerro la habitación con sumo cuidado de no provocar ningún ruido y se dirigió a su cuarto aun shockeado por la escena que había visto.


                                                                             ~***~


Al siguiente día nuevamente se junto con castaño en la misma plaza de siempre, otra vez el moreno sacrifico su pellejo para poder que aquella pareja pudiese ser feliz el uno con el otro, cada mentira valía la pena si podía ver al ojimiel sonreír de esa manera tan cálida.



-Veo que por fin has llegado, cachorro sabes lo que odio esperar-dijo el castaño abrazando al rubio



-Si, lose Seto lo siento- agacho su cabeza aun recordaba aquella escena de la noche anterior aquellos dos cuerpos sudados, mientras que su tío pronunciaba su nombre era u recuerdo realmente escalofriante el cual no quería seguir recordando.


-¿Que paso cachorro? ¿Él gato te comió la lengua?- el castaño noto la inquietud del menor y trato de alegrarlo con una pequeña broma.


- No, es nada de eso, no te preocupes estoy bien, ahora dime, ¿Cuál es mi sorpresa?-


-Que impaciente, estas cordialmente invitado tu y quien tu quieras a la fiesta anual de Kaiba Corp, que se realizar hoy en mi mansión-


-¿Esto es enserio?- preguntaba confundido el rubio mientras recibía la invitación de las manos del castaño.


-Tan enserio como de que soy multimillonario cachorro-


-¿Pero como iré?  Ya sabes del problema que tenemos Seto-


-Ya pensé en eso y no te preocupes, mande otra invitación a tu tío y este ya confirmo su asistencia, hoy mismo diré que quiero que tú vivas conmigo en mi mansión y dudo que se oponga después de todo ya sabes que nadie le dice que no a Seto Kaiba- dijo el castaño dejando salir de su boca más y más altanería


- Eres sumamente egocéntrico, ¿te lo han dicho alguna vez?-


- No , nadie a sido tan valiente para hacerlo , solo a ti te lo permito cachorro- en eso el castaño recibe un llamada urgente de KC. Y  se despide del rubio mientras subía a su auto.


-Vaya, vaya, vaya con que te lo tenías bien escondido sobrinito, no es bueno mentirle a tu tío y menos pedirle a los empleados que te ayuden a salir sin permiso- escucho la voz del peliplata tras su espalda que se aproximaba a él.


-Ti… tío-la sangre del Rubio se heló en un instante había sido descubierto por su tío pero ¿Cómo?


-Si sobrino soy yo tu querido tío- el rubio no quería voltear, aún recordaba la escena de la noche anterior y un escalofrío erizaba todo su cuerpo.


-¿Có…como…-


-¿Cómo lo supe?, pues hoy fui a verte a tu cuarto y no te encontré, me preocupe bastante ¿sabes?, te busque por toda la mansión y no estabas, vi en las cintas de grabación que saliste hoy con el guardaespaldas de pelo castaño, localice el paradero de él primero y lo hice hablar a mi modo personal nos conto toda la historia acerca de tu amorío con el señor Kaiba- la voz del peliplata tenia un ligero tono de demencia el cual resonaba en los oídos del ojimiel causándole pavor.


-Tío yo no quise…-


- No te preocupes querido sobrinito tú no tienes la culpa, la culpa la tiene el guardaespaldas que quiso pasarse de listo y él pagara las consecuencias- si en algún momento el rubio tuvo un poco de miedo ahora su cara reflejaba terror temía  por él,  por Seto y por Tristán.-


-Ahora ven súbete al auto que te tengo una sorpresa- el rubio asintió y se subió al auto de su tío para dirigirse a la mansión.


                                                                    ~***~


Dentro de la Mansión el rubio fue escoltado por su tío y dos guardias que lo llevaban desde ambos brazos, se dirigieron a un subterráneo escondido en la mansión bajaron por las escaleras y desde el pasillo se podían escuchar los gritos de dolor de uno persona, en la puerta  de una especie de bodega se encontraba Jouno con una sonrisa maliciosa de oreja a oreja.


-Vaya hermanito al parecer te gusta ser la puta de un millonario, cuando pensabas contarle a tu querido hermano, ya sabes que entre nosotros no debe haber secretos- el pelinegro tocaba el rostro del rubio con sus dedos mientras se emitía una sonrisa burlona, el rubio solo pudo mirar sorprendido como era posible que su hermano estuviese hablándole de esa manera, no definitivamente el ya no era Jouno se haba convertido en un mounstro sin corazón.


-Basta y entren – ordeno el peliplata.


Los guardias arrastraron al chico dentro del lugar mientras era seguido por su tío y su “hermano”, el peliplata llamo a 4 guardias mas, Jouno que sonreía de una forma realmente malvada, el cuerpo de del moreno yacía en el piso aún adolorido por la paliza que había recibido antes de que el ojimiel llegara, pero su sufrimiento no terminaría solo ahí, uno de los guardia agarro al rubio fuertemente de la cintura y lo dejo en posicionó mirando al castaño,


Los guardia que había llamado el tío del rubio aparecieron y dos de ellos llevaban un negro maletín en la mano, uno de los guardias saco del maletín un tuvo que contenía pegamento y lo unto en los labios del castaño y obligó a cerrar su boca mediante sus manos, a los 5 segundo la boca del chico que había recibido la golpiza de su vida  se encontraba completamente sellada, era imposible volver a despegar su labios sin que estos se desgarraran.


Los otros guardia pusieron boca abajo al moreno mientras otro sacaba un maso del maletín y sin compasión ni piedad comenzó a golpear los brazos del castaño con toda sus fuerzas, se podía sentir el crujir de los huesos y los gritos ahogados del guardia que osó interferir en los planes del peliplata, el constante golpeteo del mazo resonaban en la frías paredes produciendo un eco realmente terrorífico, el rubio gritaba con todas sus fuerzas que los hombres terminaran con su labor pero estos no lo escuchaban seguían golpeando las extremidades del castaño que yacía inconsciente y agonizante en el piso de la bodega, las lagrimas del rubio caían por sus mejillas todo era su culpa por haberle ayudado había condenado a Tristán a un triste y horrible final.


Miraba con rabia y odio a los dos que se encontraban frente a él, odiaba tanto a aquel hombre de cabellos blancos que miraba la escena con burla, y sentía pena por que el hermano que una vez tuvo ya lo había perdido se encontraba erguido mirando toda la escena con una mueca de felicidad en el rostro miro con desprecio fijamente al rubio sus ojos mostraban soberbia y envidia.


-Bien querido sobrino creo que ya es hora-


-¿Hora de que?- pregunto reacio el rubio con los ojos hinchados y llenos de lagrimas


-Pues no te hagas el tonto mi amado sobrino es hora de que tú y tu hermano se alisten para el baile del Señor Kaiba, semejante invitación no puede ser rechazada ni mucho menos desaprovechar esta oportunidad- dijo el peliplata mientras salía de la habitación.


- ¿A que se refería su tío?, ¿que era lo que tenia planeado?- los guardias llevaron a la fuerza al rubio, se dirigieron al salón dejando el lánguido y moribundo cuerpo del castaño tirado en el suelo...

continuará...

Notas finales:

pido perdon nuevamete por la demora pero espero que sto valga al pena C:


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