Catherine Avery era una mujer de armas tomar, decidida, extrovertida y sin la más mínima sutileza; nadie mejor que su hijo para saberlo, llevaba días en el hospital y en vista de que su mentor lo había abandonado a su suerte, no tenía excusa para huir de todas trampas que su progenitora le había organizado.
Y su madre había mandado una muy buena arma en contra de él, una doctora brillante de metro ochenta, figura sensual y rasgos hermosos, había tratado de ser distante y profesional, pero las ingeniosas salidas de la chica siempre lo llevaban a terreno personal, trato de resistir hasta donde pudo.
-No quiero sonar grosero Susan, pero pese a lo que mi madre te haya dicho, acabo de salir de una relación y no estoy interesado por lo momentos en otra- la mujer se le quedo viendo fijamente y por un momento Alvery temió que lo cacheteara, pero no lo hizo, con un suspiro la mujer dejo su pose seductora y se relajó.
-Lo entiendo, pero tú más que nadie conoces a tu madre y ella me insinuó que si no lograba salir contigo para la cena de gala para la beneficencia podía olvidarme de su recomendación para un internado en Boston-
-No sería capaz…- empezó Alvery, pero la chica lo interrumpió.
-Créeme, de muy pocas cosas no es capaz tu madre cuando quiere algo- y aunque sentía la vergüenza calentar su rostro, Avery no pudo discutirle eso.
-E trabajado muy duro para lograr ese internado- dijo con lastima la chica resigna a perder su trabajo.
-Si es solo como amigos, podemos ir juntos a la gala… como amigos- eso alegro a la doctora que lo abrazo y agradeció.
-Te lo agradezco, además pese a lo que crees no busco una relación, si ocurre algo entre nosotros será solo algo de una noche y sin compromisos, noche de amigos, pasa por mí a las ocho- Alvery no pudo evitar sentir estar cayendo en la trampa de su madre, pero se alentó pensando que tal vez era lo que le hacía falta para olvidar de una vez por toda lo ocurrido con Mark la noche del bar, sexo normal, sin problemas y sobre todo con una mujer.
---------------------------------------------------------------------
Cristina había seguido a Owen pero todavía no lo había logrado ubicarlo con la enfermera, no sabía cómo, pero sabía que la engañaba, le había preguntado a Alex y Teddy pero no había logrado nada, se estaba volviendo loca, por eso tomo una decisión y esa noche espero que su esposo llegara de su turno, que termino muy tarde.
-Cristina que haces despierta- la asiática lo miro dejar su chamarra, debía confrontarlo, temía su respuesta pero tenía que saber, no podía vivir con la zozobra de lo que pasaba.
-¿Me estas engañando?- fue la pregunta directa que le soltó, el asombro se reflejo en la cara del pelirrojo.
-¿Por qué…?- pero la mujer lo corto.
-Es una pregunta de si o no- lo puntualizo -¿Me estas engañando?- Owen la miro por un largo rato, sus ojos fijos en los del otro, después de tanto tiempo juntos se merecía la verdad, una respuesta sincera.
-Si-
---------------------------------------------------------
Esa misma noche Mark se encontraba en el bar donde solían reunirse, como todas sus otras noches libres, seguía buscando a la mujer de aquella noche, los empleados no recordaban haberlo visto con una mujer, pero pudo haber sido por la cantidad de gente esa noche, Alvery le había dicho que la mujer era rubia de y grandes senos, eso no lo recordaba, pero aun así lo intentaba y esa noche corría con suerte, una preciosa mujer rubia le había estado haciendo señales toda la noche, no lo pensó más y se acercó a la parte de la barra donde se encontraba y tratando de probar su suerte lo abordo como lo había hecho con todas las demás desde que buscaba a su mujer misteriosa.
-Me alegra volverte a ver, pensé que no te encontraría de nuevo por aquí- si no era la mujer le diría que se confundió de persona.
-Yo tampoco pensé que nos volveríamos a ver, ¿fue un encuentro estupendo para ti también?- le pregunto insegura la mujer, la había encontrado, pensó feliz Marck y al parecer la chica había estado tan ebria como el por lo que estaba algo insegura.
-Tan increíble para que me tuvieras buscándote todo este tiempo- le confeso galante.
-Me alegra haberte causado tan buena impresión- le sonrió coqueta -siéntate te invito un trago-
-Déjame empezar correctamente esta vez, mi nombre es Mark Slone- por fin había dado con la mujer que le dio el mejor sexo de su vida y no la dejaría escapar esta vez.
-------------------------------------------
Lo sucedido dos semanas después en el quirófano con el paciente de Derek fue conocido por todos en el hospital, Lexie siguiendo las sugerencias de su hermana Meredith había removido parte de un tumor sin la autorización del médico de cabecera y especialista, Derek; como resultado de eso la paciente había despertado con una lesión en el cerebro en la parte encargada de la sintaxis de las palabras, no podía formar palabras y lo más seguro es que nunca volvería hablar de forma correcta.
Lexie sentía que no solo había fallado como médico, sino que también había destruido el matrimonio de su hermana, pues Derek estaba muy molesto y discutía con Meridith constantemente.
Eso le había creado un terror a la sola idea de volver al quirófano, ¿Qué pasaría si se equivocaba de nuevo?, ¿si no era una médico califica?, ¿debería cambiar de profesión ahora antes de que lastimara a otras personas?-
-Cálmate Lexie, siento tu preocupación a kilómetros de distancia- Lexie se sobresaltó al sentir la mano de Sloan en su hombro, sin contar sus problemas amorosos, reflexiono la menor de las Grey al ver al cirujano junto a ella, el medico llevaba semanas saliendo con una tal Julia y parecía muy feliz con ella, era doctora también y la había llevado a los partidos de beisbol entre los hospitales, verlos junto solo le recordó todo lo que había pasado entre ello y todos los sentimientos amorosos que aun tenía por él y estando tan vulnerable no dudo en abrazarlo.
Mark consoló a la menor de las Grey y se tomó como pelea personal el defenderla ante Derek, aun le tenía mucho cariño y justo por eso debía velar por ella.
Ninguno se percató de dos pares de ojos curiosos que observaban la escena.
---------------------------------------------------
En cuanto a Alex, no poder hacer algo más por él bebe de Morgan, lo tenía destrozado, sin contar que había tenido que ser duro con Morgan para destrozar las ideas románticas que se creó sobre ellos dos juntos, Callie y Arizona le habían hecho ver la dependencia de la madre con él, era cruel, pero la vida lo era y era mejor que se lo dijera ahora y no alentar falsas esperanzas… estaba convencido de ello, pero entonces porque se sentía tan mal consigo mismo.
Una furia segadora lo recorrió, salió del pasillo y entro en las escaleras de emergencia del edificio, era una de las más alejadas, por lo que sin pensarlo dos veces golpe con fuerza la pared del sitio, su mano se resintió por el golpe pero eso no le impidió volver a hacerlo unas veces más hasta que sintió su furia disminuir, para ese entonces su mano se encontraba hinchada y llena de sangre.
-¿Qué haces?- la voz de Owen le recordó su otra preocupación, engañaba a su amiga con su esposo, el pelirrojo lo había seguido hasta ahí y lo miraba preocupado, pero Alex sabía lo que realmente buscaba.
Y por primera vez Alex se preguntó ¿porque no dárselo?, la vida era injusta, niños salían lastimados por errores como es suyo de presionar a la madre en el trabajo hasta que tuviera un parto prematuro, se preocupaba por la gente solo para después destruir en su cara todas sus ilusiones, estaba dañado, todo lo que hiciera, con quien se relacionara, saldría lastimado tarde o temprano, por eso Izzy lo había abandonado, por eso nunca podría estar realmente con alguien y por eso acabaría solo.
Asi que ¿por qué no darle a ese hombre el sexo que esperaba de él?, si no era por eso, seguro seria por otra razón por la que su amistad con Cristina terminaría; además, ya de por si se había acostado con el, que importaba si esta vez era consensual y sobrio, que importaba, si al final siempre seria el villano.
-----------------------------------------------------------------
Meredith estuvo tan enfocada en sus problemas con Derek y su posterior reconciliación que no noto los problemas que pasaba su mejor amiga, llevaba tiempo así, pero sus últimos arrebatos de furia fueron determinantes para que la mayor de la Grey la confrontara.
-Owen me fue infiel- le confeso la asiática luego de su insistencia, la gran amistad que las unía le hizo sentir su dolor y rabia como suyas, encontraría a ese desgraciado y lo había pagar y lo hubiera hecho si su amiga no la hubiera detenido.
-No hagas nada- le pidió con una tranquilidad que no le había visto en meses
-Te apoyo pero tu relación con Owen está llegando a un punto de ebullición- le dijo con la sinceridad que entre ellas siempre había existido.
-Lo sé y me encargare de eso, puedes cubrirme mañana-
-Por supuesto- Cristina y Owen no fueron a trabaja el día siguiente.
-----------------------------------------------------------------
A la falta de Owen, todos esperaban que Derek fuera el encargado del hospital en su ausencia, pero todo el mundo se sorprendió al enterarse de que había sido Mark el elegido, Derek, Miranda y hasta la misma Callie se asombraron por eso y tenían sus dudas pero decidieron seguirle la corriente.
El cirujano plástico había pasado todo el santo día detrás de todos, pero a pesar de que era fastidioso había hecho aportes importantes, como con Derek en el tratamiento de su paciente, tenía ideas innovadoras y se había comportado con mucha seriedad en sus funciones de jefe, para asombro de todos.
Al final del día, solo una persona estaba muy descontenta con haber tenido al cirujano supervisándolo, Avery. Pero no por razones médicas, su amistad con Mark había mejorado mucho, era su mentor y lo admiraba mucho, pero desde hacía meses lo único de lo que le hablaba era de su nueva novia Julia, todo comparándola con esa primera noche maravillosa que supuestamente habían pasado, sensaciones que no había vuelto a sentir, pero que estaba esperanzado que tarde o temprano llegarían.
En otras circunstancias tal vez el moreno no le hubiera dado importancia, pero llevaba semanas muy desconcertado, más específicamente desde el baile de gala de la noche de beneficencia, esa noche la había pasado muy bien con Susan, era simpática, hermosa y al terminar la noche lo invito a subir a su hotel, pensó que una noche de sexo era lo que necesitaba, pero lo que le ocurrió nunca antes le había pasado, no había podido excitarse, por más que lo intento no pudo y al final tuvo que irse sin nada de sexo; y pensar que había sido solo con la muchacha era falso, luego de eso había intentado con otras mujeres, incluidas entre esas su amiga April, pero no lograba levantarla.
Era injusto, Mark, el causante de su estado de celibato y esperaba que pasajera disfunción eréctil obligatoria, lo torturara todos los días con su supuestamente espectacular vida amorosa y lo torturaba hablando de la noche en que dejo de ser un hombre 100% activo.
-Puedes callarte de una buena vez- grito colérico Alvery, al final del día ya no pudo resistirlo más –No vas a sentir lo de aquella noche con Julia porque ella no fue con la que te acostaste-
-Pero ella dijo…
-Te mintió, se confundió con otro, vaya Dios a saber que ocurrió, pero ella no es-
-¿Como sabes? pensé que no recordabas como era-
-Esto sí que es injusto, tú vas por ahí acostándote con mujeres tratando de rememorar una noche, mientras que yo trato con todas mis fuerzas de olvidarla pero no puedo acostarme con nadie-
-De que hablas-
-¿Quieres saber con quién te acostaste esa noche?- el cirujano titular asistió aun confundido –Te acostaste conmigo Slome, te acostaste con un hombre y me desvirgaste analmente, feliz de descubrir con quien pasaste tu noche asombrosa- le remato con ironía, antes de marcharse enojado.
Mark se quedó congelado de la impresión.