Lo que quedaba de su día de descanso pasó demasiado rápido, solo había dormido, y sintió que no habían pasado ni siquiera un par de horas cuando lo despertó la alarma de su reloj indicándole que tenía que ir al trabajo.
Se paró y se dirigió directo a la ducha del baño común que compartían todos en la casa de la mayor de las Grey.
-Maldito- Alex salió golpeando con fuerza la puerta del baño, era muy temprano, era raro ver a alguien de la casa despierto a esa hora y mucho más a ese chico temperamental.
Pero eso no llamo la atención de Jackson, sino el pecho sin camisa del chico y no porque ahora lo impresionara ver cada torso masculino desnudo, sino por la cantidad de moretones y chupones que tenía regados por doquier, hasta la altura del cuello.
-¿Te acostaste con alguien o te intentaron matar? – le pregunto irónicamente el moreno de ojos claros.
-Metete en tus asuntos- gruño en cambio el otro, abriéndose paso al empujarlo y golpeando con fuerza la puerta de su cuarto al cerrarla tras de sí.
-¿Quién está tirando las puertas?- pregunto molesta Meredith saliendo de su habitación, pero en murmullos, Avery se encogió de hombros, pero hecho una mirada al cuarto del culpable y entro a la habitación del baño sin decir nada.
-Alex, no tires la puerta que Zoyla está durmiendo y la vas a despertar- la oyó decirle al muchacho, seguro cerca de la puerta de la habitación.
-No importa, ya me voy- dijo malhumorado el chico abriendo la puerta, ya vestido y bajando a toda prisa.
-Jackson…- escucho que lo llamaba la cirujana detrás de la puerta
-¿Si?- le respondió apoyado detrás de la puerta sin abrir.
-Sabes que le pasa a Alex, está peor que de costumbre- le interrogo preocupada.
-Ni idea- fue su sincera respuesta.
-Ok gracias- dijo con un suspiro la rubia volviendo a su habitación.
Por fin se metió en la ducha y dejo que el agua caliente lo tranquilizara un poco, Alex había estado con Mark, Owen y él tomando la noche pasada, pero no lograba recordar que había sido del chico.
Tomo el jabón y empezó a pasárselo por todo el cuerpo, después de limpiar sus partes llego a su trasero, l noche pasada tuvo sexo anal, así que tenía que limpiarse a fondo, pero la sola idea lo hizo sonrojar, lleno sus dedos de jabón y dirigió su mano a su parte posterior, suspiro con el primer dedo e iba a meter otro cuando se dio cuenta de que se estaba empezándose a excitar, con rabia y molesto por esa reacción abrió de golpe toda el agua fría, se quitó rápidamente los resto de jabón para salir como rayo del baño.
La mañana en Seattle Grace estaba tranquila, Cristina seguía sin hablarle a su esposo, quien también la evitaba, a ella y al doctor Webber que lo estaba buscando, sabe Dios para que cosa, Lexie parecía muy concentrada y ajetreada buscando información de una caso para Derek, quien junto con Meredith estaba en una consulta del médico de Zoyla. Callie y Amazona trabajaban tranquilamente atendiendo a los pacientes con heridas menores que estaban en urgencias. Alex atendía a un recién nacido prematuro y de Mark y Aprhil no se mostraba luces, no le importaba el primero se dijo algo nervioso el moreno, pero si necesitaba encontrar a su amiga para liberar en algo su alma.
-¿Sabes dónde está Aprhil?- Le pregunto a un residente que pasaba.
-Ni idea- le respondió.
El día se volvió ajetreado por un accidente en una panadería, tres de los trabajadores presentaban fuertes quemaduras, atendiendo uno de los pacientes incluso coincidió con Aphril, pero la chica lo trataba como si no existiera; almorzó con Cristina y Meredith, la primera que cargaba un humor negro peor imposible y la segunda que trataba de tranquilizarla, pero terminando vio cómo su pelirroja amiga se asomaba al comedor y al en su dirección salía despavorida, pidiéndole que botaran sus restos a las otras chicas salió detrás de la muchacha que acelero el paso al ver que la seguía, pero que no pudo huir a la final, pues la tomo de un brazo y se encerró con ella en un cuarto de suministro de materiales médicos.
-Porque huyes de mí y me evitas Aprhil- la chica trataba de soltarse y no lo miraba a la cara –Dime que te pasa-
-Me acosté con Lexie- soltó de una la chica mirándolo por fin, no necesito forzarla mucho para que confesara, lo que significaba que llevaba todo el día auto-torturándose.
-¿Cómo?- sin embargo, el chico pregunto creyendo haber oído mal.
-Viste, nunca me perdonaras, no sé qué decirte, no sé como paso… solo paso- trato de excusarse la pelirroja y se quedó viendo desesperada a su mejor amigo, pero esta parecía todavía estar en shock –Ves nunca me personaras, yo sé lo que sientes por Lexie y yo… y yo… lo siento- dijo a punto de llorar la chica.
-Tranquilízate Aprhil- la tomo de los brazos el chico y la sacudió para llamar su atención –no estoy molesto- le dijo sinceramente –solo algo sorprendido-
-¿En serio?- pregunto tímidamente al chico.
-Sí, nunca pensé que tuvieran esos gustos- el comentario ruborizo a la doctora.
-Ni yo, nunca pensé que perdería mi virginidad con una mujer-
-Jojo si es verdad- agrego aún más sorprendido el muchacho al recordar ese detalle.
-Seguro no te molesta- volvió a preguntarle mirándolo a los ojos para ver si le mentía.
-Totalmente- todavía sentía algo sentimental por la chica, pero ya no era tan profundo, y lo comprendía porque no le importó saber que se acostó con su amiga, se había olvidado de ella y sus sentimientos en las últimas 24 horas con mucha facilidad –Es más, que me contaras que paso entres ustedes es la mejor medicina para mis males actuales- agrego pícaramente haciendo que la otra se abochornara.
-No te voy a contar nada- le grito la chica apenada, pero luego de calmarse interpreto sus palabra –y como así que saber eso es la pura de tus males- pregunto curioso, Jackson suspiro, un relato de dos mujeres hermosas teniendo sexo, era lo que necesitaba para borrar de su memoria, aunque fuera de momento, todo rastro de su encuentro sexual con un hombre… y como si fuera un demonio que invocas con solo pensar en él.
-Avery ven un momento conmigo- lo llamo Mark desde la recepción de enfermería, el moreno se giró sorprendido de escucharlo, no lo había visto en todo el día y había creído que no fue a trabajar, trago grueso al verlo serio y más al darse cuenta de lo guapo que se veía.
“Maldición” se maldijo mentalmente por el rumbo de sus pensamientos.
-Avery…- lo volvió a llamar el hombre, se giró a su amiga y le dijo.
-Después hablamos-
-Jackson estas pálido- le dijo preocupada.
-Lo sé- estaba nervios pero aun así fue al encuentro del cirujano plástico.
-¿Doctor Sloan en que puedo ayudarte?-
-Nada de doctor Sloan, Jackson, llámame por mi nombre- dijo el hombre pasándole el brazo por los hombros, el moreno tembló a su contacto pero se controló.
-Claro- le aseguro, pero no lo llamo por su nombre porque eso le recordaba esa noche, solo espero que el otro siguiera.
-Quería que me aclararas unas cosas que pasaron la noche anterior- le dijo el mayor y eso puso en alerta al interno.
-¿Por qué yo?- pregunto alarmado.
-Porque tú estabas esa noche-
-También Alex y Owen-
-Si pero con ellos no tengo tanta confianza-
-¿Que quería saber?-
-Sabes con quien me fui esa noche a mi apartamento-
-No lo sé- fue su respuesta mecánica, pero luego para hacerla más creíble agrego -era una chica, pero no la conocía y creo que ella a ti tampoco, parecía un ligue de una noche en el bar.
-En serio, no me pareció- dijo arrugando el ceño como tratando de recordar.
-En serio no recuerdas nada-
-Muy poco-
-Pero que importa solo fue una noche más, no vale la pena recordarlo-
-No- lo interrumpió -A pesar de que no la recuerdo no puedo describir como me sentí la mañana después, me sentí completo y en paz por primera vez en mucho tiempo, además fue el mejor sexo que he tenido en muchos años- ese comentario sonrojo al muchacho.
-Pero dijiste que no recordabas…- le reclamo.
-No recuerdo bien su rostro ni su nombre, pero si lo que sentí- le explico -¿por cierto como era?-
-Rubia de grandes senos- respondió rápidamente el chico, dando la descripción opuesta a él mismo.
-¿En serio? me parece recordar una piel morena… tan suave- medito el otro.
-Es todo lo que se, mejor me voy la doctora Balery me está esperando para una cirugía.
-ok- asistió el mayor aun tratando de recordar
Corrió asustado, Mark recordaba algo y estaba decidido a saber más.
Se metió en el baño de uno de los salones de juntas y miro su cara de pánico en el espejo, respiro, se la lavo, estaba dispuesto a salir cuando oyó a alguien entraba en la sala, cerraba las persianas y colocaba el seguro de la puerta, su pánico regreso al imaginarse que fuera el cirujano plástico, pero al escuchar las voces de par de hombre que entraron, se tranquilizó, pero no salió, lo que le faltaba para completar ese mal día es que lo regañaran por meterse en uno de los baños de uso exclusivo para reuniones.
Puso atención en la conversación al identificar a las personas que hablaban
-¿Qué demonios crees que haces?- escucho a Alex murmurar al otro lado de la puerta
-Creo que lo has hecho bastantes veces como para no saber qué hago-
-Estas volado si crees que voy dejarte hacerlo, no soy maricón-
-Antes de ayer tal vez, pero aún tengo fresco el recuerdo de como mi verga se abrió paso entre tus nalgas anoche- eso logro avergonzar a Alex.
-No vuelvas a repetir eso o te parto…- pero un golpe seco interrumpió la amenaza del chico -Suéltame- le exigió en cambio cuando volvió a hablar, preocupado Jackson entreabrió ligera y silenciosamente la puerta.
-¿Qué? No quieres que te recuerde que ayer en tu intento por cogerme, fuiste tú quien termino mordiendo la almohada- el pelirrojo tenia sujetado al interno con una especie de llave y esté no podía hacer mucho para liberarse, lo tenía de espalda con la cara y el dorso inclinados y sometido contra la mesa, mientras le retorcía el brazo –Pensaba no ser ten rustico, pero no creo que me dejes opción- Owen reemplazo una mano con su peso corporal para evitar que el muchacho se escapara y con la mima empezó a bajarle el mono quirúrgico del uniforme junto con la ropa interior.
-Maldito- gruño rebelde el sometido, tratando de liberarse pero sin lograrlo, estaba desnudo desde la cintura hasta las rodillas con el culo a la orilla de la mesa y con el jefe del hospital detrás suyo con la bragueta abierta y sacando su equipo activo.
-Ahora veras cuanto- sonrió el pelirrojo tapándole la boca y entrando en el de una sola estocada, de no estarle cubriendo la boca, seguro el grito se hubiera escuchado en medio hospital, pero eso no pareció importarle al jefe que siguió sometiéndolo sin contemplación –Esto te enseñara que la próxima vez es mejor que lo hagas por las buenas- el hombre tenía resistencia y fue largo el rato que estuvieron ahí.
Al llegar al clímax, el ex-soldado dejo toda su simiente en las entrañas del otro, Alex también estuvo a punto de terminar, pero el pelirrojo lo tomo de la base y se lo impidió.
-Cuando seas más dócil terminaremos juntos, mientras tendrás que trabajar en eso y satisfacerte con tus manos- lo soltó y le dio una fuerte palmada en el trasero –Mejor vístete no quiero que nadie te vea aquí, saldremos juntos como si lo que estuvimos haciendo fue llamándote la atención, que no es del todo mentira- el muchacho gruño y se subió con rapidez la ropa, con un gesto de dolor.
-Tan bien le piensas decir eso a Yang- le pregunto irónicamente.
-No creo que quieres que ella ni nadie se entere de la verdad o me equivoco- le contraataco el jefe en respuesta, el muchacho fulmino al pelirrojo con la vista y de mala gana salió de la habitación abriendo de golpe la puerta.
-Me lo imagine- sonrió Owen, saliendo con calma después de él.
