My devil on the Bed: Sexual Desire~
By:
Yuu Kouyou Shiroyama
(Mikuzita-Chan)
PoV Reita
Aquel condenado cuerpo que danza al ritmo de nuestra música mientras canta, aquellas pecadoras manos que recorren este sin pudor mientras masajea su miembro por encima de su ropa, sus lascivas pero prudentes miradas que sólo a mí me dirige pero a su vez jugando con el guitarrista de nuestra banda al cual toquetea ante la atenta mirada de miles de fans excitadas por tan buen espectáculo que montamos.
A pesar de tener un rostro de “Yo no hago nada” es el demonio de los pervertidos en dos patas, la mayoría de sus comentarios en privado están cargados de doble sentido, su mente es toda una biblioteca de sexo y buenas mamadas.
Si, así es Takanori Matsumoto, todo un jodido enano de buen trasero que me tiene perdido y le da alas a mi imaginación.
Luego de un exhaustivo concierto culminado con éxito, nos dirigimos cada uno a nuestras habitaciones de hotel, mi mente colapsada por toda la adrenalina e excitación provocada por mi “querido” novio, me tienen algo agotado pero eso no excusa para por fin de todas, darle un poco de su propia medicina.
Y hablando de enanos sensuales, el rey de los pervertidos se asoma por mi habitación con su típica sonrisa burlona y su mirada llena de picardía, cada poro de mi cuerpo se enciende con sus gestos y su andar al caminar.
¿Has aquí hemos llegado?
¿Te gusta manipularme de aquella manera para excitarte?
Maldito Takanori, te follaré hasta que no puedas sentarte.
Pero antes vamos a jugar un poco.
Veo como te acercas a mí con una sonrisa en tu rostro, aquella condenada vestimenta que cubre tu pequeño cuerpo deja mucho a la imaginación, tus ojos llenos de lujuria se posan en mí mientras me recorren sin pudor.
- Así que…-se sienta sobre mis piernas y rodea mi cuello, se que esta molesto pero aun así no me lo va a demostrar- ¿Bastante interesantes esas minaras que tenías sobre Uruha, no?- los celos lo invaden mientras que una sonrisa maliciosa se asoma en mi rostro, había estado planeando todo esto antes del concierto.
- ¿No has pensado lo bueno que esta, Shima?- vamos a provocar un poco- Me encantaría follarlo y hacerlo pedirme por más.
- Uhm…-sus manos acarician mi cuello y su mirada se concentra en la mía- ¿Estás jugando con fuego?- arqueo una de sus cejas y me mira incrédulo, oh vamos Takanori, ¿Pensabas que me quedaría como buen corderito esperando mi comida?
- Vamos Takanori, ¿Yo jugar con fuego? – lo tome de la cintura y me acerqué a morder con fuerza su cuello mientras el soltaba un leve quejido de dolor- eso “jamás” mi pequeño sucio – suelto la tersa piel de su cuello y puedo ver como un poco de sangre comienza a brotar de la pequeña herida.
- ¿Ah no?- comenzó a desabrochar uno a uno los botones de mi camisa mientras mi lengua de encargaba de limpiar aquel pequeño hilo de sangre que recorría su cuello- quieres cogerte a Shima sólo por que yo lo toco cada vez que puedo en los concierto- una vez terminada su tarea de deshacerse de mi camisa desciende hacia uno de mis pezones, mordiéndolo con fuerza mientras yo lo tomo con fuerza de sus delicados cabellos rubios para intentar separarlo pero lo único que consigo es que me muerda con más fuerza logrando sacar algo de aquel fluido vital de color rojizo.
- Oh sí- el dolor me causa tanto placer que lamo mis labios- quiero partirle ese bello trasero que se carga, rasguñar y morder esas largas piernas.
- ¿Tienes más deseos de follarlo a él, que a mí? –suelta mi pezón y su boca se mueve por mi pecho chupando de vez en cuando mi blanca piel hasta que esta tome un color morado rojizo.
- ¿Tú no quisieras follártelo, hasta que sangre de tanto penetrarlo?- mi mano se desliza a través de su pequeño cuerpo llegando hasta su entrepierna, la cual aprieto para que comience a ponerse dura- ¿No quisieras saber que tan estrecho es ese culo?
- ¿Te atrae un chico con cara de chica?- dijo con voz algo entrecortado para luego morder sus pequeños labios los cuales comienzan a tornarse rojos por las constantes mordidas sobre estos.
- Eso es lo más excitante, una “chica” con un gran premio en la entrepierna- aprieto con toda mi fuerza aquel bulto entre sus piernas, el pobre Ruki simplemente puede morder sus pequeño labios que ahora sangran por la mordida.
“Ruki besa mi pecho profundamente
la feminidad de Uruha hace que enloquezca de deseo”
- Eres un hijo de puta, Reita- me susurra acercándose a mis labios mientras su mirada lujuriosa se clava en mis orbes
- Te encanta que sea así contigo- deslizo mi otra mano hacia su trasero dándole una fuerte nalgada, él abre un poco su pequeña boca sangrante y me acerco a besar aquellos labios rojos y con cierto sabor metálico que los empapan. Sus manos se dedican a apretar mis pezones y las mías a jugar con su entrepierna que ya está dura. Nuestras bocas se mueven simultáneamente con la otra mientras nuestras lenguas juegan y recorren la cavidad bucal del otro.
En uno de mis descuidos él me empuja rompiendo el beso, se levanta de mis cederás y se dirige hacia la puerta para cerrarla con seguro.
- Esta noche…si que nos divertiremos, ¿No, Aki-chan? – me dice con deseo en cada una de sus palabras, sus ojos intenta de demostrar algo de inocencia que en él no existe. Me acomodo mejor en la cama y él se acerca, se sube a la cama y a gatas se coloca encima de mí sentándose de nueva cuenta en mi pelvis. Sus caderas comienzan a danzar encima de las mías logrando que mi duro miembro pueda sentir un poco como su delicioso culo se restriegue con este.
Tomé sus caderas y yo mismo me encargaba del delicioso ritmo que yo estaba marcando, se acostó encima de mí y luego de unos minutos de deliciosos roses con su culo, ahora era su miembro duro lo que chocaba contra el mío. Sus hinchados labios se acercaron a los míos, su agitada respiración chocaba en mi rostro erizando mi piel, esa boquita semi abierta para dejar escapar aquellos pequeños gemidos me hacia delirar con las tantas cosas que podría hacer con mi “amigo” de allá abajo.
Mis labios atraparon los suyos para morderlos y saciar un poco mi excitación con ellos, su traviesa lengua no dejaba de recorrer la mía mientras nuestros miembros aun se tocaban por aquella deliciosa fricción de nuestras caderas.
“Ruki en tus ojos
nuestros alientos tibios se mezclan”
De pronto aquel fogoso beso se vio interrumpido por mi querido amante quien se alejo para poder morder mi cuello dejando tantas marcas casi sangrantes por todo este, descendiendo por mi pecho hasta llegar a mi abdomen, una sonrisa traviesa se formo en mis rostro al ver como sus manos llegaron al botón de mi pantalón para luego desabrocharlo.
Sus juguetonas manos se despojaron de mi pantalón a los pocos minutos junto con mi ropa interior, mi erección quedo al aire libre. Su mirada se posó sobre mi pene mirándolo como si fuera un delicioso dulce.
- Ahhh…Aki-chan –habló como si fuera un tierno niño- has tenido una deliciosa paleta y no me has querido dar, eres taaan malo- sus pequeños ojos rasgados se posaron en los míos y luego en mi erección la cual tomo por la base.
Abrió mis piernas y se acomodó mejor entre estas, luego su húmeda y tibia lengua se acerco al glande para pasarle una pequeña lamida que me hizo estremecer, al sentir mi reacción una sonrisa pervertida se asomo por sus labios y volvió a pasar su lengua por mi erección pero esta vez comenzado desde la base hasta la punta, degustándola como si de un verdadero dulce se tratara.
- Tiene tan rico sabor- me dijo mientras cerraba sus ojos y saboreaba nuevamente mi pene con su lengua.
- Joder Ruki- mi voz salió algo ronca, me excitaba verlo así de inocente y pervertido a la vez, me excitaba su puta voz de niño que no sabe que hace- chúpamela de una puta vez- le ordené pero al parecer hoy sería algo difícil que me obedeciera.
- ¿Chupártela? ¿Y cómo hago eso, Aki-chan?- de nuevo esa condenada voz de mocoso.
- Tienes que tomar mi pene –intenté de ser paciente pero ya la tenia hasta los huevos- y metértelo en esa boquita sucia que tienes.
- ¿Así?- tomó mi pene con ambas manos y acercó su pequeña boca a este dándole un beso en la punta
- Ahhh…si, así Taka- tenía tantas ganas de violar esa pequeña boquita sucia- ahora ábrela y chúpamela como buen niño que eres- le ordené.
- Pero Aki-chan –me miró con ojitos supuestamente llorosos, este debería ser actor- está muy grande…
- ¿y eso qué? Piensa que es una rica banana de esas que te comes en la merienda- él asintió y después lo que sentí me hizo volverme loco de placer, aquella humedita cavidad rodeando mi pene, su lengua moviéndose encima de la sensible piel. Su boca subió por el tronco de mi pene llegando a la punta para luego volver a bajar hasta la base.
“Abandonado a la demencia
instinto disperso”
Me sentía en el cielo del placer, esa condenada boquita húmeda tenía loco mi erección, sus lamidas y pequeños mordiscos estaban a punto de hacerme correr en esa cálida y húmeda cavidad.
Tome sus rubios cabellos para marcar un ritmo mucho más rápido, mi miembro llegaba hasta su garganta lo sabia, sus ahorcadas me hacían saberlo pero aun me faltaban muchas cosas por hacer antes de correrme. Así que jale los cabellos de mi “dulce” amante para separar su sucia boquita de mi pene y posteriormente lo lancé al lado mío.
— ¿Qué mierda? — me miró molesto por interrumpir su “gran” labor
— ¿Ya se te quitó la inocencia, chupapollas?— todo su enojo desapareció en un ínstate y una gran sonrisa se asomó en su rostro.
— Bien que te encanta que te la chupe — se volvió a colocar entre mis piernas y retomo su “humilde trabajo”, los gemidos por mi parte no se hicieron esperar mientras que sus deseosos ojos se posaban en mi rostro que reflejaba todo el delicioso placer por el cual estaba siendo dominado.
— Más te encanta que te la meta — sus dientes presionaron mi glande haciéndome arquear la espalda- ahhh…deberé tomarlo como un si-moví mis caderas al compás de sus felaciones pero luego de unos instantes de continuos encuentros de mi miembro con su garganta nuevamente lo obligué a romper aquel pecaminoso contacto.
“Muérdeme sin dejar de verme
sin derramarlo por la punta de mi lengua”
Me levanté de la cama y fije mi vista en él, sus ojos estaban fijos en mi y con una no muy agradable mirada de odio. En verdad que estaba disfrutando este encuentro, así que le sacaría el mayor provecho posible.
PoV Ruki
— ¿Qué pasa Ruki? —recorrió mi sudado cuerpo con la mirada — veo que ya no quieres jugar pero…— señaló mi hinchada y desatendida erección — “eso” de allí me dice que quieres más.
— ¿Qué putas esperas para metérmela?— me estaba desesperando en un puto juego que no tenia fin, no sé que putas planea Reita y eso es lo más me desespera.
— ¡ay Ruki! — una maldadosa sonrisa se asomaba por sus carnosos labios — aun tenemos mucho que hacer antes de metértela, a demás…— se acercó a mí y tomó mi dura erección en una de sus manos apretándola— tú te vas a encargar de esto.
— Ahhh...— de mis labios escapó un quejido de dolor por lo brusco que había sido Reita— ¿y-yo? — en ese instante su otra mano tomo una de las mías y la llevó a mi erección la cual soltó.
— Sí— se alejó de mí— tú te vas a masturbar para mí. “Maldito enfermo, pero todo por que me la meta” pensé.
“Este interminablemente jodido espectáculo”
Me moví hasta el respaldar de la cama y abrí lo más que pude mis piernas y dirigí mis propias manos hacia mi miembro tomándolo desde la base y subiendo hasta la punta en un lento vaivén que veía como Reita se excitaba cada vez más con los movimientos de mis propias manos sobre mi pene.
El cuarto comenzó a llenarse de mis gemidos mientras Reita se relamía los labios mirándome sin pudor. Mis manos se movían con velocidad sobre toda mi extensión.
— Vamos Ruki — su voz me llamó la atención — puedes hacerlo mejor, te he visto como te tocas en el escenario — este imbécil sólo quiere provocarme — allí tienes una cara de bendito orgasmo, horita antes de orgasmos real parece uno fingido.
— Si tú me la metieras no sería así — mordí con fuerza mis labios hinchados mientras mis ojos se clavan en el pene de Reita, quería esa cosa dentro de mí, ahora mismo.
— Te dije que aun tenemos que jugar, Ruki, así que sigue masturbándote o no tendrás “esto” — señaló su entrepierna — en ese hermoso culito que te cargas. Accedí a su petición resignado y con toda mi fuerza de voluntad imaginé que era él quien me tocaba, que eran sus putas manos quien apretaban mi erección. “Estas me las pagarás Reita, te haré excitar tanto que tendrás que tocarte tú puto de mierda o tú me la vas a tocar hasta con tu garganta” pensé.
“Un hermoso demonio en la cama
me seduce para masturbarme”
De pronto una tercera o mejor dicho, dos personas irrumpieron en la habitación, dejé de masturbarme para mirar a los recién llegados que venían vestidos sólo con una bata de baño.
— Se estaban tardando demasiado — habló Reita quien cerraba la puerta de nueva cuenta mientras yo no caía en la realidad de lo que estaba pasando en ese instante, ¿Qué putas hacían aquí Uruha y Aoi? ¿y todavía cuando estamos a punto de tener sexo?
— Tuvimos una previa en la habitación — Habló Uruha y en ese instante Aoi lo abrazó por la cintura. Sabía que ese par eran unos conejos, nadie en la PSC se había librado de escuchar los gemidos de puta que soltaban cada vez que se cogían en el baño.
— Reita — llamé a mi pareja mientras lo miraba de mala gana — ¿Qué mierda pasa aquí? — intenté de acercarme pero Reita negó mirándome.
— Quédate allí y sigue con lo que hacías — asentí confundido y pude ver como Aoi le quitaba la bata a Uruha dejándolo completamente desnudo, las manos del moreno recorrían sin pudor la tersa piel del castaño, era excitante verlo. Por su parte Reita le retiró la suya a Aoi y fue allí cuando comenzó todo este loco espectáculo.
— Esta es tu estimulación, mi chibi — me dijo Reita con un sensual tono en su voz cargado de deseo, tomó a Uruha y lo colocó en cuatro a mi lado.
— Ahhh Chibi — Uruha me miraba masturbarme— alguna vez…me encantaría chupártela — se relamió los labios excitado cuando de pronto Reita se colocó detrás de él y de una sola estocada lo penetro bruscamente. — ahhhhh — soltó un gran gemido de placer— dame ahhh…más duro…ahhhh— ambos comenzaron a mover sus caderas simultáneamente con las penetraciones, nunca pensé que ver a Reita cogerse a otro me excitaría tanto.
Los gemidos de Uruha me enloquecían al igual que los gruñidos que soltaba Reita, pero no estaría tan preparado para lo que vendría, Aoi se subió también a la cama y se colocó detrás de Reita, pasó sus manos por el trasero de este y de allí acercó su miembro ya erecto al culo de Reita para luego penetrarlo salvajemente.
— Ahhhh…puto — gruño Reita con un deje de dolor, me habían desvirgado a la iguana pero de todos modos me excitaba casi al borde de correrme sin necesidad de masturbarme — ahhhh…-los gemidos de Reita y Uruha se mesclaban al igual que el sudor de sus cuerpos, las penetraciones salvajes y simultaneas, aquellos tres cuerpos que danzaban sobre la cama me tenían al borde del orgasmo.
— Bien que te encanta tenerla dentro, Reita — Aoi comenzó a morder el cuello de Reita mientras sus manos pellizcaban sus pezones— no por nada Uruha gime tan alto mientras yo se la meto — decía con orgullo
— Ahhhh…Aoi-shiii — gimió Uruha mientras seguía siendo penetrado por Reita — luego quiero que tú ahhhh…me cojas…ahhh vamos Reita…ahhh m-más— yo quería estar allí pero sabía que Reita no me lo permitiría, así que volví a retomar la idea de masturbarme mientras mis ojos se deleitaban con la gran cogida que mis queridos “amigos” se estaban dando.
— Puta madre ahhh…—gimió Reita- ahora entiendo por que Aoi también grita tanto — estas…ahhh…tan…ahhh...putamente…ahhhh...estrecho — los tres aumentaron el vaivén de sus cuerpos, mientras gemían sin parar al igual que yo.
Las cuatro paredes retenían nuestros deliciosos alaridos de placer, nuestros cuerpos sudorosos, el sexo nos hacia volar hasta el cielo. Yo estaba punto de llegar al tan bendito orgasmo, unas cuentas subidas de mi mano más y aquel cálido fluido comenzó a salir de mi pene mientras que de mis labios escapaba un ronco gemido cargado de deseo.
— Ahhh…ahhhhh…— gemían los tres a la par, sus cansados cuerpos daban las últimas embestidas para luego terminar de correrse, Uruha en su vientre y las sábanas, Reita llenó el interior de Uruha mientras que Aoi el de Reita. Aoi fue el primero en salir del cuerpo ajeno y se tiro a mis pies, seguido de Reita quien se fue a sentar a una de las sillas que habia en la habitación.
— ¿Tan rápido…se cansan?— preguntó el pelinegro con la respiración entrecortada mientras nos miraba a todos— yo aun…tengo ganas de un bocadillo— miró con apetito mi flácido miembro, sabía lo que se proponía y yo no iba a negarme.
— Uruha…— lo llamó Reita, este se levantó de la cama y se acercó a Reita quien le cedió el asiento y posteriormente se arrodilló ante él— mientras ellos se divierten un poco, vamos a ver…que tan rico eres — Reita tomó el miembro de Uruha entre sus manos para masturbarlo y conseguir que se volviese a poner duro.
Yo por mi parte no perdí el tiempo, quería montar cierto poni necesitado de placer, le hice señas con el dedo índice para que se acercara a mí. Lo recosté en una posición más cómoda y me senté encima de su pelvis.
“Un hermoso demonio en la cama
tengamos sexo a oscuras”
— Aoi-shii~ ¿me enseñas a montar un poni? — le dije usando cierto tono infantil mientras comenzaba a mover mis caderas para que mi culito y su miembro se estimularan con la deliciosa fricción.
— Claro que sí — él también comenzó a mover sus caderas a la par que las mías, nuestros miembros volvían a ponerse duros con la deliciosa fricción, el placer me invadía, el miembro duro de Aoi me volvía loco, lo quería dentro. — ahora te toca…— me tomó de las caderas para levantarme, yo tomé su erección y la alinee con mi culito para luego comenzar a descender— ahhh...la siguiente lección — habló entrecortado.
— Ahhhh Aoi-shii— gemí mientras mi pequeña y no tan dilatada entrada era profanada por la gran erección de Aoi, sentía que me partía en dos pero a la vez era lo más excitante del momento — el poni me parte mi culito ahhhh— gemí lastimeramente cuando Aoi movió sus caderas por primera vez.
— Ahhh…Ruki….ahhh joder— mordía sus labios sacando un poco de sangre de estos — que culito más estrecho….ahhh, móntame — me pidió, no se lo negué y así me partiese el culo tomé impulso con mis rodillas para poder subir y bajar mi cuerpo con pequeños saltos.
— Ahhhh…ahhh ¿así? — Aoi se sentó sin interrumpir mis pequeños saltos, tomó mis nalgas con sus manos las abrió más y me ayudó a impulsarme mientras que su boca se entretenía dándole varios chupetones a mi cuello — ahhh…ahhhh…Aoii….ahhhh que rico…ahhh me lo haces ahhhh— no podía para de gemir como una puta, aquel falo que invadía mi culo me hacia ver estrellas por todos lados.
— ¿Han estado jugando sin mí? — pude escuchar una voz ajena a la de los presentes, la puerta se cerró y se cerró con pestillo, era Kai quien también venia en una bata de baño, sólo pude observarlo por unos instantes que voltee mi cabeza para mirarlo pero luego toda mi atención se volvió a centrar en las ricas embestidas que me auto daba con el palpitante pene de Aoi que cada vez se volvían más salvajes y profundas.
— Uhm~— sentí como alguien se trepaba a la cama y se acomodaba detrás de mi comenzando a lamer y morder mi cuello — ¿Es bastante rico que Aoi te meta la verga por el culo, Ruki-kun?
— Ahhh siiii — las manos de Kai comenzaron a masturbar mi erección con gran maestría y eso que Kai parecía un pan de Dios, ahora me doy cuenta que es un diablo pervertido como el resto de nosotros.
— Kai-chuu — lo llamó Aoi — ¿ahhh también quieres darle al precioso culo de Ruki? Ahhh ahhh …-en un momento pensé que era una locura y más aun cuando sentí que ahora en verdad me partían el culo, Kai sin previo aviso había entrado en mí junto al miembro de Aoi, ambos se movían con mayor lentitud a causa de mi estreches pero no por eso dejaba de ser tan excitante.
— Ahhhh…denme más— gemía sin control al igual que Uruha al otro lado de la habitación, su pene era mordido y succionado por la boca de Reita que con maestría atendía al castaño. Tanto Aoi como Kai me dieron lo que tanto quise, sus penetraciones eran algo más rudas y certeras llegando a tocar mi próstata, me sentía casi desfallecer por tanto placer que no tarde en llegar al orgasmo junto a ambos, claro que ambos hundieron sus dientes en mi cuello para ahogar sus gemidos de placer al alcanzar el clímax — ahhhhhhhhhh — de mis labios se escapó un fuerte gemido lleno de placer, me sentía en el puto cielo con aquel cálido fluido de mis amantes dentro de mi culo. Kai fue el primero en salir de mí, yo me levanté y me recosté al lado de Aoi.
— Uhm~…Aoi-shiii— la voz patosa de Uruha llamó mi atención, estaba recostado en la silla con las piernas abiertas, su miembro ahora estaba flácido y con varios rastros de saliva y semen — ven a metérmela…— Aoi ni lo dudo dos veces y se levantó de la cama para ir en dirección a Uruha.
— Ruki — de pronto Reita apareció ante mí, se subió a mi pelvis y ataco mi cuello mordiendo y lamiendo cada parte posible — ¿te ha encantado, no?
— Sí — era momento de ajustar cuentas— sabes….la polla de Aoi me abrió tanto el culo, quisiera volverla a tener — el rostro de Reita era todo un poema, sabía que darle por donde más le duele, el orgullo de puto macho que se carga.
— ¿Ahora quien juega con fuego?— una sonrisa lasciva se formo en sus carnosos labios, tomo mi cansado cuerpo y me acomodó en el respaldar de la cama — yo sé que mi polla te gusta más — susurró en mi oído y froto su miembro contra mi trasero
— Ahhh…ahhhh — me aferré al respaldar de la cama — vamos Reita…ahhh — cada vez se movía más lento— yo sé ahhh…que quieres follarme — restregué mis caderas sobre su duro pene — tanto ahhh tú ahhh co-como yo ahhh sabemos que me la quieres ahhhhhhh — no pude continuar hablando a causa de que Reita me penetro de improviso comenzando a moverse bruscamente, sus uñas estaban clavadas en mi cintura— eso…ahh vamos Reita ahhhh — enséñame quien me la mete más rico ahhh— Reita se tomaba enserio mis palabras, me penetraba sin consideración alguna, era tan fuerte que la cama comenzó a rechinar del movimiento brusco de nuestros cuerpos sobre esta. Mis gemidos estaban en todo su esplendor, nada podía opacar esta situación.
— Ahhh ahhhh — en la habitación también se podían escuchar los gemidos de Uruha junto a los de Kai, quien era fuertemente penetrado por el primero y este a su vez por Aoi. Estaban los tres en el suelo dándose, todo este maldito espectáculo de sexo estaba por llevarnos a la perdición, el placer que recorría cada poro de nuestros cuerpos, la mezcla exquisita de nuestros sudores, los movimientos simultáneos y las penetraciones que nos hacían casi llegar al clímax.
No sé cuanto más duraron las penetraciones de Reita, sólo supe que llegué al más placentero orgasmo que había tenido en toda mi puta existencia, luego me siguió Reita quien no dudo en llenarme con su deliciosa esencia.
“Juego cortó, en la cima al borde del clímax
parece que dentro de poco estarás riendo ahí”
— Ahhh…maldición — gruñí al sentir mi culo invadido por tan delicioso fluido. Reita salió de mi interior y se recostó en la cama, yo lo imité y me aferre a su cuerpo intentando de calmar mi respiración.
Podía escuchar como Kai, Uruha y Aoi seguían dándose placer al pie de la cama, pero no tardo mucho en que esos tres terminaran ahogando varios gemidos roncos de sus labios.
— Joder…— era la voz de Aoi algo ronca— esto ha sido increíble, chicos — se incorporó junto a Uruha, ambos se acostaron en mis pies y los de Reita.
— Deberíamos repetirlo — habló nuestro líder mientras jalaba una silla para sentarse junto a la cama
— ¿Son unos enfermos sexuales? — Habló Uruha que se encontraba jugando con el pecho de Aoi
— ¿Quién habla?— me uní a la conversación— al que lo han escuchado gemir como puta por toda la PSC
— ¿ya sabes por qué?— me miró acusadoramente y luego volteo su vista hacia Aoi
— Sí, te entiendo, Aoi no folla para nada mal — miré a Reita— ¿Qué se sintió que te desvirgaran?
— Fue la peor parte de la noche — dijo serio
— Bien que te gusto que te diera — habló muy seguro de sus palabras Aoi
— Veremos cuando yo te desvirgue el culo, Aoi— amenazó Reita
— No puedes — dijo Uruha con una gran sonrisa en su rostro— “patito” — señaló su pene— ya anduvo allí y ese lugar sólo entro yo, ¿entendiste?
Todos miramos sorprendidos a ambos guitarristas pero luego comenzamos a reír, esta había dio una noche totalmente espectacular.
Una que volvería a repetir un sin numero de veces más.
My devil on the bed~
Fin.