Desliz
Capitulo 2: Conociendo el placer sumando dolor.
Habían tenido que hacer un esfuerzo sobre humano, por contenerse mientras Nix conducía a su apartamento, Fénix no paraba de besarla, tocarla, si no se detenía, podían chocar y matarse.
Sacando sus llaves del bolsillo, Nix abría la puerta, sin darle tiempo a nada, Fénix la cerraba tras ella, para atraerla sus brazos y besarla con deseo, llevándola entre besos al mesón de la cocina, donde la levanto sentándola para besar y morder su cuello.
"Menos mal que era yo la necesitada..." ahogando un gemido de placer, Nix se burlaba.
"No puedo contenerme, me excitas, me gustas, me encantas..." Deslizando con rapidez las botas de cuero de los pies de Nix la recostaba un poco para comenzar a bajar las medias pantis de la chica, cada cm de tela que quitaba, era acompañado de besos y caricias a sus muslos, caderas y piernas.
Mientras besaba aquella piel, de regreso hacia los muslos, sintió una zona de piel distinta, rozando con sus dedos aquella herida, miro a su compañera a los ojos.
"¿Volviste a hacerte daño? Pensé que ya no te cortabas..." susurro, prestando especial atención a esa herida, por alguna razón Fénix sintió la necesidad de lamer despacio, succionar un poco, aquello provoco cierto placer en Nix, quien gimió ante el acto.
"Fue un arrebato de rabia... necesitaba liberar tensión, por lo de Crish esta mañana..." confeso jalando a Fénix del cuello de la camisa para besarla.
"Estuviste todo el día conmigo… ¿En qué momento te hiciste daño?" deslizando la falda, fuera de su dueña, comenzaba a desabotonar la blusa escotada que su amante llevaba.
"Hay un juguetico que corta muy bien, justo en mi cartera..." jadeando al sentir los dientes de Fénix morder su cuello se estremecía.
Una idea paso por la mente de Fénix, mientras ayudaba a Nix a quitarle la camisa, desabrochar su cinturón y quitarse las botas, sonrió con malicia.
"Te propongo un juego..." susurro de forma sensual al oído de la chica, quien la miro con interés al ver que su amiga se separaba para mirarla.
"Te escucho..." cruzando sus piernas, en una pose sugerente y provocante sobre el mesón, esperaba una respuesta.
Fénix Camino par de pasos, abriendo la cartera, miro con interés aquella pequeña daga medieval, que adornaba una especie de llavero.
"¿Te gusta? -inquirió Nix al ver como Fénix admiraba el objeto- Te la regalo si quieres, me costó conseguirla, pero puedo obtener otra..." Caminando hacia su compañera, se le insinuaba de nuevo.
"Vamos a divertirnos -sonriendo con malicia- La noche es joven..." aprovechándose de su tamaño y fuerza, acorralo a Nix contra la pared, mientras la besaba con marcada pasión y deseo, subió sus manos a su cabeza y las sostuvo, antes de atarla con el cinturón, aquel acto tenso a la joven de mirada oscura.
"Vamos, no es como si nunca te hubieran sometido"- de nuevo beso esos labios que le provocaban al límite, mientras sostenía las manos de Nix arriba de la cabeza, acto seguido tomo su cinturón y ato a la chica -Aun estas tensa cariño- la acostó en la cama, y empezó a besarla suavemente, mientras deslizaba la daga por el cuerpo de la joven piel canela.
Mientras Nix se relajaba en la cama, el toque de la daga por su cuerpo la excitaba, la prendía, le estaba afectando, ya habían pasado mucho tiempo sin que nadie la provocara de la manera en la que Fénix la estaba excitando.
“No es justo que yo tenga las manos atadas y tú puedas tener todo el entretenimiento, de mi” reclamo la chica.
"Entonces dime lo que prefieres" -apoyo la daga junto a la vena yugular de la chica mientras esta se ponía tensa de miedo y excitación mientras Fenix sonreía con malicia - "un corte mortal" -deslizo la daga a un costado de los pechos desnudos de la joven- "o un corte que te excite tanto a ti como a mi"-acto seguido, Fénix agarro la daga y la puso en su pecho haciendo un corte profundo dejando brotar la sangre mientras Nix miraba atenta, absorta y aun mas excitada en lo que parecía ser un festín para ella, mientras Fénix seguía cortando con la daga y viendo como su sangre brotaba, se acercaba a Nix para que esta pudiera mirar la herida recién hecha.
"Y decías que yo estaba loca" dijo mientras lamia con recelo la sangre esparcida por el cuerpo de la chica de ojos miel.
“Acércate... -exigió Nix a su amante, al ver la herida de la misma- lo disfrutaras tanto como yo...” Lamiendo despacio la herida, succionaba con calma aquella zona sensible, el jadeo de su amante la hizo excitarse aun más.
Mientras se liberaba con maestría del agarre del cinturón, dejo su boca atendiendo aquel profundo corte, mientras sus manos, se apoderaban de aquellos medianos y firmes pechos, masajeando firme, fuerte, sensual, transformaba aquellos jadeos, en suaves gemidos.
Gemidos que Fénix parecía no darse cuenta que emitía, Miraba a Nix absorta en la sangre. En la herida, y en varios momentos el fuego de los ojos de la joven piel canela la encendían, esto era muchísimo mayor que solo excitación, era más que lujuria.
Empujándola, la hacía caer en la cama, subiéndose sobre ella, tomaba de nuevo aquella pequeña daga, para cortar un poco más, en la separación de sus pechos, aquel corte menos profundo, tomándose su tiempo de rasgar la piel despacio, torturante, como si quisiera mantener una eternidad para consumar el acto. Deslizando su mano izquierda por el costado de Fénix, camino a su intimidad.
"Deléitame con tus gemidos…"Susurro de forma sensual Nix al oído de la chica, antes de morder su lóbulo con fuerza, y penetrarla sin avisar. Agradeció internamente sentir aquella humedad.
Fénix gemía con fuerza, tenia los Dedos de su amante en la intimidad, aun la herida que ella misma acababa de hacer estaba sangrando, la combinación de sangre con humedad, tenía la fuerza perfecta para hacer que fénix no tuviese limites en la cama, -gime, mas para mi, excítame- decía Nix mientras cobraba fuerza con los Dedos metidos en la intimidad de Fénix, excitada y muerta de placer alcanzo de nuevo el cuerpo de Nix apretando la espalda de esta, notando un cierto gemido en sus brazos.
Nix arqueo un poco la espalda al sentirse aprisionada por los brazos de Fénix, a la par que las uñas de esta se incrustaban en su espalda, no podía negarlo, le encantaba esa sensación de dolor, sumado a lo excitada de oír a su amante gemir tan fuerte, profundizo más aun la penetración, moviéndose con mayor violencia, aquel vaivén de entrada y salida en la intimidad de Fénix, la obligo a mover sus caderas a la par de cada embestida.
Abandono la herida, para centrarse en los pechos, sabía que aquel punto también le encantaba, deslizando con sensualidad su lengua por aquellos erectos pezones, lamio con maestría, antes de succionar de golpe, con violencia y morder ligeramente.
Fénix sorprendida de la maestría con que Nix tenía de excitarla, de tener la embestida mas fuerte a cada instante mientras su cadera seguía el movimiento de sus Dedos, seguía el movimiento de sus manos por su propio cuerpo y el de ella, mientras esta agarraba a Nix por el cuello, alborotándole el cabello negro, teniendo en cuenta que si mordía mas fuerte sus pezones podría tener un orgasmo ahí mismo, mientras su humedad lograba hacer que los Dedos de Nix penetraran aun más profundo.
- Hazme Tuya- exclamo Fénix al oído de Nix.
-Hazme tuya y llévame lejos- suplico la joven ojos color miel.
Nix aumento el paso, aumento la embestida a la intimidad de Fénix, tenía la conciencia de que Fénix era buena en la cama y no quería decepcionarla, después de haber esperado tanto tiempo para poder tenerla entre sus sabanas.
"Tus deseos son mis órdenes..." Sonriendo con sadismo, agrego un dedo más a la penetración, podía entrar con facilidad, ya 4 de ellos, dejando afuera el pulgar, presiono aquella zona de la chica que faltaba: su clítoris.
Presionando gentil pero firme, hacia movimientos circulares, mientras penetraba lo más fuerte que podía, profundo, sentido, mordiendo con violencia aquel pezón mas duro que una roca, succionaba segundos después, de deslizar su boca de regreso a la herida, para morder entrecortadamente, y lamer con avidez, el sabor era exquisito, el hierro que emanaba la hemoglobina la enloquecieron, por lo que no pudo evitar, morder de repente mas fuerte aquella herida, saliendo de golpe de la intimidad de la chica, regreso a su interior en una embestida violenta, profunda y salvaje.
Fénix Gemía con fuerza, retorcía su espalda, tenía las manos encajadas en la piel de Nix, las uñas se le marcaban en su piel, y por cada embestida más fuerte, por cada roce a su clítoris, Fénix se sentía en el cielo, no podía describir las sensaciones de placer que le estaba provocando esta joven, -no tengas piedad, Nix- tenía su cuello atrapado, junto con su espalda, sentía algo húmedo en sus manos, el sudor llegaba a perlarle la frente y el cuerpo, parecía retorcerse del placer, cada embestida más profunda, más salvaje cada vez llegaba y seformaba parte del orgasmo en su interior, el roce de su clítoris con el pulgar de la joven la hacían gritar el doble, sabia fénix, que no era capaz de controlarse en el orgasmo, tenía que gritarlo, gritar el nombre de Nix, había segundos en donde no podía percibir que era que o donde estaba, Podía disfrutar a comodidad esta experiencia.
Tenía el orgasmo en la puerta, pero no quería dejar de sentir los dedos de su Amante, tenía que aguantarlo, disfrutarlo, Abrirse más.
Nix sonrió con malicia ante ese gesto "Te daré lo que quieres" Informo mientras separaba las piernas de la chica, obligándola a abrirse lo más que daba, abandono la herida, para deslizarse en besos y mordidas a la intimidad demás de húmeda, sonriendo de nuevo, se apodero del clítoris con su boca, dejando el pulgar libre, se movió un poco más, penetrándola con él, su mano pequeña, forzó un poco la entrada, pero logro amoldarse poco a poco a aquella cavidad, mordiendo el clítoris, uso la mano libre para presionar la herida mas profunda de la chica, como un interruptor, que buscaba encender la chispa faltante en aquel cuerpo, que ya convulsionaba del placer recibido.
"Se mía ahora..." Susurro al penetrarla completamente, firme, de un golpe, mientras succionaba aquel sensible clítoris, para morderlo segundos después.
Con la espalda arqueada, la manos atrapadas en las sabanas, que parecía que las iba a arrancar de la excitación, como si recibiera una explosión, ahogo un grito, sabiendo que el orgasmo no tardaba en venir, al recibir la boca de la joven en el clítoris y su mano entrando por completo a su intimidad, grito el nombre de la joven.
-¡NIX!- mientras se retorcía y gritaba aun mas, disfrutando del orgasmo formado, fuerte e intenso, sin límites, con la mano en la herida, aumento más el orgasmo, parecía un botón para aumentar la intensidad.
-Soy tuya, soy tuya- repetía entre gritos ahogados, mientras buscaba el cuerpo de la joven, para proporcionarle lo último de su orgasmo en forma de un Beso profundo y francés el momento se iba calmando, el cuerpo de Fénix se relajaba.
Cuando en un instante sorprendió a Nix, algo le faltaba no era suficiente haber llegado al clímax con aquellas caricias, tomando la navaja en sus temblorosas manos, Fénix corto su cuerpo con la daga en el abdomen, y parte de su pecho, fuertemente, provocando mas excitación, mas fuego a la leña, mas sangre seguido de unos gemidos ahogados y mas embestidas fuertes intensas, y más orgasmos.
Varios minutos después, Nix se recostaba agotada en el pecho de Fénix, quien aun jadeaba entre cortadamente.
"Tengo que admitirlo, fue demasiado rico y excitante..." Besando aquellos labios, suspiraba satisfecha.