***Con Gaara***
Había sido una mañana de locos; juntas con sus empleados, junta con los empresarios, junta con los inversionistas y uno que otro despido o contratación. Al fin tenía 5 min antes de regresar a trabajar.
Entro su secretaria, una peliplata, de ojos miel; muy atractiva. Algo agitada, entro sin tocar, lo busco y cuando lo encontró acostado en su sofá, solo pudo decir algo; sin embargo no se le entendió.
-¿Qué?- algo que podía molestarlo, era que no le hablasen claro
-Bueno, lo que pasa... es que... Uf...- suspiro y tomo mucho aire, para decirle la noticia sin tartamudear- ¡¡SU ESPOSO ESTA DANDO A LUZ!!- no pudo evitar, gritarlo; ya que sabía que si lo decía tranquilamente se trabaría.
-¡¿¡QUE!?!- le grito más que asustado
-Está en el hospital y está dando a luz, llamo su sirviente Iruka- le decía mientras iba detrás de él, mientras Gaara iba a toda velocidad con dirección al estacionamiento- ya que me imagino va a quedarse con Naruto, cancelare todo y lo recorreré para mañana al medio día; no puedo retrasarlo más, lo lamento
-No, está bien muchas gracias- le sonrió, mientras entraba a su carro; y aceleraba en dirección del hospital, un inconveniente era que el hospital estaba "tendido" de ahí. (*Cherry: Tendido = Lejos)
***En el hospital***
Nunca creyó, volver a estar en esa situación; aunque esta vez el caso no era lo mismo, al final de cuentas odiaba con todo su ser los hospitales. Le recordaban malas épocas de toda su vida; desde su niñez, su adolescencia y ahora.
Incluso cuando tuvo a Hana, lo hizo en su casa. Contrato a una partera y ahí en su baño paso todo.
Ahora, era momento de esperar y que le dijeran como estaba Naruto, llegaron casi en seguida. Qué bueno que se quedaron en la casa de Sasuke, y que bueno que la misma estaba en el centro. Su mente daba vueltas... No quería recordar, nada.
-Hola Deidara- le dijo sonriente
-Hola, Doc.- le contesto la sonrisa, muchos años de conocerse le permitían tutearse y de mas- ¿Cómo salió todo?
-Muy bien, está en su habitación y en cuanto despierte le llevaremos al bebe; ya que le están dando un chequeo rápido- sonrió, para decirle- si quieres puedes irte a su habitación
-Claro, ¿Cuál es?
-Bueno... No sé porque, pero... Le toco...- el quería a esa familia y mucho.
Fue alumno de Tsunade, atendió a Minato cuando Kushina le rompió la cabeza y el apenas era un residente, atendió todos los partos de Kushina y los momentos en que la enfermedad de ella empeoro; también atendió todos los accidentes que tuvieran los niños (*Rebek: Entiéndase cortadas, Huesos rotos, etc.) y todas las veces que Naruto terminaba ahí, por hacer alguna estupidez encontrar de su vida
-¿Doc.?- pregunto sacado de si, al verlo con esa expresión; llena de felicidad, tristeza, decepciones y rememoras
-El... está en la habitación que fue de tu madre- le dijo con pesar, retrasar el momento no serviría de nada
-¿La ultima?- le pregunto con dificultad
-Si- le dijo con la cabeza gacha
-Gracias, Doc.- le sonrió para irse en dirección de la habitación, para agregar mientras se despedía con la mano- me sé el camino- le dijo con ironía
Llego en la habitación, no había cambiado y como en aquella ocasión tenía mucho miedo de entrar; pero esta vez se llenó de valor al recordar que esta situación era diferente. Entro por completo y ver a Naruto en una cama de hospital, le trajo más recuerdos desagradables; pero los ahuyento moviendo la cabeza rápidamente.
Se sentó en el mini sofá de la habitación, esperando el momento en que Naruto despertara. Pero, dado que la noche anterior no durmió bien; pues se la habían pasando arreglando lo de la fiesta y recordando buenos momentos. Se moría del sueño y aunque luchaba por tener los parpados abiertos, ellos ganaron el raund y se durmió.
Pero en lugar de tener un dulce sueño, recordó la última vez que vio a su mama... en esa habitación...
***Flash Back***
(*Rebek: ¿No seria sueño? 0_0?)
-Mi niño... veme a los ojos- dijo una mujer mientras le levantaba la carita a un pequeño rubio- ¿Por qué no quieres verme a los ojos, mi niño?
-Es que... todo esto... - dijo mientras unas pequeñas lagrimas corrían por sus mejillas- es... mi culpa...
-Eso no es cierto- dijo con una voz seria, pero al ver que el pequeño se tensaba cambio su tono de voz a una más dulce, la misma voz dulce con la que siempre le hablaba- no quiero que pienses eso mi niño...
-Pero es que...
-No quiero que creas eso, dime... ¿Por qué crees eso?
-Yo... yo no... Se
-Mira mi niño el que yo tenga esta horrible enfermedad no es tu culpa, al contrario por ti es que pude salir adelante, durante tanto tiempo, tú y tus hermanos son mi motor, pero tengo que ser sincera contigo...- le decía dulcemente, para preguntarle seria- ¿Puedo ser sincera contigo?
-Si... si mama
-¿Lo tomaras como un niño grande?
-Si... si mama
-Sabes siempre me ha impresionado la madurez que tienes, a pesar de ser tan pequeño- dijo orgullosamente mientras le acariciaba la mejilla
-Gracias mama- dijo con una tierna sonrisa
-Mira mi niño... yo no creo que pueda más...- fue interrumpida por su hijo
-¡¡¡No digas eso mama!!!
-No me interrumpas...- le dijo a su hijo con una cara de seriedad la cual cambio a ser una bella sonrisa
-Disculpa... mama
-Bueno... yo quiero pedirte un favor, ¿Puedo pedirte un favor?
-Si... si mama, yo... yo haré lo que sea... por ti
-Yo quiero que... cuides a tus hermanos... pero sobre todo a tu hermanito Naru...
-¡¡¡No!!!- grito el pequeño lo cual dejo desconcertada a su madre- ¡¡¡No, yo no lo cuidare, no a él... a mis hermanas sí, pero a él no... Papa dice que es su culpa, el que tú estés aquí!!!- de pronto recibió una pequeña bofetada
-Yo... lo lamento...- dijo ella al darse cuenta de lo que había hecho- pero... ¡¡¡Pero no quiero que te vuelvas a expresar así de tu hermanito!!! Él es más pequeño que tu... tú tienes 7 y él tiene 3 tú le llevas 4 años... eres el mayor de todos y él es tu responsabilidad... al igual que tus hermanitas ¿Entiendes?
-Pero... papa...
-Tu padre solo busca como darle una explicación, pero no la tiene; aparte tiene miedo, y yo tengo esta enfermedad desde hace mucho, ¿Entiendes?
-Si... si mama
-Ahora promete que cuidaras a tu hermano, él es tan delicado, frágil y el más pequeño de todos ustedes- porque Kushina podría ser más distraída que "una mosca, que quiere salir por la ventana cerrada, aunque la puerta este abierta", pero podía darse cuenta de las personalidades de la gente y sus hijos jamás serian una excepción
-Si yo...- fue interrumpido por su madre
-No quiero que lo prometas, si no lo vas a cumplir
-No mama, yo... yo lo voy a cumplir
-Ven aquí- el pequeño se acercó a su madre, la cual lo abrazo con todo el amor que una madre puede ofrecer, después de un tiempo así lo separo para decirle- trae a tus hermanos
-Si mama- salió el pequeño, para después entrar con otros dos rubios y una pelirroja más pequeños que el
-Hola mis niños
-Hola mami-dijeron las pequeñas niñas
-¡Hola mami!- dijo el pequeño rubio saludando con su pequeña mano- mira Deidara me está agarrando de la mano, mami- dijo el rubio con emoción ya que su hermano no le mostraba ningún tipo de afecto, gracias a su padre; pero el ignoraba todo eso.
-Si ya vi...- dijo con una sonrisa- vengan aquí, saben quiero que se cuiden entre todos y que se quieran siempre... que jamás se les olvide lo mucho que yo los amo... y que son lo más importante en mi vida y mi más grande logro... y también que... siempre tienen que ser felices... saben... quiero que me prometan que siempre buscaran la felicidad, sin importar lo que la demás gente diga, ni lo que les intente frenar porque al final lo único que importa... es su felicidad
-Lo prometemos- dijeron los cuatro niños al unísono, para luego abrasar a su madre
-La hora de las visitas termino- dijo un enfermera rechoncha parada en la puerta- niños despídanse de mama, ya es hora de que descanse, mañana podrán verla de nuevo
-Si- dijeron al unísono, le dieron un pequeño beso cada uno- nos veremos mañana- se despidieron, para luego salir juntos
***End Flash Back***
Itachi movía a Deidara, parecía llorar en sueños; pero él sabía lo que debería de estar soñando, en ese instante como para estar así. Ya habían pasado por eso...
***Flash Back***
Itachi despertó a Deidara, lloraba y pedía perdón angustiado. Ese día era especial, era la primera vez que hacían el amor; lo malo es que días antes Naruto había caído en depresión y lo tuvieron que internar al tener un ataque. Por esa razón Deidara estaba ahí con él, ya que afirmaba tener miedo, ya que nunca había estado solo.
Itachi no necesito más, que eso y una noche paso; todo fue perfecto, hasta que Deidara lloro entre sueños. Ahora que despertaba y le contaba su sueño, lo comprendía todo. (*Rebek: El Flash Back, anterior)
Ahora Itachi lo abrazaba y Deidara lloraba a "cantaros" (*Miszh: Cantaros = Mucho). Cuando al fin se tranquilizó, hablaron; sobre lo que Deidara sentía.
-Pero después de ese día jamás la volvimos a ver, ya que falleció, después de eso yo cuide de todos, principalmente a Naruto de todo y de todos; incluido mi padre ya que realmente parecía detestarlo, y cuando yo tenía 9, y Naruto 5 nuestro padre se suicidio, jamás supimos el por qué detestaba a Naruto ni tampoco porque se quitó la vida; quedamos al cuidado de unos tíos los cuales 6 años después también fallecieron en un accidente, así que nos quedamos solos
-¿Cuando tú tenías 15?- pregunto curioso
-Sí, y Naru apenas iba a cumplir los 11, fue poco antes de que nos conociéramos, pero...- le dijo desanimado- gracias a que no teníamos mas familia que nos ayudara; bueno teníamos a la familia política, pero esa no era aceptada y también las influencias que papa llego a tener, nos ayudaron y yo pude emanciparme; para así hacerme cargo de mis hermanos...
-¿Y qué paso después?
-Recuerda medio año después Naruto tuvo su primer intento de suicidio, pero no fue hasta el segundo intento que decidí internarlo
-¿Y, porque hasta el segundo?
-Creí que si le daba otra oportunidad no lo intentaría de nuevo, pero falle...- dijo mientras sus ojos se llenaban de lágrimas nuevas
-Tu no fallaste, hiciste todo lo que estaba a tu alcance- dijo mientras lo abrazaba
Y así pasaron la noche, hasta que Deidara se tranquilizó.
***End Flash Back***
-Dei, amor- le llamaba Itachi, jamás se imaginó que amaría a alguien tanto como lo hacía con Deidara.
Deidara despertó, con tristeza en los ojos; Itachi lo abrazo y consoló; poco después era como si nada hubiera pasado.
-Dei- llamo Naruto suavemente, a lo que Deidara se paró y se acercó rápidamente
-¿Cómo te sientes?- le pregunto suavemente, mientras le acariciaba el cabello
-Bien- le dijo con una sonrisa
-Qué bueno Naru- le dijo Itachi parándose al lado de Deidara- iré a decirle a las enfermeras que despertaste- le dijo mientras salía de ahí
-Iruka, me dijo que fuiste muy valiente y que no hiciste escenas- le mención orgulloso
-Gracias, jeje jeje, oye Dei...
-¿Qué pasa, pequeño?
-¿Ya lo viste?- le pregunto nervioso
-No, se encuentra en cuneros- pero al ver que la mirada de Naruto se ensombrecía agregó muy feliz- pero las enfermeras me han dicho que es un niño sano y muy lindo
Y Naruto solo pudo sonreír
-¿Y Gaara?- pregunto al no verlo ahí
-Llamo para avisarnos que se atoro en el tráfico- le dijo algo apenado- pobre estaba desesperado y nervioso- le dijo sonriente para después comenzarse a reír- Jajaja...
-Dei, que malo eres- le dijo en tono de reproche fingido, pero después se comenzó a reír- Jajaja...
-Miren que lindura traemos por aquí- dijo la enfermera rechoncha, con un pequeño bulto en los brazos- mira, pequeño; aquí esta papi...- le decía cariñosamente, mientras se lo extendía a Naruto, mientras Itachi se paraba al lado de Deidara.
Naruto, lo recibió con cuidado. Se sentía nervioso, con ansias, aliviado, feliz, triste, con ganas de llorar; pero al verlo tan pequeño e indefenso todo quedo atrás y una alegría inmensa se adueñó de él; tan grande fue que no pudo mencionar palabra alguna y comenzó a llorar.
CONTINUARA...