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Universidad en Karakura por Cucuxumusu

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El pulpo gigante volvió a la carga y se lanzo contra las piernas de Hisagi en un intento de derribarlo. Este lo esquivo con un ágil salto y aprovecho ya de paso para clavarle la espada que sostenía en su mano, finalmente la inmunda criatura soltó un chirriante grito y acabo muriendo.

-Yo ya he acabado por aquí- grito mirando al resto - ¿Cómo vais vosotros?-

El capitán del barco pirata se encontraba en aquellos momentos luchando contra  un dragón enorme de color rojo que llameaba y volaba sobre su cabeza, a lo que él, simplemente, reía maniáticamente mientras agitaba una espada desgastada contra la criatura. Por su parte el resto de la tripulación se enfrentaba contra el ejército de zombis del infierno que surgían de agujeros en el suelo.

Hisagi suspiro, ¿por que todo aquello parecía sacado de una película de ficción?  Miro al pulpo tirado a sus pies ¿Se podría comer? Quien sabe si tuviese tiempo se molestaría en averiguarlo, pero el castillo al frente suyo y encima de la empinada montaña le decía que tenia que irse adelantando para encontrar a Escalibur y acabar con la maldición de las narices y aquella locura surrealista.

Sin pensar mucho en todo aquello empezó a correr hasta el castillo con las ultimas fuerzas que le quedaban y al cabo de un rato comenzó a dejar de escuchar los gritos de sus compañeros y le rodeo el más absoluto silencio.

-¿Qué cojones es este sitio?- Acababa de entrar en el castillo y el ambiente a lo película del conde Dracula le estaba poniendo los pelos de punta.

Un brillo azulado capto su atención y corriendo se dirigió a la sala de donde provenía y que parecía ser el salón del trono. Allí encontró la esplendida espada que estaba clavada estúpidamente en una roca “Esto ya lo he visto en algún lado” pensó momentáneamente. Suspiro por octava vez en aquel dia, y  agarrando la espada con mano firme tiro de ella para sacarla.

No paso nada

Volvió a tirar ahora con más ganas de la maldita espada. Nada. Aquello le estaba empezando a cabrear, no habían escalando montañas y bajado hasta el mismo infierno para que ahora la espada no saliese. Golpeo la piedra, volvió a tirar la espada y estaba a punto de tirarla por la ventana ya hasta las narices de la situación cuando de repente unos pasos repiquetearon a su espalda y un moreno apareció en la sala.

-Hisagi- le llamo Kaien-¿Qué pasa, no puedes sacar la espada?-

-No, parece que esta atascada- explico intentando calmarse.

-Mierda, no hemos pasado por todo esto para nada- murmuro el otro concordando con sus pensamientos.

Kaien se acerco a él por la espalda y le rodeo desde atrás apoyando sus manos sobre las suyas entorno a la empuñadura de la espada. Hisagi se sonrojo ante el contacto y la proximidad del otro, pero tampoco protesto. Sentía el agitado pecho del otro subir y bajar contra su espalda en un intento de recuperar la respiración y curiosamente aquella sensación comenzó a relajarle.

-Venga a la de tres- empezó Kaien. Hisagi ignoro sus pensamientos estúpidos y agarro con firmeza la espada concentrándose en el pedazo de metal.

-Uno…Dos…tres- ambos tiraron y la espada salió de la roca como si nunca hubiese estado atascada y haciendo que ambos cayesen de culo al suelo.

Un coro de ángeles celestiales comenzó a inundar la sala mientras una luz blanca lo envolvía todo. “Genial ¿que toca ahora?” pensó Hisagi mientras Kaien a sus espaldas reía divertido.

-Bien aventurados vosotros dos, vuestro amor puro y sincero ha conseguido salvar al mundo del apocalipsis-

¿Apocalipsis? ¿Que apocalipsis? Hisagi se había perdido en toda aquella historia en cuanto había aparecido el dragón, ¿o había sido cuando lo de la sirena asesina? Quién sabe. Miro al ángel divino con cara de “genial otra alucinación” y entonces se dio cuenta de algo.

-Espera ¿Como que amor puro y sincero? Aquí nadie esta enamorado de nadie- empezó a la defensiva más rojo que un tomate.

-Jajaja- reía Kaien como siempre mientras le envolvía en un abrazo-  venga por que no lo reconoces de una vez-

Y sin previo aviso y sin que la situación tuviese ningún sentido le giro la cabeza para que sus labios se juntasen por fin en un beso. Hisagi cuyo cerebro había dejado de buscar explicaciones hacia mucho tiempo, se quedo un rato quieto, pero finalmente correspondió al beso con ganas, saboreando a su vez los labios del mayor con desesperación.

-Veis, a eso se le llama amor- les pico el ángel celestial, a lo que Hisagi se separo rápidamente del otro y miro al ángel enfadado.

-No…no es lo que parece, como he dicho aquí nadie ama a nadie-

-Oh venga ya, voy a hacer que lo reconozcas de una vez- protesto enfadado Kaien y sin darle tiempo volvió a juntar sus labios.

Hisagi le abrazo posesivamente y pego sus cuerpos inconscientemente a la vez que abrió la boca y le dejó vía libre a la lengua del otro. Kaien encantado aprovecho la oportunidad y comenzó a recorrer la suave cavidad del otro con ansias y ya de paso coló una mano por debajo de la sudadera del menor comenzando a recorrer aquella delicada piel que tanto había deseado.

-Bueeeno…yo creo que me voy de aquí- susurro el ángel antes de desaparecer en otro brillo y coro celestial al que ninguno de los dos amigos prestaron mucha atención.

Kaien había conseguido quitarle la sudadera al menor y ahora tumbado sobre él se dedicaba a recorrer aquella tersa piel con su lengua mientras el otro simplemente gemía y le tiraba del pelo.

-Kaien…ah…espera…aquí no- intento detenerle el otro incomodo aun con la situación a lo que el mayor gruño.

-Los otros están peleando contra los zombis, tardaran en venir aquí, relájate- y para enfatizar sus palabras comenzó a acariciar la ya prominente erección del otro bajo la tela del pantalón.

Hisagi soltó un pequeño grito de sorpresa y las manos sobre su pelo hicieron más fuerza. Kaien sonrió orgulloso. Con malicia repitió la caricia y el menor se arqueo sobre el suelo cerrando los ojos con fuerza.

Aquello estaba empezando a encender a Kaien más de lo que debería: tener al menor así, tan entregado a él…

-Levanta las caderas- ordeno y cuando el menor le obedeció, tiro de los malditos pantalones dejándole totalmente expuesto bajo él. Se relamió, aquello era mejor que sus fantasías.

-Kaien- le llamo el menor mirándole con desesperación.

-¿Sabes lo que viene ahora?- pregunto conteniéndose y dudoso, no quería forzarlo, ni hacerle daño, tenia que comprender lo que iban a hacer y aceptarlo por las buenas.

Hisagi asintió a su pregunta mirándole con un deje de miedo, Kaien trago saliva, un rechazo en aquellos momentos podía dejarle sin pelotas por el resto de su vida.

-¿Quie…quieres que lo hagamos?- pregunto dudoso.

Hisagi bajo él enrojeció, pero luego le sonrió con aquella sonrisa que iluminaba su mundo.

-Un poco tarde para preguntar idiota- se burlo, luego mirándolo serio le pidió- pero con tranquilidad, yo nunca…y no se…-

Kaien no se pudo contener más, sentía que su pecho podía estallar de la felicidad que sentía en aquel momento. Le había aceptado, su Hisagi, la persona a la que más quería… Volviendo a juntar sus bocas empezó a preparar al otro con sus dedos rápidamente.

Hisagi soltó un pequeño gemido de dolor y se aferro a él, a lo que el mayor le dio un suave beso de disculpa y empezó a mover los dedos dentro del él buscando aquel punto específico. Y entonces lo encontró.

-Ah- grito inundado de placer Hisagi pegando aun más sus cuerpos- más…ah …vuélvelo a hacer-

Kaien volvió a moverse y al rato tenia a un totalmente preparado Hisagi bajo el retorciéndose de placer y pidiéndole que siguiese. Trago saliva, aquella era la imagen más erótica que había visto nunca y su miembro ya totalmente erguido pálpito dolorosamente.

-Hisagi- le aviso- voy a entrar- el otro solo le miro esperando.

Y entonces bajándose el pantalón comenzó a introducirse dentro de él. Hisagi abrió las piernas aun más y echo la cabeza para atrás intentando controlar aquella oleada de placer y dolor que le estaba inundando.

-¿Estas bien?- pregunto el otro preocupado ante sus reacciones.

-Por dios…no pareeh..-y el menor ansioso comenzó a mover las caderas sobre la longitud del otro.

Kaien gimió ante aquello, el otro era tan estrecho, tan cálido y húmedo. Agarrando el olvidado miembro del otro empezó a dar embestidas al mismo tiempo que intentaba seguir el ritmo que el otro le imponía.

Sus mentes desconectaron. Solamente estaba ellos dos en aquella habitación, solo ellos dos en su búsqueda de placer. El calor fue aumentando y la velocidad incrementándose. Más profundo, más fuerte. Kaien golpeaba sin compasión aquel punto dentro del otro haciendo que el menor sintiese que podía morirse en aquel momento por todo el placer que estaba recibiendo. La mano del mayor se movía sobre su miembro instándole a que acabase, apretándole y frotándole tan salvajemente que con una gran sacudida acabo viniéndose sobre ella.

-Kaien- chillo en un intento de avisarle mientras, sin poderlo evitar, se derramaba sobre el otro.

Kaien por su parte sintió al menor temblar bajo él en una última sacudida que hizo que las paredes el menor se apretaran entorno a su miembro. Succionándole y apretándole de tal manera que no tardo mucho más en acabarse derramando también él en el interior del menor.

Estrellas azules brillaron en sus ojos y una oleada de calor y placer recorrió cada una de sus terminaciones nerviosas dejándole totalmente agotado.

Y entonces el mundo volvió a la normalidad.

-Increíble- susurro cuando hubo recuperado el aliento, aun con el menor acurrucado contra su pecho.

-Cállate- le ordeno un enrojecido Hisagi que no se atrevía aun a mirarle a la cara por lo vergonzoso de la situación.

-Jajajaja- se rio el alegre dándole un cariñoso beso en la cabeza- te quiero Hisagi- murmuro contra su oreja apretándole más en el abrazo.

Cállate!- chillo histérico el otro ahora si más rojo que un tomate y sin saber donde meterse.

-Bueno, bueno- soltándole un momento se separo de él y levantandose se dispuso a vestirse-creo que deberíamos bajar, todavía tenemos que derrotar al rey oscuro y los otros estarán a punto de llegar- explico mirando a Escalibur en el suelo a unos pasos de ellos.

De repente noto un tirón en su pantalón y al darse la vuelta se encontró a un Hisagi aun sentado en el suelo y desnudo que miraba con un extraño interés a la pared de la izquierda. Su piel estaba sudorosa y los mejillas y labios rojos por los besos y el calor.

-Yo…yo también te quiero idiota- murmuro entonces débilmente el menor.

Kaien trago saliva, al parecer los idiotas de fuera tendrían que esperar.

“Segunda ronda allá vamos”

 

.

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Volvían a encontrarse en la sala del director, Grimmjow, Ichigo, Kaien, Kensei y Hisagi y este les miraba con una de aquellas sonrisas psicópatas.

-Habéis sido los últimos en llegar ¿Tenéis algo que decir?- siseo.

-Em- empezó un Ichigo al que Grimmjow abrazaba por la cintura- ¿Donde están Kon  y Shirosaki?¿A ellos no les vas a decir nada? Todavía no han llegado-

-Ellos han salvado este país y son héroes nacionales- comenzó el director- además han decidido alistarse en el ejercito y ahora están bajo el mando del teniente Urahara-

-¿Qué?- preguntaron todos sin enterarse de nada ¿Cómo narices había pasado aquello?

-Pero ese no es el tema aquí, la cuestión es que ustedes han llegado los últimos y nuestra prestigiosa universidad ha quedado desprestigiada-

Los cinco tragaron saliva.

-Y bien ¿cual es su escusa?-

-Pues- comenzó Hisagi- había un pulpo y luego el rey oscuro quería destruir la tierra y escalibur…-

El director, Grimmjow y Ichigo le miraron con lastima. Finalmente se había vuelto loco. Pobre hombre, rezarían por el y le recordarían como el buen amigo que había sido. Kaien mientras tanto se rio y le revolvió el pelo cariñosamente.

-Jajaja simplemente nos entretuvimos-

El director les miró serio sabiendo que con esos dos psicópatas no podría hacer mucho más asique se volvió hacia los otros dos.

-¿Y vosotros?-

-Nos perdimos, y tuvimos que trabajar para poder comprar un vuelo de vuelta-

-Entiendo- su tono de voz podía asustar al mismísimo demonio y sus hordas oscuras, lo juraban- en eso caso supongo que tendré que castigarles-Aizen se levanto lentamente y se dirigió a la ventana a su derecha dándoles la espalda.

-Sabéis- Comenzó- el profesor Zaraki, quedo muy complacido después del partido contra España y me a pedido varias veces que le deje entrenaros, creo que ya a llegado el momento-

Los tres empezaron a sudar frio, aquello significaba, la muerte segura, millas y millas que correr, kilos y kilos que levantar y sudor y lagrimas que derramar. Muy pocos sobrevivían a un entrenamiento con Zaraki y ellos lo sabían.

-Además- siguió Aizen interrumpiendo sus pensamientos- Mayuri también me ha pedido algunos ayudantes para su laboratorio después de que el ultimo acabase en coma misteriosamente-

Misteriosamente y una mierda, toda la universidad sabia que había estado utilizando al pobre chaval como sujeto de pruebas, lo que a la gente le extrañaba es que el chico hubiese salido en coma y no definitivamente muerto.

-Y Grimmjow- continuo el director volviéndose a mirar al peli azul que se cuadro como si estuviese en el ejercito- la cafetería sigue necesitando un camarero, aunque ha habido algunos cambios por allí desde que se fueron- pausa dramática- el establecimiento se ha convertido en un Maid-café para incrementar las ventas -

Ichigo intento contener una risa al imaginarse al peli azul vestido de sirvienta mientras Kaien se descojonaba sin pudor alguno y Grimmjow palidecía.

-¿Algún problema?-

Todos negaron rápidamente serios de nuevo y el director volvió a sonreír. Definitivamente estaban muertos y sepultados a kilómetros bajo tierra. Hisagi quería llorar.

-Bueno pues eso es todo pueden irse-

Los cinco amigos salieron por la puerta de la habitación como si un ser invisible les hubiese sorbido el alma. Se dieron el pésame unos a otros y salieron en dirección a sus destinos.

-Oye Hisagi ya que vamos a la facultad de medicina, ¿Te gustaría jugar a los médicos?- pregunto Kaien con una sonrisa retorcida surcándole la cara. Hisagi le miro mal entendiendo a que se refería.

-Si sigo vivo cuando salgamos hare todo lo que a ti te de la gana- anuncio frunciendo el ceño pero con un ligero sonrojo surcando su cara.

 Kaien le miro durante un momento digiriendo sus palabras y luego… tuvo una hemorragia nasal mientras empezaba a hacer planes mentales en su cabeza y callo desmayado.

-Idiota, salido de mierda-chillaba Hisagi golpeándole otra vez más rojo que un tomate.

Kensei a su lado solo les miraba con cara de “¿como me acabe juntando con estos idiotas?”

++++

Mientras tanto en otro pasillo Ichigo se estaba burlando de Grimmjow todo lo que podía y mas mientas este intentaba taparle la boca y hacerle callar.

-Jajaja, y vas a tener que ponerte un vestido…jajaja tu…el asesino en serie….jajaja-Ichigo se agarraba la tripa que empezaba a dolerle- y vas a tener que ir preguntándole a la gente “¿Desea algo mi amo?” prffff jajajajajaja- comenzó imitándole.

Grimmjow mientras tanto simplemente le miraba con la vena en su frente cada vez volviéndose más grande y un aura negra rodeándole amenazadoramente. Finalmente se canso de aguantar toda la humillación, cogió al peli naranja y le estampo contra la pared uniendo sus bocas.

Ichigo se calló y al instante le estaba respondiendo al beso ansioso, adoraba aquello. Con un esfuerzo sobrehumano, después de ver al otro tan dispuesto a seguir, Grimmjow se separo y le susurro.

-Cuando llegamos a casa me las vas a pagar enano, te lo voy a hacer tan a lo vestía que no te vas a poder sentar en una semana- El menor bajo él trago saliva sabiendo que el otro seria capaz de hacerlo y rápidamente comenzó a disculparse.

-Venga Grimmjow que solo era una broma, no te lo tomaras en serio-Pero el peli azul ya había comenzando a andar e ignorándole se dirigió a la cafetería.

Se pararon de nuevo enfrene de la entrada  del establecimiento sin poder creer lo que veían sus ojos. En la puerta de la cafetería había un cartel que anunciaba el tema del día. Aquello no podía estar pasando, no a él.

-Pffff…jajajaja- a sus espaldas Ichigo volvió a la carga.

Una adorable chica vestida con un uniforme de sirvienta y unas adorables orejas y cola de conejo salió a recibirles.

-Bienvenidos al día de los conejos- miro a Grimmjow que seguía en estado de Shock- Ah ¿Es usted el nuevo empleado? Por favor sígame tenemos que disfrazarle correctamente, soy su superior Rukia…-

Las carcajadas de Ichigo pudieron oírse en varios Kilómetros a la redonda durante varios días. Tras los cuales se tiro más de dos meses sin poder sentarse correctamente.

FIN

 

 

Notas finales:

Bueno señores se acabo la historia.

Gracias a todos los que la habeis seguido desde el principio y a todos los que me habeis dejado reviews, os voy a echar de menos T.T

Creo que no me he dejado nada sin concluir pero si es asi por favor decirmelo y intentare solucionarlo.

Un beso wapos

Os quiero


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