Kaien se encontraba en clase intentando entender a la profesora a misma vez que tomaba apuntes. Clase de anatomía. Realmente le gustaba la carrera medicina con todo eso de ayudar a los demás y eso pero ¿Por qué demonio tenía que tener el cuerpo humano tantos músculos y huesos joder?.
La profesora seguía explicando que tendones unían el brazo con la mano y el seguía dibujando una obra maestra en su cuaderno. Volvió a pensar en el chico que se había encontrado ayer, el tal Hisagi, y su mente comenzó a divagar hacia los mundos del yupi imaginándoselo abrazado a él, suplicándole con una inocente cara que quería mas y él entonces…
Su compañero de al lado, Kensei ,se le quedo mirando como con cara de “Genial otro salido” mientras él babeaba sobre el cuaderno. Ofendido le saco la lengua y volvió a intentar concentrarse en la clase.
-Como si tu no fueses un salido- murmuro por lo bajo. Entonces el otro ofendido le clavo el codo en las costillas haciéndole saltar.
Cuando iba a devolverle el golpe la puesta del aula se abrió con un sonoro golpe que dejo la clase en silencio. Un tío con el pelo de punta, un parche en el ojo y cara de asesino maniático, intentaba recuperar el aire después de una agotadora carrara por el campus. Espera, ese tío no era…
-¿Están aquí Kaien y Kensei? – dijo con voz de ultratumba haciendo que todos los alumnos temblasen de miedo.
-Disculpe señor Kempachi pero no puede interrumpir mi clase así- le interrumpió la profesora Unohana mirándole raro y haciendo que todos temblasen aun mas.
-Si ya, lo que sea, ¿están o no?- contesto el otro dando un repaso por la clase con su sádico ojo.
-¿Kaien?¿ Kensei?-Pregunto a la vez su maestra ,que había entendido que no podría hacer nada contra aquel hombre maniático.
Los dos alumnos se levantaron llorando y sabiendo que iban a morir en pocos minutos. Los alumnos del resto de la clase les daban una palmada en el hombro cuando pasaban a su lado, a modo de ánimo y el pésame mentalmente.
Cuando llegaron al frente del hombre, que les sacaba una cabeza, a este le apareció un brillo extraño en la mirada. Ellos tragaron fuertemente listos para lo peor. Kensei y Kaien sintieron las grandes manos del hombre sobre sus hombros y un fuerte tirón y luego…recorrían pasillos a toda velocidad.
Fueron lanzados sin ningún cuidado al suelo, delante de una gran mesa de roble. Aun mareados, intentaron reconocer el sitio donde habían sido tirados cual trozo de basura y se encontraron con Grimmito, con Shirosaki, Kon, Ichigo y Hisagi también aterrorizados y en posición de firmes. Entonces se dieron cuenta de que iban a morir.
Estaban en el despacho del director Aizen que les sonreirá amigablemente desde detrás del escritorio.
-Bueno ahora que estamos todos podremos comenzar-
Kaien y Kensei se levantaron y se posicionaron también como si fueran un ejército al lado de los otros. Kaien, por supuesto, se coloco al lado de Hisagi, pero este estaba mucho más ocupado en observar al recién llegado de pelo gris con cara de adoración. Kaien frunció el ceño enfadado y celoso de que no le dedicasen toda la atención que se merecía.
-Bueno pues verán- comenzó el director entrecruzando los dedos delante de su cara- como sabrán somos la mejor universidad de Japón y como tal ha llegado el momento de salvar a nuestro querido país de la masacre- dijo mirándoles serio.
-…-
Todos le miraron con cara de ”Vaya finalmente se volvió loco” y sudaron la gotita. Grimmjow al lado de Ichigo levanto una mano.
-Em…¿a dicho salvar al país?-
-Así es- dijo Aizen reclinándose en el sillón- Señor Kempachi por favor-
Este apretó un botón en la pared y una gran pantalla descendió del techo y las luces se apagaron. En la pantalla aparecieron una serie de fotos de diversas personas.
-Como sabrán todos, ellos son jugadores del equipo nacional de futbol de Japón- todos asintieron con la cabeza al reconocerles .- sin embargo hace unos días nuestra querida selección sufrió terrible un accidente- una imagen de una montaña rusa rota apareció en la pantalla y todos sudaron preguntándose qué clase de selección tenían- desgraciadamente solo sobrevivieron cuatro el resto está hospitalizado-continuo dramatizando.
-¿Y que tiene que ver eso con nosotros?- pregunto sin poder contenerse Ichigo.
-Buena pregunta, pues vera el emperador me llamo esta mañana- empezó dándose aires de grandeza- y me suplico que le ayudara, ya que mañana teníamos que jugar un partido contra la selección española, la que por si no lo sabéis ganó el último mundial.-
-Ya- murmuraron todos.
-Pero nosotros no teníamos equipo después del desastroso accidente-
-Ya- volvieron a responder empezando a ver por dónde iban los tiros.
-Así que como Japón nunca se rinde, se decidió que juguéis vosotros el partido- finalizo con una sonrisa.
Un denso silencio inundo la habitación. Mientras intentaban comprender la retorcida mente del director. Las imágenes seguían sucediéndose en la pantalla indiferentes. Y el caos estalló.
-Moriremos, vamos a morir- murmuraban Hisagi y Kon abrazados en una esquina de la sala.
-Toma ya, jajaja les voy a dar la paliza de su vida- decía Grimmjow con mirada de asesino, haciendo que Kempachi sonriera orgulloso del chico.
-Espera, espera, espera- comenzó Ichigo acercándose al director- ¿Por qué no juegan los suplentes?- comento intentando buscar una forma de librarse.
-Porque todos salieron corriendo al enterarse de que jugaban contra España, todavía les estamos buscando- le respondió sonriente todavía el director.
-¿Y por qué nosotros?- comento Shirosaki comprendiendo la táctica de su hermano.
-Porque son los que, en el instituto, obtuvieron mejores notas en las asignaturas de deportes, deberían de estar orgullosos de la oportunidad- continuo sonriendo con aquella sonrisa que empezaba a tocarles las narices a los hermanos.
-Moriremos- seguían lloriqueando los otros dos, siendo consolados por un amable Kaien, que les abrazaba y que aprovechaba el abrazo para colar una mano por debajo del jersey del pobre y aterrorizado de Hisagi, recorriendo la suave piel del menor.
- ¿Y por qué no juegan los que están haciendo las carrera de deportes o eso? Seguramente juegan mejor que nosotros y les sirve de entrenamiento y todo- comento Kensei.
-PORQUE MIS CHICOS SON DEMASIADO BUENOS COMO PARA JUGAR CON ESCORIAS COMO LA SELECCIÓN ESPAÑOLA- chillo Kempachi por encima del alboroto. Instantáneamente todo quedo en silencio y todos volvían a tener miedo.
-Bueno pues eso es todo, afuera les está esperando un autobús para llevarles al estadio y que los cuatro supervivientes del accidente les expliquen el resto-
Los siete chicos empezaron a salir del despacho abatidos unos y sonrientes otros. Pero Aizen les detuvo una última vez.
-Ah y una última cosa chicos- su cara sonriente cambio a una de delincuente de la calle y mirándoles con arrogancia les amenazó- como se les ocurra perder y dejar en ridículo a esta prestigiosa universidad algo malo, muy malo pasará, entienden ¿No?- y cerró la puerta de un portazo.
Los siete chico se miraron entre sí muertos de miedo y salieron corriendo en busca del maldito autobús que les esperaba fuera. Mientras en el campus se escuchaban las risas maniáticas del director y del profesor de educación física.
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Llevaban dos horas en el maldito autobús y cada uno iba a su bola. Hisagi había conseguido pedirle a Kensei que jugase a las cartas con él. Iban sentados en el mismo asiento y cada uno llevaba una mano de cartas. Era la última tirada, si Kensei cogía al joker perdía, si no lo hacia perdía él.
Kensei miraba a Hisagi fijamente mientras llevaba la mano las cartas del otro para tomar una carta, sin apartar, en el proceso, la mirada del chico. Hisagi se revolvió inquieto ante la penetrante mirada metálica del otro que parecía traspasarlo.
Kensei acerco la mano al Joker y a Hisagi se le escapo una sonrisilla que el mayor capto al instante y entonces inteligentemente cogió la otra ganando el juego.
-Jo es injusto- se quejo el otro haciendo un puchero.
-JAJA eres muy fácil de leer enano.- Dijo revolviéndole el cabello cariñosamente. Hisagi ante el leve contacto se puso rojo y giro la mirada hacia la ventana, la gran mano sobre su cabeza le hacía temblar levemente y empezaba asentir cosas que no quería sentir.
-No me llames enano, soy Hisagi- murmuro aun sin dirigirle una mirada.
-Si ya, ya, enano- se metió con él el mayor acariciando aun mas los suaves cabellos del moreno y haciendo que este se sonrojase aun más.
Ajenos a lo que pasaba por la mente de su querido amigo, Kon dormía profundamente ocupando los dos asientos en una postura no muy inocente, mientras Ichigo sentado en otro asiento miraba por la ventana con los cascos puestos y la mente en otra parte.
Los tres demonios (osease Shirosaki, Grimmito y un rechazado Kaien) murmuraban sus diabólicos planes, en el diabólico final, del diabólico autobús.
-Deberíamos empezar ahora, MI Hisagi le presta demasiado atención al pelos blancos ese y no me gusta- susurro Kaien con un aura diabólica alrededor mirando a la feliz parejita mientras volvían a jugar a las cartas.
-¿No es un poco pronto?-quiso librarse Grimmjow sin saber muy bien del todo, que es lo que había que comenzar.
-Tranquilícense mis queridos súbditos- susurró Shiro en medio de los dos cruzado de brazos- el plan…
-Espera ¿cómo que súbditos?- interrumpió Grimmjow aun susurrando y con un tono tranquilo como si hablase con un idiota y mirando por la ventana también de brazos cruzados.
-Eso, quien en su sano juicio seria tu súbdito, bastardo- le secundo Kaien mirando mal a la parejita como si con ello pudiese separarla.
Una vena palpitante apareció en la frente de Ogichi “pequeños subnormales…”
-Bien pues ya que no me necesitan que les den por culo, vuelvan a mi arrastrándose y suplicando cuando no conseguían nada- dijo levantándose.
Los otros dos le cogieron de las muñecas obligándole a sentarse de nuevo entre ellos.
-Perdona por ofenderle majestad-
-Si por favor, no nos abandone señoría, no podremos sobrevivir sin usted- contestaron ambos aun mirando por la ventana y con un tono de “eres idiota”.
Shiro quiso partirles la cara a golpes pero les necesitaba para sobrevivir mañana contra el partido contra España, porque si perdían, a saber que les haría el director, así que decidió no hacer nada y simplemente sonrió pasando un brazo por los hombros de sus amigos.
-Bueno si me lo pedís así- dijo con la más maravillosa sonrisa. Los dos amigos lo miraron y decidieron no volver a meterse con él nunca más. Realmente era aterrador.
-Bueno pues esto es lo que haremos- empezó Shiro- :Kaien tu utilizaras la técnica de el chico inocente y torpe y será mejor que le alejes de el pelos blancos, no me gusta como le mira Hisagi, parece como si…-
-Si ya lo sé- dijo crujiéndose los nudillos con cara de asesino viendo como Kensei le revolvía el pelo a SU Hisagi y este se sonrojaba.
-Si quieres te ayudamos-le sugirió Grimmjow a Kaien. Nunca perdía la oportunidad de meterse en una pelea.
-No prefiero hacerlo yo, así aprenderá que pasa cuando se meten con MIS cosas- dijo con un aura asesina a su alrededor pero con un tono tranquilo y calmado y una sonrisa surcando su cara.
“Este tío es peligroso, me alegro de ser su amigo” pensaron los otros dos mirando al moreno y su mirada de odio profundo y sin siquiera pensar que ellos eran exactamente iguales.
-Bueeeeeeno…tu Grimmjow utilizaras la técnica de los celos, iré contigo a ayudarte-
-¿Ein?- murmuró.
-Si ¿no te acuerdas de lo que dijimos ayer?...Bah da igual-
-Bueno pues vamos allá- murmuro Kaien levantándose y dirigiéndose con la feliz pareja a destruir su felicidad.
Los otros dos hicieron lo mismo pero acercándose a Ichigo, que seguía escuchando música.
-Ichigoooo- dijo Shiro abalanzándose sobre Ichigo y abrazándole fuertemente. Un golpe en su cabeza fue la respuesta de este.
-Ichigo ¿porque eres tan malo conmigo?- lloriqueo falsamente.
-¿Qué queréis ?-le echo en cara molesto por interrumpir su momento de felicidad.
-Jo encima que venimos a hacerte compañía- dijo levantándose- sabes si lo llego a saber me quedo a solas con Grimmjow, que es mucho más divertido que tu ¿verdad?- comenzó insinuante.
Se acerco al Pelos azules sentado en el asiento de al lado y pasando las piernas por encima suyo se quedo sentado sobre él, mirándole de frente con los brazos al lado de su cabeza arrinconándole contra el asiento.
-¿Verdad Grimmito?-
-Muérete bastardo- murmuro con aquel tono de desprecio tan característico suyo. Sabía lo que pretendía el otro, pero no podía permitir que le tratasen así. Ichigo desde el otro asiento les miraba atento.
-¿Como que qué me muera?- dijo tomándole de la barbilla y levantándosela para que le mirase- no me digas Grimmjow que tengo que volver a reeducarte- murmuro contra su boca.
Que jodidamente inteligente era aquel hombre, pensó Grimmjow. Realmente habría que tener cuidado con él: Insinuando cosas que realmente nunca habían pasado pero que, por la forma de decirlo, parecían verdad y solamente para poner celoso al otro. Y curiosamente parecía funcionar ya que Ichigo frunció el ceño.
Sintió unos labios sobre los suyos y obediente le siguió el juego al albino abriendo la boca y subiendo las manos hacia sus caderas atrayéndole más hacia sí. Shirosaki sonrió aun el beso. Abrió un ojo mirando a Ichigo que le devolvió una mirada de odio profundo. Entonces decidió meterse un poco mas con él.
Envolvió el cuello de Grimmjow profundizando aun mas él beso, mezclando mas sus lenguas y mordiéndole levemente, Grimmjow se revolvió bajo suyo protestando, pero él siguió. Movió levemente sus caderas haciendo fricción contra la entrepierna del mayor que soltó un leve gemido y abrió los ojos asustado. Aquello no lo habían planeado.
Sin embargo el albino le giño un ojo y Grimmjow se dejo hacer confiado. Shirosaki entonces rompió el beso y libero los rojos labios de su presa que boqueo en busca de aire. Lamio su cuello dejando más de una marca roja como recuerdo. Mientras seguía restregándose contra la intimidad del otro
Grimmjow por su parte se había olvidado del peli naranja y solamente disfrutaba de las caricias, del otro. Los gemidos y suspiros escapaban de su boca mientras cerraba los ojos presa del placer. Sus manos aferraron la camisa del menor desesperado y entonces…
-EJEM…-“tosió” Ichigo desde el otro asiento con una cara de asesino muy parecida a la de su hermano. Rápidamente el ambiente se rompió y Shirosaki satisfecho se alejo de su presa.
-Bueno yo creo que debería de irme- murmuro antes de darle un beso a Grimmjow- nos vemos luego, me voy a molestar un rato a Kon- y les dejo solos.
Grimmjow intentaba recuperar la respiración evitando mirar al peli naranja. Mientras este le miraba de reojo claramente enfadado.
-¿Así que sales con mi hermano?- murmuro enfadado.
-¿Qué? No, yo no…-
-Vaya asique entonces te lías con el primero que se te cruza- dijo Ichigo con una sonrisa de burla en su cara.
-¿Qué? No. ¿Pero que estás diciendo?- murmuro ahora él enfadado- además a ti que te importa con quien yo me lie- respondió comenzando a torturarle psicológicamente.
-Tienes razón ¿Qué me importa? Después de todo es mi hermano y puede hacer lo que quiera- respondió fingiendo que realmente se estaba preocupando por su hermano y no por él. Y cada uno en su asiento comenzó a mirar por la ventana sumergiéndose en sus respectivos mundos.
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Mientras tanto en otra parte del autobús Kaien había interrumpido la partida de la feliz pareja y había comenzado a hacerle preguntas incomodas a Kensei para dejarle en ridículo.
-¿Y dime Kensei, te has acostado alguna vez con alguna chica?-
-Pues, si- contesto este pensando que le estaba retando o algo. Hisagi bajo la cabeza.
-Y dime ¿Te gusto?¿cómo fue?-
-Pues ya sabes, ellas hicieron aquello, yo hice lo otro y ya está- murmuro un poco perdido en la conversación.
-Vaya así que lo has hacho con muchas-murmuro un sonriente Kaien
-Pues…si-
-Vaya asique vas saltando de flor en flor sin tener ninguna relación permanente, eres un poco inconstante ¿no crees?...-comenzó aun sonriendo
-Pues…-
-…y además un pervertido ya que luego vas chuleando de ello por ahí, como si fuesen trofeos ,cuando seguramente las dejaste destrozadas…- continuo sin dar tregua.
-No, yo no…-
-…Esperemos que no tengas ningún hijo ilegitimo por ahí o la cosa se pondrá fea- dijo con la sonrisa pintada en su cara.
Kensei fue a responderle algo hiriente pero alguien se le adelanto. Hisagi se levanto de un salto y le cruzo la cara a Kaien de una fuerte bofetada. Kaien se quedo entre sorprendido y asustado mirándole.
-Sabes, me caía bien Kaien, pero si llego a saber desde el principio que eras así no te hubiera ni dirigido la palabra- murmuro Hisagi sonriendo al igual que Kaien momentos antes pero con una mirada de profundo desprecio en su rostro. Luego salió del asiento y se dirigió a otro lado lo mas apartado que pudo de la pareja, que se había quedado de repente en silencio.
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Por su parte Kon seguía durmiendo con aquella postura indecente con las piernas abiertas y media camisa subida. En su sueño una preciosa rubia se acercaba y le besaba.
Sintió entonces de repente unos suaves labios sobre los suyos y pensando que su sueño se había hecho realidad se abalanzo sobre ellos mordiéndolos y lamiéndolos impacientemente. Los labios sonrieron y abriendo la boca le dio paso dejando unirse sus ávidas lenguas. Se recorrieron mutuamente durante un rato con una pasión y cariño que aturdieron a Kon.
Sintió el peso de la rubia cuando esta se tumbó sobre él y comenzó a acariciarle delicadamente como si pudiese romper en cualquier momento haciéndole estremecerse ante tantos cuidados. Kon suspiro sobre los labios de la caliente rubia y esta soltó sus desgastados labios y comenzó a morder su lóbulo provocativamente haciendo que se agarrase fuertemente a ella.
Kon ni se contuvo, empezó a gemir contra su oreja mientras pedía por más de la forma más obscena que podía. La rubia se rio ante sus ocurrencias, pero sus manos consiguieron colarse por debajo de su camisa empezando a satisfacer sus deseos y consiguiendo acariciar su torso, haciéndole contener el aliento al sentir las frías manos sobre su ardiente piel.
La indecente boca de la rubia bajo por su cuello lamiéndoselo y chupándolo dejando recuerdos de color rojos oscuro, mientras su traviesa mano empezó a acariciar su entrepierna.
Y entonces abrió los ojos. Shirosaki le devolvió la mirada con sus profundos ojos dorados que demostraban una impaciencia y deseo que nunca le había visto.
-¿Qué te crees… que estás haciennh..do?- murmuro sonrojado y frunciendo el ceño, aun con la mano del otro acariciando su entrepierna y haciéndole gemir.
En los ojos de su hermano apareció algo parecido al miedo y al arrepentimiento. No, no podía ser, era Shirosaki después de todo, el insensible de Shirosaki.
-¿No me estabas diciendo que querías más hace un momento?- dijo sonriendo de manera provocativa y falsa. Kon le empujo y quito las manos del otro de su cuerpo con asco.
-Estaba durmiendo- dijo con puro odio y desprecio en su voz. Nunca se cabreaba pero cuando lo hacía era aun peor que Shirosaki . El albino por su parte se estremeció al verse rechazado y dolido respondió:
-Parecía gustarte- dijo con aquel tono arrogante, pero evitando mirarle a la cara. Kon se levanto y comenzó a irse completamente cabreado.
-Somos hermanos- dijo mirándole por encima de él con odio y dándose la vuelta. Shirosaki le cogió del brazo débilmente.
-Lo siento … no te vayas, solo era una broma- seguía sin atreverse a mirarle, encogido sobre sí mismo en el asiento, con el pecho gritando de dolor.
-Me das asco- respondió sin creérselo Kon y de un tirón se soltó del agarre. Se dirigió al fondo del autobús dejando al albino totalmente perdido.