Habían pasado más de dos meses de duros exámenes universitarios, en los que, salir de casa y ver la luz del sol, se había convertido en un milagro. Gracias a dios ya se había acabado y había salido de su ermita, también llamada casa, para quedar con sus nuevos amigos.
Habían quedado los siete en un pequeño bar cerca de la universidad y, ¿cómo no?, llegaba tarde. Corrió por las nevadas calles abrochándose aun más el pesado abrigo y con cuidado de no caer con una placa de hielo. Finalmente, tras un rato de carrera peligrosa, llegó al apartado bar de luz dorada.
Al entrar solo había dos personas: Ichigo y Kon que le miraban raro por llegar tan tarde.
-Buenas enanos- les comento sonriendo.
-Hola Kaien ¿Por qué llegáis siempre tan tarde?- le saludo un sonriente Kon.
-No me llames enano- fue todo el saludo de Ichigo.
Kaien pidió una cerveza en la barra y tras recogerla se sentó con los gemelos. Empezaron a hablar de la universidad, sobre profesores psicóticos, sobre exámenes imposibles de matemáticas…
Al rato llegaron Grimmito y Shiro juntos. Desde el partido contra España Shiro se había mudado al apartamento de Grimmjow. No le habían preguntado nada ni pedido explicaciones, Grimmito solo le había cedido el sofá y él se lo había agradecido, sin embargo la mirada que, al entrar, se dirigieron Shiro y Kon, lo decía todo.
Hisagi fue el último en llegar (media hora tarde), y como castigo le toco pagar la siguiente ronda. Kensei había llamado diciendo que no podía ir porque su familia había ido a celebrar la navidad a Kioto y volvería mañana. Asique el resto, ni corto ni perezosos, se dedicaron a disfrutar del último día de vacaciones.
-Chicos, tengo algo muy importante que pediros- murmuro Kaien en tono demasiado serio.
-¿Qué pasa? ¿por fin mataste a alguien y quieres que te ayudemos a deshacerte del cadáver?- Bromeo Grimmjow con la jarra de cerveza en la mano.
-¿No abras matado al rubio de la selección española?- murmuro Shirosaki con una falsa cara de espanto, tapándose la boca.
-Dime que has matado al director, por favor, te lo agradecería el mundo entero- le pidió el traumatizado Hisagi.
-No, ha matado a su madre, siempre es la madre- le dijo Ichigo con aire de conocedor de la materia y agitando una patata frita en frente de su cara para añadir énfasis.
-¿Por qué pensáis que he matado a alguien?- murmuro intentando parecer ofendido- No soy un asesino como vosotros, aunque no me importaría matar al rubio la verdad-
-Yo te ayudo si quieres, mi padre tiene una compañía aérea y les puedo pedir un avión para…- murmuro Grimmito siempre dispuesto a ayudar en los planes asesinos.
-Qué asco de niño rico- murmuro Kon.
-Me das pena niño mimado de mierda- Le soltó Ichigo metiéndose con el peli azul como siempre.
-Y los demás teniendo que currar para poder comer. Odio tener un amigo como tu…-
-Yo nunca he volado en avión- susurro Hisagi como siempre en su mundo feliz. Shirosaki simplemente le miro con asco negando con la cabeza como decepcionado.
La vena volvió a palpitar en la frente de Grimmjow mientras cerraba los puños para contener la rabia, pero al ver a Shiro y su cara de disgusto le soltó una colleja y le grito:
-Tu vives en mi casa bastardo, asique eres el que menos puede protestar y además no te vi quejarte cuando vistes la tele de plasma ni el equipo de música-
El silencio se extendió por la mesa mientras todos asimilaban lo que acababa de decir.
-¿Tele de plasma?-
-Qué despilfarro-
-Y nosotros con la birria de televisor que parece que va a romperse en cualquier momento y que anda a patadas- susurro Kon con aura depresiva.
-Me das asco- le secundo Ichigo intentando consolar a su gemelo dándole unas palmaditas en la espalda mientras Kon lloraba sobre su hombro.
Grimmjow se sonrojo y bajo la cabeza avergonzado de sí mismo. Shirosaki se rio de el todo lo que pudo y más y Ichigo le miro enternecido y divertido, adoraba al peli azul desde el partido.
Al final habían quedado en empate y nadie había tenido que hacer de esclavo y todo eso . Por mucho que ambos quisiesen. Sin embargo, a partir del partido ambos se habían hecho amigos, Grimmjow había asegurado que no tenía nada con su hermano y Ichigo le había perdonado y echado la bronca a Shirosaki por aprovecharse de él.
-No venga en serio necesito un favor-aseguro un divertido Kaien revolviéndole el pelo a su amigo peli azul después de susurrarle un “venga, nos encanta tu tele de plasma” que solo hundió a Grimmjow aun mas en la depresión. Solo le querían por su dinero.
-Vale negociemos- le dijo Kon serio, juntando las manos sobre la mesa a lo hombre de negocios- No pienso ofrecer mis servicios por menos de un billete de los grandes-
-¿Qué?- murmuro aturdido Kaien.
- Pasa de el- dijo Ichigo dándole una colleja a su hermano- ¿De qué se trata?-
-Como sabréis estudio medicina, sin embargo me apunte a un curso de nutrición para subir la nota y todo eso-
-¿Para subir nota?, ¿no la tienes ya muy alta?- pregunto Shirosaki conocedor de la materia.
-Sip, pro yo a diferencia de los millonarios- dijo mirando a Grimmjow ,que se fue a una esquina a pegarse contra la pared tras captar la indirecta- necesito pedir becas para estudiar-
-Espera- dijo Hisagi curioso, queriendo saber más de Kaien- si estudias medicina ¿Por qué vas a la misma clase que Shirosaki si el estudia una ingeniería?-
-Porque en medicina también se estudia matemáticas, que se imparten en mi facultad- respondió Shirosaki.
-Si bueno, quiero que vengáis mañana a la uní después de clases, en el curso te enseñaban a cocinar comida sana y eso, el examen es el viernes que viene y necesito que alguien me diga si la comida que preparo es decente o no- murmuro con una sonrisa suplicante e inocente.
-Vale- dijeron Ichigo, Hisagi y un recuperado Grimmjow .
-Adoro tu comida- murmuro Shiro revolviéndole el pelo cariñosamente a Kaien. Kon frunció imperceptiblemente el ceño ante el gesto.
-Si es comida supongo que puedo ir- Finalmente aceptó Kon.
-Bueno pues nos vemos mañana- y la comida continuo con normalidad, hasta que un cansado Ichigo tuvo que acompañar a un muy borracho Kon a su casa con ayuda de Hisagi.
Los otros tres se quedaron hablando un rato mas, sobre temas insustanciales hasta que también cansados decidieron marcharse. Shiro y Grimm tiraron para su casa compartida y supercara y Kaien tiro para la suya en sentido contrario.
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Por fin había llegado el momento. Los seis estaban reunido en uno de los laboratorios de la universidad de medicina. El único lugar con agua y cocina para poder preparar algo de comer. Grimmjow al final no había llegado por que le habían castigado( otra vez) a trabajar en la cafetería después de haber intentado tirar a un profesor de matemáticas por la ventana después de llamarle inepto.
El resto estaban en el laboratorio sentados en las incomodas sillas y charlando en grupos. Ichigo reía con Shirosaki mientras jugaban con un esqueleto de plástico y Hisagi y Kon estaban en un rincón del aula lo más alejados que podían de Shirosaki a petición de Kon y justo al lado de unos botes misteriosas que olían raro.
Kaien al frente de la clase intentaba preparar algo decente intentando concentrarse. Finalmente tras un rato de espera saco dos pasteles del horno y los coloco encima de la mesa. A los cuatro amigos se les caía la baba, olían súper bien.
-Kaien amigo mío, siempre te superas a ti mismo- le sonrió Shiro pasándole un brazo por encima de los hombros.
Kaien le devolvió la sonrisa con la autoestima repentinamente por las nubes mientras Kon les miraba apartado con el ceño fruncido, llevaba meses sin hablar con su hermano evitándole todo lo que podía.
-Bueno ¿Y qué es?-pregunto Hisagi feliz por poder probar la comida del mayor.
-Este- dijo Kaien señalando un pastel- es una kish de verduras, tiene vitaminas, fibra y los suficientes sacáridos. Aunque seguramente las proteínas ya estarán desnaturalizadas por el calor- murmuro preocupado.
Los cuatro se le quedaron viendo con cara de “empollón ” o “A mí me hablas en cristiano” y Kaien simplemente sonrió ante los encefalogramas planos de sus amigos.
-Lo otro es un pastel de manzana- esta vez no explico nada-¿quién quiere probar?-
Todos se abalanzaron a por la comida y mientras Hisagi comenzaba a hablar con Ichigo sobre un trabajo que tendrían que hacer para la semana que viene, Kon se margino de nuevo a comer el pastel al lado de los otros.
Shiro se quedo a alabar a Kaien que cada vez estaba más colorado. Seguía abrazándole por los hombros y sonreía tontamente, como una colegiala ante una montaña de chocolate.
-Mira prueba esto- dijo Kaien acercándole a Shiro un pedazo de pastel con una cuchara.
Shiro abrió la boca y de un bocado vacio la cuchara. Saboreo el delicioso bocado deleitándose con él todo lo que pudo, mientras soltaba sonidos de placer cual orgasmo. Cuando abrió los ojos parecía un niño pequeño, con estrellitas en los ojos y la cara manchada de comida. Se abalanzo sobre Kaien y le dio un fuerte abrazo mientras este se reía y intentaba limpiarle.
Desde lejos parecían la típica perejilla feliz de recién casados. Kon ya no aguantó mas y se levanto del asiento rápida y repentinamente. Ichigo y Hisagi a su lado se le quedaron viendo callados. Se giro para avanzar hacia la feliz pareja lleno de furia absurda y con los puños apretados fuertemente, sin embargo, su chaqueta se había atascado en el respaldo de la extraña silla y al avanzar perdió el equilibrio.
Todo sucedió en un momento.
Cayó hacia atrás. Intentó agarrar algo, pero no había nada que agarrar. Ichigo y Hisagi aun sentados a su lado le miraron asustados. Choco con la estantería a sus espaldas tirando los frascos con olor raro sobre sí mismo y los otros dos. La estantería cayó sobre ellos.
-Aaaah- chillo Hisagi.
-Mierda- maldijo Ichigo.
-Cuidado- dijeron los otros dos.
Pero era demasiado tarde. Una nube de productos químicos inundo la estancia, el olor era penetrante y no se veía nada. Kaien abrió una ventana, Shiro corrió hacia sus hermanos bajo la estantería. Un profesor llego al aula atraído por el estruendo. Por último llego Grimmjow que había conseguido al fin escapar de la cafetería.
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Kaien, Shiro y Grimm se encontraban sentados en el mismo despacho en el que habían estado hacía dos meses. La mesa de roble seguía en su sitio y el hombre siniestro de cara sonriente detrás de ella. La única diferencia era que, en vez del extraño profesor de Educación Física, se encontraba el profesor de química, Mayuri.
-y ¿Cómo ha pasado esto?- murmuro el director
-Se les cayó una estantería con productos sospechosos encima- dijo Shiro.
-Entiendo- dijo el director Aizen cruzando las manos frente a su cara.-¿Y que hacían ustedes allí si puede saberse?-
-Pues- comenzó Kaien- estaba practicando para un examen de nutrición y les pedí que me ayudaran-
-¿Tenía permiso para usar el laboratorio?-
-Si- dijo bajando la cabeza- de la profesora Unohana-
-Bien, profesor Mayuri, ¿podría explicarnos lo que les ha pasado a los chicos para que estén así?-
-Señor, yo estaba preparando un nuevo experimento en el laboratorio, todavía no había probado los efectos y lo tenía guardado en un estante de la estantería que se calló-
-¿Tenía permiso para realizar tales experimentos en la facultad?- pregunto el director sin borrar su sonrisa de la cara.
-Pueees…- empezó el profesor de cara extraña- la verdad es que…no- murmuro encogiéndose de hombros.
-Entiendo- murmuro el director cambiando su sonrisa brillante a la típica sonrisa sádica-Usted ha manchado el nombre de esta universidad y ha perjudicado a tres de mis estudiantes, ¿Qué tiene que decir?- murmuro levantándose y poniéndole una mano en un hombro. Mayuri expreso una mueca de dolor.
-Yo…em…¿Lo siento?-
-Jaja- la personalidad del director volvió a cambiar a la de delincuente- no es suficiente. Vas a hacer exactamente lo que yo te diga o te destripo vivo y cuelgo tus intestinos en la terraza del campus ¿entiendes bastardo?-
-Si- dijo muerto de miedo el profesor.
-Bien, ahora te vas a encerrar en el maldito laboratorio y no vas a salir de él hasta que no encuentres una cura para lo que les has hecho, si no lo consigues estas muerto. Te doy tres días.- Dijo alzando la voz y señalando a Hisagi, Kon y Ichigo (o lo que quedaba de ellos) acurrucados en una esquina de la habitación.
El profesor salió corriendo de la habitación desesperado y el resto se quedo en silencio mirando a los tres chicos del rincón.
Hisagi les miraba con recelo mientras abrazaba posesivamente a Ichigo. Su cuerpo había cambiado ligeramente, transformándose en una despampanante chica. Seguía pareciéndose a Hisagi, después de todo el pelo apenas le había crecido y seguía teniendo la misma constitución aunque un poco más pequeña gracias a una sospechosa botella morada, pero el problema eran los gigantescos bultos en su pecho.
Ichigo por su parte les miraba con un profundo odio, a él no le habían salido bultos ni nada, solamente se le había caído de pleno la botella morada, que a Hisagi solo le había rozado, y había “encogido” como si le hubiesen metido en agua fría y ahora mismo parecía un niño de siete años. Sin embargo seguía teniendo el mismo mal genio de siempre como corroboraba el ojo morado de Grimmjow que había conseguido al burlarse de él.
Pero lo peor de todo le había tocado a Kon. Su cuerpo había menguado y se había transformado completamente hasta convertirse en un cachorro de león. En aquellos momentos al enterarse, había entrado en pánico y había arañado a todo aquel que se le ponía por delante sin embargo ahora dormitaba pacíficamente sobre las rodillas del pequeño Ichigo.
-Bueno ¿qué hacemos con ellos?- pregunto Shirosaki.
-Lo lamento pero serán ustedes los que tendrán que cuidarles hasta que sepamos la cura, les daré unos días libres a todos.-
-Espera ¿tenemos que cuidarles?- protesto Grimmjow
-Yo me pido a Hisagi- dijo Kaien muy emocionado ante su despampanante amiga.
-Por mi vale, es la única persona de aquí que puede cocinar algo decente- le respondió Hisagi aunque un poco sonrojado y abrazando mas fuerte a Ichigo.
-Pues vámonos ya- dijo levantándose Kaien y agarrándola del brazo para arrastrarla fuera.- Te voy a enseñar mi maravillosa casa y mi habitación y mi perro y mi cama y…- sus emocionados gritos se fueron perdiendo según iban desapareciendo en los pasillos.
-Bueno pues…-dijo el director mirando a los otros cuatro-Shirosaki usted deberá cuidar de su hermano menor, después de todo es su responsabilidad como familiar de mayor edad, usted Grimmjow cuidara del Ichigo.-
-Me niego- grito Ichigo con voz de niño y mirando con odio a Grimmjow. Todo el mundo le ignoro.
-No creo que sea una buena idea- susurro Shiro.
-¿Por qué?- pregunto el director.
-Bueno…yo y mi hermano pequeño no nos llevamos muy bien- dijo con un aire triste.
Entonces Kon se levanto de las piernas de Ichigo, se dirigió hacia su hermano mayor y salto torpemente hasta su regazo. Shiro fue a cogerle para que no cállese pero Kon apreso su mano en un suave mordisco. Se quedaron mirandose a los ojos fijamente, Shiro sorprendido y Kon mordiéndole. A cabo de un rato Kon se canso del juego y se acurruco sobre el regazo de Shiro aun sin soltar la mano.
-Yo no creo que se lleven tan mal- dijo el director observando a la parejita, luego se volvió hacia Grimmjow- Bueno pues si está todo arreglado me voy- y feliz y campante salió del despacho dejándoles solos.
-¿Qué hacemos?- pregunto Grimmito- en mi departamento no cabemos todos y no permiten animales-
-Supongo que volveré al mío y cuidaré de Kon- murmuro intentando acariciar al león infructuosamente ya que este apretó mas fuerte el mordisco en una clara advertencia. Suspiró- Ichigo puede quedarse contigo-
-Me niego- chillo Ichigo acercándose a ellos.
-Venga, mini zanahoria, no lo pasaremos bien, tu, yo, completamente solos- dijo insinuante y mirándole divertido.
-Ni de coña bastardo- Chillaba desesperado. Pobre Ichigo, pensó Shiro, su lenguaje no cuadraba con su apariencia inocente.
-Bueno pues nos vamos- dijo Shiro pasando de todo y levantándose con Kon en brazos, que había empezado a dormirse, y dirigiéndose a la puerta.
-¿Qué? Oye espera, no me dejes con él- dijo el pobre de Ichigo señalando a Grimmjow, que se le acercaba con intenciones no muy claras.
-Venga chiquitín, si nos lo vamos a pasar muy bien- murmuro levantándole en brazos como a un bebe.
-Esta me la pagas gilipollas-chillaba pataleando e intentando soltarse, cosa imposible debido a su reducido tamaño.
Y así se fueron cada uno a su respectivo apartamento con sus tres problemas encima.