El primero en llegar a su casa , con un dormido Kon en sus brazos, fue Shirosaki. Llevaba días sin pisar el apartamento de sus hermanos, y al entrar, se fijo en que estaba igual de desordenado y mugriento que siempre. Suspiró y dejó a Kon en una cama, tapándole cariñosamente con una manta luego, intento poner un poco de orden en el creciente caos que era la habitación.
Cuando la habitación estaba más o menos arreglada y podías dar dos pasos sin caerte o sin que algo extraño se abalanzase sobre ti, Shirosaki decidió darse una ducha relajante. Esos días iban a ser muy largos y necesitaba estar al máximo de energía. Sin embargo, al salir de la ducha, se dio cuenta de que no tenia ropa que ponerse, se la había dejado toda en casa de Grimmjow, asique ni corto ni perezoso se puso una toalla a la cintura y salió del baño.
Kon, ya despierto, le miró desde la cama como un depredador listo para abalanzarse sobre su presa.
-Te voy a coger algo de ropa- le dijo- me he dejado toda la mía en casa de Grimmjow- y felizmente se dirigió al armario del menor. Después de todo tenían la misma talla.
Kon rápidamente se levanto de la cama y corrió a interponerse entre el albino y su querido armario, mirándole con cara amenazadora y enseñándole los dientes desafiante. Nadie, ni siquiera sus hermanos tocaban su increíble ropa, nunca, jamás.
-Jo venga, yo no tengo ropa y tu no la necesitas, que más te da ¿Acaso quieres que tu querido hermano vaya medio desnudo por la casa?- pregunto Shiro mosqueado y desnudo de cintura para arriba.
Kon, sin apartarse de su sitio entre el albino y el armario, simplemente asintió felizmente en repuesta a su pregunta, tampoco estaba tan mal que fuese desnudo mostrando su impresionante cuerpo por la casa, los dos eran hombres y hermanos ¿Qué podía pasar?.
A Shirosaki le empezó a palpitar una vena en la frente al ver la respuesta del otro que seguía sin apartarse, asique y ni corto ni perezoso cogió al león del lomo y lo movió a un lado enfadado.
Kon se abalanzo sobre él furioso, pero ya era demasiado tarde, Shiro ya había cogido unos pantalones de deporte y unos calzoncillos de un cajón. Kon empezó a morder y a tirar de los pantalones intentando que los soltase, pero Shiro, con su metro ochenta y tantos, le ganaba en fuerza y destreza y finalmente, se hizo con los pantalones.
-Gato del demonio- se quejo el albino.
Kon le rugió en respuesta agazapado en el suelo, pero Shiro paso de él y se puso la ropa como si no pasase nada. Luego se dirigió a su cama seguido muy de cerca por el León, que temía que volviese a tocar sus cosas. Shiro se tumbo en una de las pequeñas camas y encendió la tele aburrido.
Le habían dicho que esperase y era lo que iba a hacer pero se aburría mucho y más con el minino, que no le dejaba hacer absolutamente nada. Estuvo un rato mirando el extraño concurso en la tele, perdido en su mundo, hasta que sintió unas afiladas uñas clavándose en su espalda vilmente.
-Oye tu- protesto enfadado pero calló al instante al ver a Kon acurrucarse sobre su espalda y dormitar plácidamente. Odiaba que le usasen de almohada y más aun después de intentar arañarle vivo y morderle pero si era Kon…se lo permitía.
Devolvió su atención al concurso, intentando no pensar en su adorable hermano sobre él: el concursante había perdido y todo el mundo le tiraba tartas. Lentamente se fue quedando adormilado, tenía el cuerpo relajado después de la ducha, iba anocheciendo lentamente, el programa le aburría y el ronroneo de Kon en su espalda hacían que quisiese cerrar los ojos y dormir.
De repente noto movimiento por parte del minino y al rato empezó a sentir lametazos por su pelo y nuca como si necesitase algo. Se tenso y estremeció violentamente cuando la áspera lengua empezó a acariciar y mordisquear un lugar cercano a su oreja. Sentía la respiración del otro en su cuello y el suave ronroneo vibrando a su espalda.
Se encogió sobre si mismo de repente agitado y con una repentina ola de calor recorriendo su cuerpo mientras, la lengua seguía lamiendo su nuca y comenzaba a bajar por su espalda incansable.
El minino gruño y empezó a darle empujones con la peluda cabeza pidiéndole algo y restregándose contra él. El albino, aun sonrojado y alterado, pero fingiendo no estarlo, se asomo por encima de su hombro para verle.
Una gota resbalo por su pelo mojado con el movimiento y comenzó a recorrer su cara lentamente. Kon se abalanzo sobre ella y la recogió con un fuerte lametazo en su mejilla. Shirosaki entendió al instante.
-Tienes sed- afirmo. Kon había estado lamiendo el agua de su pelo y piel mojados por el baño
El león rugió de alegría porque le hubiese comprendido. Shiro rápidamente se levanto y relleno un bol con agua del baño. Kon al ver el bol se abalanzo sobre él .Al rato el bol estaba vacío y el felino se restregaba contra su pierna dándole las gracias, mimoso.
Shiro sonrió sin poderlo evitar. El reloj en la pared empezó a sonar anunciando la hora y Shiro, sorprendido de que fuese tan tarde, recogió a Kon del suelo, que protesto y le volvió a clavar las unas, y se dirigió a su habitación apagando luces, tele y demás aparatos electrónicos.
Cuando estuvo todo listo se metió en su vieja cama con el cachorro acurrucado contra él , aun ronroneando feliz. Se tumbo abrazándole protectoramente y, mientras se iba quedando dormido, comenzó a acariciar el suave pelaje del animal inconscientemente. Kon en respuesta ronroneó y se pegó más a él hasta que finalmente ambos se quedaron dormidos.
Lo que ninguno de los dos sabían era que, al día siguiente al despertarse, se iban a encontrar con una gran sorpresa.
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Mientras todo esto ocurría, en otra casa aun más pequeña que la anterior, un emocionado Kaien tironeaba de Hisagi enseñándole absolutamente todo lo que encontraba a su paso.
-Mira esta es mi tele, no es de plasma como la del idiota de Grimmjow, pero puedes ver cosas y eso… esta es mi taza del desayuno y eso de ahí es mi sofá- empezaba el mayor señalando todo a su paso emocionado- esta es mi habitación… esa mi cama, eso son mis revistas porno y eso es…-
Hisagi intentaba inútilmente calmarle y hacer que parase finalmente, cuando Kaien comenzó a enseñarle su interesante ropa interior ,se le acabo la paciencia.
-QUIERES TRANQUILIZARTE JODER- Kaien se calló al instante- Haber ahora que estamos todos tranquilos me gustaría buscar algo en internet ¿Donde tienes el ordenador?-
-Ahí, pero ¿Qué quieres buscar?-
-Bueno como comprenderás nunca he sido mujer y necesito aprender algunas cosas- dijo cogiendo el ordenador y encendiéndolo rápidamente.
Kaien a su espalda sonrió malignamente y se le acerco lentamente hasta tenerla abrazada por la espalda con una maravillosa panorámica de sus pechos, que parecían capaces de reventar la camiseta.
-Pero para eso no necesitas internet- murmuro apretándola contra él- yo te lo puedo enseñar todo- murmuro sensualmente mordisqueándole la oreja y echando su aliento en su cuello.
Hisagi, se tenso al instante, se intento soltar retorciéndose bajo el, aunque su nuevo cuerpo no tenía mucha movilidad, finalmente se dio cuenta de que el otro era mucho más fuerte y no podría con él asique, cogiendo lo que tenía a mano, le estrello el ordenador al otro en la cabeza dejándole K.O al instante.
Entonces al verse de repente liberado salió corriendo y se encerró en el baño asustado, echando la llave y gritando sobre un pervertido.
-Venga solo ha sido una broma- protesto Kaien desde el otro lado de la puerta, intentando abrirla y con un chichón sobresaliendo en su cabeza.
-Y una mierda- reitero Hisagi intentando cerrar la puerta con todas sus fuerzas y con un fuerte sonrojo por toda su cara.
-Venga ya dime que tú no te aprovecharías de la situación- le grito- mi mejor amigo se acaba de transformar en mujer y tiene las tetas más grandes que haya visto jamás ¿Dime que tu no intentarías aprovecharte de ello?- gritaba desesperado Kaien.
Hisagi al otro lado de la puerta enrojeció todavía más y redoblo sus fuerzas para que la puerta permaneciese cerrada.
-Venga déjame tocarlas Hisagi- seguía protestando Kaien
-Nunca, nunca, nunca- gritaba Hisagi desesperado.
Finalmente Kaien, al ver que no iba a conseguir nada por aquel camino se rindió y abandono la puerta cansado.
-Está bien no intentare nada- “todavía” pensó- pero sal ya… joder juro que esta me la pagas mal amigo- lloriqueo.
Hisagi finalmente salió del baño y se enfrento al otro aun muy cabreado. El otro le dio espacio para que no se enfadase más y se puso a cocinar la cena como si nada hubiese pasado. Hisagi por su parte cogió el ordenador y sentándose lo más alejado que pudo del otro empezó a hacer sus consultas en la red.
Al cabo de un rato estaba hecha la comida y felizmente Hisagi se reconcilio con su nuevo compañero de piso y comenzó a comer feliz de la vida. Sin embargo aun había un tema pendiente muy pero que muy importante.
-¿Donde voy a dormir?- pregunto Hisagi con la boca llena de espaguetis con tomate.
- En mi cama por supuesto- contesto serio Kaien mientras cortaba una rebanada de pan.
-¿Y tú?¿Dónde vas a dormir?-pregunto empezando a ver por dónde iban los tiros.
-Pos contigo, ¿donde sino?- le respondió con una encantadora e inocente sonrisa.
Hisagi casi se atraganta y tosiendo y poniéndose rojo de nuevo, intento pegar al moreno delante suyo con los vasos de plástico y todo lo que se interponía en su camino.
-Ni de coña, prefiero dormir en el suelo o en la mismísima calle, salido mental- le chillaba incansable.
Kaien solo se reía y esquivaba cosas. Después de sus peleas con Shiro en la facultad, en las que volaban sillas y profesores, aquello era fácil de esquivar. Sin embargo cuando Hisagi intento coger la mesa para lanzársela sí que se asusto.
-Venga Hisagi que es mi casa- rio nervioso- no la destruyas- murmuro agarrándole y intentando que la dejase en su sitio.
-Suéltame pervertido- chillo al sentir las manos del otro sobre sitios donde no debían estar y aun mas histérico comenzó a lanzarle los cojines.
La batalla comenzó rápidamente mientras Hisagi tiraba cosas y Kaien intentaba esquivarlas y detenerle. Sin embargo la destrucción de la casa se vio interrumpida cuando sonó el pequeño y viejo móvil de Kaien. Ambos pararon al instante. Era el director.
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Mientras tanto, en otra parte de la ciudad, Grimmjow entro en su casa con un Ichigo revolviéndose en sus brazos. Sin embargo al entrar en la casa el chaval dejo de moverse y se quedo mirándolo todo impresionado.
La tele de plasma de última generación, la play satation, el equipo de música descomunal, la mesa de madera noble, la alfombra persa…
-Qué asco me das- siseo Ichigo aun en la puerta.
-¿Has dicho algo enano?- murmuro Grimmjow saliendo de la cocina.
-No nada- murmuro cruzándose de brazos y dándole la espalda, aun impresionado por el lugar.
Grimmjow pasando de todo, se acerco al chaval, pensaba aprovecharse de él todo lo que podía y mas, la venganza iba a ser legendaria y recordada por las generaciones futuras. Sigilosamente se acerco a él y lo cogió levantándole en el aire como si no pesase nada. Ichigo, como no, protesto, pero al ver la cara diabólica del mayor se quedo callado muerto de miedo.
-Dime Ichigo que tal si nos damos un baño juntos, estas que das asco- le pregunto con una de sus sonrisas diabólicas. Ichigo aun seguía manchado con los miles de polvos del laboratorio.
Ichigo trago saliva y empezó a temblar sin que su cuerpo pudiese todavía reaccionar y cuando lo hizo ya era demasiado tarde. Ya habían llegado al baño y Grimmjow ya había cerrado el pestillo rápidamente. Ichigo se dio cuenta de que, aunque intentase abrirlo, no llegaba a él gracias a su reducida altura.
Observo el baño detenidamente buscando otra salida desesperadamente mientras Grimmito comenzaba a llenar la bañera. Había una ventana abierta. Estaban en un quinto piso. Ichigo pensó ¿Qué prefería: darse un baño con su amigo psicópata o suicidarse desde un quinto piso? Sin dudarlo se abalanzo hacia la ventana, siempre cabía la posibilidad de quedarse enganchado con algo.
Grimmjow viendo sus intenciones le detuvo rápidamente con una gran mano, Ichigo desesperado y muerto de miedo, le mordió fuertemente y siguió corriendo hacia su libertad, a dos pasos del marco, salto y… se estampo contra el cristal. Grimmjow había llegado antes y cerrado la ventana.
Miro al peli azul con odio mientras se restregaba la cara intentando detener el dolor.
-Muy mal Ichigo como vuelvas a hacer eso tendré que castigarte- se rio el mayor con un tono muy…
-Juro que algún día te matare lenta y dolorosamente- dijo levantando un puño al aire amenazador.
-No si yo lo hago antes- se rio Grimmjow y cogiendo al enano de la camisa se lo llevó a los taburetes para lavarse.-Bien ahora desnúdate, te voy a limpiar- dijo cogiendo una esponja y un bote de jabón, feliz de la vida, como si ni pasase nada.
-Ni de coña-
- O lo haces tú o lo hago yo- y en su cara volvió a aparecer la sonrisa diabólica.
-Eres un pervertido de mierda- le chillo Ichigo de repente mas rojo que un tomate.
“No lo sabes tú bien” pensó Grimmjow- Lo siento enano pero yo no soy como tu- le pico sin piedad, pero al ver al pequeñajo completamente rojo y nervioso no pudo más que compadecerse de él.
-¿Te sentirás mas cómodo si me desnudo yo también?- pregunto mirando a la repentinamente interesante pared. Ichigo le miro aun mas sonrojado y asintió lentamente.
-Bien- y ni corto ni perezoso comenzó a desnudarse quitándose la camisa. Ichigo, por su parte, no le quitaba el ojo de encima impresionado por la musculatura del mayor. Grimmjow se dio cuenta.
-¿Qué?- pregunto con una sonrisa arrogante.
-Nada- susurro Ichigo pasando de él y empezando a desvestirse dándole la espalda.
Al cabo de un rato Grimmjow frotaba a Ichigo con la pequeña esponja mientras él intentaba no pensar en la situación en la que estaban.
-Sabes eras muy mono de pequeño- le soltó de repente Grimmjow. Ichigo le miro con cara de vuelve a llamarme mono y mueres y Grimmjow solo sonrió.
Cuando ambos habían acabado de restregarse se metieron en la bañera felizmente. Ichigo ya se había acostumbrado a la extraña situación y simplemente se relajo en el agua. Grimmjow le imito y al cabo de un rato estaba completamente adormilado y con la guardia baja.
Ichigo entonces, aprovechó su descuido para mirarle detenidamente. Tenía un cuerpo impresionante que asustaria a cualquiera. Los grandes músculos tenían una potencia y fuerza intimidante y la gran cicatriz que surcaba todo su pecho le hacía parecer aun más peligroso y salvaje.
Ichigo empezó a respirar lentamente y sus manos comenzaron a temblar bajo el agua de repente ansiosas por tocar aquel impresionante torso. El agua resbalaba por los grandes músculos del mayor a medida que estos subían y bajaban gracias a su adormilada respiración. La saliva cada vez era más difícil de tragar para Ichigo y el cuerpo de el otro cada vez mas hipnótico.
La morena piel, aun húmeda y con el aroma a jabón, cada vez parecía más apetecible y devorable…mierda…¿Qué estaba pensando?. Incomodo aparto la mirada. Le dio una patada al otro por debajo del agua para que se levantase y el otro le respondió con un gruñido abriendo un ojo intimidante. En aquellos momentos perecía un depredador listo para abalanzarse sobre su presa.
-Deberíamos salir- le dijo ignorando su aterradora mirada. El otro asintió lentamente, conforme y s estiro para des agarrotar los músculos, lo que, a ojos de Ichigo, le dio aun más el aspecto de un felino luego salió de la bañera.
Se secaron en un momento y Grimmjow le prestó alguna ropa que pudiese quedarle más o menos bien. Durante todo el proceso domino el más absoluto e incomodo silencio.
Se sentaron a cenar como si nada, hasta que el móvil de Grimmjow comenzó a sonar incansable con una musiquilla molesta. Grimmjow se abalanzo sobre él y saliendo a la terraza, cerró la puerta tras él para que el otro no escuchase la conversación. Ichigo frunció el ceño ante el repentino abandono pero impasible siguió comiendo.
Al rato volvió un Grimmjow completamente pálido y demacrado.
-¿Quién era?- pregunto el enano.
-Kaien- susurro.
-y ¿qué quería?-
-Han encontrado la cura al problema- dijo sentándose delante de él sin atreverse a mirarle.
-¿Y bien?- pregunto de repente ansioso.
-Pues…-comenzó sin atreverse a mirarle todavía- la investigación dice que el problema es que vuestras células se han vuelto locas o algo así- murmuro inseguro. Sinceramente no había comprendido la charla científica de Kaien- y dice que para resolver el problema necesitan una guía algo que les diga cómo deben de ser-
Ichigo asintió comprendiéndolo. Grimmjow continuo.
-Pues la cosa es que… hay que intercambiar células o algo así con otro individuo, mejor si son fluidos y eso ya que se asimilará mejor y más rápido- Grimmjow le miro seriamente- en otras palabras según me ha dicho Kaien tienes dos opciones : beberte la sangre de alguien o acostarte con alguien, en todas intercambias fluidos- murmuro finalmente con una risa nerviosa en sus labios y mirando de nuevo a la interesante pared.
Ichigo se le quedo mirando procesando la información y finalmente asintiendo. Luego, se abalanzo a por el cuchillo.