Recibir aquella llamada tan urgente del bajista lo había dejado más que preocupado ya que éste le contó que se trataba de Hyde…“no te preocupes” había dicho él, pero cómo le pedía no preocuparse cuando era algo relacionado con su esposo, que se encontraba en el hospital muy delicado con un embarazo de alto riesgo, siendo él el amor de su vida y mucho más…
─¡Mi esposo! ¡Dónde está mi esposo! ─Exclamó el rubio vocalista apenas puso un pie en el hospital, y corrió por los pasillos hasta donde debía encontrarse, la habitación en la que lo tenían internado, sin embargo se topó con uno de los doctores en el pasillo justo antes de poder entrar a ver a su amado─ ¡doctor! ¡Cómo está mi esposo! Por favor dígame que bien.
─Tranquilo Kyo-san, él se encuentra tranquilo ahora, le tuvimos que poner un sedante, muy suave para que no tuviera ningún tipo de consecuencias en el bebé, pero si para que Hyde-san pudiera quedarse tranquilo por fin.
─Entonces él está bien…
─Así es, no se angustie, ya está tranquilo y su ritmo cardiaco se restableció.
─¡Demonios! Fue mi culpa que se pusiera así…si esto tiene algún tipo de repercusión en la salud de Hyde o del bebé no me lo voy a perdonar nunca.
─Cálmese Kyo-san, ni a su esposo ni a su hijo les pasará nada, ahora están bien y muy tranquilos, de hecho él estuvo pidiendo mucho verlo, lo necesita y creo que eso es lo que le hace falta.
─Entonces si puedo entrar…─respondió el rubio en medio de un evidente suspiro de tranquilidad.
─Por supuesto, a mi parecer a estas alturas el efecto del sedante debe estar pasando ya y no tarda en abrir los ojos, así que lo mejor sería que lo viera en cuanto lo haga.
─Muchas gracias entonces doctor, con permiso ─haciendo una pequeña reverencia, se dirigió en seguida a la habitación donde descansaba su esposo, para después, con un suave movimiento abrió la puerta lentamente…aún estaba con los ojos cerrados así que terminó de entrar para sentarse en la cama a su lado y esperar a que despertara, aunque aquello tardó mucho menos de lo que imaginó…─ay amor…espero que no te hayas puesto mal por mi culpa…─susurró con pesar al mismo tiempo que tomaba con delicadeza la mano de su esposo, dejando un suave beso en su dorso…con lo cual sintió sus dedos moverse un poco.
─Mmm…K-Kyo…─susurró aún más despacio que el rubio debido a lo débil que aún estaba, terminando de reaccionar poco a poco.
─Sí amor, tranquilo aquí estoy, a tu lado ─se acercó otro poco al pelinegro para poder detenerlo al momento que notó que quería levantarse─ calma mi amor, será mejor que no te esfuerces.
─Y-yo…quiero…necesito, hablar contigo…
─Lo sé, ya me lo dijeron…pero no te alteres, tienes que estar tranquilo por nuestro bebé ¿recuerdas? Le puede hacer daño si no estás calmado.
─Yo no quiero que a nuestro hijo le pase nada…
─Lo sé, por eso no debes alterarte, dime lo que me tengas que decir, pero con calma, no te pongas mal ─respondió con voz dulce mientras lo ayudaba a incorporarse un poco hasta sentarse─ bien, ahora sí dime, qué quieres decirme.
─Es que…yo…ay ni siquiera sé cómo empezar, tengo miedo…
─No tengas miedo mi hermoso, siempre ha habido absoluta confianza entre nosotros verdad, puedes decirme lo que quieras.
─Es que es justo eso lo que me pone mal…siempre había habido mucha confianza entre nosotros…y aún así yo no te la tuve en un momento tan importante, creí más en las palabras de Gackt en lugar de darte la oportunidad de explicarme todo…y te alejé de mí por tanto tiempo sin razón alguna…─aquellas últimas palabras las dijo casi en un susurro de nuevo, mientras tomaba ambas manos de su esposo fuertemente con los ojos inundados de lágrimas─ perdóname… ¡perdóname! Fui un completo tonto y un idiota que sólo cometió error tras error…el primero de ellos fue creerle más a un tercero, después el no dejarte explicarme cómo sucedieron las cosas realmente…y lo peor, el peor de cualquier error que pudiera cometer, me fui de tu lado…
─¿Por qué ese es el peor error que peor que pudieras cometer?
─Porque…porque yo te amo más que a nada en el mundo…eres mi otra mitad y este tiempo que hemos estado separados me he sentido como muerto en vida…no puedo ni siquiera respirar bien si no estás, los días eran eternos y grises, muchas veces mi corazón me exigió a gritos salir a buscarte, volver a tus brazos…pero fui tan necio y tan tonto que no le hice caso y escuché más a mi maldito orgullo…sé que lo que hice estuvo terriblemente mal, pero si de alguna manera pudiera obtener tu perdón, yo…yo haría lo que fuera…─sin embargo, antes de continuar un dedo sobre sus labios acalló suavemente sus palabras, con lo cual sólo miró a su propietario muy sorprendido sólo quedándose quieto.
─No necesitas decirme más…me has dicho todo lo que necesitaba escuchar…─luego de soltarse las manos del agarre del pelinegro, llevó éstas a tomarle de las mejillas con delicadeza─ yo también te amo con locura, y eso lo sabes muy bien, tú eres todo para mí, eres mi mundo y más, eres el amor de mi vida, mi alma gemela, mi otra mitad, para mí eres el ser perfecto, este amor tan inmenso cuya intensidad me quema el alma, es único e irrepetible, jamás podría amar a nadie como te amo a ti, y no tienes que hacer nada, no hay nada qué perdonar de tu parte…soy yo el que cometió tantos errores por culpa de mis celos…pero ahora que todo eso se ha aclarado, y que estás dispuesto a perdonarme, yo no tengo nada que reprocharte, yo quiero que volvamos a estar juntos como nunca debimos dejar de estarlo…por favor amor, tan sólo dime que quieres regresar conmigo y olvidaremos todo para vivir de nuevo nuestro amor junto con nuestros tres hermosos hijos y el que viene en camino.
─Sí…─semi susurró el más bajo aún con lágrimas en los ojos pero con una radiante sonrisa al oír aquellas palabras─ yo ya no quiero perder más tiempo…
─Entonces basta de lágrimas, y bésame…─respondió hablando esta vez contra sus labios para besarlos en cuanto terminó de hablar, siendo plenamente correspondido de inmediato mientras ambos cerraban tranquilamente los ojos dejándose llevar por aquel dulce momento lleno de amor…ya lo necesitaban, demostrarse de nuevo aquel dulce amor que a pesar de la lejanía que habían mantenido, seguía vivo tan fuerte como desde el primer día, o incluso más…de hecho se notaba la creciente necesidad en la que se encontraron por mucho tiempo, ya que de un momento a otro el beso se había profundizado bastante, y el pelinegro había abrazado a su esposo por el cuello con ambos brazos, mientras éste lo estrechaba por la cintura, posicionándose un poco sobre él, cuidando de no hacerle mucho peso. Sin embargo se separaron luego de un par de minutos debido a la falta de oxígeno, pero no dejaron de abrazarse igual de cerca─ me hacías tanta falta mi hermoso ángel…sentía que un poco más de tiempo lejos de ti, y me volvería completamente loco…
─Lo sé mi amor, yo también…pero eso ya no importa, lo que importa ahora es que por fin estamos juntos de nuevo como nuestros corazones tanto nos pedían…
─Sí mi amor…y no voy a permitir que nada nos separe de nuevo, no podría soportar que te vuelvas a ir de mi lado…
─Yo no quiero volver a alejarme de ti, me muero si no estoy contigo ─semi susurró abrazándose más a su esposo mientras éste se acomodaba a su lado, acurrucándolo entre sus brazos muy protectoramente─ mmm pero…mi amor…hay algo que necesito preguntarte…porque no podría vivir sin esa duda y quiero que me digas la verdad.
─Por supuesto mi amor…pregúntame todo lo que quieras.
─Antes de que Gackt me…bueno, me hiciera lo que me hizo, me aseguró que tú…que tú y Sora…pues, tú sabes…
─Te dijo…─antes de continuar desvió la mirada, suspirando un poco para pensar en cómo decir lo siguiente, después de todo, si quería que las cosas siguieran bien entre él y su esposo y no volvieran a tener dificultades, debía ser completamente honesto con él─ ¿que te fui…infiel…?
─Justo eso…y sé que no debo confiar en nada de lo que él me diga, pero algo me dice que debo preguntarte…y por eso lo hago antes de juzgarte de cualquier forma…Kyo tú sabes que te amo más que a nada en el mundo, y me dolería mucho saber que en verdad me fuiste infiel con él, pero más me dolería descubrir más adelante que tú me mentiste de nuevo…así que si me dices que no, te creeré…pero si me dices que sí, yo sólo olvidaré todo e imaginaremos que nada de eso pasó…te perdonaré si me dices la verdad ahora.
─Ay amor…yo…en verdad perdóname pero…sí…sí lo hice…y te juro que…
─Shh, eso es todo lo que quería saber, lo demás no me importa…─a pesar de sus palabras, tenía lágrimas en los ojos mientras abrazaba más fuertemente a su esposo, escondiendo el rostro en su pecho.
─Perdóname…
─No importa…sólo no volvamos a hablar de eso…abrázame ¿sí? Sólo abrázame muy fuerte y no me sueltes, quédate aquí conmigo…
─Todo lo que tú quieras mi amor…
Iba a ser difícil, olvidar los errores de ambos y comenzar de cero, pero lo intentarían, valía la pena intentarlo en nombre del amor que ambos sentían, de la familia que los dos habían formado y que ahora estaba creciendo…pero ¿qué era lo que les esperaba ahora que se habían perdonado para seguir viviendo su amor? ¿En verdad todo había terminado por fin? Desgraciadamente no era así, porque sus vidas aún no estaban resueltas por completo, y lo comprobaron aproximadamente un mes después, cuando una tarde aparentemente tranquila en que la pareja se encontraba descansando en la sala, escucharon el timbre y ambos se levantaron juntos a abrir la puerta…
─¿Sí díganos?
─¿El señor Tooru Nishimura? ─Fue lo único que los labios del oficial de policía frente a ellos pronunciaron.
─S-sí…soy yo en qué puedo servirle ─respondió el rubio mientras soltaba suavemente a su esposo para acercarse al oficial, pero lo que venía…
─Queda usted detenido ─no se lo esperaba…
─¡¿QUÉ DICE?! ─Exclamó el pelinegro vocal ya que al parecer su esposo no podía reaccionar y sólo se dejaba esposar por el oficial─ ¡cómo que detenido! ¡Pero de qué se le acusa!
─Por ser sospechoso del homicidio de Sora Takahashi.
─¡¿QUÉ?! ¡No no espere esto debe ser un error! ¡Yo no lo hice! ─A pesar de que se había dejado esposar, esta vez trataba de forcejear ya que por fin había reaccionado a lo que pasaba.
─¡Oficial suéltelo! ¡Usted está equivocado! Él sería incapaz de hacer algo así…
─Si es así la investigación les dará la razón, pero por lo pronto debo llevármelo ya que es sospechoso.
─Mi amor no te preocupes, yo soy inocente y se va a saber en poco tiempo.
─Te prometo que en seguida llamaré al mejor abogado que haya para que te dejen en libertad lo más pronto posible ─respondió el pelinegro muy angustiado y con lágrimas en los ojos, tomando las mejillas de su esposo para besar sus labios─ comprobaremos que eres inocente y no estarás encerrado mucho tiempo, ya verás…
─Lo sé amor, no me asustaré, porque sé que soy inocente, pero tú quédate tranquilo, no te quedes aquí solo en casa por favor, te amo…
─Yo también te amo…
Antes de que el oficial se llevara al rubio en la patrulla, besó una vez más los labios de su esposo, mirándolo irse en aquel auto con lágrimas en los ojos, él le había pedido que se mantuviera tranquilo pero no podía evitar preocuparse…
─¡¿QUE LO QUÉ?!
─Sí Ken…lo arrestaron…según dijo el oficial, lo acusan de haber matado a Sora…
─¡¿QUÉ DICES?! ─Exclamaron esta vez los tres larukus restantes mirando atónitos al más bajo, como si definitivamente no lo pudieran creer.
─Al parecer él es sospechoso de haberlo hecho así que lo detuvieron mientras hacen la investigación pertinente…estoy muy angustiado no quiero que le pase nada estando en ese lugar tan horrible.
─Tranquilo Hyde, ya no pienses en eso, Kyo es un hombre muy fuerte que sabe muy bien cómo defenderse, él nunca se dejaría de nadie.
─¡Es que acaso no lo entiendes Tetsuya! No se trata de si él se deja o no, en lugares como ese los criminales hacen grupos…qué tal si no es uno quien trata de hacerle daño sino muchos de ellos, no creo que podría con todo un grupo…
─Es obvio que te preocupes Hyde, pero deberías tratar de mantenerte más tranquilo, piensa positivo, sabes que estar así de angustiado sólo le hace daño al bebé.
─Ken tiene razón Hyde, piensa que él es inocente y que los detectives tienen que dar con la verdad para que liberen a Kyo, él no hizo nada así que no tiene por qué estar encerrado, sería injusto.
─Espero que descubran la verdad pronto…no soporto estar así…necesito a Kyo, lo necesito tanto…
─Él volverá pronto Doiha ─respondió el bajista mientras lo abrazaba muy suavemente, tratando de reconfortarlo─ verás que será cuestión de horas, sólo unas horas, y saldrá libre para cuidarte, no pienses en lo malo que le podría pasar, sino en lo bueno que va a pasar, todo estará bien, todo se arregla siempre.
─Gracias Tet-chan…te quiero mucho…
─Y yo a ti pequeño Doiha, tú sabes cuánto te quiero…
Cómo era que Tetsu siempre sabía qué decir…nunca lo había entendido, y quizás nunca iba a poder hacerlo, pero algo que sí podía dar por hecho, era que su esposo debía salir pronto de aquel horrible lugar que lo aprisionaba, muy a pesar de que en el tiempo que llegara a transcurrir hasta que aquello ocurriera una terrible preocupación invadía al pelinegro al saber que su esposo podía estar en peligro…sin embargo, sólo podían esperar. Kyo sentía bastantes nervios al encontrarse entrando en esa celda, le era difícil verse en aquella situación tan penosa y desafortunada, después de todo, él sabía perfectamente que era inocente…había cometido errores terribles en el pasado, y en ocasiones le había deseado la muerte a aquel hombre que tantos celos y odio le provocaba…pero del hecho de sentir aquel deseo, a tratar de darle la muerte con su propia mano había un trecho enorme, le era impensable, él sería incapaz, y él estaba seguro de ello, su esposo estaba seguro de ello…no obstante, había algo que lo hacía sentir un tanto inquieto, no sabía lo que era, pero sabía que era algo importante…y solamente lo pudo entender hasta que el oficial que lo llevaba hacia su celda lo dejó dentro de ésta, cerró la puerta con llave y se retiró…en aquel instante, se quedó sin aliento y sus ojos se abrieron por completo mirando a su compañero de celda…