Un amor especial
Los personajes de Loveless no me pertenecen
- ¡Ritsuka! – Gritó Soubi tratando ir tras él, pero alguien detuvo su mano y ese fue Ritsu-sensei
- Suélteme – Trató de zafarse el rubio, pero el otro no hacia caso – Le he dicho que me suelte – repitió Soubi
Pero el profesor jaló de su mano hacia él, haciendo que Soubi estuviera pegado al cuerpo de Ritsu, sus bocas estaban demasiado cerca.
- Veo que te gusta ese niño, pero eso es malo, ya que serías un pedófilo. ¿Por qué no mejor lo intentas conmigo? – Dijo Ritsu acercándose peligrosamente a Soubi para tratar de besarlo, pero éste se separó a tiempo y salió corriendo hacia la escuela, dejando a un profesor riéndose y pensando que eso sólo sería el principio de algo emocionante.
UNA GRAN SORPRESA
Los días pasaron y tanto Ritsuka como Soubi no se habían hablado. El menor andaba siempre distraído y había bajado en sus notas de la escuela por lo que provocaba que su madre lo golpeara.
Soubi estaba pasando por lo mismo y se había alejado de sus amigos, después se enteró por Kyo lo que había hecho con Ritsuka aquella noche y no terminaba por arrepentirse, quería disculparse con él, pedirle perdón por haberlo decepcionado pero ya no lo había visto. Siempre se quedaba en el alambrado donde siempre se encontraba con él pero había sido en vano.
- ¿En qué piensas Soubi? – Lo interrumpió una voz grave haciendo que Soubi se asustara; se trataba de Ritsu-sensei
Soubi se fijó que era el único que se había quedado en el salón y cuando voleó hacia donde provenía aquella voz, sintió un gran enojo, así que se levantó y tomó sus cosas para irse de ahí, pero Ritsu-sensei lo detuvo por el brazo.
- ¿Qué es lo que quiere de mí? Ya me quitó a un amigo ¿qué fue lo que le dijo? – Soubi se había cansado de ese juego así que lo enfrentó
- Yo no le dije nada, sólo lo consolé porque estaba llorando y tú fuiste el culpable de su tristeza, así que no te preocupes, no fuiste un amigo para él. Pero contestando a tu otra pregunta… - Antes de seguir hablando lo miró de arriba hacia abajo con una mirada lujuriosa - … ya te había dicho que sólo me interesas tú – Eso último se lo dijo acercándose a su oreja, pero Soubi se zafó del agarre y salió corriendo de ahí
- Tarde o temprano vendrás a mi querido Soubi – Susurró para sí mismo aquel profesor
Ya eran las ocho de la noche, todo estaba en silencio, bueno excepto en la casa de Ritsuka, ya que por alguna razón se enojaron con él y su padre sacó su cinturón para empezar a azotarlo, Ritsuka sólo podía cubrirse con sus brazos le dolía pero no podía hacer nada. Después llegó su madre reprochándole el por qué había nacido así y otras cosas. Hasta que terminó todo y el pobre niño quedó acurrucado en un rincón mientras lloraba. ¿Por qué no había alguien quien le pudiera brindar su apoyo? Y en eso se le vino a la mente la cara de Soubi, él había sido el único además de Yuiko, que le sonreía sinceramente, pero cuando recordó lo que había pasado en la fiesta lo deprimió de nuevo.
En eso se oyó su madre que empezaba de nuevo a gritarle y se estaba dirigiendo hacia donde estaba él, no lo soportó y salió de la casa. Corrió y corrió, a pesar de las grandes heridas que tenía; hasta que se detuvo para tomar un poco de aire y le había sorprendido hacia donde se había dirigido, estaba exactamente en el lugar donde se veía con Soubi.
Al recordar todos los momentos felices que había tenido con él, empezó a llorar y se agarró del alambrado empezando a repetir el nombre del mayor una y otra vez.
Soubi había salido al patio para despejarse un poco y poder fumar sin interrupciones. Desde la semana pasada había empezado con ese horrible vicio a causa de sus problemas con el profesor de arte y por la gran culpa que sentía por haber dañado a Ritsuka.
En eso empezó a oir sollozos, Soubi se sorprendió por eso ¿Quién estaría a esas horas afuera y llorando? Se acercó poco a poco hasta que pudo ver una silueta de alguien agachado llorando. Cuando levantó la cabeza pudo reconocer que se trataba de Ritsuka
- Soubi – Dijo con una voz casi inaudible el menor
- Ritsuka ¿qué te sucedió? ¿por qué estás herido? – Soubi estaba asustado por tantas heridas, ¿quién podría haber cometido tal atrocidad? Al ver que el menor se soltaba de repente del alambrado y caía desmayado en la banqueta, Soubi no lo dudó y rápidamente se brincó el alambrado para estar con Ritsuka
- Tranquilo, yo estoy aquí y te protegeré – Le dijo mientras lo cargaba en brazos y se dirigía hacia la puerta para entrar al campus
La enfermera de la escuela atendió las heridas de Ritsuka, tenía varias cortadas y moretones, era obvio que alguien lo había golpeado. Ritsuka seguía inconsciente, la enfermera había explicado que era debilidad y efecto de las lesiones que al parecer habían sido graves. Lo recostaron en la cama de la enfermería y Soubi se quedó a su lado esperando que despertara. La escuela estaba desierta ya que todos se encontraban en sus dormitorios, hasta la enfermera ya se había retirado.
Soubi contemplaba plenamente al menor, tenía una expresión tan hermosa cuando dormía. En eso Ritsuka empezó a quejarse, al parecer estaba teniendo una pesadilla; Soubi le empezó a acariciar la cabeza y entrelazar sus dedos en su pelo.
- Shh, tranquilo aquí estoy – Le dijo suavemente Soubi haciendo que Ritsuka abriera poco a poco los ojos – Hola – Saludó con una sonrisa el mayor
- Hola ¿en dónde estoy? – Preguntó Ritsuka
- En la enfermería de la escuela, ¿quién te lastimó Ritsuka? – Preguntó con seriedad el mayor
Ritsuka sólo movió su cabeza hacia otro lado para no verlo a los ojos
- Ritsuka, esto ya es muy grave, ¿sabías que si sigues así podrías quedar inválido? Por favor dime quién fue
- Sería mejor si muriera – Dijo de repente Ritsuka
- Nunca vuelvas a decir eso ¿me oíste? – Soubi se enojó ante esa respuesta
- Tú no entiendes, si no existiera todo sería más fácil, nadie me lastimaría ni causaría problemas – Ritsuka volteó a ver a Soubi pero esta vez tenía los ojos llorosos
Soubi sin más abrazó al menor fuertemente
- ¿Y qué hay de mí? ¿Piensas que si tú murieras yo estaría contento? Al contrario, me dejarías con un gran dolor – Ritsuka al oir esto se sorprendió y poco a poco empezó a corresponder el abrazo – Discúlpame Ritsuka, por lo que hice la última vez, no tengo perdón pero de menos no quiero que me odies porfavor – Suplicó Soubi mientras lo abrazaba más fuerte
- Soubi… - Se aferró a su pecho empezando de nuevo a llorar
Se separaron para mirarse fijamente a los ojos
- Fueron mis padres – Declaró por fin Ritsuka dejando boquiabierto a Soubi – Ellos siempre me han odiado por cómo soy, siempre que cometo un error me castigan así o hasta a veces por nada como lo fue esta vez
- ¿Pero cómo? ¿Y ya los demandaste? Esto es maltrato infantil – Dijo seriamente Soubi
- Ya lo hicieron los vecinos muchas veces, pero sólo consiguen que venga una trabajadora social y mis padres le digan que todo es mentira. Así que no hay nada qué hacer, sólo esperar a que salga de la primaria y que me acepten aquí – Dijo deprimido Ritsuka
Ambos se quedaron en silencio por la gran decepción que sentían, pero a Soubi se le ocurrió algo.
- Ya sé, tengo una amiga que puede falsificar cualquier tipo de documento. Puedo pedirle que te haga un permiso para estar aquí todas las tardes con el pretexto de que harás un proyecto final. Y para que no tengas problemas con tus padres le diré que te haga 2; uno como pase de entrada a la escuela y otro que será un recado para tus padres ¿qué te parece? – De eso era famoso Agatsuma Soubi, tenía amigos por doquier y que estaban dispuestos a hacerle cualquier tipo de favor.
- ¿Acaso harías eso por mí? – Preguntó apenado el pelinegro
- Claro, eres mi amigo y más por tener a esos monstruos como padres – Dijo mientras empezaba a reírse
- Gracias – Dijo de repente Ritsuka sentándose en la cama
- ¿Y por qué me agradeces? – Preguntó despistado el rubio
- Por ayudarme y por preocuparte por mí, nadie había hecho esto por mí – Ritsuka tenía la cabeza inclinada y antes de que la levantara sintió unos labios posarse en su frente. Por alguna razón sintió una gran paz en si interior haciendo que dejara a un lado todas sus preocupaciones. Soubi se separó lentamente para encontrarse con aquellos ojos color violeta que por el momento brillaban como nunca, el mayor quedó hipnotizado ante tales ojos. Ritsuka tenía en ese momento las mejillas rojas (clara señal de estar apenado)
- De nada – Soltó sin más Soubi acariciando con el dorso de la mano aquellas mejillas sonrojadas – Bueno creo que lo mejor será que me vaya para que puedas descansar. Buenas noches – Se despidió el rubio levantándose de la silla en la que había estado sentado para dirigirse a la puerta y apagar la luz
En eso se oyó un gran relámpago, avisando que en cualquier momento habría una tormenta
- So… Soubi – Llamó el menor con voz débil y asustada
El aludido volteó y vio que Ritsuka tenía una expresión de temor, lo cual lo sorprendió
- ¿Podrías… - Ritsuka no terminó ya que volvió a sonar un relámpago haciendo que el menor brincara y se tapara los oídos fuertemente. Soubi en eso entendió que le temía a los relámpagos, así que se acercó y se sentó en la cama a lado de Ritsuka
- Me quedaré toda la noche, así que duerme tranquila, no me iré – Dijo el rubio para tranquilizar a Ritsuka
Una hora después ambos estaban acostados en aquella cama individual, Ritsuka se había quedado profundamente dormido en el pecho de Soubi, éste lo estaba abrazando y seguía acariciando sus cabellos para arrullarlo, al parecer no podía dormir por tantos pensamientos que rondaban en su mente. El rubio observaba detenidamente la cara de Ritsuka mientras dormía, parecía un ángel con tal expresión.
No dormía mientras pensaba en el por qué le había dado ese beso en la frente, se había movido sin pensarlo ¿qué era lo que le pasaba? También últimamente sentía cómo su corazón latía fuertemente con sólo ver al menor. Al parecer le entristecía lo que le pasaba al menor y es por eso que había decidido ayudarlo, pero no es sólo eso, es porque algo dentro de él le decía que quería estar con él por siempre. ¿Pero en qué estaba pensando? ¿Acaso estaba sintiendo algo más por aquel niño? Al parecer Kyo tenía razón, si le estaba interesando Ritsuka. Pero si era así ¿qué pensaría Ritsuka si lo supiera? Le dejaría de hablar y lo acusaría de pervertido, no soportaría aquellas acusaciones, lo mejor era seguir siendo buenos amigos. Aunque al pensar en eso sintió cómo su corazón le empezaba a punzar dolorosamente ¿pero por qué? ¿Es que acaso… él se había enamorado de Ritsuka?
AL DIA SIGUIENTE
Ante los rayos del sol que pasaban por la cortina hizo que Ritsuka despertara. Al abrir sus ojos, lo primero que vio fue una camisa del instituto Nanatsu no Tsuki y una corbata desabrochada, al mirar hacia arriba para ver quién era, se sorprendió al notar que era Soubi. Aún seguía dormido y respiraba profundamente; había cumplido su palabra, se había quedado toda la noche velando por su sueño. Quiso levantarse pero sintió que algo lo retenía por la espalda y al voltear hacia atrás notó que eran los brazos protectores del rubio. Al ver esto se avergonzó, había dormido toda la noche con él; pero cuando se tranquilizó un poco volvió a sentir aquella paz que lo invadía por todo el cuerpo. Era algo tan cálido que no podía describir con palabras y eso hacía que sintiera confianza por Soubi.
Ritsuka no quitaba la mirada hacia el rostro de Soubi y luego detuvo su mirar en los labios entre cerrados del mayor, se veían tan suaves y tenían un color rosado que tentaba a cualquiera. Por alguna razón quiso tocarlos, así que con su dedo índice delineó aquellos labios con delicadeza, y como había pensado, si eran bastante suaves. De repente Soubi hizo un quejido, soltó quitó sus brazos del menor y se volteó boca arriba, pero aún seguía dormido. Ritsuka se había asustado, pensó que se despertaría por el roze, pero al parecer estaba profundamente dormido.
Pero de nuevo lo invadió la curiosidad, quería saber cómo se sentía el contacto de sus labios con los suyos, eran totalmente tentadores. Su corazón estaba latiendo a mil por segundo y parecía que saldría de su pecho por tantos latidos. Se fue acercando poco a poco a aquellos labios, sintió como la respiración pausada del mayor golpeaba su cara, fue acortando la distancia y cerró los ojos para disfrutar más del momento, ya le faltaban unos cuantos milímetros cuando de repente…
- ¿Ritsuka? – Se oyó una voz haciendo que el menor se alejara rápidamente, parándose de la cama. Se trataba de Soubi que había despertado y ahora lo miraba desorientado - ¿Qué estabas haciendo? – Preguntó el rubio despistado
- Bu… bueno yo… yo… estaba… - Se había puesto totalmente nervioso y rojo por la vergüenza, ¿cómo es que iba a besarlo? ¿en qué pensaba?
- No te preocupes – Dijo sin más el rubio sentándose en la cama – En la noche pude ver que te movías mucho, al parecer estabas teniendo pesadillas; pienso que de nuevo estabas soñando algo ¿no? – Soubi en realidad no sabía que eso sería un beso
- Sí, así es – Respondió apresuradamente Ritsuka
- De acuerdo – Dijo Soubi mientras se levantaba de la cama - ¿Sabes qué hora es?
- Son las 8:15 – Respondió el menor revisando su reloj de mano
- Que bien que tengo la primera clase a las 9 – Ese día era sábado, así que el horario no era el mismo que los demás días – Por cierto ¿ya te sientes mejor?
-Si gracias – Respondió Ritsuka con una sonrisa
- Bueno entonces vamos a mi dormitorio para poder darme una ducha y luego llevarte a tu casa – Comentó Soubi mientras estiraba su mano para estrecharla con la del menor
Ambos se dirigieron hacia el dormitorio y cuando Soubi trató de abrir la puerta notó que tenía seguro
-Ay Kyo, siempre preocupado – Expresó el rubio mientras buscaba algo en su pantalón, hasta que lo encontró, se trataba de una llave y así pudieron abrir la puerta
Soubi invitó a pasar primero a Ritsuka y cuando pasó notó cómo una parte estaba totalmente ordenada y la otra todo lo contrario. En la parte desordenada estaba alguien dormido; cuando Soubi cerró la puerta se dirigió a su ropero para sacar un nuevo uniforme ya que el que traía ya estaba sucio y mientras gritó:
- Kyo ya levántate, pasan de las ocho – Dijo Soubi mientras sacaba el uniforme – Ponte cómodo Ritsuka, puedes tomar lo que quieras – Le comentó el mayor mientras se dirigía al baño
- Soubi, déjame dormir unos minutos mas – Respondió Kyo mientras se tapaba la cabeza con una almohada, Ritsuka seguía parado a lado de la cama del rubio
- Ya te oí, si no te levantas te lanzaré una cubeta de agua fría – Gritó desde el baño Soubi
- Está bien – Se levantó de repente el peliverde y se sorprendió al ver a Ritsuka ah - ¿Ritsuka?
- Hola – Saludó un poco apenado Ritsuka
- ¿Qué haces aquí? – Preguntó sorprendido Kyo
- Es que me sentí un poco mal y Soubi cuidó de mí toda la noche
- ¿En serio? – Kyo tenía una cara totalmente sorprendida - ¿Me disculpas un minuto? – Dijo Kyo mientras se metía al baño y cerraba la puerta tras él -¡¿Pero qué demonios estabas pensando? ¿Dormiste con un niño? Eres un pervertido, ¿cómo pudiste? – Se oían los gritos de Kyo por toda la habitación
Ritsuka miró toda la habitación y se dirigió hacia el escritorio de Soubi, todo estaba muy bien acomodado. Observó las fotos que se encontraban en los portarretratos, en todas salía Soubi y se las había tomado con sus amigos, pero lo que le sorprendió es que en ninguna salía sonriendo.
En eso salió enfurecido Kyo del baño y se dirigió hacia Ritsuka y lo tomó de los hombros
- Dime Ritsuka, ¿éste pedófilo te hizo algo que tú no querías? No te apenes por decirme la verdad, esto es importante – Dijo de lo más serio el peliverde a lo que Risuka sólo negó con la cabeza
- ¿Seguro? – Volvió a preguntar
- Si, él me cuidó cuando más lo necesitaba – Respondió sinceramente Ritsuka tranquilizando a Kyo
- Menos mal – Kyo se alejó para buscar su uniforme, pero toda la ropa estaba regada en el piso que sólo pudo encontrar la corbata
- ¿Quieres que te ayude? – Preguntó Ritsuka mientras se agachaba
- Sí por favor, después tendré que arreglar este desastre – Dijo Kyo sonriendo
- Disculpa ¿puedo hacerte una pregunta? – Dijo Ritsuka empezando a mover aquella montaña de ropa
- Claro, pero por favor dime Kyo, ya que somos amigos ¿no?
- De acuerdo. Kyo ¿Tú has visto a Soubi sonreír? – Preguntó mientras se avergonzaba por hacer esa pregunta
- Pues, sinceramente sólo una vez, él siempre ha sido muy serio, pero eso no quiere decir que sea antisocial, ya que es de las pocas personas que se lleva bien con toda la escuela. Por eso me sorprendió cuando me platicó sobre ti, que eras su nuevo amigo. Yo dudé al principio ya que un niño nunca querría ser amigo de un estudiante de preparatoria tan serio como él, aunque cuando los vi por primera vez juntos, noté que te trata diferente, es amable y se preocupa demasiado. Si hubieras visto cómo estaba cuando ustedes se dejaron de hablar, andaba en las nubes siempre y dejó de hablar con todos; hasta empezó a fumar. En fin, sólo quiero pedirte un favor. – Le dijo serio Kyo acercándose para susurrarle el secreto
- El que sea – Respondió ritsuka
- Me preocupa todo lo que le pase a Soubi, ya que ha sido mi amigo por años. Así que te pediré que siempre lo escuches y confíes en él, no me gustaría verlo triste de nuevo. Todos los años de su niñez le han sido muy difíciles, supongo que es por eso que siempre es muy serio. Así que te lo encargo mucho porfavor – Kyo conocía a Soubi desde la secundaria y a pesar de que siempre se pelean son los mejores amigos además de que él es el único que sabe su historia
- ¿Y qué le pasó cuando era niño? – Preguntó preocupado Ritsuka
- Lo siento, pero creo que yo no soy el indicado para decírtelo. Pero no te preocupes, no es nada importante, además si lo quieres saber pregúntale, estoy seguro de que a ti si te lo dirá – Le respondió Kyo mientras le sacudía la cabeza como se tratase de un cachorro
Ritsuka se entristeció ante eso, no sabía que Soubi había pasado por algo malo durante su niñez, la pregunta era ¿qué le sucedió en el pasado?
CONTINUARÁ…