El baile era frenético, nuestros cuerpos pegados comenzaban a transpirar... Ya no daba para más, estoy mayor.
-¿Podríamos parar un momento?-jadeé en su oído
-Que poco aguante, rubito-se burló de mí
-Puedes llamarme Reita-
-Soy Ruki, ¿quieres que vayamos a la barra a por algo de beber?-
-¡No!-me apresuré a decir, a la barra no, si Byou me veía con otro me montaría otra de sus escenas de ''eres mío y solo mío''-¿Podemos salir fuera?-
-El callejón es un poco turbio, pero nos podrían ver fácilmente-me sonrió-Te daré otra opción... vamos al baño, y te arreglo esto-dio un apretón a mi erección, lo cual me hizo gemir
¿En qué momento me había excitado tanto? No lo tenía claro...
Retiró su mano y la llevó a su boca, de manera sensual. Se dirigió hacia el baño con movimientos gráciles, y lo seguí como un perrito faldero.
Se podría pensar que todos los baños de discotecas como esta eran repugnantes, sin embargo cuando entramos el lugar estaba bastante limpio y arreglado. Por suerte para nosotros nadie estaba ''desahogándose'' allí en ese momento.
Aquel ''Ruki'' se dirigió a uno de los cubículos mientras me hacía gestos con la mano para que lo siguiera.
Y me metí allí, sin pensar en nada más... Aquel chico tenía algo...algo que me atraía de manera irrefrenable... No sabría explicarlo.
Lo acorralé contra una de las paredes, Dios mio, quería besarlo de manera salvaje, quería follármelo incontables veces esa noche... Pero por alguna razón algo dentro de mí me hacía querer esperar una señal de él para actuar.
Y la señal llegó, dobló su pierna y colocó su pie en mi abdomen, para alejarme un poco de él, dejándome apoyado en la pared contraria.
Sonrió de oreja a oreja y desabrochó mis pantalones, sin dejar de mirarme directamente a los ojos, lo cual me encendió muchísimo. Bajó su cabeza hasta que quedó arrodillado frente a mí. Notaba su respiración sobre la tela de mis boxers... Calor...calor...
Pero la temperatura llegó a su punto más alto cuando noté su lengua yendo de arriba abajo por mi miembro, empapando mi ropa interior con su saliva. Esto era devastador...
Ardía...ardía mucho...lo notaba perfectamente, cada poro...todo estaba en llamas, ah...ah...
Entonces me corrí, y me invadió el miedo. ¿Qué? No...no... Era patético, de lo más patético, no podía ser, no, no acababa de pasar esto, ¿verdad?
Ruki soltó una risita y volvió a mi altura:
-Pobrecito, ¿eyaculador precoz a tu edad?-
-A mí nunca...-me avergoncé de verdad
-Todos dicen lo mismo...no te preocupes... A esta mamada invita la casa-salió del cubículo
-¡MIERDA!-grité, y le di un puñetazo a la pared del baño-No puede ser-
¡El mejor tío que se me había puesto a tiro en mi maldita vida y me había corrido en menos de dos minutos!
Había perdido la oportunidad de mi vida, había engañado a Byou y para colmo ni siquiera había podido disfrutarlo y ahora tenía un serio problema de autoestima...
Nunca había tenido esa clase de problemas, bueno, quizá en mi adolescencia, como todos. Pero una vez que acepté mi condición de homosexual y comencé a practicar sexo con regularidad... había desarrollado un aguante respetable. ¿Entonces por qué ahora había tenido un gatillazo?
No tenía ganas de ir a ver a Byou ahora y encima tenía la ropa interior mojada, me sentía muy incómodo. Así que me abroché los pantalones y me dispuse a salir del baño, no sin antes mirarme en el espejo para comprobar que todo estaba bien. Fue entonces cuando vi a Kojima detrás de mí:
-Akira...-me abrazó-¿Has venido a verme?-sonrió
-Sí...lo siento, tenía muchas ganas de ir al baño-
-No pasa nada, ¿vamos a bailar un rato antes de ir a casa?-
-Está bien...-quería complacerlo, había tenido una tentación muy fuerte esa noche, pero no volvería a ocurrir, nunca volvería a ver a ese tío y seguiría feliz con mi novio
Nos dirigimos a la pista de baile y comenzamos a movernos al ritmo de la música. Se puso delante de mí, dándome la espalda, y comenzó a mover sus caderas de manera sensual. Pero no tenía nada que ver con lo que había experimentado antes, no sentia ni una décima parte de todo el calor que había sentido cuando bailaba con Ruki.
Entonces lo vi...en una esquina de la pista... Y sus ojos se posaron en los míos, sonrió y siguió bailando mientras me observaba. Posó su mirada en Byou y por un momento temí que viniera y dijera algo... Pero por suerte no pasó nada de eso. Sin embargo el rubito no quitó su mirada de mí y no pude evitar reaccionar ante sus movimientos y provocaciones.
Entonces Kojima se dio la vuelta y se pegó mucho a mí. Lamió mi oreja y rodeó mi cuello con sus brazos:
-Akira...estás duro...-se restregó contra mí y me besó de manera profunda, metiendo su lengua hasta el fondo de mi boca
Yo mantuve los ojos abiertos y seguí mirando fijamente a Ruki, incluso mientras besaba a mi novio, y pude observar como el pequeño se relamía los labios, observándome...
Byou enredó sus piernas al rededor de mi cintura y yo lo sostuve por el trasero. En estos momentos, normalmente, yo me dejaba llevar y hacía ver que solo estábamos él y yo en medio de aquella pista de baile. Pero ahora simplemente no podía, había una tercera persona que captaba mi atención...
-Akira...-el gimoteo de Kojima en mi oído me sacó de mis pensamientos-¿Nos vamos?-
-Vale...-
Realmente no quería irme, quería quedarme y violar a Ruki, pero ya había comprobado que eso no era posible... Salimos de la mano, y la lluvia comenzó a caer, Byou no paraba de reír, nos estábamos empapando.
Comenzó a dar vueltas, dejando que el agua recorriera todo su cuerpo:
-¿No te encanta esto? Es de madrugada, llueve... y solo estamos tú y yo-
Sonreí observándole, era realmente fantástico. ¿Por qué no me llenaba esta escena?
-Akira...vamos-comenzó a correr y yo lo seguí
Sabía que él amaba esa sensación, de mojarse sin que nada más importara. Di gracias de no llevar nada semi-valioso encima que pudiera ser dañado por la lluvia.
Corrimos hasta llegar a casa, nuestra casa... La echo de menos ahora.
-Akira...desnúdate y yo prepararé el baño-alzó sus cejas de manera sugerente y yo asentí
Me quité la ropa despacio y entré en el cuarto de baño. Byou me esperaba dentro de la bañera. Ahora lo recordaba, la había preparado antes de salir para meterme al baño nada más volver...
-Aki... ¿Vienes?-
-Por supuesto-me metí en la bañera y casi solté un gemido, yo estaba húmedo y frío y el agua estaba realmente caliente-Ven aquí-lo rodeé con mis brazos y lo besé
No me gustaba esta postura, normalmente era él el que estaba sobre mis caderas...
Nunca me ha agradado ser el pasivo. Byou me lo ha hecho alguna vez, y está bien pero...Me gusta mandar. Así que me separé de él y di la vuelta a la situación, sentándolo a él sobre mí. Me moví para poder sentir ese perfecto trasero contra mi miembro.
-Akira...-apoyó sus manos en mis hombros-No hagas eso...ahhh...-
-Oh...vamos...si te encanta...-
-Hacía mucho que...ah...no venías con tantas ganas...-
-Llevo todo el día pensando en esto-
¿Por qué le mentía? Era una mala persona... ¡En lo único en lo que pensaba era en follarme a Ruki, no a Byou!
-Ah...aah...-jadeaba en mi oído, ahora era él el que se movía sobre mí
Cerré los ojos... ¿Y si el que me estaba cabalgando fuera...? Oh... no...no podía hacer eso... no podía pensar en otro cuando tenía a mi novio sobre mí a punto de autopenetrarse.
Mi cerebro dejó de funcionar cuando lo hizo.
-¡Aaahh!-yo grité más que él, abrí los ojos y posé mis manos en sus caderas-Vamos...-comencé a moverlo
-Aahh...Akira...muy rápido...espera un poco-se quejó repentinamente
Mierda, soy un bestia, detuve mis manos.
-Lo siento, es que tenía muchas ganas-me excusé
-No importa-comenzó a moverse de nuevo, más lentamente-Estás muy grande hoy...-
-Aaah...-gemí cuando comenzó a contraer su entrada a mi al rededor, no sé cómo, pero había aprendido a hacerlo de una manera que me volvía loco
Poco a poco fuimos cogiendo ritmo de nuevo...el agua se salía de la bañera, mi espalda se aplastaba contra la pared. Byou cada vez gemía más alto...Pobres vecinos, pero me daba absolutamente igual, solo quería correrme cuanto antes.
-Aaah...Akira...aah... ¡Aah!-finalmente se corrió, manchándonos a ambos
Entonces mi mente reaccionó, y reprodujo la voz de Ruki en lugar de la de Byou. Solo con esa visión conseguí terminar. Un gran orgasmo culminado con un grito gutural que salió de lo más profundo de mi garganta.
Ambos quedamos sudando, con nuestros propios fluídos flotando en la bañera. Podía parecer asqueroso, pero no quería moverme por ninguna razón. Entonces sentí los labios de Byou sobre los míos, y me sentí culpable de nuevo...
Lo siento...lo siento...Byou...Pero no eres tú el que ocupa mi mente ahora