Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Corazón Humano por Reitsuki Mitsukuri

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holaaaaaaaaaaaa otra vez, ahora he subido mi segundo capitulo, esta historia me llama mas y mas a que la siga escribiendo algo me dice que su final será interesante...bueno, no tengo mucho tiempo a demás que dudo que alguien se de la lata de leer esto así que Enjoy!


PD: Ni los personajes ni la serie me pertenecen, yo los tomo prestados para mis pervertidos pensamientos...etc etc

Corazón Humano: Capitulo 2


Al empujarlo hacia atrás me quedé prendado de sus ojos, en ellos yo me reflejaba y tal soledad me embargó por completo, una de sus manos se posó en mi pecho y me alejó levemente.


-Si tienes aunque sea un poco de respeto por quien tienes en frente ¿Podrías alejarte un poco para no invadir mi espacio personal? –Su rostro mostraba una mueca de incomodidad mientras sus manos sacudían el polvo que se había juntado en su ropa. Me di la molestia de razonar las palabras que me había dicho y recaí en lo estúpidas que eran.


-¡Y quién va hablando! Tu empezaste a invadir mi espacio primero que nada, yo sólo te devolvía el favor –Una de sus cejas pareció moverse al ritmo de un ligero tic y sus ojos ahora buscaban los míos con furia, definitivamente ahora se sentía ofendido.


-¡Yo sólo intentaba quitarte una mancha que estaba en tu mejilla!


-P-pues no tenias por qué hacerlo con tanto cuidado, a demás bastaba con que me lo hubieras dicho –Le enseñé mi lengua en notorio signo de infantilismo, su rostro se hizo notar tomando un tinte rojo por la molestia que tenía…pero si me pongo a analizar bien las cosas, resulta ser que el responder altaneramente es mi modo de defensa. El entró en mi metro cúbico y yo no pude hacer más que buscar la forma de reaccionar sin que él notara mi nerviosismo…yo no quería que se apartara, pero si seguía tocándome así era muy probable que mi cuerpo reaccionara de manera involuntaria. El rubio se puso de pie y dio media vuelta, caminó un par de pasos, pero se detuvo para poder hablarme.


-Perdona entonces, no pensé que te molestara tanto…ya me voy, no vuelvas muy tarde o Gon se va a preocupar –Siguió adelante sin dedicarme ni una última mirada y como mi orgullo es tremendamente grande no me dejó hablar ni seguirlo, en vez de eso me quedé allí recostado contra el árbol…me sentí como un estúpido, hace menos de diez minutos que rogaba por el contacto humano y ahora lo alejaba a gritos porque me ponía ansioso y algo en mi interior se inquietaba. Cubrí mi cara con mis manos y observé la oscuridad que yo mismo creaba, era así con todo el mundo, yo me aislaba, yo me convertía a mi en un prisionero de mi propia celda, tan oscura y fría que nadie era capaz de entrar en ella por más de unos cuantos segundos sin terminar deseando huir de mi presencia.


Mordí con rudeza mi muñeca dejándome unas marcas en mi clara piel, la sangre escarlata goteaba de apoco en mi ropa, la observé en silencio, se escurría y coloreaba un paisaje en mi brazo que daba término en mi codo…las gotas pausadas avanzaban cada cual por su lado…me embargó la sed y con un énfasis extraño arañé con mis dientes la delgada piel de mi antebrazo sano ahora había mas liquido que se sentía cálido en mi… ¿era este el calor que anteriormente buscaba? ¿Era así de intensa la sensación del cuerpo ajeno? Sonreí para mi y cerré los ojos una vez mas, sólo quería reposar en la agradable sensación de liberación que me producían mis húmedas heridas, saboree en mi boca el metálico líquido…me arrullé con el sádico murmullo del fluir por mi cuerpo y relajé mi cuerpo como pocas veces me daba el lujo de hacer. Para cuando desperté del sopor el sol bajaba por el poniente dándole un anaranjado color al cielo, suspiré y con resignación me encaminé a la posada en que nos hospedábamos aquella vez, entré por la puerta principal y la mujer que nos atendía dio un respingo y botó unas figurillas de loza que llevaba en las manos, posteriormente chilló hasta que Leorio, Gon y Kurapika aparecieron en el salón de estar.


El mayor me observó con los ojos asombrados y cara de idiota, los demás simplemente me miraron con sorpresa pero en silencio. El de los lentes se me acercó y me tomó el brazo derecho con un poco de fuerza.


-¡¿En qué estás pensando? ¿Acaso no sabes lo peligroso que es esto? –El rubio se acercó en un ágil movimiento.


-¿me estas diciendo que se lo hizo él mismo? Imposible… -La mirada acusadora del de la cadena me atravesó sin que pudiera evitarla, negó con la cabeza y dio media vuelta para dejarme, así como lo había hecho la vez anterior en el parque hace no más de cuatro horas…eso me dolió, fue una sensación de decepción que se transmitió hasta llegar a mi e hizo que no pudiera sostener su vista. En tal caso me fijé en mi mejor amigo, el de marrones ojos se veía preocupado, intentó sonreírme, pero su angustia se ponía por sobre su deseo de hacerme sentir cómodo…Le eché un leve vistazo a la espalda del de claros ojos y en mi garganta se formó ese ya bastante común nudo que me impedía hablar y me amenazaba con hacer que las lágrimas se asomaran por mis párpados. Por alguna razón me desesperaba el saber que había decepcionado a Kurapika…

Notas finales:

Gracias por leer


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).