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Caceria de brujas por darkmiss

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Notas del capitulo:

Gomen por la tardanza aqui les dejo el siguiente capitulo

Capitulo 4

Estaba muy adolorido por el golpe que le habían dado en la cabeza, ese grito de una mujer desconocida fue lo último que escucho antes de caer inconsciente, pero ahora estaba recuperando la consiente y se percató que estaba en una cama muy cómoda, lentamente se incorpora de la cama para percatarse que estaba en una habitación muy cómoda, de grandes ventanas que daban a la vista hacia los jardines del lugar, habían varios muebles de madera estéticamente tallados, llevaba puesta unas mudas de ropa de algodón limpias de color arena, y un lado esta había un mueble pequeño y arriba de este estaban un traste de agua y un pequeño trapo y de uno de sus costado estaban perfectamente doblados su ropa limpia, estaba un poco nervioso y sin pensarlo dos vez se incorpora de la cama y toma su ropa para cambiarse y salir de ahí lo más rápido que podía, pero en ese momento alguien estaba tocando la puerta.

Estaba mudo, los nervios lo estaban destrozando, pero cuando ve como la puerta se estaba abriendo, no pudo hacer nada más que estar estático, y ahí vio a un hombre y una mujer con hábitos religiosos, estaban felices al verlo parado-

-Nos alegra que hayas despertado-dijo aquel hombre

-mu..mu..muchas gracias-dijo Kardia con mucho miedo

-te dejamos tu ropa a un lado de tu cama , estaba sucia por la sangre que derramastes, asi que le cambiamos para que pudieras descansar-

Kardia miraba a las dos personas, la mujer era alta de piel blanca, pero no tanto como la de Degel, su cabello era negro como la noche y sus ojos eran un par de oxidianas, si no fuera por su ropa se podría decir que era una mujer de carácter fuerte calculaba que tenía unos 25 años de edad o un poco mejor en cambio el hombre, tenía su piel nívea, haciendo contraste con su cabello y ojos que eran iguales a los de la mujer, e igual que con ella con los tonos de voz podía deducir que era persona de carácter fuerte pero ambos eran gentiles

-¿Cómo te sientes hijo?- dijo el hombre mientras se acercaba y examinaba la herida, en cambio la mujer es acerco hacia uno de los cajones y sacaba unas cuantas vendas por si acaso eran necesarias, pero cuando vio la mirada de su compañero que negaba en un simple movimiento en su cabeza, rápido volvió a guardarlas y se acercó para sentarse en uno de los bancos de la habitación

-Es bueno que hayas logrado despertar, estábamos preocupados-dijo la mujer

-¿Cómo llegue aquí?

-disculpa nuestros modales- dijo rápido el hombre como asustado por ese error- yo soy el hermano Thanatos y ella es la hermana Calvera- señalando a la mujer que hizo una leve reverencia con su cabeza- te trajimos ayer por la noche, cuando te encontramos inconsciente en uno de los  callejones tenías un golpe en la cabeza sangrabas-

-muchas gracias-dijo Kardia, mientras se por la ventana observa por la ventana que el sol estaba en lo alto- ¡Dios mío! ¡LA EMBARCACION! -saliendo de la cama se coloca rápido sus sandalias y su sombrero para salir corriendo de ahí, las dos personas no hicieron nada para detergerlo en la habitación porque corrió como alma de llevaba el diablo, lo siguieron hasta que lo alcanzaron  en la entrada de la capilla, Calvera lo tomo de la mano para detener su marcha

-¿Que tienes jovencito?- dijo la monja preocupada, por su extraño comportamiento

-no siento, madre pero me tengo que ir o sino perderé el barco-dijo Kardia preocupado, pero cuando vio en los ojos de las dos preso

-lo siento pero la embarcación hace poco salió, tal vez no vuelvas a ver otro barco dentro de una semana

Esas palabras desanimaron a Kardia porque había perdido el barco, pero a la vez eso lo animo mucho porque al menos es quedaría más tiempo con Degel, aquel chico que lo cautivo, con esa elegancia y la amabilidad que lo había tratado, estaba seguro que es había enamorado de él, Kardia siempre se la pasaba de puerto en puerto desde muy joven, cuando es escapo de ese orfanato de donde siempre había vivido, ahora estaban en otra lugar, cuando piso tierra, se a dentro a la ciudad para buscar un poco de pan dulce, fue cuando una ráfaga de viento se llevó volando su sombrero, estuvo corriendo varias calles tratando de capturarlo pero le fue imposible hasta que este aterrizo en la cabeza de aquel joven de ojos azules, cuando vio lo había hecho su pertenencia estaba avergonzado y se iba a disculpar pero al verlo fijamente no pudo decir nada porque es quedo boquiabierto lo la persona más bella que había conocido, ahora que se quedaría una semana en este lugar podría conocer a Degel, que cuando recordó que no tenía nada en ese lugar, se maldijo por ese detalle, recordó que llevaba consigo un pequeño costal donde tenía unas cuantas monedad de oro y unas manzanas rojas

-disculpa hijo ¿si deseas podrías quedarte aquí?- dijo Thanatos suponiendo lo que tenía en mente gracias a los gestos de resignación y luego de reproche a si mismo

-En serio padre- dijo Kardia con entusiasmo- pero ¿no tengo suficiente dinero para pasar su hospitalidad?-

-hay entonces eso tendría que resolverse con el padre Sage-dijo Calvera

-alguien me buscaba- dijo el mencionado siendo acompañado de Hypnos se veía que apenas se había levantado por que mostraba unos mechones de su cabello rubio mojados

-Si padre, lo que pasa es que este joven era de la embarcación que apenas se retiró, y pensábamos en ofrecerle hospitalidad- dijo Calvera, con la esperanza de que se quedara el menor

Sage cuando vio a su rival frente a frente con ese largo cabello color azul, esos ojos del mismo color y esa piel color canela, tenía ganas de asesinarlo, pero cuando llego esa idea de matarlo, mentalmente se persigno por esa idea, esos sentimientos poco a poco lo estaban controlando y eso no lo podía permitir llevaba años ocultándolos, pero unos pasos lo interrumpieron, todos voltearon a ver hacia la entrada del lugar y vieron que Degel acompañado de Serafina iban caminando, Kardia cuando vio al ojiazul, sentía que la sangre hervía, trato de no colorarse pero fue imposible, en sus mejillas se descubrió ese color carmesí.

-Buenos días padres y madre-dijo Degel y Serafina cuando vieron a los 3 hombres y la hermana pero sin percatarse de la presencia del peli-azul

-Buenos días Degel,- dijo Sage, extendiendo su mano para saludarlo formalmente, seguido de los más jóvenes.

En cambio Kardia se quería ocultar de esos ojos profundos, nunca antes había sentido esa clase de sentimientos, estaba sudando frio, pero así que sin hacer mucho ruido y procurando no ser visto es retira del lugar, cuando llega a las puertas de la iglesia, suelta el aire que estaba contenido en sus pulmones

-Kardia- grito una persona a sus espaldas

El peli-azul se estremeció al escuchar la voz de Degel a su espalda, estaba tan nervioso que no escucho los pasos de este acercándose a su persona, y se estremeció por completo cuando este toco su hombro, sintió una corriente eléctrica recorrer su cuerpo, quería lanzarse a sus brazos y besas esos sensuales labios que poseía pero tenía miedo a que esos sentimientos no fueron correspondidos y más porque sabría las consecuencia de su acto

-Kardia, ¿te estoy hablando?-dijo Degel con mucha paciencia

-Nada Degel solo quería salir a respirar un poco de aire-dijo Kardia cuando logro conectar su cerebro con su boca, estaba muy nervioso al tenerlo al frente y quería retirarse lo más pronto

-¿Qué te paso en la frente- dijo Degel escandalizado

Kardia callo en cuenta que no tenía su sombrero, que este se había vuelto a volarse por el viento, dejando ver su frente vendada, Degel no dejo pasar eso del chico que en poco tiempo lo había impactado, entonces lo tomo de su mano para volver a estar al recinto para ir al lugar donde había dejado a Serafina.

Llegaron al lugar pero se percataron que no estaba la menor ni el padre Sage en cambio estaban los dos jóvenes que le había presentado la noche anterior hablando con la hermana Calvera, fueron hacia ellos

-¿Dónde te habías metido jovencito?- dijo Calvera hacia Kardia con algo de seriedad por su repentina desaparición

-Lo siento hermana pero no me sentía muy bien y quería respirar un poco de aire-dijo Kardia algo apenado

-Lo te preocupes hijo- dijo Calvera con una sonrisa-entonces ¿nos darías el gusto de quedarte hasta que vuelva tu barco?

-¿cómo que hasta que vuelva tu barco, Kardia?

Kardia estaba que los nervios se lo comían, entonces le explico lo que había sucedido, al terminar se contar, Degel soltó su mano y se la coloco en su barbilla para pensar la solución

-¿qué tal si te quedas en mi casa?-Dijo Degel como si fuera lo más normal del mundo, ahora si Kardia estaba más que nervioso... sin pensar que esa oferta le traerá grandes consecuencias

Notas finales:

Espero que les haya gustado espero sis comentario (criticas constructivas por favor )


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