En todo el día ninguno se había dedicado a verse, uno por los nervios y el otro por la vergüenza de lo sucedido, pero ambos tenían el mismo sentimiento de que lo volvería a intentar hasta que ambos terminaran.
Kardia se encerró en el baño, hasta que el calor de su cuerpo se le fue bajando, y sin pensarlo dos veces salió de la habitaciones teniendo cuidado de no encontrarse con Degel, bajo las escaleras para quedar parado a un lado de ellas, encontraba muy intimidado por toda la gente que lo miraba como un extraño en la mansión, hasta que una niña de unos escasos 10 años, se le acerco a él que en ese momento se encontraba parado al pie de las escaleras, buscando aunque sea la salida del lugar.
-usted tiene que ser, amigo del señor Degel- dijo la niña mirándolo con curiosidad eso grandes orbes verdes
-ah…este...si pequeña, me podrias decir donde esta la salida de este lugar, por favor pequeña- pidio con amabilidad Kardia
-si señor es por aquí-dijo la menor y tomándolo de la mano, lo guio hasta el vestíbulo del lugar- en esta puerta- señalando una hermosa puerta de madera, bellamente tallada con el centro, es escudo de la familia- esta es la salida a la mansión señor-
-muchas gracias- en ese momento tuvo una idea, para lograr pasar el rato, y a la vez empezar a memorizarse el lugar- pequeña, ¿tienes muchas cosas que hacer aquí?-
-no, señor por lo general siempre ayudo a mi hermana, ella si es la que trabaja aquí
-pero tú conoces este lugar-
-conocer, claro señor, es mas yo sé todos los pasillos secretos de la casa, si quieres se los puedo enseñar
-eso me agradaría y no sabes el gusto que me da, en que me ayudes pequeña-revolviendo sus castaños cabellos
-si señor pero me llamo Carol- haciendo un lindo puchero y mirándolo a los ojos
-mucho gusto Carol, yo me llamo Kardia-
-corazón, ¿no?-
-¿Como?-
-si, Kardia es griego no, y significa corazón, o estoy en lo equivocado-
El mayor miro con asombro la pequeña, solo le sonrió para colocar su mano en la cabeza –eres una pequeña muy inteligente, bueno Carol guíame a esta pequeña aventura-
La menor solo sonrió como su estuviera planeando una travesura y tomados de la manos, la pequeña le dio un tour donde le explicaba toda la casa y sus pasadizos, kardia se sentía como un crio en su aventura, nunca antes se había divertido así, siempre desde que tenía memoria, fue un niño solitario, todos los demás niños le huía, nunca supo el porqué pero ahora ya no le importaba, se estaba divirtiendo mucho.
Mientras tanto Degel se encontraba en la biblioteca tratando de olvidar lo que pasaba, pero le era imposible, no entendía que tuvo Kardia que lo cautivaba, para sus ojos era una persona extranjera, aventurera de otras tierras, pero cuando lo tuvo entre sus brazos, tuvo otra perspectiva, ya que podía sentir la intensidad, el fuego que tenían en su interior, pero ese fuego era encerrado en una enorme capa de timidez, fragilidad, miedo a que se rompa esa inocencia que tenía en su interior, no puso cuando tiempo estuvo en la biblioteca, hasta que alguien toca la puerta, Degel deja a un lado su libro
-adelante- entrando una de las sirvientas de la mansión
-Disculpe la intromisión señor pero la cena ya está casi lista-
Se sorprendió al escuchar y mira el reloj de la estancia que marcaban las ocho de la noche, controlando sus emociones este solo asintiendo para incorporarte e ir al comedor donde se encontraban ya Serafina y Unity sentados en sus lugares correspondiente
-Degel, es bueno tenerte para cenar
-¿Porque no me llamaron en la hora de la comida, Unity?
-lo siento mucho primo, yo les pedí a las sirvientas que no te interrumpieran hasta la cena-
-está bien, Serafina, pero alguien ha visto a Kardia-
-¿te refieres a tu invitado?- dijo la menor
-si-
-pues la última vez que lo vi estaba en los jardines en compañía de Karol-ambos hermanos vieron como el peli verde se parada de la silla e iba a dirección de los jardines traseros- ¿a dónde vas Degel?-
-a buscar a Kardia, Unity, empiecen ustedes por favor-
-como digas primo- dijo el peliblanco, sin detenerse siguió su camino hasta que sale de la puerta y cerrándola atrás de él, los dos hermanos suspiraron y una sonrisa apareció en sus labios
-nunca antes había visto a Degel muy feliz y preocupado por alguien-dijo Serafina
-tienes razón-
En los jardines traseros, Kardia y Karol estaban sentados en un árbol, después de haber jugado toda la tarde, ambos estaban agotados y se pusieron a descansar en la sombra de aquel árbol, la noche los había envuelto mientras a luz de la luna menguante los acompañaba, una corriente de aire frio, hizo estremecer al contacto la piel de Karol despertándola del sueño, tallándose los orbes logra ver a la distancia a Degel que caminada con suma elegancia hacia ellos, sin pensarlo dos veces, mueve con cuidado al peli azul para despertarlo
-mmm, déjame descansar mamá-dijo Kardia con mucho sueño y acomodándose en el tronco del árbol
-pues no puedes porque Degel viene hacia nosotros-dijo Karol con mucho miedo al ver el semblante serio del dueño de la casa
Como si la vida dependiera a que despertara, Kardia se levanto asustando al ver a unos cuantos pasos de ellos a Degel, se levanto con rapidez, preparándose para la huida, pero fue mucho tiempo en pensar porque cuando iba a mover el primer pie, la mano del peli verde, tocada su hombro derecho
-a… Hola Degel-
-Hola Kardia, Karol- mirando a la menor que se escondía a la espalda del griego
-Señor Degel, lo siento mi intromisión- haciendo una reverencia y manteniéndose en posición, pensando así que obtendría las disculpas de su señor
- no importa Karol, además creo que tu hermana ya se fue hace una hora de la mansión
-por Dios y Jesucristo redentor, esto ha sido muy tarde señor, ya me tengo que ir- dijo la menor empezando a correr por los jardines- hasta luego señor Degel, adiós Kardia- desliéndose con la mano al aire, dejando a los dos a solas
-bueno Kardia solo vine a avisarte que la cena está servida, que si nos harías el honor de acompañarnos- dando media vuelta para volver a la mansión, pero una mano lo sorprende cuando esta se entrelaza con la suya, volteando la cabeza observa a Kardia con sus mejillas sonrojadas y un brillo en sus ojos mostrando la inocencia que la tenia guardada
-Degel lo que sucedió en el medio día, pues.. es como una señal de que tu me gustaste mucho cuando te vi, pero pienso que las cosas tienen que ir poco a poco, y aunque este en poco tiempo aquí, pues me gustaría disfrutarlo al máximo- dijo Kardia y a pesar de que estaba nervioso, se escuchada en sus timbres de voz toda la seguridad del mundo, al peli verde le costó unos segundos captar la declaración del peli azul, y aunque no sea la forma más romántica, a él lo emocionaba en su interior, acercándose para implantarle un beso en su frente aceptando con mucho gusto los sentimientos de Kardia
-Para mi seria todo un honor-