Capitulo 6: ¿Y si no es amor?
¿Podía ser posible tanta felicidad?, se preguntaba Tsuna mientras miraba el techo de su habitación, hasta hace pocos minutos se encontraba con su ¿amor? ¿Se le podía llamar así?, ahora que lo pensaba bien el no se consideraba gay, estaba enamorado de Kyoko-chan, la chica mas linda y dulce que pudo conocer en esta vida, pero entonces ¿qué era Reborn? Acto seguido toco sus labios y sus mejillas se tornaron de un rojo intenso, realmente no se quería arruinar tan magnifico día con aquellas preguntas agobiantes ya tendría el tiempo para pensar ahora solo quería disfrutar ese momento tan especial.
– Reborn – Suspiro antes de caer rendido en su cama
------------------------------------------------------------------
Después de dejar al castaño en su casa camino en silencio, pensativo, la noche se sentía fría y en menos de 30 minutos ya estaba en su departamento, se sirvió un fuerte trago de whisky y se sentó en su sofá hasta que…
– Sal… – dijo con voz sepulcral
– Jum… ¿Cómo me haz descubierto – se quejó
– No puedes ocultar tus propios deseos lujuriosos – se acomodó y tomó un sorbo de la bebida
– Es solo que me hice adicto a ti – se abalanzó sobre el comiéndole el cuello a besos
Reborn guardo silencio y se dejo consentir, su apasionado amante ya recorría su pecho con suaves besos, acariciando con ternura sus piernas y desabrochando hábilmente su pantalón, él tan solo miraba como engullía con entusiasmo su ya duro miembro, acariciaba su cabeza indicándole el ritmo que debía seguir pero de un momento a otro la imagen de Tsuna apareció en su mente recordó ese sonrojo y el sabor de sus virginales labios, su timidez, todo de ese chico le comenzaba a fascinar y se vino en la boca de su amante agarrándolo desprevenido.
– Uhm – trago toda su corrida – ¿te encuentras bien Reborn? Nunca te habías corrido con tan solo mi boca
– Solo es el comienzo – recuperando el aliento perdido lo tomo por la cadera y lo sentó sobre el
– Ese es el Reborn que yo conozco – sonrió con malicia y rodeo su cuello con sus brazos
La sala se llenaba con los gemidos de su amante, el sudor se entremezclaba y el climax se acercaba entre cada embestida que le daba sin el mas mínimo cuidado, mordiendo con fuerza su cuello acabo dentro de él, ya estaba demasiado agotado y se quedo dormido en el sofá con su amante sobre el.
-----------------------------------------------------------------
Abrió los ojos con pesadez el fin de semana había pasado volando y al mirar el reloj se quedo atónito, jamás se había levantado tan temprano supongo que de alguna manera estaba ansioso de verlo, se baño, se vistió, bajo y ayudo a su madre con el desayuno. A continuación salió de su casa entusiasmado oliendo el dulce aroma del rocío de la mañana sin duda se sentía bien caminar y no correr a la universidad, se rio de su propio pensamiento.
– ¿Tsuna-kun? –escuchó una suave y tímida voz que lo saco de sus pensamientos
– Kyoko-chan – le sonrió – ¡Ohayo!
– Ohayo
Se saludaron y caminaron juntos hacia la universidad, pero esta vez Tsuna no intentaba sacar tema de conversación asi que Kyoko tomo la iniciativa
– Y… ¿que hiciste el fin de semana Tsuna-kun? – le pregunto curiosa
– ¿Yo? – “¿Qué hice el fin de semana?”, se pregunto y de repente la imagen del beso que se dio con Reborn en la ruleta rusa le causo un enorme sonrojo
– ¿Te encuentras bien Tsuna-kun? –lo miro preocupada y extrañada
– N-no te preocupes Kyoko-chan estoy bien
Después de aquel momento Tsuna no se atrevió a verla a los ojos así que solo caminaron en silencio. Kyoko sin duda alguna se sentía triste con la actitud que tenia Tsuna para con ella, ¿acaso había hecho algo malo? Miraba el viento mover las ramas de los arboles perdida en sus pensamientos.
– Kyoko-chan Gomen – se disculpo el castaño evadiendo su mirada
– No te preocupas Tsuna-kun – respondió con un tono triste
– ¿Puedo hacer algo para compensarte? – tiernamente le acaricio la mejilla y le sonrió
– E-etto – se sonrojo indescriptiblemente – esta tarde Onii-chan tendrá una reunión en el club y no me gustaría estar sola en casa ¿p-podría quedarme en tu casa hasta que Onii-chan me busque?
– Por supuesto Kyoko-chan
– ¡Arigatou! – le dio un fugaz beso en la mejilla y se fue a su salón de clases
Acarició el lugar donde había sido besado y no sintió ese cosquilleo, esa sensación de enamoramiento, nada, se supone que debería estar feliz, su Kyoko, la chica de la que estuvo enamorado todo este tiempo lo había besado, en la mejilla pero a final de cuentas era la primera vez que hacia algo asi, y el no sentía, ¿Acaso no era amor lo que sentía por Kyoko-chan?, la duda comenzaba a atormentarlo y eso sumado a lo que habia pasado con Reborn, estaba confundido sumamente confundido.
La mayor parte del día fue insípida, no había logrado ver a Reborn se preguntaba si le había pasado algo
– Ne Tsuna – lo llamo el albino
– ¿Nani? – regresó al momento, tanto divagar lo tenia alejado de sus amigos
– ¿Te encuentras bien? – preguntó preocupado
– Si, no te preocupes – le sonrió – Por cierto ¿Dónde esta Yamamoto?
– Yamamoto esta hablando con una chica – exclamó Lambo con la boca llena de arroz
– Vaca idiota, como y después hablas – lo regañó el albino
– Bakadera – refunfuño
– Yamamoto es muy popular con las chicas – dijo Tsuna mientras tomaba un sorbo de su jugo
– Tch… solo es un estúpido obsesionado con el beisbol – respondió Hayato mirando el suelo muy molesto, no pasaban mucho tiempo los tres juntos y ahora ese idiota los había dejado por una chica, ¡Por una chica!, eso lo enojaba aun más.
– Tsuna – llegó el moreno sonriendo como siempre
– Yamamoto – lo saludo alegremente
– Je, ¿Cómo te fue? – rió pícaramente Lambo y le dio un suave codazo en la costilla
– Jajaja
– ¿Cómo puedes ser tan popular con las chicas? – le pregunto Tsuna
– No lo se – se rascó la cabeza y sonrió
– G-Gokudera-kun – al grupo se acercó una hermosa chica de cabello marrón, baja estatura, con unos hermosos ojos color miel que enamoraban a cualquiera.
– ¿Uh? – exclamó el albino viéndola de reojo
– ¿Podemos hablar un momento a solas? – pregunto apenada
– No me interesa – sentenció
– De-Demo – refuto tristemente
– Ya lo escuchaste – dijo el morena, rodeando el cuello del albino con uno de sus brazos, en un abrazo amistoso, mientras miraba a la chica y sonreía
– ¡H-hai! Disculpen las molestias – la chica se sonrojo en el acto y dando una breve reverencia se perdió entre el paisaje
– ¿Qué demonios te pasa? – gruñó el albino con un creciente sonrojo en sus mejillas
– ¡Jajaja! – dejo de abrazarlo y rió nervioso
– Tch… me voy, hasta pronto Tsuna-san – recogió su mochila ocultando su rostro con sus cabellos y se fue
– Uff… – suspiro frustrado el moreno
– ¿Pasa algo Takeshi-nii? –preguntó Lambo
– Nandemonai – se repuso y volvió a sonreír
Luego de terminar la hora del almuerzo el grupo se dividió, Tsuna por su parte intentaba encontrar al pelinegro con la mirada entre la multitud pero su búsqueda no dio frutos, así que se fue resignado a su clase. Después de horas de clase por fin terminó y se dirigió a la salida deseando desde el fondo de su corazón encontrarse con su amado, un momento, ¿“amado”?, ¿Desde cuando aquel misterioso chico era su “amado”?
– Tsuna-kun – la voz melodiosa de Kyoko cautivo su atención
– Kyoko-chan – la llamó suavemente
– ¿Ocurre algo? – preguntó con un tono de preocupación
– ¡No! – con sus manos hizo énfasis en el no – no te preocupes, estoy bien, ¿nos vamos?
– Hai – respondió animada
Y así caminaron juntos hacia la casa de Tsuna, al llegar, Nana sirvió unos aperitivos y entre risas y juegos estudiaron mientras esperaban la llega de Ryohei, pero un pensamiento no dejaba de atormentar al castaño y era… “¿Por qué ya no es igual?”, efectivamente Kyoko estaba en su casa, la chica mas hermosa e inteligente que el ha conocido estaba justo frente a el riéndose de sus chistes malos, pero… “¿Por qué ya no es igual?”, hace días el hubiese asegurado amarla sin dudarlo pero, ahora ahí estaba y nada sentía, absolutamente nada.
– Tsuna-kun ya llego Onii-san, es hora de irme – exclamó con tristeza
– Vale Kyoko-chan ve con cuidado – le sonrió
Tsuna saludo a Ryohei y los despidió en la puerta, al entrar a casa, subió las escaleras y se refugió en su habitación, ¿Cómo debía sentirse? Se supone que estaría feliz, se supone…, pero ¿Por qué?, el amaba a Kyoko, la amaba… y entonces un pensamiento fugaz lo dejo atónito
– ¿Y si no es amor?
Continuara...