Sanji decide morir.
Parte XXVI
Ace Pov's.
Desperté sintiendo un cuerpo a mi lado, seguro era Luffy. Suspire. De verdad que este chico me había enamorado rápido, o enserio era el mismo. No.
Tenia que creer que lo era, poco a poco, mi mente parece acceder a reconocerlo como tal, el, era Luffy, la persona mas importante de mi vida. Y eso es lo único que me importaba.
–Mnn... Ace –suspiro el. Me acerque y bese sus deliciosos labios rosados. Me levante y bostece, otro día empezaba. Mas me valía ponerme en marcha y ayudar al desayuno como el día anterior, que el cocinero, no apareció. Así que ayude a la señora rubia de la cocina.
Law Pov's.
Lo primero que había hecho al despertarme había sido meterme a la ducha. Enjabone mi cuerpo y al pasar mi cuerpo por mi pecho vi que tenia chupetones. Me sonroje un poco y sonreí bobamente.No me importaba demasiado enamorarme de el, o bueno, ya lo estaba, ya no podía hacer nada.
Cuando salí de la ducha, me cambie en el sanitario y salí para aun ver a Kidd durmiendo. Sonreí ligeramente. Ese chico me enamoro, ¿Cuando? Eso me gustaría saber a mi. Ni yo me había dado cuenta cuando fue que comencé a verle de otra manera. Quizás fue desde esa platica tan extraña que habíamos tenido. Si, lo mas posible era eso.
Suspire y salí de la habitación, no sin antes, un uniforme para algún paciente. Salí respirando el aire fresco que inundaba la mañana. Era relajante, y aunque nunca me había gustado demasiado el olor de la naturaleza, hoy extrañamente me agradaba.
Empece a buscar al rubio. Tenia que darle el cambio de ropa y ademas, revisarlo. Quizás había muerto. Leí su expediente la otra vez, y en este decía que había intentado el suicidio. Me pregunto que problemas tendría para intentarlo. Bueno... No era de mi incumbencia.
Busque por todos los lugares habidos y por haber, pero no había nada.
Escuche unos ronquidos, agudice mi oído, y me acerque de donde provenían los ronquidos y pequeños gemidos. Había una puerta, que no cheque. La abrí un poco y asome la mirada.
Inmediatamente cerré la puerta.
¡Estaban desnudos! Eran el paciente por el cual la otra vez Sanji se altero, y el mismo, tumbados en un sillón. El de cabello extraño sobre el otro. Sabia lo que habían hecho, y sinceramente no tenia por que apenarme.
De nuevo me asome y vi como el rubio parecía dormir apaciblemente, sonreía ligeramente y sus ronquidos eran suaves. Del otro no podía decir lo mismo, ese roncaba como si su vida dependiese de ello. Suspire y sonreí ligeramente. Seguro que ellos si se amaban, no como yo y Kidd, que era placer y nada mas.
Me deprimía el simple hecho de que ni siquiera sentía un poco de afecto hacia mi el pelirrojo. Pero estaba feliz de que Sanji al menos estuviera feliz, yo tenia que quitarme esos pensamientos. Suspire y me acerque a ellos. Deje el uniforme en la silla del piano y salí silenciosamente de ahí, viendo por ultima vez, como Sanji estaba abrazado cómodamente a su pareja y con una dulce sonrisa en sus labios. Ya que lo veía detenidamente, y que ponía mas atención, no podía ver su ojo izquierdo. Nunca lo había visto, me pregunto por que no lo muestra.
Salí de ahí, a buscar a Smocker para que me asignase mis actividades de hoy, y quizás, platicar con Ayume.
Sanji Pov's.
Sentí un peso encima mío, un calor reconfortante. Me costaba respirar un poco, pero aun así, no me importaba, me sentía extrañamente feliz y cómodo.
Abrí los ojos lentamente y vi el techo borroso, sabiendo así que aun seguía adormilado y que estaba atontado. Sentí los ronquidos de alguien encima mío, era igual al ronroneo de un gatito, no quería quitármelo de encima. Una persona... Que bien. ¿Eh?
–¡¿Una persona?! –grite y me dolió la garganta. –Aah, calla cocinero –dijeron y me taparon la boca. ¿Marimo?
–¡Mhhn! ¡Mm! –me quite la mano de encima y le mire haciendo puchero.
–Marimo –hable. Levanto ligeramente la vista, tome su rostro y le plante un beso. ¡Era eso! Por eso estaba tan feliz y, solo por el. Lo abrace con manos y piernas, mi corazón estaba palpitando demasiado rápido, pero no me disgustaba que el pudiese darse cuenta.
–¿Por que tan feliz? –pregunto aun adormilado.
–No hay razón para despertar feliz con alguien encima tuyo –sonreí. El suspiro y se acomodo de nuevo.
–¿Planeas que me quede así? Que se me duerme el cuerpo cabeza de alga –reclame. El solo beso mi cuello como respuesta.
–Si no deseas que de nuevo hagamos nuestra sesión, quédate quieto, que haces que mi cuerpo se caliente –dijo con indiferencia y de nuevo pego su mejilla a mi pecho, dispuesto a seguir durmiendo. Sentí los colores subiendo a mi cara. Y me removí incomodo por esa declaración.
–Quiero ir a bañarme, estoy pegajoso –murmure. Pues sabia que si subía el tono se me iba la voz.
–Ahh –suspiro el. Me quede quiero tal cual roca. Algo me decía que si seguía intentando moverme lograría que el marimo se despertara e hiciéramos mas pervertideces. Y yo solo quería ducharme... Aunque viéndolo desde otro punto de vista, pues... No me disgusto como se sintió.
–¡Deja de pensar en eso! –me susurre a mi mismo.
–¿Que tanto piensas cocinero pervertido? –pregunto con voz floja el peliverde. Levanto la cara para verme y sonrió. Sentía mi corazón acelerarse y ganas de tumbarlo y salir corriendo de pena, pero me impedía que él, era demasiado pesado para tumbarlo. Ademas... Seguía dentro mío.
–No pienso nada, ¿Que pensaras tu? –pregunte tratando de contraatacar.
–En que quiero hacerlo de nuevo –susurro y sentí como sus manos se colaban entre nuestros cuerpos comenzando a estimularme de nuevo la entrepierna. Me tomo por sorpresa y de no ser por el beso que me dio hubiese lanzado un grito.
–E-espera... Es nn... La hora del almuerzo –susurre. Pero solo tuve otro devorador beso de su parte. Me encantaba que fuese posesivo, y que le gustase tomar la iniciativa. Metimos nuestras lenguas en la boca del otro entrelazandolas y mezclando nuestras saliva, haciéndolas una, y cuando nos separábamos solo un pequeño hilo de baba era testigo de otro de nuestros besos.
–Que se queden sin almorzar, no se van a morir por eso –sonrió de lado. Y solo lo abrace con piernas y brazos. La mano que anteriormente me estimulaba, ya no necesitaba trabajar ahí por lo que con poco esfuerzo me acomodo. Sentía su miembro crecer dentro mío, tal y como la noche anterior que lo había visto, solo que esta vez solo lo visualizaba en mi mente, no necesitaba verlo para saber que enserio estaba tan excitado como yo, o quizás mas, esto todavía estaba haciendo que me sonrojase. Aun no estaba acostumbrado a este tipo de situaciones.
–Te-tengo que ayudarle a Koko-... Ahnn –sentí su estocada en mi interior. Aquel placentero sentimiento de nuevo había regresado, tomando mi conciencia y dejandola en algún lugar recóndito de mi mente. Solo esperaba que nadie pasase por ahí, seria vergonzoso que ademas de verme de este modo con el, me escuchasen gemir su nombre.
Estocada tras estocada sentía su miembro rozar un punto, y mis paredes aprisionandole. Cada espasmo, hacia que mi piel se pusiese chinita. Cada ola de placer haciendo los espasmos, yendo y viniendo, se sentía condenamadente bien, y no quería que parase, aunque sentía mi cuerpo cansarse, y algo asqueroso por el semen de la noche anterior, pero no importaba, esto me gustaba, y lo disfrutaba junto con mi pareja.
–Ahhh Zoro... Mnn... Ahhh –si me preguntasen, respondería que estaba completamente seguro, de que mis gemidos eran los mas se resonaban en todo el lugar. Aunque igual, quizás era que estaba tan enfrascado en el placer que me era brindado y mezclado con la preocupación de no ser escuchado, que no me había dado cuenta que quizás él era quien gemía mas que yo.
–Ahh Sanji... Ann –sus gemidos roncos resonando en mis oídos, el simple hecho de escucharlos me hacia excitarme mas, sentía mi miembro temblando entre nuestros cuerpos, cada roce que daba, una nueva y mas grande ola.
Un nuevo beso que empezó en mi cuello y llego lentamente en mi boca, metiendo su lengua en mi boca y yo en la suya, rozando sus dientes y su paladar, me era tan delicioso ese beso, que por culpa del aire que rápidamente se extinguió, tuvimos que separarnos, pero ni así dejo de hacer algo, sus estocadas se volvían mas lentas, y me daba cuenta que mi entrada apretaba su miembro, y parecía succionarle.
Trataba de no hacerlo, pero algo me impedía, parecía ser algo por inercia a la hora del sexo –entre hombres, entre mujeres o mujer y hombre, era algo diferente–. Jamas lo había experimentado, y me daba vergüenza a morir, por lo que mejor me abrace a el.
–Ahh, ¿Que, pasa..? Mnn –logro muy apenas decir mi marimo. Mis piernas temblaron causa del placer, pero la vergüenza de como sentía mi ano haciendo sabrá que cosas al miembro del peliverde, me hacia quedarme quieto sin emitir ruido alguno.
–¿Sanji?.. Ahh me aprietas –gimió y sentí como me contraía por dentro. Como le apretaba. Algo extraño nació en mi panza y se extendió por mi vientre. ¡¿Estaba embarazado?!.... Por dios santo el sexo me estaba afectando, por supuesto que no, eran... Eran las famosas mariposas en el estomago. Demonios odie la sensación por que cada vez me enroscaba mas a el, tratando de que no viese mi cara.
–¡Mmm! –gemí bajito y escondí mi rostro en su pecho. No quería que viese mi rostro, me niego. De seguro que ademas de sudado he de parecer un tomate, una cereza... La vergüenza no me deja pensar bien.
–Sanji... Nnn mirame, mirame cocinero –gimió y mordió mi oreja.
–¡N-no! Es demasiado vergonzoso –al ultimo baje mi voz, se me iba mas bien. Sus estocadas pararon y con ellas sentí mi corazón.
–¿Estas bien? –pregunto agitado, y solo asentí, de nuevo eso en mi trasero.
–Es solo que... Eso, ya sabes... Aprieto eso sin querer –murmure, lo suficientemente alto para que el marimo escuchase.
–Ah, esto –dijo mientras con su dedo abría mas mi entrada y aunque dolió un poco, al meter sus dedos sentí como de nuevo mi entrada se contraía irremediablemente y hasta cierto punto me sentí excitado por su acción. Pero a la misma vez, moría de vergüenza ahí mismo.
Asentí en silencio y sentí sus labios en mi oreja.
–No te preocupes, es normal que reaccione así, es como en las mujeres, cuando están muy excitadas hacen lo mismo, ¿y sabes algo? Lo considero placentero viniendo de ti –dijo meloso y metiendo su lengua sensualmente a mi oído y mi corazón se acelero, se saldría si no me tranquilizaba.
–Haa Z-zoro... Mnn –su mano de nuevo comenzaba a masturbarme ligeramente, escuchandose ligeros "squish squish" de mi anterior semen, y mezclado con el presiminal, que había empezado a salir antes de que pararamos todo.
–¿Se siente bien?... Ahh.. Así, aprieta, así.. Mnn cocinero –susurro mientras de nuevo comenzó a besarme, esta vez, mas dulce y lentamente, mientras con su mano seguía con su labor y yo solo le agarre de la nuca y profundice el beso.
De nuevo apretar su miembro se me vino a la cabeza en cuanto sentí aquella extraña acción, pero si el decía que estaba bien, supongo que debía estarlo. De nuevo las estocadas y aquellas olas empezaron arrasando con todo, y haciendo que nada mas importase. Rasguñe un poco su espalda causa del placer, lo que trate de evitar rasgando otra cosa, pero me era imposible safarme de el, por que el marimo lo que hacia era pegarse mas a mi. Su mano siguió aumentando de velocidad en mi parte baja mientras mi ano seguía succionando su pene, lo que ya no me hacia sentir tan raro, pues ya me estaba empezando a acostumbrar a la acción.
¿Como es que lo amo tanto? Zoro, te amo, te amo. Te amo marimo. No se como, simplemente se que así es. No le conozco de mucho, pero pienso que esta bien, por que así cada pequeña cosa que tenga, cada gran defecto y cada que haga algo, lo amare tal como es sin reprimendas, sin cadenas que me aten.
Lo amo.
Se sentía bien estar con el. No, no se sentía bien. Se sentía... Como si el fuese el único que importaba en estos y futuros momentos que compartiríamos en este lugar. La muerte sigue presente en mi mente, pero ni ella puede deshacerse de lo que siento hacia el.
Le amo demasiado.
No soy capaz de lastimarle, quizás el tenia razón, o bueno, él tenia razón. No importa que sexo seas ni que sexo sea tu pareja, nadie te asegura que sea del sexo opuesto.
Las heridas en su espalda de la noche anterior de seguro debieron haberse abierto de nuevo a causa de nuevas rasgaduras mías. Solo esperaba que no le doliesen demasiado y que mi cuerpo dejase de rasgar.
–Ahh te amo, te amo, te amo Zoro –gemí mientras le besaba y devoraba con la boca. Esta vez, no era sexo, no era el simple hecho de meter algo en un hoyo, o simplemente del placer que dos personas se brindaban mutuamente, esta vez me sentía lleno. Completo.
Estoy completo contigo marimo. Ahora lo se bien.
Mihawk Pov's.
Preparaciones para la boda. Era mas estresante y tomaba mucho mas tiempo del que creí. Pero por mi pelirrojo era capaz de no mandar todo a la mierda, y seguir adelante.
Había comprado una casa nueva para nosotros dos, una que solo mi hijo Zoro pudiese descubrir donde estaba, pues aunque su sentido de orientación era mas que pésimo, sabia que con sin esfuerzo mental podría llegar, solo tendrían que traerlo, pero estaba seguro que el sabría donde encontrarme.
Principalmente había escogido una casa nueva, por que no quería que nadie nos molestase después de la boda y todo el rollo. No quería paparazzis detrás mío, ni siquiera a mi secretaria, la cual era muy educada y paciente, pero ni siquiera a ella la quería a los alrededores, estaba seguro de no necesitarla. Ademas, cuando enserio se enojaba o estresaba, se ponía como loca a gritar, algo que que hacia como para pasarme todo su estrés a mi, y eso era lo que menos necesitaba para esta semana. Estábamos a menos de una semana para la boda, y aunque todo estaba listo, lo único que faltaba era el vestuario de Shanks.
Y decirle a su hijo adoptado la noticia, era algo adicional. Espero el niño se lo vea de buena forma.
Shanks Pov's.
De verdad es que estaba nervioso, no sabia como decirle a Luffy lo de la boda, es mas, ni pensé en el cuando acepte, pero que lío, era la peor persona del mundo, debí consultarlo con el. Y por culpa de mi insensatez, ahora no se como darle la noticia.
¿Debería decirle algo como "eh ya te enteraste de mi boda"? No claro que no, sonaría demasiado precipitado y seguro que algo hace. Si no es que antes se desmaya, me grita en la cara.
–Eh Shanks –demonios, el karma no esta de mi lado... Creo que a esta situación le va la frase "se pronuncia karma y se dice anda que bueno por culero" esto me falta por no consultar las cosas.
–Ah Luffy –salude.