Demasiado nerd por satsuki_

Aron no quería tener que ver con ese chico, la verdad que no quería que continuara cerca de él ni un segundo más o explotaría.

No quería tener que desquitarse con un extraño por el mal rato que recién había pasado, pero el modo en que el otro lo estaba mirando, como teniéndole lástima, le hacía querer correrlo de un empujón.

Estaba tan cansado que todo el mundo lo viera como un ser débil al cual tenían que cuidar y proteger. Entendía que JR fuera así porque había visto su proceso completo desde que había llegado a Corea cuando tenía once años, pero no comprendía que otros lo miraran como una inocente criatura que no podía cuidarse sola.

JR inmediatamente buscó en su bolso un paño para secarlo. Cuidadosamente le retiró el resto de fideos que quedaban sobre él, apartando bruscamente un par de veces al chico nuevo cuando éste intentó ayudar.

—Evidentemente no tienes nada que hacer aquí—habló JR, viendo fijamente al chico.

—Me gustaría que eso lo decidiera él, no tú. Imagino que puede hablar—respondió con una voz que no era nada amable y cálida como en el principio. Sus facciones se endurecieron y su boca tenía una mueca que denotaba molestia.

—Estoy bien—susurró un apenado Aron, sintiendo sus mejillas enrrojecer cuando el chico suavizó su expresión dura y le quedó viendo como esperando que dijera algo más.

—Creo que debo pagar esa camisa y esos pantalones, los he arruinado por completo—arrugó en entrecejo viendo con reprobación el daño causado.—Lamento mi torpeza, es solamente que...miré para atrás un segundo y te cruzaste.

—¿Se cruzó?—preguntó un burlesco JR.—Creo que también te cruzaste por el camino de mi amigo.

—Está bien JR, estoy bien. No te preocupes más y solo vámonos—susurró.—No te preocupes por la ropa—miró al chico esta vez—,son cosas que pasan.

El extraño lo vio con sorpresa e inmediatamente negó con la cabeza.—No puedo dejar las cosas así, está fuera de toda discusión. Acabo de dejarte así y me rehuso a seguir caminando como si nada hubiera sucedido.

—Bien, parece que estamos en la presencia de un retrasado.

—¡JR!—lo miró con reprobación. A veces su amigo era un poco violento...quizá algo más que violento. Verlo comportarse así le recordaba el pasado de su amigo y cómo éste había salido de ese tipo de cosas hace un tiempo.

—Creo que es hora de irnos—tomó el brazo de Aron y lo condujo a una distancia prudente de ese chico.

Caminaron en silencio hasta el baño. Una vez allí, Aron se quitó la camisa y mantuvo una polera que estaba usando debajo.

—Entiendo que hayas querido defenderme contra Ren, pero no entiendo tu comportamiento de ahora—habló finalmente Aron viendo a JR por el enorme espejo.

JR permaneció en silencio y se encogió de hombros.

—No quiero que vuelvas a ese comportamiento que tanto tiempo odié de ti. Prometiste que solo usarías la violencia cuando fuera necesario.

—Tal vez aún no puedo quitar los viejos hábitos—contestó finalmente mirando hacia la ventana que daba hacia un costado del colegio.

Aron cerró los ojos un momento y suspiró. "No nuevamente", pensó. Ya habían tenido una conversación similar hace dos meses atrás y habían quedado de acuerdo en ayudarse mutuamente cuando estuvieran escogiendo un camino equivocado.

—¿Estás considerando volver a pelear junto a esos chicos?

—Extraño la adrenalina, Aron.

—Y yo extraño al amigo que había recuperado—murmuró, percibiendo que algo muy malo vendría. Tenía ese presentimiento de que JR volvería a juntarse con ese grupo de chicos que había sacado lo peor de él y ésta vez no podría hacer nada para detenerlo.

—Aron, no estoy diciendo que voy a ir a golpear chicos porque sí, solamente estoy siendo transparente y confiándote lo que siento en este momento.

—Una pregunta—Aron lo vio seriamente.—¿Trataste de defenderme ambas veces porque te importo o porque ese sentimiento de estar activamente peleando volvió a ti?

—No...—dudó.

—Genial. Dame la camisa y solo...vete—negó con la cabeza. Inmediatamente luego de que JR le entregara la camisa la dejó sobre uno de los lavamanos, se sacó los lentes y abrió la llave para refrescarse la cara.

—Aron...

—Solo vete. Yo estoy bien, el que creo que no está bien y necesita analizar las cosas eres tú—sentenció. Su voz no sonó agresiva ni autoritaria, solamente dolida y cansada.

Cuando oyó que la puerta se cerró con un silencioso click, sintió su corazón prácticamente en la garganta. No podía creer que JR estuviera considerando nuevamente el alejarse de él para ir a comportarse como un vándalo.

Cuando creía que las cosas no podía ir peor... Cuan equivocado estaba.

Un suspiro cargado de derrota abandonó sus labios. El tema de la camisa, los pantalones y su pequeño encuentro con Ren ya no era importante, ahora su mente estaba enfocada en las palabras de su mejor amigo. Si estaba pensando en algo así era porque probablemente estaba tentado a hacerlo de nuevo, y le rompía el corazón que su voluntad no pudiera superar los dos meses.

Volvió a mojarse la cara y cuando levantó el rostro, el chico extraño que se había encontrado unos minutos atrás estaba mirándolo de la misma forma en que lo había hecho anteriormente.

—Finalmente—dijo el extraño.—Ya estaba pensando que tendría que enfrentar otra vez a tu amigo.

—¿Qué haces aquí?—su cara no expresaba nada en particular.

—¿Cuántos baños tiene este colegio?—preguntó de vuelta el chico, ignorando por completo la pregunta.—Tuve que pasar tres baños antes de encontrarte. ¿Tenías que venir al baño más apartado del lugar?

—¿Te parezco un payaso?—preguntó Aron, aún sin ningún trazo de algo que indicara que estaba hablando en broma o en serio.

—No, un payaso ya me hubiera sacado una carcajada—contestó rápidamente, no pareciendo sorprendido por la pregunta.—Aunque a veces los payasos son escalofriantes—reflexionó poniendo la mano en su barbilla.

—Muy divertido—se secó con una parte limpia de la camisa y se puso los lentes.—Si no te molesta mi rudeza, debo irme.

—Estoy aquí simplemente porque quiero remediar mi error.  Tu amigo ciertamente mal entendió mi actitud.

—Mi amigo no está pensando más en eso, así que no sigas atormentándote.

—De todas formas te aviso que remediaré mi error. No con él, claro—agregó luego de unos segundos.

Aron esta vez relajó sus hombros y largó una natural sonrisa, esas sonrisas que Ren odiaba.

—Si quieres hacer algo—suspiró—, creo que no podré detenerte. Reitero que no estoy molesto y que no has hecho gran daño. Verdaderamente me gustaría seguir charlando, pero...no utilizo toda la hora de almuerzo para estar parado o sentado conversando. Biblioteca—señaló su bolso y lo tomó para acomodarlo.

—Oh...—pestañó varias veces el chico antes de entender a lo que se refería.

"Oh, sí, un lugar que probablemente no frecuentas", pensó Aron e internamente rodó los ojos.

—Nos vemos.

—Te cobraré aquello—rió el chico.—Por cierto, me encantaría saber tu nombre.

—Oh, oh, claro—se tocó la cabeza pensando en lo tonto que era.—Mi nombre es Aron.

—Soy Minhyun—estiró su mano y le dio una sonrisa amable.

—Oh, sí, un gusto—rió cubriéndose la boca con su palma, siendo consciente de pronto que el otro lo miraba fijamente como analizándolo.—Adiós.

Al salir de baño, se tocó la frente y las mejillas, de pronto sintiéndose un tanto enfermo.

Tal vez no era una mala idea saltarse el resto de las clases e ir a su casa a reponerse del mal día.

***

Al otro día las cosas sin duda estuvieron mejor. Había recibido tres buenas notas y en el curso había sido premiado por una actividad de conocimiento. Se sentía tan contento que no hallaba la hora de llegar a casa para contarle a su familia sobre sus logros.

Todo iba bien, incluso si Ren había estado molestándolo todo el día. El muy cretino le había estado tirando papeles durante todas las horas y ni siquiera disimulaba. Al parecer, sin que lo hubiera buscado realmente, le había hecho la guerra.

Aron no se sentía en lo más mínimo asustado de alguien como él, aunque fuera popular y la princesa que conquistaba a todos solo con un batido de pestañas coqueto. Podía ser el chico más popular, pero era débil y había hecho amistad con JR solamente para sentirse protegido. Esa era la única razón por la que había logrado estar tan cerca de la realeza del colegio, porque JR había obligado a Ren a aceptarlos a ambos o no había ningún trato.

Cuando finalizó la hora de clases y se vio totalmente solo en el pasillo, decidió no buscar a JR e irse a comer algo a la mesa de los "perdedores" como todos solían decirle a las tres últimas mesas del fondo de la cafetería.

Aron nunca se había sentido popular, por lo cual le importaba un comino el sitio a ubicarse. No iba a esas mesas porque quisiera socializar con los discriminados del colegio, sino porque ese lugar donde se ubicaban era un lugar muy tranquilo y alejado de los que se creían que dominaban los espacios. Ya se darían cuenta algún día que dominar un sitio no significaba que eran dueños de todo mundo...pronto caerían en la cuenta de que el mundo era mucho más grande y más voraz que esto.

Luego de haber comido, sacó un comic y se puso a leerlo. Estaba tan cómodo allí, además que bastantes alumnos ya habían abandonado el lugar que decidió que era un buen lugar para leer el resto del tiempo que restaba.

Viendo que quedaban cinco minutos para que tocaran el timbre, comenzó a ordenar sus cosas y oyó a lo lejos al bullicioso y attention whore de Ren. Rió para sus adentros al pensarlo en inglés, su lengua materna, pero no había otro modo de describir a ese chico.

Ajustándose su bolso, vio a lo lejos al chico que había conocido el día anterior junto con Ren y abrió los ojos con sorpresa. ¿Entonces él era el chico nuevo?

Sintió algo en su pecho contraerse cuando vio que el tal Minhyun se reía muy amistosamente con Ren. Claro, finalmente ese chico había caído bajo los encantos de Ren, ese Ren que jamás perdía. Bueno, al menos no lo había utilizado a él de una manera sucia para ganar atención del otro.

Lentamente tomó sus cosas y se dirigió al pasillo, suspirando con pesar. Haber hablado el día anterior con Minhyun le había dado la sensación de que el otro era un chico bueno, pero viéndolo recién le había hecho cambiar drásticamente su pensamiento. Probablemente Minhyun era del mismo tipo de bastardo que era el popular rubio.

Bah...seguía siendo inocente y creyendo que los unicornios existían.

Minhyun se iba inmediatamente a su lista negra.

Minhyun era como todos esos bastardos creídos.