Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

-Diamond Virgin- [Todakanu tegami] por aiko shiroyama

[Reviews - 78]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Son las cinco con diez minutos acá en Chile.

Al habla, su desaparecida autora.

A mi querido puñado de lectores, mis disculpas.

Este capítulo es extra largo; lo sé dije que sería ligero pero necesito que conozcan a Shoya un poco más.

Sino, no podrán llorar como yo al escribir el final de esta historia.

 

Lo subí en dos partes, por piedad a sus ojos

 

Bueno, acá tienen. Léanlo con calma

Aclaraciones (LEA O NO ENTENDERÁ NI MADRES):

Dizly es la banda anterior de Shoya, donde se llamaba Yukito y Gyou (mencionado también acá) es el vocalista de dicha banda.

http://www.facebook.com/photo.php?fbid=110521679067561&set=a.100185763434486.89.100003291870217&type=3 Shoya es el primero de izquierda a derecha; lo sé, irreconocible.

Valluna, es la anterior banda de Yo-ka, Kei y Yuu; muy buena por cierto .http://www.facebook.com/photo.php?fbid=100505366735859&set=a.100185763434486.89.100003291870217&type=3

Ikebukuro CYBER es una sala de conciertos famosilla en japón, donde suelen hacer conciertos las bandas Indie (de un sello/disquera poco reconocido, por si no sabía xD)

http://www.google.cl/imgres?um=1&hl=es&safe=off&sa=N&biw=1366&bih=571&tbm=isch&tbnid=BMWu8WgiFa7WuM:&imgrefurl=http://quartervoid.blogspot.com/2009_11_01_archive.html&docid=FC7M_mcjoVofqM&imgurl=http://1.bp.blogspot.com/_0jQxTEoXULA/Swdmfmm9HcI/AAAAAAAAB9E/wacksYzjyss/s1600/Photo-0086.jpg&w=500&h=667&ei=9SJcUJ62EpKA9QTV04C4CQ&zoom=1&iact=hc&vpx=372&vpy=31&dur=9&hovh=259&hovw=194&tx=80&ty=166&sig=102713253885355797346&page=1&tbnh=117&tbnw=91&start=0&ndsp=23&ved=1t:429,r:2,s:0,i:76

 

 

Por último, este capítulo contiene LIME

Dije, LIME, no LEMON; que no le sangre la nariz aún xD

El LEMON VIENE EN EL PRÓXIMO CAPÍTULO

¿Entre quienes?

¿Estrella o Dios?

Juzgue usted.

Nos leemos abajo

 

*-*

Por favor , comente sus apreciaciones aunque sea en uno de los dos; le subí dos  ;_; <3 ¿Ven cuanto los quiero, mis doscientos lectores?

No olvide su tomate en mi canasta y su review (?) 

Me costó hacerlo taaaan gloriosamente largo. El próximo ser´´a menos extenso.


 

 

 

 

No supo si había dormido o había cerrado los ojos y los había abierto nada más después de unos escasos minutos. Le dolía el cuello y el sol estaba demasiado alto; de seguro era casi mediodía. Cerró los ojos de nuevo, imaginando de antemano la reprimenda que se ganarían una vez Kai les viera cruzar la puerta del estudio.

 

 

 

Sin demasiadas ganas se removió un poco, escuchando un leve quejido de Reita, de quien usaba el hombro como almohada, en aquel estrecho sillón donde habían ido a dar junto a Mao, quien yacía a la izquierda de Reita y el “muerto” Mizuki, quien estaba echado a lo largo de los tres cuerpos.

 

 

 

Dándose cuenta que con Mizuki encima no dormiría más, abrió los ojos, derrotado y paseó la vista por la sala. Se sorprendió al ver como a sus pies dormían Byo y Kazuki, con poca ropa encima, abrazados como si fueran la pareja más feliz del mundo, siendo que se la llevaban peleando.

 

 

 

El poder del alcohol, pensó.

 

 

 

Después de comprobar el estado vegetal de la mitad de los invitados acurrucados en cada rincón de la desordenada y malograda casa de su mejor amigo, suspiró.

 

 

 

Había visto bien en todas partes, sin embargo, no halló a quien buscaba.

 

 

 

Suspiró una vez más y cerró los ojos de nuevo, empezando a dormitar, hasta que sintió como algo de madera rechinaba sobre el piso, al parecer siendo arrastrado. Abrió un ojo, curioso y sonrió en cuanto vio una cabeza castaña asomar por detrás de la mesa, ladeada sobre el suelo.

 

–Ahh…dios… – Le oyó quejarse, mientras se sobaba la baja espalda con ambas manos. De seguro tenía una resaca de los mil diablos. Quiso reírse, pero se contuvo, incluso cuando Shoya paseó su mirada fugazmente por el lugar, cerró los ojos.

 

De modo que nunca se enteró cuanto se había quedado mirándole el bajista, ni la sonrisa que se había formado en sus labios.

 

– oh no…¡YO-KA!...-Se sobresaltó involuntariamente, aquello había sido un grito y por lo ronco de su voz habitualmente suave y dulce, parecía de ira.

 

 

 

Sin poder evitarlo se quedó mirando a Shoya mientras de una patada terminaba de alejar la desafortunada mesa, dejando al descubierto un cuerpo maltrecho; el vocalista de Diaura, en una de sus momentos menos sensuales, yacía sentado durmiendo con la boca abierta, con su espalda apenas apoyada en la pared.

 

 

 

–¡Yo-ka!... – Insistió el bajista zamarreándolo con nada de delicadeza-…¡Me has vomitado encima, estúpido!...ah dios…- Siguió chillando, mientras con sus dedos y un gesto de asco total se palpaba el vómito de su novio, sobre su remera. Bufó exasperado y Aoi hacía esfuerzos sobrehumanos desde donde estaba, para no estallar en carcajadas, ante lo gracioso de la situación.

 

 

 

-…Sho…ya…- Susurró casi inaudiblemente el vocalista, al parecer todavía algo bebido y sin despertar del todo -…Shoo…no te enojes…- Se abrazó a él, vacilante. Recibiendo como única respuesta una mirada rencorosa por parte del bajista, cuyo maquillaje había desaparecido durante la noche. Una vez más resopló, debía de estar espantosamente feo, pensó con tristeza y encima, tenía vómito seco pegado en su remera; que sensual.

 

 

 

Paseó su mirada por la habitación, esperando que nadie le observase, pero dio con la mirada de Aoi a pocos metros de él, en un sillón.

 

 

 

Abrió un poco la boca, sintiendo como la vergüenza lo sobrecogía y apartó la vista, bajando la cabeza, sintió la risa suave de quien le observaba. Ahora sí que tenía razones de sobra para sonrojarse, probablemente el guitarrista había presenciado todo.

 

 

 

Pero dentro de todo, se preguntó cómo es que Aoi seguía igual a como había llegado, mientras él estaba echo un desastre. No se atrevía ni a levantar la vista.

 

 

 

–…no te avergüences…– Intervino Aoi al ver lo azorado que parecía el otro –… en serio, a todos nos pasó alguna vez…

 

 

 

Aquello no le hacía sentir mejor, aunque la intención contaba. Raudo, se levantó y sólo inclinando la cabeza como disculpa por retirarse repentinamente, desapareció en dirección al baño.

 

 

 

Como sospechó, no lo vio regresar. Se dedicaba a recoger basura en la cocina mientras Reita y algunos chicos más que se habían apiadado de ellos al ver el estado deplorable del lugar, ordenaban la amplia sala.

 

 

 

Fue cuando pasaba por el antejardín acarreando bolsas que lo vio parado junto a la calle mientras Yo-ka, al parecer demasiado indispuesto aún, se estiraba sobre la acera como si fuera una cómoda cama. Ya sabía que estaba mal espiar, pero no pudo evitarlo. Shoya parecía más enfadado que antes e intercalaba entre intentar levantarlo  y caminar exasperado por la calle en círculos. Luego de un rato de eso, vio al bajista acomodarse cerca de Yo-ka para tomarlo de ambos brazos y subirlo a  su espalda. Entonces decidió que intervendría.

 

 

 

A paso rápido dejó la bolsa que cargaba junto al montón que yacía en la entrada y se acercó a la pareja, tomando al desaliñado y maltrecho Yo-ka, que no colaboraba con el desesperado Shoya. El bajista se asustó al sentir como el peso del vocal desaparecía sorpresivamente de su espalda, volteando de inmediato, encontrándose con un sonriente Aoi que ahora cargaba al vocalista hasta su propio auto.

 

 

 

Sin saber mucho qué hacer sólo se limitó a seguirle y en cuanto el guitarrista ya había depositado el “cadáver” que el otro parecía, tan pesado y dormido, le miró, encontrándose con el cabello del otro y un rostro escondido.

 

 

 

– Los llevaré ¿Bien? – Sonrío amable, el bajista castaño sólo asintió y en el camino no soltó palabra. En comparación a la noche se sentía muy incómodo, avergonzado y cansado. Por alguna razón no quería aparecer de tal manera delante del guitarrista que admiró siempre, pensó que era natural querer lucir decentemente cuando se trata de alguien tan importante ¿No? ¿Pero qué tan importante era…?

 

 

 

-Shoya…- Ya fuera del auto, no sabía en qué momento habían llegado a la entrada del edificio del vocalista, quien ya despierto se sostenía la cabeza con ambas manos con una mueca de dolor absoluto. En tanto el bajista seguía enfrascado en la lucha interna por esconder su rostro a toda costa, respondiendo apenas con una fugaz mirada al guitarrista ante su llamado ¿Por qué no le quitaba la vista de encima? Sabía que lo miraba y el calor se le iba al rostro. Recordó como su madre comentaba que mientras más intensamente alguien te mirase más calor sentirías y lentamente, sentía sus mejillas empezando a arder. Aunque atribuyó la inspección del otro a su –según él– desaliñado aspecto.

 

 

 

No sabía por qué, pero la evasiva en el castaño empezaba a preocuparle, aunque creía imaginarse la razón.

 

 

 

– ¿Por qué te ocultas?...– Shoya se sobresaltó, era la cuestión que menos quería que le preguntara en ese momento y a pesar de lo malo que pudiera ser, se quedó en silencio carcomido por la timidez y la vergüenza; odiaba que fuera de esa manera, pero no podía evitarlo no podía razonar con sus ojos sobre su persona –…bueno, no sé, tal vez te incomodo con mis preguntas…– Sonrío algo triste, el bajista sólo lo miró, sin pensar; era algo de cierto, pero no a la vez, el problema era él mismo y su corto genio.

 

 

 

– Gracias por ayudarme…– Sólo pudo decir, aunque hubiese querido poder explicarle que su estúpido ego no se admitía a sí mismo en su actual aspecto, frente a alguien que parecía irradiar luz en todo momento como lo era Aoi ¿Cómo explicárselo sin que sonara…como decirlo, anormal? ¿Qué pensaría Aoi de él si lo supiera? De alguna manera, sus ojos estaban fijos en su persona, pero miraban hacia adentro, dentro de su introvertido mundo.

 

 

 

– Sho…–Se atrevió a llamarle, el nombrado se mordía el labio “¿ Que estás pensando?” No solía entrometerse ni desear conocer los pensamientos de nadie, pero el chico parecía algo atormentado. En vez de decir aquello, acabó por soltar algo de lo que no estuvo luego, muy seguro, de haber dicho.

 

 –…me agrada así…

 

– ¿ah?

 

–tu rostro…luce bien natural….así que tienes ojos marrones…– Notó casi al instante como el pálido de su piel se ponía ni siquiera carmín, sino de un rojo intenso.

 

– no es cierto…– Dijo con la voz temblorosa, mirando nervioso hacia Yo-ka, quien parecía dormirse de nuevo, en la entrada del edificio, sin importarle la cara de los vecinos que esquivaban su cuerpo acomodado en la orilla de la  recepción–…el maquillaje hace mucho por mí…

 

– no demasiado…

 

–…no es bueno mentir…– Sonrío con algo de amargura. Aoi no pudo evitar enfadarse levemente ¿Por qué se veía de tal manera?

 

 

 

“yo no puedo ser como tú…tan perfecto” Pensó Shoya.

 

 

 

– ¡No miento!—contestó con algo de agresividad–…Lo siento…– susurró luego. No podía exasperarse sólo con eso, sin embargo no podía dejar de darle vueltas al asunto.

 

 

 

–…es que no sé, no entiendo…–Hizo una pausa–… ¿Para qué escondes tus ojos?…no sé por qué, pero…– Una vez más se detuvo, recordando la primera vez que lo vio en medio de toda esa confusión de personas, en el local. No pudo evitar una sonrisa espontánea, aun desconociendo el motivo–…¿Sabes? yo los había imaginado así...la primera vez que te vi.

 

 

 

¿Cómo?¿A qué se refería con aquello? Era confuso, pero lo emocionaba de alguna manera. Quiso preguntar cómo exactamente, pero Aoi sólo subió a su auto; parecía algo perturbado. Su cabeza formuló todavía más interrogantes ¿Qué clase de reacción era esa? ¿Había hecho mal  con tan sólo guardar silencio? Se entristeció sin poder evitarlo, al ver al pelinegro haciéndole un gesto con la mano desde el automóvil, para luego largarse sin más.

 

 

 

No respondió, porque sabía que el otro no podría verlo y por alguna extraña razón, aquel extraño diálogo hacía sentir que algo dentro de él pesaba.

 

Olvidando el asunto o en un intento de ello, fue por Yo-ka. Después de todo, su novio si era una razón de preocupación razonable para él, o así se suponía que debía ser.

 

Algo iba mal con él y ni siquiera sabía qué.

 

 

 

 

 

+*+*+*

 

 

 

 

 

No quería luego de la última vez, encontrárselo tan pronto. Se había pasado las últimas semanas hasta soñando con las respuestas que necesitaba, sin tener éxito. Ningún sueño podría ayudarle tanto como la realidad y aun así, se negaba a ir por ella. Era cobarde. Aunque se trataba más bien de presentimientos.

 

 

 

Aoi como la estrella que siempre había sido para él, amenazaba con deslumbrar hasta enceguecerlo. No quería volverse cada vez más estúpido, parecía que cada vez que se lo encontraba, lo fuese más y más, como un maldito aumento exponencial de idiotez.

 

 

 

Y lo peor, sin cura.

 

 

 

Era cuestión apenas de mencionarlo “Hoy tendremos un live de varias bandas, también estará The Gazette” y luego su cabeza no podía volver a hilar ideas con claridad. Perdía sus pensamientos, su memoria y hasta sus acordes.

 

Así que hablaba poco y sólo sonreía, nerviosamente.

 

 

 

Tontamente intentaba esquivar la posibilidad de encontrárselo pero siempre acababa siendo sorprendido por el guitarrista gazetto, quien amable y jovialmente como siempre le saludaba. Estúpidamente, en vez de responder, esa vez, la cuarta vez que se encontraban en eventos comunes, se había reído. No sabía de qué forma pero el otro alzó una ceja, algo sorprendido.

 

 

 

Trató de controlarse, no obstante no sabía si era por lo nervioso que estaba; no podía dejar de reír.

 

– ¿Qué sucede? ¿Me veo gracioso hoy? – Calmándose al fin, el bajista tomó algo de aire. Al menos Aoi parecía divertido.

 

–-oh no… ¿No te has dado cuenta?

 

–¿Ah? ¿De qué?—Contestó interesado mientras se lavaba la manos en aquel baño tan recóndito, en el subterráneo del lugar.

 

–…siempre nos encontramos de esta forma…extraña…

 

–Querrás decir casualmente extraña… ¿No?

 

–…claro…es gracioso ¿Cómo es que siempre acabamos en el mismo lugar?

 

–…tal vez es el destino…–Susurró más para sí que para que el otro presente le oyera, aun así, su voz fue lo suficientemente audible.

 

 

 

Maldito corazón, de pronto, había empezado a bombear con más fuerza. Sin comprenderlo, bebió agua, al lado del guitarrista, sin lograr calmarse ¿Destino? Qué demonios…sólo tenía más y más preguntas.

 

 

 

Y no quería seguir acumulándolas, más si el otro yacía repentinamente silencioso y algo pálido. Al parecer aquello no debió haber salido de sus labios.

 

–Aoi…– El nombrado alzó la vista hacia el espejo, clavando su mirada en él, aun en su reflejo.

 

 

 

Aquello que le recorrió fue un estremecimiento. Pero no se dejaría intimidar.

 

 

 

–…que quisiste decir….exactamente…– Su voz había pronunciado a un volumen adecuado sólo la primera parte de la oración indirectamente interrogativa, mientras lo último, apenas fue un susurro.

 

 

 

Que increíble era, como se volvía nada ¿Era porque él era una estrella y él estaba demasiado lejos? Tan lejos como para no entender…no entender nada de lo que él pensaba.

 

No supo por qué demonios, pero aquel pensamiento le desoló. El sueño de todo fan es estar cerca de la persona admirada. Tenía la posibilidad de tener su amistad, pero siempre acababa arruinándolo, según él. Si no fuese de esa forma, aquel tenso silencio que se extendía entre los dos en aquellos momentos, no existiría.

 

 

 

Si sólo no se preguntara cosas, si sólo dejara que aquella persona le guiara, si no le cuestionara…tal vez así…

 

 

 

–Shoya… ¿Por qué…por qué lloras?... – se miró a sí mismo y a Aoi en el espejo al mismo tiempo. Él lucía preocupado, con sus manos apoyadas aún sobre el lavabo. Sus ojos tan oscuros…

 

¿Y ahora qué? ¿Qué debía decir?

 

 

 

“No sé…no sé Aoi…”

 

 

 

Lejos de poder calmarse, se cubrió el rostro con sus manos. No podía mostrarle simplemente, no podía explicar, porque…tampoco había algo que él comprendiera de sí mismo, en ese instante.

 

 

 

 

 

“…es que tu luz es tan cegadora, que ya no puedo ni siquiera ver dentro de mí…”

 

 

 

 

 

Notas finales:

Nos vemos en las otras notas xD ¡SIGA LEYENDO!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).