Capitulo 12 ¡Shura estaba en el marco de la misma mirándolo como si viera una aparición!, -- ¡Pairos que haces aquí!?, --bu..bue…bueno…. es que yo.. yo.. — ¿como le explicas a alguien tan sobre protector como el de capricornio la treta de los cuatro jinetes del apocalipsis y no morir en el intento? —estoy esperando Pairos!! —suspiro pesadamente y empezó a contarle lo sucedido en el santuario mientras ingresaba a la recamara, 2hras y 45minutos después, -- y eso fue lo que paso, me equivoque, elegí mal, me confundí te hubiera escogido a ti y nada de esto estaría pasando en este momento, --decía con los ojos llenos de lagrimas, y algo de culpa reflejada en su rostro, Shura sintió tanta ternura que le beso los labios muy suavemente sin segundas intenciones, Pairos fue correspondiendo el beso conforme se fue intensificando y a la par el deseo de Shura se fue encendiendo y las caricias se fueron dando naturalmente, provocando que el cuerpo de Pairos fuera pidiendo mas del contrario, pequeños gemidos abandonaban la boca del castaño mientras el pelinegro besaba el cuello de este trazando un camino de saliva hacia el sur de su cuerpo, Se dejo hacer mansamente y hasta coopero cuando Shura le fue quitando cada una de sus prendas, sin prisas, disfrutando de la perfección de aquel que se le estaba entregando, Cuando quedo su torso desnudo el de capricornio beso, lamio y degusto unos pequeños pezones sonrosados que por el trato recibido se ponían duros como dos piececitas de coral recién pulidas, mmmmmm, ahhhhhhh, se intensificaban los gemidos de Pairos que tenia los ojos entrecerrados y la boca ligeramente abierta y las manos de Shura explorando todo su cuerpo, Embriagándose con su aroma, su sabor, posando por primera vez su mano en la virilidad del menor que respondía a cada una de sus atenciones dejo el torso para volver a reclamar esos labios que sabían a fresa y vainilla y después de que se les acabara el oxigeno, lo miro directo a los ojos, -- seré gentil, no te preocupes nadie volverá a lastimarte, --al escuchar esas palabras Pairos se sintió en el cielo, Shura no era de expresar sus sentimientos, pero con esas palabras le estaba diciendo que lo amaba, el de capricornio volvió a retomar su faena viajando por el torso explorando el hueco que formaba su ombligo y finalmente encontrándose con una selva castaña que resguardaba la virilidad del menor ya despierta y deseosa del contacto de esa mano sobre ella, la fue acariciando con su mano derecha y con la izquierda masajeaba los testículo delicadamente, En este punto Pairos respiraba descontroladamente su cuerpo empezaba a agitarse sin poderlo controlar, Shura estaba complacido, quien lo tenia en ese estado de deleite era el, y solo el, Pero no podía retrasar mas tiempo las cosas su hombría reclamaba ser liberada de entre sus ropas y atendida como se debe, y entonces empezó a preparar al castaño haciendo acopio de toda su fuerza de voluntad para no adelantar las cosas a pesar que su masculinidad reclamaba atención, Dejo de masajear los testículos y descendió su cabeza hasta encontrar ese pequeño orificio que prometía un placer sin igual y comenzó a lamer como si escurriera miel por la pequeña abertura, Cuando lo sintió suficientemente ensalivado aventuro el dedo medio por ese pequeño portal que lleva hacia el paraíso, Pairos sintió la molestia de la invasión pero fue todo, cuando se hubo acostumbrado una segunda falange le hizo compañía a la primera y después de un rato una tercera, Shura seguía haciendo esfuerzos porque su propia necesidad no le sobrepasara, Cuando comprobó que la entrada estaba lo suficientemente dilatada y que Pairos y él no aguantarían mucho mas, retito lo mas delicadamente que pudo sus dedos provocando un gruñido de protesta en el que estaba debajo suyo, Solo le quedaban los pantaloncillos a Shura por retirar de su cuerpo y cuando quedo completamente desnudo y posicionado entre las piernas del castaño, este último no pudo reprimir un temblor por todo su cuerpo y un gemido de deseo abandonar sus labios, Shura empezó a entrar lentamente en el, era grande mas de lo que imaginaba, y su cuerpo se agitaba al sentir la virilidad del español tan caliente y dura, ¡tan avasalladora al reclamar su interior!, tubo que jalar aire cuando termino de invadirle, Pairos deseaba moverse pero aun no recuperaba el aliento, Shura se sentía morir del placer, ni en sus sueños húmedos imaginando al castaño así en ese tipo de situaciones se comparaban con la realidad, ¡tan estrecho!, ¡tan caliente y húmedo!, deseaba embestirle con todas sus fuerza y volverlo loco de placer, pero tenia que esperar, Le había dicho que seria gentil, ¡maldita sea! ¡el y su caballerosidad!, sintió un ligero movimiento de cadera y no necesito mas para empezar a moverse primero muy despacio saliendo casi todo su eje, embestía pausada pero muy profundamente, poco a poco hasta que estas se fueron haciendo cada vez mas fuertes y rápidas, En todo ese tiempo no habían dejado de gemir en sus bocas pero Pairos soltó un grito al acariciar en una de esas embestidas su punto de placer—Ahhhhh—¿ahí?-- Pregunto el de capricornio con cierto dejo de malicia —ssssíííí—contesto el otro preso de la lujuria
—pídemelo!—por… fa..vor—por favor.. ¿Qué? — envistiendo en ese mismo punto--por… fa…vor…Shu..ra —sonrió al comprobar que el castaño era completamente suyo y siguió embistiendo sin dejar de tocar ese puto, ya no podían mas el fuego se hacia insoportable y pronto Pairos le anunciaba al español su clímax -- Shu..ra yo…yo…-- este comprendió y acelero sus movimientos, Pairos exploto entre sus vientres y los espasmos de su ano terminaron de enloquecer de lujuria al español que se derramo dentro del castaño abundantemente, en el mejor orgasmo de toda su vida hasta ese momento, tardaron unos minutos en recuperar el ritmo de su respiración y cuando Shura volteo para preguntarle al castaño si estaba bien se encontró con que este estaba profundamente dormido, retiro un par de mechones de su cara y delineo con las yemas de los dedos los carnosos labios, -- eres mío, y solo mío, no me importa que el estúpido de DM haya sido el primero, se ve que no supo tratarte como merecías, no te dejare ir, no lo resistiría, y aunque no lo creas te amo, -- y entre sueños Pairos contesto-- yo también te amo.