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El secreto de la Liebre por lolitasherry

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Notas del capitulo:

Los personajes de saint seiya no me pertenece, lastima son de sus creadores

Capítulo 51

 

 

 

 

--Era el día en que Fler, Pamela y Daimond viajarían a Londres a resolver sus respectivos asuntos, la rubia amaba a su esposo, claro que lo amaba y por lo mismo le dolía la inconsciencia del de Merack, por el bien de su pequeño intentaría arreglar las cosas con su esposo aunque no le prometió nada a su hermana Hilda, solamente ella conocía esa faceta de la rubia, por su carácter dulce y tranquilo nadie imaginaba que fuese una persona resuelta y de una sola palabra, cuando Fler decía firmemente no, era un rotundo no y ni siquiera la representante de Odín la hacía cambiar de parecer.

 

En Grecia un peli azul y un peli negro abordan su vuelo rumbo a Londres, mientras dos peli azules y un peli rojo esperan su vuelo a México con escala en Nueva York y en Camargo los dos batleloid se hacen bolas con tantas solicitudes de trabajo.

 

El vuelo de Grecia a Londres sale sin contratiempo alguno, y quince minutos después lo hace el que va rumbo a México, en Chihuahua tanto Fler como Pamela y su acompañante abordan el avión que los llevara a la capital del país y de allí rumbo al reino unido.

 

Ha sido cosa del destino que los cinco caballeros no se toparan de frente en el aeropuerto de Atenas, y otro tanto mas cuando estuvieron a punto de verse las caras Libra, Escorpión y Géminis con la liebre en el Aeropuerto del DF, el vuelo de la castaña y su rubia amiga se retraso tres horas, si no hubiese sido por ese inconveniente, Milo no hubiera tenido la impresión de haber visto a Pamela en los pasillos del aeropuerto.

 

 

 

--Milo… Milo no te distraigas, hay que ir a poner en orden los documentos de migración—decía algo molesto Saga.

 

 

 

 

--Lo siento Saga… solo que me pareció ver a alguien conocido—de seguro es alguna hermosa chica, deja eso don Juan y pon atención a tus maletas regañaba el gemelo mayor.

 

 

 

 

--Muy lejos de allí un cansado crustáceo y una exhausta cabra son recibidos en la imponente mansión de Wyvern,  es Radamantys en persona quien les recibe en la entrada de la mansión.

 

 

 

 

--Bienvenidos—los saluda con genuina alegría, el pasar tanto tiempo haciendo planes y conspirando primero en como robar el libro y después como descifrarlo los ha hecho bastante cercanos a los tres, por alguna razón los soporta mejor que a su hermano Aicos que afortunadamente acaba de partir rumbo a Francia siguiendo una prometedora pista de su huidiza misa.

 

 

 

 

--Gracias por recibirnos, esperamos no ser una molestia—Saluda muy cortésmente el español—ni lo menciones, es bueno hablar contigo de algo mas que no sea la sorpresa de tu diosa—contesta animado el Juez.

 

 

 

 

--¿Y que yo estoy pintado en la pared?—replica el cangrejo haciendo un ligero puchero por sentirse ignorado—Claro que no estas pintado en la pared, pero estabas ocupado peleando con tus maletas—explico sencillamente el dragón haciendo enrojecer de vergüenza al Italiano.

 

Ya dentro de la mansión son conducidos a la sala para conversar mas tranquilos al calor de una buena tasa de café, mientras el juez toma asiento en el sillón individual y los caballeros hacen lo propio en el sofá de dos plazas.

 

 

 

 

--¿Cómo estuvo el viaje?—iniciando la conversación el rubio—no te mentiré fue algo tedioso el viaje pero me siento feliz de haber llegado, ¿por cierto porque no nos recibiste en el aeropuerto como habías prometido? – cuestiono el cangrejo.

 

 

 

 

--tuve que resolver algunos imprevistos, pero no pueden quejarse mi chofer estaba allí para recogerlos—ni bajo tortura les confería que trataba desesperadamente de deshacerse de Aicos  para que ellos pudieran quedarse en la mansión sin preocupación alguna.

 

 

 

 

--Te agradezco por darnos cabida en tu casa  perdona a Death, ya sabes lo irreverente que puede llegar a ser—basta de charlas, ¿Qué en esta casa no cenan?—decía un hambriento Italiano—pero por su puesto pasemos al comedor—invitaba el rubio juez a sus dos invitados.

 

 

 

 

--Mientras tanto allí mismo en Londres en un lujoso hotel dos damas y su acompañante confirmaban sus reservaciones, sin muchas complicaciones les entregaron las tres tarjetas llave y se dirigieron a descansar, mañana seria un día bastante ajetreado para ambas damas.

 

 

 

 

--En otra parte del mundo, tres cansados viajeros entran sin muchas ganas a sus respectivas cuartos, ciertamente el viaje ha sido algo complicado al equivocar el vuelo y terminar en Acapulco en lugar de la ciudad de Chihuahua, tienen a penas unas cuantas horas para descansar y prepararse para la entrevista de trabajo, saben que serán muy peleados los puestos que dejaron vacantes los dos caballeros de bronce.

 

 

 

 

--Maestro… ¿nos dará suficiente tiempo para estar listos para pasado mañana?—preguntaba un preocupado Saga, pues se sentían muy cansados por tantas horas de viaje en avión.

 

 

 

 

--Si tenemos suficiente tiempo, no te preocupes tanto Saga, mejor descansa, mira, Milo ya hasta esta roncando—comenta divertido el chino al escuchar al griego roncar tan sonoramente, ellos también tendrían un ocupado día pues debían investigar todo lo que pudieran sobre la castaña.

 

 

 

 

--Temprano en la mañana y como habían acordado la castaña y su acompañante dejaron a Fler en la entrada de la enorme mansión propiedad de su familia y no se retiraron hasta verla entrar por la puerta principal, unos ojos azul verdosos miraban desde una de las ventanas de los pisos superiores, era mas hermosa de como la recordaba, prácticamente dos años desde que lo fastidio todo, si el no hubiese cedido ante el lobo probablemente ahora ella estuviera a su lado junto con sus pequeños.

 

 

 

 

 

--En otra parte de la misma ciudad un peli azul italiano comienza su día con una refrescante ducha  y un buen desayuno para comenzar el día, esa semana la dedicara a atender asuntos de la fundación de su diosa y después disfrutara su merecido descanso y secretamente espera, mas bien anhela encontrarse de nuevo a Pairos—Oh dioses  se que nunca he sido merecedor de nada, pero por piedad devuélvanme a Pairos, no me lo quiten de nuevo, déjenlo a mi lado --suplicaba bajito el caballero de cáncer.

 

 

 

 

--¿Qué tanto murmuras crustáceo?—preguntaba un adormilado español con el pelo todo revuelto—nada solo espero que todo salga bien en las oficinas del banco y no crearle problemas al orfanato—contestaba algo ausente el peli azul.

 

 

 

 

--En Chihuahua las cosas no pintan bien para los encargados de contratar a los que serán los reemplazos de  Benjamín y Juan, y es que han recibido tantas solicitudes-- ¿Qué aremos Devón? –Preguntaba Ren bastante preocupado—se me ocurre algo—soltó el castaño-- ¿Qué te parece si los evaluamos en la practica? Así veremos como se manejan bajo presión y elegiremos a los que mantengan la calma y control de la situación.

 

 

 

 

--Me gusta mucho tu idea,  pero debemos asegurarnos que el trabajo no se detenga, ¿Quiénes serán los primeros en ser evaluados?—preguntaba el medico al guarda espaldas.

 

 

 

 

--¿Qué les parecen estos tres? Sosteniendo Ante en su mano derecha tres carpetas color beige y en su izquierda una charola con dos cafés bien cargados y algo para el desayuno.

 

 

 

 

--Tomando de su mano las carpetas Devon la ojea rápido y se las pasa a Ren para que les de el visto bueno—buena elección Ante les hablare de una vez para ver si pueden esta aquí temprano en la mañana—comentaba alegre el medico.

 

 

 

 

--¿Y si les hablas ahorita para que estén aquí en la tarde para evaluarlos mañana en la mañana? Recuerda lo lejos que queda el rancho de la ciudad—explicaba su compañera.

 

 

 

 

--¿Tu que opinas Devon?—por mi esta bien, pero debemos contar con la aprobación de Anahí y Nahum antes de pensar siquiera en hablarles a estas personas—entonces hablare con los dos y luego les comunico que decidieron, mientras sigan trabajando que los embarques no se despachan solos—comentaba divertida Ante.

 

 

 

 

--En Londres Ángelo aborda un taxi afuera de la mansión Wyvern-- ¿Adonde lo llevo caballero?—al banco centra de Londres.

 

 

 

 

--Afuera de la mansión de Polaris la castaña y su acompañante vuelven a subir al coche en el que llegaron-- ¿A dónde los llevo?—pregunto amablemente el chofer.

 

 

 

 

Al banco central de Londres, por favor—contesto amablemente la castaña.

 

Notas finales:

Gracias por leer lo que escribo

nota: el nombre del banco me lo invente yo.


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