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El secreto de la Liebre por lolitasherry

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Notas del capitulo:

los personajes de saint Seiya no me pertenecen solo Pairos que es de mi inviencion. 

                    Capitulo 24

 

 

 

 

 

 

En otra parte del mundo, bueno, si se le puede llamar así, un muy frustrado Isaac no había tenido oportunidad en más de un año, de buscar a Pamela, había mandado a algunos de sus subordinados a investigar el paradero de la castaña, pero esta no se encontraba en su rancho, sabia que este seguía perteneciendo a ella, y que se había mudado a la ciudad por la escuela de los niños, pero no podía localizarla, por otro lado lo único que le consolaba era que Ikki tampoco podía ponerle las manos encima. Estaba muy conciente que le habia dado miedo enamorarse tan repentinamente de ella, y huyo, huyo de lo que sentia, se sentia avergonsado de su actitud de tiempo atrás de no comportarse a la altura de un general de su rango.

 

 

 

 

 

 

Y hablando del rey de Roma, a pesar de tener plena libertad de ir y venir y tener a su disposición los recursos de la fundación Kido, simplemente parecía que ella se había hecho humo.

 

 

 

 

 

 De todos modos ¿Qué le diría? Perdóname, no quise abusar de ti, pero es que te pareces tanto a la persona que amo. (¡Aja, si chucha! ¿Y tu nieve de que la quieres?) y si fuera Pairos, ¿Cómo se disculparia con el? ¡perdoname por haberte engañado con Pandora!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 Allí mismo en el santuario Death trataba de acercarse a la cabra loca para averiguar de donde traía impregnado el cosmos de la liebre, Shura ya había terminado con Shyru, fue difícil, no se imaginó que el dragón fuera tan terco, pero hacia ya un año que habían dejado de ser pareja y que el futuro santo de libra había aceptado el fin de la relación,

 

 

 

 

 

 

Por eso se había atrevido a pedirle a su querido amigo Aioros le entregara la bufanda, en el año que no la utilizó, había cogido tres resfríos y se había insolado cinco veces, en definitiva le hacia falta.

 

 

 

 

 

Death conocía la bufanda Shura no se separaba de ella y no se la volvió a ver puesta hasta que este termino su relación con el pelilargo azabache, quizás, el cosmos que sentía era de la bufanda, pero jamás se había sentido tan nítido,

 

 

 

 

 

 

 Tal vez era su imaginación o se esteba volviendo loco, si a lo mejor era eso, Afrodita lo había logrado y lo había vuelto loco de desespero, nunca creyó llegar a odiar tanto al maldito pez, ¿Por qué había dejado que lo convenciera de ser novios? Sus encuentros sexuales solo eran eso, Dita no había logrado que el cangrejo sintiera amor por él,

 

 

 

 

 

Eran malas las comparaciones, de todos los amantes que recordara el cangrejo Pairos había sido el mejor y Dita no se le comparaba, si no hubiera poseído a la liebre, tal vez y solo tal vez pudiera haberse conformado con lo que el pisciano le ofrecía.

 

 

 

 

 

 

Pero eso era harina de otro costal, el objetivo era que la cabra le revelara donde se escondía tan anhelado amante, si el destino pudiera decirle que se lo encontraría dentro de unos meses mas, no le hubiera creído.

 

 

 

 

 

El tiempo seguía su marcha y una gran noticia se dejo esparcir por el santuario, después de más dos años de noviazgo casi tres dirían algunos, Julián Solo ¡por fin había hecho la pregunta! Y Saori por su puesto había dicho que Sí, los santuarios de Poseidón y Atenea se vestían de manteles largos la boda se celebraría en el termino de un año después de anunciado el compromiso, para ser mas específicos, en primavera, se celebraría el enlace matrimonial.

 

 

 

 

 

 

 

Por ende todos sus habitantes estaban atareados con los preparativos, ¿Quién iba a imaginarse que alguna vez Atenea y Poseidón se casarían algún día?, mas bien sus rencarnaciones.

 

 

 

 

 

 

 

 

Habían pasado tres meses y apenas se celebraba el compromiso de Atenea y Poseidón, mismos que llevaban saliendo Pamela y Bud, no había nada en serio entre ellos, pero era la relación mas larga que se le conocía a la castaña, habían pasado casi dos años y Pairos creyó que Shura se había olvidado de el, pero no era así, la cabra no había hallado el momento propicio para infiltrarse en la biblioteca, esto debió haberlo sentido la bufanda que parecía tener mente propia.

 

 

 

 

 

 

 

 

Una noche cuando Pairos se había decidido a tomarle la palabra a Bud y salir en plan de amigovios, cosa que disfruto mucho, pues tenia años que no se tomaba tiempo para dedicárselo a ¨el¨ perdón a ella, ya estando en la tranquilidad de su recamara, recostado boca abajo cuan largo era, comenzó a dejar sus pensamientos vagar en dirección de una persona.

 

 

 

 

 

 

 

--Shura—salió su nombre en un susurro, sin saber el porque sus pensamientos lo guían a él, ¿Cuándo fue la ultima vez que estuvo entre sus brazos?

 

 

 

 

 

 

 

Contando los nueve meses de embarazo mas el año cumplido de los segundos trillizos, pronto serian dos años, dos años en los que no había tenido noticias de él y eso le entristecía, quizás la cabra había leído el libro y tal como sospechara la liebre este habría decidido no buscarle más.

 

 

 

 

 

 

 

Dos pequeñas lagrimas rodaron de sus ojos mientras se iba quedando dormido-- ¡te extraño tanto!—fue lo ultimo que susurro antes de caer dormido.

 

 

 

 

 

 

 

 

En otra parte del mundo, específicamente en el templo de capricornio, un muy cansado caballero se dispone a dormir una siesta, a pesar de que todavía faltan meses para el enlace matrimonial el ajetreo de los preparativos de la boda traen al santuario de cabeza, es precisamente en estos momentos en que puede ejecutar su plan para entrar en la biblioteca del patriarca, pero necesita ayuda, alguien que pueda abrirle un portal directamente en el despacho de Shion, a Saga no puede decirle, empezaría a preguntar, a Kanon no puede pedirle ayuda, se fue a ocupar su lugar como general en el templo de Poseidón, a Shaka menos, sabe que odia a Pairos con el alma ¿Quién podría ayudarle a entrar a robar el libro?

 

 

 

 

 

 

 

 

Sus ojos poco a poco se cierran y su ultimo pensamiento es para el castaño—quisiera que estuvieras aquí entre mis brazos—mientras acomoda la bufanda a su cuero.

 

 

 

 

 

 

 

 

Por obra y magia de esa prenda tejida de pelo de liebre volcánica y fortalecida con el cosmos del castaño, sin decir agua va, tele transporta a Pairos de su cama directamente al lecho de Shura, entre sus brazos ambos sienten el calor del cuerpo contrario e instintivamente buscan sus labios dormidos, estrechando el contacto de sus cuerpos, sin despertar el beso sabe a gloria, mientras el castaño busca mejor posición entre los brazos de la cabra, este movimiento lo despierta del todo ya que Shura estaba medio dormido, todo lo contrario de Pairos que esta completamente entregado a los brazos de Morfeo.

 

 

 

 

 

 

 

 

Pudo haber gritado, hacer un escándalo pero lo hubiera asustado, no entendía como pero el estaba en su lecho dormido entre sus brazos, quiso pellizcarse para comprobar que no estaba soñando, pero eso hubiera despertado a tan hermosa criatura—Shura, te extrañe—habla entre sueños la liebre mientras acomoda su cabeza en el hueco que forman el cuello y el brazo del español.

 

 

 

 

 

 

 

--Yo también te he extrañado mi amado Pairos—susurrándole al oído

 

 

 

 

 

 

--No es cierto, si fuera así ya habrías ido a buscarnos,

 

 

 

 

 

 

 

--¿buscarnos?—te refieres a los niños y ti—hablando en voz queda—si,-- fue entonces que se decidió a preguntarle por el libro aprovechando que el castaño hablaba dormido

 

 

 

 

 

 

 

 

 

--Pairos ¿que hay en el libro de la luna de plata?—la genealogía…. de los caballeros de plata…. de la constelación….. De la liebre—contesto entre sueños

 

 

 

 

 

 

No quiso preguntar mas, parecía que a la liebre ese tema no le gustaba estaba empezando a removerse inquieto entre sus brazos, lo calmo con pequeñas caricias en la espalda, besando sus cabellos,¿ cuanto tiempo podría disfrutar de su compañía?, no sabia, mejor era aprovecharlo bien, degustando la piel de el cuerpo de Pairos, sus labios y el cálido interior del mismo. Pasaron cuatro horas pronto amanecería en casa de Pairos y debía hacerse cargo de los niños para llevarlos a la escuela.

 

 

 

 

 

 

 

Shura vio como lentamente se desvanecía el castaño mientras su bufanda brillaba tenuemente pulsando muy despacio,--¿así que has sido tu?—no era una pregunta mas bien una afirmación, técnicamente no transgredió la orden dada por Pairos, Shura no había podido leer el libro, por tanto no podía guiarlo a la liebre, pero nadie había dicho que no podía transportar al castaño con el de capricornio, mientras sus pensamientos estuvieran conectados podría transportar al ojimiel todas las veces que ellos se necesitaran.

 

 

 

 

Notas finales:

gracias por leer mi historia


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