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Tu no eres para el... por Aleliela

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Notas del capitulo:

Hello!!! siento que a veces me tarde mucho en actualizar, pero de hecho,  comparado con el tiempo en que tarde en aceptar escribir este fic para un amigo, creo que no es nada :D, sinceramente, tengo poco tiempo y cuando tengo tiempo, creo que no quiero estar en la compu XD  pero bno, tratare de no ser tan irresponsable :D y si tienen sugerencias, soy todas ojos :P

9

 

-          Este juego ha llegado a su fin – anuncio el rubio de manera fría – Como era de esperarse, nada es eterno y me estoy comenzando a aburrirme de ti… - esto último lo menciono con un tono cansino

 

Davis se le quedo mirando con la boca abierta, sentía que las piernas no podían soportarlo más, ¡Y LO PEOR!, sentía aproximarse un torrente de lágrimas que solo le demostrarían al mayor que tanto lo estaba lastimando y lo colocaría en una posición de pena.

 

¿Era acaso un castigo? ¿Se merecía aquel desprecio? No estaba del todo seguro, sin embargo no podía evitar sentirse culpable, volteo la mirada hacia el otro lado mientras recordaba como había decido decirle a Matt ese día que deberían de recorrer sus encuentros para cada tercer día.

 

Nunca considere que estaba comenzando a hartarse de mí, intento reírse pero le fue imposible, Sencillamente ya no solo lo suficientemente bueno para él, o quizá encontró a alguien que esté dispuesto a seguirlo a todas partes, o tal vez no quiera dejarse manejar por nadie y prefiere ser solo

 

Pero esos eran supuestos de los que no tenía la menor idea de si eran verdad o solo estaba divagando, lo único que si sabía era que aquello estaba terminando sin que él hubiera hecho nada y que no le agradaba en lo absoluto la indiferencia que mostraba el mayor.

 

-          Entonces…. – sonrió amargamente - ¿Eso es lo que soy? – cuestiono herido - ¿Solo soy un juguete que puedes tirar cuando te ha dejado de servir? – apretó los puños y miro a Matt a los ojos – ¿Es tan fácil para ti? – le temblaban los labios – Me alegra – susurro - ¡ME PARECE PERFECTO PORQUE SENPAI ME DIJO QUE ME QUIERE Y NO SABIA COMO MANDARTE AL DIABLO!

 

Matt se enfureció al escuchar lo último, esperaba que el menor se enojara y le dijera de cosas, sin embargo, le calo en lo más profundo del corazón que le presumiera que aunque ya no estuviera a su lado no sufriría sino que sería mucho más feliz ya que estaría con el amor de su vida.

 

Antes de que el menor tuviera tiempo de irse, Matt lo sujeto de la muñeca, oprimiéndola hasta que escucho una exclamación de dolor proveniente de Davis, lo arrastro hacia un callejón cercano y lo estrello contra la pared entretanto su cuerpo sirvió de barrera ya que no le daba ruta de escapa

 

-          ¿No es maravilloso? – inquirió sardónico – Después de haber pasado años sufriendo por un amor no correspondido, el cual te hacía sentir tan patético como un insecto porque por más que le digieras a tu cabeza que no debía pedir imposibles, el más mínimo gesto de Tai te devolvía las esperanzas para una vez más romperte el corazón y pasar noches en vela llorando por no poder alcanzar tu más grande anhelo – sonrió – Y ahora, de la nada, mi mejor amigo se te ha declarado en un impulso porque cree que yo te aparto de el

 

Cada palabra era como una daga que se clavaba en el pecho de Davis, entre más avanzaba el aire que ingresaba por sus pulmones comenzó a sentirse extremadamente caliente al punto de olvidar respirar por unos segundos, mas ese infierno solo duro poco, ya que cuando el rubio llego a la conclusión lo único que quería el menor era desaparecer del mundo.

 

No es que no hubiera pensado en esa posibilidad anteriormente, por el contrario, fue la primera respuesta que le vino después de recibir la declaración de Taichi, después de todo, quien mejor que él para conocer como era su senpai, una persona que se ponía celosa fácilmente si consideraba que alguien le robaba la atención de sus amigos.

 

Aquella situación era absurda e irónica que comenzó a sentir pena de sí mismo, por un breve periodo pudo observarse como supuso lo miraban los mayores, un jovencito que dedica sus días libres a pasarla con ellos y siempre dispuesto a serles útil a pesar de las complicaciones que pudieran ocasionarle en su vida.

 

Ya no podía aguantarse más, le valía un reverendo pepino que opinara el rubio, iba a llorar como nunca antes lo había hecho, un torrente de gotas se derramaron por sus mejillas, sin embargo no emitió ningún sonido. Su rostro era una máscara de piedra de donde fluía líquido.

 

Matt se sorprendió al contemplarlo, la expresión de Davis no era la de una persona sufriendo, más bien, era entre una mezcla de resignación y de aceptación, era como si digiera al mundo que ya estaba cansado de luchar y que lo mejor para él era conformarse con lo que se le daba.

 

-          Creo que esto es todo – anuncio Davis – He llegado a un punto en que me he quedado sin energía para seguir persiguiendo lo que jamás podrá estar a mi lado – aprovechando que el mayor se encontraba en estado de shock lo aparto de si – Gracias Matt, por todo.

 

Sin esperar una respuesta o un gesto, Davis se alejó del lugar caminando tranquilamente, en su fuero interno algo le decia que debía ponerse a correr lo más rápido que le permitieran las piernas, pero sabía que si lo hacía provocaría al rubio y volvería a recaer, por tanto, a pesar del dolor que le causa, siguió el camino sin voltear hacia atrás.

 

Matt observo la espalda del menor, tenía un deseo de ir tras el que le carcomía las entrañas, mas no lo hizo, estaba comenzando a comprender lo que debía experimentar Davis cada vez que veía a Tai con Sora, es decir, alguien relativamente cerca que parecía estar a miles de kilómetros

 

-          ¿Qué es esto? – se preguntó colocando la mano en su corazón, el cual latía dolorosamente - ¿He perdido la razón?

 

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¿Alguna vez te has encontrado en un estado de humor en el que a pesar de sentirte triste aun así eres capaz de reírte de las situaciones que te están causando daño y encontrarles un lado bueno? Pues así es como se sentía Davis mientras se dedicaba a limpiar su departamento.

 

Podría pensarse que lo que hacía era algo extremo, después de todo, era normal que después de una ruptura uno fuera a tomar y se emborrachara para olvidar las penas, y algo anormal que uno decidiera que la forma en que los muebles de su casa estaban mal acomodados y era hora de hacer cambios.

 

Davis siempre se ha considerado un tipo optimista, por tanto, no dejaría que nada le volviera a afectar de manera tan negativa, la última vez que tuvo un bajón por culpa de Taichi, se la paso llorando hasta la madrugada y comiendo litros y litros de helado, lo que le dejo con un dolor estomacal que le hizo imposible ir a la escuela dos días.

 

Quizá no todo era perfecto, quizá aún seguía considerando como pudieron salir las cosas si él hubiera planeado bien y conociera cuales serían las consecuencias, mas eso no le impedía dejar de moverse, por el contrario, le daban más ganas de modificar su departamento así como deseaba cambiar de vida.

 

Fue al cuarto de lavado y saco de la secadora la ropa recién limpia, la doblo cuidadosamente en la canastilla y la llevo hacia el armario, abrió las puertas y de la nada cayo el regalo que le había enviado Tai, lo recogió y lo aventó hacia la cama, después coloco la ropa en ganchos.

 

Miro de reojo el paquete, hasta ese momento no se había acordado de que lo tenía, y al igual que cuando lo recibió no tenía mucha curiosidad por abrirlo, la primera vez decidido guardarlo por temor a que fuera algo que le quitara toda esperanza, ahora, no lo abriría porque no quería formarse más esperanzas.

 

-          Supongo que lo más lógico sería que también aclarara las cosas con el senpai – comento mientras salía del cuarto – No es justo que lo tenga esperando sin motivo alguno

 

¡Bien dicho, Davis!, por fin estas madurando, me siento verdaderamente orgulloso de ti, aun me es difícil creer que apenas hace unas horas eras un mocoso que no podía sonarse la nariz, y ahora, eres todo un hombre capaz de tomar acciones.

 

Satisfecho del trabajo que llevaba se recostó en el sillón, estiro los brazos y piernas tal y cual si fuera un gato, después se colocó en posición fetal y pensó que no sería tan mala idea ir a tomar con los chicos, después de todo ya tenía mucho que no los veía y pronto TK. Y Kari no podrían asistir a esas reuniones

 

Tomo su celular y mando un mensaje en el que les pedía a todos que se desocuparan y fueran a tomar porque estaba dispuestos a invitarles la primera ronda, pero solo si le respondían en los próximos 10 minutos, sino, entonces cada quien debía hacerse cargo de su cuenta.

 

El celular vibro y llego el mensaje, Davis sonrió pensando que se trataba de Yolei, sin embargo, vaya sorpresa más horrible se llevó al leer el contenido antes de que el aparato se estrellara contra el piso.

 

Cálmate, Davis, respira profundo, así es, comienza a mover los brazos, eso es, ahora, sigue con las piernas, despacio, despacio, no te vayas a caer, ahora, ve hacia el teléfono, no lo sueltes, ahora márcale a Izzy

 

-          ¡DAVIS ME AL HOSPITAL INMEDIATAMENTE! – ordeno la voz del pelirrojo al responder a la llamada - ¡CUARTO 405- y colgó

 

Como si alguna fuerza externa lo estuviera manipulando, Davis se encontró corriendo hacia la calle principal en busca de un taxi, al subirse, indicio al conductor que debía ir al Hospital Providence lo más rápido posible

 

-          Oh, dios mío, por favor, por favor……


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