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~SUEÑA CONMINGO~ por YakumoCamui

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Notas del capitulo:

La segunda parte 

Dime que ves cada que abres tu ojitos

¿Por qué no me contestas?

Kibum…yo…



La oscuridad era total, hacia mucho frío, temblaba como nunca y lloraba al sentirme en la nada, pero no era la nada… era el espacio y flotaba. Las estrellas empezaron a aparecer convirtiéndose en mis compañeras, las luces se iban encendiendo, cada destello nuevo era más grande y brillante, hasta que de pronto estaba en un lugar lleno de luz, era completamente resplandeciente, ahora era yo, quien no podía abrir mis ojos, era cegador, cubría con mis brazos mi rostro pero aun así calaba.


Pasaron semanas enteras, encerrado en aquel luminoso lugar, tenía miedo, más que cuando era rodeado por la oscuridad, ahora el frío se había ido y yo no podía quitarme mi traje, que ahora, era mi peor enemigo. En una esquina abrazado a mi cuerpo y cegado por la luz. Completamente solo.

Dijiste que me cuidarías.

Las cosas no pueden ser de esa manera…espero que cuando nos volvamos a ver puedas entenderlo.




Lleno de sudor y con la respiración acelerada Kibum se despertó de golpe; sus mejillas estaban húmedas, las lagrimas y el sudor de su frente lo avergonzaban tanto….



Era una mañana más, el reloj marcaba las 7:00 a.m. se daba sus últimos retoques frente al espejo, no tan animado como ayer. Como siempre el desayuno estaba ya listo, ese día no había preparado su almuerzo, compraría algo en la cafetería…

—Mamá, ya me voy a la escuela— le susurraba a su madre adormilada mientras le dejaba un beso en la mejilla.

—Mi bebé— se despertó al escuchar su voz rota —Ese vago de Jonghyun, ¿solo se ofreció a llevarte un día? — sabia lo triste que ponía a su niño que Jonghyun lo tomará a segundo plano; el rubio negó con la cabeza baja —Cariño— lo sentó en la cama para darle un abrazo —No tienes porque ponerte así— le dio un beso en su mejilla pero su querido hijo solo pudo abrazarla más fuerte.

—No es eso, es solo que tuve una pesadilla— su madre le dio unas palmaditas que lograron reconfortarlo. 

—Aun así, ese Jonghyun debería llevarte, ahora que vea a su madre..

—Mamá! Jonghyun no cuidaría de mi por siempre— la señora decidió guardar silencio, ya que desde que Jonghyun se fue a estudiar su maestría al extranjero, se enteró de esos sentimientos no correspondidos, que tenía su hijo por el que fuera alguna vez su niñero.



Estaba decidido, no era un niño llorón, y aunque lo fuera, nadie debía saberlo, estaba cansado, no quería ya más nada de pesadillas sin sentido. 

Ese día tendría danza por la tarde, aunque eran sus días favoritos también los odiaba por tener que llevar no solo su mochila sino también su maleta con el cambio de ropa. Como todos los días caminaba hasta la parada de su autobús, el vecindario donde vivía era muy tranquilo, —De seguro Jonghyun no tardara en volver a adaptarse....— estaba cansado, es que hasta consiente no podía dejar de pensar en él. Se suponía que este tiempo sin él, había sido su mejor cura ante ese amor imposible.

El aire era cálido, tan cálido que al contacto con su piel, le producía un roce reconfortante.

Picaba botones al azar en su celular intentando distraerse. De pronto este vibro sacándolo de su ensoñación.

“Jonggie”


Parpadeaba la pantalla, mordió su labio inferior poniéndose de pie para subir al autobús que por fin llegaba. Su pequeño aparato sonaba cada tanto, solo lo dejaba vibrando en sus manos, ignorando todo aquello, y perdiéndose en el paisaje del recorrido ya tan conocido.





Una vuelta, otra más, gira, gira. Era lo que su cuerpo hacia hasta dejarse caer de cansancio al suelo. Se puso de pie una vez más. Gira, gira, remarcando cada pisada, intentando cambiar algo…

—Kibum— su cuerpo se tensó.

Aquel enorme salón, quedo en total silencio, el único que quedaba era el terco rubio que insistía en perfeccionar sus pasos, excusa tonta que se invento para refugiarse en el baile.

—Así que era cierto— el castaño que se encontraba recargado en el marco de la puerta, camino haciendo sonar sus pasos en el delicado suelo de madera. Cada paso vibraba en su corazón. —No sabia que estudiabas danza— Le sonrió de forma casual.

Kibum lo ignoro y continúo practicando, pero la mirada del castaño clavada en sus movimientos lo incomodaba. Estaba atrapado, quería huir, pero ¿como lo haría? teniéndolo en frente. Entre la espada y la pared. Nunca le pareció tal frase tan real como ahora.

—¿Por qué no atiendes mis llamadas?— el mayor estaba muy inquieto, podía sentir sus manos temblar, no entendía porque su desesperación, lo único que sabía era que quería verlo…

—Lo siento, he estado ocupado— paro decidido a irse, ni siquiera tomaría una ducha solo quería escapar de ese lugar, alejarse de él.

—Kibum— lo tomo del brazo cuando paso al lado suyo —Te llevaré a casa.

Kibum se soltó de una forma tan rápida, que el castaño no pudo advertir su siguiente movimiento. El rubio se acercó atacando a los labios del mayor, movimiento sorpresivo que dejo sin reacción a Jonghyun. 

—Aléjate de mí, sigo siendo un desastre— el mayor seguía impactado, esa fuerte presión sobre su corazón aumento al ver esto. 

Con la cabeza agachada salió corriendo…


Sabes Bummie, tuve un sueño, era diferente a todos los demás que he tenido. 

Me encontraba en una ciudad abandonada, no existían los colores, había edificios enormes, autos pasaban intentado crear un ruido de presión que no se escuchaba; personas caminaban sin darse cuenta que no eran escuchadas, aun así podían comunicarse… pero nunca transmitían lo que en realidad querían.

Yo camine como uno más de ellos, estaba ansioso porque al parecer algo emocionante sucedería…

Llegue hasta el final del mundo que era cuadrado, me daba miedo, pero aun así cambie de lado y descubrí que no había de que temer; los colores empezaban a surgir, los grises mates desaparecían, el verde se comenzaba a colorear en mis pies conforme caminaba, las flores se pintaban de mil colores, y todo era porque de ese lado del mundo, ese que nunca quise conocer, en ese lugar estabas tú—


Jonghyun hablaba solo en aquel lugar imaginando que era escuchado por su viejo confidente.


~-~-~



—Lo besaste!!— el menor de los dos no salía de su asombro.

—Cállate Taemin, ¿Quieres que todo el vecindario se enteré? — sonrojado tapo la boca de su mejor amigo.

—¿Y? ¿Te correspondió?— la pregunta solo lo desanimo.

—No, ya te he dicho que no le intereso, además… tiene novia— su amigo entristeció con su mirada.

—Minnie, ¿puedo quedarme esta noche aquí?

—Claro— le sonrió. 


Sueños, pesadillas, si eran pesadillas, su voz… todo era una pesadilla, porque su sola voz le dolía tanto.


A la mañana siguiente, batallo un poco, de suerte traía ropa limpia en su maleta, pero su querido amigo era todo un irresponsable, que no despertaba aunque le gritará en la oreja. Se le hizo tarde, Taemin no solo dormía más de la cuenta, sino también, todo lo hacia con una lentitud que casi se volvía loco.

—Apresúrense, son un par de lentos!— Les gritaba a sus amigos, casi llegando se encontraron con Minho, quien como todos los días iba tarde —Ustedes dos, si que tienen serios problemas— les gritaba, pero estos lo ignoraban mientras seguían bostezando. 

—Alguna vez, podrías dejar de ser tan mandón!?— se quejo el alto.

—No lo sé. Alguna vez, ¿podrás dejar de ser tan ton.. — no pudo terminar, ya que se estrello contra alguien, casi caía por el impacto pero sus adormilados amigos reaccionaron al instante intentando evitar que se cayera, pero no fue necesario ya que la misma persona con la que choco lo detuvo. 

El rubio confundido y molestó, estaba por gritarle a aquella persona, pero cualquier queja murió al ver de quien se trataba.

—Quiero hablar contigo…


~-~-~-



7:30 a.m.

Este día, de seguro si sería maravilloso. Ese tonto Jonghyun era un impuntual de lo peor, acaso no le importaba hacerlo esperar. Le jalaría las orejas ahora que llegará, ya le había dicho que no le gustaba que le prometiera pasar por él a una hora sino lo iba a cumplir.

—Ash, una mudanza lleva tiempo! — vocifero.


—¿Kibum?— su madre lo llamo.

—Mamá…— pronunció como si fuera increíble o acto de magia que ella estuviera ahí.

—Pero, ¿que haces ahí parado?— la señora parecía desubicada, volteo a todos lados para finalmente ver a su reloj —¿A dónde vas?¿Qué es eso de la mudanza? 

—Yo… olvide decirte. Es que… Jonghyun se muda— le mostro su blanca dentadura a su madre, pero esta aun así no pareció muy convencida esta vez.

—Así que se muda. Bueno ya esta grande, supongo que solo se quedó en su casa mientras se aclimataba de nuevo. Aunque de seguro, para sus padres será difícil, no quiero ni pensar el día de que mi lindo bebé se vaya de casa— con su dulce mirada volteo a ver a su hijo que parecía algo nervioso.

Kibum solo pudo reír, se sentía terrible y Jonghyun no llegaba, quizás sería bueno que el iniciará… solo sería un pequeño adelanto de la noticia, no tendría nada de malo….

—Mamá, el próximo mes inician las clases en la universidad— su madre sonrió, el que su bebé fuera ya todo un universitario la llenaba de orgullo.

—Lo sé, mamá te tiene un regalo, pero debes esperar un par de días más. — le dijo su madre con un tono de misterio que consideraba innecesario, ya que desde siempre le había dicho que cuando entrara a la universidad le regalaría un auto.

—No es necesario, suficiente has hecho por mí todos estos años.

—Por dios Kibum, soy tu madre, y hasta en eso creo que debo— la señora se sentía culpable por todo el tiempo que dejo solo a su pequeño durante su infancia. 

— Tú siempre me has cuidado muy bien. — la abrazo, su madre se sorprendió al inicio pero después lo rodeo también con sus brazos. — Mamá…— sujeto de nueva cuenta a su madre quien ya comenzó a alejarse —La universidad donde entraré… esta algo lejos de casa…

—Cariño, sabes que tu sorpresa es un auto, verdad?— en sus brazos movió su cabeza en forma de afirmación.

—Mamá, sabes que Jonghyun y yo…

—Kibummie, lo sé, pero aun no quiero hablar al respecto, si supieras que no sé, ni como hablar con la madre de Jonghyun sin decírselo, ¿no planean decirle nunca?

—Jonghyun, dijo que hablaría con sus padres antes de mudar…— el timbre de la entrada, lo interrumpió, impidiéndole terminar la frase.

—Recuerda no regresar tarde, dile a Jonghyun que más le vale traerte de regreso temprano, sino llamare a la policía— aquel ultimo chiste no le hizo nada de gracia al rubio.

Se sentía horrible, se supone que Jonghyun pasaría esa mañana para que juntos le confesará sobre su relación y aun más importante… su mudanza. Sabía que su madre no lo aceptaría, solo tenían unos días de haber empezado a salir.

Después de que Jonghyun le confesará sus sentimientos, se había sentido realmente feliz, aunque también algo triste porque Jonghyun admitió que solo se fue al extranjero porque consideraba inapropiados los sentimientos que tenía por él. Pero en ese momento ya nada más importaba, y aunque su relación recién iniciaba, acepto a la primera, la invitación de Jonghyun de mudarse juntos. 


Al abrir la puerta, sus temores se esfumaron ante el brillo de los hermosos ojos marrones de su novio. Jonghyun sin pensarlo lo tomo de la cintura para acercarlo y besarlo, besar esos labios que lo hicieron reaccionar la primera vez que los probo, y entendió que lo amaba, amaba a su pequeño Bummie, lo amaba por encima de su diferencia de edad, lo amaba a pesar de que ambos fueran hombres… simplemente lo amaba.

—Mamá…— Kibum entro a la cocina donde su madre desayunaba lo que con tanto esmero había cocinado ese día para ella, Jonghyun presiono su mano para intentar calmar los nervios del rubio.

—La respuesta es No, Kibum— dijo la señora sin quitar su vista del periódico. —Saben— levanto su vista encarando a los ojos a Jonghyun —Siempre supe de cada ida al parque, cada visita al doctor, las visitas a la juguetería, esas fugaz al cine. 

—Mamá…

—Mamá, nada— golpeo con su puño cerrado la mesa —No te robarás a mi hijo— le gritó a Jonghyun para después comenzar a llorar. Kibum inmediatamente corrió a su lado para tranquilizarla.



~-~-~-~


—Jonggie— esa voz melosa… El mayor abrió sus ojos encontrándose con el rubio a escasos centímetros de su rostro. —Te quedaste dormido, preparé un almuerzo— le sonrió. El menor que se había sentado de rodillas, acomodándolas a los costados del castaño se disponía a pararse, pero las manos de Jonghyun se lo impidieron. —Jonghyun, aun no terminamos de acomodar todas las cosas— reía mientras el nombrado le dejaba besos en su cuello.

Kibum, se sentía feliz por que el castaño volviera a hacer de él su centro de atención, era tan feliz que poco le importaba lo que sucediera a su alrededor, había añorado desde siempre ser solo él para Jonghyun, y que el mayor fuera solo para él.

Las manos de Jonghyun fueron bajando hasta llegar a sus caderas, se estremecía. Jonghyun había sido muy respetuoso con él. Pero sabía que eso no sería por siempre, e incluso él mismo se sentía necesitado de esa…¿falta de respeto?.

Por desgracia, el sonido de alguien tocando la puerta del nuevo departamento de Jonghyun los desconcentro. Kibum se levanto totalmente sonrojado, y corrió hacia el baño. Jonghyun con una media sonrisa se dirigió a abrir la puerta.


Su respiración era un desastre, lavó su rostro con agua fría, hasta que logró tranquilizarse, Jonghyun era su novio, debía de dejar de ser tan penoso, no quería que su Jonggie lo viera como un niño.

Abrió la puerta para salir del baño, pero inmediatamente la volvió a cerrar. Entre abrió de nuevo la puerta, dejando un pequeño orificio donde podía observar…Ahí estaba ella… Jonghyun parecía muy feliz, sonriéndole.

Su corazón se hacia cada vez más pequeño ante aquella escena. Esa hermosa chica de piel blanca y hermoso cabello oscuro, le sonreía a ¿su? Jonghyun. Ella era el amor de la infancia de Jonghyun, su primera novia, y de seguro la única. Kibum podía entender perfectamente, porque el castaño gustaba de ella, era bonita, demasiado, para ser honesto, tenía un muy buen cuerpo… de seguro ella y Jonghyun… Mordió su labio, y ese tic de la infancia parecía regresar, sus lágrimas salían de sus ojos como si nada. Cerró la puerta y se sentó en el suelo abrazándose a sus piernas.



—Bummie— tocaban a la puerta del baño

Kibum, limpió sus lagrimas, sus rodillas temblaban aun así abrió la puerta, al salir pudo verla sentada en uno de los sofás que junto a Jonghyun había colocado en aquel lugar.

—Se Kyung, recuerdas a…— el mayor calló al ver que Kibum estaba llorando —¿Te paso algo? — le preguntó alarmado.

—¿Paso algo?— la bella chica se levantó de su lugar acercándose. Al notar aquello Kibum se apartó de Jonghyun, caminando a la puerta.

—Debo irme a casa— susurró.

—¿Por qué? ¿Paso algo? — le preguntaba preocupado el mayor, Kibum no podía creer el descaró de Jonghyun, era cierto que aquella mujer era mucho mejor compañía que él, de seguro ya se había dado cuenta de eso. —Kibum— lo agarro del brazo.

—Sueltame!— le gritó asustando a los novios perfectos —Que te importa lo que me pase, anda a preocuparte mejor por tu novia— le gritaba sin poder contener su llanto —Vete con ella! 

—Kibum, te quieres callar!— le gritó de regreso el mayor, molestos ambos se quedaron viendo, Jonghyun no cabía en el asombro de semejante berrinche del menor. 

—Yo… creo que debo irme— dijo Se Kyung tomando su bolso.

—Sí, creo que es mejor conversar en otra ocasión— dijo Jonghyun, habiendo escuchado aquello la sangre de Kibum volvió a arder, se apartó del mayor en busca de su mochila.

—Me puedes explicar, que tonta escena de celos fue esa— el mayor sabia desde un inicio, que por más que Kibum hubiera crecido seguiría siendo el mismo niño mimado, que en un pasado lo hacia lamentarse de aquellos sentimientos.

—Aun sales con ella, cierto?— le acusaba remarcando cada palabra.

—Te dije, que termine con ella poco después de irme al extranjero— Kibum paró volteando a verlo para reírse.

—Claro, y por eso viene a visitarte a tu departamento— el tono irónico en su voz estaba desesperando al mayor.

—Es mi amiga, y no tenías porque hacer semejante escenita— le recrimino. —De verdad, aun sigues siendo un niño— exhalo con decepción.

—Pues déjame! Anda y regresa con ella — sus lagrimas resbalaban por sus mejillas, Jonghyun arrepentido, por haberlo tratado así aun sabiendo de como era su carácter intento tranquilizarlo, pero Kibum solo lo alejo— ella es muy hermosa… en cambio yo…— no podía contener sus lagrimas por más que quisiera.

—Tu eres muy hermoso— lo abrazo, Kibum forcejeo intentado zafarse, pero no lo logró, le gritaba una y otra vez que lo soltará, que lo odiaba, pero el mayor solo lo abrazaba más fuerte —Deja de llorar—lo arrullaba, y entendía que su Bummie no era más un pequeño, ¿Cómo parar su llanto? Ya no podía chantajearlo comprándole algún juguete.

—No me dejes— lloriqueo el rubio, por fin. —Por favor, tu no me dejes— el castaño lo abrazo más fuerte.

—Nunca te volveré a dejar, no llores— lo alejo un poco para contemplar su rostro, rió un poco al verlo su rostro rojo por el llanto, imagen tan conocida, que pensaba que ya no se repetiría, pero bueno... Kibum siempre sería su pequeño Bummie.

—Ay, con mi bebé tan berrinchudo— le dio un beso en los labios —¿Qué puedo hacer para que me perdones?

—Vuelve con ella— le dijo sentido y con los labios encorvados.

—No quiero— le beso una vez más.

Jonghyun lo beso cada reproche que salía de sus labios. Fueron tantas veces que el momento de lucidez, llego al fin al rubio, que se llego a sentir tan tonto por aquel comportamiento tan infantil que tuvo. 

Kibum estaba avergonzado, que no decía ni una sola palabra, llevaban más de una hora recostados ambos en el suelo, Jonghyun no lo había dejado de abrazar ni un solo instante.

—Perdón…— Kibum se escondió más en el pecho de Jonghyun, pero este se levantó ante tal declaración.

—¿Perdón?— alzo una ceja sorprendido 

—Lo siento…— se volvió a disculpar una vez más. Esta vez sin tener el cuerpo del mayor para esconder su rostro, usaba sus brazos intentado cubrirlo.

El mayor al notar lo rojito que se había puesto por tal declaración, lo beso pero solo consiguio que el rubor de sus mejillas aumentará. Sabia que para el rubio no era nada sencillo pronunciar aquellas palabras.

—Kibummie, eres un niño bueno— se agacho para dejar un beso en su frente. 

La noche era despejada, de seguro una imagen muy hermosa que observar, pero en ese momento Jonghyun decidio perderse en otra que para su gusto era mil veces más hermosa.

—Bummie, veme— acarició su mejilla hasta que el menor por voluntad giro su mirada. 

—Es tarde…— pronuncio nervioso por que apenas se daba cuenta que el mayor se encontraba sobre su cuerpo. 

—Quédate conmigo— tomo su mano y ante la mirada del menor la beso con delicadeza —Quédate…— con un poco de miedo se acomodó quedando completamente boca arriba y con Jonghyun sentado a los costados de su cintura.

—Jonggie…— susurró causando escalofríos en el mayor que se encontraba besando su cuello. Tenía miedo y se sentía algo ansioso pero aquellos pensamientos fueron desapareciendo ante cada caricia.

El rubio abrió sus ojos encontrándose con la mirada de Jonghyun, iba a decir algo pero el mayor le indico que guardará silencio, aquella imagen lo excitaba de sobre manera, Jonghyun comenzó a desabrochar su camisa para sacarla. 

Pudo apreciar el perfecto abdomen del mayor, mordió su legua, intentando controlar su emoción, sentía como su cuerpo comenzaba a calentarse, un hormigueo lo recorría por cada rincón de su cuerpo.

—Kibum— abrió sus ojos y pudo entender a lo que se refería, se incorporó hasta quedar sentado, pensaba que el mayor le sacaría la camisa pero solo se quedo observando como el se desvestía.

Sus mejillas ardían, quería huir, Jonghyun solo lo veía, sin decirle absolutamente nada. Haciéndolo sentir algo avergonzado.

El mayor que se encontraba de rodillas se acercó finalmente al notar lo incomodó que se encontraba el rubio; paso sus manos hasta su cintura provocándolo antes de desabrocharle los pantalones, el rubio cerró sus ojos nuevamente.

—Bummie— ambos se quedaron viendo fijamente, el rubio se estaba desesperando, acercó a Jonghyun por los hombros, necesitaba sentir sus labios, no quería esperar más.

Las manos de Jonghyun se deslizaron desde sus hombros hasta sus muñecas, levanto sus manos para guiarlas hasta los hombros del moreno indicándole que le acariciara, una vez por sí solo recorria el cuerpo del mayor, las manos de este regresaron de nueva cuenta a su cuerpo, se posicionaron en su cintura creando deliciosas descargar que recorrian su cuerpo con cada caricia.

Las manos del mayor lo volverían loco, recorrían cada parte de su cuerpo, su lengua con descaró saboreaba su piel, estremeciéndolo por completo.

Jonghyun pasaba sus manos por sus piernas desquiciandolo, antes de llegar a su entrepierna solo dejaba recorrer sus dedos despacio causándole escalofríos. 

—Jong…hyun…— apenas podía pronunciar su nombre, se sentía ahogado en una profunda ola de sensaciones. Sus manos se deslizaban tocando su entrepierna atontando sus sentidos. 

—Bummie— beso sus labios.

—Ah~— mordió el hombro del mayor que también gimió ante la inesperada acción— El mayor había comenzado a masturbar su miembro. El rubio se alteraba ante cada caricia, el mayor apretaba su miembro subiendo y bajando con sus manos, para después soltarlo y deslizar delicadamente sus dedos.

—¿Estas listos?— alcanzó a escuchar que le pregunto, pero para ese momento sentía su cabeza girar. 

El menor levantó su brazo y acaricio la mejilla de Jonghyun, dando su consentimiento. Jonghyun se acerco devorando de nueva cuenta sus labios, sus lenguas eran ya conocidas por ambos, pero aun así cada nueva interacciones entre ellas resultaba novedosa.

—Agh~— gimió el rubio al sentir como Jonghyun introducía un dedo en su entrada, lo hacia despacio, empezando a darle pequeños embates. La sensación dolorosa del inicio iba desapareciendo pero apenas se inicio a acostumbrar a esta, el segundo dedo hizo presión en su entrada, el mayor los movía en pequeños círculos —Ahh Jonng— el pecho del mayor subía y bajaba rápidamente, la imagen frente a sus ojos y los alaridos de Kibum hacían que quisiera olvidar el tacto y dejarse ir encima del menor. Pero no lo lastimaría, el tercer dedo, y Kibum se retorció debido a la mezcla de dolor y placer.

—Kibum— respira entrecortadamente —Ya no aguanto más— le susurró en el odio estremeciendo al rubio. El castaño beso el lobulo de su oreja entreteniendose con el, Kibum daba un suspiro, que término pronto ya que el mayor se posicione entre sus piernas.

—Jonghyun... te amo~— un quejido salio de los labios del menor al sentir por fin el miembro latente del mayor en su interior.

—Yo también, te amo— beso sus labios iniciando con las embestidas. Desde el inicio rápidas y profundas, desestabilizando por completo la cordura de Kibum, que solo podía gemir del placer producido, aquel que tanto espero.

La noche transcurrió siendo testigo de la unión de sus cuerpos, aquella que tanto temió Jonghyun alguna vez, aquella que deseo Kibum. Esa unión que ahora los hacia sentirse tan plenos y más unidos que nunca.


La mañana llego... Kibum estaba terriblemente cansado, y sentía su cuerpo adolorido, al abrir por fin sus ojos todas aquellas quejas que estaba por decir desaparecieron, el castaño estaba completamente dormido. Lo observo por unos segundos para después avergonzarse por completo y abrazarse a su cuerpo.

—Jonggie— susurró desapació. El mayor pareció reaccionar a su llamado.

—Vaya, con que ya despertarón— Kibum sintió que el alma se le iba al suelo al escuchar aquella voz, que no paso desapercibida por el mayor que inmediatamente se despertó.

—¿Mamá?— dijo Jonghyun, Kibum estaba totalmente avergonzado y solo se cubría con aquella sabana que había sacado Jonghyun por la noche.

—Nos puedes explicar que significa esto— ahora si el rubio quería morirse de la vergüenza, el padre de Jonghyun también estaba ahí.

—No tengas miedo— le susurro Jonghyun —Yo..yo amo a Kibum.

Declaración que sono más fuerte que una trompeta en un concierto de música clásica; más profunda, y sobre todo tan latente para el que lo miraba desubicado. Porque Kim Kibum aun pensaba que Jonghyunn quizás solo quería jugar un poco con él… pero ahora solo podía creer en aquella confesió

 

~-~-~-~-~  


—Te cuento un secreto— la risillas matutinas, desaparecieron por el interés del mayor.

—No me digas que viviendo juntos por más de cinco años, ¿aun tienes secretos?- riendo le cuestiono al rubio, mientras lo seguía acariciando bajo las sabanas, haciendo que aquellas risillas regresaran.

—Jonggie— reía —Es en serio, quiero decirte algo— el mayor paro, se levanto por debajo de las sabanas, lo que hizo sonrojarse al menor que quedo totalmente expuesto.

—¿Cómo te sigues sonrojando?— lo tomo de las mejillas —Que tierno es mi Bummie— beso sus labios, como era costumbre desde la primera vez, Kibum solo se dejaba llevar por todas esas sensaciones.

—Jonghyun, quiero decirlo— el mayor río por la insistencia, no había nada que fuera un secreto de su novio para él.

—¿Quieres casarte?— 

—No, no es eso, bueno sí… Ash— se giro quedando boca abajo, evitando la mirada divertida del castaño. 

—¿No quieres casarte conmigo?— Jonghyun, se lo había preguntado un par de veces antes, y aunque la respuesta era siempre “” no habían avanzado mucho en el tema.

—Sí quiero…— avergonzado mordió la almohada sintiéndose tan tonto aun por su forma de comportarse —Jonggie- le tranquilizaban los besos que eran dejados en su espalda –¿Quieres saber que sueño por las noches?- un escalofrío lo recorrió a causa de la mordida que dejo el mayor en su hombro.

—¿Qué sueñas, Bummie?— acaricio su cabello antes quitarse de encima del menor para que pudiera sentarse.

—Contigo— susurró apenado —Sueño, con el día que nos conocimos; sueño con tu voz consolando mi llanto, y tus manos acariciando mi cabello. Sueño con todas las veces que tomaste mis manos, o me cargaste en tu espalda. Sueño con esos leves besos que dejabas en mejilla o cabeza. Sueño, con tus sueños… esos que me contabas para hacerme reír, y que en algún tiempo se volvieron mis pesadillas…

—Kibum…— el rubio negó.

—Sueño con tu regreso… sueño con que me cuides por siempre—sin esperarse más Jonghyun lo rodeo con sus brazos, besándolo.

—Anoche soñé algo…—Kibum rió por aquella frase tan conocida.

—Jonggie, dime que ves cada que cierras tus ojitos— el mayor sonrió recargándose en la cabecera de la cama con Kibum entre sus brazos.

Era un día de verano, el sol brillaba en lo alto del cielo azul, los pajaros parecían cantar con su albur; la brisa de los arboles en el bosque parecía tan relajante. Estaba caminando con solo una mochila en mi espalda y una brújula en mi mano, no tenía tiempo que perder.

Camine hasta entrar al fondo del bosque, era un tanto oscuro por los altos arboles que impedían la entrada del sol, suspiré al ver que mi brújula se había vuelto loca apuntaba hacia la C Chocolate, y después giraba sin parar hasta quedar en la C de Caramelo, no era lógico, no sabía hacia donde ir, así que solo seguí caminando.

Había llegado a la interperie, un campo de flores tan extenso y hermoso, me recosté en el suelo suspirando aquel delicioso aroma, cuando comencé a sentir mi garganta seca. Tocí, toci y toci, corria desesperado no podía parar de toser y no encontraba algo que fuera capaz de mitigar el malestar....


—Kibum...— el menor que se arrullaba con la historia, abrió los ojos para ver porque el castaño había parado.

—Te puedo confesar ahora yo un secreto...— el rubio abrió sus ojos sorprendido.—La mayoría de mis sueños...— comenzó a reír —La verdad es que todas esas historias, solo te las iba inventando conforme te las contaba

—Tonto, y yo que tenía pesadillas por tu culpa— le acuso indignado.

—Lo siento— lo acercó a su rostro hasta topar sus frentes —¿Me perdonas?

—No lo sé, fueron muchos traumas...— alardeo intentando conseguir un buen trato.

—Tienes que perdonarme, sino te haré el amor hasta que me perdones— le sacó la lengua, Kibum intento pararse, pero el mayor lo sujeto subiéndose encima de él

—Jonghyun, lo hemos hecho toda la noche, ve la hora que es, debo ir al trabajo dentro de una hora y estoy más cansa...— el mayor lo besó callando sus quejidos.

—No vayas al trabajo, es malo— le susurró lujurioso en el oido.

—Jong...— se empezó a quejar, el castaño ya había comenzado a recorrer su cuerpo con sus manos nuevamente.—Me despedirán~

—No importa, nunca te faltará nada conmigo— se detuvo para verlo a los ojos, —Entonces, ¿nos casamos?— Kibum sonrió.

—Sí, pero quiero que mi traje sea rosa— el mayor casi se ahoga de la risa.

—Sí, Bummie, si lo quieres rosa, rosa será— se acercó hasta dejar un beso en su frente.

Su Bummie, nunca cambiaría...




Sueña
Dime que ves cuando me miras


Veo un sueño, del que no quiero despertar nunca…

Notas finales:

Oh!

Quiero aclarar algo sobre este fic, los sueños de Jonghyun eran una especie de metafora de su vida. El sueño con el que inicia el fic hablaba de Kibum, Bummie era su Plutón, frío y aislado que intetaba acercar al sol, si se dan cuenta en el segundo... Jonghyun se dio cuenta de sus sentimientos por Kibum, pero no los aceptaba; negando todo y huyo, el que platica cuando Key lo deja solo en el salón de danza, explica su sentir, lo arrepentido que se sentía, el último es una fumadera, ya que no tiene más imaginación que su Bummie hahaha

 

Esto lo explico por eso de que soy pésima escritora y no logró representar bien lo que quiero dar a entender u_u

Seguiré intentando mejorar :D

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Y ya me regañaron hahaha

Este fic está dedicado a mi abuela, que diga a Tsuki o TsukiYuki o no sé cual sea bien su nick aquí hahaha, tú ni me mencionaste amí cuando subiste el que me escribiste, y me dices amí T__T 


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