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MI MEJOR ARMA CONTRA LA TRAICIÓN. por pachi-sensei

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Notas del capitulo:

olaa con todos,  este capi lo tengo hecho hace mucho espero que sea de su agrado agradezco los comentarios.

Tetsuya Tanaka: Gracias por la invitacion.

himiko-chan: Lo sufrir pero una forma psicologica jojojo

Anónimo: Tu idea de ShinouxMurata me gusto talvez la use en el proximo capi jiji.

Sasukita15: Si planeo darle competencia a Yuuri, sera una forma de confundirlo más de lo que ya esta jiji.

review Gracias por el comen lamento la demora.

Neko: Lo arrepentido y dudoso lo veraz ahora, lo celoso lo dejo para luego jijiji.

Makyone: Claro que este es mi Wolfram, aunque le duele siempre sale con la frente en alto.

Wolf-chan: Lamento no ver llegado el día que prometi quede sin internet jeje.

Mii chan  Gracias por el comen, el plan esta en juego.

 

Agradezco nuevamente sus comentarios, en este capi se vera como Wolf ejecuta su plan sin la necesidad de moverse de su puesto. jiji

Disfruten el capi.

CAPITULO II

LA PRIMERA ARMA: INTELIGENCIA

La fuerza de un hombre no viene de su fuerza sino de su inteligencia.

 

 

La humanidad de un hombre no se define en su fuerza o su gloria, sino en sus sentimientos. Sentimientos que los llegan a catalogar como valientes o cobardes dadas las circunstancias de la vida o por el simple hecho de no querer lastimas aquellos que queremos.

 

Una semana ha transcurrido desde la llegada de Yuuri a Shin Makoku, la misma donde ha actuado como un ladrón en su propio palacio al huir de los lugares donde suele estar Wolfram con tal de no enfrentar la verdad de su decisión.

 

Ante su cobardía su novia se estaba cansando de sus vagas promesas de hablar con la verdad con su prometido.

 

─ Yuuri. —Lo miro seriamente– ¿Hasta cuándo vas a seguir con esto? Ha pasado una semana y no has hablado con tu prometido.

─ Lo siento es solo que no encuentro el momento adecuado. —Se justifica calmadamente.

─ Ya basta Yuuri, ese chico pasa todo el día en el despacho trabajando ¿Hasta cuándo vas a mentir? O ¿Acaso realmente los amas y por eso no hablas con él?

─ ¿Amarlo? Claro que no, solo que. —Baja su mirada– No quiero lastimarlo.

─ Eso lo hubieras pensado antes de estar conmigo, Yuuri si tú no hablas con él, yo lo hare.

─ ¿Qué? ¡Eso no! ¡Yo seré quien hable con Wolfram!

─ Eso espero. —Se retira de la habitación dejando a Yuuri más confundido que nunca.

─ Wolfram, no tengo el valor de hablar contigo. —Mira por la ventana a su reino– Ellos te eligieron como mi Consorte, ¿Cómo podría decepcionarlos a todos, en especial a ti?

 

El sol resplandecía en toda la ciudad, trayendo alegría consigo, en uno de los despachos principales se encontraba el Príncipe y Consorte Real Wolfram Von Bielefeld  revisando unos documentos.

 

─ Hermano, ¿Dónde están los documentos que envió Sarageli? —Pregunta Wolfram amontonado de documentos frente a él.

─ Aquí están, al parecer ya logro unificar las dos Shimaron muy pronto se unirán a nosotros. —Le informa seriamente.

─ Me alegra escucharlo, espero que  cuando llegue el momento Yuuri este aquí, su presencia es fundamental en este proceso.

 

TOC-TOC

 

─ Adelante. —Indica Wolfram sin alzar la mirada.

─ ¿Perdón?

─ ¿Eh? —Wolfram mira– ¿Gunter? ¿Qué ocurre? —Observa al peliceleste que esta frente a la puerta.

─ Excelencia venía a recordarle que hoy le toca recibir a los aldeanos como todas las semanas. —Indica calmadamente.

─ ¡¿Eh?! Lo había olvidado ¿Vienen aquí? —Observa su escritorio lleno de documentos.

─ No excelencia, le están esperando en el despacho este. —Comenta con una sonrisa.

─ Entiendo, qué más da luego sigo con el trabajo. —Se levanta y observa a su hermano mayor– ¿Aniwe me acompañas?

─ Claro vamos.

 

Wolfram abandona el despacho seguido de sus dos consejeros, al llegar una gran fila de aldeanos esperando la llegada del consorte real.

 

─ Hay más aldeanos que la semana anterior. —Susurra sorprendido Wolfram, una pequeña sonrisa adorna su rostro al observar quien lo aguardaba en la puerta– Conrad.

─ Demoraron, ¿Qué paso? —Sonríe a su hermano menor.

─ Se me había olvidado. —Se acerca al despacho– Por favor pueden ordenarlos para entrar.

─ Claro nosotros nos encargamos. —Indica su hermano mayor, mientras el rubio entra al despacho– ¿Pensé que hoy acompañaría a su Majestad, Conrad?

─ Antes de venir hable con Heika. —Sonríe al recordar su conversación con el rey.

 

…………….

Como  todas las mañanas Conrad acompañaba a Yuuri a sus ejercicios matutinos, luego de ver corrido por un largo rato ambos chicos estaban tomando un descanso.

 

─ Gracias. —Agradece al recibir la botella de agua– Conrad, ¿Me acompañarías hoy al pueblo?

─ Lo siento Mejes…digo Yuuri, hoy no me es posible, debo acompañar a Wolfram mientras recibe al pueblo.

─ ¡¿Él los recibe?! —Comenta sorprendido por el trabajo de su prometido.

─ Si, Wolfram es un gran consejero, los aldeanos lo buscan mucho. —Sonríe al recordar a su hermano menor– Cuando pasa ello, Gweldan, Gunter y yo nos mantenemos a su lado para evitar cualquier inconveniente.

─ ¿Inconveniente? —Lo mira preocupado– ¿Acaso han intentado lastimarlo?

─ No Yuuri nadie ha intentado lastimarlo, pero a veces llega uno que otro que intenta sobrepasarse o sale con cada cosa. —Contesta tranquilamente.

─ ¿Qué? —La seriedad se reflejaba en el rostro de Yuuri al escuchar la respuesta de Conrad– Es mejor que vallas con él, no permitas que nadie le moleste.

─ Claro Majestad. —Inclina su cabeza y se retira con una sonrisa en sus labios.

……………

 

Conrad contaba aquel hecho a su hermano y Gunter, ellos estaban con una sonrisa en sus labios al escuchar aquel relato.

 

─ Ya veo. —Sonríe levemente Gwendal.

─ ¡Su Majestad está preocupado por su Excelencia! —Exclama emocionado Gunter.

─ Eso parece, pero no olvidemos que su Majestad esta con su novia. —Recuerda la realidad que rodea inconscientemente a Wolfram.

─ Lo que pase ahora solo es decisión de su Majestad, vamos a trabajar tenemos muchos aldeanos que atender. —Indica Gwendal.

 

La presencia de los aldeanos era muy común cada semana en Pacto Sangre, desde que Wolfram asumió el papel del Consorte Real los consejos que brindaba a los aldeanos eran muy útiles y ayudaba a resolver sabiamente los problemas que agobiaban a los habitantes de Shin Makoku.

 

Muchos de esos problemas no eran tan graves, algunos solo querían que les ayudaran a decidir en cosas de poca importancia, como, “Color de vestidos”, “Si se casan o no”, “Regalos a las novias”, entre más.

 

Había pasado toda la mañana recibiendo aldeanos y ayudando sus dudas algo raras que tenían cada uno de ellos.

 

─ El de vainilla es mejor para aquella fiesta. —Responde Wolfram ante la duda de un panadero respecto a que saber de pastel es mejor para una fiesta.

─ Muchas gracias su Majestad. —Se inclina y se retira.

─ ¡Excelencia una magnifica decisión! —Comento felizmente Gunter.

─ Por favor Gunter, eso no es un problema, ¿Qué sabor de pastel es mejor? —Interviene  seriamente Gwendal.

─ Aniwe el deber de todo Rey y Consorte es ayudar a su pueblo sin importar que tonto sea el problema. —Comenta Wolfram con una sonrisa en sus labios– Conrad el siguiente.

─ Claro. —Abre la puerta– Pase su Majestad le espera.

 

Un hombre joven, cabello castaño, entro al despacho algo inquieto, al instante que entra Conrad y Gwendal se colocan a un lado de Wolfram.

 

─ ¿En qué puedo ayudarte? —Pregunta el rubio calmadamente.

─ Majestad me siento inquieto no sé qué decidir. —Lo mira desesperado–   Yo…yo… ¡Majestad! —Corre hacia Wolfram.

─ ¡Cuidado! —Conrad saca su espada y se coloca delante de él– ¿Pero…que es esto?

─ ¿Eh? —Wolfram miraba sorprendido las dos sortijas que estaban frente a él.

─ Majestad, ¡Por favor ayúdeme! ¡¿Cuál de las dos es mejor?! —Preguntaba desesperado.

─ Espera. —Pide Wolfram algo confundido– Explícame mejor tú caso.

─ Majestad hoy invite a mi novia a una cena para pedir su mano en matrimonio, fui a comprar la sortija que le iba a regalar al llegar me mostraron mucho modelos escogí dos que llamaron mi atención pero…. —Baja la cabeza derrotado– …no sé cuál de los dos escoger. —Un aura deprimente lo rodeaba.

─ Entiendo. —Toma las sortijas para revisarlas– Son muy lindas —Comenta observando a las dos– ¿Cómo es tú novia?

─ Es una mujer muy bella, delicada, siempre se mantiene con una sonrisa que cada día me enamora más y más de ella. —Relata con una sonrisa en sus labios.

─ Se nota que la amas. —Wolfram sonríe y vuelve a observar a las sortijas– Ella es un hermoso y delicado diamante blanco, en una sortija del mismo color. —Muestra la sortija– Esta refleja a tú novia.

─ ¡Gracias Majestad! —Recibe emocionado la sortija– Sé que le va encantar a mi novia. —Sale corriendo.

─ Insisto cada día son más raros. —Comenta Gwendal con una gota deslizando en su cabeza.

─ El próximo. —Indica Wolfram.

─ ¿Otro? ¿Acaso no piensas ir a comer? —Lo mira severamente su hermano mayor.

─ Aniwe por favor.

─ Alteza buenas tardes. — Todos miran a la puerta para ver quién era la dueña de aquella voz.

─ Greta. —Susurró Wolfram con una sonrisa– ¿Qué te trae por aquí hija?

─ Vengo a invitar a almorzar a vuestra Majestad ¿Acepta comer conmigo? —Pregunta con una tierna sonrisa.

─ Para mi es todo un honor almorzar con tan hermosa princesa. —Se levanta de su asiento dirigiéndose donde su hija.

─ Greta es la única que lo convence sin mucho insistir. —Comenta con una sonrisa Conrad.

 

Dada la presencia de la Princesa Greta, la niña de los ojos de Wolfram, ahora convertida en una jovencita de once años.

 

Padre e hija caminaban por los pasillos de castillo dispuestos almorzar.

 

─ Ordenare que sirvan la comida. —Conrad se encaminaba al comedor.

─ Conrad. —El susodicho voltea al escuchar su nombre en boca del rubio– Hoy quiero almorzar en la terraza, que nos lleven la comida allá por favor.

─ Claro enseguida les digo. —Conrad de aleja de ellos.

─ ¿Terraza? ¿Por qué no comemos en el comedor? —La niña pregunta con una sonrisa.

─ Estoy cansado del encierro, quiero sentir aire fresco.

 

Una mentira muy convincente salió de la boca de Wolfram, él sabía perfectamente que Yuuri andaba por los alrededor del castillo, ya era hora que ver a su prometido.

 

Al llegar a la terraza las tres chicas estaban sirviendo la comida solo para los dos.

 

─ ¿Conrad, Aniwe y Gunter, no van a comer? —Pregunto Wolfram a las empleadas.

─ No Majestad. —Responde Sangria– Ellos decidieron comer adentro para que ustedes puedan pasar un tiempo padre e hija. —Una sonrisa asomo en sus labios.

─ Entiendo. —Viendo su comida servida– Si gustan pueden retirarse.

─ Hai. —Las tres chicas se inclinaron respetuosamente y salieron– Comamos. —Le sonríe a su niña.

─ Si. —Baja la mirada.

─ ¿Qué sucede Greta? ¿Qué te tiene preocupada? —Mira con preocupación a su hija.

─ Yo, lamento no ver estado estos días, te he dejado comer solo. —Dice apenada.

─ No digas eso, yo he estado con mucho trabajo estos días. Casi no he salido del despacho. —Sonríe tranquilamente a su niña– Estate tranquila, vamos a comer

─ Hai. —Sonríe tiernamente– Papá, luego de comer te quiero hacer una consulta ¿Puedo?

─ Claro, es mi deber como Consorte ayudar cuando mi pueblo lo necesite.

 

Tras uno de los postes del jardín se encontraba el Rey Yuuri observando a su prometido e hija, su mirada se centraba en la sonrisa que mostraba Wolfram todo el tiempo.

 

─ Wolfram. —Susurró con melancolía deseando estar junto a ellos.

 

─ ¿Le mostraste los anillos a su Excelencia Wolfram? —De pronto escucho a unos aldeanos.

 

─ ¿Anillos? —Yuuri observo a los aldeanos preocupado por lo antes mensionado.

 

─ Si, al inicio se asombró un poco jeje, pero luego le explique y me ayudo a escoger cual es la mejor para mi novia. —Sonríe muy enamorado.

─ Que suerte amigo, a mí también me ayudo que sabor de pastel es el mejor para la fiesta. —Ríe muy feliz.

─ Su Majestad es el mejor, el Rey Yuuri es afortunado al tener a alguien como él como Consorte. —Expresa muy contento por las acciones del rubio.

 

Aquellas palabras invadieron la mente de Yuuri decepcionándolo por su nueva decisión respecto a su novia.

 

─ ¿Afortunado? Nunca había pensado en ello. —Observaba nuevamente a su prometido– Wolfram.

─ Yuuri. —El Rey volteo al encontrarse con su novia– ¿Por qué no hablas con él?

─ Yo… —Observo como su rubio prometido reía divertido junto a su hija– No es el momento.

─ ¿No es el momento? Se nota que nunca lo será. —Se alejó enojada antes las negativas de su novio.

─ Nunca lo será. —Murmuro– No puedo lastimarlo, no a él. —Se aleja pensando en su situación.

 

La novia de Yuuri, Kaede caminaba muy enojada por los jardines del castillo dispuesta a terminar con todo de una buena vez y enfrentar al rubio en lugar de su novio.

 

─ Yuuri es mío, no dejare que él me lo quite. —Susurraba por sí mismo mientras se encaminaba a la entrada del castillo– ¡¿Qué es esto?! ¿Por qué tanta gente? —Observaba a los aldeanos que esperaban ser atendidos por Wolfram.

 

─ Akane ¿Crees que nos atienda hoy su Excelencia? —Le pregunta a su amiga.

─ Espero que sí, quiero pedirle un consejo, ¿No sé si aceptar casarme con Takaru? —Contesta nerviosa.

─ Estate tranquila su excelencia  Wolfram es el mejor para aconsejar ayuda a cualquiera.

 

Aquellas palabras asombraron a Kaede, olvidando su enojo se alejó de los aldeanos, mientras ella se alejaba Wolfram y Greta habían terminado de comer.

 

─ ¿Qué quieres preguntarme hija? ¿Qué problema tienes? —Pregunta Wolfram mientras toma una taza de té.

─ No soy yo la del problema, sino una amiga. —Responde preocupada.

─ ¿Qué le pasa a tu amiga? Algo me dice que es grave por tú mirada. —Deja a un lado su té para centrarse en su hija.

─ Si, ella es adoptada como yo. —Sonríe al mirar a Wolfram– Fue bendecida al ganar se unos padres que la aman, así como ustedes a mí.

─ Greta. —Susurró con una sonrisa.

─ Su papá y su mamá fueron comprometidos mediante un pacto entre sus padres, ellos no se conocían pero el destino los unía, su madre está muy enamorada de su padre, pero él no. —Baja un poco la mirada– Es como Yuuri.

─ ….. —Wolfram no dijo nada entendió que ella no hablaba de una amiga, sino de ella misma.

─ Al tiempo sus familias les obligaron a que vivan juntos, los padres de ellos estaban felices al verlos juntos, pero su papá no estaba nada feliz al vivir con su mamá, hace unos meses su padre tuvo que salir de viaje, según me conto regreso la semana anterior junto a otra chica. —Baja la mirada ante lo último.

─ Él traiciono a su prometida. —Comento con fastidio Wolfram al imaginar a Yuuri junto a su novia.

─ Si, mi amiga los vio llegar muy felices, su padre le dijo que ahora tendría una familia feliz cuando se case, le propuso vivir junto, aquella mujer es amable con ella pero… ¿No sabe si aceptar vivir con ellos o con su madre? —Pregunto preocupada– ¿Qué opinas papá?

─ Bueno. —Piensa un momento– La situación es muy complicada Greta, este problema juega claramente los sentimientos de tu amiga, lo que ella siente por su madre y su padre, aunque la novia de su padre le ofrezca una buena vida, una amistad, eso lo hace ahora. —Mira a su hija– Greta tarde o temprano ellos tendrán hijos y tu amiga quedara en segundo plano tanto para aquella mujer como para su padre.

─ ¿Para el padre? No entiendo si él ha dicho que le ama, ¿Por qué quedaría en un segundo plano? —Pregunta preocupada.

─ Es una triste realidad. —Baja la mirada– Me temo que cuando tenga un hijo propio pase ello.

─ ¿Su madre pensara lo mismo cuando tenga sus hijos? —Pregunta nuevamente.

─ Es diferente, ella la acepto desde un inicio, no se está convirtiendo en una hija forzada como pasa con la actual novia del padre.

─ No entiendo.

─ Te doy un ejemplo, con Yuuri fuera el caso, si él me engañara y viniera con otra novia, antes mato a ese enclenque. —Susurró lo último, soltando una risa Greta– Bueno si él quisiera llevarte, al inicio su novia te va querer por ser la hija de su novio pero cuando tenga sus hijos el amor se va, en mi caso siempre te amare porque siempre te he tenido a mi lado como hija, aunque tenga otros hijos tú eres mi primera niña. —Acaricia su rostro.

─ Papá yo…

─ Te amo Greta. —Besa su frente.

─ Yo a ti…gracias —Susurra al sentirse aliviada sus dudas.

 

Conrad observaba aquella escena escondido detrás de uno de los pilares cercanos, de pronto vio como Greta se retiraba dándole un beso en la mejilla a su padre, al momento que se alejó Wolfram bajo la cabeza tocando su pecho.

 

─ ¿Wolfram? ¿Qué tienes? —Se acercó preocupado por su hermanito.

─ ¿Conrad? —Lo miro tristemente– Escuchaste lo que me conto Greta. —El mayor afirmo con su cabeza– No sé por qué cuando lo compare ese caso con Yuuri mi corazón me dolió. —Aprieta el mismo preocupado– ¿Crees que Yuuri esté haciendo lo mismo, por eso no ha regresado? —Se pregunta tristemente.

─ No digas eso. —Se arrodilla quedando a su altura– Yuuri no te lastimaría de esa forma.

─ Conrad. —Sonríe ante las palabras de su hermano– Gracias.

─ Gwlenda  nos espera, hoy tenemos mucho trabajo. —Sonríe calmadamente.

─ Hai.

 

 

Conrad y Wolfram volvieron al despacho donde su hermano mayor lo esperaba con una mirada seria.

 

─ Demoraron. —Habló Gwlendan con el ceño fruncido.

─ Aniwe quien te entiende, te quejas que no voy a comer y cuando lo hago que demoro mucho. —Comento divertido el rubio mientras volvía a su puesto.

─ Muy gracioso. —Lo miro serio su hermano mayor.

─ ¡A trabajar! —Sonrío Wolfram a los presentes.

 

Conrad sonrío al ver que su hermanito había recuperado su ánimo y sus dudas con respeto a Yuuri se habían disipado, aunque le preocupaba la reacción del menor cuando sepa la cruel verdad que su prometido le tenía preparado.

 

 

La tarde había pasado muy rápida para el gusto de Yuuri quien nuevamente pasaba otro día sin decir la verdad, cada día que pasaba su relación con su novia iba de mal en peor nunca se imaginó que tal cosa podía suceder solo por no ser capaz de romper su compromiso con Wolfram.

 

─ ¿Qué puedo hacer? —Un profundo suspiro salió de su boca mientras observaba el atardecer desde lo más alto del palacio.

─ Yuuri. —El susodicho voltea al escuchar su nombre.

─ ¿Greta? Hola hija. —Sonríe  al ver a su hija– ¿Qué sucede?

─ Yuuri he tomado una decisión sobre la propuesta que me hiciste hace una semana. —Indica seriamente.

─ ¿Una respuesta? —Susurra al recordar lo bien que lo paso en el almuerzo con Wolfram– Entiendo. —Observa nuevamente la ciudad– Es la mejor decisión, Wolfram no merecía que tú lo dejes.

─ Yuuri. —Sonríe al escucharlo– Tampoco merece que tú lo dejes. —Se acerca su padre– Él te ama.

─ Lo sé, por eso se me hace difícil decirle todo. —Baja la mirada muy preocupado.

─ Debes decidir ella o él. —Se retira sin decir más.

─ Hija. —Susurro Yuuri nuevamente solo– No te imaginas lo difícil que es decidir, no los quiero lastimarlos a ninguno de los dos.

 

La indecisión invadía nuevamente su mente, su corazón sabía perfectamente  que el amor que sentía el rubio por él era superior a cualquier cosa, aunque aún no sabía que tan importante era él para su novia.

 

Mientras Yuuri meditaba seriamente que hacer con su vida, su novia recorría castillo dispuesta enfrentar a Wolfram en vez de su novio, tras un largo recorrido la llevo frente al despacho donde el rubio firmaba los últimos documentos del día.

 

TOC-TOC —El llamado a la puerta estremeció el corazón de Wolfram temiendo la presencia de Yuuri.

 

─ Adelante. —Anuncio tranquilamente el Consorte Real.

 

Para la sorpresa de Wolfram frente a sus ojos no se encontraba su prometido, si no  nada más y nada menos que la novia de su prometido, apretó fuertemente los puños intentando alejar de su mente todo el malestar que le producía verla  y presentar la sonrisa más inocente que podía tener.

 

Las palabras de Murata retumbaron en su mente debía ser inteligente pero a la inocente.

 

─ ¿En qué te puedo ayudar? —Sonrío tiernamente a su enemiga.

─  ¿Quiero pedirle un consejo? —Pregunta tímidamente ante la sonrisa de Wolfram.

─ Dime tú problema…

 

 

Conrad caminaba seriamente por los pasillos al enterarse que su hermano aún seguía encerrado en aquel despacho sin salir a cenar como era debido, al llegar sus ojos se abrieron al observar quien abandonaba el despacho de su hermanito.

 

─ ¡¿Es ella?! —Exclamo entre asombrado y asustado– ¡Wolfram! —Corrió rápidamente al despacho temiendo lo peor.

 

Una sonrisa llena de superioridad y emoción se mostraba en el rostro de Wolfram, aunque quisiera no podía evitar emoción ante su logro que había logrado inteligentemente.

 

─ Lo hice soy…jiji…no puedo creerlo…jajaja. —Reía felizmente.

─ Wolf…. —De pronto la puerta se abrió mostrando a Conrad– ¿Wolfram? —Quedo en shock al ver a su hermanito reír emocionalmente.

─ Conrad yo… —Wolfram quedo en shock sin saber que hacer o decir.

─ ¿Estas riendo? ¿Qué paso? —Pregunto aun dentro del shock.

─ Nada, solo me pidieron un consejo. —Contesta calmadamente.

─ Ella ¿Qué te dijo? —Temía que hubiera hablado de todo.

─ Nada importante. —Se levantó– Voy a comer tengo hambre. —Pasa junto a su hermano– La inteligencia y la inocencia son las mejores armas contra la traición. —Susurró mientras salía del despacho.

 

Los ojos de Conrad se abrió dejando en un shock total con aquella palabras solo le confirmaron que Wolfram sabía toda la verdad relacionado a la traición de Yuuri.

 

……

La mañana había llegado presentando en el majestuoso cielo de Shin Makoku un sol resplandeciente, un gran maravilloso día daba comienzo buenos para unos, alegres para otros y para un rey un día más que no era capaz de hablar con la verdad ante su prometido.

 

─ Buenos día Yuuri. —Saludo Conrad al encontrarlo en el pasillo.

─ Hola Conrad, vamos a comer. —Se adelanta.

─ ¿La señorita no comerá? —Observa la puerta de la habitación de la novia del Rey.

─ Luego  baja, vamos. —Se encamino a al comedor aun distraído de su alrededor.

 

En el comedor un alegre Consorte se disponía a comer con una gran sonrisa adornado sus labios.

 

─ Aniwe ¿Greta no va desayunar? —Pregunta al no observar a su hija.

─ La princesa Greta indico que ya… —La puerta se abrió interrumpiendo a una de las empleadas mostrando a una linda princesita.

─ Hija, ven a comer con tu padre. —Wolfram se levanta para acercarse a ella.

─ Cla…

 

La puerta se abrió nuevamente dejando visible para los ojos del rubio la persona que tanto deseaba ver, una sonrisa llena de felicidad adorno sus labios al verlo, mientras el

Maou solo deseaba que la tierra lo comiera.

 

─ ¡Yuuri!  —Wolfram se lanzó a sus brazos abrazándolo lleno de emoción– ¡Bienvenido! Te extrañe. —Se separó mostrando  una hermosa sonrisa y sus ojos cristalizados por la emoción de ver a su prometido.

─Wolfram. —Susurro volviéndolo abrazar fuertemente– Yo también te extrañe.

 

Todos los presentes mostraban una sonrisa al observar como su Rey y su Consorte se volvían encontrar, pero nadie se había percatado de la presencia de cierta chica que observaba la escena con lágrimas en sus ojos.

 

La voluntad no tiene peso en el corazón. 

Notas finales:

Espero que les haya gustado ^w^

¿Cuando hay conti? Aun no lo se jeje, el terce capi aun no lo hago pero tengo cientos de ideas en mi cabeza, entre ella:

- Se conocera que paso en el despacho para que Wolf termine riendo.

- Veremos la verdadera lealtad de Conrad ¿Le dice o no a Yuuri?

- Habra celos de parte de Yuuri y la decision de parte de su novia.

- ShinouxMurata de forma leve jeje.

Esta son mis ideas sueltas aun no se si este sera el ultimo capi o creo un cuarto jjiji

Gracias a los que leyeron....

COMENTENNNNNNNNNNNNNNN!! ^0^


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