Ambas mujeres los habían llevaba a una vieja posada de madera podrida, sabían que si contradecían a las mujeres Eleuteria los iba a llenar de plomo con su fusil, algo que no les preocupada en lo absoluto, pero no sabían las consecuencias que tendrían sus cuerpo mortales, ingresaron a la posaba que pasa su sorpresa tuvieron que esquivar un tarro de mezcal que iba hacia sus personas.
Las mujeres solo negaron con decepción para que nuevamente volvieran a esquivar otro tarro pero esta vez de pulque; los santos veían que en lugar de posada como ellos creían era una caverna, había varios espíritus festejando la fecha, otras estaban peleándose primero fueron a palabras y ahora eran a golpes, entre la muchedumbre se podían apreciar a la perfección que había varias personas de diferentes periodos históricos del país, desde los grandes guerreros mexicas, los colonos españoles, criollos, mestizos, insurgentes, conservadores, etc…
Camus no se le había raro encontrar esa clase de convivencia, en una ocasión había leído una libro de la cultura mexicana y podía identificar a la perfección cada una de las personalidades de todos los presentes y gracias a la información que le daba Dio de su cultura, podía ya darse una idea de que porque se estaban peleando, todo el mundo a excepción de ellos estaban hasta los huesos, pero aun asi se comportaban como si estuvieran vivos.
Un plomazo por parte de Perfeuta hizo que todo mundo se petrificara, observaron a la mujer parada
-QUE RAYOS ESTA PASANDO AQUÍ-grito la mujer
-COMO SE LES OCURRE PELEARSE YA CASO A LA HORA EN DONDE PODREMOS IRNOS, TENDRIAMOS QUE ESTAR FESTEJANDO YA QUE PODREMOS IR A VER A NUESTROS PARIENTE Y FAMILIAS-
-pues mira chula-dijo un señor de grandes bigotes con grandes botas vaqueras, una camisa de manta y un pantalón de vestir café, al igual que las mujeres llevaba en su pecho carretillas de balas
-chula tu abuela, juan- grito la mujer
-esta bien mi prieta, pues veras, es la misma discusión con los prietos y los gueros de haya- señalando a los guerreros mexicas y los conquistadores españoles que no se miraban ni en pintura
-mmm…siempre son ellos, bueno luego los arreglamos, primero lo primero- dirigiendo su mirada a Eleuteria que ayudaba a los seis santos a incorporarse
-lo sentimos pero por lo general siempre esos dos se pelean por estas fechas- dijo Eleuteria mientras les ayudaba a los gemelos que tenia varios vidrios de los tarros en sus cabellos.
Las dos mujeres los llevaron a la barra de la cantina
-que les sirvo señoras-
-lo se siempre josé, y seis de mezcal para los nuevos-
El cantinero miraba con determinación a los santos para luego colocar seis vasos tequileros al frente de ellos y servirles
-les agradecemos lo que hacen por nosotros señoras
-nada de señoras, díganos por nuestros nombre-
-no importa señoras pero tenemos que irnos- dijo Saga con determinación
-como que se van si ahora viene lo …- y antes de que terminara Perfeuta, las luces del lugar se apagaron para luego iluminar el escenario de la caverna que estaban cubiertas por cortinas rojas
-damas y caballeros como todos los años les presentamos a la dama que nos hace el hermoso honor de estar aquí, recibámosla con un fuerte aplauso-
Todo el público aplaudió para que apareciera una pareja de muertos, con vestimentas elegantes, y aunque los muertos no pudieran sentirlo, pero los seis santos podían sentir en ellos dos una presencia divina
La mujer se iba acercando hasta los limites del escenario cuando una guittarra empezó a zonas
No sé que tienen las flores llorona, las flores del campo santo
No sé que tienen las flores llorona, las flores del campo santo
Que cuando las mueve el viento llorona, parece que están llorando
Que cuando las mueve el viento llorona, parece que están llorando
Ay de mí llorona, llorona tu eres mi chunca
Ay de mí llorona, llorona tu eres mi chunca
Me quitaran de quererte llorona pero de olvidarte nunca
Me quitaran de quererte llorona pero de olvidarte nunca
Todo el mundo se estaba conmoviendo por la letra mientras los santos se retiraron de la silla y se fueron acercando al escenario
A un santo cristo de fierro llorona mis penas le conté yo
A un santo cristo de fierro llorona mis penas le conté yo
Cuales no serian mis penas llorona que el santo cristo lloró
Cuales no serian mis penas llorona que el santo cristo lloró
Ay de mí llorona, llorona de un campo lirio
Ay de mí llorona, llorona de un campo lirio
El que no sabe de amores llorona no sabe lo que es martirio
El que no sabe de amores llorona no sabe lo que es martirio
Los seis no entendía lo que les sucedía a los espíritus ya que podían ver cómo estaban muy concentrados escuchando la hermosa voz de la mujer que ni siquiera se percataban de su presencia
Dos besos llevo en el alma llorona que no se apartan de mí
Dos besos llevo en el alma llorona que no se apartan de mí
El último a de mi madre llorona y el primero que te dí
El ultimo a de mi madre llorona y el primero que te dí
Ay de mí llorona, llorona llevame al rio
Ay de mí llorona, llorona llevame al rio
Tapame con tu reboso llorona por que me muero de frío
Tapame con tu reboso llorona por que me muero de frío
Un cosmos oscuro los envolvió teletransportandolos a alguna parte de ese mundo, cuando volvieron a abrir los ojos, se encontraban en una sala de grandes paredes en forma de escamas de serpiente, sus cuerpos habían vuelto a la normalidad y que llevaban puestas sus armaduras doradas, pero grande fue su profesa que en el fondo donde había grandes cojones de plumas donde dos personas se encontraban acostadas estaba una esfera de cristal y adentro de esta había alguien
-MILO- grito Camus al ver al mencionado tratando de romper su prisión
-sean bienvenidos caballeros de la diosa Athenea a mi territorio-