Era domingo, siete de la mañana y en toda la noche hasta ahora no había logrado conciliar el sueño, la noche se había pasado entre pensamientos e ideas de la cita que en pocas horas tendría key junto a minho, y repetidamente me preguntaba ¿Por qué demonios me importa? No había logrado contestar las inquietudes de key acerca de si me gustaba minho, puesto que esa era una pregunta a la cual tampoco sabía la respuesta, di vueltas una y otra vez en el mismo lugar, hasta que mi estomago comenzó una fuerte batalla de ruidos contra el silencio, así que baje al primer nivel en busca de algo de comida, cuando acerque mi cabeza al comedor, vi una imagen de mi madre a mi parecer demasiado fresca, con una taza humeante de café entre sus manos y una mirada dirigida hacia mi ahora desanimado cuerpo.
¿Qué sucede? Cuestione preocupado, no me gustaba su semblante, ella no solía actuar así
Eso mismo me pregunto yo ¿Qué te sucede tae~? Se nota que no has pegado el ojo en toda la noche, hay algo o ALGUIEN, que te quite el sueño- los cuestionamientos de mi madre realmente me preocupaban, era demasiado observadora y callada, además de ello, tenía toda la razón, había un algo junto a un alguien que me estaba robando sueño, tiempo y ganas, pero ella no lo sabría, deje de lado mis pensamientos pareciendo serio a sus preguntas.
Ma, simplemente tenia trabajos que hacer anoche, así que, no te montes teatros que no son no te hagas ilusiones, no hay ALGUIEN, en lo que me sucede- y es que a decir verdad, desde que voy a la secundaria, el mayor sueño de mi mama es conocer a una chica que sea especial para mi, pero ninguna de las zorras del colegio me atraen en lo mas mínimo, así que simplemente evite su penetrante mirada y me dirigi al refrigerador
Hay veces en la vida, donde la gente se siente sola ¿verdad?, la mejor forma de escapar de esa soledad es estar junto a alguien especial, pero ¿Cómo conocerlas si no eres capaz de abrirte al mundo que te rodea? ¿a las personas que te rodean? Tae~ no te cansas de estar junto a minho y key todo el tiempo, no crees que es mejor separarte de ellos – prontamente el tema se encaminaría a lo mismo de todas aquellas veces que hablábamos de mi circulo social, y no estaba de humor, ya que prontamente no tendría un circulo socia, no si todo lo que pensaba se volvía realidad, sacando mi mano derecha junto con una leche de banana trate de salir corriendo del lugar donde mi señora madre trataba de comenzar una charla sicológica sobre el daño que podría causarme el estar solo con ellos dos-
Tae~ deberías alejarte un poco de ellos, pronto terminan las clases, es mejor que estés preparado para decir adiós, ¿verdad? -muchas veces en el transcurso de este año habíamos terminado discutiendo, pero este no era el mejor momento, así que me encamine por las escaleras, solo dándole la razón a mi madre, pues eso era lo único que sabía escuchar.
Me encerre de nuevo en la habitación, dejando a un lado la leche de banana, tal vez no tendría que esperar al final de año para decir adiós, tal vez todo acabaría en un par de horas, y no estaba preparado para ello, había pasado junto a key y minho casi toda mi vida, y ahora, por un descontrol de sentimientos todo se estaba viniendo al piso, - Maldito Cupido – me repetí mentalmente, recordando lentamente las palabras de key luego de que intente evadir de una y mil formas sus cuestionamientos en la sala de ensayos.
Taemin, respóndeme ¿sientes algo por minho?
Hyung, que tratas de decir, claro que no –el negaba esto, aunque su cabeza solo emitía un no lo niegues, no lo afirmes, no hagas nada, porque no sabes nada- solamente que ..
Que sucede taemin -tomando un semblante serio- porque estas en contra de esto
Es que -dijo tomando una bocanada de aire, y acomodando por última vez las palabras que saldrían en su defensa- conoces a minho ¿verdad?, él simplemte juega con los sentimientos ajenos, nada más le importa, desde lo de sulli, el no es el mismo, no quiero que caigas en su juego –si, conocía a la perfección al alto y eso lo asustaba, lo asustaba que él le hubiese dicho Me Gustas, porque él no sabía el significado de esa palabra, porque era su amigo, su confidente, su diario, y sabia cada una de las relaciones que había tenido el mayor, por eso tenía muchas inquietudes, que no tenía ganas de resolver aun, por que el tampoco sabía que sentí- eso es todo
Realmente crees que eso importa ahora, es tiempo de que el deje el pasado en el pasado, y afronte el presente que lo rodea, además, realmente me gusta, deberías ayudarme.
Kibum, puedo saber una cosa –observo como el mayor asentía- ¿Dónde diablos quedo tu orgullo? –dijo firmemente en tono de reclamo-¿Lo enterraste mil metros bajo tierra? Porque ¡es realmente patético ver que kibum, la persona egocéntrica, arrogante, la persona solo yo importo en el mundo, este esperando la hora en la que se pueda declarar a su amigo de hace tiempo , no crees que es… realmente patético, espero eso de muchos menos de ti, muchas veces la gente decepciona
Y hasta ahí había llegado la conversación con kibum, quien se dio la espalda y la paso todo el dia ignorándolo olímpicamente, sabia a la perfeccion que con sus palabras había herido al menor, pero solo quería ayudarlo, solo quería protegerlo o ¿queria protegerme a mi mismo? Definir mi situación ahora era realmente complicada, no sabia nada de amor, no de gusto, ni de nada, pues en lo que llevaba de vida, ese tipo de cosas no me habían interesado, desde el momento en que mis padres se separaron me di cuenta de que, el amor verdadero era difícil y casi imposible de encontrar asi que no lo pensaba buscar, momentos de goce, nada mas, de esos momentos ya había tenido muchos, tome el mp5 que se hallaba cerca y lo encendí a todo volymen, colocando los pequeños audífonos en mis oídos y desconectándome de todo, de una u otra manera debía despejar mi mente, ya había pensado demasiado y eso me hacia actuar de maneras algo estúpidas; sonaron varias canciones haciendo retumbar mis tímpanos, pero realmente eso importaba, tenia mis ojos cerrado y hacia que cada pensamiento se fuera a la grandísima mierda, porque ahora no tenia ganas de nada, porque ahora no era el momento de nada por que simplemente todo esto me valía mierda; mi silencio mental fue invadido cuando la puerta de mi alcoba fue abierta de un sopetón demasiado sonoro que me hizo salir del ensimismamiento en el que me encontraba, y vi a mi desquiciada madre dar manotazos una y otra vez frente a mi, realmente no comprendía nada, tome uno de los pequeños aparatos y lo aleje de su lugar, tratando de prestar atención a lo que ella intentaba “comunicar”
Claro, ahora te conectas a esa mierda y te olvidas de todo, ¿sabes cuánto tiempo llevo llamándote ?que tal hubiese sucedido algo grave, tu tan campante como siempre verdad, todo te vale mierda, no ayudas para nada ash… no se qué hacer contigo taemin, darte todo lo que deseas esta acabando con mi paciencia, si no es ese aparatito es el otro, o uno de los tantos que rodea esta habitación ¿verdad?
Que sucede mama –dije en tono pasivo, pues aun ahora no tenía ni la mas mínima de pelear, y menos con la persona histérica que tenia al frente, de seguro no ganaría esta batalla, y aun me consideraba demasiado joven como para morir-
Tu padre llamo, dice que llegara en media hora, ya casi un cuarto, así que arréglate, piensa salir contigo –y sin más ni mas, se retiro de la habitación con la molestia aun de cabezas a pies-
Padre, mil veces me había cuestionada si realmente tenia uno, puesto que solo llegaba cuando necesitaba desquitarse con alguien por el mal dia que había tenido, estaba realmente cansado de verle la cara, y aun seguir rindiendo cuentas, todo por ver sonreír a mamá, sin importar lo dicho por ella, volví a tomar el auricular y a colocarlo en su lugar, dos canciones más y me enfrentaría al mundo de nuevo, cinco minutos después, toco a la puerta mi señora madre, aun mas desesperada, antes de que invadiera mi cuarto decidí correr y refugiarme en el baño, no quería sufrir otro ataque verbal de mi madre.
Tome una ducha de unos 20 minutos, el agua estaba en la temperatura perfecta para refrescar mi mente, no solo me dedique a bañarme, creo que las mayorías de las veces, entro al baño a pensar, parece ser un buen consejero; solo una cosa pasaba por mi cabeza y eso era la cita de minho y kibum. ¿Realmente el se declararía? ¿Minho realmente aceptaría sus sentimientos? ¿Alguien saldría herido?. La mayoría de mis pensamientos fueron interrumpidos por los golpes frecuentes que mi madre propiciaba, probablemente también gritaba, la caída del agua tibia y las canciones que se reproducían sin interrupción impedían que mis oídos escucharan sus insultos, cerré la ducha lentamente y secando mi cuerpo y mi cabello me dirigí hacia mi armario buscando algo de ropa cómoda pero llamativa, peine mi cabello y me encamine al primer piso, donde ahora solo se escuchaba una voz gruesa en el fondo de la sala ¿a qué horas había llegado aquí?, me acerque con sigilo para lograr escuchar más a fondo de que hablaban, su tema central como siempre era yo, pero ¿Qué era específicamente?
¿sabes qué piensa hacer ahora con su vida? –dijo en tono de superioridad; cosa que reamente detestaba de mi progenitor.
Hasta el momento su vida es el baile, así que -dijo comprensiva, tratando de ser escuchada-
El baile –comunico entre risas- no has hablado con el de nada verdad ¿quieres que sea un fracasado? –Dijo enojado –creo que lo mejor es que vaya a vivir con migo –afirmo tajante- tantos años a tu lado deben de estar haciéndole daño, necesita un ejemplo masculino que seguir.
Entre a la sala enajenado, esperando oír esas palabras en frente mío, aunque no supiese que hacer, el baile me desestrezaba, y podría llegar a ser un buen futuro de vida.
Un ejemplo masculino –dije apretando las palabras y mis dientes- que de masculino tiene alguien que escapa de su familia por miedo; por falta; por cobardía, que tengas huevos no te convierte en un hombre ¿lo sabes verdad? –inquirí sarcástico, a la espera de cualquier respuesta
Taemin…. Deberías respetar –dijo mi padre saliéndose de sus casillas- eso sucede cuando vive con alguien que no sabe educar –comento dirigiéndose a mi madre; quien ahora se hallaba escondida detrás de sus manos, seguramente ahogada en llanto-
Ja, -dije mofándome sarcásticamente de sus palabras- crees que tu sabes educar –dije apuntando con mi índice a su rostro- deja de ser ingenuo ¡Si!, por que una persona que no sabe amar, apreciar o valorar, tampoco sabe cómo educar, así que ¿Por qué no te largas? –inquirí aparentando tranquilidad, pero su mirada de superioridad aun llenaba mis sistemas de un odio inevitable-
Sabes taemin ¿hay es tu día conmigo?, sin importar lo que digas, así que, toma lo que necesites, nos vamos ahora –y ahí estaba de nuevo su actitud socarrona, y una sonrisa ladeada pero una mirada demasiado enojada- ahora –sentencio apretando los dientes-
Salí de la sala encaminándome a mi alcoba a recoger mi teléfono, desquitándome con la escalera y todo lo que por mi lado se pasaba, realmente estaba enojado, estaba detestando cada vez más este día, desquitándome con todo a mi alrededor en especial con la puerta de mi alcoba, tome mi teléfono y Salí de nuevo hacia donde se encontraba mi engendrador
Sube al auto –escuche que me ordenaba, enojado-
Siguiendo sus mandatos, ya que era su día, Salí de casa, exhalando bocanadas de aire más grande tal vez que el pedido de mis pulmones, no era bueno estar enojado, ya que parecía ser un buen día, solo parecía, observe como salía de casa azotando la puerta principal, y también la del auto así que trate de actuar de manera regulada mientras íbamos en camino hacia algún lugar .
A donde vamos -pregunte despreocupado-
A cenar –contesto tajante-
¿Qué sucede? ¿hay algo que decir? –conocía a mi papa como si hubiese vivido siempre con migo, jamás salíamos a cenar, mucho menos de la manera decente en la que el se encontraba ahora –
Hay alguien que conocer –contesto sonriente-
Sabes que no me quiero involucrar en tu vida ¿verdad?, lo único que tenemos en común tu y yo es… sangre, asi que, no quiero conocer a nadie
Quieras o no – dijo frenando el auto para mirarme- algo mío tienes –y una vez más, se salía con la suya-
Luego de unos cinco minutos de silencio, llegamos a un restaurante creo yo clasificado cinco estrellas, al cual mi vestimenta no era adecuada ni bienvenida, al entrar el mesero nos condujo hasta el fondo del lugar, donde se encontraban ya dos mujeres, las cuales no llamaron en nada mi atención; mi padre tomo asiento, mientras yo me dispuse a quedarme de pie, observando aquel lugar, donde también me observaban y murmuraban
Podrías tomar asiento -dijo una de las mujeres- te ves algo incomodo –comento llamando mi atención-
Mire a mi padre desubicado, quiera saber que tanto hacíamos en ese lugar tan desagradable para mi; sin dañar un buen momento y tratando de hacer flotar los pocos modales que poseía tome asiento junto a mi padre y frente a una muchacha casi dos o tres años menor que yo.
Y bien, que es esto –escupí agotado de mi buena actitud-
Taemin –pronuncio por lo bajo- algo de modales si
Antes de comenzar una nueva discusión, la mujer mayor decidió presentarse
Mmm –aclaro su garganta ganando la atención de mi padre.
Hola… taemin ¿verdad? –dijo formando una sonrisa- soy Kim Jung So, y ella es mi hija Bae su ji, es un año menor que tu -opino señalando con sus manos a su hija-
Y ¿estoy aquí por?
Taemin… deja de ser ¡descortés! ¿Qué te he enseñado?
Esas palabras hicieron despertar la bestia que solo minutos atrás había logrado calmar
¿Me has enseñado algo alguna vez? Que yo recuerde, jamás has estado ahí ¿quieres quedar bien frente a ella? Porque de otra forma no deberías mentir- me enfoque en sus ojos, ahora mas profundos, mientras las caras de las damas presentes se tornaban en sorpresa; desvié mi mirada y decidí preguntar – ha hablado de mi, pero ¿ha hablado alguna vez de lo que jamás hizo? El tiene un hijo, que solo de él lleva sangre y apellido, y yo un padre, que solo dio espermas para mí, no siendo mas –dije levantándome del lugar – me retiro, espero que no allá cambiado la visión acerca de mi padre ¿eso sería malo verdad? –pregunte a mi padre, con una mirada filosa, que pocas veces solía tener –
Salí del lugar cuán rápido anduvieron mis piernas, y sin saber a dónde me dirigía comencé a caminar, el día se empezó a ponerse oscuro y unas cuantas gotas recorrieron mi cabeza que estaba inundada de millones de pensamientos
Eran las 11:30 de la mañana y aun estaba a la espera de la llegada de minho; quien después de una corta charla había acordado en pasar a las 11:15, según él, iríamos de compras, y luego algo especial, realmente odio esperar, pero por alguna extraña razón aun no estoy enojado con el, en medio de mis pensamientos, el sonido del timbre invadió la sala del lugar, baje algo perdido y me encamine a la puerta principal.
No que era la las 11:15 ¿Qué sucedió?-inquirí algo enojado-
Key~ -canturrio de manera melosa- lo siento –dijo bajando la mirada- no pensé que por ayudar a mama se me hiciera tarde, me perdonas ¿verdad? –finalizo con un lindo mohín realmente irresistible-
Ante su acción, no tuve más remedio que aceptar sus disculpas ¿estaba enojado por bobadas? Antes de que reaccionara, sentí como el brazo de minho se posaba sobre mis hombros, haciéndome erizar de manera delicada.
Eres el mejor key~ ¿lo sabes verdad?
Lo sé rana –comente sin poder mirarlo a los ojos por mi sonrojo- ¿A dónde vamos? –inquirí entusiasmado-
Vamos a …. No lo se -dijo observando al cielo- ¿vamos al cine? –dijo entusiasmado- yo invito
Que sucede rana –comente preocupado- tu eres de esos que no invitan.
Key –dijo enseriando su semblante- hay veces que, se cumplen milagros –finalizo sonriendo-
Mientras caminábamos por las calles del vecindario, minho actuaba de manera cariñosa, cosa que me hacia sonrojar cada vez un poco más, hasta que algo en el camino quito de mi vista esa sonrisa.
Hey rana –escuche gritar-
Hey… perro – dijo cambiando momentáneamente- ¿para dónde vas?
Te iba a visitar –comento sonriente- pero veo que te vas –dijo fijando sus ojos en mi- ¿Quién es? –pregunto señalándome-
Jjong… ¡qué falta de modales! ¿Por qué señalas? –Comento golpeando levemente su dedo índice- el es kibum, un amigo muy cercano –comento mirándome de soslayo-
Mmm.. –dijo evasivo – Soy Kim jonghyun, mucho gusto –termino tendiéndome su mano-
Lo mismo –comente sin entusiasmo- minho –dije propiciándole una mirada, antes de que concluyera mi frase, la persona que acababa de conocer interrumpió mi cuestionamiento
Minho… ¿Dónde está tae? –Dijo mientras era fulminado por los ojos penetrantes del alto- ¿Qué paso con lo de taemin?
Jonghyun –dijo rodando los ojos – hablaremos después ¿te parece? –y de un momento a otro sentí una piel suave sobre mi muñeca infringiendo algo de fuerza y arrastrándome hacia quien sabe qué lugar-
Maldito perro –escupía enojado sin escuchar mis constantes quejidos –hey –grite cansado de la situación – me lastimas –dije cuando detuvo sus pasos- ¿Por qué actúas así?
Lo siento key –dijo bajando la mirada y soltando mi muñeca- es que ese maldito perro –apresuro a tomar su nuca- ash –bufo de nueva cuenta- es un metido no le pongas atención ¡si!
No minho –recrimine- quiero saber –dije cruzando mis brazos en busca de una explicación tal vez no merecida-
Key~ sabes que taemin y yo somos demasiados cercano ¿verdad?, así que jonghyun solo logra molestarme con él, insinuando cosas que son fuera de lo que considero.
Así que ¿él piensa que te gusta tae? –Comente aun en la misma posición-
Si~ pero... es solo por molestar; es un perro sarnoso, eso es todo -finalizo tomando mi mano para comenzar a caminar-
Seguimos hablando de muchas cosas y riendo de muchas otras, hasta que llegamos a el centro comercial el cual tanto admiraba.
Key –dijo colocándose frente a mi- no venimos a comprar, no pongas esa cara de emocionado
Minho -opine refutando su decisión- me has traído a el centro comercial y ¿me vas a impedir que compre? –acote en tono sarcástico-
Key quiero divertirme hoy y sabes que las compras no son lo mío, vamos –tomo mi mano derecha y comenzó a caminar, llevándome detrás de él sin importarle mis miles de caras de enojo y desagrado-
Veía pasar las tantas vitrinas llenas de ropa, zapatillas, o maquillaje que se quedaban atrás una a una mientras ascendíamos por las escalera eléctricas hasta posiblemente el último piso, donde se encontraban los juegos de acción y las salas de cine. –realmente lo conocía-
Minho -dije cuando llegamos al último nivel- ¿Qué quieres hacer?
Y sin prestarme atención se encamino hacia la mesita de juegos, dejándome solo en la entrada; poco después se percato de mi ausencia y pronuncio mi nombre, mientras hacía señas que me aseguraban que me estaba llamando a su lado.
Me recosté en el pasto empapado, llenándome de pensamientos y lágrimas, aunque las gotas caían nada era más perjudicial que un mal recuerdo, nada e ausentaba más que hablar de mi padre, y saber que ahora nosotros y nada era una cosa completamente igual.
Estuve bajo la lluvia durante tiempo indeterminado, pensando en todas las cosas que habían sucedido en mi vida, aquellas dos que mas me habían marcado, el hecho de encontrar a mi papa y la vecina en la misma casa, y la muerte inesperada de sulli, la ultima me hizo doler el pecho.