Como era increíble que una confesión, fuera tan capaz de cambiar la vida de alguien, de llenarla de tanta felicidad, de sacar esa sonrisa sincera que se creía muerta.
Un beso…
Un beso y tantas emociones se habían mezclado para dar paso a una sensación genial…la felicidad
Un beso, una mirada, una caricia, un el…
Porque Sasori, lo único que necesitaba era a Deidara, solo necesitaba sentir aquel cariño que nunca había experimentado.
Solo lo quería a él, todo, absolutamente todo lo que no involucrase a Deidara se podía ir a la mierda
Si tal vez actuaba como una niña enamorada, pero… ¡Que más daba!
Tan solo mirarlo a esos profundos y encantadores ojos azules, lo hacían perderse, lo hacían flotar, le hacían sentir tan bien…
Y esos labios… ¡Oh Dios! Esos labios siempre dulces, siempre tan hábiles, siempre tan suaves, siempre tan suyos…
-¿Cómo te fue?-pregunto Sasori mientras se acomodaba mejor en el regazo del rubio
-Uhm…me sacaron de la clase de Algebra-contesto Deidara con tono aburrido, como si aquello no tuviera ni la mas mínima importancia, paso sus brazos por las caderas del pelirrojo haciendo que sus cuerpos se acercaran mas
Cada día, Deidara lo visitaba en la academia de arte. Temari después de un torturo so y cuidadoso análisis, permitió que Deidara fuera y que Sasori saliera media hora antes para que ambos tuvieran tiempo de calidad, juntos.
No desperdiciaban aquellos pocos minutos, para demostrarse que se querían, justo en los jardines de la misma academia. Prueba de ello era que Sasori había mejorado bastante en su arte de besar.
-¿Y porque te sacaron de la clase?
-Porque…no estaba poniendo atención
-¿Y a que se debió tu falta de interés?
-Mmmm…porque estaba pensando en ti-susurro tan cerca del oído del menor, que Sasori se estremeció, haciéndolo sonrojar, trato de ocultarlo escondiendo su rostro en el cuello de Deidara-Me gustas tanto que no puedo dejar de pensar en ti
Deidara busco los labios de su acompañante, cuando los encontró depósito un beso tierno, suave, delicado…transmitiendo el cariño que sentía
Un suspiro salió de entre los labios rosados de Sasori, no dejaba de mirar las estrellas, miraba el paisaje que le regalaba la tranquila noche, hacia tanto tiempo que no se sentía tan feliz, tan completo, tan vivo
Siempre se había sentido que era un muñeco de porcelana que solo podía mirar como los demás lo observaban y por primera vez alguien no lo trataba así
El reloj marcaba las 11 en punto y Sasori empezaba entre cerrar los ojos, trataba de vencer al sueño que lo estaba dominando, esperaba aquel mensaje que hacia unas semanas comenzaba a recibir y empezaba a hacerse costumbre
Las buenas noches por parte de Deidara
El sonido del teléfono lo despertó por completo
“¿No crees que las estrellas son hermosas?”
“Su brillo demuestra la perseverancia que tienen para sobresalir en la oscuridad del inmenso universo…son hermosas”
“Si lo son…pero tu mirada lo es más”
De nuevo aquel sonrojo se apodero de sus mejillas
“Gracias”
“¿Por qué aun no estás en la cama?”
Sasori miro a la casa que estaba frente a él, sus cuartos tenían una ventana en la cual podían observar perfectamente al cuarto del otro
“¡Me estas espiando!...en la tuya hay luz”
“¿Yo espiando? Ja, pero si eras tú el que se pegaba como mosca a la ventana hasta que llegara del colegio”
“No es cierto…pero en fin, ya es tarde y mañana tengo que levantarme temprano. Hasta pronto que tus sueños sean felices”
Se oyó el rechinar de la puerta y Sasori guardo de inmediato el aparato en su sudadera, que usaba como pijama
-¿Por qué no estás en la cama?-regaño Chiyo-¿Qué tienes en las bolsas?-su abuela había logrado ver perfectamente cómo se guardaba algo
-Nada
-Dámelo
-No tengo nada
-Sasori…dame eso-la vieja comenzó a acercarse peligrosamente a él. Sasori apretó con más fuerza el móvil y se apego más a la pared
-Abuela por una vez te pido que me dejes en paz y lo cumplas
-Bien-Chiyo se resigno al ver la actitud de su nieto, estaba claro que fuese lo que fuese no lo soltaría-Pero ya vete a dormir
-Si
Su abuela salió de la habitación, el se fue a meter a las cobijas, en su cómoda cama, apago las luces dispuesto a que el sueño lo invadiera. Dejando su móvil debajo de su almohada, pronto llego un mensaje
“Duerme bien, trata de soñar conmigo”
Los días pasaban y la felicidad aumentaba, pero…algo había en la mente de Sasori o más bien alguien…
Una y otra vez aparecía su rostro en sus pensamientos. Era un azabache de nombre Itiachi…
Aunque no quisiera admitirlo, el no sabía que había pasado con él y Deidara…
-Deidara-lo llamo en un susurro
-Dime
-¿Qué paso con…Itiachi?
-¿Por qué quieres saber?
-Curiosidad
-Nada, no paso nada…solo eres tú…
El auto comenzaba a avanzar, listo para llevarlo a sus clases de todos los días, el haber resuelto sus dudas con Deidara sobre su ex novio lo tenía tranquilo
Últimamente Chiyo dejaba que Sasori viniera solo a las clases, bueno con su chofer, claro. Temari le había insistió que el pelirrojo necesitaba más espacio para desarrollarse
-Vengo por usted en dos horas exactas-anuncio Arthur
-Si
Sasori bajo con tranquilidad, mientras el auto avanzaba para irse, se giro en dirección a las escaleras para entrar.
Cuando un agarre lo sorprendió, lo tomaron por el brazo con demasiada fuerza y lo voltearon bruscamente, dañándolo en el proceso
-¡¿Qué te pasa?!-grito Sasori a su agresor
-Ja… ¿Por ti?
-¿Por mí qué?-Sasori se sorprendió al ver a Itiachi parado frente a él con expresión de dolor y furia
-Por ti me cambio
-No entiendo
-Deidara…por ti…maldito infeliz-un puñetazo cayó en la mejilla izquierda de Sasori, fue tal la fuerza que lo tiro
-No quiero pelear-Sasori se incorporo lentamente aun con la cara ardiéndole-Lamento que Deidara y tu…bueno hayan terminado…
-No me tengas lastima-siseo el moreno-Dime algo ¿Hace cuanto crees que él y yo terminamos? ¿Hace cuanto que ustedes salen?
-Un mes
-El termino conmigo…ayer
-Mientes-no podía ser cierto, Deidara no podía mentirle
-¿Por qué lo haría? El te mintió como me mintió a mí, creíste que era honesto, pues no…
El puño del pelirrojo se estampo contra las atractivas facciones de Itiachi, este retrocedió varios pasos.
De donde había sacado esa fuerza, no lo sabía, pero se alegro de no ser un completo debilucho
-No permitiré que digas eso sobre Deidara
Una cosa era permitirle que lo insultara a él, pero a Deidara jamás
Itiachi respondió con un golpe al abdomen de Sasori, sacándole el aire, Sasori cayó de nuevo al suelo esta vez solo con una rodilla apoyada en el césped
-No me importa si me crees o no, solo te digo la verdad
-Basta
-Te mintió
-No
-Pregúntaselo a él y ya veremos si te puede negar la verdad
Aquel frágil chico se lanzo sobre Itiachi, repartiendo golpes al azar, el azabache no quedo atrás respondiendo cada golpe recibido con uno de mayor fuerza. Pronto cayeron al suelo, Sasori quedo abajo, recibiendo golpes a montón, uno logro hacerle sangrar la nariz, otro romperle el labio y algunos más hicieron que ganara cientos de moretones, sus brazos lo tenía en posición para no ser golpeado más en la cara y de vez en cuando lanzaba un golpe
-¡Basta!... ¡Aléjate de él!-Kankuro llego al rescate, había presenciado la escena desde la ventana de su aula, corrió hacia Itiachi tratando de alejarlo pero no podía, al mismo tiempo intentaba esquivar los golpes que le mandaba el joven moreno
No tardo en llegar Arthur que también había notado la escena desde el espejo retrovisor del auto, ayudo a Kankuro a alejar a Itiachi de Sasori. Temari también había llegado, ayudando a su alumno a ponerse de pie
El abdomen le dolía sin mencionar el ardor en su nariz y labio, sentía dificultad para respirar
-Anda ve y pregúntale a él-hablo el moreno-Ve para que te diga lo mentiroso que es
-¡Ya basta!-Sasori reconoció su voz, esa voz que amaba, Deidara estaba plantado ahí con una actitud de fastidio y rabia
Arthur y Kankuro seguían agarrando al ex novio del rubio por si se le daba por atacar de nuevo
-Dime que es mentira lo que dijo-ordeno Sasori con un poco de furia, Temari lo sujetaba por los brazos
-No puedo-susurro Deidara
A lo lejos se oyó el sonido de algo quebrándose, el sonido de una fantasía rompiéndose, de las esperanzas cayendo, el sonido del corazón de Sasori rompiéndose en cientos de pedazos…
-Arthur, llévate a Sasori-dijo Kankuro, el chofer fue directo a encender el auto, Kankuro, seguro de que Itiachi no volvería a lanzarse a golpes, fue con Temari para ayudarla con Sasori y llevarlo al auto
Por su angelical rostro escurría la sangre y unas cuantas lagrimas traicioneras que caían de sus oscuros ojos, no solo por el dolor físico si no también por el dolor de su corazón roto, las piernas le flaqueaban y agradecido que sus maestros lo ayudaran a llegar
-Sasori yo…por favor…
-No…no quiero oírte, no quiero verte, y me hubiera gustado no creerte-Sasori subió al auto sin mirar al rubio
-Sasori
-No te le acerques-advirtió Temari
El rubio se quedo ahí mirando cómo se iba el auto con Sasori adentro
Le dolía el cuerpo, tenía que ir al médico y ni siquiera quería imaginar la cara de su abuela cuando lo viera así
Su teléfono sonó, un mensaje, si era de ese maldito mentiroso, lo mandaría a la mierda y le recordaría a su progenitora
“¡Hola Sasori!
Espero que te encuentres bien y te comunico las ganas que tengo de volver a verte y estar junto a ti
Haku”