¿Se han preguntado cuanto duran las buenas cosas?
Pues el pelirrojo lo hacía desde la muerte de sus padres
Para él, siempre las buenas cosas le duraban poco, lo suficiente para que se ilusionara y luego tomaran esas ilusiones para destrozarlas
Su parte negativa le advirtió de algo como lo que paso, pero se dejo llevar por la parte soñadora que le decía que todo saldría bien
Sasori siempre se dejo llevar por lo realista porque siendo así, no romperían tus sueños, siendo realista se evitaba de mucho sufrimiento.
Y debió seguir así
¿Por qué el amor debía ser diferente?
¿Por qué Deidara tenía que ser diferente?
Después de todo, todos somos iguales, porque todos tenemos la naturaleza humana de lastimar, ser egoístas y todos esos defectos
¿Por qué las cosas deberían cambiar por Sasori?
De nuevo despertó alterado, angustiado y con lágrimas marcadas en sus mejillas claras.
De nuevo, no había dormido bien y sus ojeras oscuras empezaban a marcarse
Era el día 30 desde que dejo a Deidara y aun así seguía doliendo como el primer día
Era poco tiempo para olvidar, pero aun así creía que era demasiado como para no querer levantarse y fingir una sonrisa
Si Sasori era flaco ahora estaba demacrado, pues no comía bien y su última visita al médico había sido devastadora, pues lo dejo tumbado a la cama por una semana, durante la cual no tomo ninguna de sus clases.
Incluso dejo de un lado todo lo que tenía que ver con el arte, ya no tenía las ganas, ni la inspiración para imaginar nuevas cosas
Había perdido cualquier contacto con el rubio, al principio leía los mensajes enviados, llenos de disculpas y juramentos de amor pero la rabia le gano y terminaba llorando.
Cuando dejo de leer los mensajes, llegaron las llamadas que no contestaba. Pero terminaba haciendo lo mismo, se llenaba de ira y luego de dolor
Termino bloqueando el número del rubio. Y le dolía tanto no haber podido decir algo más.
“No…no quiero oírte, no quiero verte, y me hubiera gustado no creerte”
Fue lo último que dijo, creía que debió decir algo más hiriente o tal vez debió haber dado la oportunidad de una explicación
Pero sus decisiones no podían ser cambiadas
Dos días después de que bloqueo el número, las llamadas empezaron a llegar al teléfono de la casa, pero eran rechazadas por Leonor
Y luego llegaron las visitas, pero también eran rechazados por la abuela Chiyo, Leonor y Arthur
Cuando su abuela lo vio, después de la pelea, pego el grito en el cielo, hostigo a Sasori por una semana para que el dijera quien había sido el responsable y hacerlo pagar
Pero Sasori se mantuvo firme y no delato a nadie
-¿Has pensado en esa opción?-pregunto el joven que lo acompañaba en la comida
-Algunas veces pero…bueno no creo que sea posible-rio Sasori
-¡Vamos! No creo que sea tan difícil convencerla, yo creo que si realmente lo quieres puedes lograrlo
-No lo sé, nunca…bueno jamás…
-Lo entiendo, pero será divertido, además yo te acompañaría
-Pero…siempre he estudiado en casa, ir a una escuela seria…raro
-Se positivo Sasori… ¿No quieres estar conmigo? ¿Es eso el problema?-Haku se acerco a él, soltando cada palabra con cuidado y en un tono seductor
-¿Eh? No, no es eso-Sasori se sonrojo y volteo el rostro hacia otra parte, pero Haku lo tomo con sus delicadas manos y lo hizo que lo viera a los ojos
Había terminado aceptando todas las invitaciones de Haku, y su abuela no le había prohibido ninguna, incluso lo ánimo para aceptarlas, e increíblemente aprobando que Haku viniera a verlo a la casa, en cada visita el angelical muchacho se le insinuaba
No decía que Haku fuera feo, de hecho era bastante hermoso, tampoco negaba que su cuerpo se sentía especialmente atraído hacia él, pero tampoco aceptaba la idea de olvidar a Deidara, y lo peor de todo se sentía con la obligación de esperar cierto tiempo para tratar de olvidar
-No entiendo que le viste-resoplo el de pelo negro, con cierta ira-Se que es lindo pero apuesto que tienes mejores propuestas
-Uno no escoge a quien querer
-Sí, creo que si-Haku aun no le soltaba el rostro-¿Me dejarías intentar entrar a tu corazón?-se inclino un poco más, depositando un beso suave en los labios rosados de Sasori
Sasori lo aparto bruscamente, sentía que de alguna manera traicionaba al que fue su novio
-No te voy a mentir, aun no lo olvido, y tampoco es como si quisiera hacerlo, aun no, pero tampoco voy hacer sufrir a alguien más…Si tú crees que yo valgo la pena para que trates de conquistarme…hazlo, pero está consciente de que Deidara aun está presente en mis sentimientos
Un silencio incomodo para el pelirrojo, transcurrió con lentitud, mientras que su compañero tenía el rostro bajo, haciendo que sus cabellos cubrieran su rostro por lo cual no podía observar sus reacciones
-Lo vales-contesto Haku con una esplendida sonrisa dibujada en sus delicados labios-Soy perseverante-el pelirrojo no supo en qué momento su “amigo” se había acercado tanto como para robarle un beso-Piensa lo de la escuela, eso sería grandioso…bueno es tarde, cuídate
-Claro
Sasori contemplo la delicada figura de Haku mientras salía por la puerta
-¡¿La escuela?!-Chiyo grito tan fuerte, que hasta Leonor, que estaba en la cocina la oyó-Pero quien te metió esa idea
-Nadie…solo sé que me gustaría ir a una escuela
-No es bueno para ti
-¿Y desde cuando sabes lo que es bueno para mí?
-Desde siempre
-Claro quieres que quede solo, que este así hasta el fin de mi existencia
La abuela lo miro con furia, y el nieto tenía una sonrisa triunfadora
-Veré que puedo hacer
-¡Te amo!-grito Sasori con emoción y comenzó a correr por la sala gritando de emoción
Sin esperar, tomo su teléfono, marco de inmediato el número de Haku, que se había aprendido de memoria, comunicándole la buena noticia, pronto su amigo compartió su alegría.
Y al terminar de hablar de las probables posibilidades de que Sasori entrara a una escuela pública, comenzaron a hablar de sus días incluso de lo que habían comido o soñado.
Los días comenzaban a tomar esa costumbre, alguno terminaba hablándole al otro para platicar como si de viejos novios se tratara.
Haku se había convertido en el único amigo con el que contaba, y realmente nunca había tenido amigos, siempre fue un niño poco sociable y tímido, prefería pasar el tiempo con sus padres, y cuando ellos murieron, su vida sociable se había ido a la mierda, tardo un año para poder hablarle a sus profesores con la confianza que ahora lo hacía.
Deidara había sido diferente, porque hacía mucho, dos años, que lo observaba, tal vez por eso no dudo cuando hubo la posibilidad, si tal vez por eso no lo hizo. Y con Haku, bueno Haku, tenía que contarle a alguien que no le dijera “te lo dije” y así fue, el chico de sonrisa dulce, solo, lo apoyo, lo abrazo y consoló
“Cuando tu lo decidas, el dolor se ira”
No se tenía que ser un genio para darse cuenta que Haku estaba interesado en el pelirrojo, no buscaba solo su amistad, pero a Sasori no le importo solo quería a alguien con quien hablar todos los días
-¿Qué se supone que debo comprar?-pregunto con voz queda mirando a todas direcciones el centro comercial-¡No se qué hacer!
-Tranquilo-Haku rio con esa hermosa y tierna sonrisa que lo caracterizaba, se recogió un mechón de cabello, oscuro, que le colgaba, de tras de la oreja-Vamos te ayudare
Chiyo, termino aceptando la idea de que fuera a la escuela.
Sasori entro a la escuela preparatoria de la ciudad.
La idea lo emocionaba y asustaba a la misma vez
-Deberíamos comprarte ropa, zapatos, suéteres…no mejor abrigos, una mochila, libretas, tal vez un gorro…
Haku por supuesto era el que esteba mas emocionado con la idea de ir de compras, pero todo eso era totalmente desconocido para Sasori, la única condición para que Chiyo no pusiera límite en dinero era que ella los acompañaría
Al fin Chiyo y Haku aprobaron la idea de entrar a una tienda que a Sasori le había interesado, sin esperar ambos comenzaron a recorrer los pasillos para tomar cualquier prenda que les gustara. Por su puesto los gustos de la abuela y el joven se contrariaban del todo
Mientras ellos discutían que era lo mejor para Sasori, este comenzó a recorrer la tienda con vago interés.
Justo cuando tomo una sudadera roja, para examinarla, justo en el momento que sonrió por imaginarse con ese sudadera puesta, y lo bien que combinaría con su cabello, justo en ese momento miro hacia afuera, por el gran ventanal y vio algo increíble…
Más bien a alguien…
Deidara estaba parado ahí, mirando a Sasori desde hacia varios minutos
El pelirrojo borro su sonrisa al ver esos ojos azules, que habían perdido brillo, su piel estaba mas pálida de lo normal, su cabello descuidado y tenía unas muy marcadas ojeras
Ninguno supo qué hacer, se habían encontrado casualmente o algo los había vuelto a unir
Justo en el momento en que Deidara le sonrió, con sinceridad y extrema felicidad, en ese momento apareció Haku, sonriendo, con montones de ropa.
Tomo de la mano al pelirrojo, le beso con delicadeza en los labios, susurro algo en su oído, e hizo que diera media vuelta para ir a los probadores. Sin saber que su más grande obstáculo para estar con Sasori, se encontraba mirándolos
Sasori se dejo llevar, no volteo hacia atrás, no tenía ningún motivo para hacerlo