La vida consta de experiencias y aprender de los errores.
Pero cuando tienes 18 años y la mayor parte de tu corta vida la pasas encerrado en tu casa, bueno, no gozas de muchas experiencias.
Cosas tan estúpidas como reprobar una materia, embriagarte hasta perder la conciencia, probar el amargo sabor del alcohol, aturdir tu conciencia con una droga, besar hasta que tus labios sangren, bailar hasta desfallecer, tener sexo sin parar por toda una noche, ser reconocido, reír por lo más estúpido, tener amigos, odiar hasta la muerte, desvelarse, escaparte de tu casa, no asistir a la escuela, ir a un concierto, experimentar en tu cabello y vestimenta, gritar, llorar, correr, perdonar, amar sin fronteras, vivir…
Todas esas cosas, te hacen aprender lecciones.
Y ganar madurez…experiencias…
Experiencias que Sasori no tenía y podríamos decir que Sasori no sabía lo que era vivir.
El despertador sonó más temprano que de costumbre e hizo que Sasori diera un pequeño brinco. El pequeño aparato que seguía sonando, no había logrado su objetivo pues Sasori tenía una hora, ya, despierto.
Tenía ganas de regresar la cena, sentía su cuerpo temblar ante la idea de lo “nuevo”
Tal vez eso necesitaba, un cambio, pero la idea era aterradora, nueva gente, nuevos profesores, nueva escuela…
Lo único que lo consolaba era que Haku estaría con él.
Entro al baño, para ducharse rápidamente, se cambio con la ropa, que un día antes Haku le había preparado, unos jeans negros, ajustados, una playera gris, unos converse y el toque final era un gorro negro, que a la hora de ponérselo solo dejaba a la vista un fleco de cabello pelirrojo, que le cubría la frente y la ceja izquierda.
El resultado era un Sasori, encantador y arrebatadoramente guapo.
-¿Llevas todo?-pregunto por decima vez la anciana.
-Ya te dije que si-contesto el joven, fatigado.
-Yo solo preguntaba…En fin ten tu almuerzo-la vieja le extendió una bolsa de color negro y un pedazo de papel con algo anotado-Esta hoja son los números de casa y mi teléfono, por si algo sale mal.
-Yo me sé el numero de la casa-Sasori solo guardo su almuerzo.
-¡No importa! Llévate los números-Chiyo, metió la hoja en una de las bolsas del morral.
-Como sea, llegare a más tardar a las tres.
-¡No!...Arthur ira a dejarte y recogerte, y no protestes.
-Pero…
-¡Que no!
-Bueno nos vemos-fue directo con Leonor y se despidió, dándole un beso en la mejilla.
-No comas nada de la cafetería, podría hacerte daño, no le hables a gente que no conoces, pero sobre todo no te alejes de Haku podrías perderte-chillo la empleada.
-Adiós- Sasori miro a su abuela, listo para el sermón.
-Bueno…no hables con extraños, no grites, no bañas a correr, se bueno con los profesores, no te hagas amigo de gente extraña, habla con los que Haku diga, no bañas a los baños de la escuela, son asquerosos, no comas comida de la cafetería, no gastes mucho dinero, pon atención en las clases, no te escapes de la escuela, si se enciende la escuela abandona a todos y sálvate a ti, no rías demasiado fuerte, no te expongas al sol, podrías quemarte, si te sientes mal ve a la enfermería, llama a los números que te di…y si no te gusta la escuela podríamos regresar a estudiar en casa-todo lo dijo tan rápido que había quedado sin aire.
-Claro…nos vemos-el pelirrojo salió de la casa, antes de que le dieran más consejos o peor, que Chiyo se arrepentirá y lo volviera a encerrar, subió al auto y Arthur lo llevo a donde sería su nueva escuela.
Estaba nervioso, no paraba de mover la pierna derecha, las manos le sudaban y temblaban.
Cuando estuvo abajo, Arthur arranco el auto y se fue gritando un “Adiós”
Sasori miro el enorme edificio, preocupado y asustado, los cientos de estudiantes iban de un lado para otro, sin prestar atención a Sasori y su cara de nervios y susto.
-¿Eres nuevo?-pregunto un joven con voz amable.
-Uhm…s-si
-Lo sabía.
-Disculpa ¿Cómo es que lo sabías?-Sasori miro a su compañero, descubriendo que compartían el mismo color de cabello.
-Porque si fueras de aquí, ya hubiera visto ese hermoso color pelirrojo.
-Jajaja…el tuyo también es bonito.
-¿Realmente lo crees?
-Por supuesto-Sasori sonrió tiernamente, alegre de que pudiera entablar una conversación sin desmayarse.
-Cuanto me alegra… ¿Sabes que mas es hermoso?-el chico le sonrió espléndidamente y se le acerco como si fuera a confesar algo realmente importante.
-Muchas cosas ¿No?
-Sin duda, pero tú eres una de ellas.
-¡¿EH?!-Sasori abrió la boca al igual que los ojos, sorprendido.
-Me gustas-el chico le sonrió más.
-¿Qué cosa? Yo ni te conozco.
-No importa, ya tendremos tiempo de conocernos…Y ahora que ya sé que me gustas ¿Cuál es tu nombre?
-Eh…Sa-sasori
-Sa-so-ri-deletreo cada silaba con voz picara, sus ojos lila lo miraron con lujuria.
-Sí, pero te agradecería que no digas estupideces como eso de que te gusto.
-¡No es una estupidez!...Tú me gustas y sé que pronto yo te gustare, como sea, recuerda que ya estas apartado, así que no coquetees con nadie más, si no me enojare…por cierto nos vemos después pequeño.
-¡Pero qué dices! ¡Yo no soy de nadie!
-¡Pues ya lo eres! Eres de Nagato…grábatelo pequeño.
-¡Acosador!
-Llámame como quieras pequeño…de todos modos eres mío-Nagato se acerco a Sasori y lo abrazo posesivamente-Ya te dije…nos vemos
Aquel joven acosador comenzó a caminar, unos metros después, se paro y regreso al lado de Sasori.
-Recuerda que te observo.
-¡¿EH?!
Y sin más el pelirrojo mayor se fue.
Sasori quedo confundido y asustado, por primera vez creyó que era capaz de socializar tranquilamente y resulta que la persona con quien hablaba era un acosador que lo reclamaba como suyo.
Definitivamente Chiyo tenía razón, la gente extraña es peligrosa.
Su boca seguía abierta, pensando en lo trauman te, que sería la escuela con ese acosador. Ni siquiera miro el hermoso edificio, pintado de color crema, los enormes jardines, con arboles grandes, césped verde y todos los jóvenes que convivían en ellos.
-¿Sasori?
-¿Si?
-¿Estás bien?
-S-si
Haku se acerco más a su amigo, tocándole la frente y mirándolo a los ojos.
-¿Qué sucedió?
-Pelirrojo…conversación…social…suyo…me observa-tartamudeo Sasori aun mirando por donde Nagato se había ido.
-¿Qué?
-Nada…olvídalo, seguramente era una broma.
-Ven, las clases están a punto de comenzar.
-Claro.
Haku, que como siempre lucia hermoso, tomo a Sasori por el brazo y lo llevo dentro del edificio. Todo era nuevo para Sasori y todo le gustaba, incluso el alboroto que causaban los gritos de los adolescentes, le gustaba.
-Ven la primera clase es calculo…con Iruka- Haku comenzó a jalar a su amigo hacia el aula, que estaba en el cuarto piso, en el aula 83.
No dudo en ningún momento, separarse de Haku, imaginar que podía perderse en ese lugar desconocido lo aterraba. Al llegar al aula ambos jóvenes, de baja estatura, entraron, Haku riendo y Sasori con mirada de susto.
Al entrar al salón, se asusto aun mas, al ver que el salón ya estaba casi lleno.
-¿Sasori?... ¡Sasori!
El pelirrojo miro a quien le llamaba y se sorprendió mucho al ver a un rubio, pero se sorprendió mas al saber que lo recordaba.
-Na-Naruto
-¡Sasori! ¿Qué haces aquí? Pensé que estudiabas en casa-el rubio rio, alegre de haberse encontrado al pelirrojo. Se habían caído muy bien en el cine y ahora verlo en la escuela le parecía genial.
-Estudiaba…pero ahora vengo a la escuela aquí, supongo que estudias en esta escuela.
-¡Claro!...Ven, toma asiento por aquí-Naruto jalo a Sasori a un asiento a la mitad del aula, no le tomo importancia a Haku-Oye tu, idiota…quítate de ese lugar-le grito al azabache.
-¿Por qué eh de hacerlo?-contesto con aburrimiento.
-Porque ahí se sentara mi buen amigo Sasori.
-Hola Sasuke- sonrió con dulzura el menor.
-Hola.
-¡Quítate!-el rubio tiro a su novio de un golpe, para después tirar una libreta y su morral al suelo, donde Sasuke seguía tirado-Toma asiento.
Sasori fue sentado a la fuerza, miro a Haku en forma de disculpa, pero él le sonrió espléndidamente, para después descubrir que Haku se sentaba justo frente a Naruto.
-Buenos días tengan alumnos-aquel profesor de tés morena, entro, con la sonrisa que lo caracterizaba-Hoy empezaremos con un tema sencillo…Naruto.
-No yo no sé nada, se lo juro-aquel rubio, comenzó a reírse nerviosamente.
-Pero aun no te pregunto nada.
-…Aun así no sé nada.
-¡Sal ahora mismo de mi aula!
Sasori, miro confundido, los demás alumnos comenzaron a reír, incluso Sasuke, que daba la apariencia de alguien frio y serio, rio.
Iruka, comenzó anotar algunas formulas en el pizarrón, mientras anunciaba la llegada de un nuevo alumno (nadie le tomo importancia). Justo cuando termino de escribir y girarse a sus alumnos, la puerta se abrió de golpee.
-¡Te dije que te largaras Naruto!-grito el profesor, aventando el borrador.
-¡Yo estoy aquí afuera!-grito Naruto mientras se asoma por un lado de la puerta.
Cuando Sasori miro a la entrada, su respiración se detuvo, su corazón se acelero y su estomago sufrió un vuelco, a casi vomitar.
¡No podía creer que él estuviera ahí!
No por el que había llorado, no a quien quiso, no quien lo engaño.
Inmediatamente sus manos formaron un puño, aun estaba enojado por la traición de Deidara.
-Cof, cof…soy Deidara profesor-el borrador le había caído a él, justo en la frente.
-Lo siento… ¿Podrían explicar su retraso?-el moreno hizo señas para que pasaran todos, porque Deidara venía acompañado por 5 personas más, todos con mirada baja.
-Yo le diré profesor-se ofreció, un chico, bajito, de apariencia extraña, pues traía una extraña mascara.
-¡¿CUÁNTAS VECES TENGO QUE DECIRTE QUE TE QUITES LA MÁSCARA?!
-Bueno, está bien…no le explico nada-el mismo sujeto enmascarado, se fue hasta quedar atrás de sus compañeros.
-¿Y bien? Estoy esperando su justificación-Iruka comenzaba a desesperarse.
-Vera yo le digo…-Un joven, con múltiples perforaciones y cabello anaranjado se acerco al profesor.
-Otro que quiera explicarme, que no sea él, cara de alfiletero.
-Resulta que veníamos directo a la escuela-comenzó una chica de cabello azul y una gran rosa de origami adornándolo-Cuando veníamos, mi compañero Kakuzo, se dio cuenta que necesitaba un lapicero para escribir-todos los amigos asintieron, aprobando lo que decía la única mujer del grupo-Así que hizo que lo acompañáramos a comprar uno.
-¡¿Y por eso tanto tiempo?!-era obvio que el profesor no les creía nadita.
-Es que Kakuzo, no elegía ninguno…decía que todos eran muy caros-se defendió la chica
-Para que no comprara ninguno-acuso el mismo joven de cabello naranja.
-¿A no?-pregunto Iruka, curioso.
-No, se lo termino quitando a Tobi-dijo un joven de cabello gris, con ropa demasiado ajustada.
-Salió gratis-al parecer, Kakuzo, levanto un lapicero de punto fino y tinta negra
-¡¿Y?!...Es la excusa más débil que eh oído.
-Ah y también fue porque a Yahiko, no lo dejaban entrar-Tobi dio saltitos hasta llegar al mencionado y jalar un poco uno de los pearcing que traía-El detector de metales no paraba de sonar.
-Bueno eso suena más creíble, tomen asiento y anoten-Iruka se volvió a la clase y comenzó con su explicación.
Sasori enrojeció, al ver que Deidara pasaría a un lado de él, desvió la mirada. Pero Deidara ya lo había notado desde que había entrado al aula, no podía creer que aquel joven de fina figura estuviera con él.
¿Qué se supone que debería hacer?
¿Perdonarlo acaso?
Deidara lo había hecho sufrir, pero no podía negar que lo quería…
No estaba seguro…
Solo podía jurar que amor no era lo que sentía, aunque nunca hubiera sentido el amor, estaba seguro que cuando tenias desagrado y ganas de matar a alguien, no puedes amarlo ¿O sí?
Sus pensamientos fueron interrumpidos, cuando Sasuke (estaba a su lado) le golpeo el brazo y le dio un pedazo de papel.
“Me alegra saber que estas aquí.
No huyas, quiero hablar contigo”
Sasori miro hacia atrás, justo donde se sentaba Deidara, a pesar de su apariencia fatal, piel pálida, ojeras, delgado, este le sonrió y guiño un ojo. El pelirrojo volteo nerviosamente, con el rostro cubierto por un color carmín.
Cuando la campana sonó, Sasori recogió rápidamente sus cosas, y salió del aula junto con Haku, no sin antes recibir todos los trabajos que Iruka ya había dado y tenía que entregar.
-Te eh dicho que me esperes-el pelirrojo sintió el agarre en su hombro e inevitablemente su cuerpo se tenso-Disculpa, no quería asustarte.
-No lo has hecho-susurro Sasori, mirando hacia el piso, empezó a caminar.
-Quiero hablar contigo.
-No lo creo.
-No puedes ignorarme así.
-No quiero hablar contigo-Sasori volvió a intentar avanzar, pero Deidara lo agarro fuertemente del brazo eh hizo que volteará-Basta…me lastimas…
-Te ha dicho que no quiere hablar contigo-Haku encaro a Deidara, pero el rubio lo rebasaba en estatura, por lo que la escena era bastante cómica.
-Sasori.
-¡No!...No quiero oírte, no mas-algunas lagrimas salieron-Sabes lo que duele… ¿Qué me asegura que no mentiras de nuevo?...Déjame, no quiero saber de ti.
-No tienes ni una idea de lo que tus palabras lastiman.
-Ni tú de tus acciones…déjame Deidara ¿Acaso quieres destruirme más?
-¡Yo no te destruí!-el cambio de actitud del rubio, desconcertó a Sasori.
-Solo…solo no ahora…por favor-Sasori limpio las lagrimas y se fue con paso seguro a su siguiente clase, guiado por Haku.
Deidara lo miro irse, no sabía que había dañado a ese grado a su amado pelirrojo.
-¡Bienvenido a la clase de química!-grito el profesor-Toma asiento…
-Gracias-Sasori sonrió a su profesor, al cual, curiosamente, su rostro se le asemejaba al de una serpiente.
Con vestimentas bastante extrañas, una túnica, con un tipo de lazo, amarrado a su cintura, cabello largo y un rostro…feo, más que profesor parecía un hippie.
Y su compañero de laboratorio, no era menos extraño que el profesor, por debajo de la mesa tenía un espejo y constantemente se miraba en el, acomodándose su vestimenta sumamente ajustada que amoldaba su trabajado cuerpo.
-Bien, hoy aprenderemos que es un catalizador-sonrió ladinamente el profesor-Por favor pasen por su material que esta al fondo, por equipo de dos.
-Ve por el material-le ordeno el peligris que acomodaba su cabello.
-Si-Sasori se puso de pie, directo por todo el material indicado, acompañado por Deidara que le ayudo a cargarlo de regreso.
-Ten paciencia con Hidan, es egocéntrico pero…te divertirás a su lado-dejo el material en su mesa a pesar de que Sasori le recalco que no era necesario-El no hace nada que dañe su aspecto-le susurro el rubio en el oído, logrando que se estremeciera.
-Colóquense su equipo de protección-Orochimaru empezó a ponerse el equipo, sus alumnos lo imitaron-Para empezar, un catalizador, es un reactivo, que antes que nada, no afectara el producto de la reacción, lo que hace es acelerar o disminuir el tiempo en que se crearan los productos-al terminar ya tenía la bata blanca, los guantes y lentes de protección-Por ejemplo, aquí tenemos…
No término la frase porque inmediatamente una pequeña explosión se dio, la alarma sonó, las llaves de agua se abrieron soltando el agua, apagando el fuego y mojando a los alumnos que salían del aula, extrañamente tranquilos y aliviados de que la clase terminara.
El humo se esparció por el salón, inmediatamente el aire acondicionado, empezó a funcionar succionando el humo, como un tipo de filtro.
-¿Qué fue eso?-pregunto Sasori a Naruto, ningún otro salón estaba en evacuación.
-El maestro exploto-Naruto se encogió de hombros, viendo como Sasuke salía del laboratorio y lo primero que hizo fue ir a Naruto y verificar que estaba bien.
-¿El maestro exploto?
-¡Hizo BUM!-rio el joven de mascara, Tobi.
-No exploto el maestro-explico Sasuke, aliviando el asombro de Sasori.
-Extrañamente, todos sus experimentos acaban en una explosión o se incendia su mesa de trabajo-recordó Haku.
-Hubo una vez-Deidara se unió a la conversación-En que nos explicaba el efecto de la putrefacción y la función de las bacterias, su ejemplo fue el agua miel…y se incendio…
-¿El agua miel?-Sasori se rasco la cabeza, confundido.
-Así, también el agua miel.
-Por eso el laboratorio está equipado especialmente para cosas así-Hidan dejo de verse en el espejo para mirar como sacaban al profesor, directo a la enfermería.
-¿No les parece extraño?-Sasori miro a dos chicas de cabellera teñida, rosa y rubio, vestidas de porristas que miraban asustadas al profesor Caradeserpiente irse.
-Lo extraño. es que ya toda la escuela se acostumbro-reflexiono Sasuke.
-¿Saben lo que significa?-pregunto Haku.
-¡Hora libre!-gritaron Tobi y Naruto al unisonó y brincando alrededor de alegría.
-Vamos a las canchas-Haku le tomo la mano a Sasori y Sasuke y los jalo-Seguramente está entrenando el equipo de futbol-sus mejillas se volvieron rojizas y un pequeño hilo de sangre, resbalo por su nariz, el cual limpio Sasori con delicadeza, sin saber que significaba.
Naruto los alcanzo brincando cual Heidi en las praderas, con un aura de felicidad, detrás de él, las porristas directo a entrenar y al último iba Deidara con sus amigos.
-¡Muchachos!-el más bajo de todos se detuvo y giro al corredor de donde los llamaban y noto como un chico de lentes les hacía señas de acercarse, Sasuke se soltó del agarre y fue hacia el joven que portaba un largo abrigo morado.
-¿A dónde vas?-Naruto lo siguió, inmediatamente Haku y Sasori, para no quedar solo a la vista de Deidara, corrió con ellos.
-Hola mis jóvenes clientes-sonrió un poco-¿Alguna petición para hoy?-el peligris noto a Sasori-¿Eres nuevo?
-Sí, lo soy-susurro el pelirrojo.
-Vaya-sonrió aun mas y le extendió la mano-Bienvenido seas, yo soy Kankuro si gustas algún producto, dímelo, te puedo conseguir lo que quieras-se le acerco mas-Guías, planos de la escuela, respuesta de exámenes-conforme iba diciendo, abría algún lado de su abrigo-Relojes, joyería, tortas, jugos, alcohol, cigarros, mota, medicamentos, herramientas, ropa, libretas, libros, identificaciones falsas, expedientes penales, animes, discos piratas y originales, mangas, porno, computadoras, videojuegos, películas, entradas a cines, fotos de los alumnos, la clave del FBI, lubricantes, condones, pantallas, un bebe, perforaciones, recetas falsas, teléfonos, un pájaro Dodo, autógrafos de artistas, comida.
Sasori lo miro extrañado ¿Todo eso cabía en su abrigo?
-Tú pide y yo lo tengo.
-¡Sabia que estabas aquí!
El pelirrojo se tenso al oír esa voz, y se coloco entre Sasuke y Haku, esperanzado de que no fuera a él a quien buscaban, pero como siempre, se equivoco.
-¡Sasori!-Nagato, llevo sus manos a la cadera-Kankuro, espero no lo estés mal influenciando…esta cosita es mía-fue a él y le pellizco una mejilla con dulzura excesiva, todos los miraron extrañados.
-¿Lo conoces?-Naruto le pregunto a Nagato
-Claro, primito, el es mío ¿No se los has dicho Sasori?-recrimino infantilmente, el menor negó energéticamente con la mirada gacha “No puede estar pasándome esto a mi”-Estaba en el entrenamiento del equipo y escuche la alarma de incendios y como lo supuse, Orochimaru de nuevo exploto, así que supuse que mi Sasori estaría aquí ¡Y mira!
Haku miro furioso a Nagato ¿Quién se creía ese?
Deidara que venía detrás de Nagato, también lo miro feo.
-Hey amigos-Nagato tomo a Sasori de la cintura, este trato de zafarse desesperadamente, sin éxito-Esta cosita pelirroja es la que les comentaba… ¡Es mío!
-¿Cosita pelirroja? ¡Tengo un nombre!
-¿Tuyo?-susurro Deidara mirando a Sasori.
El pelirrojo miro esos ojos azules, asustado ¡No era lo que creía! Sabía que no tenía que darle ninguna explicación…
Aun mirando esas joyas azules, negó lentamente.
Todas las miradas cayeron sobre él, su rostro se torno rojo-jitomate, no quería tanta atención, apenas si podía decir su nombre frente a tanto público.
Pero solo se concentro en unos ojos azules, si los miraba no caería, víctima de un desmayo por vergüenza.
Sería un curso largo…
Pico la fruta que Leonor le había colocado para el almuerzo, después de ver entrenar al equipo de futbol, llevado a la fuerza por Nagato (capitán del equipo) escuchar la porra de algunas porristas y soportar tres clases más con las rarezas de sus compañeros de clases, ahora comía “tranquilamente” en la cafetería rodeado de más gente de la que nunca había visto.
Aunque no era la hora concurrida, había varios alumnos, el oír de los gritos, risas, platicas, el chocar de los cubiertos y la estación de radio que siempre sintonizaba la cafetería, lo estaban poniendo nervioso y aturdido, sin contar los gritos de Naruto y Sasuke, y la plática animada de Haku sobre la última película de fantasía que estaba en cartelera.
-Deberíamos ir… ¡En esta aparecerá el Dragón!-Haku llevo una cucharada de yogurt y sus mejillas se sonrojaron al descubrir que el durazno en yogurt era lo mejor.
-Le diré a Chiyo-susurro el pelirrojo, notando como en uno de las mesas de en medio, dos personas lo miraban, Deidara y Nagato.
No tardo en descubrir que ambos pertenecían al grupo más famoso de la preparatoria, mientras que ellos estaban en las mesas de la orilla, junto a otros de su mismo grado.
-¿Quién es Nagato?-pregunto Sasori, justo en el momento en que Sasuke y Naruto dejaban de pelear.
-Tu dueño-contesto el azabache, ganando una fulminante mirada de su novio y Haku.
-Hablo enserio-el pelirrojo se agacho mas, en una forma desesperada para escapar de las miradas del rubio y el pelirrojo.
-Pertenecen al grupo más famoso de la escuela, Nagato e Itiachi son los mayores, están próximos a salir…los demás van en nuestro curso… son muy codiciados en relación a las chicas y de chicos también-dijo Haku-Konan, la única chica de ahí, de cabellos azules… es considerada una de las más hermosas de la escuela, prácticamente son chicos ricos y mimados que solo viven de la popularidad… Nagato es el líder de ellos y sinceramente creo que es un prepotente, imbécil, engreído, presumido, orgulloso, machista y un idiota deportista.
-Y es mi primo-recordó Naruto, sorprendido de que Haku enfureciera de esa forma.
-No te preocupes… siempre dice que los nuevos son suyos-Sasuke llevo una galleta a su boca-No sigas su juego y se olvidara de ti.
-Gracias.
Realmente esperaba que eso sucediera, giro su rostro, analizando de nuevo el bonito y grande lugar y vio el motivo de una nueva duda.
Un joven, encapuchado, y aseguraba que era hombre, porque no había rastro de busto o caderas, vestido con una sudadera gris, unos jeans negros y tenis blancos, estaba sentado, solo, en una de las mesas del fondo.
Solo la boca, que masticaba lentamente, sobresalía del gorro de la misma sudadera y una extraña aura de terror lo rodeaba.
-¿Quién es?-el pelirrojo señalo al joven, lo había visto en todas sus clases, sentado solo, sin hablar con nadie, hasta el fondo, con la misma aura y no había escuchado su nombre, ni siquiera cuando tomaban lista.
-Uhm nadie sabe-contesto Naruto-Nosotros lo llamamos el estudiante “X” pues no habla, hemos trato de hablar con el varias veces pero…solo se levanta y se va, ni siquiera sé, como ha pasado todos estos años.
-¿Siempre esta solo?
-Ajam…no le conozco amigos, aunque a él le gusta estar así.
Los cuatro observaron a “X” curiosos, era una persona muy misteriosa, el encapuchado enderezo su cabeza y les hizo una seña obscena con el dedo corazón, de ambas manos, lo que provoco que los cuatro miraran a otro lado.
-¿A dónde vas Sasori?-Haku se levanto con la decisión de ir con su amigo.
-Al baño-señalo la puerta que daba a la salida de la cafetería.
-Te acompaño.
-No-negó lentamente-Los baños están cerca, sé como ir y regresar y no quiero que interrumpes tu comida por mí.
-¿Seguro?
-No me perderé.
Salió antes de que Haku se arrepintiera, como lo dijo, los baños estaban cerca y no tuvo ningún problema para llegar, a pesar de que estaban los mingitorios, pasó a encerrarse a un cubículo, por estúpido que sonara, le daba vergüenza que alguien más lo viera orinar.
Al terminar salió del cubículo y casi pego un grito de la sorpresa, Deidara estaba recargado en los lavabos.
Con el cuerpo temblándole, fue a lavarse las manos y se dispuso a salir sin dirigirle la palabra.
-Se que lo que te hice no fue lo correcto…tampoco soy merecedor de tu confianza de nuevo.
-Y si ya lo sabes ¿Qué diablos quieres?
-La oportunidad de ganarla de nuevo.
-¿Eh?-Sasori lo miro a los ojos y quiso que el gorro que traía, lo cubriera por completo.
-Tratare de conquistarte de nuevo…solo te pido que no me rechaces tan tajantemente.
-Pides mucho.
-Sasori…solo mírame-Deidara se le acerco y no hizo nada para evitarlo, sus alientos se mezclaban-No eh dormido bien en semanas…sufro
-¿Y?
-Dame esa pequeña esperanza.
-Deidara-no pudo decir más, pues los labios ajenos lo invadieron en un beso que extrañaba, que soñó por todo este tiempo y que necesitaba…
…Dolía…
Aunque solo fuera una fantasía de poco tiempo, era lo más cercano al amor que en toda su vida había sentido…un escape de su vida programada…
…un escape de su realidad…
Aunque le engañara con Itiachi o cualquier otro o otra… necesitaba eso que Deidara le hacía sentir…
…Libertad…
-Te dejare intentarlo…pero si no sucede nada, lo dejaremos y nada se volverá a intentar-sentencio Sasori, entre los brazos del rubio y dando verdad a sus palabras se alejo de el-No me obligues a nada.
-No te arrepentirás-susurro Deidara.
-Pero…-tal vez, después se arrepentiría de sus palabras, pero por hoy le era lo más sensato
“Tienes que salir de lo rutinario”
La voz de Haku resonó en la cabeza y tenía razón, no podía aferrase a lo mismo.
-Pero tu plazo es de cinco meses, no te daré más tiempo.
Deidara lo miro sorprendido y Sasori salió del baño, orgullosos del valor que tenia.
Solo esperaba que no fuera una mala decisión.