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De todo corazón por Tavita

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Notas del capitulo:

Uff... este capítulo salió MUY LARGO!

pero imagino que no actualizaré sino hasta el próximo año

Así que disfrútenlo ;)

Luego de aquel día jueves, con los calores del verano azotando hasta altas horas de la noche, su dormir fue mucho más tranquilo que otras noches, aun cuando en medio de su sueño, desvelado en algunos momentos por el terrible calor, recordaba las palabras de Rukawa sobre aquella ocasión y lo que había pasado. Y la verdad era que no estaba arrepentida.

Se volteó para mirar su reloj despertador que marcaba las 5.30 de la mañana. Aun así, el calor la mantenía despierta a largos intervalos donde a veces podía, incluso, escuchar la respiración de Kaede, al otro lado del muro, respirando rítmicamente.

-siempre duerme, sin importar si siente cualquier tipo de molestias- dijo para sí mientras intentaba volver a acomodarse entre la almohada y su ventana que, ahora, estaba completamente abierta- con la misma calma que cuando era niño- volvió a hablar para dejarse llevar por sus pensamiento.

Despertó luego de la siesta de verano, como lo hacían desde que los tres ingresaran a la Academia Illion para estudiar la primaria, se la pasaban practicando básquetbol para pasar el tiempo, mientras corrían por la parcela, buscando algo más que hacer, los tres se pasaban el balón o se dedicaban a hacer saltos para emular los entrenamientos que tenían en el equipo de la academia. De esta manera no sólo corrían mucho sino que también se pasaban el tiempo agotándose a propósito de los entrenamientos personalizados que habían inventado para ellos.

Hajime se levantó restregándose los ojos, ahora que ya cumplió los 9 años había crecido demostrando ser la más alta de sus compañeras y dando a entender que la altura era un rasgo de familia. Kaede tenía 10 años, casi 11 y parecía un muchacho de 14 y Touya, que ya había cumplido los 11, medía algo más que Kaede y tenía el mismo problema, se veía con más edad. Era por lo mismo que en el Instituto eran conocidos por andar siempre juntos a pesar de estar en cursos de diferente nivel. Por eso, y por estar los tres en el equipo de basquetbol y ser el centro de apoyo del equipo del Instituto. El equipo de la Academia era mixto, principalmente porque los muchachos tenían casi la misma edad y parecían no tener problemas en las competencias, salvo por los tres primos Rukawa que potenciaban sin problemas al instituto. Con la iniciativa de Touya cuando recién ingresaron a los primeros cursos de primaria y con el afán competitivo de Kaede y Hajime por lograr la atención del mayor, los tres habían generado un nivel muy distinto de jugadas de lo que tenían los otros niños. Los veranos se la pasaban entre un entrenamiento que mezclaba los juegos infantiles con las técnicas de básquetbol, a tal punto que llegaban exhaustos a la mesa de su abuela a comer la primera merienda a pesar de haber pasado la noche completa durmiendo.

-terminarán siendo profesionales- habló una vez, Oma Sakura cuando los niños terminaban con su leche y el arroz de la mañana. Touya, quien siempre ponía atención a las palabras de su abuela la miró con algo de incredulidad

-¿Tú crees Oma-Sakura?- preguntó con tono interesado

-si entrenan siempre como lo hacen hasta ahora, podrían llegar a jugar en ese equipo que ven por el cable, ¿NAC?

-NBA!- contestó, Hajime levantando su vaso

-¿Se imaginan llegar a jugar a Estados Unidos?- replicó Touya ante los dos niños que, sentados uno al lado del otro, parecían gemelos con el cabello negro azabache y los ojos azules y profundos. La belleza de Hajime se acentuaba día tras día, verano tras veranos, y aquel verano parecía una flor a punto de florecer.

-serás un excelente contendor- comentó Kaede mirándolo de reojo

-primero debes tener mi nivel, si quieres realmente competir- contestó Touya con aquel tono que era más que una invitación, estaba impregnado de un ardor nuevo y jovial.

Ambos sonrieron levantándose mientras hacían como que dribleaban un balón imaginario y otro, al mismo tiempo, saltaba como encestando en algún aro dentro de su cabeza. Hajime terminó rápidamente su comida mientras Oma Sakura intentaba mantenerlos en la mesa hasta que terminaran toda su comida

-Es mejor que se comporten- amenazó sin tener éxito. Los niños ya estaban saliendo por la puerta que daba al descampado, seguidos por Hajime que reía ante las amenazas que su hermano y su primo se hacían por lograr la mejor técnica.-…¡Niños!... ¡Kodomo-tachi!

El llamado de la abuela había quedado suspendido en medio de las risotadas, al igual que los juegos sobre todo en la hora de mayor calor del día, cuando el sofoco hacía imposible otra actividad que no sea nadar o dormir la siesta. La muchacha miró a su alrededor como intentando reconocer el lugar donde estaba además de acostumbrarse a la luz que se colaba por las ventanas de aquel cobertizo cerrado donde descansaban cuando el calor era demasiado fuerte. A su lado, un poco alejado, notó cómo Kaede respiraba rítmicamente sobre un tatami confeccionado de un entrelazado que a Oma Sakura le gustaba hacer con fibra vegetal secada al sol. Su cabello le caía sobre el rostro en aquel extraño corte que se dejaba hacer mientras iba creciendo y que, como ella misma lo molestaba, lo hacía ver como perro de la calle sin que dejara ver los ojos.

El muchacho se removió. El calor del verano había sido especialmente insoportable, y aun así, él completaba su siesta sin problemas, a diferencia de ella que ya el calor le abombaba las sienes y el sudor le apegaba la ropa liviana al cuerpo.

-te has despertado, Haji-chan- escuchó en un pequeño susurro frente a ella. Su hermano mayor la miraba con ese brillo en los ojos que le indicaba el cariño único que sentía por ella. La muchacha se sorprendió, cuando se quedaban mirando como ahora se sentía prisionera de la mirada de Touya, como si dentro de aquellos ojos color ámbar, la pudiera analizar completamente. Instantáneamente la muchacha se sonrojó

-me ha despertado Kaede-kun…

-shhh…- la silenció poniendo su propio dedo sobre los labios de la muchacha mientras se adelantaba. Luego miró a Kaede durmiendo plácidamente, y esa oleada casi imperceptible de la atracción eléctrica que sentía Touya por Kaede le pegó de lleno en el pecho. Por alguna razón sintió una tremenda pena- Kaede sigue durmiendo- le dijo, luego de una lave pausa, apuntando al muchacho

Hajime asintió y decidió levantarse de donde estaba con su primo durmiendo aun. Al parecer, como comenzaba a ser común en esos días, se  había molestado con la mirada que Touya le diera a Kaede, haciendo imposible de resistir la competencia que significaba la atención del mayor.

-¿Te enojaste?- le preguntó con su bello rostro fijo en el de ella

Hajime miró hacia atrás con sus grandes ojos azules reflejando un poco de enfado. Y era que, en cierta manera, ella tampoco entendía esos celos repentinos que le daban cuando su hermano se preocupaba tanto de Kaede.

-nunca podré tener tu atención como la tiene él- contestó, sin poner cuidado en bajar la voz. Sin embargo, siguió caminando sin ruido hacia la salida que tenía entre las camas improvisadas que habían hecho en el cobertizo. Touya se levantó de su sitio para seguir a su hermana menor. En cierta manera le causaba algo de gracia tener que lidiar con aquellos ataques de celos, pero durante el tiempo que estaba pasando en el año, y prisionero de ese cuidado instintivo que debía tener por cada uno de sus parientes que, notaba año a año, se iba transformando en algo más fuerte y personal que la sola responsabilidad del mayor de los niños del clan Rukawa.

-Haji-chan- la llamó, nuevamente, bajando la voz. La muchacha se detuvo y se volteó para encontrarse ahora de frente con el rostro cada vez más varonil de su hermano, Touya la observaba directamente mientras se inclinaba un poco para poder quedar con sus ojos a la altura de los de ella- mírate bien y mira a Kaede-kun- dijo apuntando al muchacho que, al parecer, seguía durmiendo plácidamente.

Hajime lo miró por sobre el hombro de Touya quien se paseaba de él a ella.

-¿Qué tengo que ver?- preguntó con curiosidad. El mayor sonrió algo complacido, la verdad era que entre Hajime y Kaede había cierta tendencia a la competencia, pero también una conexión que él nunca tendría con ninguno de ellos.- yo no le veo nada especial a Kaede-kun!

-son iguales- dijo como si el revelar aquel secreto, todo el mundo cambiara. La muchacha lo volvió a mirar con curiosidad y vio sus propios rasgos en aquel rostro dormido- el mismo cabello negro, los mismos ojos azules y profundos. La piel blanca como porcelana… si me preocupo por Kaede, es porque me preocupo por ti también.

Hajime se perdió en el rostro de su primo que aun era la de un muchacho en comparación con el rostro cada vez más varonil de su hermano y entendió lo que su hermano le quería decir. Aunque con algo de pesar

-yo soy más bella que él- dijo, finalmente- a ninguna chica le gusta que la comparen con un niño, Touya-kun!- reclamó algo ofendida, pero sí mucho más clara de lo que significaba aquella presencia de Kaede en la vida de Touya

El muchacho  mayor, mucho más alto que su hermana, se paró derecho y le tomó el mentón, parecía alegre y satisfecho con ese reclamo de su hermana menor. Los pómulos de Hajime se sonrojaron al notar la cercanía del mayor y la noción de que alguien más estaba en la habitación con ellos ante tal intimidad.

-por supuesto que eres mucho más bella que él- contestó mirándola con intensidad, haciendo aquel gesto que la apresaba por completo en los ojos ámbar del muchacho- pero eso no evita que se parezcan tanto.

Hajime asintió algo confundida por las palabras de su hermano. Se volteó rápidamente y salió del cobertizo mientras Oma Sakuda, quien se dedicaba a tejer a esas horas, vigilando el sueño de sus niños, la saludaba preguntándole si había descansado y si gustaba algo de limonada que aun tenía en la cocina y que la muchacha aceptó de muy buena gana.

Aquel verano había sido totalmente tranquilo, pero había sido el vaticinio de lo que sucedería un año después. Hajime se removió en su cama, sacando de su mente los recuerdos y disfrutando aquella brisa fresca que comenzaba a correr en mitad de la noche y que le relajaba cada músculo del cuerpo. De esta forma, y lentamente, se fue quedando dormida hasta que ya no tuvo conciencia de los suspiros y ronquidos de KAede al otro lado del muro de su pieza.

El muchacho, sin embargo, no se encontraba durmiendo como pensaba. Por el contrario, se había desvelado luego de la conversación con Sendoh y aquel beso tan natural que se habían dado bajo el farol de la calle de la casa de la estrella de Ryonan. Por alguna razón, aquel verano antes de la separación también había llegado a la memoria de Rukawa como si invocase los recuerdos por obra de artes oscuras.

Cuando Hajime saliera del cobertizo que estaba a media luz, Touya suspiró notoriamente, como si hablarle a su hermana le costara un especial esfuerzo. Era por lo mismo que no estaba preparado que al voltearse, y aun inmerso en sus pensamientos, los ojos escrutadores de Kaede lo miraran directamente, a la espera de tener la oportunidad de saber qué era lo que estaba sucediéndole a su primo mayor.

-¿Realmente crees que ella es más bella?- preguntó mientras se rascaba la cabeza.

-así que en vez de estar durmiendo, estabas escuchando- Touya entrecerró los ojos para darle mayor intensidad a sus palabras- eso no hace un buen niño, Kaede-kun

-estaban hablando de mi- contestó como si fuera obvio que pusiera atención

-pero no has escuchado lo importante- Touya se sacó su polera, medio húmeda por el calor de la siesta, y se la cambió por otra que había dejado para poder cambiarse. Kaede, esta vez, no desvió la vista. Había visto a su primo mil veces desnudo pero aquel verano comenzó a tener otro tipo de interés en aquellos desnudos- dije que te parecías a ella

-...y eso qué tiene de raro- dijo levantando los hombros. El Touya de este verano tenía un cuerpo mucho más trabajado de lo que el Touya del verano pasado tenía- todos nos han dicho lo mismo desde siempre

-pero ella no lo sabe- dijo sonriendo ante esa forma de ver las cosas que tenía Kaede- supongo que se pone celosa...

Dejó la palabra suspendida entre el espacio que había entre ambos ante la calurosa penumbra en la cual se estaban preparando para salir nuevamente a los juegos que dejaban la infancia atrás. Kaede, sacándose la polera para ponerse otra fresca, lo quedó mirando con especial atención, era obvio lo que significaban esas palabras.

-¿celosa?- Kaede se hizo el desentendido- debe estar loca

-o debe darse cuenta de todo lo que me interesas- dijo, abiertamente, haciendo que el muchacho se detuviera ante las palabras de su primo.

Kaede lo miró directamente y sus mejillas se sonrojaron. Touya sonrió con calidez y abrió la puerta del cobertizo para salir a la búsqueda de su hermana y la limonada que prometiera Oma Sakura.

-sonreía como sonríe Sendoh- habló en voz baja. La noche seguía avanzando lentamente bajo el andar de aquella brisa fresca que llamaba a seguir durmiendo- pero Sendoh no es como Touya... Sendoh está acá, conmigo- se dijo en su mente mientras volvía a cerrar los ojos para evitar los recuerdos recién avivados y volver a su sueño que le llevaría el descanso para poder terminar bien el día siguiente.

La mañana se presentó con un aroma delicioso a leche recién preparada y el arroz calentándose en el tostador. Kaede no estaba acostumbrado a aquellos desayunos propios de una familia, el aroma, además de ser tentador, lo llamaba a despertarse para poder ir a comer.

Cuando llegara a la cocina, Hajime se encontraba batiendo huevos para hacer panqueques con fruta recién cortada, cuando Rukawa viera lo que tenía sobre el mesón de cocina, se pudo dar cuenta que en realidad, el desayuno sería una interesante mezcla entre los desayunos occidentales y los ingredientes orientales. Al parecer la muchacha se estaba esmerando.

-no crees que es mucho esfuerzo?- preguntó sentándose frente al mesón repleto con los ingredientes

-el esfuerzo lo valdrá, te lo aseguro- dijo mientras le sonreía. Aunque había amanecido más pálida que de costumbre, parecía de muy buen humor- si quieres anda a vestirte, Sendoh vendrá para acá a desayunar, llamó por teléfono para avisar

-...no escuché que sonara el aparato- dijo probando un poco de miel desde el pote que estaba al frente

-algo raro cuando duermes, no?- dijo con tono sarcástico. Rukawa entrecerró los ojos, no pensó que con unos cuantos días, casi una semana, la muchacha sería tan cordial con él como para llegar a hacer incluso, una broma. Hajime sonrió para luego mirarlo de frente

-en Inglaterra aprendí a ser así, Kaede-kun- contestó sabiendo qué era lo que pensaba el muchacho, una habilidad que siempre había sido así entre ambos, como si la conexión que tuvieran fuera más que sólo sanguínea- deberías estar, al menos, contento de que no sea incómodo

-...nadie dijo que no lo fuera- contestó secamente. Pero en el fondo sabía que no era así, que en realidad, agradecía la compañía de la muchacha luego de tanto tiempo solo. Hajime, en respuesta, simplemente no lo escuchó y siguió en su trabajo con la comida.

Apenas sonara el timbre, Kaede apareció vestido con el traje tradicional para el Festival de Verano. Aquel año comenzaría desde temprano en la mañana, donde se lanzarían algunos globos de aire caliente al mismo tiempo que comenzarían las inscripciones para las actividades deportivas del día siguiente, tal vez esa era la razón por la cual Sendoh se apareciera tan temprano en el departamento.

-Morning!- saludó Hajime mientras abría la puerta- Sendoh-san, You look so handsome!- dijo muy naturalmente. Kaede alcanzó a escuchar y un dejo de celos se le incrustó en su estómago. desde que llegara la muchacha que aquel sentimiento se hacía presente demasiadas veces, pero cuando vio al muchacho de la preparatoria Ryonan entendió lo que su prima quería decir. El traje que llevaba Sendoh si bien era ligero, por el calor del día que ya se presentaba a esas horas de la mañana, era ceñido de un color azul vibrante que hacía que sus ojos se vieran mucho más brillantes de lo que normalmente eran. Sus labios, parecían perlas pulidas en medio del coral más brillante por el tono rosa vibrante que se podía ver en las comisuras de sus labios. Kaede tuvo que desviar la mirada pues se dio cuenta que se había quedado prendido y mirándolo más de lo normal.

-Thanks- contestó el muchacho mientras se inclinaba saludándola, luego miró hacia el pasillo de su derecha donde Rukawa lo miraba como hipnotizado. Al parecer no sabía bien qué decir en aquel momento

-I need change my clothes- dijo la muchacha mostrando su cómodo buzo color turquesa- I will back in a moment- sonrió amablemente a los muchachos mientras mostraba el desayuno preparado especialmente para ambos. Era obvio que para Hajime era más cómodo hablar en inglés que en japonés cuando la desbordaban ciertas emociones.

Sendoh le sonrió pero ahora con total alegría. Era como si la presencia de la muchacha realmente lo alegrara, más aun con Kaede a su lado, aunque no entendía del todo el silencio del muchacho.

-supongo que podemos comer ahora, no?- dijo mientras apuntaba hacia la mesa servida con la mezcla más exótica que había visto para tomar desayuno. Rukawa asintió sentándose en la silla que antes había utilizado para luego esperar a que Sendoh se sentara a su lado y comenzar a comer

-no sabía que vendrías

-tu prima me invitó- contestó el mayor mientras comía los wafles con miel y saboreaba la fruta recién cortada- yo sólo quería pasar por ustedes

-¿No crees que es algo temprano para venir a buscarnos?

-temprano?- Sendoh lo miró con los ojos muy abiertos y con comida aun en la boca- si es casi medio día!

-es sábado...

-y siempre practicas desde temprano...

-pero eso es cuando practico- Rukawa terminó de comer su porción de wafles para luego mirarlo directamente a los ojos, intentando, sin lograrlo, concentrarse. Hajime tenía razón, Sendoh se veía especialmente guapo aquel día- hoy no tenía práctica… podría estar durmiendo

Sendoh rió de buena gana mientras seguía comiendo su desayuno. Decidió que no lo tomaría en cuenta

-si dices que es tan tarde, por qué entonces estás desayunando?

-porque me invitó tu prima- contestó como si aquello fuese lo más lógico del mundo- desayuné algo ligero bien temprano en la mañana. Así que no me hará mal comer todo esto ahora… pensando que almorzaremos tarde

-se esmeró- dijo mirando a su alrededor

-quiere dar una buena impresión- dijo mientras también terminaba su propia comida. Rukawa asintió sin saber bien qué era lo que quería decir Sendoh con aquella observación- es porque vine de visita y al parecer, no se le hace muy extraño a tu prima que tú me gustes

Rukawa sintió que el corazón le daba un brinco. En una semana habían pasado de ser simples compañeros de prácticas –y de un estado constante de necesidad de recordarse que sólo eran eso y contrincantes cuando salían a la cancha a jugar por sus equipos- a una declaración tan importante como la que Sendoh le había dicho. Sus mejillas se sonrojaron haciendo que el ánimo de Sendoh mejorara notoriamente.

-Hajime me dijo que no eres muy bueno para hablar- comentó al escuchar una de las puertas de las habitaciones internas cerrándose- pero era porque muchas veces tenías la decisión tomada.

Iba a replicar aquello, la verdad era que si no hablaba era porque lo consideraba totalmente irrelevante o, como bien había dicho Hajime, era porque tenía una decisión más que tomada. Otra vez su prima, quien no lo veía desde cuando ingresaran a la pubertad, había dado en el clavo acerca de la manera en la cual pensaba. Sin duda alguna ella era una de las personas que mejor lo conocía.

Hajime se apareció ante ellos vestida con un bello kimono color caramelo con bellos dibujos de árboles de cerezos en flor en colores rosas y café de diversos tonos. El Obiage y el obijime eran de colores oscuros entre tierra y arena mientras el Obidome, hecho de jade, resaltaba en contraste con las finas telas de aquel kimono que parecía ser de una confección más bien casera, como se hacían antiguamente para las muchachas de la familia quienes se presentaban en sociedad en aquellos festivales. El cabello negro y brillante le caía suavemente por sobre su hombro izquierdo apenas tomado con el kanzashi que parecía ser de jade al igual que el obidome que adornada su cintura. Sus ojos relucían cuando miró de un rostro a otro de ambos muchachos, que parecían consternados, levantando su kago de tela bordada con retazos de fino hilo de seda verde jade y rosa sobre la tela oscura muy parecida al obi que llevaba puesto. El conjunto Kaede lo conocía bien, alguna vez Oma Sakura lo había preparado para que Hajime, la única nieta del clan, lo usara en los festivales de verano. Tal cual lo estaba haciendo ahora.

-guau- dijo Sendoh sonriéndole fraternalmente- estás preciosa

-muchas gracias, Sendoh-san- contestó la muchacha- pero llegaremos tarde a la inscripción de los juegos deportivos si no salimos ahora. And I’m hungry!... espero llegar antes que se acabe la comida del festival

-deberías haber comido desayuno…

-..eso arruinaría mi apetito!- Hajime sonrió cantarinamente. Con las mismas carcajadas que adornaban los recuerdos infantiles de Kaede- cuando llegue ordenaré todo. ¡Vamos!

Kaede asintió sin hablar. El pecho se le había apretado al verla tal cual la veía ahora camino al festival de verano. Era como sacar de una de las fotografías que guardaba su abuela de ella misma cuando joven y verla renacer, pero con la familiaridad de la pequeña Hajime quien volvía luego de mucho tiempo de estar ausente.

Para tener más privacidad a pesar de la cantidad de gente que caminaba por las calles camino al festival, Sendoh y Rukawa habían dejado caminar un poco más adelante que ellos a la muchacha quien a veces se volteaba para indicar algún negocio que aun quedaba desde que se fuera, recordando algunas casas cerca del parque yamashita, apuntando una cosa u otra, llevando la conversación según el ritmo de las cavilaciones de sus propios recuerdos de la ciudad hacía cinco años.

-estás callado- observó mientras doblaban una de las cuestas para llegar al parque que bordeaba la playa al otro lado de la cancha donde generalmente se reunían para practicar. Ahora el flujo de gente había aumentado considerablemente y también los rostros conocidos de aquellos compañeros de preparatoria de Sendoh. Desde uno de los extremos de la entrada al festival pudo ver a Koshino que lo saludaba con un gesto extrañado al ver quienes lo acompañaban al festival. Instintivamente levantó la mano para saludar.

-nunca he sido bueno para hablar- apuntó Rukawa mientras miraba a su alrededor. Era obvio que para las festividades la mayoría de sus compañeros de preparatoria ya se encontraban ahí y aquello lo molestó un poco puesto que no tendría tiempo para poder conversar con Sendoh como le hubiese gustado.

-me refiero- dijo levantando la comisura derecha de su labio-al parecer, Hajime te ha dejado algo pensativo…

Era imposible esconderle algo a Sendoh, mucho más luego de lo que había pasado luego del beso bajo la lluvia, aunque era posible que pensara que la muchacha tuviera la posibilidad de cambiar la decisión que tenía con él-…aquel kimono- dijo para evitar cualquier confusión.

Hajime, sin embargo, se volteó al escuchar la referencia del kimono y contestó por Kaede, puesto que no parecía ser muy explícito lo que su primo decía.

-Es el último que hizo Oma Sakura- contestó demostrando en sus ojos y el gesto de su rostro la pena que había escondida. Kaede sólo asintió.

-¿Oma Sakura?- Sendoh se sorprendió. La verdad era que nunca había escuchado de nada referido a la familia de Rukawa, ni de su vida personal o sus amigos- ¿No es nombre coreano?

-era coreana- explicitó Hajime

-nuestra abuela. Murió un tiempo atrás- puntualizó Kaede mientras entraban en el parque donde los recibían muchos niños repartiendo diferentes globos de colores. Hajime recibió uno de color celeste y luego se fue a ver los diferentes stand, principalmente para inscribirse en los juegos deportivos del día siguiente y encontrar donde comer. Kaede y Sendoh la miraban desde lejos, de la misma manera que cuidarían de un niño en pleno festival

-¿fue hace mucho tiempo?- preguntó Sendoh luego de que la muchacha desapareciera buscando algún lugar donde almorzar y luego de pasarles una ficha para la inscripción de las actividades deportivas del día domingo. Al parecer habría básquetbol pero en parejas.

Koshino, quien los había visto desde que llegaran, se acercaba para saludar. Aun así, ambos siguieron conversando dentro de las posibilidades que el ruido y la gente les entregaba.

-unos cinco años- contestó automáticamente. El incidente había sido demasiado complejo tanto para su familia como para poder explicarlo a las autoridades, finalmente todo había decantado en la separación de los primos y la declaración de la forma de muerte como natural.

Sin embargo, parte de la conciencia del muchacho, y ahora sabía bien que de la muchacha también, se sentía involucrada en todo lo que sucedió aquel último verano que terminó estrepitosamente con la muerte de su abuela, quien además de ser la vigía de los sueños infantiles, quien los cuidó con todo el amor que pudo haber entregado, era la que definió el final de aquella infancia rica de su presencia. El vacío, en momentos como aquella festividad, aun podía ser perceptible.

-me ha costado llegar acá- saludó Koshino cuando finalmente llegara frente a Sendoh. El jugador de Ryonan saludó amablemente- interesante que vinieran juntos al festival

-¿No puedo fraternizar con el enemigo?- sonrió Sendoh mientras Koshino saludaba a Kaede con una reverencia. El segundo no tomó en cuenta las palabras del muchacho mientras veía como Hajime volvía con grandes bolas de algodón de azúcar de distintos colores. Al parecer cuando hablaba de comida se iba en serio

La muchacha saludó con una sonrisa mientras entregaba una bola de algodón a cada uno de sus acompañantes, Kaede no hizo caso a la cara de interrogación de Koshino por lo cual fue Sendoh quien decidió hablar para presentarla

-Te presento a Hajime Rukawa-

-es mi prima- aclaró ante la automática abertura de boca de Koshino que indicaba que iba a preguntar otra cosa más

-se parecen mucho. Supongo que la altura es de familia- dijo sonriéndole a la muchacha. Hajime asintió complacida, sin saber bien cuál era la relación de aquel muchacho que acababa de llegar con su primo- han visto el programa. Tendrán un pequeño torneo de basket durante el día de mañana…

-¿También juegas básquetbol?- preguntó, Hajime, automáticamente. Koshino asintió algo confundido

-Koshino es parte del equipo de Ryonan…

-…tu preparatoria, no?- habló mientras apuntaba a Sendoh- me imaginé que sí jugabas por la forma en que caminas. ¿Cuál es tu posición?- preguntó la muchacha que, parada derecha, era más alta que el mismo Koshino

-Shotting guard- contestó con un bien pronunciado inglés- ¿Eres fanática del basket?

-si. Y en Inglaterra jugaba también- contestó sonriéndole con simpatía

Se escucharon algunas risotadas que lo distrajeron de sus pensamientos. Sendoh se volteó para ver quién hacía tanto ruido y cuando vio aquella cabellera rojiza sobresalir del grupo de amigos, se reprendió por no darse cuenta que No había nadie más en Kanagawa que Sakuragi con sus amigos y que hicieran tal nivel de ruido.

-¡Ja! Veo que el kitsune ya llegó para disfrutar el festival de verano!- saludó desde lejos al mismo tiempo que se acercaba caminando. La conversación entre la muchacha y el shoting guard de Ryonan quedó suspendida. Nuevamente la muchacha miraba a Sendoh para saber a qué atenerse ante tantas personas, porque no podía reconocer a nadie de los que estaban ahí como parte de la vida que dejara en Kaagawa antes de marcharse. Hajime se acercó por el lado de Sendoh mirando cómo el muchacho de pelo rojizo rodeado de sus amigos le gritaba a su primo- ¡supongo que tú y tu amiguito se inscribirán para el mini torneo de mañana!

-¡Hola Sakuragi!- saludó Sendoh levantando su mano derecha. Hajime seguía mirando intentando saber si aquel sujeto tan extraño era realmente un amigo o un lunático- veo que te has mejorado de tu lesión

-¡Sendoh!... una vez te dije que te ganaría, y he vuelto para hacerlo este año!... me siento como nuevo- habló entre risas y haciendo pequeños ejercicios de gimnasia en su columna. Finalmente sus ojos se centraron en la muchacha alta que estaba al lado de Sendoh. Si bien tenía ojos claros, era obvio que era pariente de Rukawa- veo que el kitsune tiene un familiar nuevo!... ¿Es tu hermana?

-… no molestes- contestó. La verdad era que ahora esos parloteos constantes de Sakuragi ya no lo molestaban tanto como antes, luego del campeonato nacional, entendió que era parte de la esencia de Sakuragi y que èste era también parte de su equipo. Un compañero con el cual contar en pleno partido.

Yohei se le acercó con algunos pompones de algodón de azúcar para repartirlos con sus amigos, y se inclinó ante la muchacha saludándola cordialmente. Al mismo tiempo, por la entrada principal entraba Akagi y Haruko, ambos vestidos con los trajes tradicionales.

-¡parece que toda la preparatoria está reunida acá!- saltó Haruko en su sitio al tiempo que pasaba de la mirada de Rukawa a Sakuragi y finalmente a Sendoh- Veo que te has recuperado bien de la lesión, Sakuragi

-JAJAJAJA- rió torpemente. Mientras Haruko le escribía sobre lo que sucedía en la preparatoria, era obvio que sus sentimientos hacia ella se hicieran más profundos, aun así había vuelto unos pocos días antes de que comenzara el nuevo ciclo escolar y no esperaba encontrarla tan pronto aun cuando media ciudad se encontrara en el festival- ¡el Talentoso Sakuragi está de vuelta, Haruko-chan!

-supongo que es muy cercano- habló Hajime mientras se apegaba a Sendoh como un animalito buscando protección. Un gesto que le pareció tierno y a la vez, demasiado cercano. Al parecer, Sendoh era para Hajime ya parte de la familia- Kaede-kun jamás dejaría que le hablaran de esa manera

-Sakuragi Hanamishi- dijo Sendoh agachándose lo suficiente para poder hablarle mientras lo apuntaba-  es uno de los jugadores de Shohoku. En el campeonato nacional ayudó mucho al equipo para ganar hasta el penúltimo partido, Rukawa tuvo un excelente desempeño también

-ya veo- la muchacha abrió mucho sus ojos, desde atrás del grupo que se estaba juntando, veía a Mitsui, el muchacho que recordaba de la cancha de básquetbol con otros tres muchachos más que no parecían tener muy buen humor. Aun así, le gustó ver un rostro conocido

-¡siempre tienes que hacer esos escándalos!- habló Rukawa mientras seguía hablando con la gente de su equipo, especialmente con Sakuragi. Ahora se le sumaban Kogure quien esperaba a Akagi desde hacía un tiempo en medio del festival y se había acercado al ver a Sakuragi.

Koshino y Sendoh saludaron animadamente, también lo hizo Hajime con una leve reverencia sin dar su nombre todavía.

-Veo que todo Shohoku se ha reunido- comentó Sendoh mientras hablaba con Akagi- ¿Cómo va la universidad?

-nada muy complicado. Aunque se tiene menos tiempo para poder entrenar- respondió el que fuera el ex capitán del equipo de la preparatoria Shohoku

-a mi hermano le va muy bien. Ha tomado cursos de física cuántica para poder postularse al programa de estudios de física avanzada- comentaba Haruko mientras Sakuragi la miraba impresionado. La verdad, era complejo imaginarse al rudo capitán Akagi estudiando algo tan complicado como eso

-bueno, Akagi nunca ha sido mal estudiante- comentó Kogure quien se servía algo de dulces

-¿Cómo va Ryonan?

-bueno, intentaremos ganarles este año- comentó Sendoh cordialmente al tiempo que Koshino asentía casi automáticamente. Hajime lo miró notando que, finalmente, había ese tono de real cordialidad, de quien se encuentra con viejos amigos- pero quiero presentarles a alguien. Ella es Rukawa Hajime- dijo mientras mostraba a la muchacha que, como dictaba el protocolo, saludaba con una inclinación de cabeza profunda y grácil.

Todos habían notado que estaba ahí, pero por respeto, nadie había mencionado nada para no incomodarla. Al igual que Sakuragi, todos habían notado que era algún tipo de pariente de Kaede Rukawa aunque este no la presentase

-es mi prima- dijo, finalmente. Todos asintieron notando el parecido e impactados por lo alta que era- vivirá conmigo durante esta temporada

-mucho gusto en conocerlos- habló la muchacha mientras saludaba educadamente- también estudiaré en la preparatoria Shohoku, imagino que seré compañera de preparatoria de mucho de ustedes- cuando terminara de decir eso, por el lado contrario aparecía Hisashi Mitsui con sus amigos. Llevaba el cabello corto y el traje oscuro que se utilizaba para esas festividades

-veo que nos hemos reunido todos- habló mientras saludaba a los presentes- tanto tiempo sin saber de ti, Hajime-chan

-hola, Mitsui-kun- saludó con una inclinación- no pensé que vinieras a estas cosas…

-no me aburren- dijo mientras miraba a sus antiguos compañeros de preparatoria y los saludaba uno a uno- ¿Vieron lo del torneo?... supongo que sería entretenido inscribirnos para mañana… digo, si no están muy ocupados

-…¡Pero qué cosas dices, Mitsuito!- habló Sakuragi con ímpetu- por supuesto que nos inscribiremos en el torneo… somos el equipo que casi gana el campeonato estatal!... al menos nos servirá para poder entrenar…

-no creas que te la dejaremos muy fácil, Sakuragi!- dijo Koshino entretenido con aquella actitud. Luego de la lesión en la espalda y el desempeño del equipo en el campeonato nacional, todos respetaban a aquel pelirrojo de carácter explosivo

-no creas que te tengo miedo… ¡Yo me inscribo! JAJAJAJAJA- dijo, finalmente

-¡Los equipos son de dos personas!- Haruko saltó sobre sí misma mientras miraba a Sakuragi- supongo que deberían separarse para que todos puedan jugar.. ¡Esto será muy entretenido!

-¿Crees que debamos inscribirnos?- le dijo Koshino a Sendoh que no supo cómo reaccionar. La verdad era que se imaginaba compitiendo junto a Rukawa, no en su contra

-deberías inscribirte- dijo, Kaede, directamente, como si Koshino no se encontrara ahí- así competiramos en la final del pequeño torneo…

-interesante desafío- sonrió Sendoh y tomó la ficha de inscripción para pasársela a Koshino- vamos a llenar esto…

-Veo que se ha reunido el equipo!- saludó Ayako con el mismo tono fuerte de Haruko, quien además, venía seguida del nuevo capitán de Shohoku, Ryota Miyagi - y se están poniendo de acuerdo para competir en el torneo de mañana?... ¿Usted también, superior Akagi?

-debo practicar a pesar de estar fuera de la preparatoria…

-todos debemos hacerlo- confirmó Mitsui mientras buscaba con quien competir- supongo que si Kogure no quiere competir, tendré que ser equipo contigo, Akagi

Akagi sonrió de buena gana y tomó la ficha que le entregara el que ahora estudiaría Educación Física. Luego de la rivalidad en la preparatoria, ahora podían decir que eran muy buenos amigos.

-…pero qué bien!... de esa manera la pareja más fuerte ganaría el torneo- se escuchó la voz de Ayako- es momento de que se inscriban… ¡Guau! Pero que linda chica!... supongo que son parientes- habló mientras apuntaba a Hajime y a Kaede- son idénticos!

-Soy Hajime Rukawa- saludó en una hermosa reverencia. A su lado, Ryota Miyagi intentaba que Ayako le prestara atención ante la interrupción de todo el equipo de Shohoku en medio del festival que daba el cierre del verano

-que lindos modales… eres bastante alta. Es raro ver a alguien de la familia de Rukawa-kun nunca nos habla de él ni su vida íntima

-es porque no me gusta hacerlo- dijo mirando a Sendoh que, mientras todos conversaban y hablaban de sus nuevas vidas se entretenía viendo la escena. Obviamente se sonrojó.

-bien… ¡Armemos esos equipos!- habló para todo el mundo- pronto se cerrarán las inscripciones!- y comenzó a pasear por entre los distintos grupos que se habían formado

-Hajime-chan- escuchó la voz de Mitsui a sus espaldas. Kaede y Hajime se voltearon, la segunda sonriendo coquetamente- supongo que mirarás cómo tu primo juega baloncesto…

-de hecho, pensaba en inscribirme para poder jugar- habló abriendo mucho sus ojos- pero no tengo pareja…-Con el kimono y tan arreglada como iba era muy complicado imaginarse a la muchacha jugando baloncesto- aunque no tengo pareja.

-jugarás conmigo- contestó Kaede instintivamente ante la mirada llena de sentimientos que Mitsui le entregaba a la muchacha que, al parecer, respondía muy bien. Kaede le quitó la ficha de inscripción para poder llenarla

-espero sea un muy buen torneo- dijo Mitsui, notando el ambiente tenso al cual había creado Kaede quien, luego de escribir su nombre y el de su prima más los datos personales, entregó la ficha a uno de los asistentes que estaban recorriendo por la gente para recoger las papeletas.- espero podamos competir

-ya están las parejas!- Ayako sonrió ante los que se encontraban a su alrededor- tenemos a akagi y Mitsui; Sakuragi y Miyagi; Koshino y Sendoh y Rukawa y Rukawa… esto se pondrá bueno

-¿Podrás competir bien?- le preguntó a su prima. Desde pequeños que tenían una manera demasiado coordinada de juego entre los tres. Sin embargo eso había sido hacía cinco años

-It’s not a problema, Kaede-kun- contestó mientras la sonreía- mañana verás- y le guiñó el ojo con picardía.

-creo que me gustaría pasear un rato con Hajime, si me dejas, Rukawa…

-que ella decida- contestó dándose vueltas mientras levantaba el hombro. Instantáneamente Hajime asintió mientras se acercaba a Mitsui quien, para impresionarla, la invitó a almorzar.

Luego de todo aquel acontecimiento, que había sucedido entre palabras, risas, saludos y encuentro de viejos compañeros, Kaede y Sendoh se pudieron alejar un poco para descansar mientras veían cómo lanzaban los globos de aire caliente pintados con vivos colores. En la noche del día siguiente harían lo mismo para dar por cerrado el festival.

-¿No estás cómodo?- preguntó Sendoh mientras tomaban asiendo en uno de los árboles que bordeaban la explanada con los stand principales del festival. La sombra y el viento eran perfectos para poder descansar

-me molestó que llegara tanta gente- dijo haciendo alusión a lo que había pasado hacía un rato con sus compañeros de equipo

-y no te gusta que te roben la atención de Hajime- dijo mientras sonreía

-desde pequeños siempre habíamos sido muy unidos. Supongo que estoy acostumbrado a que ella esté conmigo, nada más que conmigo…- Kaede miró a su alrededor mientras intentaba comenzar a explicar todo lo que había pasado desde pequeño. Se lo había prometido cuando lo siguiera hasta su casa. Sendoh debía saber toda la historia por su propia boca- a veces le decía que ella sería mi única chica en mi vida…

-pero ya no son unos niños…- dijo Sendoh notando el cambio que había experimentado el muchacho en el tono de voz. Y recordó lo que le dijera hacía un par de días sobre lo que quería que supiera de él y lo que significaba la llegada de Hajime

-no es eso- comentó apoyándose en el tronco del árbol- Touya, Hajime y yo éramos los mejores amigos. Un trío inseparables, competíamos y jugábamos basquetbol como si no hubiese nada más importante en la vida… el deporte que tanto amo, el desafío que mueve mi vida para irme a Estados Unidos a seguir jugando allá comenzó con ellos y lo sigo compartiendo con ellos… Ella es más que mi prima, Sendoh, es como tener una conexión con algo que va más allá de mí mismo pero de lo cual no puedo evadirme. Todo este tiempo lejos, no he sido yo,  sólo porque ellos han faltado, porque ella no ha estado…

 

-Vivirás con rukawa?- preguntó Mitsui mientras Hajime se paseaba entre los grandes lienzos pintados que bordeaban el templo

-el tiempo que me quede acá en Kanagawa, sí- contestó la muchacha- ¿Por qué?

-no se verá mal que una muchacha viva sola con  un muchacho?

-¡Pero qué dices!- Hajime sonrió con un brillo enigmático en sus ojos- Kaede-kun y yo somos primos, no veo nada raro en que vivamos en conjunto

-bueno… lo decía para molestar, nada más- Mitsui sonrió asintiendo- Hajime se sonrojó un poco, era obvio que el muchacho se empeñaba en quedar bien con ella, y debía admitir que era bastante guapo- creo que sería bueno ir a buscar algunos regalos de la feria… quieres llevarte algún peluche?

-¡claro que si!- dijo mientras asentía. Parecía una niña, recorriendo entre los puestos buscando el peluche que le gustara más. Caminaron algo más para bordear el templo y llegar a los puestos con juegos de destreza y tiro al blanco, cuando Mitsui se acercó a uno donde un peluche de hipopótamo le llamó la atención- quiero este!- dijo mostrándolo.

-lo tendrás- Mitsui pagó por los tiros hacia unas canastas que según el tamaño se podían pedir distintos regalos según los puntos que se entregaban. La canasta más pequeña era la que entregaba más puntos. Un desafío que no fue difícil para él- y acá tienes

-eres muy bueno para las canastas de tres puntos- le dijo la muchacha aceptando el gracioso animalito de felpa- supongo que esa es tu posición en el equipo de básquetbol…

-lo era- la corrigió- este año entro a la universidad, ya no estoy en la preparatoria, aunque le pedí a Ansai-sama si me dejaba ayudar en el entrenamiento de los muchachos. Se verá bien en mi historia de vida dentro de la Universidad…

Doblaban por una de las estrechas callejuelas que se aparecían por la forma en que estaban construidos los puestos cuando un hombre alto de tez morena se apareció. No iba vestido con el traje típico para las festividades, vestía unos jeans con una camiseta de manga corta y llevaba el cabello algo largo para su edad. Sin embargo el gesto en el rostro de Mitsui cambió drásticamente al notar de quién se trataba. El hombre, al verlos conversando se detuvo con un gesto que la muchacha no pudo descifrar bien

-Hisashi- habló Tetsuo mientras abría sus ojos con sorpresa. Aquel nombre le dio a entender a Hajime que era alguien de notable confianza para Mitsui

-Tetsuo- contestó Mitsui entre alegría y pesar- no sabía que ibas a venir al festival…

-llegué hace unos días a Kanagawa… vine a ver si te encontraba- dijo mirando a la muchacha que lo acompañaba. Lamentaba ver que mientras se había ido, el más joven no había estado perdiendo el tiempo

-Acá estoy- sonrió el muchacho mientras se acercaba, luego miró a Hajime- ella es Hajime Rukawa. Es prima de Kaede-san

-gusto en conocerte- habló Tetsuo. Si bien el misterio del nombre de la muchacha y de dónde había salido estaba aclarado, eso no decía nada con respecto a lo que hacía acompañando a Mitsui, aunque mirando aquel juguete de felpa, era obvio que Mitsui la había invitado a pasear- supongo que luego puedo conversar contigo, si lo necesito.

-siempre estaré, Tetsuo- habló Mitsui mientras le sonreía con la comisura de los labios- espero verte pronto… ¿Has estado bien?

-tranquilo- contestó también mientras asentía. Era obvio que conversarían mucho después puesto que su presencia no estaba contemplada en aquel encuentro

-bueno, nos vemos. ¿Vamos a almorzar, Hajime-chan?- preguntó el muchacho mientras Hajime asentía, el hambre se había acentuado luego de los globos de algodón de azúcar.

Caminaron otro trecho dejando atrás a Tetsuo quien los quedó mirando desde lejos. Al parecer aquella muchacha había llamado la atención de Mitsui y ella había correspondido sin ningún problema.

-supongo que es tu amigo…

-cuando hubo problemas en la preparatoria, Tetsuo siempre estuvo a mi lado…- ambos se sentaron frente a una mesa donde se ofrecían pequeños bocados de comida típica japonesa, la muchacha probó algo de las bolas de arroz, las sopas de miso, el pescado empalado, la salsa agria y la mezcla de algas hasta que llegaron los dulces con el té verde

-se ve algo rudo…

-lo es- contestó Mitsui mientras asentía- pero es un gran amigo…

-pero parece que no se hablan desde hace algún buen tiempo, no?

-tuvimos algunos problemas al finalizar el año escolar pasado- contestó intentando que sonara natural. Pero ahora que lo pensaba, sonaba a una típica pelea entre novios…- nada grave

-si tú lo dices…

-… bueno, bueno… no te invité para que me estés interrogando- cambió el tema, finalmente- quiero saber más de ti ¿Cómo es que Rukawa tenía una prima como tú y nunca lo supimos?

-me fui hace casi cinco años de Kanagawa, a Inglaterra…

-eso me lo habías contado- comentó mientras probaba más de la comida que habían escogido- ¿Juegan Basquetbol allá también?

-no mucho- contestó con ánimo. Al parecer, cuando la discusión se centraba en el deporte favorito de la muchacha, todo cambiaba automáticamente- pero había un club con un campeonato regular entre quienes cursábamos la secundaria por esos lados. Supongo que acá entraré a primer año ahora que lo pienso bien…

-pero Shohoku no tiene un equipo mixto- le advirtió de forma entretenida

-lo sé, aun así me gustaría seguir practicando…

-¿Y eres tan buena como Rukawa?- preguntó entrecerrando los ojos. Hajime lo miró directamente notando el noto desafiante del comentario

-¿Acaso no crees que una mujer pueda ser tan buena como el mejor de ustedes?- preguntó con tono altivo

-…no diría que Rukawa es el mejor de nosotros- dijo restándole importancia. El tono de la muchacha le había encantado- pero sí es muy bueno.

-Creo que lo subestimas un poco- aseguró tomando té verde- de todas maneras, mañana lo veremos en el campeonato y luego me podrás decir si efectivamente soy tan buena como mi primo- terminó de hablar. Su mirada se quedó fija en la figura de Tetsuo que había entrado a la zona de comedores del festival, era obvio que buscaba a Mitsui y que no se acercaría a menos que ella no estuviera.

-¿Todo bien?- preguntó Mitsui al notar que la muchacha terminaba los últimos bocados de los bombones de chocolate y masa de anis y terminaba su té- al menos no me puedes dejar plantado de esa manera

-no te estoy dejando plantado!- rió con alegría- pero he dejado a quienes me invitaron mucho tiempo solos. Sendoh-san y Kaede-kun deben estar preocupados… y no creo que pases mucho tiempo solo si me voy ahora.- terminó de despedirse enigmáticamente- nos vemos mañana, Mitsui-kun- se despidió con una reverencia llevando en su mano el peluche de felpa de aquel ridículo hipopótamo y el kago ahora lleno de golosinas y chucherías que había comprado durante el paseo por los puestos de venta.

No mucho tiempo después que la muchacha desapareciera del gentío, Tetsuo se apareció saludándolo y buscando a la muchacha para saber si podía sentarse para hacerle compañía.

-se ha marchado- le dijo para que finalmente se sentara en el mismo lugar donde anteriormente había estado Hajime. Era bastante probable que la muchacha lo viera desde lejos y por ello adelantara su partida- pero vaticinó que no estaría solo mucho tiempo

-sólo quería saber cómo estabas… pero de verdad- dijo el mayor. Mitsui sonrió ante aquella extraña escena. Desde que empezara el verano que no sabía nada de Tetsuo y ahora se presentaba como si nada hubiese pasado.

-más recuperado- dijo directamente

-sabes que no quería…- lo detuvo la mano del más joven.

-todo pasó y es momento de mirar hacia adelante, no es así?- Mitsui respiró hondo y se apoyó en la silla- ¿cómo está tu novia?

-bien- contestó automáticamente. Ese siempre había sido el problema para ambos, la muchacha que se interponía en aquella amistad que peligraba en caer a algo mucho más robusto y peligroso- Hisashi… debes entender que es lo mejor

-lo entiendo- dijo finalmente mientras se levantaba de la mesa. Tetsuo no sólo era su mejor amigo, era un hombre admirable, con el que compartiría su vida si fuese necesario- pero no lo comparto… Creo que es momento de marcharme, mañana será un largo día…

-¿Realmente te interesa esa muchacha?- preguntó antes de que se fuera- es bastante guapa…

-nunca he estado con nadie que no me interesa, Tetsuo- dijo marcando las palabras, haciéndole entender que la presencia de Hajime no era solo para disimular los sentimientos que él se negaba a tomar en cuenta- no es una pantalla ni mucho menos

Tetsuo asintió y también se levantó. Entendía perfectamente bien el mensaje que había detrás de todo aquello

-es realmente bella- dijo asintiendo- y me alegra de que finalmente entendieras.

 

-no entiendo por qué no quisiste jugar conmigo en el torneo de mañana- comentó Sendoh mientras comía un helado, a su lado pasaron algunos niños con pequeñas cometas en forma de dragón correteando a otro grupo de niñas que llevaban cometas similares pero en forma de estrellas

-ya perdimos un día de entrenamiento en esto- dijo mientras miraba en rededor. Desde que Hajime se fuera que Rukawa se mostraba algo nervioso, como si estuviera constantemente buscándola- no quiero perder otro día, menos antes de entrar a clases.

-o sea que quieres competir conmigo… nuevamente- dijo sonriendo y algo extrañado por la forma en la que Rukawa miraba a todos lados. La curiosidad comenzaba a matarlo- ¿Y si gano?

-Hajime te preparará la comida- contestó automática

-¿Acaso es una trampa para que vuelva a tu casa y nos quedemos todo el día juntos?- preguntó en un tono inocente pero con mucha significancia en el brillo de sus ojos. El mayor de los muchachos se había acercado suficiente como para que solamente él hablara

-…estúpido- le contestó Rukawa realmente turbado- ahora está Hajime viviendo conmigo…

-a ella no le parece molestar todo esto- dijo como quien hablaba del clima. El sonrojo de las mejillas de Rukawa no desaparecía- …tal vez deberíamos invitarla…

Aquella insinuación hizo que el rostro de Rukawa se volviera de un escarlata intenso. Bajó la mirada al suelo sin saber qué decir. Los ojos de Sendoh aun lo escrutaban, sin notar lo que había despertado dentro de la memoria del muchacho, sus palabras más que nada habían sido para que el muchacho se sonrojara más con ese adorable toque en sus mejillas y verlo tan excitado como, sabía, podía estar un joven de su edad ante tal propuesta.

-¡Ahí están!- se escuchó una voz dulce que les hablaba justo en frente de ellos saludándolos para llamar su atención. Algunas personas la miraron buscando quiénes respondían ante tal llamado y se sorprendieron al notar a dos de los jugadores más conocidos en Kanagawa- los he estado buscando por todas partes… ¿Qué comen?

-toma mi helado- dijo instantáneamente, Rukawa y ambos se quedaron congelados. Finalmente el muchacho se marchó- iré a buscar otro- y dejó a Hajime y Sendoh en medio de las personas.

El último verano que habían pasado juntos había sido tan caluroso como el que estaban viviendo ahora. Sin embargo, con el fin de las clases, los tres primos Rukawa se irían a casa de Oma Sakura tal cual lo hacían todos los años, en aquella ocasión, los padres de los tres niños se habían puesto de acuerdo para hacer una cancha de básquetbol en medio de la parcela de manera que podrían entrenar sin ningún problema. A los 10 años de Hajime, los 11 de Rukawa y los casi 12 de Touya estaban ansiosos porque finalmente llegaran las vacaciones.

Como todos los fines de semana, se encontraron en la casa de Kaede, debían estudiar para los exámenes finales y así poder tener más tiempo de vacaciones –puesto que evitaban los exámenes de evaluación si se sacaban peores notas- Hajime, como siempre, había terminado su tarea con anterioridad por lo cual veía una película mientras su hermano mayor y su primo terminaban de hacer las tareas. Aquel día también era especial, por las responsabilidades de la empresa, los padres de Hajime y Touya no estarían en la ciudad durante la semana por lo cual se quedarían al cuidado de los padres de Kaede hasta que llegaran, por lo cual los tres tendrían una pijamada durante todo el fin de semana antes de volver a clases

-no sé cómo se demoran tanto- habló la muchacha mientras miraba su película. Veía una historia de princesas, de esas fantásticas que tanto le gustaban- deberíamos estar entrenando…

-anda sola, si quieres- habló el mayor mientras sonreía. Hajime se volteó para mirarlo de frente aun apoyada en el cojín gigante- así puedes precalentar

-luego tendría que esperarlos nuevamente- dijo sin ánimos. Se volteó completamente para apoyarse en la mesa- además me gusta esta película

-la ves todos los fines de semana…- puntualizó Kaede con mal humor. Su primo, frente a la mesa de trabajo, sonrió con ganas- pareces de esas niñitas del colegio que siguen a Touya- volvió a hablar con algo de celos

-¿Te siguen niñas, hermano?

-esta semana ha recibido dos cartas- volvió a hablar Kaede

Touya sonrió a ambos y negó con la cabeza. Le hacía gracia el interés de Hajime y los celos de Kaede ante aquel tema

-ellas no me interesan- dijo de forma simple y marcada. Como si aquello hiciera que se entendiera más- con ustedes me basta para tener gente a quien querer…

-…pero hermano, con nosotros no te podrías besar como con ellas- dijo mientras volvía al televisor donde el príncipe finalmente besaba a la princesa luego de la ardua batalla. El castillo había sido devuelto a su reino tal cual lo prometiera- no de esa forma…

-contigo no, porque eres mi hermana- dijo asintiendo mientras miraba la escena con los efectos especiales.

-¿Y besarías a Kaede de esa manera?- preguntó ahora prestándole toda atención. Al otro lado Kaede que lo miraba fijamente se sonrojó ante la insinuación. Touya abrió la boca para decir algo, la verdad es que le había sorprendido la pregunta de su hermana tanto como la reacción de Kaede- Si quieres… yo lo besaría por ti… a mí me agrada mucho Kaede-kun!- contestó mientras se le acercaba con sus ojos llenos de interrogación

-… Haji-chan- la detuvo, aun algo choqueado por la escena- creo que aquello no es así de simple… además, creo que es justo que Kaede-kun también decida con quien quiere besarse… si es que quiere hacerlo, más cuando se trata del primer beso

-El primer beso es importante?- preguntó su hermana- ¿Lo es para ti, Kaede-kun?

Rukawa abrió más sus ojos. No quería tomar partido en aquella ridícula conversación, menos sabiendo que Touya esperaría una respuesta que lo beneficiara o al menos que clarificaran los sentimientos que tan decididamente Rukawa intentaba esconder.

-Un beso con cualquiera de ustedes dos, para mí estaría bien- dijo, finalmente- si es el primer beso no cuenta si es con tus familiares

-eso es verdad, hermano- dijo Hajime, nuevamente dispuesta a buscar información con aquellas preguntas que tanto incomodaban a su hermano y su primo- un primer beso con un familiar no cuenta… porque si es así, mi primer beso sería con mi papá!. Kaede es muy inteligente en decir aquello- finalmente la película se terminó y Hajime se paró de la sala- iré a calentar, terminen pronto para que juguemos antes de que se vaya el sol.

Ambos se quedaron escribiendo en silencio al tiempo que escuchaban los botes de la pelota de básket contra el piso de cemento del garaje. Touya finalmente paró de escribir y apoyó su cabeza en su mano para mirar directamente a Rukawa.

-Así que aun no te decides entre Hajime y yo- dijo cuando notara que Kaede terminaba de escribir en su cuaderno-

-no entiendo a lo que te refieres…- contestó mientras guardaba sus cosas

-si no te decides- dijo mientras se levantaba- entonces tendré que tomar una de las cartas que tanto te molestan y ver qué posibilidades tengo con alguna de aquellas niñas…

-Tal vez deberías, aunque creo que podrías lastimar a Haji-chan si haces algo así

Touya lo miró con curiosidad y luego sonrió. Era obvio que parte de la conversación era broma y otra parte escondía los deseos del muchacho, finalmente habló

-¿Acaso quieres compartir a Hajime?- dijo sonriéndole- así no tendríamos que pelearnos por las muchachas de secundaria que tanto me miman ¿No lo crees?

-es muy extraño- habló Sendoh mientras terminaba su helado

-nunca ha sido diferente- comentó la muchacha mientras veía el helado de crema y pistacho que le había dejado el muchacho- al menos sigue teniendo los mismos gustos, aunque veo que se comió las galletas de chocolate que siempre le echa a esto…

-Es lo primero que se come- dijo Sendoh. La primera vez que vio a Rukawa comer ese helado le pareció extraño que pidiera las galletas y luego se las comiera rápidamente porque consideraba que dejarlas mucho tiempo era que “se pasaran”

-gustos extraños- dijo mientras se comía una cucharada- pero siempre deliciosos- dijo mientras miraba al muchacho con un brillo de picardía. Sendoh, al notar el verdadero carácter de Hajime rió de buena gana, era obvio que la muchacha disfrutaba en poner en jaque a quienes la rodeaban

-tienes una carita de ángel, pero pareciera que no muchos de sus escrúpulos al respecto

Kaede se acercaba con otro de sus helados con mezclas extrañas notando cómo Hajime y Sendoh se entretenían y lejos del recuerdo que había revivido

-supongo que debemos guardar energías para mañana- dijo finalmente la muchacha mientras miraba el mar. A su espalda estaban Sendoh y Rukawa sentados mientras comentaban la puesta de sol, había sido entretenido ver a los amigos que volvían del colegio al mismo tiempo que compartían con la muchacha nueva, muchos se habían dado cuenta de su presencia y era obvio que para el día siguiente, con el cierre del festival de verano, las habladurías se acrecentarían más con su presencia

-debemos hacerlo si queremos ganar- contestó Rukawa mientras la miraba paseando. Hajime se volteó y sonrió a ambos

-iré al departamento ahora- dijo sonriendo. Era obvio que ambos querían tener un poco de privacidad- te veré allá, Kaede-kun. Ha sido un excelente paseo, Sendoh-san- dijo mientras se inclinaba ante el muchacho que los había invitado- nos veremos mañana en el torneo.

-Ahora entiendo lo especial que es para ti- habló Sendoh mientras seguía a los últimos rayos de sol caer y apagarse tras el sol- es una muchacha encantador

-siempre ha sido así- dijo mientras se apoyaba en la pared hecha de rocas. Pronto la noche llegaría- dispuesta a hacerte reír y a enfrentarte… la única muchacha en mi vida

Sendoh lo observó sin interrumpirlo. Sabía que cuando hablaba más de dos o tres palabras era porque estaba dispuesto a hablar sobre sí mismo. Rukawa se veía cansado luego de todo el ajetreado día, pero también se veía hermoso, tranquilo y en paz. Nunca antes lo había visto antes, con ese sentimiento tan palpable en su rostro, como si nada le faltara.

Por el contrario, cuando lo conociera, tenía en su piel aquella necesidad de siempre ir buscando más, siempre estar en búsqueda de algo que le hacía falta, como si no estuviera completo

-ella te completa- comentó al azar.

Rukawa lo miró directamente sin entender bien cómo reaccionar. Aun así el muchacho sonrió y asintió, no quería engañar a quien se había acercado tanto a su corazón

-pero no de la forma que crees- contestó mientras se miraba los dedos entrelazados con los de Sendoh. Cuando caía la noche las miradas de los demás estaban perdidas en la oscuridad, y aun cuando estaban a vista y paciencia de todos, tenían más libertad para estar así, tranquilos y con las manos entrelazadas esperando el completo ocaso- ella es mi familia

-no te juzgo- dijo mientras levantaba los hombros- es obvio que es parte de tu pasado. Pero como te dije antes. Yo quiero estar acá contigo, para lo que sea- y mientras la tarde se iba, Sendoh se le acercó para besarlo en los labios con el ímpetu que sintieran bajo la lluvia y equivocaron los gestos que decantaron en sus labios.

Notas finales:

bueno, la verdad no sé si están ahí, leen o no leen

pero debo decirles que al final la historia ha cambiado tantas veces. Sólo tengo listo el final y me doy cuenta que eso que dicen de que "cada personaje sabe que hacer" es cierto.

Esperemos que les guste la historia en toda su complejidad

cariños!


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