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Zorras pelirrojas. por nezalxuchitl

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Notas del capitulo:

"How can I make you feel again? / All my dreams are just visions I can´t bear

 

You want something that I can´t give / I cannot keep living in this bitter dream

 

¿Como puedo hacerte sentir otra vez? / Todos mis sueños son solo visiones que no puedo concervar.

 

Quieres algo que no puedo darte / No puedo seguir viviendo en este sueño amargo. - Wintersun, Time, fragmento"

 

Jari practicó hasta muy noche. Era perfeccionista y cada cosa en su vida debía de ser perfecta: su música, su ropa, su novio… Este último era el que más se le salía de control, pues como era algo vivo y pensante, con  voluntad propia, no siempre seguía la suya. Esto no le gustaba a Jari, por eso no acostumbraba tener pareja ni mascota… Pero Juha valía la pena (más que un gato); era muy bello, muy lindo y (también ronroneaba) se había acostumbrado a él.

Era agradable saber que estaba en casa, sentir su aroma en las sabanas, ver su ropa sucia en el cesto (no más de tres días). Jari encontró especialmente agradable encontrarlo tendido sobre la cama, sin tapar, con su cabello rojo reluciente desparramado sobre la almohada (como su tinte manchaba había optado por la ropa de cama negra) y usando una de sus camisas negras con dragones bordados.

Nada más, como pudo comprobar al levantarle el faldón de la camisa y ver su pene, yaciendo lánguido sobre lo alto de su muslo. Se pasó la lengua por los labios y cogió el miembro, masajeándolo suavemente, como si tocara el suave intro de una canción…

Juha despertó moviendo la cabeza de un lado a otro. Abrió un solo ojo, gris, y sonrió al ver que hacia su novio. Lo cerró y se fingió dormido, disfrutando de las caricias en su pene y de las miradas ardientes que sabía le dedicaban esos ojos azules.

-Arriba. – le dijo Jari, palmeándole un muslo.

-Me quede dormido esperándote…

-¿Ah sí? ¿Qué querías hacer?

-¡Tantas cosas… - se dio la vuelta – pero ahora solo quiero dormir.

-¡Oh no! – Jari le dio una nalgada - ¿Cuántas veces te he dicho que no te pongas mi ropa? Ahora me compensarás.

Lo jaló, haciéndolo arrodillarse en la cama, de espaldas a él. Pegó el bulto de su bragueta a su trasero desnudo, abriéndole la camisa, olfateándole la nuca.

-Apesta tu pelo. – le dijo terminando con el ultimo botón.

-Grosero. – respondió Juha sonriendo y pegando su trasero al bulto, moviéndolo de arriba abajo. No tenía mucho, pero lo tenía firme y bien curveado.

Jari lamió su cuello y pasó sus manos por su pecho desnudo. A Juha le encantaba sentir sus manos sobre o dentro de él; eran tan hermosas, tan masculinas… Sus dedos eran casi demasiado largos; se le marcaban los huesos y algunas venas, por los largos años de trabajo manual. Verlo tocar la guitarra era casi tan bueno como oírlo.

Pero lo mejor era sentirlo: unos dedos de uñas muy cortas pasaron sobre su pezón, haciéndolo gemir. Jari repitió. Sus yemas eran un poco duras por el constante roce con las cuerdas, y eso le encantaba. Le encantaba que Jari fuera flaco, nervudo, inconsciente de lo sexy que era con su nariz grande, como de brujo, y su arreglo personal sencillo pero pulcro. La barbita que a veces se dejaba crecer por estar demasiado ocupado para rasurarse no le sentaba tan bien pero si se sentía bien sobre su piel, raspándola, principalmente en las áreas más sensibles…

Ahora estaba afeitado y comiéndole el otro lado del cuello. Juha puso sus manos sobre las suyas y las siguió a donde querían tocarlo: el pecho, la cadera, más abajo. Jari volvió a masturbarlo y el cogió la mano libre entre las suyas y la acercó a su boca, acariciándola, lamiéndola, chupando dos de sus dedos.

-¿Ya quieres que te lo meta? – le preguntó el rubio creyendo que retóricamente, pero Juha negó y se dio la vuelta.

Metió las manos bajo la camisa de su propia banda, tocando la piel antes de exponerla a la vista, lamiéndola de modo lujurioso en dirección al pezón, prendiéndose a él y mordisqueándolo con sus dientitos.

Jari terminó de quitarse la camisa en lo que Juha le desabrochaba el cinturón y la bragueta, acariciando su bulto a través de la ropa interior antes de que Jari jalara todo abajo, quedando desnudo. Juha lo jaló entonces a la cama, montándosele encima y volviendo al ataque sobre su pecho. Las hermosas manos de Jari recorrían su cuerpo, apretando los sitios más carnosos y que más le gustaban: muslos y nalgas.

-Juha… - Jari sentía urgencia por poseerlo, cada musculo de su cuerpo vibraba, pero su hermoso novio estaba haciéndole el amor lentamente. – Juha… - insistió.

Juha le tapó la boca con una mano y siguió acariciando su pecho con sus delgados labios. Su cabello, bien suave, acariciaba también. Sus muslos apretaban los lados de la cintura de Jari, masajeaba su bajo vientre con sus nalgas, nalgas que el agarraba y trataba de llevar abajo.

Comenzaron a forcejear. El rubio quería poseerlo pero el pelirrojo aún no terminaba de disfrutarlo: el sabor de su piel, el tacto de su cuerpo delgado y duro… Jari intentó someterlo pero él se valió de su maña. Rodo jalándolo y ambos cayeron al piso, Jari abajo. Gruñó y trató de dominarlo con más fuerza. Juha se opuso con más fuerza y el resultado fue que  el jugueteo siguió, solo que más rudo: frotadas y alientos de dos que luchan, mordiditas por parte de Juha. Rodaron por el piso, también, Jari tratando de penetrar, Juha tratando de evitarlo, hasta que finalmente Jari lo sujetó de costado, su pecho contra su espalda.

-Ahora veras – amenazó jalándole el pelo y pasándole una pierna encima, para sujetarlo.

Rápidamente, se chupó dos dedos de la mano libre y con ellos penetró a Juha, jalándole más el pelo. Juha gimió con el cuello estirado hacia atrás. Excitado, Jari le mordió el cuello mientras lo preparaba, haciendo el movimiento de mete y saca con sus dos dedos. Los sacó y los llevó a la boca de Juha, para que los ensalivara de nuevo. La lengüita de su novio los acarició con lujuria, mojándolos, chupándolos, no quería dejarlos ir, le encantaban… pero le gustaban aún más en su otro orificio.

Juha volvió a gemir, disfrutando de los largos dedos, de los hábiles dedos de Jari. Este, más suave, ahora le besuqueaba la oreja, acariciándole el cabello. Le quitó la pierna de encima y se acomodó para penetrarlo.

-Ummm! – Juha se arqueó de placer al sentirse penetrado.

Jari volvió a tirarle del pelo para ver su expresión complacida, resoplando el también por el placer que le producía el ceñido ajuste de Juha. Con su otra mano le sujetó la cadera contra el piso para comenzar con el mete y saca, acariciándolo todo con la mirada, en especial ese rostro tan bello en cuya boca entreabierta veía la lengua moverse, como si besara a un amante invisible.

Jari le soltó el pelo y le puso su brazo de almohada, acercándose a él. Juha se volteó, repegándosele lo más que pudo, invitándolo con su lengua a poseer su boca. El rubio no se lo hizo decir dos veces: capturó sus labios delgados entre los suyos, penetró su boca con su lengua, recorriéndola toda por dentro por enésima vez, mientras su cadera golpeteaba rítmicamente contra sus nalgas, taladrándolo bien profundo.

Juha cogió la mano que tanto le gustaba y la llevó a su pecho. Movía su cuerpo en coordinación con el de su amante, enroscaba su lengua con la suya. Llevó su mano a su pene, pero Jari se mostró reacio a masturbarlo; solo le dio unas flojas caricias, insuficientes. Juha insistió, tratando de guiar su mano pero Jari se negó. Cogió sus bolas (completamente depiladas) y las masajeó.

-Quiero mamártela cuando acabe. – le dijo en una pausa que hicieron para recuperar el aliento.

-Quiero correrme… - suplicó Juha.

-Te correrás – le respondió, poniéndolo bocabajo y montándose sobre el – pero por detrás.

Juha gimió y llevó las manos atrás, tocándolo, hasta que Jari se incorporó, retirándose momentáneamente de él y llenándolo de ansiedad.

El rubio le juntó los muslos y colocó las rodillas a sus lados: separó las nalgas y ensartó su pene en el orificio levemente dilatado. Apoyó las manos a los lados de los hombros de Juha y lo embistió con vigor, frunciendo el ceño como cuando cantaba, con los ojos casi cerrados y la boca abierta, resoplando. El cabello caía hacia abajo, ocultando parcialmente su rostro. Apretaba sus nalgas cada que empujaba dentro de las nalgas de Juha, haciendo que se le marcaran los hoyuelos justo arriba de ellas. Todo su cuerpo estaba en tensión, penetrando al pelirrojo, incapaz de hacer otra cosa que meter su polla una y otra vez, más rápido, más rápido, más rápido!

-Jari, ¡oh Jari! ¡Jaaaaa… ri

Juha se había corrido ya, así que podía abandonarse a su placer. Le dio aun mas recio, pujando guturalmente. Una gotita de sudor cayó hacia la cabellera de Juha. Un instante después su semen se desparramaba en el interior de su cuerpo.

Jadeante, Jari se acostó sobre él. Hurgó con su nariz en el cuello de Juha, encontrando su aroma por debajo del del tinte de pelo.

-Me encantas. – no podía decirle que lo amaba.

-Prometiste mamármela. – lamentaba que no se lo dijera.

Jari lo volteó bocarriba y descendió rápidamente a besos por su cuello y torso. Llegó al pene, que había perdido algo de su firmeza y lo frotó con fuerza, apretando más en la punta para volverlo a poner como de roca. Entonces se lo llevó a la boca, engulléndolo casi por completo al primer intento (Jari no solía comer pollas), haciendo su mejor esfuerzo por succionar y mover la lengua a la vez, sintiéndose recompensado por los gemiditos de Juha y por su mano acariciando y guiando su cabeza.

Se lo sacó de la boca para descansarla, frotándolo de nuevo. Miró hacia arriba y sus ojos se encontraron con los de Juha, que apoyado sobre un codo flexionado, boquiabierto y despeinado, era una de las imágenes más eróticas que podía haber. Lamió la puntita de su pene y luego lo lamió todo, masajeando de nuevo las bolas. Volvió a engullirlo y a chuparlo, disfrutándolo, hasta que Juha terminó en su boca.

A Jari le costó aceptar que Juha terminara en su boca (era muy seme), pero como la opción era que se le corriera en la cara (algo mucho más uke, y con el inconveniente de que podía caerle en el ojo) prefería comerse el semen y dejar que el pelirrojo le hiciera el facial solo en las ocasiones especiales.

Juha se sentó y jaló a su novio por debajo de los brazos para besarlo en la boca, buscando un resabio de su sabor en lo que lo abrazaba.

Cansado de la dureza del piso Jari se levantó, ayudó a Juha a levantarse y lo dejó entrar primero en la cama. Se le unió y se besaron otro poco antes de acomodarse cada uno en la pose que prefería para dormir.

 

Continuara...

 

Notas finales:

La mejor cancion del mundo! Bueno, exceptuando las favoritas de Nightwish que no se comparan con nada. Realmente no puedo decidir entre esta, Time, o Sons of winter and stars, de Wintersun. Aqui les dejo el video en vivo con Jari en toda su gloria (este hombre me pone como tren!!! *¬*):

http://www.youtube.com/watch?v=HSiaJjqaFZE

Aqui estan las fotos de quienes yo me imagino como Juha y como Mikko Uusima su amigo (el que aparecio el capitulo anterior, quienes leyeron Rapto en la epoca vikinga no es el mismo Miko Kylmanen, su sobrino):

http://i1026.photobucket.com/albums/y326/NezalXuchitl/Juha_zpsb4d781e3.jpg

http://i1026.photobucket.com/albums/y326/NezalXuchitl/mikkoelamigo_zpsd4ebb49a.jpg

Kiitos! (gracias!)

Proximo capitulo proxima semana! Viernes o sabado! Hauskaa joulua!!! (feliz navidad!!!)

 


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