Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Rain por YuukiPhantomhive

[Reviews - 19]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

안녕하세요! (Annyeong haseyo!)*

 

Aquí nuevamente!!  Con un nuevo cap.!! =)

 

Como siempre , recordar que este es un universo alterno y los personajes no me pertenecen (blah blah blah) sino a sus respectivos autores, y yo no los utilizo con algun animo de lucrar.

 

Gracias por leer!! =9 

 

 

CAPÍTULO VI

Sweet Temptation

 

 

“Bgrr”…ahí estaban, otra vez, sus estómagos sonando al unísono; mientras se encontraban acostados en los mullidos sillones de la sala.

 

– ¿A qué hora viene el señor Minase? ¿Creen que ya se olvidó de nosotros? – dijo el menor ojiverde de apenas 7 años.

 

– ¡Maldito viejo! ¡Tengo hambre! – gritó el mayor.

 

– Debemos entender que tiene trabajo y… – “bgrrr” –…lo siento…tengo mucha hambre – se disculpó el castaño.

 

– Sakura aún no ha vuelto ¿verdad? – preguntó Kurapika.

 

– No, ellos siguen de viaje.

 

Hace un mes que su madre había vuelto a su antiguo empleo de aeromoza y aún no se acostumbraban a verla menos de tres veces a la semana. El señor Minase asumió gustoso el cuidarlos en su ausencia, pues al haberlos visto crecer, él decía que los quería como a sus verdaderos nietos. Se encargaba de proporcionarles desayuno, almuerzo y cena, ya que los cuatro eran más que inútiles para las labores de hogar. Después de todo, los cuatro eran varones y el mayor apenas alcanzaba los 15 años de edad, razón por la cual el abuelo de Makubex administraba su dinero temporalmente.

 

– ¡Ya basta! ¡Haré algo de comer! – con mucha determinación, el mayor se fue a la cocina y comenzó a buscar algo comestible en la alacena y el  refrigerador. – Bien, creo que puedo hacer omelettes – dijo mirando los ingredientes que pudo encontrar.

 

– Mamá tenía este libro de cocina, puedes seguir las instrucciones. – el menor había encontrado en el librero de la sala algo que posiblemente le sería de ayuda a su hermano.

 

– No creo que sea difícil, digo, es solo cuestión de seguir instrucciones ¿no? – dijo muy seguro de sí mismo mientras buscaba  la receta para preparar omelettes, cuando al fin la encontró, puso manos a la obra.

 

No podía evitar mirarlo sonriente mientras cocinaba. Le parecía asombroso el cómo enfrentaba con valentía cosas que desconocía totalmente. Después de sus padres, Ranmaru era la persona que más admiraba. Parecía no tener miedo alguno. Aunque Kurapika decía  que “es solo un idiota que no piensa antes de actuar”, él no creía lo mismo. Él lo veía más como valentía, la fuerza y confianza que  él jamás tendría para sí mismo.

 

– ¡Listo! – El mayor puso el primer omelette en el plato y se los alcanzó a sus hermanos para que lo probaran.

 

– No debería ser negro ¿verdad? – comentó Kurapika al recibir el plato – Así no se ve en la foto.

 

– ¡Es que salió muy tostado! – replicó el mayor rápidamente.

 

– Mnn... – los menores miraban el plato con desconfianza – Y no creo que la cáscara de los huevos sea uno de los ingredientes…

 

– ¡Pero escuché que son muy nutritivos!

 

– ¡Hermanito, el omelette no se deja comer…! – el más joven trataba de encajarle el tenedor a la primera obra culinaria de Ranmaru sin mucho éxito.

 

– ¡Argh!!!- finalmente terminó exasperándose – ¡Yo que me preocupo por ustedes y les cocino algo!! ¡¿Acaso no pueden dejar de criticar?! ¡¿Por qué son tan ingratos conmigo?!

 

– ¿Acaso tu idea era envenenarnos para no preocuparte más? – dijo con ironía el rubio menor.

 

– Ya dejen de pelear, ahora lo intentaré yo ¿bien?… – comentó Kazuki, en voz alta para interrumpir la reciente discusión, y comenzó a cocinar con los ingredientes que sobraban.

 

(Media hora después)

 

– Tiene lo bordes quemados, pero al menos es decentemente comestible – dijo Kurapika después de probar el platillo recién hecho. “¡Cómo un crio de diez años puede expresarse de esa forma!” era lo que se preguntaba mentalmente el mayor de los cuatro cada vez que lo escuchaba hablar con palabras, a su parecer, difíciles.

 

– ¡Sí, está rico! ¡Tenía tanta hambre! – comentó el ojiverde.

 

– Gracias. Qué bueno que salió mejor ¿verdad? – respondió Kazuki a sus hermanos menores.

 

– Bueno…debo aceptar que lo hiciste mejor que yo. – comentó Ranmaru con el orgullo un poco dolido. – Así que de ahora en adelante tú te encargas de la comida, y yo me haré cargo de la limpieza ¿vale? – concluyó mientras le extendía su mano en señal de querer estrechar la suya para cerrar el trato.

 

– Vale. – Ambos estrecharon sus manos mirándose fijamente. De pronto, la puerta de la calle se abrió.

 

– ¡Ohayou, chicos! – entró diciendo muy sonriente el  señor Minase – Qué bueno que aún se encuentran con  vida.

 

– ¡Maldito viejo! ¡No vengas todo despreocupado a decir ese tipo de cosas! – replicó el mayor.

 

Comenzó a reír con solo recordar aquella vez. Desde ese día él se encargó de aprender todo lo referente a la cocina y lo que más le gustaba hacer eran los postres. Felizmente estaba solo en casa, de lo  contrario sus hermanos lo hubieran creído loco por  comenzar a reírse solo.

 

El sonido del timbre llamó su atención. Dejo en la mesita de la sala el libro de cocina italiana que compró recientemente y fue a abrir la puerta.

 

– ¡Hola, C-U-Ñ-A-D-I-T-O! – saludó Sakura, quien se veía muy emocionada.

 

– ¿Ah? – Tardó un poco en asimilar sus palabras hasta que cayó en cuenta – jajaja… ¿Acaso Ranmaru al fin te propuso matrimonio?

 

– Aish ¡claro que no! – dijo ella entrando a la casa. Kazuki cerró la puerta y la siguió. – Ese idiota dice no acordarse de nada, a pesar de pregonar por todo el  barrio que se casaría conmigo cuando creciéramos…Pero no hablaba de mí, ¡sino de ti y Jubei!

 

– …

 

– ¿Cuándo pensaban decírnoslo, ne?

 

– ¡Nunca! Se supone que era un secreto… ¡¿cómo te enteraste?!

 

– ¡JA! Tengo mis métodos. Así que ¿haciendo cosas a mis espaldas?

 

– ¡No hacemos nada! – contestó totalmente rojo de vergüenza.

 

– Buuu… ¡qué aburridos!

 

– Escucha… Jubei es mi amigo y nada más.

 

– ¿Entonces?

 

– Bueno, soy consciente de los sentimientos de Jubei, pero no lo puedo dejar de  ver solo como un amigo.

 

– Awnn… entonces ¿ni siquiera un beso?

 

– ¡Que no!! – dijo ya exasperado por su insistencia. Ranmaru y Sakura eran las únicas personas capaces de sacarlo de sus casillas tan fácilmente. – ¡¿Acaso me estas poniendo atención?!

 

– Sí, sí – contestó ella sin dar mucho crédito de ello con el tono de su voz. – ¿Te gusta alguien más?

 

– ¡¿Eh?!... yo… no, nadie, todavía.

 

– Mnnn… – Sakura lo miraba de forma inquisitiva, como si pudiera ver a través de él.

 

La puerta de la casa se abrió en ese momento, entrando Ranmaru y Leorio. – ¡Sakura! ¡Qué sorpresa verte! – dijo el pelinegro. – sigues tan linda como siempre…

 

– ¡Oye tú, me debes un helado de D’Elisia! – Le interrumpió ella – ¡antes de que te fueras, te gané una apuesta y prometiste comprarme el helado más grande de esa tienda!

 

–… Pero…esa tienda ya no existe ¿verdad?

 

– ¡No me importa, tú me compras mi helado! –  dijo sujetándolo del brazo para arrastrarlo a la puerta.

 

– ¿Solo viniste para cobrarte el helado? Al menos esperaba un “Hola, Leorio, ¿cómo estuvo el viaje?” o algo así ¿no?

 

– ¡Claro que no vine solo por eso! ¿Quién crees que soy? Yo vine a hablar con Kazu sobre… – pero no pudo terminar la oración, pues el castaño le hacía gestos para que  dijera nada.

 

– ¿Sobre qué? – preguntó Ranmaru con curiosidad.

 

– Sobre…enm… ¡Sobre la próxima novela que se va a estrenar! ¡Sí!

 

–… ¿En serio?

 

– Aish, ya vamos por mi helado – concluyó ella, llevándose a Leorio consigo.

 

– Pienso que ella necesita hacer más amigas – dijo el mayor – mira que venir a molestar para hablar sobre una novela…

 

– ¿Y cómo les fue? – preguntó. Quería cambiar el tema lo más rápido posible.

 

– Todo el papeleo está hecho, el traslado de Leorio a mi universidad está completo – respondió dejándose caer en el sofá – Aunque fue difícil, teníamos que hacer  cola para todo ¡Odio la burocracia de las instituciones públicas!… ¡Estoy tan cansado!

 

– ¿Tienes sed? ¿Quieres que te traiga algo para beber?

 

– ¡Sí, jugo de maracuyá!

 

– Pero, hay limonada en la nevera y…

 

– ¡Jugo de maracuyá! – repitió Ranmaru con actitud infantil.

 

– Ni siquiera tenemos maracuyás, Ranmaru…

 

– ¡Maracuyá, maracuyá! – insistía poniendo ojos de cachorro.

 

– Bien, iré a comprar – el menor salió en busca de la susodicha fruta, dejándolo solo.

 

Sakura le había dicho muchas cosas en las que pensar el día anterior. Pero de todas ellas, en lo que más pensaba era en Kazuki y el hecho que no le había dicho nada acerca de su relación con el vecino. Sí, ya se había enterado. Y se sentía frustrado porque su hermano jamás le guardaba secretos. Sentía cierta incomodidad que no sabía cómo explicar. Sakura le había dicho que era muy “mamá gallina” y que debía darles más libertad a sus hermanos porque ellos ya estaban en la adolescencia. “La edad difícil” decían, pero cómo iba a lidiar él con eso, si, siendo sincero, él mismo aún seguía comportándose como uno.

 

Ellos ya no tenían 12, 10 y 7 como cuando su padre falleció, cinco años habían pasado y naturalmente cada uno de ellos, llegado el momento, iría en busca de su destino tal vez muy lejos de su hogar. “Papá, los niños crecen muy rápido” dijo al viento, esperando una respuesta que nunca llegó. No quería ser egoísta y decirle a Kazu que se quedara con él para siempre, a su lado, solo porque no quería más cambios en su vida. Porque no quería sentir que su familia se deshacía. El castaño se había hecho cargo de muchas responsabilidades que le competían y sin embargo, nunca se quejó, no podía exigirle más. Incluso sentía que fue el menor quien cuidó de él y no de viceversa, como debería haber sido.

 

El sonido de la puerta abriéndose le hizo saber que alguien había llegado. – ¿Kazu, encontraste…?

 

– ¡¡TOMA TUS MARACUYÁS!!!! – recibió con la cara la bolsa con frutas que le había lanzado Kurapika. – ¡¿Cómo se te ocurre pedir jugo de maracuyá, si ni siquiera es temporada?!! ¡¿Sabes cuántas tiendas tuvimos que visitar para conseguirlo?!!! ¡¡¿TIENES IDEA??!!!!

 

Definitivamente iba a extrañar mucho su vida actual. Sí, incluso estos momentos. Iba a ser difícil cuando los “pequeños” decidan dejar  el nido.

 

 

 

*Continuará…*

 

 

 

Notas finales:

* Aquí con la onda k-pop xD y eso debido a que Kim Hyun Joong estuvo en mi país  hace poco. Por supuesto, fui a su fanmeeting y fue una locura total, desde la larga cola...y el apachurramiento entre las fans...y en fin. No conozco mucho de k-pop y grupos, pero me conozco  a unos cuanto por los dramas. Y  quien no conoce a Ji Hoo de BOF!! XD (no, no levanten la mano...)

 

Conversación entre mi amiga y yo:

Ella: Viene el líder de SS501 ¿escuchaste?

Yo: Sí, viene Ji Hoo!!! *0*

Ella: No se llama Ji Hoo, su nombre es Kim Hyun Joong...¿Vas a ir al fanmeeting?

Yo: Sí, me voy a ver a Ji Hoo!!! *¬*

Ella: ¬___¬'

 

xD, bueno, así lo conozco, y mi canción favorita (y única que conocía al momento de ir) es Because I`m stupid . Vendría a convertirse en uno de los soundtracks de este fic, porque fue una de mis fuentes de inspiración para escribirlo. Incluso ya pensé en cambiar el título del fic (como había dicho al principio) pero ya, mejor dejémoslo así ^.^' . 

 

Volviendo a lo del K-pop, en abril viene Super Junior!! de los cuales solo conozco a Siwon (*3*)  y Donghae (*¬*) por un drama (la adaptación de Skip beat!). Por cierto, buscando imágenes de ellos dos, he visto algunas muy interesantes FD...

 

Nuevamente: Gracias por leer! <3

 

See you!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).