Con el sol deslumbrando sólo lo necesario, el cielo claro con algunas nubes adornándolo, y la ligera corriente de aire que refrescaba a los seres que habitaban aquel lugar; era el ambiente perfecto para que cualquier persona se sintiese en un espacio de ensueño.
Este cálido amanecer daba la bienvenida al par de jóvenes que aun yacía sobre el campo. Pero un pequeño e inofensivo insecto revoleteaba divertido sobre el rostro del pelinegro que hacía muecas inconscientemente, de la molestia comenzó a abrir los ojos y el bicho asustado voló lejos.
POV SEUNG
Sentía un sosiego que antes no había sentido, no tenía frío ni calor, era extrañamente agradable. Solamente un fastidioso insecto interrumpía eso. Pestañeé un poco y éste se marchó. Inhalé mucho aire y me aferré más a mi almohada.
¿Almohada?
¡Oh…oh!
Abrí los ojos de prisa y… y lo tenía pegado como si fuera parte de Mí. Aunque eso no era lo peor, sino que él también me observaba… aunque “adormilado”.
Tragué.
-¿Seeuung? –preguntó cerrando los ojos despacio.
De un segundo a otro sentí mi cuerpo estremecerse, y sobresaltado me alejé. Él se removió en las mantas y después se quedó quieto, dormía.
Toqué mi pecho, y mi corazón latía rápidamente. Inhalé y exhalé. Me calmé.
Lo observé y no se movía. Creo que no estoy bien. Últimamente mi forma de ver a JiYong ha… ¿cambiado?
Tal vez me estoy preocupando demasiado por él y me he olvidado de mí.
Porque yo veo a JiYong como a… un… ¿hermano menor? ¿No?
¡Claro!
Por eso me preocupo y pienso mucho en él.
-¡¡SÍ!! ¡¡ESO DEBE SER!! – exclamé feliz por mi conclusión
-um… um… ¿Qué… que… pasa? –creo que hablé muy fuerte
-¡Ji! Ya despertaste – sonreí – eres un dormilón.
Me miró y se enderezó un poco. Con sus ojos entrecerrados observó a su alrededor, aun parecía dormido. Se echó y cerró los ojos. Creí que cabecearía otra vez, pero no. Acercó sus manos al rostro, respiró hondamente y jadeó.
Lucía tan tierno…
…¡como hermano!
-levántate, debo llevarte a tu casa – le dije y me paré. Sacudí mi ropa.
-¿Qué hora es? – pregunto aun echado
Vi en mi Smartphone – las 7:32
-está bien – se sentó y arregló un poco su cabello
– Ven – le extendí la mano y él la cogió.
No sé si lo dije antes, pero su piel es muy suave.
FIN POV SEUNG
Una sonrisa traviesa cruzó por el rostro del mayor. Afirmó el agarre, y con un excedente de fuerza lo jaló.
-¡¡AAUUCH!! – se quejó el menor al “estrellarse” con el cuerpo del otro. Elevó su vista y se halló con los profundos ojos de Seung.
La posición en la que estaban no era cómoda para ninguno. Sus cuerpos estaban muy juntos y sus rostros a centímetros de adherirse. El peliblanco tenía las manos apoyadas en el pecho del pelinegro y éste las tenía en la espalda media de su acompañante. Sus miradas se perdieron fugazmente en la del otro… aislándolos en una pompa donde solo existían ellos.
No obstante un intruso los sacó de la utopía en la que se hallaban; el paso del viento ingresó removiendo la cabellera y refrescando los rostros levemente ruborizados de ambos. Pestañearon repetidas veces.
El primero en reaccionar fue el peliblanco, agachó la mirada intentando apaciguar a su corazón que había acelerado sus latidos, absorbió aire con naturalidad y con mucha delicadeza dio un paso atrás, obligando al mayor a soltarlo.
Guardaron silencio por unos minutos, pero no podían seguir así. Alguien debía hablar.
-ahm… cr…reo que… deberíamos irnos – sugirió el menor en un murmuro, sin ser capaz de levantar la vista.
-sí – afirmó – vamos – no lo esperó y se puso en marcha. JiYong se desconcertó por su actitud, pero no le dio mucha importancia. Recogió las mantas y corrió un poco hasta estar atrás de él.
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-aah- suspiró Ji.
Estaban en la carretera y no habían dicho palabra alguna. Seung parecía pensativo y el menor no quería interrumpirlo. Por lo que estaba aburrido.
-Ji – lo llamó
-sí- respondió volteando a verlo.
-ahm… quiero preguntarte algo – decía sin quitar su vista de la carretera.
-¿Cuál?
-¿Por qué… ibas a ese hotel, anoche?
-ah bueno, el Sr. Lee me invitó para celebrar mi cumpleaños.
-umm…
-él fue a la universidad por la mañana para darme su saludo y, ahí me invitó.
El mayor asintió. En su mente pensaba si debía decirle las sospechas que tenía sobre los verdaderos propósitos de ese hombre. Pero no tenía pruebas para afirmarlo.
“lala…lalalala…lala…lalala…lala…”
-es el mío – avisó JiYong y sacó su Smartphone del bolsillo.
-¿Aló?
-JiYong – reconoció la voz que lo nombró
-oh, buenos días Sr. Lee – al decir esto el mayor lo miró reprobatoriamente, pero él no sé dio cuenta, ya que su vista no estaba puesta en el pelinegro.
-buenos días
-… ahm
-¿Qué ocurrió ayer? No llegaste a la cena
JiYong sintió remordimiento al olvidarse de llamarlo para avisarle que no iría – lo… lo lamento – dijo apenado
-supongo que si te fuiste, es porque tenías que hacer algo importante… ¿no?
El menor miró de reojo al mayor – umm…
-¿estás con Seung hyun? – inquirió y sorprendió al joven.
-¿co…cómo lo sabe?
Una pequeña risa se oyó del otro lado – el mesero me dijo que alguien te había llevado, jajá fue muy gracioso su rostro de preocupación, yo también lo estuve, pero después de describirme quien te había “raptado” supe que era él.
-discúlpeme por haberle hecho perder el tiempo
-tú no eres una pérdida de tiempo. Igual… podemos quedar otro día – insinuó
-claro. Usted dígame cuando y donde, y yo iré – dijo pensando en cómo enmendar su falta, pero para aquel hombre fue un ofrecimiento en “Bandeja De Oro” porque la plata quedaba en un nivel muy por debajo de lo que valía el joven.
-te avisaré. - dijo sonriendo lujuriosamente – no sabes cuánto tiempo he esperado probart… té en una cena, contigo.
El menor creyó que fue un error de su mente el interpretar “mal” algunas palabras que dijo… - claro, a mí también me agradaría.
-nos vemos JiYong
-adiós Sr. Lee
-adiós – colgó
-ahora me siento mejor - balbuceó y se acomodó en el asiento.
-no salgas con él – dijo Seung serio
-¿a mí?- se señaló el menor
-¿hay alguien más? – preguntó dándole una mirada por unos segundos y después volvió a ver la pista.
-¿Por qué?
-no me parece confiable
-¿qu…ué?
-no creo que sea una persona en la que debas confiar… tanto.
-pero, él es una persona que ha trab…
-sí, sé que trabaja para tu familia y que es… bla…bla…bla - rodó los ojos – pero no quiero que salgas con él. No me cae.
Ji ladeó la cabeza un poco – ¿no quieres que salga con él… porque no te cae? – preguntó inocentemente
-…
-¡AAHH! – Gritó JiYong ante el freno imprevisto del carro - ¡¡ ¿Por qué hiciste eso?!! – reclamó molesto
-¡¡Voy a aclararte algo!! – Dijo Seung alterado – ¡¡Si te digo que no que no salgas con él, no es sólo porque me caiga mal a mí, sino porque te puede lastimar!! – Recuperó un poco la compostura - Aparte a él tampoco le agrado, así que no van a salir a ningún lado. Si no lo haces te atendrás a las consecuencias – le advirtió
-¿consecuencias? – preguntó extrañado
-sí
-¿Cuáles?
-amh… no lo sé, pero más te vale no arriesgarte. ¿Entendiste?
-ehm… - asintió como respuesta ante la inquisidora mirada.
-muy bien – sonrió – eres un buen chico – colocó una mano en la cabeza del menor y lo desordenó.
-no hagas eso – susurró avergonzado
-¿Por qué? Es agradable hacerlo – dijo continuando con su labor, pero lo dejó al ver el puchero formado en el rostro ajeno. Se sintió incomodo por incomodar al otro – perdón – se reajustó el cinturón y encendió el auto para por fin devolver al peliblanco a su hogar.
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MANSIÓN DE LA FAMILIA KWON
-¡¡¡¡¿QUÉ?!!!!
-lamentamos que se haya enterado de esta forma. – dijo el auditor
-esto… esto… ¡¡¡¿ES UNA BROMA?!!!
-joven JiYong mantenga la calma – dijo su abogado
-claro que no, jamás jugaríamos con algo así.
-per…pero él… él…
-te dije que no confiaras en ese tipo – dijo Seung, pero se calló al ver la mirada verdaderamente enfurecida del menor. Por primera vez fue él quien retiró la vista a alguien.
-entendemos que se ofusque, pero nosotros hemos trabajado meses en este caso, y tenemos todas las pruebas para acusarlo. Como verá también, su secreto bancario fue revelado, y es ahí donde entendimos todo su fraude.
-¿Quién les dio autorización para hacer esto? – dijo molesto viendo los papeles con cifras inimaginables repartidas en diversas cuentas nacionales y extranjeras.
-el señor Jung JinYoung que en paz descanse… fue quien llegó hasta nuestro estudio, porque tenía muchas sospechas sobre el manejo que esta persona tenía sobre todas las empresas de su familia.
-el Sr. JinYoung ¿sabía de esto?
-sí
-nunca me dijo nada – dijo descolocado
-él no quería anunciar nada hasta estar 100% seguro que esa persona era culpable de los cargos que lo acusaba. Lamentablemente falleció, aun así no nos detuvimos. Por eso estamos aquí.
-no entiendo
-no podemos permitir que siga sustrayendo partes de los activos de sus empresas. Tenemos que atraparlo.
-entonces háganlo ¡¡¿Qué esperan?!! – gritó exaltado
-¡JiYong! – Seung le llamó la atención. No lo reconocía. Entendía que estuviese alterado, pero no podía tratar así a esas personas que lo único que hacían era ayudarlo.
El peliblanco se mordió los labios tratando de tranquilizarse. –entonces… ¿Qué tiene pensado hacer? – dijo “calmado”
-tenemos un plan, pero necesitamos de su apoyo – dijo el auditor
-¿mío? – preguntó Ji
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BIBLIOTECA DE LA MANSIÓN
-¡¡¡¡NO, NO Y NO!!!!
-es por mis padres ¿no lo entiendes?
-ahora sabes quién es realmente “El Sr. Lee”, no puedes exponerte a estar solo con él.
-no me hará nada, ¡ni siquiera debo cenar con él! solo tengo que esperar a que se siente y los policías entrarán.
-no JiYong entiende – lo cogió de los hombros – ese hombre es más hábil de lo que piensas - quería convencerlo de que cometería un error al reunirse con el contador.
-creí que entendías mi situación – se alejó – pero no importa lo que digas, igual lo haré. – salió de la estancia.
-¡aish! ¡¡¿Por qué eres tan terco?!! – gritó el pelinegro
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4 DIAS DESPUÉS
-creí que dejarías pasar un poco más de tiempo
-no creo que deba pasar tanto, pero si está ocupado yo…
-no, no… será así, nos vemos el sábado a las nueve de la noche
-ok, pero ¿en dónde?
-te parece… en mi casa
-¿s…su ca…asa? – volteó a ver a las personas que estaban atrás suyo, éstas asintieron menos un pelinegro que sentía como su sangre hervía ante las acciones desmedidas de su joven amigo. – está bien
-nos vemos hasta ese día. Adiós
-adiós – finalizó la llamada
-debemos tener todo preparado para el fin de semana– dijo el abogado
-joven kwon todo saldrá bien no debe preocuparse de nada – dijo el auditor, y el peliblanco asintió.
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SÁBADO
8:55 P.M.
-solo faltan cinco minutos – dijo el jefe a cargo de la estratagema - tocarás la puerta cuando den las nueve en punto ¿de acuerdo? – el peliblanco asintió. No sentía miedo. Estaba dispuesto a lo que sea con tal que ese farsante fuese arrestado y juzgado por la ley.
-Ji- el nombrado suspiró y volteó – cuídate – no lo presagió, pero recibió un fuerte abrazo del mayor.- cualquier cosa, entraremos – murmuró y se separó
-gracias – respondió.
-ya es hora – dijo el jefe
-ok
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9:13 P.M.
-¿te sientes bien JiYong? – preguntó el contador a su invitado
-sí. Sólo… estoy un poco distraído – se excusó. Llegado a este punto comenzó a sentir nervios, se suponía que debieron entrar hace varios minutos, pero no lo hacían.
-¿quieres una copa?
-no. No soy bueno con el alcohol
-jajaja creo aun eres un niño – rió el hombre
-supongo – susurró
-pero… - dejó los cubiertos sobre la mesa – voy a traer algo que te agradará – sonrió y se marchó del salón.
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-hora de entrar – dijo el jefe a través de su transmisor
Diversos grupos de policías rodearon la casa del hombre. Cubrieron todas las salidas y un grupo de 10 policías fueron a la puerta principal. Contaban con la colaboración del menor. Éste recibió un mensaje de alerta en su celular y caminó hasta la entrada.
-¿pensabas irte? – esa voz que tantas veces escuchó cuando iba de visita a su empresa lo estremeció. Tenía las manos en el manubrio de la entrada y no sabía qué hacer. Su celular sonó.- ¿no vas a contestar?
-s…sí – sin soltar la perilla, con una mano buscó en el bolsillo de su chaqueta- ¿Aló? –contestó en voz baja
-¿Por qué no has abierto la puerta?
-eh…ehm… este y…yo
-¿está contigo?
-sí
-tienes que hacerlo igual
-per…
-¿Qué pasa JiYong? – el hombre se percató del extraño comportamiento del menor. Lo conocía muy bien, a decir verdad era muy fácil prever sus acciones.
JiYong le dio la cara. Vio que éste tenía una botella de vino en la mano derecha, y en la otra un par de copas. – no me pasa nada. Pero a usted sí… - y de forma ágil, giró el manubrio dando paso a un despliegue de policías armados, los auditores y fiscales.
-¿Qué… que es esto? – preguntó asombrado por la invasión
-queda usted detenido – dijo el fiscal mientras dos policías lo tomaban de los brazos.
-¡¡¡¿QUÉ?!!!!
-usted ha sido demandado por manejos ilícitos en la empresa en la que labora. Hay pruebas suficientes en su contra así que debe acompañarnos a la fiscalía.
-¡¡¡NO!!! ¡Todo es una mentira! ¡Yo no soy responsable de nada! ¡Todo es falso!- expresó con rabia – ¡suéltenme! - debido al movimiento brusco que hizo, la botella que tenia explotó cuando cayó al piso. Más policías se sumaron al arresto del contador. Éste hombre era de verdad alto y fornido.
-eso deberá comprobarlo en el juicio que se llevará a cabo dentro de unos días. –dijo el fiscal
-¡JiYong! – un gritó proveniente de afuera se escuchó y como un rayo apareció Seung hyun en la entrada. Desesperado buscó al peliblanco y cuando lo ubicó no dudó en correr y envolverlo – que bueno que estás bien – decía más tranquilo
-no pasó nada
-gracias a Dios que fue así – lo soltó. Giró para ver cómo estaba la situación, y vio como el estafador lo miraba con rencor e ira. Sonrió – sabía que no era alguien de fiar. Es como cualquier tipejo ruin. – Lo miro de arriba abajo – llévenselo, mi amigo y yo debemos celebrar que hay una escoria menos en esta sociedad.
-¡imbécil! – Gritó el contador – todos me la van a pagar. Se arrepentirán de esto.
-¡¡llévenselo!! – ordenó JiYong
-¡TE DI MUCHO JIYONG! ¡ME LO PAGARÁS! –fue lo último que se escuchó de él antes de ser metido a una patrulla.
-joven Kwon. A partir de ahora, el juzgado se encargará de esto.
-está bien. Lo único que quiero es que devuelva todo lo que le robo a mi familia.
-nosotros buscaremos eso. ¿Quiere que lo lleven a su casa?
-yo lo llevaré – intervino Seung
-ok jóvenes, adiós
-adiós- ambos hicieron una reverencia ante la autoridad.
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EN LA UNIVERSIDAD
En las noticias se había mostrado imágenes del estafador de las empresas Kwon. Casi todos los alumnos las habían visto. Era un tema en las conversaciones de receso.
Cuando veían al heredero de esta familia, los murmullos aumentaban significativamente. Eso incomodaba mucho a JiYong, pero si no fuera por la fortaleza que le brindaba el mayor, ni siquiera hubiera salido de su “bosque”.
En ese momento justo era el receso.
POV JIYONG
Seung me había dicho que iba a conversar con alguien un rato, pero han pasado casi un cuarto de hora y no ha vuelto. No quiero regresar solo al salón, así que mejor lo busco.
Deambule por varias partes del campus, pero no lo hallé.
-profesor ¿ha visto a Seung hyun? – le pregunté a profesor Park
-lo vi yendo al gimnasio
-gracias – hice una reverencia e inicia mi caminata.
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GIMNASIO
-no está aquí
Había dado varias vueltas alrededor del gimnasio, éste no era nada pequeño, pero no lo encontré. Iba a irme, mas escuché unas voces. Me acerqué sigilosamente a la habitación donde guardaban los balones, colchonetas y demás implementos de entrenamiento. Los ruidos se hacían más audibles. Cuando estuve parado frente a la puerta. Tomé la perilla y la abrí.
-¿Seung estás ac…?
-¡mocoso sal de aquí! – dijo ella
Lo que veía ni siquiera había cruzado por mi mente en todos los años de mi vida.
-JiYong – dijo él
-per…perdón – cerré rápidamente.
Sentía mi rostro sonrojado.
Ellos estaban… manteniendo relaciones. Supongo que eso era a lo que querían llegar antes de que los interrumpa. No por gusto ella sólo tenía un brasier, y él nada en la parte superior. Estaba arriba de ella besándola, ambos echados sobre una colchoneta.
Caminé apresurado, no quería verlos, ni escucharlos. Me sentía… ¿molesto? No debería de estarlo. Seung hyun no va a vivir al pendiente de mí a cada minuto, él también tiene una vida y una mucho más desarrollada que la mía.
Un suspiro melancólico salió de mí.
-¡JiYong, espera! – escuché que me llamó. Fingí no oírlo, era vergonzoso verlo haciendo eso. Además, tal vez se había enfadado porque lo interrumpí – Espera – me alcanzó
-te…ngo que regresar al salón – lo esquivé
-no. Espera no es lo que crees
-no importa lo que crea – seguí caminando
-¡no hicimos nada! - dijo tomándome del brazo
-no tienes que darme explicaciones sobre lo que hagas. Es tu vida. – fui razonable
Me miró unos instantes, y me pareció que estaba decepcionado – tienes razón – me soltó – pero… lo que pasó fue sólo un desliz. Ella se me para regalando, y… la carne es débil – sonrió – lamento que nos hayas visto. Pero ten en claro que ella no es nada mío.
-está bien
-vamos al salón
Me arrastró con él.
Después de su pequeña explicación ya no me sentía molesto.
FIN POV JIYONG
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POV SEUNG
En los días que habían transcurrido. Mi mente solo tenía un nombre.
“JIYONG”
No podía despejarla. Ya me estaba preocupando realmente. No es normal pensar tanto en alguien. Ni siquiera cuando era amigo de Dong Wook me tomaba el tiempo de pensar en cómo estará, que estará haciendo, si habrá comido, si necesitará ayuda, si…, si…, si… y más si…- era frustrante.
Por eso cuando Hyo Ri se me lanzó en el receso, no quise desaprovechar la oportunidad para confirmar que solo me estaba confundiendo.
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-lo haces muy bien ¡ah!- gimió ella cuando mordí el lóbulo de su oreja. Con la agilidad de siempre le quité la blusa que vestía y besé sus pechos. - ¡he esperado mucho!
-yo también – no era del todo mentira, hace mucho que no tenía “encuentros”. Sentí sus largas uñas rozar mi abdomen, después se deshizo de mi prenda.
-¡qué cuerpo! – sonreímos mutuamente y nos besamos con pasión y deseo.
Yo dudando de lo que realmente me gustaba
¡Por dios!
Esto no lo cambiaría por nada del mundo.
Descendí mis manos por su cuerpo excitándola más, y yo igual. Llevaba una falda, así que fue fácil acariciar sus muslos. Ella llevó sus manos a mi pantalón. Quitó la correa y lo desabotonó.
-¡ahh! ¡Eres increíble! – su mejillas estaban enrojecidas y su cuerpo se estremecía bajo el mío.
-me calientas mucho – besé su cuello
-¡ahh! Sigue, sigue…
Escucharla gemir por mí, me ponía más duro. El sudor de nuestros cuerpos empezaba aumentar. Nos balanceábamos como animales en celo.
-quier…ro que ent…tres – gimió entrecortada.
-esperaba que lo dijeras. – reímos. Mis manos encontraron su ropa interior. Nos volvimos a besar y comencé a bajársela. Pero a unos segundos de iniciar, la puerta se abrió.
¡DIABLOS! No puse el seguro.
-¿Seung estás ac…? – esa voz…
-¡mocoso sal de aquí! – gritó Hyori. Levanté mi vista y lo vi. Si hubiese sido cualquier persona esa expresión que tenía en la cara me habría dado una enorme carcajada, pero él… él no.
Parecía haber visto una película de terror. Tenía una cara de asombro y susto. Creo que él quería articular alguna palabra, pero no podía ni hablar.
-JiYong – lo nombré abochornado.
¡¿Por qué tenía que encontrarme así?!
-per…perdón – tartamudeó nervioso y cerró rápidamente la puerta.
¡Maldición!
-continuemos – habló Hyori.
Increíble. Toda la calentura se había largado de mi cuerpo y había sido reemplazado por una gélida sensación de culpa.
-Seung…
-será en otra ocasión. – me levanté y empecé a vestirme apresurado.
-¿Qué?
-debo ir por JiYong. Adiós - salí lo más pronto que pude. Cogí una toalla personal y sequé mi rostro. Fui a buscarlo.
Necesitaba explicarle como fueron las cosas en realidad. Quería que supiera que ella no era nada para mí.
¡Sentía que le había fallado!
Y no tengo la mínima idea de porqué.
Cuando lo hallé a varios metros del gimnasio, aunque muy poco para todo el tiempo que se distó. Intenté hablarle, pero él me evitaba hasta que lo tomé del brazo.
-¡no hicimos nada! – le dije
-no tienes que darme explicaciones sobre lo que hagas. Es tu vida. – dijo él.
Me sentí… decepcionado, triste… – tienes razón – lo solté – pero… lo que pasó fue sólo un desliz. Ella se me para regalando, y… la carne es débil – sonreí. En que estaba pensando para darle esas explicaciones. – lamento que nos hayas visto. Pero ten en claro que ella no es nada mío.
-está bien – se mantenía cabizbajo.
-vamos al salón – cogí su mano y lo llevé al salón.
FIN POV SEUNG
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La juventud es una etapa de la vida en la que debes lograr definir tu identidad en lo personal, sexual, vocacional, etc. Los problemas o situaciones complicadas pueden llevarte a sentir una identidad confusa o poco clara. Por eso deben de recibir apoyo, guía y comprensión de los padres o adultos.
Era así como se encontraban esos dos jóvenes. Cada uno en su respectivo hogar. Cuestionándose el porqué de sus pesares. Obviamente ninguno tenía una respuesta. Dejarlo pasar fue la opción más fácil para el de menor edad, que lo más importante que tenía era los estudios. Pero al mayor esto lo descolocaba por completo. Sentía su mente y su vida enmarañada en su totalidad. No obstante él tenía una ‘As’ en su poder o mejor dicho a su alcance.
-hola mi amor – lo saludó ella
-hola - resopló
-¿pasa algo?
-emh… ¿quiero… quiero consultarte… algo?
-bien, siéntate – señaló el sofá que estaba delante de ella.
Se rascó la nuca- es… es sobre un amigo
-ok – ella asintió. Pero conocía bastante bien a su hijo y algo le decía que ese “amigo” era él mismo.
-él… ha estado – movía sus dedos con impaciencia sobre sus piernas – pensando mucho en una persona… últimamente. Se preocupa por lo que hace, y quiere protegerla. Son amigos, pero hay algo que… que… no sabe cómo explicar. Quiero decir que no sabe que siente hacia esta persona, y… y… - las palabras no salían facilidad.
-y… tiene miedo de… perder su amistad. Porque tal vez… esa persona le gusta – dijo calmada, más su hijo se sorprendió ante la conclusión.
-¿gus…gustarle?
-sabes que se dice que cuando estás enamorado de alguien, sientes mariposa en el estómago y un montón de cosas. – Sonrió y él asintió – puede ser real. Pero lo que es cierto es que cuando te enamoras, no solo te atrae el físico de una persona. Sino sus actitudes, su forma de ser contigo, escuchar su voz, su sonrisa, la calidad de tiempo que pasan juntos, la necesidad de buscarla y verla para asegurarte que esté bien, dejar lo que consideraste importante alguna vez y que lo importante sea “esa persona”. No debes tener miedo de mostrar tus sentimientos, ni de aceptarlos. Debemos enfrentar nuestros temores para…- fue interrumpida.
-…para después hallar la luz que nos guiará – completó la frase, aquella que su madre le repetía desde que era un bebé.
-creo que ya lo entendiste
-sí, yo ya lo… - iba a aceptar, pero “despertó” a tiempo – ¡quiero decir!… que eso le diré a mi amigo. Sí. Él, él tiene que entender sus… sus sentimientos. – soltó una risa nerviosa.
-descansa cariño, ya es tarde
-sí. Hasta mañana mamá – le dio un beso en la mejilla y salió del estudio de su madre.
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DOMINGO
8:15 PM
POV JIYONG
Estaba cenando en mi casa. Mis empleados me observaban mientras lo hacía. Ya me había acostumbrado no tenía problema con eso.
“bumburum… burum… burum…”
Ese es el sonido de mi Smartphone para mis mensajes.
“¿Qué estás haciendo?”
Era de Seung hyun.
Mis padres decían que era de mala educación tener un celular mientras comes, por eso lo guardaré.
“bumburum… burum… burum…” Volví a sacarlo.
“¿estás en tu casa?”
Lo guardé, pero volvió a sonar.
“¿Por qué no contestas? :)”
“¿estás cenando?”
“¿estás ahí?”
“¿duermes?”
“¿eres JiYong?”
Me comenzó a llegar una avalancha de mensajes ¡¿Cómo escribe tan rápido?!
-gracias. Voy a retirarme – avisé a mis empleados. Ellos se inclinaron cuando me paré. Salí del comedor. Apenas y había comido un poco de lo que prepararon, no me gusta que vean como dejo tanta comida, pero no podía llevar un bocado más a mi boca sin antes lograr que el bendito aparato dejara de sonar. Cuando llegue a mi habitación, le marqué.
-JiYong- contestó
-Seung ¿Qué necesitas?
-un “Hola ¿Cómo estás?” no vendría mal - ¿Por qué es así?
-hola ¿Cómo estás? – hice lo que me pidió
-estoy bien
-¿Qué más?
-¿a qué te refieres?
-¡¡me estabas atentando con tus mensajes, y no vas a decir nada más ¡!
-¿”Atentando”? jajá –empezó a reír – eres muy creativo
-hablo enserio. Tuve que interrumpir mi cena para hablar contigo y no verme como un maleducado frente a mis empleados.
-oh… wow, no creí que para atenderme tendrías que pasar todo ese dilema – era obvio que estaba burlándose
-no me hace gracia
Rió- no seas amargado, y ya que interrumpiste tu cena, porque no cenas conmigo ¿vienes?
-¿contigo?
-sí
-pero es tarde para salir
-¡¡por Dios JiYong son las 8!!
-pero es ¡Domingo!
Exhaló. Creo que se molestó - ¿puedes salir? Te estoy esperando afuera de tu casa
-¿Qué?
-sal ¿sí? Ya tengo hambre
-¡¿Por qué no me avisaste antes?! Mejor entra
-no. Yo quiero comer afuera. ¡Sal!
-ok. Dame tiempo para alistarme.
-¿Cuánto?
-no lo sé. Yo te llamó
-está bien
-¿hace frio?
-no
-ok. Te llamo – colgué
Corrí al baño para ducharme.
¿Por qué le gustará hacer las cosas sin planificarlas?
Yo no soy así. Por su culpa tengo que hacerlo todo apresurado. Salí del baño y fui a escoger mi ropa.
¡Esto es un verdadero drama!
Como voy a escoger un atuendo en tan poco tiempo. Tampoco sé cómo vestir. Mejor lo llamó.
-Seung
-¿ya acabaste?
-no. ¿A dónde iremos?
-¿eh?
-es que no sé que ponerme
-ponte cualquier cosa
-¡Noo!
-¡aish! Ponte algo… ahm… no tan formal
-¿no tan formal? ¿Qué es eso?
-algo casual
-ok – colgué
Casual. Casual. Casual. ¡Lo tengo!
Cogí un polo blanco con un estampado grande en el centro. Un pantalón rojo a mi medida, y zapatillas rojiblancas. Me coloqué una pulsera de oro de un diseño simple pero elegante, y un reloj Sky-Dweller en mi otra mano. Me vi en el espejo.
¡Aprobado!
Bajé las escaleras. Avisé a la Sra. Heo, mi ama de llaves, que saldría. Cuando estuve afuera no vi ningún auto. Tampoco a él.
“lala…lalalala…lala…lalala…lala…”
-Seung ¿Dónde estás? – pregunté
-frente a ti
-¿Dónde? No te veo – al frente de mi casa había un prado lleno de arboles y estaba oscuro.
-aquí – una luz se encendió en la mitad del prado.
-¿exactamente dónde?
-sigue la luz. Yo te esperaré – colgó.
Dubitativo caminé. ¿Por qué se estará escondiendo? Me adentré por los arbustos, había un camino de de tierra. Faltaban unos metros para llegar a la luz pero se apagó y me detuve.
-Seung – lo llamé. No contestó -¿dónde estás? – sin respuesta. Lo llamé, pero había apagado su celular. Soplé. No me agradan este tipo de juegos. Escuché unas ramas moverse. Me pareció ver una sombra. -¿Seung? –Pregunté pero no respondió -¿Seung eres tú? – la sombra no se movía. Sentí un poco de temor. ¿Si no era él? ¿Si le había pasado algo? Di un paso más y la sombra corrió en mi dirección y las aves de los arboles volaron haciendo un escandaloso ruido. Lo que atiné a hacer fue taparme los ojos con mis manos. Cuando deje libre mi visión, ya no había sombra alguna. -¿seu… Seung?
-fffff… - un aliento pasó por mi cuello, todo se me erizó.
-¡AAH…mmm! –me taparon la boca.
-no grites tontito – escuché su burlona voz.
-¡mmm! – me quejé
-¡No! Ahora te quedaras en silencio. Es tu castigo por tardar tanto-¿castigo? Solo fueron veinte minutos. No me tiene que tratar así, aparte fue su cu…ulp… ¿qué hace? ¿Por qué pone su brazo en mi abdomen? – Me gusta abrazarte – no me gustan los abrazos. Se acerca más.
¿Por qué hace esas cosas conmigo?
¡Quieto corazón! ¿Por qué lates así? ¿Por qué?
FIN POV JIYONG
La mente de ambos divagaba en distintas direcciones, y aunque no lo supieran reconocer esta los guiaba al mismo punto final.
POV SEUNG
Me sentía como drogado por el aroma que emanaba. Muy pocas veces me ha pasado eso. Quise olerlo más y recorrí el largo de su cuello con mi nariz – hueles muy bien…
Realmente muy bien.
Abrí los ojos de golpe.
No lo dije en voz alta…
O
…¿Sí?
Lo sentí tensarse tras mi acción. Retiré mis manos de su cuerpo.
¿Por qué lo hice? De seguro está asustado.
-Ji…Ji… yo – quise hablarle, pero me interrumpió.
-channel
-¿Channel?
-estoy usando Channel – se giró me miró con normalidad.
-aahm…
-¿vamos a comer?
¿No se había molestado por lo que hice?
Qué raro… o…
¿Quizá le gustó?
¡Cállate!
Le grité a mi cerebro para que dejara de decirme tonterías.
-claro.
-¿Dónde está tu carro? –sonreí. Me había olvidado lo que quería mostrarle.
-no lo traje
-no…ehm entonces le diré al chofer que…
-no, no. Iremos en otro medio.
-¿Cuál?
-ya lo veras. Acompáñame – caminé y él me siguió -¡tantararam!- exclamé cuando nos detuvimos.
-es… una…
-¡una moto! – en sus ojos había tanta ilusión. Daría mucho por ver aquello más seguido.
-¿es tuya?
-obvio
-wow… - dijo por lo bajo. Esperaba que fuera más “expresivo”, pero ya suponía que sería así.
-sube o ¿ya no tienes hambre?
-¿su…bi…ir? –la ilusión había sido tomado por el miedo.
-¿no quieres? – Negó con la cabeza y retrocedió - ¿Qué ocurre?
-las motos… son peligrosas
-jajaja no seas miedoso JiYong. Ya estas grande. Sube de una vez – lo jalé y obligué a sentarse – bien. Ahora ponte el casco. – le di uno y yo me coloqué el otro. – agárrate a mi chaqueta. – sus manos y apenas cogieron mi prenda- agárrate bien – hice que sus manos se aferraran más –¡¡ let’s go!!
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-¿cómo está la comida?
-sabe bien – se llevó un bocado a la boca
-cocinan excelente – asintió
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-regresemos – le dije saliendo del restaurante. Nos pusimos los cascos y subimos a la moto.
-¿Por qué no querías subirte? – le pregunte cuando nos detuvimos en un semáforo.
-porque puedes… sufrir un… accidente
-sí manejas bien no ocurrirá
-no siempre es así
-te lo demostrare
-¿Cómo?
¡Cógete bien! – pisé el pedal y aceleré
-¡Seung no!
-¡está todo controlado!
-¡baja la velocidad!- sus manos se ajustaron más
-¡hoy sabrás lo que es adrenalina!
-¡estás yendo muy rápido! – todo su cuerpo se junto con el mío. Quería eso. -¡Seung, por favor!
No había muchos autos, teníamos la carretera a nuestra disposición. No había que asustarse.
Pero…
El repentino sube y baja de su pecho me indicó que algo iba mal.
-JiYong ¿estás bien? - no respondió, únicamente sus manos se enterraron mas en mí.
Desacelere y una cuadras más adelante me detuve. Me quité el casco.
-¿te sientes mal? – lo escuchaba sollozar. Forcé sus manos para soltarme y bajé de la moto, le quité el casco y estaba llorando. -¡hey!- tomé su rostro -¿te duele algo? ¡Respóndeme! – me desesperaba su silencio.
-¡NO ME GUSTA LA VELOCIDAD PORQUE PUEDES MORIR! - gritó y siguió llorando.
“Velocidad, accidente, padres, muerte…”
¡Cómo puedo ser tan impulsivo e irresponsable! ¡Como olvide ese gran detalle que lo marcó!
-perdóname – lo abracé. Yo era el culpable de hacerlo llorar- - mi intención no fue asustarte… solo quise que te divirtieras – su respirar se volvía a regular conforme pasaban los segundos -¿mejor? – asintió despacio contra mi cuello. Nos separamos. Se mantenía cabizbajo y el aire nocturno lo hizo temblar. Recordé que le dije que no hacia frio, y no había traído abrigo, por eso me quité la mía y se la coloqué sobre los hombros, abrigándolo.
-no estés triste – tomé su mentón y lo elevé. Sus ojos aun tenían esa sustancia acuosa y salada - Me entristeces
-if… mm … if - aun jadeaba
-ya pasó – sequé su rostro con mis manos y las deje ahí. Notaba que me volvía a perder en sus sublimes ojos cafés. Su mirada casi siempre decaída me llamaba a protegerlo una y mil veces. Sus mejillas, su nariz eran perfectas. Sus labios tan delgados… sutiles… rosados… bellos.
Ansiaba sentirlos. Menos distancia seria lo adecuado para conseguirlo. Podía sentir su respiración tan cerca.
-Seung…
Lo envolví fuertemente.
No pude hacerlo. No debía hacerlo. Esto iba contra todo. Contra la sociedad, contra mis principios, no era correcto. Nadie podría aceptarlo.
Esos no pueden ser mis sentimientos.
No puedes gustarme JiYong .
FIN POV SEUNG
CONTINÚA…