Cuando el incomodo momento pasó, Seung subió a su moto y manejó en silencio. Al llegar a la casa del menor se despidieron con un simple “adiós”.
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LUNES
7:52 AM
-Hyori ¿Cómo has estado?- preguntó Dong Wook a su amiga.
-no me fastidies- miró hacia otro lado y siguió caminando.
-que humor… dime que te trae así, tal vez te pueda ayudar.
Ella tomó un largo respiro y se detuvo frente a unas bancas. Se sentaron.
-verás, hace unos días estaba con Seung pasándola de lo mejor, íbamos tan bien hasta que el estorbo que tiene como amigo nos interrumpió.
-¿JiYong?
-sí creo que ese es su nombre. La cuestión es que Seung se fue porque “el niñito” lo estaba buscando, y me dejó ¡sola!
-¿aun te gusta?
-no sé si gustarme, pero lo quiero para mí. –dijo muy segura.
-si tanto te interesa –se puso de pie – ve a mi salón en el receso
-¿para qué?
-te llevarás una gran sorpresa sobre “Choi Seung hyun” –dicho esto se alejó del lugar.
-¿Qué será?
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Un peli blanco que viajaba en su auto conducido por su chofer, pensaba en lo ocurrido horas antes, o mejor dicho la noche anterior. Las acciones de su compañero lo confundieron, su forma de tratarlo últimamente era rara hasta para él. Por una milésima de segundo creyó que quería… besarlo, pero fue descartada rápidamente, ya que el otro sólo lo abrazó. Aunque no podía negar que se sintió algo “¿emocionado?”. No, definitivamente esa no era la palabra que describía lo que sentía, o eso es lo que quería creer.
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POV SEUNG
No podía borrar los recuerdos de anoche. Después de despertar varias veces por la madrugada pensando en lo que hubiese ocurrido si lo hacía, el corazón me saltaba del pecho.
Pero no lo hice, y perdí la oportunidad de averiguarlo. Y ahora que iba a la universidad, me sentía avergonzado. Rogaba porque JiYong fuera lo suficientemente despistado para no concluir lo que realmente quería hacer.
Estacioné mi deportivo. Caminé al salón, ingresé y lo vi, como siempre sentado y con los audífonos puesto mientras tenía un libro en las manos. Ahogué un suspiro. Diablos. Cada día me pongo peor.
Caminé y tomé mi lugar al lado de Dong Wook. A pesar que quería cambiarme de lugar, por ahora creo que era lo más correcto, aparte así podía cuidar mejor de JiYong.
Las clases fueron normales, hasta que llegó el receso. El profesor salió despidiéndose de nosotros. Bom se puso de pie y fue hasta la puerta, lucía sospechosa. Miraba a ambos lados. Algo tramaba y dudo que estuviese sola en esto. Me paré, tenía que sacar a JiYong de aquí. En mi presencia no lo iban a lastimar.
-vámonos – le dije cuando estuve delante de él. Me miró unos segundos para después guardar sus cosas en la mochila. Se la acomodo en la espalda y se paró.
-¿saldrán? – escuché que nos habló Changmin. Lo ignoré y permití que JiYong avanzara primero. – ¿Te has vuelto sordo? – dijo informalmente. Eso me enojó, pero lo contuve.
-llegué a tiempo. – escuché la voz de Hyori. La vi parada justo frente a nosotros. -¿Qué tenías que decirme sobre Choi Seung hyun, Dong Wook? – preguntó alzando la voz.
¿Sobre mí? ¿Qué cosa tenían que hablar de mí?
Volteé, y Wook tenía una gran sonrisa en la cara. Sentía su mirada escrutarme, e hice lo mismo.
-Seung – aquella vocecita que podría pasar desapercibida por ellos, para mí no. Aprecié como tiraba levemente de mi casaca. – Vámonos – susurró.
-quiero saber que quieres decir sobre mí, Dong Wook – dije serio. Mejor acabábamos con esto ahora.
-Seung, Seung, Seung… no sabes cuánto me apena tener que decir esto. – dijo “dolido”
-ja… así. A mí me dará pena partirte la cara.
-¿Qué temerario? ¿Es gracias a JiYong que ahora eres así?
-porque no dices lo que tienes que decir y nos ahorramos tanta palabrería.
-ok. Pero te hago una propuesta antes. – sonrió. – si en este mismo instante decides dejar de juntarte con JiYong, y vuelves con nosotros, yo no haré lo que tengo planeado para este momento, del caso contrario… lo haré.
-¿dejar a JiYong?
-muy fácil verdad.
-jaja no lo dejaré
-ooh, bueno lo intenté. Sabes algo… todo esto es culpa de él, si tan solo se hubiese apartado de ti, no tendría que hacer esto, pero ya no hay opción, y eres tú quien lo pagará. – presionó una tecla de su celular, y… no ocurrió nada.
-¿Qué pasó? ¿Falló tu plan? - dije sarcásticamente y sonreí.
-no lo creo. – también sonrió. De un segundo a otro, todos tenían el celular en la mano y miraban sus pantallas sorprendidos.
-no puede ser – escuché la voz atónita de Hyori.
-¡WOW!
-¿es cierto?
-no es él ¿o sí?
-es su cara…
Los oía hablar y no entendía de que.
-se…ung - escuché a JiYong llamarme. Giré para verlo, y él también tenía su celular. – mi…ira – parecía aterrado. Me asustó ¿Qué pasaba? Cogí el aparato y miré la pantalla con detenimiento.
Esto.
¿Cómo lo consiguió?
Que absurda pregunta.
Obvio, de mí.
-Seung hyun fue un chico – oí la voz de Wook -… muuuy grande jajajaja- dijo con burla y todos comenzaron a reírse.
En la pantalla veía las imágenes de mi persona, cuando era un adolescente. Un adolescente gordo. Obeso. Lleno de grasa.
-que horrible
-¿enserio es él? – dijo Sandara
-sí. Ese que ven ahí. Esa gigante llanta andante, es él. – afirmó Dong Wook. – ¿alguien conocía ese lado de Seung hyun? por lo que veo en sus caras no, verdad. Claro que no lo sabían, Seung se encargó de borrar cualquier rastro de grasa de su cuerpo, para que nadie se burlara de él. Sufrió mucho por estar así. ¿Y a que no saben quien le hacia la vida imposible? ¿Quieren saber quien fue su mayor verdugo? Jajaja una total ironía, pero fue “el pequeño JiYong”. Aquel al que ahora defiende. Esa fue su razón para odiarlo desde que ingresó a estudiar con nosotros. Pero con el tiempo se apiado, claro él es muy sensible. La trágica historia de nuestro compañero, logró que su rencor se fuera. ¿Verdad Seung?
Me sentía hervir. Esto lo oculté tanto tiempo, y con tanto cuidado, confié en el. Fui un iluso. Pero nadie se burlaría más de mí. No cuando los tuve a todos bajo mis órdenes. Ya no se repetirá.
¿Querían lastimarme? Eso no podrán hacerlo.
-aagghh… me dan asco los gordos – escuché que dijo Hyori
-¿te dan asco? – le pregunté. Ella me miró con repulsión.
-mucho asco
-eso no decías cuando estabas debajo de mí - sus ojos se abrieron de sorpresa, bufó y salió del salón.
-¿al parecer ya no quiere nada contigo? – dijo Wook
-no me interesa –le respondí
-y que lo sepa toda la universidad, y tus amistades ¿tampoco?
¡TODOS!
No habrá sido capaz.
-¿Qué pasó? ¿Te quedaste sin habla? – mis uñas empezaban a enterrarse en la palma de mi mano. Si lo escuchaba decir una palabra más, esto acabaría de la peor forma.
-no hagas nada – murmuró JiYong. –Por favor – aun no retiraba su mano de mi prenda. Escuchar su voz temerosa pidiendo que parara, fue suficiente.
-que lo sepa todo el mundo si quieres - contesté y su rostro de felicidad cambio al de amargura. – creí que éramos amigos, pero veo que no. Lamento haber perdido mi tiempo a tu lado, y también al lado de cada uno de ustedes. Que los demás lo sepan, la verdad no me importa. Si este fue tu magnifico plan para derribarme, entonces no me conoces Dong Wook. Mejor ve con tus padres y pídeles más dinero para seguir viviendo y divirtiéndote, ya que eres tan poca cosa que sin su apellido no eres nada.
Cogí la mano de JiYong y salimos. Al ser el receso, varios alumnos estaban por los pasadizos y me miraban y murmuraban cientos de cosas que por mi bien, y el suyo preferí omitir.
Fuimos hasta el estacionamiento y nos subimos. Arranqué, y manejé. Sin rumbo, ni dirección.
FIN POV SEUNG
Tras media hora de viaje el auto del mayor se detuvo.
-¿estás bien? –preguntó JiYong
-sí – respondió sin expresión alguna
-creo que fue muy duro contigo. –debí alejarme cuando me lo advirtió, habló para sí mismo.
Seung lo observó, a pesar de “conocerse” poco tiempo, el menor era alguien en quien podía confiar plenamente. –más lo fue contigo. Yo estoy bien. Después de tantos años, esto ya no me afecta como antes.
-¿de verdad? –preguntó mirándolo
-sí
-que bueno
-mmm… -afirmó
-si ya no te afecta como antes ¿Por qué estas así? – cuestiono al ver su rostro decaído.
-porque… creí que era… mi amigo. Son muchos años de amistad – decía con melancolía.
El silencio otra vez llegó, pero el peliblanco la desapareció.
-nosotros… somos amigos ¿no? – dijo cohibido. Se notaba el temor al rechazo en su voz.
-claro que lo somos – respondió muy a su pesar el mayor. “Amigos, solo amigos, ya escuchaste Seung hyun”, se repetía internamente.
-¿en serio? –preguntó enseguida, con sus ojos brillando de ilusión.
-sí –le sonrió. -¿vamos a mi casa?
-¿no regresaremos a la universidad?
-no
-pero hoy… - se calló
-¿Qué hay hoy?
-hay dos exámenes importantes
Inhaló - sí quieres volvemos
-no, no, vamos a tu casa. – negó. No quería hacer sentir mal a su amigo.
-entonces vámonos. – puso en marcha el auto.
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CASA DE LA FAMILIA CHOI
-mamá vamos a estar en mi habitación – avisó Seung subiendo las escaleras junto a JiYong
-los llamaré para almorzar
-ok
-entra – le dijo al menor cuando llegaron a la puerta de su dormitorio. Pasaron y se recostaron en la cama. – mi habitación es más pequeña que la tuya. –comentó
-sí.
-tengo muchos juegos
-pero no tienes libros
-jajaja ¿libros? Sólo a ti te divierten – rió
-no es cierto. A muchos les gusta.
-claro, a mucho viejitos les gusta también – comenzó a burlarse
-¿Por qué eres así? – frunció el entrecejo
-no te amargues
-tú me molestas mucho – sus mejillas se inflaron
-¿te molesto? – dijo acercando su rostro al más bajo
-sí
-¿Cuánto te molesto? – se acercó más
-mucho
-¿mucho? –sonrió juguetonamente
-si…i – respondió inquieto por la cercanía.
-te molestaré más – dijo esto y se le fue encima.
-Seung ¡Quítate!- se quejaba
-¿Dónde están tus cosquillas? – decía riendo y moviendo sus manos por el cuerpo del menor.
-no tengo – se movía tratando de escapar. – ¡¿Qué haces?! – exclamó al sentir las manos ajenas en su piel, hecho que lo erizó completamente.
-la ropa estorba mis planes – decía campante. Siguió con su arduo trabajo hasta que lo halló. Justo detrás de las costillas.
-¡no hagas eso! – se removió
-ahora que lo encontré, me conocerás. – su sonrisa iba de oreja a oreja. Movía sus manos sin piedad, y por primera vez lo veía reír.
-basta… jajajajajaja… ya no… jajajaja Seung… Seung… jajajajaja – se contorsionaba por todas las vibraciones que llegaban a su cuerpo. No podía impedir su carcajeo.
-no pararé- anunciaba. Ya veía las lágrimas en los ojos, el rostro ruborizado y la respiración agitada del menor. No quería borrar aquella imagen que se le estaba brindando. Quería seguir.
-por… jajaja… favo…or jajaja… para… jajajaja… - intentaba hablar, ya casi ni podía, nunca había reído de esa forma. - …ya… jajaja… por favor – poco a poco iba recuperándose, gracias a que el nivel de ataque bajó.
-jajaja fue muy divertido – comentaba riendo
-si…ii – decía cansado
POV SEUNG
Ambos estábamos agotados, yo por tratar de inmovilizarlo y él por reír. Lo que había sucedido hace un par de horas se fue cuando lo vi tan feliz. Eso me hizo feliz a mí también. Aparté el cerquillo de su frente, y tuve una mejor vista.
Aun me mantenía sobre él. Me empecé a sentir extraño nuevamente. Verlo debajo de mí con los ojos cerrados, respirando agitado, y los labios entreabiertos, me tentaban.
Tragué.
Ji… muévete o has algo, porque no sé si pueda detenerme.
Con mis manos a cada lado de su cabeza, me fui acercando. Mi corazón volvió a latir con fuerza, mi cuerpo estaba temblando de nervios. Intentaba parar, pero no podía. Me detuve a escasos centímetros de su boca. Mi hálito chocaba con su piel.
Con pesadez abrió los ojos. Todo lo que hicimos fue mirarnos. Compartíamos el mismo aire al estar tan cerca. Vi sus pupilas dilatarse.
Cobarde.
Mi mano tocó su mejilla y me levanté un poco. Besé su frente.
Cobarde.
Se estremeció y cerró los ojos, yo lo hice igual.
-joven su madr… - me separé -… la…amento interrumpir. –se cerró la puerta. Era mi nueva empleada ¡Aquella que no tocaba la puerta al entrar!
Me levanté de la cama y salí. Teníamos que hablar.
FIN POV SEUNG
Después de dejar la habitación. El único que quedó en ella fue JiYong. Abrió los ojos al no sentir a su amigo sobre él, ya que ni siquiera escuchó cuando se abrió la puerta. Su respiración ya era regular, mas los latidos de su corazón no, y empezaba a asustarse por ello. En su cándida mente, no había razón alguna para aquello.
Se sentó en el colchón, y acomodó su ropa. Suspiró profundamente. Estaba confundido.
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-¡hey! ¡Minami! – correteaba un pelinegro a una empleada. Hasta que la atrapó en la cocina. –detente
-jo…ven yo… yo – tartamudeaba
-lo que viste… fue un malentendido. – decía agitado por la carrera.
-pero usted y su amigo…
-nosotros no estábamos haciendo nada. Solo jugando
-¿jugaban así? – preguntó incrédula
-aish… solo no les digas nada a mis padres.
-joven, pero su madre…
-mi mamá nada. Yo le estaba haciendo cosquillas a JiYong, por eso estaba sobre él, y si besé su frente fue únicamente para fastidiarlo. Él es muy cohibido y así va a soltarse.
-mmm- asintió nerviosa, pero miraba detrás del pelinegro. Acción que no paso desapercibida.
-¿Qué tienes? – Volteó y se llevó una gran sorpresa -¡mamá! – exclamó. Ya sentía que había cavado su tumba. Lo alejarían del menor, eso creía. –yo…
Ella se acercó y le dio un leve coscorrón en la cabeza -¿Por qué fastidias al pobre de JiYong? - dijo sonriendo
Él pestañeó asombrado. Su madre le había creído - ahm…
-no te he educado bien- Negaba - debió incomodarse, cuando dejarás de hacerle bromas a tus compañeros.
Él sonrió – éste es tu hijo madre, acéptalo ó déjalo
-jajaja jamás te dejaré mi vida. Lleva esa jarra de refrescos para que tomen, y ya deja de torturar al lindo niño que tienes arriba.
-sí mamá – la abrazó – te quiero. – tomó una bandeja, colocó la jarra y dos vasos. Y partió.
-señora, ¿el joven juega de esa manera? – preguntaba confundida la joven.
-sí. El siempre fastidia a sus compañeros y compañeras. – no era mentira
-ahh – sonrió – es muy efusivo
-sí – le sonrió la señora
-voy a limpiar la sala
-ve
Al quedarse sola, la sonrisa se le fue, y un rostro de preocupación apareció.
-ojala pronto logres aclarar tus sentimientos, hijo
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-Ji traje refrescos – exclamó Seung entrando a la pieza.
-justo tengo sed – respondió saliendo del baño.
Se juntaron en una mesa y bebieron.
-no te había visto reir antes – comentó el myor
-…yo tampoco – mordió su labio inferior
-deberías hacerlo mas seguido.
-no hay razones
-entonces te haré cosquillas de nuevo - el menor dibujo una pequeña sonrisa en su faz. - ¿quieres jugar?
-no, no, no…
-jajajaja a otra cosa – caminó y prendió su play – ven, toma un mando – el peliblanco se acercó y lo cogió.
-hace mucho no juego.
-¿con que te diviertes?
-juegos de agilidad mental.
Seung asintió con una sonrisa de cortesía.
-bueno… juguemos.
La partida inició. Era un juego de pelea. Con el pasar de los minutos, la falta de práctica se hizo notar. El mayor ganaba las partidas con suma facilidad provocando el enojo del otro.
-¡aahhh! ¡¿Por qué no se mueve?! – en un arranque de rabia comenzó a presionar los botones del mando con fuerza, tal como un niño cuando no puede hacer funcionar un juguete.
-¡Hey! ¡Hey! Tranquilo, lo romperás – le quitó el dispositivo.
-¡¿Por qué no funciona?! – se cruzó de brazos.
-sí funciona, solo que tú has olvidado cómo usarlo.
-entonces para que haces que juegue
-porque estaba aburrido. – rodó los ojos.
-yo también estoy aburrido
-tengo una idea – se le prendió el foquito al pelinegro
-¿Cuál?
-ya que conocemos pocas cosas uno del otro, hay que hacernos preguntas. Una tú, una yo. Cualquier tipo de pregunta. ¿Estás de acuerdo?
JiYong lo pensó un rato –ok - y aceptó
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-primera pregunta, tú empieza – dijo el mayor. Estaban sentados en la alfombra de la habitación, frente a frente, para así descartar las mentiras.
-ahm… ¿Cuánto tiempo… - dudó en seguir
-dilo
-¿Cuánto tiempo te tomó… bajar de peso? – esa era una pregunta que JiYong siempre se cuestionaba.
-medio año – dijo orgulloso
-¿tan poco tiempo?
-¡hey! Solo una pregunta a la vez
-lo lamento, ahora es tu turno.
-¿Cuánto pesas?
-ahm… - a él no le gustaba hablar de su peso
-sin mentir – le advirtió
-umm… 48 y medio
-¿tan poco?
-mmm…
-con razón cargarte no implica ningún esfuerzo
-¡me toca a mí! – Pensó alguna pregunta - ¿desde qué edad vas a fiestas?
-umm… desde los catorce. Ahora yo… ¿Cuál es tu comida favorita?
-sushi
-la mía también
.
.
.
.
Continuaron preguntándose diferentes cosas, hasta que llegaron a un tema “delicado”.
- ¿Cuánto tiempo… me odiaste? – preguntó el peliblanco
-Ji… no es neces…
-sólo responde
Seung no quería hacerlo sentir mal, pero no quería mentirle- todos estos años lo hice – Ji bajó la cabeza – pero ya no guardo rencor por ti – el otro asintió -¿yo que te pregunto? … ¡ah! Ya sé - sonrió -¿Cuántas novias has tenido?
-¿yo?
-obvio
-ahm… ninguna -respondió
-no me mientas
-es la verdad – se defendió
-ok, ok… esta vez lo dejaré pasar. Pregúntame
-¿Cuántas novias has tenido? –le hizo la misma pregunta
-jajaja haber, haber – con sus manos empezó a enumerar en silencio, el menor observaba como contabilizaba con sus dedos y se sorprendió que acabara con las dos manos
-responde – exigió JiYong
-he tenido – creo expectativa – seis novias – sonrió ante la cara de incredulidad del otro
-¿seis?
-sí
-¿entonces porque usaste todos tus dedos para contar?
-estaba recordando con cuantas chicas estuve, obvio no todas fueron mis novias - el otro asintió.- respóndeme ¿Cuándo fue tu primer beso?
-¿Qué?
-vamos es una pregunta fácil
-¿Por qué debo responderla?
-porque así es el juego
-no me agradan tus juegos
-el mío fue a los trece con una compañera, ahora dime el tuyo
-no quiero
-pero yo ya te dije
-yo no te pregunté
-eres un tramposo
-no
-entonces cambiaré de pregunta
-está bien
-¿Cuándo… fue tu primera vez? – cuestionó rápidamente, logrando el sonrojo del menor – contesta
-¿Por qué haces ese tipo de preguntas?
-porque quiero
-así no es el juego
-el juego lo propuse yo
-eso no se vale
-si quiero sí, ahora responde
-no responderé. –esquivó la mirada del mayor.
- cobarde
-no lo soy
-sí lo eres… cobarde, cobarde, cobarde… - comenzó a repetir
-¡no soy un cobarde!
-entonces responde… - dijo observándolo con curiosidad, pero el otro ni emitió algún sonido - cobarde, cobarde…
-deja de decirlo
- cobarde, cobarde…
-aish… ¡¡no soy cobarde!!
- cobarde, cobarde…
-¡¡¡NUNCA LO HE HECHO!!! – gritó molesto. Su rostro estaba rojo.
-jajajajaja – comenzó a reírse Seung hyun
-no te burles – pidió avergonzado
-no me burlo… - le sonrió –jajajaja sí lo hago - comenzó a carcajearse de nuevo
-¡ya!
-¿nunca lo has hecho? ¿En serio? – se aguantaba la risotada
-eso no debes hacerlo con cualquier persona, solo con quien amas de verdad, debe ser especial. Pero en cambio tú y todos los demás, lo hacen como si fuera un deporte nacional y eso está mal.
-¿Cómo sabes que yo lo he hecho? –repreguntó
-lo deduzco
-¿Cómo lo deduces?
-porque, porque… porque sí
-esa no es una respuesta JiYong
-no me importa - indignado volteó su rostro.
-bueno, igualmente tienes razón. Yo sí lo he hecho – el menor alzó los hombros restándole importancia. -¿quieres saber cómo fue? – No respondió, así que él aprovechó para sentarse a su costado –te lo contaré…. Fue cuando tenía quince, estábamos en la casa de campo de mi novia. Sus padres habían salido, ella era un año mayor. Nos fuimos a su habitación, y comenzamos a besarnos, besaba muy bien, jaja, la cargué, y ella enredó sus piernas a mi cintura. La pegué a una pared y empezó a moverse. Me quitó la camisa y yo hice lo mismo, nos tocábamos todo, pasé mis manos por sus piernas, y ella empezó a gemir, pidiéndome más, yo también estaba igual. Me dijo que la lleve a la cama, y la llevé. Me desvestí, y le quité el pantalón. Me empujó y se posicionó encima de mi pelvis, comenzó a saltar, no sabes fue genial, nuestras pieles ardían, después beso mi abdomen y fue bajando, bajando y me la chupó… su boca se comió todo mi pen… -
-¡¡cállate!! – exclamó tapándose las orejas
-¿Por qué? Te estoy contando mi experiencia – decía sonriendo
- como puedes ir por ahí diciéndolo a todos – su cara era una olla a presión.
-no se los he dicho a todos, lo estoy compartiendo contigo.
-¡no quiero saber! – se paró
-pero viene lo más importante- le tomó la mano y lo obligó a sentarse
-¡ya no quiero escuchar más! - quería zafarse
-falta poco. Como te iba diciendo – sujetó bien la mano del otro – Ella me estaba…
-Seung hyun, bajen a comer – la voz de su madre irrumpió en la habitación, e interrumpió la entretenida narración. – que hacen ahí sentados, bajen ya está la comida – dijo viéndolos.
-¡tengo mucha hambre! – exclamó el peliblanco y salió corriendo.
-¡WAO! No sabía que tenía tanta hambre, voy con él. No te demores
-ya voy – le respondió el pelinegro. Una vez su madre afuera, sonrió conforme – eres muy fácil de intimidar JiYong – rió recordando el rostro ruborizado del menor.
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-gracias por la comida – agradeció
-no fue nada JiYong – le respondió la señora
-ya es hora de que vuelva a mi casa –se puso de pie.
-que Seung hyun te acompañe
-sí –respondió su hijo
-¡no! –exclamó el peliblanco sorprendiendo a los otros
-¿Por qué no?
-ahm… porque, bueno… me vendrán a recoger
-tal vez demoren, mejor te llevo – se paró el mayor
-no, yo, yo… -no sabía qué hacer, creía que si aceptaba, Seung hyun terminaría de narrarle aquella morbosa historia.
-señora, vinieron por el joven JiYong –dijo una de las empleadas
-siempre llegan a tiempo – dijo ella – gracias ahora va – la empleada se retiró
-ya me voy
-te acompaño–le dijo Seung
-¿eh?
-adiós JiYong – se despidió ella
-vamos – Seung lo jaló
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-adiós Seung –dijo el menor entrando al auto
-adiós. Espera – detuvo la puerta antes de cerrarla. Metió medio cuerpo dentro del auto y se acercó a la oreja del menor – otro día, te contaré como termina – le sonrió y salió, dejándolo asombrado. –Adiosito.- Se despidió.
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SEMANAS DESPUES
POV JIYONG
Un día mas y ya veo mi vida cambiar de rumbo. Las cosas están mejorando, y todo gracias a Seung hyun; desde que me perdonó. Me cuida, me lleva a su casa, salimos a diferentes lugares, comemos juntos, hasta en una oportunidad bailamos juntos, fue… divertido.
FLASHBACK
-tienes muchos discos – dijo Seung -¿Qué mas hay? – siguió buscando en la discoteca de mi habitación. -¡ooh!… esta canción la baile en mi graduación de secundaria – sonrió con el CD en la mano- hay que escucharla – lo puso en el reproductor y un sonido ligero se oyó – Ji ¿Qué canción bailaste en tu fiesta? –me preguntó mientras se movía al ritmo de la música.
-no fui – respondí desinteresadamente y continúe con mis labores estudiantiles.
-¡¿Qué?! –Detuvo la música -¿Cómo que no fuiste?
-no quería ir –lo miré
-pero eso solo lo podías hacer una vez en tu vida, como lo dejaste pasar como si nada
-pero a mí no me interesó, por eso me quedé en mi casa.
-¿en tu casa? Vaya lugar – negó con la cabeza - ¿qué hago?
-¿necesitas ayuda? – pregunté al verlo pensativo
-¡Ja! Claro que me ayudarás – me apuntó con el control del reproductor- ¡ya lo tengo! –presionó un botón y la música volvió – ven
-¿para qué?
-aish… lo haremos como se debe – camino hasta quedar frente a mí, y luego se inclino
-¿Qué haces?
-señorito JiYong, me concede esta pieza – me extendió su mano.
Qué tontería estaba haciendo-¿ah?
-te estoy diciendo que bailes conmigo – se enderezó. Negué – tienes que aceptar. Vamos – tomó mi mano y nos fuimos al centro de la pieza. -¿sabes bailar?
-no mucho
-no importa, te enseñaré – su mano diestra se unió con la mía, y la otra la colocó en mi cintura
-¿Qué haces? – dije con el ceño fruncido. No me gusta que me estén tocando.
-hago que revivas aquella etapa de tu adolescencia
-no quiero revivir nada
-pero yo sí quiero
-entonces dile a tus amigas que bailen contigo
-¿amigas? –Rió con tristeza –creo que se acabaron mis amigos
-así… y la chica con la te encont… - mordí mi lengua para callarme
-¿la chica?- me miró extrañado-¿Qué chic…? – lo recordó
-lo lamento… no debí decirlo – murmuré avergonzado. Suspiró pesado, ya se molestó. ¿Por qué seré tan impertinente? Siempre arruinó momentos agradables.
-pon tu mano en mi hombro – dijo serio. Lo miré – todo debo hacerlo yo – bufó y llevó mi mano izquierda a su hombro. Su mano zurda cubrió más mi espalda y me afirmó a su cuerpo.
-¿Por qué tan cerca? – me quejé inconforme
Sonrió- así es mejor
-¿yo tengo que ser la chica? – dije abochornado. Sentía mis mejillas colorearse.
-jajaja serías una linda chica – dijo riendo y un poco sonrojado como yo. No me pareció divertido, pero no le contesté porque aun me sentí “mal” por mi atrevimiento – bien, bailemos.
Esperamos que repitiera la canción y comenzó a moverse.
-un paso atrás y dos adelante – decía y yo miraba mis pies, me sentía torpe al no poder coordinar correctamente – no es así. – Volvía a repetirme -un paso atrás y dos adelante, y luego vuelta – lo hicimos, pero al girar me tropecé con sus pies y caí.
-¡auuch!
-no, no, no… espera que yo te gire, no lo hagas tú solo – seguía corrigiéndome por enésima vez.
-ya no quiero bailar – me paré molesto. No me gusta fallar.
-no te rindas
-no me rindo, es simple… no me gusta. – le di la espalda. Lo escuché respirar.
-ok, entonces olvida todo lo que te he dicho – se paró delante mío – dame tu mano – dijo paciente. Desvié mi mirada y lo hice. Regresamos a la posición inicial.
-mírame – dijo – céntrate en mis ojos, y yo haré el resto. –sonrió y asentí.
El baile inicio y yo mantuve mis ojos puestos en los suyos. Hacerlo de esta manera era completamente distinto… mi cuerpo lo seguía sin errores. El cómo me veían sus ojos era difícil de explicar. Y aunque siempre rehuía de ellos por ser tan profundos, ahora no me importaba cuando hondos y oscuros eran, pensaba que ahí siempre sería protegido. Instintivamente recargué mi cabeza en su pecho y se cerraron mis ojos, estar así me transmitía la serenidad que quería, la que necesitaba, la que añoraba, y me dejé guiar.
-JiYong - creí escuchar su voz llamándome
-mmm
-¿estás cansado?
-no – susurré
-ya acabó la canción – no me había percatado de aquello. Mis párpados se abrieron pausadamente -¿te gustó bailar? –levanté mi rostro para observarlo. ¿Bailar?…mmm…… ¿Bailar contigo? ……… Sí. Asentí. Sonrió. Su sonrisa es bonita. –Podemos bailar cuando desees – miré sus ojos y recargué mi cabeza en su pecho nuevamente. Se estremeció un poco. Quería seguir en esa posición más tiempo y él no se alejó.
FIN DE FLASHBACK
Intenté buscar una explicación a lo que sentí en ese momento, pero lo único que pude concluir es que tal vez lo quería como alguien especial, y saberlo me daba paz.
Hoy tengo cita con el Dr. Park, mi doctor, él me ha atendido desde hace muchos años. Hoy es mi revisión mensual, necesitan medir mi nivel de glucosa, mi grasa corporal y mas exámenes. Ya estoy acostumbrado.
…………………………
-buenos días jiyong – me saludó
-buenos días doctor Park
-¿comenzamos con las pruebas?
-sí
FIN POV JIYONG
Cerca de dos horas demoró hacer todos los exámenes al menor, cuando terminaron fue llevado a una habitación.
-quítate el polo – le dijo el doctor, Jiyong lo hizo. – veamos. – puso sus manos en las costillas de éste – ¿en las últimas semanas te han dolido?
-ya no
-ha mejorado mucho, creí que tendría que pasar más tiempo hasta que te recuperaras por completo, pero veo no lo necesitas. Has subido unos cuantos kilos más también
-sí
-se puede saber porque –preguntó curioso
-ahm… un … amigo me está ayudando – le respondió.
-¿un amigo?
-sí, me recuerda que debo comer cuando se me olvida
-¿se te olvida comer? -preguntó preocupado
-bueno, es que a veces no tengo hambre
-tienes que comer, espero que tu amigo te siga cuidando
.estoy seguro que lo hará
-Dr. Lo están buscando – entró una enfermera.
-gracias. Jiyong vístete y ya puedes retirarte, cuando estén los resultados yo te llamaré.
-está bien
-wao ¿Cómo tienes esa cinturita?, ni yo –comentó la enfermera observando el cuerpo del paciente, quien se incomodo por lo dicho.
-enfermera por favor – el doctor la miró molesto.
-oh, disculpe. Me retiro. – salió
-discúlpala
-no se preocupe. – se vistió.-Nos vemos. Adiós
-adiós
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VIERNES
-chicos miren quien anda por aquí – comentó Hyung Joong refiriéndose al peliblanco que regresaba del servicio.
-¿Cómo has estado? – dijo se7en pasando un brazo por los hombros del menor
-bien- respondió tímido
-¿bien? Jaja ¿Dónde está Seung hyun? ¿Te dejó?
-está ocupado
-oohh. Pensé que él debía cuidarte en todo momento ¿Cómo te dejó solo?
-tiene cosas que hacer- comenzaba a fastidiarse. Últimamente ya no lo golpeaban pero empezaban a tratarlo como a “la princesa” del salón. Debido a la protección que Seung le daba, y también porque no permitía que nadie lo tocase, eso no le molestaba, pero los otros lo usaban para burlarse.
-entonces necesitaremos buscar a alguien que te cuide
-no necesito a nadie
-claro que sí. – dijo Changmin. Los tres caminaban dirigiéndose al salón.
-entremos – dijo se7en cuando llegaron - chicos, chicos – llamó a los varones – nuestra “princesa” se quedó sin protección. – Todos rieron - Quien quiere participar en el casting para encontrarle un guardaespaldas. – todos gritaron animados.
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-¡suéltame! – gritó exasperado el menor
-nadie te ayudará “querida” –dijo uno de sus compañeros que lo tenía cogido de los brazos por la espalda.
-¡¿Por qué me hacen esto?! – se removía intentando librarse. Sus compañeros querían recrear algún tipo de escena de peligro, donde debía ser rescatado. Todo para avergonzarlo.
-yo te ayudaré – exclamó uno de los chicos. Se acercó donde estaba el peliblanco y fingió golpear al acosador, logrando “derribarlo”. Los alumnos reían ante la representación del rescate. – “Mi hermosa niña” – lo abrazó fuertemente.
-¡no me toques! – intentó empujarlo, pero fue en vano.
-necesito mi recompensa – dijo empotrándolo contra una pared
-¡BESO! ¡BESO! ¡BESO! – las voces lo pedían.
-¡estás loco! – le gritó
-loco por ti – se burló. Cogió la mandíbula del más bajo. –lo harás.
-¡no!
-no te muevas – apegó su cuerpo al otro
-¡déjame no quiero! – cerró los ojos con temor. Cuando pensó que perdería la castidad de sus labios, sintió que lo soltó. Abrió los ojos y delante tenía a Seung hyun. –Seung… - murmuró
-vámonos – dijo serio
-cuando no malográndonos la diversión Seung hyun – dijo Se7en
-búsquense otra diversión- después de eso salió junto con Jiyong
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-¿de verdad parezco mujer? – preguntó cabizbajo
-Ji… no te dejes guiar por lo que ellos digan, solo quieren fastidiarte – respondió sin dejar de conducir.
-sí, pero…
-pero nada. Solo ignóralos. Mientras mas caso les hagas ellos se meterán contigo
-está bien.
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SABADO
11:48 PM
RING, RING RING…
-¿Quién será a ésta hora? – se preguntó un adormilado Jiyong. Salió de su habitación y bajó por las escaleras. Todo estaba apagado. Horas antes les había dado autorización a sus empleados para que salieran a un festival al cual siempre asistían, solo que se había adelantado una semana y estaba solo en casa. No encendió las luces, solo el de la pequeña lámpara que estaba casi a la entrada. -¿Quién es? –preguntó sin abrir la puerta. No respondieron -¿Quién es? –sin respuesta. No tenía idea que quien se encontraba del otro lado, pero para haber ingresado hasta ahí, tuvo que haberse identificado con los guardianes de su casa, así que más confiado abrió la puerta. – No hay nadie… - murmuró al no ver a nadie frente a él. Junto otra vez la puerta, pero unos centímetros antes de cerrarla, esta se detuvo, la volvió a abrir.
-buenas noches, Jiyong
Sus ojos se abrieron en demasía -¿us…usted?
CONTINÚA…