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El dolor nunca es eterno por yuljiyongie

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Notas del capitulo:

Holaaaaaaaaa

Ah como decirles… siento que en este cap me mataran, si no lo hacen yo lo hago. A leer…

 

 

DOMINGO

 

01:18 AM

 

-mamá ne…ecesito que ve…engas – hablaba intentando contener el llanto – estamos en la clínica – cogió su cabellera – es Ji…iYong.

 

******************

 

FLASHBACK

 

SABADO

 

8:32 PM

 

-mamá ya llegué – avisó Seung hyun entrando a su casa. -¿tú qué haces aquí? –preguntó a la persona sentada en su sala

-hyung… yo

-Seung mira, tu amigo  vino verte – decía sonriendo su madre.

-él no es mi amigo – dijo serio

-¿qu…ue pasa? No  entiendo

-no hay nada que entender madre.  Vete de mi casa Young Bae   

-hyung, yo quiero hablar contigo. Estoy  arrepentido…

Bufó- habla con quien quiera escucharte, yo no lo haré – caminó pero la voz de su madre  lo detuvo.

-¡Seung hyun compórtate educadamente! – exclamó molesta

-madre por favor…

-hijo, debes escuchar a tu compañero. Si han peleado o discutido, hablarlo es lo más recomendable. No puedes ser tan arisco.

-lo dices porque no sabes las cosas que ha hecho,  y yo sí.

-si sabes lo que ha hecho, y ha venido hasta aquí para verte y hablar contigo, no crees que merece por lo menos que lo escuches.

-aish es que tú no  me entiendes. – soltó molesto

Ella tomó un profundo respiro. Era psicóloga sabía cómo manejar esto. – a ver hijo, te lo estoy pidiendo yo. – Decía calmada – dale solo diez minutos  a tu compañero para que diga lo que tenga que decir, y si después de eso sigues manteniendo tu postura, yo no intervendré más. – El pelinegro la miró dudando – y tú, Young Bae, espero que realmente estés arrepentido de lo que hayas hecho y no nos estés mintiendo, porque eso si no lo dejaré pasar, y ya no serás bienvenido en mi hogar. ¿Entendiste? –le dijo al más bajo.

-s…sí señora Choi – dijo un poco asustado.

-ok. Entonces los dejaré solos para que HABLEN.

-¡mamá no!

-Seung no te comportes como un niño – frunció el ceño – ya estás bastante grandecito para comportarte así. Me voy a retirar y no quiero escuchar ningún vituperio. – los miró a ambos y se retiró.

-no tienes que hacer lo que te dice. Vete. – el mayor le dio la espalda dispuesto a irse.

-por favor escúchame, solo dame una oportunidad – pidió

-jum… está bien, quieres una oportunidad – lo miró con rencor- la tienes, pero no voy a perder diez minutos escuchándote, tienes tres minutos… tres, para decir todo lo que quieras y después largarte. –escupió.

-son suficientes – dijo seguro

-empecemos – tomó asiento en un mueble, y frente a él Young Bae.

-yo… yo… - miró el piso

-¿no sabes cómo empezar? – rió

-no sé exactamente que decir primero

-entonces no te alcanzara el tiempo que te di, y ya ha pasado medio minuto, no voy a darte más.

-no necesito mucho tiempo – levanto la mirada para enfrentarlo. – Solo vine… - tragó - … vine porque quiera disculparme.

 

POV SEUNG

 

-¿disculparte? Ja… ¿Qué es esto? ¿Una apuesta? ¿Apostaron a ver si yo caía y aceptaba tus disculpas? No soy idiota Young Bae. Si eso es todo lo que querías  decir entonces ya puedes irte. – le señalé la salida.

-Seung tienes que creerme

-no voy a creerte, ni a ti ni nadie

-yo realmente estoy arrepentido. Lo que te hicieron a ti fue demasiado, y lo que hicieron con JiYong también. Tú sabes que desde un inicio a mi no me pareció, pero ustedes dijeron que era por diversión y yo lo vi así. Pero después de tanto, y recordando cómo me criaron mis padres, no pude seguir con ello. Por eso cuando ustedes se fueron yo los encaré. Los encaré a todos, porque  me  hartó la  actitud tan indiferente que tenían.

-así, ¿y qué quieres? ¿Qué te aplauda?

-no. Solo quiero que comencemos de nuevo. Tú fuiste una de las primeras personas que conocí  cuando ingresé, no quiero perder tu amistad. 

-y que crees que ellos harán al enterarse que los dejaste para ser amigo de éste ex obeso

-no me interesa lo que opinen, si me hubiese importado, ni siquiera estaría aquí.

 

Respiré hondo. Vaya, ahora todos somos buenitos  ¿no?

 

-hyung… solo te pido que me des una oportunidad. Ni siquiera te digo que vuelvas a confiar en mí, deja que te demuestre que he cambiado de parecer,  por favor.

 

Se veía suplicante  ¡¡Aish!! Me he convertido en un hombre de noble corazón.

 

- … te  daré la oportunidad

-¿enserio? –dijo emocionado

-sí

-¡gracias! –se paró

-ya, ya no te emociones tanto. Te di la oportunidad que me pediste, pero sigo sin confiar en ti. – le aclaré

-oh… está bien, verás que confiaras en mí de nuevo – sonrió

 

No sé si debí darle la chance, pero si planea algo, él será el primero en pagarlo.

 

-¡Sra. Choi! –lo oí decir

-estas sonriendo. Eso quiere decir que arreglaron sus problemas.

-no – respondí

-¿entonces?

-Seung me dio la oportunidad de demostrarle que he cambiado, y se lo demostraré – sonrió, y yo desvié mi vista.

-mm…y ¿se puede saber que fue lo que hiciste… para que mi hijo se enojara? –preguntó curiosa, y él se mostró nervioso. Reí para mis adentros. Me paré.

-Young Bae y todo  el salón… mostraron imágenes de mi adolescencia – ella abrió los ojos asombrada – y también formó parte del acoso que JiYong recibía todos los días. – me fui a mi habitación.

 

Si mi madre lo regaña o le da algún tipo de advertencia eso ya no tiene que ver conmigo.

 

FIN POV SEUNG

 

******************

 

9:22 PM

 

-Chicos ya llegó la comida que pedimos. – dijo el jefe de seguridad

-gracias señor – dijo el de menor grado, y comenzó a repartir la comida entre sus compañeros.

 

Al no haber nadie que cocinara para ellos, tuvieron que pedir comida. Aunque tardaron media hora en traerla, la persona que hizo la entrega, dijo que la empresa les enviaba unas bebidas gratis para todos.

 

-------------------------------

 

-tenemos que mantener la vigilancia. El joven está solo en casa. Así que los quiero a todos muy atentos. – dijo el jefe

-¡SÍ, SEÑOR! – respondieron al unísono.

 

******************

 

10:02 PM

 

-umm  la noche está muy tranquila. Mejor me duermo, así mañana despertaré temprano – dijo JiYong.  Minutos antes había salido del baño recién bañado. Cenó algo ligero que habían preparado sus empleados antes de retirarse.  Se puso un pantalón elasticado holgado, y un polo cuello redondo igual de suelto que la otra prenda.  Dejo su cabello sin secar, no le gustaba usar la secadora, prefería el secado natural y así se acobijó  en su cama.

 

******************

 

Se veía totalmente aterrorizado, temblando, con la respiración agitada. De seguro jamás pensó que volvería a verme, pero el mundo es muy pequeño, y las cosas dan vueltas, y en mi caso, muchas vueltas

 

-he entrenado todos estos años solo por ti, no sabes…  las ganas que tengo de mostrarte todo…  todo lo que he…  aprendido

-se… Seuu…ung

-No me importa  cuán asustado estés,   o la diferencia de fuerza…  entre nosotros-  con mi mano libre acaricié su cabello blanco. Cogí un gran puñado  y tiré de él  con fuerza.

-¡AAAHH!  po…por  ffa… vorrr- sollozó

-tú… no te detuviste, cuando te lo pedí…  yo tampoco lo haré

 

Minutos después, estábamos en el suelo, yo encima de él. Lo golpeaba  con todas mis fuerzas,  los nudillos de mis dedos, empezaban a rasgarse y su ropa blanca  empezaba a tornarse rosada… ¡sangre!

 

-¡Seung hyun para!- gritaba. Trataba  de zafarse de mí, pero no tenía la suficiente fuerza, ni  siquiera  para empujarme.

-¡NO PARARÉ, HASTA QUE SIENTAS EL MISMO DOLOR QUE SENTÍ YO!

 

 

-¡NOOOOOO! –gritó el pelinegro con la respiración agitada, llevó una mano a la altura de su corazón y lo sintió acelerado.  Se levantó de su cama. Su habitación estaba a oscuras. Había estado viendo una película,  pero al parecer se durmió y la alarma de la TV se encendió.  Tenía un ligero dolor de cabeza que lo incomodaba. - ¿Qué hora es?  - murmuró y buscó su teléfono. - 11:43 PM

 

Dejó el teléfono sobre la cómoda y se sentó en la cama, miró a sus lados.

 

-¿Por qué me siento así?  - se dijo así mismo. Sentía una fuerte opresión en su pecho y no sabía la razón. – debe ser que no cené, mejor me preparó algo. – cogió su cel., salió de su habitación y bajo al primer piso. Se dirigió a la cocina y abrió la alacena, sacó un paquete de pan de molde, más tomates, cebollas y carne.  Empezó a cortar y se preparó dos sándwiches.

 

--------------------

 

-¡ya me siento lleno! – decía palpando su barriga.  Cogió un vaso y se sirvió agua.

 

“tú los tienes… por favor no los lastimes… son solo unos niños…”

 

-¿Quién está viendo televisión? – se preguntó al escuchar las voces en la sala. Caminó hasta la estancia, y vio a su compañero sentado frente a la TV. -¿Qué haces aquí?

-¡hyung! Me asustaste -   exclamó sobresaltado

-te hice una pregunta ¿Qué haces aquí?

-ehm… tu madre me pidió que me quedara. Dijo que sería agradable que desayunemos juntos –  sonrió nervioso. –Pero si no quieres, entonces me retiro – tomó su chaqueta del sillón

-si mi madre te lo dijo entonces quédate. -  habló el mayor sin quitar su cara de seriedad

Young Bae se volvió a sentar, pero sentía la mirada del mayor así que prefirió preguntar -¿no puedes dormir?

-no –respondió seco -  ¿y tú?

Éste sonrió al recibir una repuesta-no

 

-aish ¿Por qué  no tengo señal? – dijo Seung

-¿Qué pasa? – preguntó el otro. El mayor lo observó receloso, pero  al final lo dijo

-mi teléfono no tiene señal – le mostró la pantalla, ésta decía  ¡SIN SEÑAL!

-umm… ¿el mío estará igual? – cuestionó y sacó su teléfono del pantalón.  Lo desbloqueó y vio – él mío si tiene señal

-préstame 

-ten…- se lo entregó. Seung marcó los números y esperó una respuesta que no llegó.

-¿Por qué no contesta? – susurró con el aparto pegado en la oreja

-¿a quién llamas?

-a JiYong – remarcó – nada – devolvió el móvil.

-¿para qué quieres llamarlo a esta hora?

-no lo sé…

-¿ah? – lo miró confundido

-tengo un… un… – se avergonzaba de decirlo

-¿Qué cosa?

-un… ¿prese…entimie…ento? – dijo dudoso

-¿presentimiento?… como una corazonada  - él otro asintió -¿y qué tiene que ver JiYong?

-eso es lo que no sé

 

¡CRUSH!

 

Los dos se sobresaltaron ante el ruido.

 

-¿Por qué soltaste el vaso? –preguntó Bae viendo los trozos del vidrio en el piso.

-yo… - miró su mano temblorosa – no pude sostenerlo – al terminó de decirlo, el dolor en su pecho volvió, pero con más fuerza, asustándolo.  

-¿Qué  tienes? – le preguntó al verlo pálido. Seung tomó el teléfono inalámbrico de su casa y marcó el número de la casa de JiYong. “Este número  al que usted ha llamado se encuentra fuera de servicio”, contestó la operadora. – ¿fuera de servicio?  - dijo incrédulo.

-tal vez… - el mayor lo miró - ¿no pagó? 

 

PROBABILIDAD DESCARTADA

 

-tengo que ir a su casa – dijo acomodándose la ropa

-ya es tarde

-no me importa, algo está mal – cogió las llaves de su carro y guardó su celular.

-¡¿irás enserio?!

-con JiYong nunca juego – se encaminó a la puerta

-¡te acompaño! – se acercó  al mayor

-vamos – salieron apresurados, casi corriendo y subieron al auto del mayor.

 

******************

 

11:48 PM

 

POV JIYONG

 

RING, RING RING…

 

-¿Quién será a  ésta hora? – me levanté de mi cama, tenía mucho sueño. Miré la hora en mi despertador y ya era tarde. Me puse unas pantuflas peludas que tenían la cabeza de un gato como adorno. Con  los ojos medios abiertos salí de mi habitación, bajé por las escaleras sosteniéndome de la baranda  para no caerme, ya que todo estaba apagado. Prendí una pequeña lámpara y fui hasta la puerta. -¿Quién es? –pregunté aun sin abrir. No respondieron -¿Quién es? –no me  respondieron. Tenía mucho sueño, quería dormir.  Cansado abrí la puerta. – No hay nadie… - que tipo de broma era,  o tal vez lo había soñado. Ya que importa, necesito dormir. Junté   la puerta, pero antes de cerrarse  se detuvo,  parecía como si se hubiese atorado, la   abrí en su extensión y…  me era imposible creer lo que veía.

 

-buenas noches, Jiyong

 

No era real -¿us…usted? – tartamudeé. Llevé mis manos a mis ojos y los restregué.  No fue necesario levantar mi mirada para comprobarlo, podía ver su sombra. – eh… eh – las palabras se atascaban en mi garganta. ¿Qué era esto? ¿Por qué? ¿Seguía soñando?

 -estas pálido,  ¿te ayudo? – Su mano casi rozó mi cara, pero retrocedí -¿Qué ocurre JiYong? –sonrió

 

Mi pulso se había acelerado. Mi cuerpo no respondía  a las  órdenes de mi cerebro.

 

-pareces asustado jaja – rió – deja que te ayude – inició su andar.

 

Mi pecho subía y bajaba. No iba a permitir que ingresara. Con el valor que desconocía de mí,  tomé el borde de la puerta y la empujé para cerrarla.

 

-No hagas eso – dijo tranquilo

 

Su pie me impedía cerrarla. Mi cuerpo entero temblaba, pero no podía asustarme en este momento. Ignoré que una parte de su cuerpo estaba ahí, y empujé con más fuerza.

 

-estas gastando energía –volvió a hablar.

 

Insistí, pero no podía moverla. ¿Dónde estaba mi seguridad? ¿Por qué lo dejaron entrar? ¿Por qué está libre?… tenía tantas interrogantes rondando mi mente que me desconecté un segundo, un solo  segundo,  que dio paso a que él me botara.

 

-¡aauuch! – me quejé al caer al suelo.  Mis pantuflas me hicieron resbalar  y quedé descalzo.

 

-¿pareces haber perdido los modales? – su voz retumbó dentro de mi casa, mi  vista lo ubicó y estaba sonriendo. – no respondiste mi saludo de buenas noches. – sus pies avanzaron y empecé a retroceder de espaldas. – ¿Usas esto? – Cogió mis pantuflas del suelo -  Que ternura – comentó tan calmado que me molestó.

-¡Lárguese De Mi Casa! – grité. Hizo una expresión de fastidio y bufó.

-No – sonrió de lado. Como pude me paré. – vine para conversar

-aléjese

-¿acaso… me tienes miedo? – siguió avanzando.

 

Choqué contra un mueble y lo rodeé. 

 

-no tienes que huir… es tu casa -  sus ojos me miraban y me causaban demasiado temor.  Reparé  en la mesita que tenía a mi lado, y vi el teléfono.

 

-no lo intentes –  dijo.

 

Esto era mi salvación. – ¡no de un paso más o llamaré a la policía! – le advertí y se detuvo.  Su mano derecha se movió, y colocó sobre el mueble mi calzado.  Unos segundos de silencio se formó y volvió a andar -¡le dije que no se acercara! – volví a gritar

-o llamarás a la policía… ¿verdad? 

-s…sí – sonrió al escuchar mi respuesta.

-hazlo… ¿no lo harás? – se detuvo

 

Con mi mano temblando marqué a la policía, pero sin quitarle la vista a él.  Acerqué el auricular a mi oreja, pero no oí nada.

 

-¿no contestan? – su voz me  espantó.  – será porque… no tienes línea.

 

¿Qué?

 

Remarqué y nada, volví a repetir esa acción, y nada, nada, ¡NADA!

 

-pierdes el tiempo… - el choque de sus zapatos con el piso se oyeron.  Tenía que pensar en algo rápidamente. Yo no iba a pelear con él, fácilmente me ganaría, es más alto, y pesará casi el doble  que yo.  Solo queda una opción.  Me concentré, respiré, y con toda mi fuerza  lancé el aparato en su dirección.

 

-¡aah! –escuché un ronco quejido, pero no tuve tiempo de verlo.

 

Debía salir de mi casa y pedir ayuda.  Volteé y empecé a correr rodeando el conjunto de sillones que estorbaba mi camino.  El que hubiera poca luz, provocó que me tropezara con el escalón  de desnivel.

 

-¡aawww! – chillé. Mi pie derecho dolía. Con dolor y todo, volví a pararme.

 

-¡ven acá! – gritó. Era mi obligación correr.  Lo hice. – ¡no te irás! – oí sus pasos tras los míos. Debía dar unos pasos más para estar afuera. Reuní fuerza para apresurarme. Antes de dar el penúltimo pasó, sentí un jalón  en mi antebrazo que me hizo retroceder.

-¡suélteme! –grité, y empezamos a forcejear.  El que estuviera de espalda  me complicaba más la situación, no podía golpearlo ni verlo, pero él a mí, sí.

-¡quédate quieto! – sus brazos se cerraron en mi cuerpo

-¡déjeme!

 

¿Por qué mi seguridad no oía mis gritos?

 

-¡¡Auxilio!!

-nadie vendrá  - dijo cerca de mi oreja y un repentino golpe en mi boca me hizo callar.

-¡mmm! – moví mi cabeza desesperado. Sentía un trapo cubriendo mi boca y nariz.

-¡tranquilo ya va a pasar! –seguía hablándome mientras con una mano cogía mis brazos  con fuerza y con la otra ejercía presión  en mi cara.

-¡mmm! – mi respiración era sumamente agitada. El olor que ingresaba por mis fosas nasales era extraño Recuerdo haberlo usado en mis clases de química, era… era… cloroformo. - ¡mmm! – cada segundo sentía que me movía menos.

-no te asustes

-¡mmm! – no me importaba escucharlo. Quería estar fuera de aquí.

-no te resistas

-¡mm…m! – me hacía falta aire. –mm…

-así… cálmate

-mm…mm – ya no sentía mis brazos queriendo librarse, o si quiera mis piernas pataleando.

-acabará pronto

-mm… -me pesaban los ojos, mi visión era borrosa y enredada. Diferentes colores aparecían.

-sshh… la pasaremos bien

-m… -no podía moverme. Me sentía como un hoja marchita.

-muy bien… así, así  - quería reaccionar, pero tenía sueño. Ya no hacía intentos por  liberarme,  únicamente quería dormir. Dormir. Dormir. – duerme pequeño.

 

FIN POV JIYONG

 

  

******************

 

-vuelve a marcarle

-no contesta

-¡maldición! – Golpeó el timón -dámelo – dijo el mayor –responde por favor – pidió, pero para su mayor estrés fue enviado a la casilla de voz. – ¡lo apagó!

-¿Cuánto falta para que lleguemos?

-deben ser unos… 25 minutos. – decía molesto. Quería llegar  lo más pronto posible, pero la distancia que había entre sus casas era amplia. –voy a acelerar más.

-ok – Bae se ajustó el cinturón de seguridad.

 

******************

 

00:07 AM

 

-umm… mm… - balbuceaba el peliblanco –umm… - se removió queriendo voltearse, pero no pudo. Estaba cansado. Su cabeza daba vueltas. Con pereza pestañeó para abrir los ojos.  El lugar le parecía familiar, pero no lo reconocía. - ¿don…nde estoy? –murmuró a duras penas.

-en tu casa – aquella voz lo impresionó.  Buscó de donde venía.

-¿señor Lee? –su vista la tenía un poco borrosa.

-qué bueno que despiertas, pensé que te habías dormido. – le contestó.

-¿Qué… pasó? –cerró los ojos.

-¿no lo recuerdas?-caminó para acercarse

-¿eh? –lo observó con más claridad. -¿Qué… que debería…? – unas imágenes aparecieron en su mente de la nada.  Quiso llevar sus manos a la cabeza, mas no las pudo mover.  Las escenas que veía  pasaban rápidamente.  Le recordaban algo, muy importante, trataba sobre… sobre…. Abrió los ojos de golpe, y empezó a tiritar.

-veo que ya lo recordaste. – sonrió y se detuvo.

-no… no…  no puede ser…

-si puede ser

-¡aléjese! – hizo el ademán de levantarse, pero para su desgracia no lo logró. - ¡¿Qué es esto?! -  exclamó sorprendido al notar porque no podía mover sus manos. 

 

El escenario donde se desenvolvía aquella dramática escena no era más ni menos que una de  las habitaciones  de invitados  de la residencia de la Familia Kwon.  La luz estaba encendida a un nivel bajo, iluminando tenuemente el dormitorio. Dentro de ésta… parado estaba aquel hombre fumando un puro “Cohiba Behike 54”, vestía un traje oscuro con una camisa blanca y corbata, además de unos  zapatos  negros relucientes.  No estaba solo. En el mismo sitio aunque en diferentes condiciones, se hallaba el dueño de casa.  El mayor designó el lugar más cómodo para éste… la cama. Con el torso descobijado y las manos inmovilizadas por encima de su cabeza, unas sogas lo ataban con dureza al catre.  

 

-jaja no te parece divertido – tomó asiento en uno de los muebles – antes era yo quien estaba esposado, mírate… ahora lo eres tú. – decía con mofa.

-¿Qué hizo? ¿Se escapó? ¡¿Ah?!  ¡¿SE ESCAPÓ?! – gritó

-no, no… no grites por favor – decía calmado – pareciese como si discutiéramos, y no es lo que quiero.

-¡¿entonces que quiere?!

Sonrió – ya te lo dije abajo… hablar.

-usted y yo no tenemos NADA de qué hablar. Todo lo que hizo fue defraudar la confianza y el aprecio que  mis padres le tenían.

-ahh – suspiró – hablar con niños a veces es… - torció los labios- …difícil.

-¡porque no se larga de una vez!

-ahí está de nuevo. – Se paró – sabía que ese muchacho te iba a corromper, mira como te comportas después de juntarte con el hijo de la familia Choi. Tus padres se sentirían tan decepcionados.

-¡no meta a Seung hyun en esto! Él es el único que ha sido sincero conmigo, y mis padres estarían felices de que tuviera  a un amigo como él. –dijo molesto

-jajaja  es cierto, él ha sido tan sincero contigo que… - se guardó lo que ya sabía. Era mejor dejar en su desconocimiento al menor sobre los sentimientos de su amigo – no importa él. Por lo que veo la muerte de tu mayordomo no te afectó tanto como esperaba.  – dio otra calada.

-¿l…lo esperaba?

-fue una pena que muriera de un infarto… tal vez si no hubiese sido tan insolente aun seguiría cuidando de ti.

-¿a qué se refiere?

-pues… fue muy fácil… deshacerme de él, ni siquiera tuve que ensuciarme las manos  jajaja- rió

-¿us…sted… él…él? ¡Eso es mentira! ¡A él intentaron robarle, y por eso le dio un ataque!

-claro que lo sé. Crees que contrataría ineptos para que lo intercepten.

-Entonces… - su voz perdió potencia 

-Piensa JiYong, estaban en el lugar ideal… un centro comercial. Quien en su sana juicio creería que aquel asalto fue premeditado… - lo observó – nadie 

-usted… usted… ¡ES UN  MALDITO! ¡¿Cómo se atrevió?!  - gritó – ¡debería de podrirse en la cárcel! En estos instantes de seguro ya lo están buscando por haberse  fugado. Y cuando lo encuentren ¡será su final! ¡Les diré todo lo que me ha dicho y nadie podrá defenderlo! –expulsó su ira.

-jejeje claro ¿y a quien le dirás? Será… mmm… ¿al juez que me dio libertad? – dijo sarcástico

-¿Qué? – preguntó desconcertado

-lo que oíste. El juez me dio libertad, aunque condicional, pero estoy  libre de nuevo.

-no es verdad… usted debería de pasar muchos años preso.  No pudieron dejarlo libre en tan poco tiempo.

-¿creíste  que alguien de mi status, podría permanecer en la cárcel por años? Ja – bufó – por favor. En este mundo… si tienes dinero, nadie puede tocarte.  Pensé  que sabías eso.

-no lo puedo creer. ¿Siempre fue así? – Preguntó decepcionado – ¿por eso era tan amable conmigo?    Solo quería el dinero. No le importaba nada más que  ¡EL  MALDITO DINERO!  

-no te pongas así… - dijo al ver los ojos cristalizados  del menor

-¡confié en usted! ¡Creí que sería la persona a la cual debía seguirle los pasos! ¡Me equivoque, siempre me equivoco! Ni pensar… que por mi mente cruzó… la estú…pida idea de que… usted… sería com…mo un pa…adre para mí – la voz se le quebró, y ligeras lágrimas salían de sus ojos. Se sentía tan desilusionado.

-Ji… - se acercó a la orilla de la cama – no sabía que me tenías tanto aprecio – dijo sonriendo –pero yo… jamás podría ser tu padre… - quiso limpiar el líquido en la mejilla del muchacho mas éste movió su rostro en dirección contraria.

-sé que jamás sería como mi padre… - murmuró con los dientes oprimidos.

-pero puedo ser más que eso… - su mano recorrió el pecho desnudo del chico.  

 

JiYong se  estremeció al sentirlo, volvió su rostro y se halló con la mirada oscura de ese hombre.  Quiso  hablar, pero sus labios temblorosos  se lo impidieron. Lee se alejó y anduvo hasta  el mueble donde minutos antes había reposado.  Con elegancia desabotonó su saco quedando en camisa,  y retiró su corbata.

 

-nunca te lo dije – habló de espalda – pero desde que te conocí… captaste mi atención. – Giró para verlo – fue difícil descubrir que era, pero cuando te volví a ver siendo un adolescente lo supe. – sonrió. Desabotonó las mangas.  – tu mirada perdida, mas no tus objetivos.   – tomó otro puro, lo llevó a su boca y lo prendió. – Caí rendido ante ti – caminó – ese color de tu cabello… que te hace más  exquisito a mi  vista – paró al lado de la cama y dio otra calada – y sobre todo… - se agachó –…tu hermoso cuerpo – expulsó el humo en el rostro ajeno.

-cocf, cof, cof… - tosió ante el desagradable gas que ingresó en su boca.

-pero dejémonos de tantas palabras. No vine para eso – apagó el puro en la mesa de al  lado. – haré que disfrutes esta noche.

-¿qu…ue? – preguntó con temor

-no debes preocuparte. – Le sonrió –lo haré con cuidado.  – Dijo acercando su cara al chico, pero no supuso lo que éste haría -¡aahh!- exclamó  alejándose -  ¡maldición JiYong! -  le gritó cogiéndose el estómago. El peliblanco lo había pateado por simple inercia.- ¡¿Dónde  aprendiste a tratar a los demás de esta manera?!  - furioso fue hasta el mueble y de un maletín sacó un cinta adhesiva, una tela y una navaja. –No quería llegar a esto, pero no me dejas opción – se acercó con esos materiales ante la mirada atemorizada del chico.  – ¡Abre la boca! –ordenó

-aléjese – dijo asustado -¡váyase!

-eres un mal niño – sonrió. Hizo una bola con la tela y cogió la mandíbula del menor.

-¡déjeme!  - empezó a moverse intentando librarse.

-¡deja de moverte! – se subió encima del cuerpo de JiYong, y  apretó  con brusquedad el hueso del chico haciéndolo gritar.

-¡AAAHHH! -  chilló al sentir que le romperían la boca.  Ese momento fue aprovechado para introducir dentro de su cavidad aquella tela, que aunque no cabía  completamente, con la cinta adhesiva  fue obligada a hacerlo.

-así es mucho mejor – dijo contento el hombre al ver que hizo un buen trabajo.  – te mostraré con que te deleitarás, y después será tu turno. – se bajó de la cama dejando los materiales en la mesa,  y se paró frente a él. – sólo debes mirar.  – sonrió coqueto.

 

Despacio llevó una mano al inicio de su camisa, tomó un botón y lo liberó. Esa acción la repitió varias veces hasta terminar. Hizo que la prenda se deslizara hasta dar con el suelo alfombrado. Un pecho y brazos bien formados, con músculos por doquier era la vista que tenía el menor quien había empezado a temblar. Lee guió sus manos hasta el cinturón, lo desenganchó, y lo tiró.  

 

-¿te gusta lo que ves? –preguntó con voz gruesa, mientras quitaba el botón y abría el cierre  del pantalón, y lo dejaba caer por sus forzudas  piernas; llevando consigo sólo un bóxer. – Llegó tu turno – avisó.

 

A gatas subió a la cama. El  peliblanco intentó retroceder, pero éste le tomó el pie impidiéndole seguir con su acción.  Cuando estuvieron cara a cara, el contador acarició con su mano la mejilla del chico, provocando que este cerrara los ojos, y por autodefensa le diera un rodillazo en los testículos. 

 

-¡aahh! – gritó adolorido - ¡idiota! – le tiró una trompada en la misma mejilla donde lo había acariciado segundos antes.

-¡mmm! – se quejó por el fuerte golpe

-¡te duele! ¡Eh! – cogió la cabellera blanca, tiró ásperamente de ella sacando más gritos ahogados del chico. - ¡¿crees que no siento dolor acaso?! – su voz parecía la de un perro rabioso. Estiró su mano a la mesa que estaba junto  a la cama y tomó el arma blanca. -¡¿sientes esto?!  ¡¿Lo sientes?! – gritó apretando la navaja en el delgado cuello. – Si no te portas bien… no dudaré en clavártelo -  la alejó y la enterró en la almohada de plumas.

 

Pequeños sollozos empezaban a oírse. Había tanto miedo en el cuerpo del muchacho que no dejaba de temblar como si estuviese en el fin del mundo.  Y aumentó cuando sintió la mano del adulto recorrer su brazo, luego su pecho, su cintura  y su cadera donde se detuvo.

 

-veamos que hay… debajo de ese pantalón – le susurró en el oído, el cual después mordió.

-¡mm! – se movió un poco.

-sin quejarse –advirtió tirando otra vez de la cabellera la cual no soltaba. Sumergió sus dedos dentro de la pretina y empezó a bajarla.

-mmm… - negaba con la cabeza.

-sshhh… - soltó la cabellera y usó la otra mano para retirar la prenda en su totalidad. – Sabía que eras un tesoro oculto – habló  viendo con lujuria el delgado y blanquecino cuerpo.

 

POV JIYONG

 

¿Dónde están los que dijeron que me cuidarían?

¿Por qué nadie viene a ayudarme?

 

No quiero sentir miedo. No quiero vivir esto.

 

FIN POV JIYONG

 

La mejilla inflamada y el labio herido eran remojados  por las saladas aguas  que brotaban de los orbes del chico.

Su delicada piel empezaba a ser marcada por los labios y las manos del abominable ser.  Unos arañazos por aquí, otros golpes por allá eran el castigo si lo intentaba rechazar.

 

-no te muevas – murmuró besando el cuello ajeno y con sus manos recorriendo cada centímetro de piel que hallaba libre. –Sabes… delicioso – lamió y  luego mordió el hombro estremeciendo el cuerpo bajo el suyo. A paso de lengüetazos y  mordidas llegó a los pezones del chico. Quería excitar a su prisionero, pero lo único que lograba eran los lamentos de dolor, harto de  tal insulto, los mordió toscamente y estiró cada uno sacando un gran grito de su dueño.

 

-¡MMM…MMM!

-gime para mí… - descendió dejando libre los ensangrentados pechos, y alzó su mirada admirando su sádica obra.  Con su diestra alcanzó el arma  y la llevó a la inquieta cadera – si te mueves… esto… acabará dentro de ti – empujó ligeramente la punta de la navaja en la piel. Sus dientes se apoderaron del elástico del bóxer e iniciaron su descenso con la ayuda de la  mano libre.

 

La privilegiada imagen que tenía el contador, nadie se la borraría jamás. Tenía completamente desnudo el cuerpo del menor, y aunque a la vez de excitante era dolorosa, para él sólo había un único y gran final.

Con algo de premura, él también se retiró aquella prenda que aprisionaba su sexo y la expulsó. Haciendo uso de su fuerza tomó las rodillas ajenas, las separó sin importar cuán temblorosas estaban, y se posicionó en medio de ellas.

 

POV JIYONG

 

No deseaba verlo. No quería sentirlo tocando mi cuerpo.  Traté de cerrar mis piernas, pero  recibí otro golpe más en mi rostro.

 

-¡no escuchaste mi advertencia! – Gritó tan fuerte que parecía atravesar mi alma – hoy… dejaras de ser un niño – decía en mi oído –hoy… - sus manos se enterraron en mis glúteos separándolos, y cerré mis ojos con el deseo de no abrirlos más –serás… ¡MÍO!

-¡MMMMMM…! – me penetró

-Qu…e… estre… echo ahh…

 

El dolor que sentía era imposible de soportar, mis  brazos en el acto de reacción se encogieron, ajustando más las sogas en mis muñecas. Mis  piernas estaban entumecidas.

 

-¡MMMMMMMM…!

 

Se movía. Una y otra vez. Sin parar. Rompiendo mi cuerpo en trizas.

 

FIN POV JIYONG

 

No le importaban  los desgarradores gritos del menor, él necesitaba saciarse. Todo era como lo soñó e imaginó cientos de veces. El ajustado orificio le causaba cierto dolor a su prominente miembro, pero el placer que sentía de penetrar al niño que le “gustaba” era mil veces  superior.

 

-¡DIOS! Eres… ahh… lo mejor… ah…- gemía enloquecido. Entraba y salía sin tomar en cuenta el daño que causaba en las desgarradas paredes internas de su presa - ¡más… más…!- recargó su cabeza en el cuello ajeno y con sus manos sostuvo aquella cadera para así penetrarla sin detenerse  llegando a los más profundo de aquel abandonado ser.

 

POV JIYONG

 

¿Pap…á?

¿Ma…má?

¿JinYoung?

¿Yun…ho?

¿Seung hyun?

 

¿Dónde… están?

¿Por qué… me dejan… solo?

Sus promesas… ¿fueron falsas?

¿no querían protegerme?

¿Por qué… no lo hacen?

Los… necesito.

 

FIN POV JIYONG

 

-sólo… ahm un poco… ahm… - se enterró aun más. Su palpitante miembro le advertía que su orgasmo ya iba a finalizar y lo buscaba – sí… ahm… ah… ¡AAHH!

-¡MMMMMMM…!

 

Ambos exclamaron. Uno por terminar gloriosamente  su agotada labor, y  el otro por sentir su interior quemarse con el ardiente líquido que se derrochó en  aquel lugar.

 

-jajaja… ¿te gustó? – preguntó jadeando y sonriendo.  En respuesta escuchó sollozos.  Eso lo enfureció. - ¡¿Por qué lloras?! – exclamó observándolo y le tiró un fuerte golpe en el vientre.

-¡MMMM! – sus ojos se abrieron y su estomagó se hundió quitándole una inmensa cantidad de aire.

-no aprendes – salió sin delicadeza del menor, y se paró a un lado – tus padres se quejaban tanto de tu mal comportamiento, eras muy desobediente, y hoy… -se acercó donde se hallaba tirado su cinturón y lo recogió - …lo he comprobado. Tendré que corregirte… ¿verdad?  - lo dobló en la mitad, e hizo chocar ambos lados de la correa de cuero.  –Prepárate – una sonrisa macabra  apareció.

 

-¡mmm!… ¡mmm!… ¡mmmm! – se retorcía.

 

-debes… ¡respetarme!… ¡obedecerme!… ¡alabarme!… - continuaba vociferando a la vez que azotaba el magullado cuerpo. Desde el pecho hasta debajo de las rodillas.

 

-¡mmm!… ¡mmmm!… - como pudo fue rodando su cuerpo.

 

-¡¿te crees inteligente?! –Paró los golpes -¡yo lo soy más! - su miembro estaba duro otra vez, montó al menor -   ahora lo comprobarás. -  Lo volvió a penetrar.

 

-¡MMMMM…!

 

******************

 

-¿ya estamos llegando?

-está a unas cuadras más

-ok.

 

“Tam, Tom, Tum , Tum, Tom, Tam…”

 

-es mi teléfono – dijo Seung. Activó el handfree – Aló

-Seung ¿Dónde estas?

-mamá  estoy yendo a la casa de JiYong

-¿Qué?

-estoy con Young Bae

-¿para que vas a esta hora? Ya es muy tarde para visitarlo

-necesito verlo. Siento algo extraño

-¿a qué te refieres?

-siento que algo le va a pasar, necesito saber que está bien.

-hay hijo… - suspiró – te aseguro que está bien. Cuando llegues lo comprobarás.

-eso espero mamá.

-pero estas bien ¿no?

-sí mamá

-ok. Cuídense. Cuando lleguen llámame

-sí, no te preocupes, te quiero. Adiós

-adios. – apagó el dispositvo.

 

-¿Qué te dijo? –curioseo

-que no me preocupara, que estaba bien

-¡ya ves!

-igual no estoy tranquilo. Lo tengo que ver con mis propios ojos.

-está bien. Total ya falta poco.

 

******************

 

POV JIYONG

 

Quería dormir.

¿Por qué… mi cuerpo so…oportaba tanto?

En otras ocasiones…  un simple golpe era suficiente para desmayarme.

¿Por qué ahora no?  

¿Debo padecerlo?

¿Estoy siendo castigado… por mis errores?

¿Mi pena… aun no acaba?

Ya no tengo fuerzas… aun así permanezco consciente.

 

Señor, Tú, Señor. Aquel que nos creó, a quien de niño iban mis oraciones, así como me lo enseñaron mis padres. 

 

¿Me estas castigando?

¿No merezco tu perdón?

¡¿No merezco ser tu hijo?!

 

Sé que dejé de orarte, dije que te odiaba por arrebatarme a las personas que amo. Aun así.

 

¿No te compadeces… de mí?

 

Permíteme descansar por favor… ten piedad… ya no quiero seguir… déjame descansar.

 

-¡MMMMM…! – otra vez ese líquido quemándome. No lo puedo soportar, por favor… quiero dormir. Hazme dormir.  –mmm… - salió de mí.

 

-¡quieres seguir siendo castigado! – apenas desvié mi mirada y recibí un azote en mi espalda.

 

-¡mmm!… ¡mmm!… ¡mmm…!

 

¡Quema! ¡Duele!

 

Siento mi sangre brotar.  Ya no sé de donde salen, pero las lágrimas no se acaban.

 

-ya ha sido suficiente – lo oigo decir – estuviste espectacular, precioso – sus pies chocan contra el piso. Oigo  un encendedor.  –Todo fue tu culpa- la cama se hunde a mi lado, junto a ese desagradable olor a tabaco – te dije que te portaras bien – su mano toca las heridas en mi espalda. Arden. – Las cosas serán mejores la próxima vez – no quiero hacerlo de nuevo. Ya no. – Iremos a un lujoso hotel, cenaremos, iremos de viaje, y disfrutarás de sentirme en tu cuerpo… cada noche – siento el humo del tabaco en mi espalda - te curaré. –su lengua recorre mi dorso. Eso me estremece.  – estás marcado por mí – su pierna rodea mi cadera – esto es lo último. – no sé a qué se refie…

-¡Mmm…! – me remuevo

 

 ¡Me está quemando la piel!  ¡Está apagando su puro con mi cuerpo!

  

-tienes mi sello jaja – deposita un beso  ahí. En mi cadera.  – Ya no llores – sus manos me giran, y me abraza por la espalda.  – Eres único en la cama, mi amor – estoy muy cansado. – En unos días volveré – besa mi espalda. – oh… me estaba olvidando. – se remueve detrás mío, y finalmente corta la cuerda del catre, pero mis manos aun permanecen atadas. – Tienes que descansar – se levanta y me cubre con una sábana. Quisiera moverme y quitármela, me raspa toda la piel.  –Tengo que irme – escucho cosas moverse. Creo que se viste.

 

Me pesa el cuerpo. Me siento débil. 

 

¿Te apiadaste… de mí?

¿Me dejarás descansar?

 

Gracias. 

 

Dejo que salgan las últimas aguas de mis ojos cerrados. Éstos también duelen y arden, mi cabeza también me duele y retumba. Cada parte de mi cuerpo duele. Aun así ya me siento  más liviano.

 

Ya voy a dormir. ¿Verdad?

 

 Sí. Ya quiero… dormir.

 

-te traeré muchos regalos – apenas lo escucho – duerme  pequeño – siento una  presión en mi cabello. – adiós.

 

Silencio.

 

 Sólo el silencio y yo.

 

 Solo yo. 

 

FIN POV JIYONG

 

******************

 

POV SEUNG

 

-¡qué demonios!

 

Exclamé al notar las rejas de la casa de JiYong abiertas.

 

-bajemos –dijo Young Bae

 

Ingresamos y no vimos nada, todo estaba en silencio

 

-¿Dónde están los guardias? – pregunté al no ver a ninguno

-hyu…ung –  me llamó Bae. Giré hacia donde estaba. Su cara había empalidecido.

-¿Qué te pasa?

-mi…ira –  señaló la cabina. Caminé.

-¿Qué hay? – le pregunté, pero él me hizo girar la cabeza y los vi. Dentro de ésta había tres  guardias.  Estaban atados  e inconscientes. Las  pantallas de las demás cámaras externas  mostraban a todos los guardias tirados en el piso.  –No… - fue todo lo que pronuncié.

 

-¡ya llamé a la policía! – escuché que dijo Bae.

 

¿La policía?… ¿hace cuanto que habrán estado así?… sabía que algo ocurría… ¡lo sabía!

 

Empecé a correr.

 

-¡hyung espérame! – oí los gritos de Taeyang, pero no me podía detener.

 

Tenía que encontrar a JiYong.  Quizá intentaron asaltar su casa, de seguro estaba escondido en algún lugar.   Cuando crucé todo el camino de la entrada hasta la puerta principal,  me encontré con la puerta abierta, y la luz de una lámpara encendida. Observé todo rápidamente.  Estaba un poco desordenado.  Había unas pantuflas encima de un sillón.

 

Escucho unos sonidos  en el segundo piso.

 

-hyung… - Bae llega.

-hay alguien arriba – le dijo en voz baja

-¿Qué?

-subamos – le digo seguro, en sus ojos veo un poco de temor, pero después asiente.

 

Con velocidad, pero en silencio subimos las escaleras. 

 

-hay muchas habitaciones –dice Bae

-revisémoslas

 

Abrir y cerrar.  Lo hacemos lo más pronto que podemos, pero no  encontramos a nadie. 

 

-Seung… - murmura Bae. Volteo a verlo y me indica una habitación.   La veo y la luz está encendida. Nos miramos nuevamente y ya sabemos qué hacer. Nos acercamos despacio, cojo la perilla, la luz se apaga. Iba a abrirla, pero la abren con fuerza. Caigo al suelo y veo una sombra correr.

 

-¡lo detendré! – grita Bae siguiéndolo.

-¡Maldito! – me levanto del suelo, yo también debo seguirlo.

 

-mm…

 

¿Qué fue eso?

 

-mm…

 

Tragó… lo reconozco.

 

-mm…

 

Proviene de la habitación.  Mi cuerpo empieza a temblar. Siento miedo. Miedo por tener que entrar. Debo hacerlo.  Está todo oscuro.

 

-mm…

 

Mis ojos se humedecen. No él.  Por favor.

 

Mis pasos son tercos. Mi cuerpo no quiere llegar hasta el nido de aquellos sonidos.

 

-mm… - pero llego.

 

Enciendo la lámpara de la mesa.

 

-Ji… -lo llamo – Ji… -su cabello blanco es lo único que veo – JiYong… - acercó mi mano a la tela que lo cubre – JiYong – mis lagrimas salen. - ¡JiYong! – lo destapo de golpe. 

 

Me quedó sin aire y retrocedo  rápido provocando mi caída.

 

“TURM, TURM, TURUM, TURUM…” -  las sirenas

 

No.

 

Veo delante de mis ojos, la imagen más horrenda que en mi vida he presenciado.

 

-Ji…- estoy asombrado. No puedo hablar. Mi voz no sale. No me puedo mover.

 

Mi mundo de cristal se hace añicos.

 

-¿Por qué? … ¿Por qué?…  ¡¿POR QUÉ?! 

 

FIN POV SEUNG

 

FIN DE FLASHBACK

 

CONTINÚA…

Notas finales:

Lo sé. Lo sé. Merezco la muerte, la hoguera, la silla eléctrica. Todo, no tengo perdonnnnnnnnnnnnn… if… - llora…- la que hice fue muy malo. Ji no lo merecía.

Tírenme piedras…

 

Esto era parte de la historia desde un inicio, y por eso me costó hacerlo. – se va a una cueva para esconderse – perdón.

 

Adiós.


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