Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El dolor nunca es eterno por yuljiyongie

[Reviews - 557]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

HI, DevAngs

disculpen por tardar, pero es que podia acabarlo, en realidad esta es la primera parte, porque la otra aun no la termino - es que no me dejan esribir, me interrumpen - bueno con el feriado espero acabrlo y subirlo... para que no se aburran lean...

 

JiYong salió de la piscina no sólo con la ropa mojada y descalzo, también con el corazón hecho trizas por la persona que decía amarlo. No gastó fuerzas ocultando su llanto. La barrera que había resguardado su corazón como el mayor de los tesoros tenía  las puertas abiertas,  y había recibido los dardos directamente.  Ya no había motivo para continuar en ese club.  Sus pies avanzaban arrastrándose, a la vez que  sus  lágrimas recorrían  sin piedad alguna por su rostro húmedo.

 

-¡¿JiYong qué sucedió?!

 

Dong Wook apareció frente a él asombrado de verlo empapado  y llorando.  Hacía menos de dos minutos que desde las barandas alrededor del primer piso observó como el pelirosa había sido prácticamente aventado a la piscina espumosa, nada más ni nada menos que por Seung hyun.

 

-JiYong… -Volvió a llamarlo posando una mano en el hombro del más bajo, pero éste rápidamente se apartó. 

-¡mentiroso! – gritó para después empezar a correr, yendo contra todos los presentes.

-¡espera!

 

Una vez que JiYong  logró salir del club sus guardaespaldas lo recibieron diciéndole  que ya se habían encargado del taxista, pero segundos luego se percataron que  tenía espuma por distintas partes del cuerpo y que agua escurría de él. Uno de ellos se quitó el abrigo y se lo colocó. El frío estaba muy fuerte en esos momentos.

 

-vámonos – Murmuró con dificultad mientras mantenía  la cabeza gacha.  Comenzó a andar hasta que fue retenido bruscamente.

-¡no te mentí cuando dije que Seung estaba mal! – expresó Wook en voz alta. Lo último que buscaba era ganarse nuevos líos con el menor.  – lo dije enserio. Seung te necesita.

-¡Él no necesita a un niño idiota como yo! – lo enfrentó con todo el dolor de su corazón, sintiéndose nuevamente engañado. ¿Cuándo dejarían de mentirle?  ¿Acaso lo creían insensible? Pues estaba muy seguro que no lo era, y por eso quería irse de una vez.

-te equivocas… - en su mirada mostraba la angustia de que éste fuera el fin.

-¡aléjenlo! ¡Aléjenlo de mí!

 

Con audacia dos de sus escoltas lo liberaron del agarre del pelinegro permitiéndole que ingresé a uno de los autos y se marchará. Cuando lo vieron a más de una cuadra soltaron a Dong Wook arrojándolo al frío y duro piso.

 

-¡esto me lo pagarán par de imbéciles! – soltó molesto, pero estos ya  habían arrancado.   

 

**********************

 

-¡joven! – exclamó la señora Heo al ver entrar a su adolescente jefe por la puerta principal,  pero que al igual que las otras personas asombrándose al verlo bañado. Sin embargo, su palabra fue ignorada por el menor. Éste cruzó como un rayo hacia el segundo piso sin decir nada, solamente dejando rastros de agua por el mármol.  - ¿Qué ha pasado? –preguntó a los hombres que ingresaron.

-no lo sabemos, pero en todo el trayecto no ha parado de llorar. – dijo el que no traía abrigo.

-iré a verlo

-dudo que quiera hablar con usted.

 

-¡¡¡¡¡AAAAAHHHHHHHHHHHH!!!!!… ¡¡¡¡¡AAAAAHHHHHHHHHHHH!!!!!

 

Ellos fijaron su vista en el segundo piso. Oyendo tras el primer grito, otro y otro, acompañados  de distintos golpes.

 

**********************

 

Cuando llegó a su habitación JiYong cerró la puerta con seguro y empezó a soltar alarido tras alarido. Su interior ardía, quemaba inmensamente. Deseaba acabar con todo, romperlo, destruirlo.  Ni cuenta se dio que mientras pensaba esas cosas las estaba haciendo realidad. Su dormitorio de a poco se volvía  un desorden completo.

 

-¡¿Por qué a mí?! ¡¿Por qué?!

 

Vociferó al golpear un espejo de cuerpo entero  con un adorno de plata. El estruendo tintineante del espejo al romperse representó como se sentía.  Sus rodillas cedieron ante la desaparición de su reflejo.  Sus manos se apoyaron sobre los pedazos de vidrio, pero no le importó sentir ese dolor, porque no tenía ni punto de comparación con el que había explotado en él.

 

**********************

 

-¡Oh mi Señor! – asustada oyó como un golpe fino culminó con la destrucción de más de media hora de duración.  Era acertado decir que ella no tenía mucho tiempo tratando al joven, pero su experiencia de tantos años le bastaba para afirmar que ese muchacho era sumamente inestable emocionalmente. Y dejarlo desahogarse, solo; sería un error catastrófico. Por esa razón es que no dudo en llamar al amigo de éste.  Un joven pelinegro sumamente amable que le había pedido mantenerlo al tanto de lo que le sucediese a su amigo.

 

-¡ya llegó! – informó un empleado que se mantenía al lado de la mujer, acompañándola.

 

-¡¿Dónde está?! – el pelinegro al entrar, preguntó muy preocupado. Ella sintió un ligero alivio al verlo.

-en su habitación, ésta es la llave – de su bolsillo sacó una llave dorada  y la ofreció al joven que al instante fue al sitio indicado.

 

**********************

 

POV YUNHO

 

Había sido sumamente inesperada la llamada que la señora Heo me hizo mientras descansaba en mi casa. Escucharla decir que JiYong estaba prácticamente destruyendo su habitación provocó que despabilara por completo y prestara atención a sus palabras.   Me vestí presuroso y tomé mi carro para llegar.

 

La ropa, la  cama, las almohadas, los libros, los DVD, la laptop, las cortinas, todo, absolutamente todo estaba patas arriba. Parecía como si una enorme catástrofe hubiese arrasado el aposento de Ji. Me sentía sorprendido de ver esto.   Mi dongsaeng no parecía de las personas que desquitaran la frustración haciendo este tipo de cosas, él no lucía de esa manera, para nada.

 

-¡LARGO!… ¡LARGO DE AQUÍ!… ¡LOS DESPEDIRÉ!

 

Oírlo me recordó que  la razón principal de mi visita era él. Lo vi tirado en una de las esquinas  más alejadas, dándome la espalda. Sus jadeos no me eran indiferentes, claramente se notaba como su cuerpo temblaba. Decidido  caminé hacia donde estaba, pero me detuve al sentir que pisé algo. Levanté la pierna y hallé un pedazo de vidrio. Miré más allá de lo que a primera impresión vi. Un espejo, sin el cristal.  Me sobresalté al notar la cantidad de pedazos de éste regados por el piso, pero sobre todo al distinguir a JiYong en medio de ellos. 

 

-¡JiYong!

 

Corrí la poca distancia que nos separaba. Me agaché, quedando frente a él. Su rostro fue ascendiendo hasta que sus ojos llorosos se toparon con los míos. Jadeó inevitablemente y  mordió su labio.

 

-hy…u…ung -Dijo soltando nuevas lagrimas.

 

El cariño que tengo por JiYong es inmenso, lo considero como un hermano.  Como hermano  lo abracé. Él lloró aun más fuerte. Mis manos se humedecieron al momento de envolverlo. ¿Qué sucedió? Ansiaba saber porqué estaba llorando, porqué su ropa estaba mojada, porqué había hecho todo esto. 

 

-iff… él… if…  no me quiere~… iff…

-¿de qué hablas?

-iff…iff… Seu… Seung… iff… me odia~

 

¿Seung?

 

¿Era por él que lloraba?

 

Ahora estaba más confundido que antes. Delicadamente fui separándolo de mí. Me urgía conocer las razones para que afirmara eso.  Si ese idiota de Seung hyun se había atrevido a lastimarlo iba a pagar con creses cada lágrima que mi JiYong estaba derramando.

 

-¿Qué ocurrió con Seung? ¿Qué te hizo?  - pregunté sosteniendo su rostro. El bajó la mirada y lloró. – Dime porqué estás así, juro que haré que Seung te pida perdón de rodillas si dijo algo que te lastimó.

-yo… if… yo lo lastimé primero… if… por eso me odia~

 

Volvió a acercarse a mí buscando un hombro donde desahogarse. No podía negarme. Exhalé al volver a abrazarlo.  Froté su espalda pausadamente, intentando brindarle un poco de mi calor ya que estaba muy frío, debido a la ropa mojada. Sobé sus brazos desnudos, pero cuando llegué a sus manos, éstas estaban apoyadas en el suelo. Tomé su muñeca y alcé la mano derecha.  Jadeé.

 

-¡traigan un botiquín ahora! – exclamé con fuerza para que los empleados me oyeran. La palma de la mano de Ji estaba sangrando. ¡Tenía incrustaciones de cristal en ellas!   

 

Haciendo uso de mi fuerza lo cargué  de sopetón. Él seguía sollozando. Lo llevé al colchón desmantelado sobre el piso  y lo acosté con cuidado. No había otro lugar donde colocarlo. Una joven y otro  de más edad ingresaron trayendo consigo lo que pedí.  Les dije lo que se había hecho. Ellos eran técnicos en enfermería, la ama de llaves se había encargado de contratarlos por precaución.  Ya con un  antecedente a cuestas temía que JiYong atentase contra su propia persona otra vez. Por ese motivo  había requerido de sus servicios.

 

Me continuaban narrando como habían llegado a trabajar a la vez que terminaban de vendar ambas manos de JiYong. Inicialmente lo habían sedado porque se oponía a ser curado, para este momento él ya descansaba.

 

-sus heridas ya están curadas. Gracias  a Dios los cortes sólo fueron superficiales y  pequeños, así que en unos días estará bien. – habló ella guardando los materiales que usaron.

-agradezco que estén aquí, me preocupé demasiado al percatarme de que sangraba.  – ella me sonrió.

-su ropa está mojada, se enfermará si continua con ella. – comentó el técnico.

-yo le cambiaré de vestimenta.

-entonces nos retiramos. Si necesita de algo  dígaselo a la señora Heo, ella nos avisará.  – asentí y salieron. 

 

Me acomodé en el colchón, sentándome. Nuevamente Ji se había lastimado y ni siquiera me avisó cuando me acerqué. Toqué su piel y estaba fría.  Fui al baño y cogí una toalla, además de ropa.  Lo cambié con cuidado y le coloqué una chompa encima. Él no podía dormir en esta habitación.  Lo cargué y salí de la misma.

 

-¿Cómo está el joven? –  la señora Heo estaba parada, viéndonos.  Su rostro mostraba  profunda preocupación y angustia.  

-está bien, sólo un poco triste.  Lo llevaré a otra habitación, ésta deberán limpiarla mañana.  – ella asintió. –Usted puede descansar, me quedaré cuidándolo.

-¿Está seguro?

-JiYong estará bien si estoy con él.

-en ese caso que tenga buena noche. – se inclinó.

-usted igual. – la imité.

 

Ocupé otra habitación igual de grande que la anterior. Deposité a  JiYong sobre la cama y lo cubrí con los edredones. Acomodé sus cabellos, despejando su frente.

 

-¿Qué quisiste decir? – Susurré para no molestarlo.

 

¿Por qué decía que él lo lastimó primero? 

 

Es lo que recuerdo que dijo. Estoy seguro que así fue, pero no comprendo que  pudo desencadenar todo esto. JiYong no es alguien vengativo, así que no tengo ni idea de lo que  pudo hacer, pero sé que está sufriendo por eso. Es decir está sufriendo porque según él,  Seung hyun lo odia. 

 

FIN POV YUNHO

 

**********************

 

En un precioso departamento ubicado en una zona lujosa de la ciudad, exactamente en la cocina, Bom bebía un revitalizante café caliente bien cargado.  Sus manos se frotaron contra la taza logrando que éstas se entibiaran. Suspiró mirando a través de las ventanas que daban a la ciudad.  El cielo se veía cargado de nubes plomizas, dando un aspecto sombrío a la nueva mañana del domingo.    Apoyó los codos sobre la mesa circular, y sostuvo su rostro entre ellas recordando las palabras de su amigo horas antes.

 

FLASHBACK

 

Eran pasadas la medianoche  y Bom quería divertirse un poco antes de regresar a su casa y descansar para la reunión familiar que tendría horas más tarde.  Había decido usar un elegante y ajustado vestido corto de tono azulado con tirantes, escote en la espalda y un adorno de velo negro.  Unos tacos plateados número doce punta aguja. Además de un collar de plata con incrustaciones de diamantes que hacían juego con los gemas que colgaban en cada uno de sus lóbulos. Su cabello rojo, suelto y lacio total, llegaba a su cintura y se movía conforme ella meneaba su cuerpo a ritmo de la música.

 

Luego de varios minutos y con una inmensa sed se dirigió a la barra y pidió un daiquirí de durazno.   De un solo trago se acabó la copa y pidió otra.   Con la segunda fue más despacio.  Permitió que su paladar disfrutara de cada uno de los ingredientes vertidos en la bebida.  Definitivamente esa era su favorita.

 

-¿Bommie?

 

Una voz que reconocería estando hasta en el subsuelo la llamó desde atrás. Se preguntaba si sería acertado voltear y contestarle o simplemente aparentar que no escuchó nada.  No obstante su curiosidad fue mayor y volteó.

 

-hola Seung - Sonrió complacida al  ver  al hombre frente a ella.

 

Estaba de más decir que el pelinegro lucía hermosísimo.  El porte natural que poseía le daba una apariencia tan varonil y sexy,  sumándole que vestía un traje negro  perfectamente amoldado a cada parte de su anatomía.  Esos zapatos grandes y relucientes, que si los mitos no  mentían y decían la verdad, afirmaban lo bien dotado que debía estar por debajo de la cadera.  Y cómo  omitir su masculino rostro.  Sus facciones  duras  le daban la apariencia de chico malo, cuando en realidad era alguien que se preocupaba mucho por las personas que quería. Se sentía muy orgullosa de formar parte del grupo que Seung consideraba como mejores amigos, un círculo muy exclusivo.

 

-Hace cuánto que no nos vemos, te extrañaba. – ella lo abrazó y el correspondió. 

-creí que era otra mujer la que estaba sentada, pero algo me decía que eras tú.

-acertaste, era yo. – sonrieron. - ¿Has venido con Wook? – miró a los lados buscando al nombrado.

-no.

-¿Por qué? 

-me escapé de una cena con mis padres.  Me sentía… aburrido. – contestó ocultando un poco la mirada. 

 

Como fémina, percibió claramente aquella acción “disimulada”, pero no comentó nada. Seguramente él tendría sus motivos para haberse ido del lugar, si es que de verdad había existido tal cena.

 

-bailemos. – propuso. Él levantó las cejas, estudiando sus palabras y después de un rato asintió con una bonita sonrisa en su faz. 

 

----------------------------

 

Un par de horas después. Cuando el alcohol ya formaba parte de sus sangres, ambos se dejaron llevar por la pasión. En mitad de la pista no paraban de besarse, y tocarse “casualmente”.  A pesar de que afuera el clima era sumamente frío, adentro parecía una isla tropical.

 

-¿quieres tomar algo? – le preguntó al oído.

-¿Qué me puedes ofrecer? – respondió con una voz sensual.

-ya lo verás. – dijo contento. – espérame.

 

La pelirroja lo vio marcharse a la barra y continúo bailando. Pero inesperadamente comenzó a ser jaloneada. Confundida por el alcohol trato de soltarse, pero al ver que sus posibilidades de lograrlo eran nulas se  propuso identificar a la persona o por lo menos grabar sus rasgos.  Más no fue necesario. Cuando estuvieron fuera de la pista, él volteó.

 

-¿Qué sucede contigo? ¿Por qué me jalaste de esa manera? – se sintió molesta al reconocerlo.

-Bom te dije que no intentaras nada con Seung. Él no es para ti. – dijo soltándola.

-eso no es lo que piensa Seung hyun.

-tú no sabes lo que piensa.

-quizá no lo sepa, pero sus acciones dicen muchas cosas.

-no quería ser duro contigo, pero Seung… - tragó – él está enamorado de una persona. – sus voces se apagaron por un fragmento de tiempo, pero fue roto por la risa de ella.

-¿Y?

-¿Cómo que ‘y’?…. ¿No me escuchaste?… a Seung le gusta alguien.

-pero a ese alguien no le gusta Seung. – contestó muy segura.

-¿Qué? – la observó sorprendido.

-Dong Wook – lo miró de mala manera. – sé perfectamente quien es esa persona de la que tanto hablas. Por eso no temo decirte que Seung no será correspondido.

-no Bom, tú no tienes ni idea de quien habló. – se rió.

-¿Acaso no hablamos… - se acercó a él. – de kwon JiYong?

 

La risa se apagó  en el momento que ese nombre fue dicho con tanta soltura.  Asustado  observó el rostro victorioso que tenía la mayor. Ella lo sabía, y él no entendía ni cómo, cuándo, ni dónde fue que se enteró.

 

-¿Có…ómo? -   tartamudeó por la sorpresa.

-¿importa?… No ¿verdad?

-¡sí importa!

-los vi besarse – soltó sin más. – y claramente vi… cuando él lo rechazó y salió casi corriendo. – sonrió de lado. – dejó destrozado a Seung.  Me dio mucha rabia que lo  hiciera, pero ahora me doy cuenta que si no hubiese sido así, Seung no estaría pasándola tan bien  a mi lado.  

-él está borracho.

-dijo que me necesitaba mucho… ¿Acaso no son los borrachos y los niños quienes dicen la verdad?

-¡claro que no!… sólo te va a usar una noche y desp… - un bofetada fue soltada en su rostro.

-él no hará eso conmigo, que te quede claro. – empezaba a molestarle la presencia de su amigo, y también las palabras que decía.

-yo lo conozco más años que tú, y sé como es.

-al parecer no me conoces tanto. – el susodicho apareció  tras él con dos vasos con whisky.

-Seung debemos irnos, ya estás muy tomado.

-¿Por qué debo irme?… La noche es joven.

-vas a arruinarlo todo.

-Qué todo, si no hay nada.

-mañana vas a querer corregir todo esto y será muy tarde.

-no me arrepentiré de nada, te lo aseguro. – sonrió ampliamente. – Bommie vayamos a bailar. Me aburrí de ver la cara de este amargado. – la tomó de la cintura.

-sí, a mí también me aburrió. 

 

FIN DE FLASHBACK

 

Suspiró al abrir los ojos, y tomó un ligero sorbo de la bebida. El polerón que vestía se extendió cuando se puso de pie al igual      que el short de mezclilla. En otra taza vertió un poco de la misma bebida y colocándola sobre un plato pequeño caminó a su habitación.  Al girar la manija de la puerta, ésta se abrió  permitiéndole distinguir a ese hombre en medio de su cama. Con pasos sordos anduvo hasta la mesita de noche, reposando ahí  el plato y  la taza con café.

 

Se fijó en el reloj despertador, marcaba un cuarto para las nueve. Ella debía asistir a la reunión  programada con semanas de anticipación por sus familiares, no podía faltar.  Grabó en su memoria la perfección de cuerpo que poseía su amigo, y que había sido afortunada de poder verlo y tocarlo.  Con ligeros toques  zarandeó al pelinegro logrando su cometido, despertarlo.  

 

-¿Cómo amaneciste? – preguntó sonriéndole.

 

Él aun entre sueños y medio despierto  sonrió  coquetamente, por costumbre la tomó del brazo recostándola bajo su cuerpo para besarla. Ella abrió los ojos sorprendida, pero luego correspondió. Posó sus manos en los hombros de él, sintiendo su piel suave. El aire como siempre hizo su gran desaparición y los obligó a separase mínimamente.  Jadeando frente a frente, ahora fue él el sorprendido.

 

-todo está bien. No te preocupes. – manifestó con voz suave y sin reproche, mirándolo con calidez. Su mano derecha le acarició la mejilla, tranquilizándolo, porque claramente notaba el asombro en su mirada.

-noona – susurró. Ella rió despacio.

-¿Por qué me llamas así?… tú nunca lo haces. – sus labios formaron un mohín muy dulce.

-yo… ¿Dónde…? ¿Dónde estoy? – levantó la cabeza, examinando el lugar. No reconociéndolo.

-estás en mi departamento…- contestó. – anoche… viniste conmigo.

Él tragó duramente. – nosotros… nosotros tuvimos…

-¿No lo recuerdas? – preguntó con algo de tristeza en los ojos.

 

FLASHBACK

 

Con un terno recientemente mandado a confeccionar el hijo de los Choi  condujo su auto al hotel ‘Royal’. En éste había un restaurante de comida europea donde sus padres lo habían citado. Conocía el lugar por lo que rápidamente ubicó a sus progenitores y fue a la mesa donde ellos lo esperaban.

 

-buenas noches – los saludó con una inclinación y  se sentó.

-buenas noches, hijo – lo saludaron con una sonrisa en cada uno de sus rostros.

-veo que ya pidieron el menú, lamento haber tardado, pero… tenía algunos asuntos que resolver. – decía viendo la mesa llena de bandejas  con exquisitos platos, especialidades del lugar.

-sabemos que tienes muchas cosas que hacer Seung. – habló su madre, pero en su voz se notó la ironía.

-sí mamá. – sonrió participando del juego de ella.

-degustemos, para eso hemos venido. – habló el señor Choi. Los dos asintieron y empezaron a cenar.

-¿Cómo están los negocios en la empresa, papá? – preguntó, no por interés, si no para tener un tema de conversación.

-las acciones se mantienen estables. Aunque el mercado varía un tanto. Estamos viendo nuevos proyectos en los cuales podemos invertir, se podría decir que todo  continua a un ritmo sólido.

-ah… qué bueno que la empresa vaya bien.  Tenemos que seguir prosperando.

-claro…  y tú podrías  formar parte.

-¿Qué? – dejó de comer y prestó atención a su padre.

-sería bueno que me acompañaras a la empresa y veas cómo son los manejos. Te serviría mucho  para tu carrera comenzar a familiarizarte lo que conlleva la administración de una compañía.

-¿no te parece que aun es muy pronto?

-tu padre tiene razón. Es una gran idea el que vayas con él. Aprenderías mucho más.

-por ahora estoy bien, no quiero cargarme con tanta información.

-pero hijo, esto podría ayudarte a distraerte y mantenerte ocupado en otras cosas. – dijo su madre. – así dejarías de pensar en… -detuvo sus palabras al darse cuenta de lo que iba a decir.

Seung sonrió de lado y dejó los cubiertos sobre la mesa.- así que es por eso.

-¿De qué hablas? – preguntó ella.

-muchas gracias por la cena. – se levantó de la silla. – no me esperen hoy porque no iré a dormir. – soltó la servilleta y se marchó, dejando atrás los llamados de sus padres.  

 

----------------------------

 

Hace media hora que había entrado al club y no había hallado a nadie interesante con quien compartir su tiempo.  Sus pies lo fueron guiando a la barra, pero antes de llegar sus ojos se clavaron en un cabello rojizo, le resultaba familiar. Un nombre apareció en su mente, pero no estaba seguro. Aun con las dudas afirmó el paso y preguntó.

 

-¿Bommie?

 

Ella volteó al llamado. Lucía muy sexy en ese vestido, y sus ojos no ignoraron aquello. Llevaban tiempo desde que no se veían y como buenos amigos decidieron bailar. De trago en trago los cascos flaquearon ante la ambición de probar por sólo un momento  la sensación de tener al otro. Tuvieron una pequeña interrupción por parte del mejor amigo del pelinegro. Escuchar que defendía a ése lo molestó y por ello lo dejó de lado y continuó bailando con su amiga, para olvidar el mal rato. 

 

Pero como es el destino que cuando no quieres ver a alguien, éste hace de todo para que tus deseos no se cumplan y te encuentres cara a cara con  aquella persona. Y eso había ocurrido. Cuando sus pulmones le exigieron respirar tuvo que apartar su boca  de los de ella, y fue cuando abrió los ojos que vio a ese hermoso joven, dueño de sus más bellas fantasías y de las más dolorosas realidades.

 

La ira de tener que olvidar ese sentimiento tan fuerte, lo llenó. Sus ojos fueron las ventanas  que lo expresaron.  Sin embargo, a pesar de tener esa emoción tan presente otra más se coló.  Éxtasis (embobamiento). Fue inevitable para sus ojos no recorrer de pies a cabeza al menudo muchacho, ni siquiera aparentaba ser uno. Lucía tan inocente vestido de esa forma. En sus evocaciones lo había visto así… con  polo y la imagen de esos animalitos animados que tanto le gustaban, unos pantalones  holgados, esas pantuflas de osos blancos, y su cabello rosado en esta ocasión. Era como una pequeña oveja rosada y descarriada buscando cobijo en una cuna abundada de lobos, de los más hambrientos. Automáticamente una sonrisa surgió y sentía el deber de propagar la noticia sobre aquella aparición.

 

-mi ángel vino… - murmuró en la oreja de su noona, era quien se hallaba más cercana.  En ningún momento despejo sus ojos de él, no quería que se perdiese y ya no verlo más. 

 

Bom se giró sorprendida de las palabras dichas  por Seung hyun, pero su estupor fue mayor al comprobar que decía la verdad. “¿Qué hacía él aquí?” No sabía a quién preguntar y sospechaba que tampoco  su pregunta sería contestada, pero era bastante obvia la respuesta.  Entrevió que de los ojos del menor no paraban de salir ligeras corrientes de lágrimas, pero éste no consintió que continuara observándolo  y le dio la espalda. Tal vez planeando irse. No obstante esa alternativa fue bloqueada al momento en que su acompañante de baile se evaporó y emergió como  por arte de magia a menos de un metro del pelirosa. 

 

-¿ya te vas? – preguntó. Cuando notó que se viraba, temió extraviarlo nuevamente. Por ello es que viajó  a la velocidad de la luz hacia él. Creyó que no había sido escuchado y por eso él trataba de continuar su paso, pero lo retuvo. El estremecimiento que provocó en el menor  por sólo tocarlo, le dio una pequeña esperanza y a la vez culminó con la teoría de  que se trataba de un sueño. Le causó gracia creer que soñaba con algo como eso y rió. No obstante ésta se detuvo porque la mano que sostenía  pretendió alejarse.  Atinó a cogerla con firmeza.

 

-un angelito cayó del cielo y ha parado en este infierno.  – sus pensamientos hablaron sin autorización suya.

-suéltame – volteó. Ahora lo veía muy cerca, y un miedo acaparó su corazón al  notar que poseía los ojos vidriosos.

-¿Por qué has venido? – preguntó acercándose, mas él retrocedió. No quería que estuviera lejos, extrañaba tenerlo entre sus brazos y darle todo su calor. - ¿Viniste por mí?  - murmuró en su oído. - ¿Me extrañaste? – ansiaba oír una contestación a cada una de sus preguntas.

-déjame – su vocecilla sonó como un maullido.

-respóndeme… ¿Me extrañaste? 

-detente

 

Se consternó ante esa palabra tan tajante. Con temor  se alejó y acercó una de sus manos  deslizándola por las delgadas mejillas del más bajo. Cuando esos brillantes luceros, llenos de luz propia, saludaron los suyos se animó y acercó su rostro. Quiso ver una nueva posibilidad de probar esos sutiles y dulces labios como la primera vez, pero no fue posible porque él lo rechazó.  Entonces recordó que esto no era una de sus fantasías, sino otra más de sus  crudas realidades. Bufó.

 

-Aposté por ti, hice mucho pero no te bastó. ¿Qué deseas?  ¿Verme sufrir? ¿Quieres que me arrastré por ti? – se sentía desvalido. El pelirosa ni siquiera quería mirarlo otra vez, eso sí que no lo permitiría. Con una mano lo tomó de la barbilla obligándolo a verlo.  - Yo nunca he sufrido por nadie… menos por ti.

 

La ira volvió con fuerza.

 

-Ya no esperes nada de mí,  tengo una vida  en la cual… tú no estás más. 

 

Fue  él quien le propuso que borrara esos sentimientos. Sabía que si estaba cerca jamás sería capaz de cumplir con ese pedido. Si eso lo hacía feliz, se sacrificaría. 

 

-¿Qu…ué? – le pareció ver algo de pánico en los ojos marrones. Debía estar equivocado.

-es la despedida JiYong. – su corazón latió de alegría al poder llamarlo por su nombre como tantas veces hizo antes. Masoquista corazón.

-¿Despedida?

-seremos desconocidos. No te molestaré… ni tú a mí.  ¿Lo entiendes? – se lastimaba diciéndole eso. En sus planes no estaba tener que desconocerlo, no luego de haberlo conocido por un año.

-Seung…

-Como habrás visto tengo una labor que cumplir. – quería acabar pronto porque si no concluía  no sería capaz de soltarlo.  Recordó a su amiga y sonrió. – deberías ir a casa y dormir como el buen niño que sigues siendo. – claro que era un niño. Por eso entendía que no podía corresponder sus sentimientos. Los niños no amaban de esa forma. Ellos buscaban un amor fraternal, y JiYong sobre todo un amor paternal. Él no era apto para ofrecerlo, su amor había sobrepasado esos límites.  Se acercó a su oído buscando con ello disfrutar por última vez del aroma que emanaba el menor. – un hombre como yo… debe hacer otras cosas – sonrió ladinamente al considerarse un hombre maduro comparado con él, a pesar de que solo los diferenciaba un año.   –adiós. – obligó a sus brazos que lo soltaran. No podía retenerlo más.

 

Despechado fue a su amiga y la besó largamente. Sentía que se tiraba de un abismo, pero ella aun permanecía ahí para apoyarlo. Al culminar el ósculo se abrazaron  y caminaron hasta él. Iba a tratarlo como un desconocido. Con intenciones claras chocó su cuerpo con el más delgado, desequilibrándolo y lanzándolo a la piscina en el proceso.   Rió como si desconociera a quien le hizo eso, y fue acompañado por Bom.

 

----------------------------

 

El taxi los dejó fuera de un gran edificio. Sinceramente su cuerpo estaba agotado. Había pasado noches sin dormir y su resistencia tanto física como  mental estaban destruidas.  Ayudado por su amable noona fue conducido hasta los ascensores. El movimiento de ese cuarto metálico lo mareó aun más. Ingresaron al departamento de ella y de frente fueron a la habitación principal.  

 

-puedes dormir aquí – dijo ella al dejarlo sentado sobre su cama. 

 

Él ladeó su rostro, observándola.  Bom era una mujer guapa, muy guapa. ¿Cómo fue que terminaron siendo amigos? Aunque en realidad ella sí tenía otros sentimientos por él.  Debió enamorarse de alguien como ella, tal vez aun no era tan tarde. 

 

-duerme conmigo. – pronunció al pararse.

 

No esperó que respondiera. Se apoderó de sus labios pintados de rojo. Demoró un poco, pero finalmente ella lo siguió. Besos incontables fueron dándose y las caricias que sacaban suspiros colaboraron para deshacerse con mayor velocidad de la fastidiosa ropa.  Ambos quedaron en ropa interior.

 

-Seung… - con sus suaves manos retiró a éste de su cuello. Estaban agitados. – no lo hagas.

-¿eh? – frunció el ceño. - ¿Lo estoy haciendo mal?

-no. – dejó escapar un pequeño suspiro. – eres mejor de  lo que esperaba.

-¿entonces?

-estás sufriendo.

 

La pelirroja después de tanto debatir con ella misma, no tuvo más opción que admitir como eran los hechos reales. Cuando estuvieron en el club y JiYong llegó supo que no sólo Seung era el dueño de esos sentimientos de amor, también los poseía el menor. Y aunque deliberadamente quiso hacer menos a esa situación su conciencia no le permitió continuar con ello. Además porque no quería ser una más en la lista de amantes, prefería seguir siendo una amiga que pertenecer a un listado.

 

-Jamás vas a hallar una cura a tu enfermedad si continúas consumiendo paliativos. Tienes que diagnosticar que tan  avanzada está  para luego poder recetar lo necesario para que pase.  Haciendo esto no ganas nada, te apropias de incomprensión y culpa.  Yo te quiero, no lo niego,  pero no como a un hombre. Esto es solo atracción.  Para mí eres un amigo, y uno de los más increíbles que he conocido… no quiero perderte.

-Bommie…

-¿lo ves? – Sonrió – nuestro cariño es más fuerte que una noche.

-perdón. – se quitó de encima. – olvidé que eras mi mejor amiga. – exhaló y cerró los ojos sintiéndose culpable  de sus acciones.

-no tienes que hacerlo. Yo también lo olvidé, pero lo acabo de recordar. – se sentó a su lado. – dejémoslo aquí. Iré a la otra habitación. – se levantó y recogió su ropa. – Seung… - lo nombró antes de salir. Él levantó el rostro para verla. -  debes dejar de ver tu dolor y ver el que causas en otros. Abre los ojos.

 

FIN DE FLASHBACK

 

-oh… - musitó al recordar.

-ya te acordaste. – afirmó. – supongo que ahora dejarás de hacer cosas innecesarias. Aunque se sienta muy bien hacerlas, lo malo es que duran muy poco, y eso… no es lo que necesitas. Te traje café. – se enderezó y le entregó la tazita.

-gracias. – lo cogió en una mano.  Viendo al líquido oscuro moverse con pequeñas olitas se sintió reflejado.  Su corazón aun parecía continuar con su paseo por una montaña rusa, la cual no vislumbraba final alguno. Pero a su vez le recordó los ojos café de JiYong.  Esos que anoche vio llorar.

-es para que lo tomes, no para mirarlo. – Bom le habló regresándolo al mismo tiempo y lugar donde estaban.

-creo… que lo hice llorar. – pronunció con duda.

-no debo ser adivina para decirte que así fue.

-pero… no lo comprendo. Él no me ama.

-no te des por vencido tan pronto, lucha. Si de verdad lo quieres tanto, demuéstralo.

-¿Tú crees?

-Depende de ti.

-sí – asintió no tan convencido.

-bueno, bueno, yo debo alistarme porque tengo una reunión con mi familia. Así que esta linda jovencita se irá al cuarto de baño. Puedes quedarte el tiempo que quieras. ¿Ok?

-gracias Bom.

-de nada

 

**********************

 

-yo le llevaré su desayuno. – Dijo Yunho a la señora Heo.

 

Se  dirigió a la  habitación donde había pasado la noche junto al menor. Éste aun dormía.  Sin hacer mucho ruido llegó hasta él.  Le apenaba tener que despertarlo porque no sabía qué actitud tendría, pero debía hacerlo para que se alimentara. Con sutiles movimientos sobre el cabello rosado fue despertándolo de su profundo dormitar.

 

-buenos días Ji, te traje el desayuno. – habló alegremente.

 

El menor pestañeó cansinamente e intentó sentarse sobre  su cama, pero al apoyar las manos pegó un grito de dolor.

 

-¡aaahhhh!

-¡Despacio! – rápidamente lo ayudó a sentarse sin tener que apoyarse. – tienes las manos lastimadas, debes ser cuidadoso.

 

Ji asintió tras el abrupto despertar. Miró sus manos detenidamente y recordó porque tenía las vendas.  Yunho no se perdió ninguna expresión de su rostro, su carita se mostraba muy decaída. Lo animaría.

 

-tienes que comer, pero como no puedes usar las manos yo te daré de comer. – le propuso o más bien le avisó. 

 

Sin decir una palabra recibió cada bocado que su hyung le invitó.  

 

**********************

 

POV SEUNG

 

Luego de salir del departamento de Bom fui al mío.  Cuando llegué a mi piso,  vi a Se7en parado a un lado de la puerta. Parecía molesto. Ahora deberé escuchar su sermón, y yo que quería descansar.

 

-Pensé que no vendrías. – dijo al verme.

-¿ya no saludas? – contesté de malas. Saqué las llaves y abrí la puerta, entré y dejé que pasara.  – lo que tengas que decirme que sea rápido. Estoy muy cansado. – fui a la cocina. De la refri saqué una botella con agua y  bebí.

-¿tienes el descaro decirlo? – su expresión endureció.

-Dong Wook no tienes que decirme nada, yo sé lo que hago.  – caminé a la sala con el siguiéndome.

-estoy harto de verte haciendo estupidez tras estupidez.

-ujum… - me senté en un mueble y prendí la tele.

-será la última vez que te lo diga. – se paró frente a mí,  tapándome la vista. Exhalé y lo miré.

-ok, acabemos con esto. Empieza. – crucé las piernas y presté atención.

-bien, empezaré.  – rodé  los ojos. – ¿Recuerdas  cuando JiYong apareció por primera vez en la universidad?  ¿Lo recuerdas? – Asentí.- tú me decías que te vengarías de él, que lo odiabas por todo lo que te hizo cuando eras un niño. Lo hiciste, lo hicimos. Volvimos cada día de su vida un calvario, disfrutábamos que fuera así. Gozaste de darle una golpiza tan fuerte que lo mandaste a una clínica. Pero te conocía muy bien. Cuando supiste que sus padres fallecieron días después de que te golpeara, que creció solo. Te ablandaste. Mostraste tu lado humano con él. Poco a poco, sin quererlo fue ganándose tu cariño.  Pasaste de ser su abusador a su protector.  

-¿A qué quieres llegar? – interrumpí. No quería recordar.

-quiero que te recuerdes a ti mismo. – pausó y después de exhalar prosiguió. – El viaje a Jeollabuk-do… lo resguardaste de morir por el frío arriesgando tu vida,  lo invitaste a una fiesta que pocas personas podían acudir… a él ni siquiera le interesaba estar ahí… y te fuiste con él ese día. – inconscientemente sonreí un poco al recordarlo.   – aun sin admitir que ya no sentías desprecio por él me enteré que fuiste a una fiesta para acompañarlo y que no se sienta solo. Me golpeaste frente  a todos en el salón cuando dijimos la verdad sobre sus padres, y te pusiste de su lado, por encima de nuestra amistad. Tras el fallecimiento de su mayordomo lo mantuviste en tu casa. Lo cuidaste. Celebraste su cumpleaños.

-Lo recuerdo.  Tengo memoria ¿Sabes? – mis memorias iban mucho más allá de las nombradas.

-Seung… ¿no te das cuenta que todas las cosas que hiciste por JiYong lograron que él confíe ciegamente en ti?…  gracias a ti es que volvió a reír.

-Me siento bien de haber logrado que dejara atrás su dolor.

-sí, pero ahora tú estás lejos. Lo abandonaste.

-yo no lo abandoné. – recalqué.

-sí lo hiciste.

-Fue él quien me pidió que lo hiciera.

-¿Cuándo te lo pidió?  ¿Cuándo?

-cuando dijo que lo olvidara.

-te equivocas. Él dijo que olvidaras  lo que sentías, no que te olvidaras de él.

-es lo mismo.

-¡por supuesto que no! – elevó la voz. - ¿Qué esperabas?… ¿Qué declarándote él corriera a tus brazos?… ¿Eso querías?

-¡sí! ¡Es lo que quería! -  me levanté, enfrentándolo.

-Si serás imbécil… ¿Olvidaste lo que pasó?… - mordí mis labios. -¡Fue ultrajado Seung hyun! ¡ULTRAJADO!

-¡LO SÉ!

-¡Sí lo sabes, ¿Por qué  te rendiste tan fácilmente?!

-porque no podía continuar a su lado.

-Ah claro… como te sentiste mal por su rechazo metiste en tu cama a un sinfín de mujeres.

-eso no te importa.

-¡Me importa porque eres mi amigo!… y si tú no quieres ver la estupidez que estás haciendo yo te lo haré ver.

-vete – me volteé para dejar de verlo.

-No. Seung hyun por un momento deja de pensar en ti y piensa en él.  Se sincero… ¿Piensas que  ya superó la violación?  … ¿Ah?… Tan sólo han transcurrido cuatro meses. Ni siquiera dos años o uno, únicamente ¡CUATRO MESES!

-¡Estaba dispuesto a cuidarlo!  - le grité en la cara. No tenía que restregarme ese oscuro día.

-¿Ibas a cuidarlo estando de novios?

-¡Sí!

-Ves que no te das cuenta de la realidad. – negó con la cabeza. – Eres hombre, Seung.

-Él también.

-¡fue un hombre quien lo violó!… por Dios, eres tan ciego. Él confió en esa persona, pero fue traicionado. ¡¿Con que facilidad le pides ser más que un amigo?!  No has pensado que tal vez está… ¿asustado?… ¿temeroso?… ¿o sin saber qué hacer?    

-yo jamás lo lastimaría.

-¿Jamás? – bufó. - ¿Acaso crees que tu actitud de ahora no lo lastima? ¿Crees que está feliz? ¿Piensas que al  verte con una mujer confiará más en ti? … No es así.

-¡Yo no sé qué demonios hacía ahí!

-¡si lo amarás de verdad no tendrías que irte con otras!

-¡Intento olvidarlo!

-¡¿POR QUÉ MEJOR NO INTENTAS CONQUISTARLO?!… ¡¿TAN DIFÍCIL ES PARA TU EGO ADMITIR UN RECHAZO?!… ¡SÓLO HA SIDO UNA SEMANA DESDE QUE TE LO PIDIÓ! … NO CREÍ QUE FUERAS TAN IDIOTA, PERO LO ERES… ¡ERES UN COMPLETO IDIOTA! … NO VOY  A PERDER MÁS MI TIEMPO CONTIGO, ES INÚTIL. SI QUIERES CONTINUAR ASÍ, ¡¡ENTONCES CONTINUA “OLVIDÁNDOLO”!!

 

De un portazo salió de mi departamento.

 

-¡¡AAAHHHH!!

 

Estrellé la botella con la pantalla de televisión haciéndola añicos. ¿Quién se creía para hablarme de esa forma? Maldito idiota.

 

-¡YO SOY QUIEN FUE RECHAZADO! ¡SOY YO QUIEN TRATA DE OLVIDARLO! ¡¡¡SOY YO QUIEN MAS SUFRE!!! ¡¿POR QUÉ NADIE ME ENTIENDE?!… ¡¡¡MIERDA!!!

 

FIN POV SEUNG

 

CONTINÚA..

Notas finales:

Gracias por todos sus comentarios, pero quien las entienden, querian sufriendo de Jiyong y cuando lo tienen ya no. i dont understand!!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).