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El dolor nunca es eterno por yuljiyongie

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Notas del capitulo:

Hola, aquí traigo el cap creo que está un poco cortó pero bueno, en el próximo o el siguiente creo que ya empiezan los nuevos conflictos jeje, bueno  lean, gracias por comentar.

 

Mientras afuera los adultos disfrutaban de un nuevo día, en una de las habitaciones  sobre una cómoda cama, dos jóvenes descansaban  amenamente. En sus rostros se plasmaba una pasividad única e incorruptible. Sus brazos acogían al otro proveyéndoles de protección y cariño. Durante toda la noche  no hubo momento alguno en que se alejaran, habían encontrado su lugar en el regazo del otro, debido a eso permanecían juntos.   No obstante, una inhalación se salió del compás, y volvió a repetirse.  Uno de ellos, el mayor, comenzó a despertar. Bastante somnoliento, pero con una agradable sensación de confort embargándolo simuló una pequeña sonrisa en su faz. De su boca escapó el último soplo de sueño, y pudo inhalar ese refrescante perfume natural de la persona a su lado. 

 

Aun con los ojos cerrados disfrutó del sentimiento de añoranza. Se preguntaba  hace cuánto que no tenía un despertar tan disipado, era como encontrarse en mitad de un campo abundado de delicadas flores y el cantar de las aves mañaneras, deambular en ellas sin preocupaciones  y con toda la calma existente, sin temor, porque nunca habría algo que pudiera lastimarlo. Ansiaba  vivir por siempre en aquel  lugar acompañado de su pequeño ángel, tomarlo de la mano y guiarlo por el sendero de paz y tranquilidad, verlo sonreír  y deslumbrarlo  con la belleza de cada ser existente; cuidar de él y su corazón,  esconderlo en la cima del cielo y no preocuparse por lo que sucederá, solamente reír hasta el final.      

 

-hmm…

 

El jadeo liberado del pelirrosa  lo obligó a dejar de imaginar. En su mente, cerró con un broche dorado aquel magnifico lugar, resguardándolo en un sitio especial,  esperaría poder hallar algo semejante en la vida real y cumplir lo que en su imaginación proyectó.  Cuando la etérea ilusión se apagó, las cortinas que cubrían su visión  se desplegaron  y le enseñaron un pedacito del paraíso en sus sueños. Quizá no estaba en un campo de flores, quizá no existía el cantar de las aves,  pero sí estaba la persona con la que quería compartirlo todo, eso era más que suficiente.  

 

Con delicadeza, recorrió la blanca piel  del rostro del menor. Deslizó un par de dos por las pálidas mejillas provocando sutiles jadeos y estremecimientos.  Con las yemas realizó un trayecto, grabando  cada rincón del hermoso rostro. Recorrió los montes de parpados y el forraje de pestañas,  besando cada uno; siguió con esa cúspide fría de la noche anterior llamada nariz compartiendo con ella una tradición tan casta y pura, un beso esquimal,  ambas amparándose. Sus ojos vislumbraron la criatura que había capturado su corazón, no se cansaría de afirmarlo, lo amaba como nunca amó. Involuntariamente oyó su propia voz clamando el nombre  ajeno, empezaba  a acostumbrarse, ¿cuántas veces más lo habrá llamado? La respuesta no importaba. Se sentía feliz de poder llamarlo.

 

-JiYong ~

 

Los susurros que lanzaba eran íntimos. Un nombre del cual quería sentirse dueño para poder nombrarlo con exclusividad.  Sin embargo, el verdadero  amo  de ese nombre no respondió al llamado.  Lo pronunció dos veces más, sin réplica alguna. Un cursi e infantil recuerdo apareció de repente.  El beso del príncipe despierta a la princesa. Los cuentos lo narran así. Su madre lo contó de igual manera.  Rió en silencio, pero no lo descartó.  Embelesado admiró con detalle la calma ajena y se retó a robársela.

 

-tu príncipe está aquí, amor.

 

Las palabras fluyen como el viento,  algunas son pasajeras otras perduran a  través del tiempo, igual los gestos. Apoyado en un brazo, con los ojos cerrados y sin ningún espacio existente Seung hyun besó al durmiente pelirrosa. Los latidos de su corazón taladraban su pecho queriendo salir. Cada terminación nerviosa avasallaba su ser estremeciéndolo y provocando escalofríos  hasta en las puntas de sus pies.  Pero valía pasar por ello, la gratificante emoción  de  tocarlo nadie se la borraría jamás, y saber que era el único a quien se le estaba permitido hacerlo completaba su felicidad.  Una fiel sonrisa curvó sus labios  culminando  con un roce más, aquel maravilloso despertar.

 

-buenos días.

 

Alejó su rostro unos cuantos centímetros, observando con detenimiento como los parpados de su amado empezaban a moverse, de a poco se abrieron y miraron acuciosos su rostro.  La leyenda real era cierta, pensó  con alegría.   Volvió a concentrarse en el par de perlas, que ahora brillaban con luz propia.  Éstas pestañeaban armoniosamente,  mirándolo con duda y a la vez con dulzura.

 

-¿Aún tienes sueño? – preguntó, barriendo los cabellos rosas para despejar la frente del menor.

 

Aquel acto que no tenía ninguna otra intención más que la de acomodar los cabellos impropios, no obstante, causaron un gracioso sonrojo en todo el rostro ajeno. El primer y único espectador sonrió magnamente  al notarlo, pero el espectáculo no duró más que segundos. Debido a que el pelirrosa con una velocidad y destreza inaudita se deslizó bajó los edredones y enganchó su cuerpo a la cama.  

 

-oooh… ¿Por qué te estás escondiendo? – cuestionó  con voz divertida mientras se sentaba con las piernas cruzadas. –vamos sal. – le hablaba al bulto  ubicado delante de él, pero éste ni se movía. – JiYong no tienes de que avergonzarte, anda sal. – con su mano cogió el edredón con la intención de quitarlo, pero Ji no se lo permitía y permanecía aferrado a éste con fuerza. –Ji…

-no quiero. – su voz salió en un susurro muy, muy bajo.

-si continúas así tu cuerpo se va a adormecer y te dolerá.

-igual no saldré… que vergüenza. – lo ultimo lo dijo para sí mismo, pero fue escuchado por el mayor.

-¿entonces quieres que me vaya? – tenía un plan en mente, esperaba que funcionase. No obtuvo una respuesta así que prosiguió. – bien, me iré. -  comenzó a “salir” de la cama, muy lentamente.  Sin embargo, antes de siquiera  acomodar su rodilla al borde del colchón, el grito del menor lo detuvo.

-¡No te vayas! – de un manotazo expulsó  el edredón y se destapó. Su voz  temerosa y mirada angustiada lo mostraban como la presa más dócil entre todas, las habidas y por haber. Esto acompañado de su cabello revuelto y la chompa de cuello ancho tallas más grandes, desacomodada, que se deslizaba por su delgado hombro exponiendo una porción de su blanquecina piel.  

 

El pelinegro quedó estupefacto por la imagen más tierna e inverosímil  que alguna vez había visto. Tal vez en las revistas más importantes del medio, con un profesional y una cámara, un director, con luces de iluminación por todos lados, con estilistas A1, en un set trabajado y planeado al milímetro, y sobre todo con un modelo de primera y con años de experiencia en el campo, lo hubiese visto como una excelente fotografía y un arduo trabajo por parte de todos los participantes. Pero tener el privilegio de verlo en vivo,  sin ninguna de todas esas cosas en las cuales se gastaría una infinidad de recursos financieros, le era tan inusitado.

 

-no me dejes. –y con esas palabras de ruego, lo vio lanzarse  hacia él.

 

Totalmente anonadado lo recibió, ¿cómo no hacerlo?  Con cualquier otra persona y un año atrás, le hubiese parecido muy sexy, pero con todo lo que había  vivido sus ojos sólo se preocupaban por borrar ese terror en la mirada entristecida. Esa era ahora su única labor. 

 

-no me voy a ir. – envolvió sus brazos alrededor del menor, y abrió ligeramente sus ojos al sentir una humedad mojar su cuello. –Ji, ¿estás llorando? – frunció el ceño, y quiso alejarlo para confirmar  o desechar sus  dudas, pero el pelirrosa no lo permitió y  aferró sus manos en el cuello de Seung hyun.

-temo que esta ilusión se rompa. – respondió conteniendo sus sollozos, pero permitiendo que sus lagrimas brotaran sin parar.

-no temas, estaba bromeando, perdóname, ¿sí?-  se lo pidió con un pequeña sonrisa, y dejó un pequeño beso sobre los cabellos alborotados de Ji. Éste asintió despacio mientas se separaba y secaba su rostro con las mangas de la prenda.  Seung lo observó con una gran sonrisa, guió su mano derecha hasta el hombro desnudo del menor, estremeciéndolo y deteniendo todos sus movimientos para mirarlo un poco alarmado.  Acarició delicadamente la piel blanca con la yema de sus dedos,  de a poco se acercó, cerró los ojos  y apoyó sus labios contra ésta. No era un gesto de deseo, sino de amor y delicadeza que tendría con él desde ahora.  Fueron sólo segundos que para JiYong parecieron siglos. Cuando el contacto acabó, el pelinegro removió la chompa, acomodándola en el lugar donde debía estar.  Volvió a sonreírle al  chico sonrojado hasta las orejas frente a él y le dio un pequeño beso en  los labios. – iré a bañarme, después entrarás tú, desayunaremos y nos iremos de regreso a Seúl. No tardo.  – se paró de la cama e ingresó al baño de la habitación, dejando que su inexperto novio  se “desmayara” sobre las sabanas en shock.

 

**********************

 

-¿Por qué no han llegado todavía? Se supone que deberían estar aquí hace una hora.  Hablaré seriamente con Seung hyun, no puede tomarse tantas atribuciones con JiYong.  Seguro lo está reteniendo, porque cuando Ji  dice una hora es LA HORA,  ni un minuto más ni un minuto menos.  Voy a llamarlo nuevamente, sólo espero que Seung no “intercepte” mi llamada como hace rato… - cotorreaba Yunho, con el celular en mano y hubiese continuado si la voz de Dong Wook no lo interrumpía.

-ya no llames, ahí vienen. –dijo con una sonrisa  en el rostro al ver el auto de Seung acercándose  al parque donde se habían citado. 

 

El deportivo blanco se detuvo detrás  de los otros dos autos, y la puerta del lado del conductor comenzó a abrirse mostrando a un pelinegro con un aura radiante.  Dong Wook como era de esperarse fue hasta su amigo para saludarlo, pero Yunho sorprendió al caminar  velozmente hasta la puerta del copiloto, abrirla, sacar al menor, y apachurrarlo entre sus fuertes brazos  como un padre que recibe a su hijo perdido. 

 

-¡Oh mi  pequeño JiYong~! no sabes cuán preocupado he estado en todo este tiempo, creí que algo te había pasado. Perdona a tu hyung por dejarte solo en ese lugar, pero no fue mi culpa, yo no quise pero me convencieron para hacerlo.  Te extrañé tanto. Estando tan lejos no podía cuidarte. ¿Hacía mucho frio? ¿Cenaste?  ¿Dormiste bien? … aish, cómo podrías dormir bien si estabas solo, tuviste pesadillas ¿cierto? – preguntó sintiéndose sumamente culpable por dejarlo “solito” en aquel desconocido lugar.

-hy…yung – jadeó  débilmente  con los ojos cerrados con fuerza.

-¿Qué tienes? ¡¿Qué tienes?! – exclamó espantado al oír el agudo quejido de JiYong.

-¡Lo estás asfixiando! – exclamó Seung hyun, y no tardó nada en alejar al mayor de su novio. 

 

Al estar libre, el pelirrosa  inhaló una gran cantidad de aire y retomó su color, pero la libertad no le duró mucho ya que fue capturado nuevamente, pero en esta ocasión por los brazos de Seung, que lo trataban con más delicadeza.

 

-¿estás bien?- cuestionó preocupado, tenía un brazo envuelto alrededor  de la cintura de JiYong y su mano estaba  posada sobre la mejilla, acariciándola.

-sí – respondió, con la respiración estable. Seung sonrió con la respuesta obtenida.

-¡¿Por qué me botaste?! Tú ya pasaste mucho tiempo con él, es mi turno de estar con JiYong, no puedes acaparar su tiempo de esa manera. – reclamó fastidiado.

-¿Por qué te pones así? – Sonrió victorioso - yo puedo estar con él y abrazarlo como quiera. –se movió colocándose tras el pelirrosa abrazando su cintura, y apoyando su mentón sobre el hombro  de éste.

 

Dong Wook y Yunho  se sorprendieron por la repentina acción de Seung hyun, y como era de esperarse  JiYong enrojeció a más no poder, muerto de vergüenza por sentirse en mitad de una batalla donde se luchaba por nadie más que por él mismo.  Yunho y Seung cruzaron miradas retadoras, el primero en hablar fue Yunho.

 

-¿Por qué lucen tan cercanos? siento que me ocultan algo.  -  viró su mirada al más bajo de estatura de los cuatro. – Ji, ¿tienes algo que contarme? – la pregunta tomó por sorpresa  al nombrado, poniéndole los nervios de punta.

-¿y…yo? – tartamudeó con los escalofríos por todo su cuerpo.

-sí… tú. –agudizó su mirada, levantó una ceja y cruzó los brazos.

-hmm… -mordió sus labios y agachó la mirada, incapacitado de responder.

-será acaso que… -los tres prestaron atención a las palabras de Yunho, éste tenía una mano cubriendo su rostro, parecía que estaba a punto de decir algo  muy importante y delicado.  - ¡¿ACASO AHORA PREFIERES MAS SEUNG QUE A MÍ?!

 

Los Choi quedaron boquiabiertos ante tales palabras. ¿Acaso Yunho no se daba cuenta de lo que estaba ocurriendo frente a sus narices? Al parecer no, y pues como dice un dicho, “dime con quién andas y te diré quién eres”. Un amiguísimo de Yunho, JiYong, lo miró con pena.

 

-hyung  no… no es así… yo, yo te quiero mucho.  – declaró lo que su corazón sentía.

-¡¿Qué?! – expresó Seung, sorprendido de lo dicho recientemente por SU novio, es decir, en qué mundo tu pareja le dice a otro hombre que lo quiere y en tu cara pelada. A la vez lo retenía  ya que parecía querer correr a consolar a su hyung~.  

-¿Entonces   qué es? – contraatacó Yunho.

 

Seung hartó de escuchar al mayor y ver como influía sobre los sentimientos sinceros del menor, decidió  que era momento de hablar y dejar todo esclarecido, aunque pensando un tanto más, se le ocurrió otra cosa.

 

-¿Deseas saberlo en verdad? – la pregunta fue más una advertencia.

-¡sí! – afirmó enérgico.

-sólo mira. – sonrió de lado. Se paró a un costado del pelirrosa, lo cogió de los hombros, girándolo  y así mismo también.  Por el rostro espantado del menor parecía haberse dado cuenta de cuáles eran las intenciones que tenía.

-Se…ung… - susurró su nombre, buscando en su mirada una pizca de que todo era una broma, pero lucía demasiado seguro, y cuando estuvo por apartarse ya había  sido muy tarde. 

-te amo. – dijo antes de tomar el rostro de JiYong y  apoderarse de sus fríos labios. Inicialmente su intención era “aclararle” el panorama a Yunho, pero  conforme pasaba el tiempo quería seguir besando al menor. Empezaba  a volverse adicto a esa asustadiza boca que sólo tocaba con sutiles roces, pero el oxigeno, ingrato como suele ser, ya le pedía un descanso.  Estaba por ceder  ya que tampoco quería ver desfallecer a su reciente pareja por  asfixia, pero  un grito que de seguro se oyó hasta en América  se adelantó.

-¡¡¡QUITA TUS SUCIOS LABIOS DE MI INOCENTE JIYONG, CHOI  SEUNG HYUN!!! – gruñó Yunho con una voz de ogro, irreconocible. - ¿Quién te dio el derecho de besarlo? ¿Quién? ¿Quién?  ¿¿¿QUIÉN!!!

-ya cálmate, hombre – le pidió Dong Wook, porque Yunho estaba que echaba humo.

-es mejor que te calmes… - habló Seung, quien tenía un brazo por los hombros de Ji. – y para el entendimiento de tu ínfimo cerebro, puedo besarlo cuando quiera, donde quiera, como quiera, ¿sabes por qué?… por el derecho que me concede ser… SU N-O-V-I-O. – deletreó cada una de las letras que conformaba esa palabra.

-Su…su… ¿Qu…ué? – la piel se le puso pálida.

-novio. – repitió y le sacó la lengua, muestra de su “victoria”.

-Ji… -lo llamó apenas. -¿es… cierto? – en los  ojos del mayor se mostraba el miedo a la respuesta, pero Ji no quería mentirle, por lo que asintió. - ¡Oh por Dios! – y sin más, cayó tendido  en el pavimento.

-¡Yunho! – exclamó Dong Wook, impresionado.

-¡hyung! – JiYong corrió alarmado hasta el mayor.  Se puso de rodillas y colocó sobre sus piernas la cabeza de Yunho. – hyung, hyung ¿Qué tienes? despierta, por favor. – pedía zarandeándolo.

 

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-uhm… - jadeó  mareado. Tenía un ligero dolor de cabeza y se sentía confundido. Lentamente entreabrió los ojos teniendo como primera imagen una pared blanca, mejor dicho un techo.  Viró sus ojos alrededor, reconociendo donde estaba. Con un poco de torpeza se sentó sobre la cama y llevó una de sus manos hasta su sien.  Cuando estuvo completamente consciente la puerta se abrió.

-¡hyung, despertaste! – JiYong ingresó a su habitación con una infusión de té  sobre un platito. Al ver  al mayor despierto aceleró sus pasos, dejó la taza sobre el buró y se sentó en su cama. - ¿Te sientes mejor?

-¿Por qué estoy aquí?

-te desvaneciste en el parque, y te trajimos.

-¿me trajeron?  ¿Quiénes? – sus recuerdos estaban  enredados.

-Dong Wook hyung, Seung hyun y yo. – respondió. – creo que aun sigues mareado. Te  traje té la señora Heo lo preparó especialmente para ti, tómalo. – le extendió la taza. El mayor lo aceptó y se lo terminó. – me asustó verte tirado. – le comentó.

-discúlpame Ji, no sé qué… - detuvo sus palabras porque un manantial de recuerdos llegaron de repente.

-¿ocurre algo? – curioseó.

-ya recuerdo porque me desmayé. – dijo mirando los ojos del menor, éste tragó y escondió su mirada rápidamente. – ¿Cómo es eso de que eres novio de Seung? –preguntó intentando guardar la compostura, pero JiYong no contestó. – respóndeme.

-es…  verdad. – murmuró.

-¿Por qué?

-¿Qué cosa?

-¿Por qué estás con él? ¿Te está obligando? – inquirió molesto.

-¡No!

-¿entonces?

-lo amo. – musitó con las mejillas coloradas.

-¿me estás diciendo que estás enamorado? – le parecía totalmente chocante. 

-hyung… te molesta, ¿ver…dad? -  su voz se quebró.

-JiYong, no… - se vio interrumpido  por el menor.

-no tienes  que decir nada iff… ya entendí tus palabras – se levantó de la cama y lo miró con sus ojos rojos. – seguramente sientes asco por mí iff… pero no me importa iff… ¡yo amo a Seung y no me voy a alejar de él!  - gritó. Iba a irse pero fue retenido  por la mano de Yunho que lo atrajo a su cuerpo. -¡déjame!  - se removió, sin dejar de llorar. – no quiero iff… que me mires iff… con desprecio iff… no quiero.

-¡no te desprecio! ¿Cómo crees que podría? – le contestaba  a viva voz y lo abrazaba con fuerza. – yo te quiero Ji, y todo lo que te haga feliz, lo aceptaré. – sus manos frotaban el sube y baja de la espalda del pelirrosa. – sólo que me sorprendió enterarme de un momento a otro y ni siquiera por ti. – suspiró. - si me hubieses dicho desde un inicio lo que sucedía hubiese hecho algo más que solo verte llorar. – lo consolaba. – y no te estoy pidiendo que termines con él,  ni te voy a  juzgar, sólo quiero que me digas la verdad. Soy tu hyung y tengo que cuidarte, pero para hacerlo debes ser sincero conmigo… ¿prometes serlo a partir de ahora?

-s…sí – contestó contra su pecho.

-ya ves, todos está aclarado. – comentó con una sonrisa. Levantó el rostro de Ji, y secó sus lágrimas. – pero una cosa antes… - los ojos cafés volvieron a ponerse vidriosos. – Aún me prefieres a mí que a Seung, ¿verdad? – una luminosa sonrisa acompañó la pregunta. – yo soy y seré tu hyung favorito siempre ¿ok? – el pelirrosa sonrió  y asintió animoso. – muy bien, entonces te doy permiso para que estés con él.

-¿de verdad, hyung? – lo miró con ilusión.

-todo por mi pequeño dongsaeng, dame esos cinco. – levantó la mano con sus dedos extendidos y los chocó contra la otra mano. – si te hace cualquier cosa, ya sabes sólo avísame y le daré una paliza.

-jajaja sí, hyung. – rió y volvió a abrazarlo. Yunho también lo abrazó y besó su frente.

 

JiYong estaba de espaldas a la puerta por eso no notó que ésta se abría sin hacer ruido,  pero Yunho si lo notó y su mirada chocó contra la del ingresante.  Recordó como éste le había sonreído con sorna  en el parque y pensó en devolvérselo. Apegó el delgado cuerpo  al suyo y “toqueteó”  su espalda, aparentó  olfatear el cuello  del pelirrosa sin quitar sus ojos de los pozos negros que lo observaban con ira  y celos, y finalmente  dejó un beso en la mejilla  de Ji, aquello fue demasiado para un novio ardiendo en celos.  

 

-¡JIYONG! – chilló.

 

Cuando el nombrado escuchó la voz de su novio llamándolo trató de zafarse del abrazo de su hyung, pero éste no lo dejó.

 

-hyung~

-déjame molestarlo como él me molestó.

-pero…

-guarda silencio Ji, no sabes lo molesto que se ve jajaja – se reía con júbilo, pero en un tono bajo.

-pero no quiero que se moleste conmigo.

-sshhh… - JiYong calló, igual no podía soltarse de los  brazos del mayor.

-¿Qué pasa? – Dong Wook entró preocupado por los gritos emitidos.

-¡Yunho mas te vale soltarlo! – Seung  lo apuntó con su dedo. – no me hagas perder la paciencia.

-¡no lo soltaré!… JiYong estará contigo, pero es ¡MI JIYONG! – dicho y hecho se levantó de la cama y de un movimiento ágil cargó al menor. – agárrate. – le murmuró al joven entre sus brazos, éste no tuvo más opción que aferrarse al cuello de su hyung.

-no sean inmaduros. – les señaló Wook con el ceño fruncido.

-¡dile a él! – pronunciaron a la vez.

-hyu…ung, mejor bájame. -  pidió JiYong, quien empezaba a asustarse por la rivalidad que existía entre las personas que más quería.

-descuida, hyung no dejará que te lastimes. – le sonrió y con esto, salió corriendo de la habitación.

-¡YUNHO, REGRÉSAME A MI NOVIO!- gruñó Seung y salió tras ellos.

-¡Seung vuelve aquí! – exclamó Dong Wook, pero no fue escuchado.

 

La mansión volvía a llenarse de alaridos de alegría, de risas, y de vida, como siempre debió ser.

 

CONTINÚA… 

Notas finales:

Estoy feliz porque vi un poco del starcast de YB y SR, y hablaron con TOP y DAE es bueno saber que mantienen comunicacion, quisiera que el comeback este cerca.

Si gustan pueden comentar, estaría agradecida, nos leemos byebye.


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