-Yongie ¿Qué pasó? – preguntó Seung al ver entrar al salón a su novio con los ojos rojos.
-nada – respondió cabizbajo.
-Yun Ho – insatisfecho por la respuesta dada llamó al mayor preguntándole con la mirada lo ocurrido.
-Chang Min interceptó a Ji Yong en el baño. – contestó.
La expresión del pelinegro cambio en cuestión de segundos de la preocupación a la ira. No necesitaba oír más, ese nombre lo definía todo.
-ese maldito me va a conocer – gruñó enojado.
Su corazón acelerado y su mente trabajaban aliadas para enfurecerlo, y lo lograron. Seung ansiaba tenerlo delante y darle su merecido. Sus pies automáticamente comenzaron a moverse a los sanitarios de la universidad, sin embargo a unos metros fue detenido.
-hyunnie no le hagas nada. – le pidió Ji Yong sin soltarle el brazo. Ante el desconcierto de su pareja decidió continuar hablando – Chang Min no me hizo nada. Él solo quería disculparse conmigo, pero ya sabes que me asusto muy rápido. Creí que me diría cosas feas, pero no lo hizo. – movió su cabeza hacia los lados para reforzar sus palabras. –solo buscaba mi perdón.
-¿Y tú le crees?
-al principio también dudé, pero sé que no mentía cuando lo dijo. Lo vi en sus ojos.
-¿no estarás pensando en disculparlo? – sus ojos miraron al pelirrosa con reproche. – sabes cuánto daño te hizo, él no se merece si quiera considerarse perdonado. – Ji Yong no pudo refutar, era cierto que Chang Min se había portado muy mal pero no creía que ninguno de ellos debía juzgarlo. – tú mismo sabes que estoy en lo cierto.
-pero…
-pero nada. Debes dejar de ser tan ingenuo, no todo lo que te digan es cierto y debes de metértelo en la cabeza.
POV SEUNG
Ji Yong agachó su mirada luego de mi reprimenda. Sé que estaba siendo duro, pero no quiero que nadie piense que puede lastimarlo como se le dé la gana y después con un insignificante “lo siento” salir libre de polvo y paja. Eso también va para él mismo, quiero que se valore mucho más.
-lo que dice Seung Hyun es cierto. – dijo Yun Ho luego del silencio entre nosotros. Su apoyo era muy importante - nosotros conocemos a Chang Min y es alguien orgulloso. No creas que se disculpa de corazón. Tiene muchas caretas.
-¿Cómo puedes referirte de esa manera de quien fue tu mejor amigo? – preguntó con decepción.
-Porque creí que lo conocía lo suficiente, pero no era así. Él te lastimó, no confíes en sus palabras. – Yun Ho sacudió el cabello de ji, y él exhaló. Eso significaba que aceptaba lo que le decíamos. – pero ya no debes preocuparte, porque ahora estamos nosotros para protegerte. – le sonrió ampliamente.
Ji Yong asintió sin mucho ánimo. Yun Ho se despidió y nosotros nos fuimos a mi carro. A través del espejo retrovisor observaba como ji miraba la ventana, su frente estaba levemente fruncida. Parecía un poco molesto.
-Yongie –lo llamé con el apodo que nos habíamos puesto, pero no me hizo caso. –Ji Yong – pronuncié un poco más fuerte.
-¿Qué? – contestó secamente, sin siquiera mirarme.
-¿Por qué estas molesto?
-no estoy molesto.
-sé que lo estás. Tu rostro lo dice. –esperé unos segundos, y exhaló.
-me gritaste – murmuró.
-no te grité. Lamento si sonó como tal. Es solo que a veces me irrita que seas tan benevolente. Además, tú estás conmigo y quiero cuidarte.
-entiendo eso, pero tampoco puedes tratarme como un niño que sabe nada. –reclamó mirándome con sus ojos cafés. Es tan tierno al hacerlo, sonreí.
-ok, no volveré a tratarte como uno. Ahora ven, siéntate a mi lado, estas muy lejos de mí.
-Aquí estoy bien.
-no, te quiero aquí… junto a mí.- señalé el asiento de copiloto.
-que infantil eres – comentó riéndose mientras se cambiaba de lugar – ya estoy aquí.
-así me gusta – me detuve en el semáforo en rojo –que seas un novio obediente – jalé una de sus suaves mejillas.
-¡Seung Hyun! – gritó, mirándome con molestia.
-aish… uno ya no puede demostrar su amor. –negué tristemente.
-si puedes, pero ya te dije que no me trates como un niño o como una mascota.
-bueno, si a tu parecer te trato así entonces cambiaré.
En un ágil movimiento me acerqué y capturé sus labios entre los míos. Sus ojos se abrieron grandemente y sus manos quisieron empujarme. Comencé una pequeña danza, muy sutil, hasta que dejó de resistirse y cooperó. Sus brazos se envolvieron en mi cuello y los míos en su espalda. Su fragancia dulce me envolvió en perfecto hechizo del que nunca desearía escapar, pero la falta de oxígeno nos obligó a separarnos.
-¿está bien tratarte así? –pregunté entrecortado, con nuestros rostros a solo centímetros. Su respiración también era errática, sus mejillas estaban levemente coloreadas y los dedos de sus manos acariciaban mi cabello.
-sí- asintió sonriendo.
-te amo –volví a juntar nuestro labios aunque solo por unos instantes ya que el insistente claxon de un fastidioso carro arruinó el momento.
-creo que debes mover tu carro. Todos están avanzando.
Miré el semáforo y había cambiado de color. Cuando quiere el tiempo pasa lento, pero cuando yo lo quiero pareciera que va a la velocidad de la luz.
-¡Avanza! – gritaron desde la pista. Giré mi rostro, como en la película del exorcista, y miré con desagrado al conductor del otro auto. El chofer palideció al enfrentarse a mi mirada. A veces puedo parecer un demonio natural.
-idiota – murmuré, conduciendo de nuevo.
Una risita se escuchó a mi lado, así que de soslayo eché un ojo a mi acompañante. Él sonreía mientras veía por la ventana. Me fascinaba poder observar su faz exenta de perturbaciones, eso es lo que único que deseo para él.
FIN POV SEUNG
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Tomados de las manos, aquella pareja de jóvenes caminaba lentamente. Se miraban, sonreían y se besaban. Estaban muy contentos de poder disfrutar la presencia del otro luego de la discusión que tuvieron horas más temprano.
-aun no supero la emoción que me llenó cuando te vi entrando por la sala de mi casa. Caminabas con tanta decisión y seriedad. Cuando me tomaste de la mano y me obligaste a pararme y luego… declarando frente a mis padres que estamos saliendo juntos. ¡Fue tan inesperado! – exclamó muy entusiasmada.
-sí, aunque ahora me muero de vergüenza al recordar su rostros. Parecían espantados. ¿Qué pensarán de mí?
-descuida, estoy segura que les agradaste mucho.
-eso espero – exhaló.
-Yun Ho, mi amor, que te parece si vamos con Seung y le contamos que te presentaste con mis padres y que ahora eres mi novio oficial.
-¿Qué quieres decir con novio oficial? ¿Qué cosa era antes entonces? – entrecerró los ojos.
-es solo un decir, olvídalo.
-bueno, quizás podemos ir – reflexionó un poco sobre la propuesta de su novia -, pero seguramente está con Ji Yong.
-tienes razón, hay que darles su espacio. Hacen una linda pareja, aunque no más que nosotros.
-como digas Hyo de mi corazón.- la abrazó y continuaron caminando.
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Los días pasaron rápidos. Poco a poco las tensione iban disipándose convirtiendo las horas de estudio en cálidos ambientes para todos, aunque con excepciones. Ya era viernes y se encontraban en la última hora de clase, el catedrático estaba terminando de despedirse de los chicos. Cuando éste se fue todos exhalaron aliviados por la llegada del fin de semana.
-¡al fin! Parecía que nunca terminaría de despedirse. – dijo Dong Wook dejándose desplomar en su asiento.
-nunca cambiaras, Wook oppa – comentó Sandara sentándose sobre el pupitre.
-querida Dara, a los tiempos me hablas.
-no seas así –sus labios formaron un puchero – no sabía si acercarme o no. últimamente andas muy alejado, así que no sabía si estabas molesto conmigo.
-no estoy molesto, es solo que estaba con Seung.
-si los he visto juntos, acompañados también de Yun Ho y Ji Yong.
-así es – afirmó guardando su cuaderno en su maleta.
-oppa este sábado vamos a salir en grupo, ¿quiere venir con nosotros?
-¿Quiénes son “nosotros”?
-pues los chicos ya sabes.
-uhm… no sé, déjame pensarlo. No sé si este sábado pueda, pero te confirmo. – se puso de pie, colgándosela mochila al hombro.
-ok, puedes extender la invitación a quienes tú quieras. – sonrió.
-¿quieres que invite a Seung?- preguntó con una sonrisa de lado.
-pues, si quieres.
-¿Yun Ho y Ji Yong también están incluidos?- elevó una ceja.
-si aceptan ir sería genial. – Ella desvió su mirada hacia los asientos más alejados donde estaban el pelirrosa y los dos pelinegros conversando.- Creo que aún hay algunos pendientes con ellos, esto servirá para fortalecer nuestros lazos como compañeros.
-les preguntaré. No prometo nada.
-ok, espero recibir tu llamada. Nos vemos. – salió del aula.
-chicos, ¿nos vamos? –les preguntó al trío. Ellos asintieron y se marcharon del aula.
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-¿Sandara quiere que vayamos a una fiesta?- preguntó Seung algo incrédulo. Miró unos segundos a su copiloto asentir y volvió su vista a la carretera. Acababa de despedirse de Ji Yong en el estacionamiento de la universidad porque dijo que quería ir a su casa y dormir un poco, se sentía cansado; y Yun Ho tenía que ir a ver a su prima. - no sé. No tengo muchos ánimos. Además, si Ji Yong no va yo tampoco iré.
-eso lo sé, por eso le pregunté y me dijo que la invitación se extendía a todos.
-¿y por qué no nos lo dijo personalmente?
-pues cree que estamos molesto con ella. Bueno, - rodó los ojos – sabemos que tenemos cosas por solucionar por eso solo me lo dijo a mí.
-te soy sincero, creo que mañana no podré ir.
-¿Por qué?
-ya le dije a Ji Yong sobre lo del psicólogo, amigo de mi mama. Mañana iremos a verlo por la tarde. Quiero quedarme con él para ver cómo se comporta.
-¿Por qué no me lo contaste antes?
-lamento no habértelo dicho, pero salió de la nada. Fue un lapsus de mi madre. Ayer cuando estábamos en mi casa, ella le preguntó a Ji Yong si estaba de acuerdo con la hora para la cita con su compañero de trabajo. Ya te imaginaras la cara de desconcierto que puso. Ella me dio una mirada y suspiró diciendo:” ¿aún no se los has dicho?”. Y pues en fin, le conté a Ji Yong y a pesar que al inicio se quedó sin habla terminó aceptando. El mérito se lo lleva mi madre, lo convenció.
-¿Quieres que vaya también?
-te agradezco, pero no quiero que Ji Yong se cohíba si ve a mucha gente.
-entonces ni modo, vayan ustedes, pero me cuentas como salen.
-gracias por entender bro.
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POV JIYONG
Finalmente estamos viernes. Me siento un poco cansado y tengo sueño. Estoy así desde que Seung me dijo lo del psicólogo. Tengo esa sensación extraña de sinsabor, me inquieta. Sé que no debo asustarme no es como si fuera solo, estaré con él y su mama. No me dejaran solo ni un momento. Aun así algo dentro de mí me atormenta.
Me doy vuelta en mi cama y cubro mi cabeza con mis brazos. Me desagrada cuando pienso demasiado las cosas. Lo que suceda sucederá y sino todo continuara como ahora. Además, le dije a Seung que pondría de mi parte y lo haré, aunque me cueste mucho.
Alzo las sabanas y me meto dentro de ellas, son tan abrigadoras. A pesar que el invierno ya pasó aún se siente un poco del aire frio y estar cubierto por ellas me brinda un poco de calidez. Hoy descansaré para mañana despertar con energía y afrontar lo que me toque.
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SABADO
¡Aquí vamos!
Diría que me siento emocionado, pero en realidad no es así. Estoy lleno de nervios. Mi estómago no deja de revolverse con la sola idea de que en unos minutos más estaremos frente al especialista que me tratará. No me gusta cómo suena eso.
-¿Ji Yong estás bien? -escuché que preguntó la señora Choi. Ella estaba sentada a mi lado mientras Seung conducía.
-sí, estoy bien. – intenté mostrarle mi mejor sonrisa.
-tranquilo, solo debes decir lo que tú quieras. Si hay algo que querías reservarte entonces hazlo. Nadie te obligará a decir lo que no quieres.
-tomaré su palabra –ella asintió. -¿aún falta mucho? – curioseé. Estábamos buen tiempo en el deportivo de Seung, casi media hora.
-respondiendo a tu pregunta, acabamos de llegar. – contestó Seung, volteando el carro y estacionándolo.
Los tres nos bajamos del carro y entramos a la clínica. La señora Choi iba caminando delante de nosotros con paso firme, se notaba que conocía de sobra este lugar. Algunos médicos la saludaban y ella contestaba cortésmente. Nos detuvimos al llegar a una puerta con una inscripción donde se leía “Dr. Seo In Guk”. La señora Choi dio dos golpes a la puerta y se escuchó un adelante en la voz de un hombre. Al abrirla entramos y el doctor estaba de pie delante de su escritorio sonriéndonos. Era un hombre de unos cuarenta años, alto, de tez clara y vestía un terno que se amoldaba a su cuerpo atlético.
-Guk, buenas tardes. – lo saludó la señora Choi.
-buenas tardes, veo que no viniste sola. – su mirada se alejó de ella y se centró en nosotros.
-sí, te los presento. Él es Seung Hyun, mi hijo como ya sabes.
-un gusto conocerlo. – Seung se reverenció.
-el famoso Seung, tu madre siempre me cuenta de ti. Le sacas canas verdes jajaja – ambos comenzaron a reírse.
-lo hago porque sé que me querrá de igual manera.
-bueno, él – se acercó y me tomó de los hombros colocándome delante de él – es kwon Ji Yong, te hablé de él.
-bu…enas tardes, sr. Seo. –lo saludé atropelladamente. Me había llenado de nervios al verlo tan cerca y saber que será quien me tratará.
-oh… ¿sabías cuál es mi nombre? – su rostro se miraba un poco sorprendido.
-lo… lo leí en la puerta. – contesté susurrando. No lograba ni mirarlo. Mi corazón golpeaba mi pecho de manea incesante, mis manos se sentían sudorosas y ni qué decir de mi estómago, creo que tengo ganas de vomitar.
-entiendo, veo que estás muy atento a lo que te rodea. – afirmó. Mordí mis labios por lo que dijo. No sé si su comentario era algo bueno o malo, pero creo que estaba comenzando a analizarme. –vengan siéntense por favor. – tomamos asientos y no pude evitar exhalar al hacerlo. Por lo menos sobre el sillón mis piernas no flaquearían. – toma un poco de agua – me ofreció cortésmente y vi un vaso aparecer en la mesita de centro.
Extendí mi brazo para tomarlo y noté, estupefacto, como mi mano estaba temblando. Seguramente ellos también lo notaron ya que sentí la mano de la señora Choi frotar mi espalda como una caricia para calmar las ansias. Para evitar accidentes cogí el vaso con mis dos manos y tomé pequeños sorbos hasta dejarlo a la mitad.
-¿te sientes mejor? – preguntó sentándose en un sillón personal. Aunque no lo viera sé que estaba mirándome lo podía sentir, así que moví mi cabeza afirmando. -bien, entonces me presentaré. Mi nombre es Seo In Guk, soy psicólogo de profesión y espero que a partir de hoy podamos conocernos un poco más y sacar esas cosas que llevamos guardado dentro y afrontarlas. Ji Yong, ¿quieres ser partícipe de este nuevo reto?
Partícipe. Reto.
En definitiva no son palabras que yo tomaría para definirme ni antes ni ahora, pero es tiempo de que muestre algo de fortaleza ante las personas que me muestran su apoyo incondicional e intentan que supere lo que sucedió un tiempo atrás. Es el tiempo correcto de hacer afrenta a esto que no puedo olvidar y sigue atormentándome cual cruz de Jesucristo. Los segundos vuelan, los minutos corren, los días pasan y yo sigo quedándome en ese día donde perdí casi todo de mí. No es lo que quiero, no deseo continuar mi tormenta, deseo tener libertad sobre mí mismo y poder ser un soporte para los demás, pero sobre todo para la única persona que ha logrado, increíblemente, sostenerme todo este tiempo. Seung Hyun. Mi Hyunnie, por él y por mí haré esto.
-quiero hacerlo. Empecemos cuanto antes, por favor.
FIN POV JIYONG
CONTINÚA…