La cálida luz del sol ingresaba a través de los ventanales acariciando el rostro dormido del joven pelirrosa, haciendo que de a poco sea consciente del nuevo día. La pequeña nariz aspiró el oxígeno, llenando los pulmones, copando a su dueño de una tranquilidad extraña, pero agradable que le provocó una sonrisa sincera.
Ji Yong se levantó de la cama, con los pies descalzos, y caminó hacia el ventanal. Deslizó la fina cortina que se meneaba por el ligero viento. El hermoso y amplio jardín resplandecía lleno de vida, sin notarlo sus ojos se cerraron para centrarse en el delicado cantico de las aves, que elevaban su alma a los cielos. Se sentía parte de ellos, volando tan alto y tan lejos en busca de paz.
Sin embargo, al abrir los ojos continuaba en su habitación parado frente a la ventana, pero con la misma sonrisa y el mismo sentir en su interior. El suave golpeteo en la puerta, lo obligó a caminar hacia ella encontrándose con la Sra. Heo quien luego de saludarlo le avisó que el desayuno estaba listo.
POV JIYONG
Después de ducharme y desayunar me embarqué hacia la universidad. El camino se hizo corto o así lo sentí. Al llegar, Seung me esperaba sentado sobre el capó de su auto. Como siempre, abrió la puerta de mi carro y metió la mitad del cuerpo.
-hola Yongie - me saludó, enmarcando en su rostro una apuesta sonrisa.
-hola Hyunnie – igual que él, sonreí.
Se acercó un poco más, agitando mi corazón. Cerré los ojos y pronto sus labios cubrieron los míos en nuestro beso de “buenos días”. Una simple caricia que se volvió mi mejor medicina. Tomó mi mano para bajar del auto y fuimos camino al salón.
A pesar de las semanas, no me acostumbraba a la sensación de caminar por estos pasadizos. Era difícil aun con la discreta mirada de algunos. Por eso, iba un paso atrás de Seung, dejando que su cuerpo me camuflara. El punto picante, era al entrar al aula. Ese era el momento más tenso del día. Con solo poner los pies dentro, el silencio sepulcral podía dejar helado hasta al mismo demonio; aun así, la fortaleza de Hyunnie sobrepasa todo.
Su confortable brazo envolvía mis hombros y me animaba a pasar entre ellos. Cuando ocupábamos nuestros lugares, todo volvía a ser como antes de llegar. Hablaban, reían y me volvía el alma al cuerpo.
-¿estás bien?
Seung se aseguraba que no me afectara el agrio ambiente, solo asentía, tranquilizándolo.
Las clases tomaban su rumbo con normalidad hasta la hora del refrigerio donde cada quien se iba por su lado, excepto por Dong Wook quien nos acompañaba a la cafetería y pedíamos algo. Ellos sonreían por todo, y verlos así aun conmigo presente, me alegraba muchísimo puesto que jamás me hubiese perdonado alejarlos.
Centrándome en mi pastel, corté un pedazo y lo llevé a mi boca, pero antes la mano de Seung desvió el cubierto, comiéndoselo.
-¡que delicia! – exclamó con la boca llena.
-eres un abusivo. Deja que Ji coma, él es quien necesita azucares no tú. – lo regañó Wook.
-¿Por qué eres cruel conmigo? A Yongie no le importa que pruebe un poco ¿cierto?
-no me molesta – respondí a su favor, ganándome un guiño – pero si continuas así, tendrás más pancita.
La carcajada de Wook hyung no tardó en oírse tras el rostro perplejo de Seung, quien no dejaba de mirarme sorprendido. Yo también me uní y reí junto a él, a los segundos Seung se relajó y nos acompañó.
FIN POV JIYONG
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-¿hyung ya dinos cuando nos presentarás a tus amigas de EEUU? – preguntó Jung Min.
-sí, yo también las quiero conocer – agregó Hyun Joong.
-no sé porque se emocionan por mujeres que ni conocen – comentó Bom, mirando con fastidio al par, por sus comentarios.
-noona no te pongas celosa, prometo que algún día te invitaré a salir.
-¡Jung Min cállate! – Gruñó la muchacha, haciendo reír a sus compañeros en la mesa al aire libre– ni caso debería hacerte, sólo me haces envejecer – suspiró con cansancio.
-eso no es cierto Bommie, tu rostro de porcelana se mantendrá hermoso por la eternidad – argumentó Yun Ho, adulando a su amiga.
-tú si eres un caballero, no como estos tontos.
-ah hyung, no nos has dicho cuándo las conoceremos.- Hyun Joong retomó el tema.
-no lo sé chicos, recuerden que estamos lejos.
-no inventes, la distancia y el dinero jamás han sido un impedimento para nosotros.
-jajaja no hay manera de decirles que no. Voy a hablar con ellas para quedar en una fecha, ¿ok? – sus amigos chillaron extasiados.
-uy silencio. Miren quien está pasando – susurró Bom indicando con la mirada una vereda del campus.
Con un par de audífonos y las manos en los bolsillos del pantalón, Chang Min caminaba en silencio, cabizbajo. Ni siquiera notaba las miradas ajenas o les restaba importancia. Andaba ensimismado.
-nos vemos luego – avisó Yun Ho de improvisto, dejando a sus compañeros sorprendidos.
POV YUNHO
Comencé a ir tras los pasos de Chang Min, manteniendo una considerable distancia para evitar que me notara.
Cuando lo vi quise hablarle. Sé el daño que ha causado en Ji Yong, pero verlo solo y triste me llena de remordimiento. Él no es el único culpable de lo ocurrido, entiendo que no supo detenerse cuando debió hacerlo, pero puedo asegurar, por los años que llevamos conociéndonos, que su arrepentimiento es real.
Llegamos a la azotea donde se detuvo, recostándose sobre el barandal.
-si vas a gritarme o insultarme, hazlo y vete, no quiero compañía. – dijo a la defensiva, sin voltear. Soy pésimo ocultándome.
-no vine para gritarte – respondí poniéndome a su costado.
-¿Entonces qué quieres?
-¿saber cómo estás?
-dudo que te importe.
Además de notarlo triste y arrepentido, estaba resentido. Le doy toda la razón. Guardé silencio un momento, pensando cómo hablarle. Disculparme, no era lo ideal. Debe aprender de esta experiencia y no cometer los mismos errores. Sin embargo, merece una oportunidad como los demás.
-Shim – al llamarlo por su apellido fue capaz de mirarme, supo que hablaba enserio. -¿no piensas hacer nada al respecto? ¿Dejarás que todos renieguen de ti hasta el cansancio? ¿Es eso lo que quieres?
-es lo que merezco, ¿no? lo dejaste claro la otra vez.
-admito que me equivoqué – elevó una de sus cejas con curiosidad – dejé que el dolor de Ji Yong me dominará y dije cosas que no eran solución a nada.
-ya no hay nada que pueda hacer – desvió su vista al frente y exhaló – con solo mirar a Ji Yong, Seung parece que fuera a aniquilarme.
-es cierto, será complicado. Pero si de verdad te arrepientes, lo lograrás.
-¿Por qué ahora me dices esto?
-porque quiero a mis dongsaengs conmigo.
Su rostro se mostró desencajado y quedó sin habla. Me acerqué a abrazarlo y él también lo hizo.
-más vale que te disculpes pronto, pequeño bastardo, sino yo mismo te llevaré a rastras.
-hyung te extrañé un montón. Y descuida, encontraré como disculparme.
-te creo, no me decepciones.
A diferencia de antes, ahora tenía una tranquilidad que añoraba, sé que esta vez hará las cosas de forma correcta.
FIN POV YUNHO
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-¿Seung has visto a Yun Ho hyung? – preguntó el pelirrosa a su novio. Desde que sonaron las campanas del receso, no lo había visto y ya iban de salida.
-Lo he llamado pero tiene el teléfono apagado, de seguro se escapó.- sonrió de lado, pensando en las travesuras que podría estar haciendo el mayor. Pero de un momento a otro su expresión cambió, recordó que Yun Ho estaba con su prima, y por muy chinchosa que fuera Hyo Min, no iba dejar que jugaran con ella.
-después me dice que debo de estudiar – negó ante el mal ejemplo del mayor.
-cuidado con seguir sus pasos, tú eres único y diferente. – Dijo acariciándole la mejilla – ahora ve a casa.
-sí
-Bon Hwa conduce con cuidado por favor – se dirigió al chofer.
-estaré atento, joven Choi.
-adiós Yongie – en un rápido movimiento besó al pelirrosa y se alejó de igual manera – ve.
En el interior del auto, Ji Yong no dejaba de agitar su mano a través de la ventana abierta, despidiéndose. El chofer miró por el espejo retrovisor a su ocupante, quien sonreía bobamente, ya comenzaba a ser común esa expresión. Entusiasmado por el sentimiento, colocó algo de música que acompañara la felicidad del joven.
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SABADO
-¿Cómo estás Ji Yong? – preguntó el psiquiatra al menor de los jóvenes.
-bien – respondió con simpleza.
-¿Qué tal los estudios?
-normal, como siempre.
-Cuéntame un poco – pidió con un suave tono de voz.
-pues…los profesores dieron las clases, estudié y volví a mi casa.
-¿no hablaste con tus compañeros? ¿Jugaron en el break? ¿Reíste con ellos?
El pelirrosa miró de reojo a Seung pidiendo su apoyo, no quería explicar la “relación” con sus compañeros. Le avergonzaba decir que era el excluido del salón. No quería recibir la compasión del doctor.
-Ji habla conmigo, bromeamos de vez en cuando y reímos de las pequeñas cosas. Los demás no son capaces de comprenderlo como yo. Él está bien conmigo. –dijo Seung, sin guardarse la tirria hacia el resto, haciéndolo notable para el médico e incomodando a Ji Yong.
El medico sonrió ligeramente por aquella respuesta. Notó como su paciente mantenía la cabeza gacha mientras el otro mostraba una postura defensiva. Eran muy distintos, pero estaban unidos a la vez. La sobreprotección del pelinegro se hacía notar sin rodeos y era en parte admirable, no obstante, también una trampa.
-Ji Yong podrías esperar un momento afuera, quiero conversar con Seung Hyun – dijo Seo, inesperadamente.
Tanto el mayor como el menor se miraron sorprendidos, pero el asentimiento del pelinegro convenció para que el otro se retirara.
-¿de qué quiere hablar conmigo? Es a Ji Yong quien debe atender.
-tú lo has dicho. Ji Yong es mi paciente, pero no puedo trabajar con él si cada vez que le preguntó algo quien termina respondiendo eres tú. – afirmó sin titubeos y con la mirada puesta en los ojos contrarios. – es comprensible que lo quieras, pero si permites que él te siga viendo como un escudo o su vocero, lo convertirás en alguien más reprimido y tímido que ahora.
-Yo prometí cuidarlo de todos y de todo. No voy a faltar a mi palabra, además – pausó dudoso de lo que diría, pero la insistencia en los ojos del psiquiatra le dio impulso en su declaración. – además Ji Yong y yo estamos juntos… como pareja.
El experimentado medico se mostró ligeramente asombrado ante el nuevo hito revelado durante el tratamiento, aunque ya sospechaba algo.
-no me lo esperaba, pero ahora que lo sé, entonces con mayor razón lo repito. El que Ji Yong te haya aceptado demuestra que fue capaz de dar un gran paso porque estoy seguro que fue difícil convencerlo- Seung asintió con vergüenza – Sin embargo, como muchas cosas en su vida, te estás convirtiendo en un obstáculo. No lo permites madurar. Estoy seguro que Ji Yong se ve a sí mismo como a un niño, y tú representas a la pareja que le brinda la imagen paterna que el necesita.
-solo quiero ayudarlo – murmuró consciente de la verdad.
-lo ayudarás más dejando que reciba el tratamiento solo.
-¿solo?
-sí. Necesito que esté solo cuando hablemos; puedes acompañarlo hasta la puerta, pero de ahí a dentro es su camino.
-dudo que acepte. No va a querer. – afirmó seguro.
-eres tú el que no quiere, ahora mismo estás tomando una decisión que no te corresponde. Pregúntaselo y después me dices.
-¿entonces se terminó la sesión de hoy?- él quería irse y pensar con claridad que decisión tomar.
-aún falta, le diré a Ji Yong que entre. Por hoy continuaremos igual, pero te voy a pedir que lo dejes responder.
Como el pelinegro no acotó nada más, el especialista fue a la puerta y la abrió. El menor estaba sentado en uno de los muebles con la mirada perdida en la ventana.
-Ji Yong – el nombrado se paró al escuchar su nombre – entra, debemos continuar.
POV JIYONG
Al entrar fui hasta Seung y me senté a su lado. La expresión de su rostro me alarmó, parecía descolocado. ¿De qué habrán hablado? No me gusta esa sensación de no saber. Mientras estuve fuera, estuve asustado. El doctor Seo parecía muy serio cuando se quedó con él. ¿Quizá hay algo malo en mí? ¿Y si ya no tengo solución? ¿Tal vez quedé así para siempre?
Me comencé a sentir nervioso, pero la mano de Seung apretó la mía. Lo miré y él me sonreía.
-Tranquilo – susurró con tranquilidad como si nada hubiera pasado.
La seguridad de sus palabras logró calmarme, así que retomamos la sesión. El doctor volvió a realizar preguntas superficiales sobre mi día a día, las cuales respondí. Al término de la hora, ellos estrecharon las manos, pero el doctor dijo algo me dejo pensando:
-Espero una buena respuesta.
Tras esas palabras Seung solo asintió y nos fuimos al estacionamiento sin parar. Durante el trayecto hasta su casa permaneció pensativo y no dijo nada. Una vez dentro, los empleados nos dejaron algunos platillos en la mesa situada en la alberca, hasta que terminaran de preparar el almuerzo. Todo lucia muy apetecible, se me antojaba. Mi apetito había aumentado un poco últimamente. Sin embargo la actitud de Seung, me impedía probar los alimentos.
-¿Qué ocurre? – pregunté. Necesito saber que le sucede.
-Nada –responde con una media sonrisa. No soy la persona más perceptiva, pero sé que está mintiendo. Que lo haga me decepciona, porque solo demuestra una cosa.
-¿No confías en mí?
Él suspiró echando la cabeza atrás, pasó las manos por el cabello y volvió a mirarme.
-ven – extendió su mano. Lo miré dudoso pero la tomé y rodeé la mesa hasta llegar a su lado. Juntó nuestras manos y centró su mirada en ellas. – nunca dudes de mi confianza en ti, ¿y tú? ¿Confías en mí?
Sus bellos ojos negros esperaban con ansias mi respuesta, las palmas de sus manos estaban tensas. Esa era una pregunta absurda, claro que confiaba en él, ciegamente. Sonreí y asentí. De un jalón me sentó sobre sus piernas, mientras me abrazaba con fuerza, me quedé petrificado en esa posición, avergonzado.
-Se…ung – traté de alejarlo, pero me apretó más fuerte y exhaló sobre mi cuello. Liberé mis brazos y empecé a frotar su espalda. - ¿Qué es lo que te preocupa tanto? Desde que hablaste con el psiquíatra estás así ¿tan mal estoy?
-¡no! – negó con tenacidad.
-¿entonces?
-ah~ está bien. Si hay algo y… es sobre ti. -¡lo sabía! - no sé cómo lo tomes, pero respetaré tu decisión. – tragué nervioso y esperé que continuara. – el doctor Seo dijo que no debería acompañarte a las sesiones, porque cree que soy un obstáculo en tu tratamiento. También lo estuve pensando y…
-¿yo solo?
-no te asustes Yongie – acaricia mi mejilla y me doy cuenta que ante esa idea estoy horrorizado, comenzaré a llorar como un niño. Me pongo de pie y me alejo de él. Escucho que me llama pero no quiero detenerme. Tengo escalofríos, quiero huir de este lugar. -¡Ji Yong para! – sujeta mi antebrazo y me gira hacia él.
-¿Por qué quieres dejarme? Prometiste que lo haríamos juntos, ¡lo hiciste! – le reclamo con mis lágrimas cayendo. La rabia y el dolor empiezan a batallar en mi interior.
-en ningún momento he dicho que te dejaré. Ni aunque me lo pidieras cometería ese error de nuevo. Escúchame – agarra mis hombros y busca mi mirada – te lo estoy consultando, pero si no quieres solo olvídalo y seguiremos como lo hemos planificado. Lo que me importa es lo que tú deseas, si al doctor le parece o no, me vale. Yo estaré contigo siempre – sus brazos me envuelven como solo ellos saben. Apoyo mi rostro en su pecho, humedeciendo su casaca, y sintiéndome confortado.
-lo siento, tuve miedo – murmuro con los ojos cerrados. Actué como un tonto por mi mente calamitosa. – soy estúpido.
-no lo eres – levantó mi mentón y vi enojo en sus ojos. – ya te he dicho que no quiero que te insultes, eres un ser maravilloso y eres humano. Todos tenemos miedo, nos equivocamos, pero por ello no somos menos. Te amo Ji Yong y quiero que tú te ames muchísimo más ¿comprendes? – Asentí – eso es – dio un beso en mi frente y volvimos a abrazarnos por un largo tiempo.
FIN POV JIYONG
CONTINÚA…