Capítulo 18
Espero en las escaleras de mi casa a que Shage aparezca. De momento llega diez minutos tarde y me empiezo a impacientar.
Voy a coger mi teléfono para ver donde está cuando aparece aparcando su coche delante mía.
-¡Perdona!- Me grita bajando la ventanilla.- Había un atasco horrible dos manzanas abajo.
-No te preocupes.-Camino hasta ocupar el asiento del copiloto.
Shage va despeinada y con unas gafas de sol.
-¿Mucha celebración después del concierto?
-La verdad es que si. Se nos fue un poco de las manos para mi gusto.- Shage se ríe mientras arranca.
-¿Y eso?.
-Demasiada bebida . Nos dedicamos a mantener íntegra la buena reputación que tenemos como banda de rock.
-Deberías tener cuidado con esas cosas.
-Con muchas cosas. Pero bueno, somos jóvenes.
-Supongo...
Shage aparca al lado de un centro comercial. Vamos a una cafetería nueva que han abierto.
-¿Te gusta el sitio?- Miro a mi al rededor y es un bastante acogedor. Los sillones son negros y las mesas de madera. Hay una barra desde donde atienden a la clientela. Está llena de cupcakes de todo tipo de sabores y colores.
-La verdad es que sí-Contesto tomando asiento y ojeando la carta- Hay una gran variedad de repostería.
Shage se quita las gafas de sol y las apoya en la mesa. Tiene una ojeras enormes y los ojos enrojecidos... parece que no ha dormido mucho.
-Está todo buenísimo. A veces vengo a desayunar aquí cuando no tengo nada en casa.
Me río pensando en su comentario.
-Entonces todos los días. He visto tu cocina.
Shage se ríe también.
-Me da mucha pereza ir a hacer compra.- Me fijo en como sujeta la carta con sus manos. Es la primera vez que veo su izquierda. Se le han quedado las cicatrices de la operación. Eso me pone triste.
-¿Te da alguna molestia?-Shage levanta la vista de la carta.
Cuando comprende la pregunta mueve la mano de un lado a otro, la abre y la cierra.
-No... bueno a veces se me carga un poco. Pero hago mis ejercicios y mis estiramientos. No hay mayor problema.
-Te ha quedado muy bien. Me acuerdo como estaba al principio, daba miedo.
-La verdad es que si. -Se coge la mano y la masajea.
-Bueno...¿Cómo está la tarta de queso?
Pasamos un rato muy agradable. Hablamos de trivialidades y nos reímos bastante. Parece hasta que puede funcionar esto de ser amigas.
-Oye- dice Shage mirando la hora.- Tengo que irme ya. ¿Te acerco a casa?.
-Pues ahora que lo dices mejor me quedo. Voy a aprovechar que tengo que comprar unas cosas para la cámara.
-Vale. Se levanta del asiento y besa una de mis mejillas. Puedo sentir como todo el bello de mi cuerpo se eriza. -Ha sido un placer pasar el rato contigo.
-Si, yo también me lo he pasado bien.
-Nos vemos ¿vale?.- Saca la cartera y paga ambos pedidos. Después se va despidiéndose con un gesto de muñeca.
Termino lo poco que queda de mi batido y me doy cuenta de que Shage se ha olvidado sus gafas de sol....Tendré que pasarme luego a devolvérsela.
Aprovecho un hueco que tengo por la tarde, para acercarme al bloque de apartamentos donde vive Shage. Entro en el edificio y espero llamando al ascensor.
-¿Por qué tienes que estar en todas partes?.- Giro a mi derecha para ver quien me habla.
Genial, es Sophie.
-Hola, Sophie. Yo también me alegro de verte.
Se abre el ascensor y ambas pasamos.
-No has contestado a mi pregunta. ¿Qué haces aquí?
-Tranquila, solo vengo a devolverle las gafas a Shage y me voy. No tengo intención de interrumpir nada.
La cantante suelta un “Já” despectivo.
-Ni que pudieras. - No puedo evitar lanzarle una mirada de odio.
De repente el ascensor se para en seco dejándonos unos segundos a oscuras hasta que saltan las luces de emergencia.
-¡Venga ya!-Patea Sophie el ascensor-¡Debes estar de coña!- No se con quien habla, pero que está loca ya lo sabía.
Pulsa con desesperación el botón de llamada, pero nadie contesta. Saca su teléfono móvil alzándolo todo lo que puede con el brazo.
-Me cago en la puta, no tengo cobertura. ¿Tú tienes?.
Miro el mío y confirmo que yo tampoco.
-No.- Genial, estoy atrapada en una lata metálica con una psicópata que me odia.
-Ogggrr- La chica se acaba rindiendo y se deja caer sentándose en el suelo.
-En cuanto vean la avería vendrán a sacarnos de aquí... no creo que tarden- Comento para tranquilizarla... ¿Por qué hago eso?, si ni siquiera me cae bien.
Pasamos bastante rato calladas, una en cada extremo del ascensor. Pasan diez minutos, veinte, una hora... cuando llegamos a la hora y media al fin Sophie rompe el silencio
-¿Es verdad ese rollo de solo amigas?.- Levanto la vista para continuar la conversación.
-No tienes que preocuparte por mi. Solo amigas.
Veo como Sophie se ríe. Tiene siempre ese gesto de superioridad que tanto me desquicia.
-Ajá. ¿Puedo decirte algo?
-Me pides permiso, eso es nuevo.
-Yo quiero a Shage.- No se a donde quiere ir con esto.
-Vale, es toda tuya.
-No me refiero a eso. Digo. Yo quiero a Shage, ella tuvo un problema, el momento más horrible de su vida. Yo lo dejé todo para apoyarla e irme con ella. Tú solo te dedicaste a lloriquear auto-compadeciéndote. Deja de poner cara de víctima cada vez que sale su nombre.
Me quedo blanca. Como casi siempre que esta mujer abre su preciosa boquita. No se que contestar...
Volvemos al silencio sepulcral. No dejo de darle vueltas a lo que me ha dicho... La verdad es que nunca lo había pensado de ese modo...Puede que sea algo egoísta.
-¿Puedo preguntarte algo?- Me aventuro a decirle a la bruja que tengo en frente.
Se encoje de hombros manteniendo una mirada indiferente.
-No hay nada más entretenido que hacer.
-¿A qué viene esa obsesión por estar con Shage?. Me refiero a que salta a la vista que puedes tener a quien te de la gana... mientras no abras la boca, claro.-La mueca de desagrado por parte de Sophie es notable.
-¿Obsesión? Tú que sabrás.
-Se que no paráis de acostaros una y otra vez. Pero nunca tenéis nada serio porque no funciona. ¿Por qué no lo superáis?- Mi voz suena algo afectada.
Sophie se me queda mirando. Clava su mirada en la mía como si intentase destrozarme desde dentro.
-Mira, para empezar no es asunto tuyo. Enana cotilla. Pero Shage y yo tenemos una conexión que jamás tendremos con otras personas. Que funcione o no es únicamente asunto nuestro.
-Eso está claro.
-Vale.
Ya han pasado dos horas y nadie ha venido a buscarnos … empiezo a pensar que vamos a morir aquí dentro. Por varias causas probables. Hambre, sed, falta de oxígeno o la más plausible. Asesinato.
De mis tripas sale ese ruido horroroso que parece que tienes un animal rugiendo desde dentro. Tengo muchísima hambre.
Me fijo en como mi compañera de celda alza los ojos con un gesto de desesperación y busca algo en su bolso.
-Toma- Me lanza una de esas barritas sustitutivas de comidas que se usan para las dietas.
-G-gracias.- Respondo sumamente asombrada. Un gesto de amabilidad por su parte... y hacía mí....
La barrita no es que sea deliciosa. Pero tampoco le voy a poner ascos.
-¿Te alimentas a base de estas cosas?-Pregunto levantando el envoltorio.
-Entre otras cosas.
-Pero, tú no necesitas estos inventos.- Sophie suelta una carcajada .
-A ver si te piensas que me mantengo a base de bollos. No me puedo permitir esas licencias.
-Imagino.
-No, no creo que puedas. No creo que sepas lo que es tener un contrato vinculado a tu imagen. Si engordas un kilo te ponen a dieta. Más estrictas que esas barritas
-¿Y te merece la pena?
-¿Tú que crees? -La amabilidad le ha durado bien poco.
Dios, nadie va a sacarnos de este trasto.
-Sohpie...
-¿Qué?
-¿Por qué te gusta tanto Shage?
Aquea una ceja para mirarme.
-¿Y tú me lo preguntas?
-Me refiero... no eres una persona muy amigable. No entiendo como tenéis ese cariño mutuo.
-No tengo por qué contarte mi vida.
-No, no tienes. Pero también podrías dejar de ser tan borde.
-No soy borde, es que no me gustas. No te lo tomes personal. -Es insufrible.
-Vale.-Miro para otro lado. Voy a dejar de intentar hablar con esta persona.
-Conocí a Shage cuanto tenía siete años.- Abro los ojos al escuchar eso... parece que se está ablandando. Me giro hacia ella y le presto la mayor atención posible.-Yo acababa de mudarme desde Inglaterra y ella era mi vecina de en frente. Quedábamos para jugar con los demás niños de la manzana y poco más. Yo no tenía muchos amigos, así que el rato que compartíamos era muy importante para mí.
Si era igual de niña que ahora, no me extraña que tuviera pocas amistades.
-Cuando empezamos el instituto. Yo era muy diferente a como soy ahora. Llevaba gafas, el pelo recogido en coletas y era miembro del grupo de debate...Imagínate.
-¿En el grupo de debate?- Vale esta pregunta puede que sea la que me cueste la vida.
-Si. ¿Qué piensas? ¿Qué soy estúpida?. Fui la mayor nota en selectividad de mi año. Entré en Yale, Harvard, Stanford, Oxford y en todas las universidades que te puedas imaginar.
Genial, el único consuelo que podía tener frente a tanta perfección se me acaba de esfumar.
-¿ Y no fuiste a ninguna de ellas?
-Tenía cosas más importantes que hacer. Y no me mires así. Me va bastante bien, en mi opinión- Tiene razón.
-Bueno, sigue.-Sophie pone cara de agotamiento, pero para mi sorpresa continua con la historia.
-Como podrás imaginar, aunque no sea el caso. La gente inteligente no es la más popular en los institutos americanos. Así que la mayoría se metían conmigo, menos Shage.
Por aquel entonces ella era una de esas chicas peligrosas a las que el resto no se atrevía hablar. Faltaba a clase, fumaba en el patio y tocaba la guitarra. Lo contrario a mí.
-No me lo imagino.
-Cállate. Estoy intentando contarte la historia. ¿Quieres oírla o me vas a estar interrumpiendo todo el rato?
-Dios, vale.
-El caso es que Shage no solo me defendía. Era mi amiga y mi apoyo. Shage es de esas personas buenas y especiales que solo encuentras una vez en la vida. Un día estabamos pasando el rato en una de las casas abandonadas del barrio. Shage había llevado una acústica y se puso a tocar una canción de mötley crue que yo me sabía. Y comencé a cantarla.-Hace una pausa para esbozar una sonrisa...creo que es la primera vez que la veo sonreír.- Todavía recuerdo la cara que puso cuando me escucho cantar .
-Cuéntame.
-Dejó la guitarra a un lado con una sonrisa de oreja a oreja. Me cogió de los hombros y me dijo. Tú y yo vamos a montar un grupo. Yo me reí pensando que era broma....Pero... Había un brillo en sus ojos que pocas veces tenía. Ella me miraba fijamente y me dijo. Prométeme que cantarás en mi grupo. Yo no pude negarme a esa absurda idea, y empezamos a soñar en como sería nuestro futuro rodeados de fans, luces, viajes y dinero.
-¿Por eso no fuiste a la universidad? ¿Por montar un grupo con Shage?.- Lo último que obtengo de ella es una sonrisa.
La luz vuelve como por arte de magia y el ascensor retoma su curso.
Nos ponemos de píe y se abren las puertas.
Me tomo un momento para pensar en toda esta historia. Resulta que para ella esa relación que tiene con Shage, no es solo conveniente ...
-Toma- Le alcanzo las gafas de Shage- Dáselas.
Ella las coge con cuidado y antes de salir del ascensor me dice.
-No pienses que me conoces.
Se cierran las puertas del ascensor.