Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Háblame de eso por MissCooper

[Reviews - 65]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aqui os dejo con el siguiente cap. Espero que lo disfruteís. 

Capítulo 21

 

 





-Vaya , Has vuelto.-Los ojos de la psicóloga se abren como platos. Creo que soy la gran sorpresa del día.

-¿Me has echado de menos?

-No pensaba que volverías. Hace seis meses que no apareces por aquí.

-He estado muy ocupada.- Tomo asiento en el interior de la consulta..

-¿Se debe a Lissa?- Creo que nota mi nerviosismo.

-¿Por qué lo pregunta?.

-Hay personas que creen en las coincidencias, yo no soy una de ellas. La semana pasada terminaron sus prácticas.

Muerdo mi labio inferior en forma de acto-reflejo. No puedo refutar esa teoría, pero tampoco me apetece afirmarla.

Me tomo unos minutos para revisar la habitación. Me fijo en todas las cosas que han cambiado. Como los bonsáis cerca de la ventana, la silla de cuero roja donde ella está sentada y como no el detalle más importante, su mano. Donde antes había un precioso anillo, ahora hay una marca blanca.

-Creo que su meses han sido más atareados que los míos.- Señalo su mano intentando desviar la conversación.

Ella responde encogiendo los dedos. Saca una sonrisa cordial y se echa hacía delante para tomar las riendas de la conversación.

-Esta no es mi sesión de terapia. Estamos aquí para hablar de ti.-No puedo evitar echar una risa.

De un impulso me levanto paseando por la consulta. Toco varias marcos con fotos de ella y sus perros. Recuerdo que antes había una de un señor con el pelo negro y gafas...Ya no.

-¿No le parece irónico?.

-¿El qué?.

-Pues, se supone que yo debo confiar completamente en ti. Contarle todos los aspectos de mi vida , hacerle caso a sus consejos y sin embargo... Yo no se nada de la persona a quién se lo cuento.

-¿Tanto te interesa mi vida personal?.

-¿Por qué no? Hace mucho que nos conocemos.

-Vale, ¿Qué quieres saber ? - Maggie apoya su cuaderno y se cruza de brazos esperando mi pequeño interrogatorio. Tiene la mirada altiva y una pose segura.

-Bueno, lo primero...siento lo de su matrimonio.- Instantáneamente ella lleva la mirada a su dedo anular.

-Son cosas que pasan. - Se mantiene firme, incluso amenazante. Supongo que está preparada para cualquier cosa que le diga.

-¿De quién fue la culpa?

-No creo que sea tan fácil como culpar a uno. A veces nos casamos con la idea de lo que podría ser una persona. Las ideas están puestas en pedestales demasiado altos y simplemente nos caemos de ellos.

-Comprendo lo que es eso.-La sonrió intentando compartir algo de empatía.

-¿Alguna pregunta más?


-¿Tiene hijos?.

-No, mi carrera no me lo permite. Tampoco es que los quiera.

Vuelvo a tomar asiento. Esta vez me tumbo para mayor comodidad y coloco mis manos cruzadas encima del estómago.

-¿Por qué ninguna relación funciona?.

-Algunas lo hacen.- Maggie ha dado por supuesto que el interrogatorio ha finalizado. Ha tomado de nuevo posición de psiquiatra y ya está preparada para tomar apuntes en su pequeño cuaderno rojo.


-Leí un artículo en el que hablaban sobre la duración del amor. En el artículo decían, que el amor dura tres o cuatro años máximo. Luego se acaba.

-Puede ser. Luego quedan otras cosas.

-Pero, eso me hizo pensar. ¿Nos quedamos con la gente por costumbre?. Quiero decir... Si el amor se acaba, ¿qué es lo que pasa después?.

-Después queda el cariño, la confianza, el poder compartir tu vida con alguien. -La interrumpo antes de terminar.

-Nos han vendido la moto con el amor. El amor es lo más importante, la media naranja, el amor verdadero, “ tu príncipe azul”... con esto último ya me entiende.-Tomo aire.-Pero, sin embargo se acaba.


-¿Qué ha pasado en estos meses?.

-Demasiadas cosas... todas muy juntas.

-¿Algo grave?.

-Me gustan los bonsáis, le da un toque distinguido a esto.

-Jill, no evites mi pregunta.

-¿Por qué no?. Puedo hacerlo.

-Jill.- Me incorporo para ponerme a su misma altura.

-Te lo contaré todo. Pero en orden.

Puedo notar como me mira raro. ¿Tan cambiada estoy?...Puede que si.

-Entonces, empieza.

-¿Desde el principio?.-Afirma con la cabeza.-Abra el cuaderno, doctora. Porque este es el final de la historia.




Estaba echa un lio esa noche. Shage me acababa de besar, había discutido con Liss y mi cabeza no paraba de dar vueltas.

Pensé en todas las posibilidades. Si volvía con Liss tenía que estar completamente segura de no querer a Shage...Evidentemente no quería jugar con ella.

Pero Shage...Ella es y siempre ha sido, bueno, Shage. Cuando me besó volví a sentirlo todo. Y cuando digo todo es todo.

 

Cada caricia, mirada, abrazo, beso, sonrisa, nota, acorde. Tanto bueno como malo. Y pensará que soy idiota... Yo también lo pensé. Pensaba en mi conversación con Sophie.

En aquel ascensor pude ver todo lo que intenta ocultar con esa pose de zorra absoluta. Pude ver eso que Shage ignora, y con lo que juega. No quería estar en medio de eso.


Había tanto que pensar. Muchos momentos buenos y malos que valorar. Dicen que los buenos son con lo que te quedas y lo que valoras. ¿Pero como lo haces si no pasas por dificultades?...

Al final me decidí. A la mañana siguiente me levanté, desayuné, cogí mi abrigo y salí a la calle. Tenía mi discurso planeado. Lo que le diría palabra por palabra. Se supone que cuando te preparas las cosas es más fácil. Pero luego no sale nada como lo planeas.

Así que estaba allí, con mi mejor cara de poker y mi cabeza llena de palabras tocando la puerta del apartamento de Shage.

Ella me abrió sorprendida, con el pelo alborotado y una camiseta que usaba en modo de pijama. Me pase de madrugadora.

-¿Jill?- Miró la hora echando la vista para el reloj de su entrada y volvió a mí. -¿Qué haces aquí tan pronto?.

Tenía que centrarme, soltarlo y salir corriendo. Ese era mi plan, si me quedaba podía hacerme cambiar de idea... y no podía permitirlo.

-Vengo a hablar contigo.- Se echó a un lado invitándome a pasar.

-¿Pasa algo?.- Me había besado la noche anterior y luego me pregunta que si pasa algo. Tan tranquila.

-Tenemos que hablar de lo que pasó a ayer.

-Vale.- Su cara cambió. Estaba más seria. Creo que veía hacía donde se dirigía aquella conversación.

-No puedo hacerlo, no puedo.

-¿Besarme?¿ O volver conmigo?.

-Todo.

-Pero... yo te quiero.

Aparté la mirada, no podía soportar la situación. Y he odiado cada palabra que dije ese día.

-No importa.

Ella me agarró de los hombros obligándome a mirarla.

-Se que tú también. ¡Lo noté ayer cuando nos besamos!

Intenté ser fuerte. Estaba a punto de llorar y las piernas me temblaban. No podía mantener mi mirada así que la apartaba continuamente.

-Esto se acabó, Shage. No puede ser... tenemos que dejar de vernos.

Mientras yo apartaba los ojos ella hacía esfuerzos para volver a ponerlos en contacto con los suyos.

-Dime que no me quieres y no te molestaré más.

-N-no- Antes de terminar ella me cayó con un beso. Un beso tan profundo que se metió dentro de mi. Explorando cada parte de mi cuerpo haciendo estremecerse cada poro de mi piel.

Por un momento pensé que me desmayaría, que no sería capaz de cumplir con lo que había planeado. Pero me separé y miré de nuevo sus ojos.

-No puedo.- Las palabras salía con dificultad de mis labios.- No puedo quererte más.

Me deshice de sus brazos caminando hacia la puerta. Antes de irme eché un último vistazo. Estaba destrozada, como vacía. Únicamente me miraba como si le hubiese arrancado el alma de cuajo. Yo simplemente me fui.

Lloré más de lo que he llorado en toda mi vida. Sabía que era permanente, no podía volver a atrás...pero era lo mejor, ¿no?. Era lo que más sentido tenía.

Había decidido apostarlo todo por mi relación con Lissa. Algo tranquilo, seguro y confiable. Ella siempre me dio cosas buenas. Pensé que era mi deber corresponderla.


Esperé a que se me pasase el disgusto. No podía presentarme en casa de Liss llorando por otra persona. Debía tener la mente despejada y clara.

La noche anterior hice la promesa de hablar ese día, así no podría tomarme mucho tiempo para recomponerme.

Con esa idea en la cabeza me encontré llamando a la puerta de su casa.

-¿Has vuelto?-Parecía sorprendida.

-Te lo dije ayer.

-Bueno, yo te dije que necesitaba pensar.

-No es verdad.- Me tomé camino ha su apartamento ya que veía la intención de ser invitada.

-Jill...

-Voy a dejar de verla.-Se paró en seco. Tenía la mirada abierta y desconcertada.

-Yo no te he pedido eso.

-Lo sé. Pero he hablado con ella. No podemos ser amigas, nunca lo fuimos y nunca lo seremos. Y lo que tuvimos bien acabado está. No tenemos motivos para no seguir con lo nuestro.

Estuvo meditando la información durante unos minutos. Unos horriblemente largos, incómodos y escalofriantes minutos.

-¿Y tu estás bien con esta decisión?.

-Lo estaré, si estoy contigo.

Así es como Liss y yo comenzamos una relación seria, exclusiva y todas esas cosas. Y durante un tiempo fue maravilloso.

 

Como le prometí no volví a ver , ni hablar con Shage. Pero no podía evitar seguir sus novedades en la web del grupo. Me enteré de la grabación de otro disco y una pequeña gira por los estados más cercanos y de varios premios y spot publicitarios. De alguna manera me reconfortaba saber que estaba ocupada y saliendo adelante... que no podía volver.

Hasta aquí todo normal. Tenía una relación que funcionaba, con una persona amable, guapa y atenta. Parecía perfecto, yo estaba contenta...Hasta que a los dos meses recibí aquella llamada.

Ese fue el momento en el que todo terminó.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).