Capítulo 6
Durante esa pequeña fracción de segundo se me ocurrieron múltiples maneras de matar a Bobby por irse de la lengua. Y a Sophie por zorra.
Miré como Shage ponía cara de asombro, pero no decía nada. Suponía que estaba pensando.
-¿Saben vuestros padres que estáis aquí?. No me gustaría acabar en el calabozo por darle alcohol a menores- Sophie estaba subida a un podium de poder y victoria del que no podía bajarla
-Cr-creo... que mejor nos vamos. - Tiré el gorro de bruja al suelo mientras salía por la puerta. El resto del grupo siguió mis pasos. Y lo peor es que Shage no intentó impedir que me marchase.
-Jill... perdona. -La voz de Bobby sonaba arrepentida, pero estaba demasiado enfadada con él para querer hablarle.
-Déjame.
Fue lo único que dije en todo el viaje.
Me llevaron a mi casa y me tumbé tapándome la cabeza con las sábanas rezando por que me tragasen.
Pensé en que no tendría que habérselo ocultado a Shage. Aunque realmente yo tampoco se cuantos años tienen ellos, pero si son mayores de edad... si , la diferencia es notable. 17- 21 en el mejor de los casos.
-¿Qué tal la fiesta?- Preguntó mi madre después de dar dos golpecitos al marco de la puerta.
-No tengo ganas de hablar- Murmuré desde mi almohada.
-Vaya. No muy bien...¿Problemas de chicos?- Eso me hizo hasta gracia.
-Algo así.
-Bueno,no te preocupes seguro que todo se arregla. -Caminó unos pasos para darme un beso y despedirse.- Si quieres cenar tienes sobras en la nevera. Nos vamos a acostar ya, ¿vale?
-Vale, Mamá. Buenas noches.
Me quedé allí pensando hasta que mi móvil comenzó a vibrar. Seguramente era Bobby queriendo disculparse.
Alcancé el teléfono y vi que era Shage quien llamaba.
-Hola- Contesté tímidamente.
-Ey, ¿estas bien?. Perdona por dejarte marchar de esa manrea. Pero quería echar a todos para tener unas palabras con Soph.
-¿Unas palabras?
-Si, me ha cabreado bastante lo de antes. No tiene porque meterse en nuestros asuntos. Y menos de así, no tiene ningún derecho.
-Vaya.- Me sorprendió bastante
-¿Puedes venir a mi casa?.
-¿Ahora?
-Si, me gustaría que hablásemos- Eso era como una versión del tenemos que hablar. Cuando alguien te dice eso es que algo va mal...
-Esta bien... Cogeré la bici y estoy en media hora.
-Vale, te espero.
Colgué el teléfono y salí de mi habitación.
Todavía llevaba el disfraz de bruja, así que iba a ser curioso verme en bicicleta por la ciudad.
Más o menos llegue en media hora y até la bici a una farola.
El corazón me iba a mil, estaba de los nervios y tenía mucho miedo por lo que me pudiera decir. Subí los escalones con mucha calma. Como si cada escalón me llevase a la silla eléctrica o algo peor.
Al llegar a la puerta llamé con dos golpes pero me dí cuenta de que estaba abierta. Me extrañó un poco, pero empujé para entrar .
Todo estaba a oscuras iluminado únicamente por un camino de velas y calabazas que había construido hasta las escaleras
-¿Shage?-Grité
-¡Estoy arriba!
Me aventuré a seguir el camino con curiosidad.
Las velas seguían hasta el dormitorio de Shage.
Allí estaba ella, sentada en la cama con su disfraz de pirata y una sonrisa.
-¿Y todo esto?-La pregunté desconcertada.
-Quería compensarte el mal trago.
-Pero...¿No estás enfadada?
-¿Enfadada? ¿Contigo? ¿Por qué?.
Vaya, esto si que era una sorpresa.
-Por intentar ocultarte mi edad.
Soltó una risa y se levantó de la cama
-A ver, sabía que eras más pequeña que yo. No voy a mentir en que pensaba que había menos diferencia de edad. Pero eso no cambia que me gustes más o menos. Que nos sacamos cuatro años... Creo que hasta cinco es legal.
-Vaya... ¿21?- El mejor de los casos.
-21.
Anduve hacia su cama y me senté obligándola a hacer lo mismo.
-¿Y qué pasó con Sohpie?
-No puedo enfadarme con ella eternamente porque siempre ha sido así. Es muy controladora y posesiva y tu no le gustas demasiado.- Qué sorpresa.
-Está enamorada de ti.
-Bueno, prefiero no entrar en eso. El caso es que le dije que no podía comportarse así contigo y que te debía respeto. Al menos por cortesía hacia mi.
-Se debió ir muy enfadada- Seguro que se le hinchó la cabeza y le comenzó a dar vueltas.
-No voy a negartelo- Soltó una risa y sonrió para mirarme- Sabes, tenía muchas ganas de pasar esta noche contigo. Había comprado champán... pero ya no debería dártelo.
-Dios, mejor no. Es asqueroso- Reímos la dos y terminamos mirándonos.
Rompí ese momento atreviéndome a besarla. Ella me devolvió el beso tumbándome en la cama.
Entonces el corazón me iba aun más deprisa que cuando subía las escaleras, notaba todas sus caricias, sentía su respiración encima mía.
-Oye, yo nunca... -Dije tímidamente mientras sus manos se deshacían de mi disfraz de bruja.
-No te preocupes- Acompañaba cada palabra con un beso- Yo te enseño.
Y el resto puede imaginarse que pasó.
-Vaya, fue un momento realmente bonito – Responde Maggie anotando cosas en su libreta.
-Lo fue. Es por eso por lo que no celebro Halloween... me da mucha pena.
-Deberías empezar a olvidarte de estas cosas. Ve a esa fiesta que me has mencionado al principio de la sesión. Te irá bien relacionarte y conocer gente nueva.
Tiene razón. Todos mis amigos no hacen más que repetirme lo mismo constantemente...es tan solo que no puedo.
-Creo que me forzaré a ir... Tiene razón.
-Sería un gran avance, Jill.- Ya...
-¿Ya es la hora, no?
Gira su muñeca y echa un vistazo a un reloj plateado que lleva.
-Si, ya es la hora. ¿La semana que viene nos vemos?.-Me levanto del sillón y sacudo las arrugas de mis pantalones.
-Claro.
Camino fuera de la consulta y me despido de la psicóloga.
Lissa seguía detrás del escritorio colocando papeles y anotando cosas.
-Lo bueno de ser paciente es que me voy antes-Le digo intentando hacerme la graciosa.
Lissa levanta la vista y me sonríe.
-Bueno, no me queda mucho. Aunque me das un poco de envidia.
-Si, ahora tengo mucho tiempo para no hacer nada.
-Muy bien invertido
-Lo mejor que se puede hacer. Bueno, ya hablamos.- Doy un golpecito en la mesa y me dispongo a salir de la consulta.
-Pasa buen día. !Y vente el miércoles!.
-Me lo pensaré.
Después de veinte minutos en metro, consigo llegar a mi casa.
Cuando salgo de las sesiones me siento realmente cansada. Mis padres todavía no han vuelto del trabajo y tengo la casa entera para mi.
Subo a mi dormitorio y me tumbo encima de la cama hasta quedarme dormida.
Me despierto con el ruido de la alarma. ¿Ya son las 7:00 ?
La noche anterior no me había molestado ni en ponerme el pijama.Voy a darme una ducha rápida y a cambiarme de ropa.
Bajo las escaleras y en la cocina están mi madre preparando tortitas y mi padre sentado leyendo el periódico.
-Buenos días.- Saludo cogiendo sitio para comer.
-Buenos días, cielo.-Alcanza mi plato y me echa un par para desayunar.
-¿Quieres que te lleva a clase?- Pregunta mi padre apurando su café.
-No hace falta, quedé con Jules que vendría a recogerme.
-Está bien. -Cierra el periódico y lo coloca al lado de su plato vacío. -Pues yo me voy ya- Antes de irse besa mi frente y la de mi madre.- Hasta luego, chicas.
Termino de desayunar y salgo con el sonido del claxon.
-Buenos días- Saluda Jules con energía.
-Hola, Jules. -Dejo la mochila con los apuntes y la cámara en la parte de atrás.-Oye, la fiesta a la que me dijiste de ir...¿Es de las Sigma Zeta Alpha?
-¿No te lo dije ya?. Si es esa fiesta. ¿Por?.
-Ayer hablé con una chica que dijo que iría, me animó para que me apuntase.
En la cara de Jules se dibujó una sonrisa.
-¡Tenemos que ir! ¡Llámala o envíale un mensaje! ¡Dile que vamos!
-Vale, para el carro. Todavía no he decidido si ir.
-¿Y qué tienes que pensarte? ¿Tanto te cuesta divertirte un día?. Jill, pasa página.- Es cierto...
Saco el móvil de mi bolsillo y busco el número de Lissa.
-La enviaré un sms... por si todavía no esta despierta.
Escribo con dedos dudosos: Ey, al final me pasaré el miércoles. Nos vemos en la fiesta.