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Al amparo de la noche por Sharon Eiri

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Notas del capitulo:

Bueno este si es él final de esta historia

Espero les guste

Aun que creo que esta algo fome

 

Epilogo:

 

Niwa Daisuke ya tenia 22 años al igual que Hikari Satoshi, ambos estaban en la universidad aun cuando el segundo desde los 14 años ya tenia un titulo universitario y era inspector en la comisaria. Ambos estudiaban arte, más por insistencia del primero que amaba dibujar  y quería pasar la mayor parte del tiempo con su Koi. Con 22 años habían dejado de poder transformarse en Dark y Krand, ninguno de los dos sabía que había sido del ladrón y su eterno rival pero imaginaban que deberían de estar esperando los nuevos descendientes.

Ambos chicos caminaban uno al lado del otro, por las calles que tanto conocían. Niwa de vez en cuando saludaba a las personas que encontraba a su paso. Cosa que ponía bastante celoso a Satoshi pero no podía hacer nada ya que la personalidad de su koi era sociable.

-¿Satoshi puedo ir a tu casa?- pregunto meloso y seductor Daisuke, acorralando con su cuerpo al peli celeste contra una de las paredes de un callejón oscuro.

-¿En que momento entramos al callejón?- pregunto Satoshi sin inmutarse.

-Estabas tan ocupado pensando en tus celos, que no notaste que me seguiste al callejón- dijo con una sonrisa ladina, bastante similar a las que usaba Dark para seducir.

-Haber pasado tanto tiempo con ese ladrón inútil te hizo mal- se quejo Satoshi, fríamente.

-Eres malo, aun cuando sabes que tu también lo quieres- dijo Daisuke colando una de sus piernas entre las piernas del Hikari, y frotando su rodilla contra la entrepierna de su Koi.

-Ahhh... No seas idiota, aquí no- dijo con algo de dificultad Satoshi, entre gemidos.

-Vez como también lo deseas- hizo notar Daisuke mordiendo travieso el lóbulo de la oreja derecha de su koi -¿Entonces vamos a tú casa?- pregunto, pero esta vez sus labios se posaron muy cerca de los labios contrarios, casi rozándolos pero sin llegar a tocarlos del todo.

-Esta bien tú ganas Daisuke- dijo Satoshi, para acortar la mínima distancia entre sus labios y comenzar un beso lento y pausado, bastante calmando como queriendo tener el control.

Daisuke luego de disfrutar los dulces labios del Hikari en el ritmo calmado y controlado que caracterizaba al peli celeste, decidió imponer su propio ritmo, un ritmo mucho más fuerte, hambriento, deseoso y sobre todas las cosas con una pasión desenfrenada.

Entre el beso sus manos recorrían él cuerpo del otro. Las manos de Daisuke pasaban de estar sujetando con firmeza las caderas, a las nalgas que tanto le encantaban, apretándolas con fuerza y deseo, para luego volver a las caderas. Mientras Satoshi tenía una de sus manos entre los desordenados cabellos rojos y la otra sobre el fuerte pecho. El beso tubo que ser detenido por la falta del preciado oxigeno, tan vital pero a su vez maldito por obligarlos a separarse.    

-Sera mejor que caminemos- dijo Daisuke recuperando él aliento y aun sobre los labios contrarios -¿A menos que quieras hacerlo aquí?- pregunto con una sonrisa seductora.

Él Hikari solo miro con sus ojos fríos a Daisuke, lo miro de una forma que decía "eres un completo idiota" cosa que provoco una pequeña risa en el peli rojo. Daisuke miro a su koi detenidamente por unos segundos, las mejillas de Satoshi estaban sonrojadas y su respiración agitada, una imagen sumamente tentadora y seductora antes los ojos de Niwa.

 -Solo es una broma- dijo con una sonrisa nerviosa Daisuke -¿Nos vamos ya a tú casa?- pregunto eso  mientras estiraba una de sus manos, mano que tomo Satoshi.

-Está bien- dijo Satoshi, sin soltar la mano de su koi y comenzar a caminar.

Luego de caminar tranquilamente, llegaron a la casa del Hikari. Una vez llegaron, Daisuke acorralo a Satoshi contra la puerta de madera de la casa, él peli rojo comenzó a repartir pequeños y juguetones besos a lo largo del blanquecino cuello. Satoshi tenía ambas manos en el furte pecho del peli rojo, tratando de apartarlo sin lograr su cometido.

-Daisuke, aquí no... Hay que ir a la cama- susurro sumamente sonrojado Satoshi.

-¿No se por que hay que subir una escalera para llegar a la cama?- pregunto con aburrimiento Daisuke, mirando las escaleras que tendría que subir.

-Por que a mi me gusta como esta la habitación- dijo con bastante simpleza Satoshi.

Daisuke sin decir nada comenzó a caminar hacia las escaleras, una vez estuvo frente a ellas le hizo una señal con las manos a Satoshi para que se le acercara. Hiwatari sin decir nada comenzó a acercarse lentamente hasta donde estaba su peli rojo Koi.

-Satoshi, sube tú primero- dijo con una sonrisa bastante picara Daisuke.

Satoshi comenzó a subir uno a uno los escalones, seguido de cerca de Daisuke, que iba de lo más concentrado en la vista que tan tentadoramente se le ofrecía. Una vez estuvieron frente a la gran cama ambos de pie, Daisuke comenzó a desabotonar uno a uno los botones de la camisa que portaba él Hikari, para luego deslizarla lentamente por los blanquecinos hombros y quitarla por completo dejándola olvidada en el suelo.

Daisuke lentamente  comenzó a besar la blanquecina piel que había quedado totalmente expuesta, un comino pausado fue el recorrido de besos que se iban desde el cuello hasta el blanquecino abdomen y detenerse a jugar un momento con el ombligo de su koi. Satoshi que hasta el momento solo se dejaba hacer, desabrocho y saco el cinturón del molesto pantalón que se encontraba usando el peli rojo.

-Satoshi, te quiero- susurro entre los besos que repartía Daisuke.

-Te quiero dentro- dijo sumamente sonrojado Satoshi.

Daisuke sonrió de forma coqueta, para luego empujar el cuerpo del peli celeste hacia la cama y lentamente posicionarse sobre el cuerpo blanquecino. De un solo movimiento Niwa se hizo con el pantalón de su Koi, dejando al peli celeste totalmente desnudo ante los ojos color rojo que le miraban con hambre y llenos de deseo.

-Eres tan lindo- dijo Daisuke acariciando con delicadeza el rostro del contrario.

Daisuke lamio sus labios y lentamente acerco su rostro a la entrepierna de su koi, para introducir sin previo aviso el trozo de carne en su boca. De una forma lenta que de un momento a otro pasaba a ser un ritmo más rápido. Daisuke sacaba e  introducía el pene que se encontraba totalmente duro producto de la excitación y la pasión. Las manos de Satoshi se sujetaban  con fuerza de las blancas sabanas, mientras gemidos escapaban de su boca que ponían a mil al peli rojo, era tan placentero lo que sentía que de un momento a otro llego al orgasmo, derramándose en la boca que recibió gustosa la esencia blanquecina.

-Sabes tan bien- susurro Niwa, para luego besar los labios del peli celeste.

-No juegues... Te quiero dentro- pidió Satoshi una vez termino el beso, su rostro se encontraba completamente rojo debido al reciente orgasmo.

-Eres un mandón- se quejo con lujuria Daisuke, para acercar sus dedos a la boca contraria.

Satoshi comenzó a lamer los dedos que estaban frente a él. Una vez Daisuke tuvo completamente sus dedos ensalivados, llevo esos dedos cerca de las nalgas para luego introducir uno de ellos en la entrada del peli celeste y comenzar a moverlo. Ante la intromisión Satoshi comenzó gemir, cosa que al peli rojo le encendía mucho, un segundo dedo fue introducido en la entrada del peli celeste llevándolo a gemir con mayor fuerza. Un tercer dedo hizo compañía a los dos primeros, moviéndose dentro de aquel que gemía.

-Ahhh Daisuke te quiero dentro- volvió a pedir Satoshi sonrojado.

Daisuke viendo que su koi estaba listo, saco los tres dedos de la entrada del peli celeste. Él  de cabellos rojos se alejo un poco del cuerpo del Hikari, solo para poder deshacerse del estorboso pantalón y el boxer que portaba. Una vez aquella estorbosas prendas estuvieron fuera, Niwa de forma lenta se posición sobre el cuerpo del peli celeste, para luego tomar ambas piernas masculinas y posicionarlas sobre sus propios hombros. Él peli rojo que estaba entre las piernas de Satoshi, llevo su pene cerca de la entrada del Hikari, para lentamente introducirse de una sola y placentera estocada, para de inmediatamente comenzar a envestir lentamente.

-Ahhh... que estrecho eres- dijo entre gemidos Daisuke, mientras envestía.

Daisuke sentía mucho placer al sentir su pene siendo apretado por la entrada de su koi. Las envestidas comenzaron a ser de forma rápida y salvaje, Satoshi sujetaba con fuerza las sabanas para no perder  el control por completo mientras gemía. Un va y ven de caderas, que  hacían rechinar aquella gran cama en la que ambos amantes se entregaban al placer.

Las envestidas eran profundas y certeras tocando un punto que hacia enloquecer al peli celeste, llevándolo a gemir sin control. Los minutos pasaban y los amantes seguían con su labor, pero las embestidas iban perdiendo poco a poco la fuerza inicial ¿La razón? Ambos jóvenes estaban ya en su límite, muy cerca de tocar el cielo debido a la pasión.

-Ahhh... Daisuke me voy a venir ahhh...- gimió Satoshi, afirmando con fuerza las sabanas.

-Vengámonos juntos- pido Daisuke besando a Satoshi.

Daisuke seguía envistiendo, mientras aun ambas piernas del peli celeste se encontraban sobre sus hombros, unas cuantas embestidas más y ambos llegaron al orgasmo, El peli rojo dentro dejando que el semen se escurriera de entre las nalgas del Hikari y el peli celeste manchando su propio abdomen con su escancia. Ambos se besaron con pasión mientras Daisuke abandonaba aquel lugar estrecho y cálido, dejando que aun más semen saliera de entre las nalgas.

-Te amo mucho- dijo Daisuke recuperando el aliento y recostándose junto al peli celeste.

-También te amo- dijo Satoshi para acurrucarse en el pecho del peli rojo.

-¿Nee Satoshi siempre estaremos juntos?- pregunto Daisuke acariciando los cabellos celestes.

Daisuke no obtuvo respuesta, ya que Satoshi se encontraba profundamente dormido cosa que le pareció tierna al peli rojo. Daisuke al poco tiempo también se quedo dormido. Estarían para siempre juntos y nada podría negarles eso.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Y ahora si fin. 

Notas finales:

¿Que tal èl final?

Sayonara


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